Alguien que nunca creía en los finales felices
Hacía poco tiempo era alguien valiente, fuerte y sin dependencias por nada. Ya lo había dicho. Aprendí a serlo porque debía pasar la mayor parte del tiempo a solas, en casa, o con niñeras cuando tenía menos edad. Mis padres no me negaban nada, sólo que muy pocas veces tenían tiempo para mí.
Yunho fue la compañía de mis días, la luz en mi oscuridad y la vida que yo necesitaba. Era feliz, pero no del modo en que quería serlo, hasta que él llegó. Hizo que yo mirara las cosas de forma completamente diferente a mi punto de vista, y una semana después de haberlo conocido me sentía (de un buen modo) como otra persona. No creí que alguien pudiera tener ese poder sobre mí, pero Yunho sí que lo tenía.
Sin quererlo, había hecho que mi mundo girara 360º, para luego volver, tristemente, al punto de partida. No era su culpa, pero quizá si era mía por haberme enamorado de él, si es que es justo culpar a alguien de eso. Tuve que recoger los pedazos de mi vida y mantenerlos en un mismo lugar, hasta que pudieran juntarse de nuevo. Olvidé todo cuanto sabía (o creía saber) de él y lo cambié por nuevos conocimientos que me dio en apenas medio mes.
Ahora debía vivir una vida normal otra vez e intentar ser una chica común y corriente, dentro de lo que cabe. La fantasía había terminado y daba paso a la realidad. Pensaba esto mientras me vestía frente a mi espejo, poniéndome la chaqueta reglamentaria para salir. Me di un último vistazo (mamá solía decir “nunca sabes si te encontrarás al amor de tu vida”, yo dudaba que eso sucediera ahora) y salí de la casa.
Tomé mi bicicleta y di una vuelta por la cuadra, respirando el aire frío que entumecía todo el ambiente. Ya no había flores que mirar, pero era divertido ver a los niños jugando y a sus madres (o padres) persiguiéndolos con un abrigo, por si se resfriaban. Esta vida era casi buena, exceptuando el hecho de haber perdido la mitad de todo.
Iba de regreso y noté un desvío (seguramente acababan de ponerlo, los muy imbéciles) y tuve que tomar otro camino a casa. A esas horas de la mañana nunca había ciclistas y me sorprendió ver a una chica como yo practicando cerca. Platicamos un momento y se fue, era agradable, pero otro ciclista se me atravesó mientras pensaba en eso. Me hizo resbalar, pero me sujetó antes de caer. No podía verle la cara por el casco, pero tenía abundante cabello, entre castaño y negro.
-Espera- llamé. El ciclista se detuvo y me miró, noté algo familiar. Dejé mi bici y me acerqué a él, quitando su casco. Era un muchacho como de dieciséis, no importaba. Nadie me manda a tonta, me dije. Sentí que tocaban mi hombro:
-¿A poco me buscabas?- Yunho sonreía radiante, con otra bicicleta y las mejillas rosadas por el frío.
Me lancé sobre él, dándole un abrazo. No había tiempo para creer que soñaba despierta. Grité y grité, emocionada, y lo besé como la última vez que nos vimos. Allí parados, sencillamente, parecíamos una pareja oficial. No podía separarme de él, ni él de mí. Luego de un momento, decidí ponerme a pensar si necesitaba aire, lo dejé. Reí como loca, impulsivamente y me separé un poco más.
Yunho estaba ahora sonrojado por el beso, no tanto por el frío, y reía conmigo. No podía creer que estuviera allí, y al parecer todos podían verlo ahora. Fui de camino a casa con él y las bicis y deseé llegar pronto para poder hablar con él como se debe. Llegamos en menos de nada y nos sentamos juntos al sofá de la sala, no dejaba de mirarlo, no fuera a ser que desapareciera. Me dijo que esperaba conseguir una buena forma de sorprenderme (y lo hizo, pensé) por eso tanta demora.
-Quiero que me beses de nuevo- le dije, con una sonrisa. El obedeció y me tuvo en sus brazos un buen rato.
Pensé en decirles a mis padres, debía hacerlo, pero eso podía esperar. Tenía tanto de que hablarle a Yunho que ya había olvidado la mitad, debía darme prisa. Era tan dócil y amable que parecía difícil creer que fuera quien era: un líder y un hombre completamente responsable. Quise saber cómo habían llegado a casa, pero mejor no preguntar la forma en que el destino trabajaba.
Lo miraba fijamente segundo tras segundo, así que debía ser considerada.
-¿Te importa si te miro hasta no poder más?- lo miré fijamente, sin parpadear.
-Quiero que lo hagas- me tomó más fuerte y me besó, obligándome a cerrar los ojos.
Le repetía una y otra vez que no se fuera, y él me aseguraba que no lo haría todas las veces que yo hablaba. Afuera nevaba ya, cosa bastante impresionante, y me sentí inmensamente feliz. Yunho y yo nos levantamos a mirar la nieve caer durante largo rato, y pensábamos riendo que alguien no estaría muy feliz, sabiendo que debía manejar en unas horas. Tomé sus manos con las mías y lo hice volver al sofá, caliente, conmigo.
Me quedé dormida en sus brazos y soñé con él, sólo que fue diferente a la última vez, pues cuando desperté, todavía seguía a mi lado. No olvidaba lo adorable que se veía mientras soñaba y me reí pensando que tendría que ver eso muchas veces más, estaba contenta. Como pude busqué el teléfono y llamé a mis papás, alguien debía dar la cara por nosotros dos. Consideré peligroso que Yunho lo hiciera así que encaré la situación por mi cuenta.
Mamá no estaba precisamente complacida y papá tampoco, pero era un hecho que cambiarían de opinión en cuanto lo conocieran de verdad. No faltaba demasiado. Quise recuperar el calor que perdí al hablar y volví con Yunho, de ahora en adelante no me faltaría calor, no me faltaría felicidad y más importante, no me faltaría él.
-¿Te dije que te amo?- susurré mientras lo veía dormido. Juraría que dijo que sí. Me reí y me apoyé en él, decidida a compartir sus sueños.
Fin
aaaaa pero que ternura de fic por dios estuvo tan lindo y bello aaa mori en serio como me gustaria que eso pasara en la vida real xDDD es bonito soñar o no?? aaa me encanto sin duda alguna la vdd espero poder leer otro fic como este, en serio, la narracion se te da :3
ResponderEliminarQue hermoso!! Los dos (JJ y Yunho) son tan romanticos, por eso tengo tantas expectativas al buscar novio xDDD
ResponderEliminarQuiero que eso me pase *O*
Awwwwwwwwwww Me mori de amoorr!!
ResponderEliminarQue hermosura de fic por Dios >.< ♥
Yo estoy que muero pero de felicidad, que amor tan puro aaaawwwww!!! que lindo el fic, me quede sin palabras cuando Junho llego aaaaaaaaah!!! que sorpresa hahaha me encantooooooo~!!! ahora si ya puedo morir empaz hahaha ♥♥♥♥♥♥
ResponderEliminaraw... dios es amor este fic *----* <3
ResponderEliminarKYAAA!!!! Es genial!! No pude evitarlo... Me imagine con los dos ^///^
ResponderEliminarEs genial y raro y original a la vez... Justo como yo!! XD
y no pude evitarlo, pero a mi mente llego este pensamiento:
Y Changmin, Yoochun y Junsu... Bien gracias verdad?? XD XD XD
Apuesto a estaban aburridos en casa pensando en lo que sus Hyungs estarían haciendo xD
Te lo digo por décima no se cuanta vez, este fic es genial :D
Holaaaa
ResponderEliminarEste fic lo lei con mi amiga y hasta podriamos juras que nos describian jajajaj su pareja era Jaejoong y la mia Yunho woowww de verdad muchas cosas eran similares a nosotras hasta nos asustamos ajajjajajaj
pero aun asi nos encantooooo!!!!!!
No de verdad la proxima vez que quieras escribir de nosotras avisanos jajajajjajajjajaja^^.
Milk & Hikari Nirvana
Ojala estas cosas pasaran en la vida real, lo he disfrutado, muy hermoso... Ah, ya quisiera tener a Yunho dos semanas para mi solito
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