- eh?... – atinó a balbucear el chico raro, tomó la tarjeta que le extendió el moreno y al leerla el corazón casi se le sale del pecho de la emoción. Sí, no podía negarlo, le emocionaba que ese... seductor casanova que alguna vez estuvo con él en la intimidad... le estuviera cortejando de aquella manera. Porque eso era, no? Quedaba más que claro por el detalle y la insistencia de querer reunirse con él, siendo Jae, claro está.
- vas a conservarlo?... – cuestionó celoso el gemelo, apenas la noche anterior ellos casi... bueno, eso, y ahora se sonroja y sonríe como idiota por el presente que le mandara ese otro idiota productor de pacotilla?
- esto... – el chico raro reparó entonces en su “novio”, en lo que había pasado la noche anterior, en lo bien que se había sentido al estar así con él, pero no podía negar que Seung Kwan generaba demasiadas cosas en su interior... – bueno, es solo fruta, podemos comerla...
- claro, tú no sabes decir que no, cierto... – visiblemente molesto, el gemelo salió del departamento dando un portazo. El resto se había quedado con expresión confusa, después de todo ellos no sabían lo que estaba pasando entre esos dos.
- Ji Yong, está todo bien entre tú y Jun Ho... – cuestionó el moreno, no solo como líder estaba interesado en saberlo porque diferencias entre integrantes del grupo es una fuente de tensión con la que lidiar y la cual resolver; sino también como appa de esa familia, tenía que velar porque se mantuviera unida, sobre todo ahora que era más grande.
- sí... no se preocupen, yo hablo con él.... – con cesto en mano, el chico raro salió por el mismo camino que el gemelo, sabía que seguro estaría ya en el estacionamiento esperando por ellos para irse a la disquera.
- eso fue raro... – comentó de pronto el menor, sus hyungs con la mirada le cuestionaron el porqué... – fue como una escena de celos muy JaeSu, mejor dicho JunYong, raro... – y luego se largó a reír por su nuevo descubrimiento, tenía una nueva pareja a la que molestar, ahora que no puede hacerlo con el YooSu embarazado. Sus risas cesaron cuando el ratón le dio un sape... – auch, oye!
- hay que irnos ya... – el ratón salió haciendo caso omiso de las protestas de Min que iba detrás de él.
- Chunnie, no olvides lo que hablamos esta mañana... – le dijo el delfín antes de que se perdiera fuera del departamento.
- si, Susu ah, cuando vuelva llamo a Estados Unidos con ellos... -
- con tus padres?... – cuestionó el líder, algo confundido, y con una idea en la cabeza... – es que se han puesto de acuerdo?... – se dirigió a su hijo middle y a su novio.
- en qué... – respondieron al unísono...
- no importa, Joo-Eun ya viene para acá (es que ella ha sido como la niñera de esos dos durante todo el tiempo en que les han tenido que dejar solos por el trabajo)... – algo preocupado todavía por todo eso de hacer del conocimiento de sus padres la relación con su Boo y el embarazo. Yunho y Yoochun iban sumidos en sus pensamientos, incluso Min parecía muy pensativo de pronto... – Junsu te pidió que hablaran con sus familias de la situación?... – cuestionó mientras descendían al estacionamiento.
- sí, porqué... -
- Jae me ha pedido lo mismo... – se miraron entre sí y suspiraron, esos dos han estado haciendo muchas cosas similares desde que se embarazaron, pero esto rebasa cualquier antojo de madrugada o los constantes cambios de humor, incluso esas casi metidas de pata durante su estancia en Japón.
..........
Antes de que ellos llegaran, Ji Yong había alcanzado, como imaginaba, a Jun Ho en el estacionamiento, y era mejor hablar con él ahora, antes de que Min, Yunho y Yoochun llegaran.
- es que piensas llevarlo por toda la disquera... – miró despectivamente el cesto de frutas exóticas...
- voy a regalárselo a la señora de la tienda que está fuera de la disquera, es muy agradable... – le respondió con una sonrisa, de esas típicas en él, pero su “novio” igual no estaba del todo feliz.
- tú y, Seung Kwan... – tono despectivo... – se conocen?
- porqué piensas eso?....
- porque no pareciste nada sorprendido cuando no lo presentaron, es más, saliste corriendo al baño, lo recuerdas?...
- lo conozco... – sonrisa triste que hizo que el corazón del gemelo se encogiera.
- qué tanto, quiero decir, qué...
- fuimos amigos... – lo cortó el chico raro, no podía decirle lo que en realidad había pasado, cierto... – pero no terminó bien nuestra amistad, por eso me siento incómodo cuando le veo...
- pero él no te reconoció, verdad, piensa que eres Jae hyung... – el chico raro asintió... – te está tirando los tejos...
- no te preocupes, él no me interesa... – pero esas palabras parecieron salir solo de su boca, más no de su corazón. Sonriendo con una confianza que no sentía, le tomó la mano al gemelo... – tú y yo estamos juntos, no?
- si se te acerca, te juro que le pongo los puntos sobre las ies... – aprovechando que la van tiene espejos polarizados, el gemelo se sintió confiado de besarlo, de comprobar si le besaría con la misma intensidad que el día anterior.
- eres algo celoso... – soltó antes de que el gemelo se apoderara de sus labios, regresándole el beso con todo el cariño, amor o lo que fuera ese sentimiento que le llena cuando sus bocas danzan juntas.
- ah!... – gritó sorprendido el menor cuando al abrir la puerta se encontró con aquella escena... – pero, ustedes, cuándo... no! Ya no podré dormir tranquilo en el departamento tampoco... – dramatizó Min, en tanto Yunho y Yoochun solo sonreían, y Ji Yong y Jun Ho enrojecían al límite de la pena de haber sido pilados en pleno beso apasionado.
- así que, una pareja más en el grupo?... – cuestionó pícaramente el ratón, le hacía gracia realmente ver a ese par juntos en plan meloso, son tan diferentes.
- sí, así que, Yunho, mide más tus muestras afectuosas con mi Ji Yong... – abrazó posesivamente al chico raro, que sonreía contento con la forma tan celosa de su pareja de, por decirlo de una forma, marcarlo de su territorio.
- ok, ya sabes que yo solo tengo ojos para mi JaeBoo... – respondió con una sonrisa divertida.
- pero no deja de ser raro verlos juntos... – opinó el menor... – insisto en que es como ver el JaeSu en acción... – ésta vez fue Jun Ho quien le dio un sape... – auch! Me van a dejar lerdo de tanto golpe... -
- pues no digas tonterías, está bien que esté suplantando a mi hermano pero no soy él, ok, como mi Ji Yong no es Jae hyung, estamos?... – la van se llenó de sonoras carcajadas, el impulsivo de Jun Ho estaba demasiado protector con su relación con el chico raro.
...............
Esa tarde, ChangMin estaba muy pensativo en su habitación, escuchar que Junsu y Jae querían dar a conocer su relación y embarazo a sus familias solo le hacía pensar en la vez en que Kohei le había dicho que quería presentarlo ante sus padres y cómo aquella oportunidad de conocerlos se había ido a pique por su rompimiento.
Pero ahora que han vuelto, será que es momento de hacerlo? Además, él estaría dispuesto a presentarlo ante sus padres como su pareja? porque no sería justo que solo el bailarín diera aquel paso, verdad? Él debería corresponder el gesto, pero, cómo se lo tomaría su familia, sus padres son modernos pero nunca antes recuerda que se haya abordado el tema en su casa, sus hermanas igual podrían llegar a entenderlo, pero; estaría defraudándolos con su decisión, es después de todo el único varón y en la sociedad siempre se espera que la estirpe continúe, y él, él no podrá darles nietos a sus padres o sobrinos a sus hermanas, el apeído mismo de la familia, la sangre, de algún modo está en “juego” con su decisión.
- no es tan sencillo... – murmuró, frente a él su laptop, como wallpaper, una foto de su familia, los cinco sonriendo con un fondo pintoresco de la ciudad detrás de ellos.
En el departamento de a lado, habitación YooSu...
- voy a llamar a mi padre, estaré en la sala, si no te importa... – el delfín asintió, ciertamente se sentía un poco culpable de haberle pedido aquello a su novio, sabía que Yoochun estaba reacio porque su familia es más conservadora, ¡por dios! No tiene idea cómo se lo irán a tomar sus propios padres, sobre todo cuando descubran que Jun Ho está ahí, que le ha estado ayudando por meses y que, para rematar, también sale con un chico. Pero, tuvo esa necesidad irrefrenable de compartir su felicidad, porque así es como se siente, feliz, dichoso, completo, afortunado de haberse enamorado de su ratón pervertido, de estar esperando ratoncitos o delfincitos que más dá, tendrá su propia familia.
El pelinegro tomó el teléfono con bastante duda, los nervios le habían dejado un vacío en el estómago, sentía la boca seca, y eso que realmente no iba a decirles nada aún, excepto que necesitaba que fueran a Seúl...
- aquí va... – marcó el número correspondiente, esperando que en su casa de estados unidos conteste su padre (sí, de preferencia él porque es el patriarca, quien toma las decisiones importantes). Después de varios tonos, por fin alguien contestó, su hermano Yoo Hwan... – Ricky?
- Micky?... – preguntó a su vez el chico, ambos sonriendo por eso, se escuchaba curioso decir sus nombres así... – riman, no?
- sí, oye, papá no está por ahí, o mamá?
- papá no se encuentra no olvides que el horario es diferente hermano, así que él está trabajando en estos momentos, pero mamá si está, la voy a llamar, por cierto, qué tal las cosas en corea, he visto en la tele que tienen mucho éxito pero tú hacía tiempo que no te acordabas de tu pobre familia... -
- no seas dramático, he estado muy ocupado con muchas cosas... – <.mi.>... – luego te enterarás, pásame a mamá...
- ok... – después de eso escuchó el sonoro grito de su hermano que llamaba a su mamá, quien al parecer estaba en el jardín, algún tiempo después su madre atendió al teléfono... -
- Yoochun, hijo, que sorpresa tan agradable que llames... – la voz siempre amable y sonriente de su madre, le hizo sentir todavía más nervioso.
- sí, eh, mamá, la verdad es que te llamo para algo muy importante...
- sí, qué cosa, hasta me he preocupado, te escuchas tan serio... – una buena madre siempre sabe, no pregunten cómo, pero lo hacen, ese sexto sentido nos lleva ventaja.
- no, no es nada malo, es... mamá, necesito que tú y papá, y Ricky si se les pega... – sonrió un poco con eso, pero es que así es su hermano, si sus padres viajan a Corea para visitarlo, él por nada del mundo se queda en el continente americano, así tenga que pedir permiso en la universidad para faltar... – vengan a Corea lo más pronto que les sea posible...
- porqué, qué pasa hijo, porqué no me explicas un poco ahora... -
- mamá, por favor, eso no puedo hacerlo en este momento, no por teléfono, pero descuida, te aseguro que no es nada grave...
- hijo, los negocios de tu padre en este momento lo tienen tan ocupado, no se para cuándo tendríamos oportunidad de viajar... -
- solo coméntale, sí mamá, a ver qué te dice, pero no quiero que se vayan a preocupar, yo estoy muy bien, el grupo también va súper, es... es algo más bien que me hace muy feliz pero no sé cómo se lo vayan a tomar ustedes... - <.creo.>
- ahora me he quedado más intrigada, será que has conseguido prometida?... – cuestionó pícara la señora Park. Yoochun sonrió más nervioso aún, aquello no pintaba bien...
- algo así... – murmuró, pero fue suficiente para que su madre escuchara...
- oh! Que emoción, hijo, hablaré con tu padre y yo misma me aseguro de que vayamos cuanto antes... -
- gracias mamá... – pero un agradecimiento que se sentía como una condena. Realmente temía... su padre no es precisamente alguien que acepta las cosas por la buena a la primera, si bien no es tampoco un hombre muy cerrado.
Después de hablar un poco más con su madre para contestar las preguntas de rutina de una buena madre acerca del estado de salud de su hijo y cómo le ha ido en su profesión en el mundo de la música, el ratón colgó y volvió a su habitación, donde Junsu le esperaba con una sonrisa agradecida.
- no me dieron una fecha, pero conociendo a mamá tal vez en una semana ya estén aquí... – algo acongojado por la situación, el ratón se acostó a lado de su delfín, acariciando tiernamente su vientre.
- gracias, Chunnie... – el castaño le acarició la mejilla con ternura... – oye, me ayudas a tomar la ducha, con el vientre así ya sabes que me cuesta más trabajo asearme apropiadamente...
- claro, voy a preparar la tina... – es que con ellos embarazados, no pudiendo estar demasiado tiempo de pie y luego con lo del vientre habían terminado por instalar una tina en la ducha, cosa que despertaba más de una fantasía en el ratón, y que está seguro Jae y Yunho ya llevaron a la práctica... – sería fantástico hacerlo en la tina, pero mi Susu ah solo se deja hacer en la cama, bueno, realmente no he intentado nada en la ducha (desde que volvieron de Japón, Yoochun ayuda a su novio a ducharse todos los días).... – llenó la tina con agua tibia, colocó el jabón indicado con un agradable aroma fresco, y luego fue por su delfín a la habitación... – listo?... –
- sip... – el castaño ya le esperaba con una bata cubriendo su desnudo cuerpo. El ratón lo llevó en brazos hasta el baño, el castaño sonreía, su novio realmente tenía detalles únicos, no tenía la menor duda del amor que le tiene. Ni siquiera hizo gran alboroto respecto a su familia. Pensándolo bien, él no ha llamado a sus padres, bueno, lo hará temprano mañana, ahora quiere compensar a su novio un poquito por amarlo tanto.
Micky dejó despacio a Junsu en el piso, le retiró la bata, admirando su desnudo cuerpo, tan hermoso como siempre, con su abultado vientre donde sus hijos, el fruto más palpable de su amor, crecen rápidamente dándole una de las emociones más gratificantes de su vida: ser padre. El castaño conocía bien esa mirada, ese brillo en las oscuras pupilas de su novio, el reflejo de la felicidad tan nítidamente al descubierto.
Yoochun le ofreció su mano para que se apoyara en él al entrar en la tina. Cálida sensación que rodeo su cuerpo cuando por fin el agua lo cubrió por completo. El pelinegro se sentó en el borde, comenzando a pasar la esponja por la piel de su novio. Sí, lo ama más que a nadie, aún si sus padres no llegan a comprender y apoyarlo, él aún tendrá su fuente de felicidad más importante: Kim Junsu.
- te amo... – declaró, tan convencido como nunca.
- ven aquí... – el castaño se corrió un poco hacia el frente, dejando espacio tras de sí para que entrara su novio.
- quieres que me meta a la tina contigo?... – enarcó una ceja, su novio asintió sonriente... – pero, delfín, contigo ahí desnudo, capaz me entran ganas...
- que mejor... – estiró sus brazos comenzando a desabotonar la camisa del ratón... – ya comprobamos que saber ser cuidadoso cuando hacemos el amor...
Sonriéndose mutuamente, el ratón terminó de desnudarse para luego sentarse atrás de Junsu. Esa posición era bastante erótica puesto que su miembro quedaba justo rozando el trasero de su delfín.
- llamarás a tus padres?... – con esponja en mano, el pelinegro continuó jabonando a su novio, empezando por su espalda, dando un ligero masaje circular.
- mañana mismo... – cuando la esponja se dedicó a sus brazos y luego a su pecho, el castaño terminó recostando su espalda sobre el pecho del ratón; sintiendo cómo ya la erección de éste estaba más que despierta... – siempre serás mi ratón pervertido... – ladeó un poco su rostro, lo suficiente para alcanzar los labios de su novio y comenzar a besarse suave y tierno... – te amo, Chunnie...
pronto la esponja simplemente flotaba sobre el agua espumosa, los besos y las caricias habían subido la temperatura rápidamente. La entrada del castaño estaba más que acostumbrada a la erección del pelinegro, así que no hizo falta la preparación previa, ni se sorprendió cuando Micky lo levantó en vilo y lo sentó despacio sobre sus caderas introduciéndose en él. El agua espumosa que había impregnado sus cuerpos había sido lubricante suficiente para deslizarse en su interior.
Le embistió con un ritmo tranquilo y acompasado, besando incesante sus labios, su cuello o sus hombros, lamía tiernamente toda piel expuesta a su alcance en tanto lo masturbaba con suavidad, masajeando despacio, disfrutándose sin prisas, extasiándose de esos suspiros y suaves gemidos roncos.
De esa forma realmente no extrañaban el sexo salvaje, aquel hacer el amor en la pasión desenfrenada. Este unirse con lentitud era un placer diferente, más romántico, de alguna forma más intimo. Al final, el orgasmo los hizo temblar con la misma intensidad.
..............
Esa misma noche JaeJoong llamó a sus padres, después de poco más de una hora durante la cual una a una sus hermanas se empeñaron en preguntar una y mil cosas, las ocho rematando siempre con la misma pregunta (que lo hacía sonreír divertido con un dejo de ironía): y será que algún día el YunJae se haga realidad? Para luego reír pícaramente antes de que por fin el teléfono fuera entregado en manos de la Sra. Kim.
- ya las conoces, hijo; a veces creo que son las fans número uno de esa pareja que las jovencitas se inventaron entre tu lindo amigo Yunho y tú...
- sí, eh, mamá, tengo algo que pedirte, es muy importante... – sentado en la sala, el mayor acariciaba su abultado vientre, a su lado, Yunho sonriéndole a la tripa, acariciándole también.... – pero no te lo puedo explicar por teléfono...
- sabes que te apoyamos en todo, hijo, pide lo que quieras... – la Sra. Kim se escuchaba tan amorosa y segura, que el castaño oscuro titubeó sobre continuar, entonces su novio le besó tiernamente la mejilla, sonriéndole con confianza apretando la mano libre dándole ánimos de continuar... – JaeJoong?
- necesito que tú y papá vengan a Seúl, cuando les sea posible, hay algo de lo que debo hablarles, pero no es algo que deba decir por teléfono...
- está todo bien, hijo... – tono preocupado (ustedes saben, las mamás así son)
- si mamá, tranquila, solo vengan cuando puedan, sí?
- hablaré con tu padre, te llamaré cuando tengamos fecha segura, ya sabes, por el trabajo de tu padre...
- gracias mamá, te quiero...
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Seung Kwan era un hombre muy insistente, presentes para JaeJoong (que en realidad estaban destinados a Ji Yong) llegaban durante todo el día al departamento, desde cosas tan sencillas como un ramo de rosas (raro si las envían a otro hombre) hasta extravagantes como una botella de vino de renombre internacional.
- creo que hablaré con ese tipo si no lo haces tú, Ji Yong... – le dijo el líder al chico raro en ese segundo día en que esa situación se llevaba a cabo. Quedaba más que claro que el productor estaba tratando de acercarse a él, siendo Jae, de una forma demasiado personal.
- eh? No, está bien, yo lo haré, de verdad no se porqué insiste, ustedes vieron que le pedí que dejara de hacerlo esta tarde... – Kwan se paseaba demasiado por la sala de ensayo de los muchachos, entraba ahí porque tenía autorización, y se pasaba minutos enteros observándolo. Ya en dos ocasiones han tenido que agarrar a Jun Ho cuando éste ha estado a nada de lanzársele a los golpes y gritar a pulmón abierto que Ji Yong es suyo.
- pues se lo dices otra vez con un poco más de convicción, y si no, no solo appa hablará con ese productor de pacotilla... – acotó molesto el gemelo, todos reunidos en el departamento. Cortó con violencia el trozo de carne que se llevó a la boca, masticando de este con furia, estaba rojo de coraje.
- ah eso sí que no jovencito, tú te mantienes al margen... – le regañó el moreno, como un auténtico padre que tranquiliza a sus hijos... – con lo impulsivo que sabemos que eres terminarás peleándote y no queremos escándalos en la prensa de ese tipo, seguro se arma la buena y no quiero preocupaciones para Jae y Junsu...
- vale, pero si no... -
- ya dije que voy a hablar con él... – interrumpió, por primera vez en la historia, Ji Yong molesto, con el ceño fruncido y una mirada fulminante.
- vamos a tranquilizarnos todos, quieren... – medió Jae, cansado de esa discusión... – no es justo que comencemos a discutir por un tipo que ni conocemos.
- Yong si lo conoce... – soltó el gemelo, acusándolo como a un niño pequeño. Y se mordió la lengua cuando el chico raro lo volteó a ver con una mirada de decepción... – qué, no sabía que era secreto... – trató de defenderse, pero al parecer fue peor...
- disculpen, me voy a retirar, no me siento cómodo ahora... – Ji Yong salió con paso apresurado del departamento, pero no es que se haya ido a encerrar al de ellos, sino que tomó rumbo hacia la oficina de Seung Kwan, dispuesto a hablar con él y dejarle claro de una buena vez que no quería que lo siguiera buscando de esa forma. Bueno, a Jae hyung. Como sea, él no iba a interferir en esa felicidad que estaba alcanzando a lado de esas maravillosas personas, ni de conocer tal vez amor verdadero con Jun Ho.
- no lo sigas Jun Ho, dale espacio, quizá necesita estar solo... – le había detenido el pelinegro cuando éste se hubiera dispuesto a salir corriendo tras su novio.
- es que... – se sentía apenado, igual Ji Yong no quería que supieran que conocía a Kwan y él se va de lengua larga todo por los celos.
- no te preocupes, hermano, Yong no está molesto contigo, de eso estoy seguro... -
..............
Ji Yong llegó a la oficina de Kwan, la secretaría le permitió el paso sin objetar en absoluto diciéndole que el Sr. Kwan le había dicho que si alguna vez se presentaba le permitiera entrar sin preguntar nada. El chico de ojos claros estaba sentado en su escritorio, con ese forma de vestir tan elegante, traje oscuro, lentes que le daban aire intelectual, calzado pulcro y bien peinado.
- hola, que sorpresa que hayas venido... – claramente, el chico de ojos claros le habló con voz seductora, se puso de pie extendiéndole la mano a “Jae” para saludarlo, pero éste no correspondió el gesto.
- solo vine a pedirte por segunda vez y esperando no tener que llegar a una tercera, que dejes de buscarme o enviarme cosas al departamento, no me agrada... – mientras hablaba, Seung ya había cerrado la puerta de su oficina con el pistillo, volvió a su lado, mirándole de frente con su seductora sonrisa que por desgracia todavía desarmaba al chico raro, le hacía acelerar el pulso, sobre todo por la forma en que éste se acercaba a él, logrando sentir su aliento golpeándole el rostro.
- sal una sola noche conmigo y te dejo en paz... – Kwan acarició su mejilla con suavidad, logrando un sonrojo que no pudo evitar... – prometo no hacerte nada que tú no quieras... – había necesidad de que colocara su mano en la baja espalda, bajando nada, pero en serio, nada sutil a su trasero...
- déjame en paz, Seung Kwan!... – gritó el muchacho, alterado ya por la cercanía de sus cuerpos, lo empujó para alejarlo, pero cuando menos lo esperó, sus labios ya estaban siendo besados por el chico de ojos claros; para desgracia suya, su corazón y su cuerpo respondieron a ese beso, todavía sentía aquel amor por él... y eso no era nada bueno.... – idiota! – lo empujó otra vez, pero ya no se quedó parado, todo sonrojado y alterado, retiró el pistillo de la puerta y salió de ahí. Con la idea clara de que había terminado por meterse más en la boca del lobo en lugar de salir de ella.
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ChangMin había tomado ya una decisión. Anunció ese día que iría a casa de sus padres de visita y que no sabía a qué hora volvería, para que no se preocuparan, que igual si se hacía tarde se quedaba a dormir por allá.
Llegó a la hora de la cena a casa de sus padres, seguía teniendo el mismo aroma a hogar y sus hermanos seguían armando escándalo como un par de niñas y no las adolescentes que son.
- hijo, que bueno que has llegado, he preparado tu platillo favorito... – lo recibió su madre con una sonrisa.
- mamá, y supiste elegir algo para hacer, porque a nuestro hermanito le gusta todo... – se burló Soo Yeon, apoyada con las risas de Ji Yeon.
- sigan así y nunca en la vida les presento a los chicos de SHINEE... – sus hermanas pararon de reír al instante, se acercaron a él con sonrisa inocente, comenzando a decirle puras cosas agradables de él y que lo querían mucho, bueno, le estaban haciendo la balona para que les presentara a esos chicos, de los cuales, con ese sentimiento fangirl, se sienten profundamente enamoradas.
Su padre llegó del estudio unos minutos después, siendo sus padres profesores pasan mucho tiempo haciendo revisiones de material escolar en el estudio. La cena transcurrió tranquilo, unos momentos de charla familiar en la que se centraron básicamente en él a pesar de que decía que todo lo que veían en la tele, escuchaban en la radio o leían en la prensa escrita era lo único que hacía. Más tarde sus hermanas se fueron a dormir a regañadientes porque querían seguir platicando con su hermano, pero como hay escuela no tuvieron más opción que obedecer.
Así, Min aprovechó para decirles que tenía algo de que hablar con ellos, se sentaron a la sala, sus padres sentados juntos en el sofá al frente de él. Una tasa de té para cada uno en la mesa de centro.
- verán, esto no es algo sencillo de decir, pero quiero que sepan que no es algo de lo que me arrepiento o avergüenzo, solo espero que no se sientan demasiado defraudados de mí...
- ChangMinnie, qué podrías decirnos para defraudarnos, eres un hijo ejemplar... – aseguró la Sra. Shim, dedicándole una mirada amorosa.
- así hayas embarazado a alguna muchachita, te apoyaremos hijo... – si eso es lo peor que su padre puede pensar, tal parece que sus palabras serán una bomba en esa casa...
- no embaracé a ninguna chica papá... – aseguró, tomó un sorbo de té, se estrujó las manos con marcado nerviosismo, miró a sus padres observándole atentamente, esperando a que terminara de decir lo que intentaba... – estoy saliendo con alguien... – sus padres curvaron una sonrisa... – un compañero de trabajo... – espera que hayan notado que dijo “compañero” y no “compañera”
- y quién es la chica?... – cuestionó el padre, con la sonrisa más amplia en sus labios. No, su padre no había entendido, o no había querido hacerlo. Su madre, por otro lado, le miraba con los ojos abiertos de par en par.
- no, no me escuchaste bien papá... dije... – inhaló profundamente... – dije que estoy saliendo con un compañero de trabajo, tengo... novio...
Los Sres. Shim palidecieron ante la noticia, su madre apartó la vista, jugando con su collar mientras parecía estar procesando la información. Su padre, le miraba con el ceño fruncido ahora, casi sentía que deseaba abofetearlo en ese momento por la intensa mirada de decepción y enojo que llevaba.
- novio? Porqué siendo un chico tendrías que salir con otro hombre?... – habló el Sr. Shim, aunque más parecía que eran pensamientos que pasaban por su mente en ese momento, y no que estuviera del todo consciente de que lo decía en voz alta.
- ChangMin... – oh, cuando su madre le hablaba así, sin usar el diminutivo, solo significaba que no entendía lo que hacía... – novio? Hijo, estás diciendo que a ti... te gustan los de tu mismo sexo... -
- mamá, la verdad es que no me gustan los chicos, solo... me enamoré de él en especifico... -
- que te enamoraste de otro hombre!!! – ahora sí, el Sr. Shim había explotado, se paró de golpe gritando aquello, no pudiendo controlarse más... – no me vengas con esas estupideces Shim ChangMin, eres un hombre, te educamos como tal, no me digas ahora que eres gay y que sales con otro hombre... – el menor empuñó sus manos con molestia, las palabras de su padre le hirieron más de lo que esperaba. Aunque, realmente qué esperaba?
- cariño... – la Sra. Shim tomó la mano de su esposo, hablándole suavemente, y eso pareció ser suficiente para que se tranquilizara y tomara asiento otra vez, respirando agitado. Sus hijas ya estaban asomándose por entre los barrotes de la escalera, habían despertado cuando su padre gritó, pero no eran capaces de bajar, aunque tampoco de no enterarse de lo que estaba pasando.... – estás seguro de que es lo que sientes, de que... tienes esa preferencia... – le cuestionó suavemente a su hijo, su esposo la miró con sorpresa. Era acaso que ella iba a aceptar aquel improperio.
- estoy seguro de que amo a Kohei... – le respondió con seguridad, a pesar de que en el fondo se sentía morir, si sus padres no le comprendían, entonces tal vez solo podría decir que le queda su novio y Dong Bang Shin Ki como familia.
- amar? Así es como se llama tu... novio... – el menor sintió como si su padre hubiera escupido esa última palabra que le genera un mal sabor de boca.
- si papá, aunque sea demasiado increíble para ti, amo a Kohei, a mi novio, le amo como tú amas a mi madre...
- no hagas comparaciones absurdas... – le cortó con voz grave, fulminándolo con la mirada...
- te parece una comparación absurda, te parece que por el hecho de ser otro hombre a quien le entrego mis sentimientos, no es amor?... -
- tú no puedes haberte enamorado de otro chico, hijo, por favor, entra en razón...
- puede... – la voz de la Sra. Shim los hizo callar a ambos de golpe, su hijo le miraba con súplica, rezando por tener por lo menos su apoyo. Su esposo le miraba simplemente desconcertado... – el amor, cariño.. – le dijo a su esposo, luego dirigió su vista a su hijo, regalándole una sonrisa tranquilizadora, comprensiva... – el amor no es algo que se rija por géneros, no es siquiera racional, si nuestro hijo se ha enamorado de un chico, si de verdad le ama, nosotros no somos quienes para oponernos a su felicidad. Porque eres feliz, no ChangMinnie... -
- lo soy mamá... -
- pero mujer, te estás escuchando... – y aunque quisiera, hasta su voz se había suavizado, su esposa tenía razón, aunque acostumbrarse a aquello sería más que extraño...
- por supuesto que me estoy escuchando, somos sus padres, si nosotros no le apoyamos en las decisiones que toma, quién esperas que lo haga, no digo que no estoy sorprendida, que no sentí como si dejaran caer un balde de agua fría sobre mi cabeza, pero la realidad es que la felicidad de mi hijo, de nuestros hijos... – dirigió su vista a la escalera, donde sus hijas habían estado escondidas escuchando todo... – es más importante que cualquier prejuicio social. ChangMinnie, me gustaría que trajeras a tu novio uno de éstos días, quiero conocerle...
- en serio?... – cuestionaron al unísono ChangMin y su padre.
- ningún hijo mío sale con alguien sin que antes haya pasado por mis analíticos ojos... – dijo y sonrió con alegría. Notó que su esposo iba a protestar, pero no le permitió... – y más vale que te comportes, conoceremos al novio de nuestro hijo mayor.
No hubo necesidad de esperar demasiado, a la noche siguiente Kohei y Min ya se dirigían a la casa de los padres del menor, el bailarín se miraba una y otra vez en el espejo retrovisor de su auto.
- deja ya de hacer eso, te ves bien... – aunque el menor estaba también nervioso, casi puede jurar que su novio lo está cien veces más.
- lo siento, es que... – suspiró... – nunca he estado en una cena para ser presentado como el “novio”...
- sufrirás antes de que lo haga yo con tus padres... – le dijo con una sonrisa...
- pero si no vas a sufrir con mis padres cuando los conozcas, te he dicho que me comprenden perfectamente...
- sí, pero eso no quita que yo muera de los nervios cuando vaya a suceder... – el bailarín aparcó fuera de la casa de los Shim. Miró una vez más desde el auto... – qué, te estás arrepintiendo... -
- no, vamos... – el bailarín suspiró una vez más antes de que su novio abriera la puerta, se acomodó por enésima vez la ropa y preguntó si se veía bien, a lo que Min le repetía que sí, que estaba más guapo que nunca... – vale, no me digas eso que me pongo más nervioso.
- entremos ya entonces... – cuando entraron, la Sra. Shim les recibió con una sonrisa amable, invitándolos a pasar... – familia... – dijo cuando ya estaban todos sentados a la sala... – quiero presentarles a... mi novio, Kohei Uchimura... – (n/a pos le dejé el apellido, que mas da, igual no me pertenece, realmente sería feliz si así fuera n_n).
- un gusto en conocerlos... – saludó haciendo una reverencia, sintiendo todo su cuerpo temblarle de nervios...
- el gusto es nuestro... – la Sra. Shim lo abrazó incluso, cosa que sorprendió a todos los presentes. Sus cuñadas hasta se habían sonrojado al verlo, es que realmente se veía tan guapo, que de no ser porque es novio de su hermano, ya pensarían en él como prospecto amoroso... – bienvenido a la familia, eres realmente un chico muy apuesto, con razón que nuestro hijo se fijó en ti...
- mamá!- respingó el menor avergonzado, no menos que el propio Kohei.
- gracias por el cumplido, señora... -
- bueno, pasemos todos a cenar... -
- y, cómo se conocieron... – sí, el menor había pensado que ya había pasado demasiado tiempo para que su padre no comenzara con el interrogatorio. Aunque, escuchándolo así, se sintió como si él fuera una de sus hermanas... y no el varón de la casa, un escalofrío le recorrió la espalda.
- trabajamos juntos, papá, él es uno de los bailarines que participan con el grupo en las presentaciones y conciertos... -
- y qué edad tienes?... -
- 24, señor... – el bailarín se sentía intimidado por la mirada de su suegro, que realmente parecía que tenía rayos X integrados y lo revisaba minuciosamente...
- y amas a mi hijo?....
- papá!! – se escandalizó el menor.
- sí, Sr. Lo amo... – respondió muy seguro Kohei.
- siendo así, bienvenido a la familia, Kohei...
ahhhhhhhhhhhh TTTTT___TTTTT q lindooooOOO
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