El chico Nuevo cap 17

No hablamos mucho durante el camino a mi casa, Yunho estaba muy afectado por que lo había sucedido. Me abrazó fuertemente.

- Mañana no iré al colegio, estaré en la clínica junto a Changmin, pero te llamaré y probablemente te vea en la tarde –me dijo.
- No hay problema Yunho, haz todo tranquilo –le dije.

Me despedí con una sensación extraña, un nudo en mi estómago.

Al otro día, me levanté como siempre, dejé a Mizato quién no me habló en todo el camino, al parecer lo que le había dicho aún le afectaba. Tal como lo dijo Yunho no fue al colegio, tampoco lo hizo Changmin y Junsu. Esperé en vano que me llamara, y cada vez que yo le llamaba me cortaba. Decidí esperar a que fuera a mi casa, pero tampoco apareció. No dormí bien esa noche, auto que pasaba por fuera me levantaba a ver si era él. El siguiente día no fue diferente, nada de Yunho ni de los demás. No tenía el número de Changmin así que no tenía forma de saber si todo estaba bien. Pasaron dos días más y nada. Comencé a pensar lo peor. Salí del colegio con la intención de presentarme en la casa de Yunho y exigirle respuestas. Sin embargo, no fue necesario, al salir Yunho me estaba esperando en su auto.

Me subí sin decir nada, partimos con dirección a mi casa, se veía pálido y algo delgado, cómo si no hubiera comido en todos estos días. Se detuvo una cuadra antes de llegar a mi casa.

- Jae, mi papá se enteró de lo nuestro –me soltó, yo sentí el color desapareciendo de mi rostro- discutimos muy fuerte, pero al final creo que tiene razón.
- ¿Razón en qué? –quise saber.
- Esto es una estupidez, yo no puedo seguir contigo –lo miré sin creer lo que estaba escuchando- me hizo ver muchas cosas, la verdad es que me dejé llevar por la calentura y quería probar cosas nuevas.
- ¿estás bromeando?
- Jae, es mejor que dejemos de lado este juego, fue entretenido mientras duró, pero para serte sincero me daría vergüenza que los demás se enterarán de que alguna vez me comporté como un homosexual –me miró de frente- es mejor para ti y para mí que terminemos Jae, estoy seguro de que pronto olvidarás todo esto.
- Yunho, ¿te has vuelto loco?, ¡tú me buscaste¡ ¡tú creaste todo esto¡ ¿y ahora te das cuenta de que esto es un error? –yo no podía creer que esto estuviera sucediendo.
- Lo siento Jae, no quiero tener más problemas por causa de esto, no vale la pena –estaba serio, no había mentira en su mirada.
- No lo puedo creer Yunho, eres un estúpido mentiroso, me engañaste todo este tiempo… te odio –le dije y me baje del auto.


Caminé lo más rápido posible de ahí, mientras por mi lado pasó Junho acelerando su auto. Entré en la casa sin mirar a nadie, mi madre me habló, pero no quería hablar con nadie. Me encerré en mi habitación tomé una almohada y la aferré contra mi cara. Lloré toda la tarde, nunca antes me había sentido tan herido y desilusionado. No cené, me dormí llorando.

Al otro día, me fui al colegio, Yunho estaba ahí, pero ni siquiera me miró. Iku llegó tras de mí y se acercó plantándole uno de esos besos de películas que casi se lo come. Yunho correspondió a ese beso abrazándola. Me quise morir, no hay otra palabra que describa lo que sentí, mi mundo se vino abajo, tenía la tonta esperanza de que todo hubiera sido un mal entendido, pero no, ahí estaba Yunho con sus ojos cerrados besando a Iku. Me senté y no los miré más, tuve que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no llorar. A penas terminó la clase me fui rápidamente, quedarme ahí sólo empeoraría mi situación. Recogí a Mizato.

- ¿estás bien? –me preguntó.
- No –le contesté- pero ya pasará.
- ¿te peleaste con ese tal Yunho? –la miré sorprendido.
- Si, ¿es tan evidente?
- Hacían una linda pareja –me soltó, yo le miré con la boca abierta.
- ¿Cómo lo sabes? –le pregunté.
- Jae yo te quiero, me fijo en todo lo que pasa, y ya hace un tiempo que sabía que entre tú y él pasaba algo, pero tenía la esperanza de que algún te fijarás en mí –no supe que contestarle- pero tú tranquilo, jamás he hecho ningún comentario al respecto. Lamento que hayan peleado, porque te ves muy deprimido.
- No pasa nada Mizato, con Junho ya todo se terminó, sólo debo pasar este mal tiempo –le contesté.

No hablamos más. Llegué a mi casa y volví a encerrarme en mi habitación, el recuerdo de Junho besando a Iku, me partía el alma. Tampoco cené ese día. Los días siguientes no fueron diferentes, Yunho se la pasaba con Iku como si fueran dos tortolitos, mientras yo me sumía en la pena. Mizato intentaba mantenerme contento, me traía dulces, me contaba chistes y siempre me buscaba conversación sobre cualquier cosa, de verdad se estaba esforzando mucho. Decidimos salir a bailar, así que Mizato me llevó a una disco muy popular. Nos servimos unos tragos y nos pusimos a bailar. Entonces vi a Yunho bailando con Iku muy apretados, se me hizo un nudo en la garganta, “¿Qué no podía escapar de él?”, pensé. Me miró de reojo y pareció sorprendido, Mizato se dio cuenta, me tomó la cabeza y me plantó un beso. Me quedé congelado sintiendo los labios de aquella mujer, se separó un poco y me susurró, “Finge que estamos juntos”, me dijo. La miré sorprendido. La tome del brazo y la obligué a salir de ahí.

- Mizato, no vuelvas a hacer eso –le pedí.
- Pero si él te estaba mirando, dale un poco de su medicina a ese desvergonzado –me criticó.
- No soy como él, yo no puedo hacer que todo lo que sentí por él desaparezca así como así, sé que eran buenas tus intenciones, pero no puedo –le dije y no pude evitar que unas lágrimas se escaparan de mis ojos.

Llegamos cerca del a media noche a la casa, mi mamá estaba en la cocina hablando con alguien, me acerqué para ver de quién se trataba y era mi padre.

- ¡Papá¡ -le saludé emocionado, después de tanto tiempo de no haber sabido de él.
- Jae hijo –me abrazó fuertemente.
- ¿Ya terminaste? –le pregunté, mi mamá bajó la cabeza apenada.
- No Jae, ven siéntate, tenemos que hablar –me dijo seriamente- Jae me despidieron –abrí los ojos como platos- no estoy seguro de las razones del Sr. Nakamura, pero estaba muy nervioso y no sabía cómo decírmelo.
- No entiendo, ¿por qué?
- No lo sé hijo, pero no importa eso ahora, me van a pagar todo así que estaremos bien. Sin embargo, nos tendremos que mudar nuevamente, volveremos a nuestra casa en Japón –la noticia me impacto- dejaremos que termines tus estudios aquí, sólo te queda un mes, así que terminado ese mes nos iremos –me sentí por lado feliz, por fin podría huir de Yunho, el cambio no me podía haber llegado en mejor momento. Pero me sentí triste por mi padre.
- Ya tengo unas ofertas de trabajo allá, así que tú no te preocupes por nada.
- Esta bien papá, es una buena idea volver a Japón –le contesté sinceramente.
- Me alegra que lo tomes tan bien –me dijo mi madre quién me abrazó.

Me fui a dormir, y por primera vez después de casi un mes de sufrimiento, dormí tranquilamente. Me desperté decidido a estudiar para los exámenes finales, así que no tendría mucho tiempo para pensar. Decidí ignorar a Yunho por completo, me dolía verlo embobado por Iku. Estudié como nunca, incluso ayudé a Mizato a pasar sus exámenes, así que poco a poco comencé a reír de nuevo. Ambos obtuvimos excelentes resultados en los exámenes así que sólo me quedaba pasar la última prueba, “El baile de graduación”.

Le pedí a Mizato que me acompañara a la fiesta. Ya tenía todo empacado, nos iríamos en dos días, así que no quise dejar nada para último momento. Mi padre me regaló un smoking muy elegante y Mizato se vistió hermosa para la ocasión. Me pasó las llaves de su vehículo, yo tenía documentos para manejar, pero mi padre rara vez me prestaba su bebé, un Toyota Yaris año 2008. Llegamos cuando la fiesta ya había empezado, me tomé la fotografía para el anuario con Mizato abrazada a mí. Ella estaba muy triste por la partida de nosotros, pero me prometió que iría visitarnos. Como lo imaginé Junho estaba con Iku, ambos se veían muy bien juntos. Traté de ignorarlos, Changmin llegó con Yoochun en una silla de ruedas, se veía más repuesto. Junsu también los acompañaba. A penas me vio Changmin vino a saludarme.

- Jae, ¿cómo estás? –me dijo preocupado.
- Bien Chang, todo bien.
- Es increíble lo que ha sucedido, no puedo ni creerlo –dijo en tono de sorpresa y enojo- Yunho se ha comportado como un idiota.
- No te preocupes, ya pasó –le dije sonriéndole
- Ya veo, bueno lo lamento de verdad, el amor de Yunho se veía sincero –me respondió.
- ¿Y tú, que tal con Yoochun? –le pregunté.
- Estamos intentándolo de nuevo, es difícil cuando la confianza se ha perdido, pero ambos estamos haciendo un gran esfuerzo, a demás, no podía dejarlo solo en estos momentos –me contesto mirándolo- lo amo mucho Jae, pero estoy siendo más frío ahora, para pensar bien las cosas.
- Entiendo, te deseo lo mejor en eso –le dije.
- Me gustaría que saliéramos a tomar algo uno de estos días, ya sabes para poder hablar de nuestros problemas en un lugar más tranquilo.
- Lo siento, pero me voy de corea pasado mañana –me miró sorprendido- ya no hay nada más pendiente aquí, así que es mejor para todos irnos.
- No lo sabía Jae, lo siento de verdad, me habría gustado que fuéramos amigos.
- Pero lo somos Chang, anota mi número, puedes llamarme cuando quieras –Yunho miraba a Changmin de reojo, interesado en nuestra conversación, le di mi número- este teléfono me lo había pasado Yunho, podrías devolvérselo por mí.
- Claro, no te preocupes, te deseo buen viaje, cuídate mucho –me abrazó y luego se alejó.

No nos quedamos mucho rato en la fiesta, nos fuimos temprano. El día siguiente fue de preparaciones, y arreglos finales, Mizato se la pasó llorando, mientras yo intentaba consolarla, después de todo al final terminamos siendo amigos.

Partimos rumbo al aeropuerto, sentí un nudo en la garganta cuando el avión despegó, yo me iba a Japón pero mi corazón se quedaba en corea. Desee que Yunho apareciera y me detuviera y me pidiera que me quedara con él, pero no apareció. Llegamos al anochecer a Japón, mi antigua casa estaba igual, nada había cambiado en años de no verla. Acomodé mis cosas con cuidado, y sin apuro. Me senté sobre la cama y lloré. Mi madre ingresó a la habitación, no me dijo nada, simplemente me abrazó. Lloré como un niño asumiendo el término de mi relación con Junho ahora con kilómetros y kilómetros de distancia entre nosotros.

Siguiente