x T R U S T M E x cap 6

Yunho supo que no debía volver a dejar solo a Jaejoong, quien sabe que cosa peor le pudo haber hecho Shindong. Le dolía y no sabía porqué, los moretones eran muy evidentes en la blanca piel de Jaejoong. De haber estado el allí no lo hubiera permitido aunque significara ir en contra del otro secuestrador. Aunque… Si no fuera por Choi Siwon no quisiera ni imaginarse que hubiera sido de la salud de Changmin.

“Yun?...” le dijo Jaejoong sin abrir los ojos y las palabras salían entrecortadas de su boca.

“Si Jaejoong… aquí estoy” Jaejoong se sentó junto a Yunho

“No te vayas por favor…” le dijo abrazándolo con las pocas fuerzas que tenía.

“No te preocupes… no me voy a ir…” le dijo contestando el abrazo un poco sorprendido “eh… iré por un botiquín para curarte… espera aquí” ¿A dónde podía ir con su condición? Rió de medio lado.

Yunho se levantó y fue por el pequeño botiquín que tenían allí, se acerco de nuevo a Jaejoong y levantó su playera, vio que tenía demasiada sangre.

“Jaejoong… será mejor que te des una ducha antes de que te cure, estas lleno de sangre”

“No… no tengo fuerzas…”

“Yo… te ayudo” dijo dando un gran trago de saliva, esperaba poderse controlar más que la vez pasada. Y así extendió sus brazos para levantarlo del colchón…

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“¡DOCTOR!” Entraron Junsu y Yoochun corriendo al hospital “¡QUÉ LE PASÓ A MI HERMANO!” las lagrimas ya caían por sus mejillas.

“Tuvo un ataque al corazón…” Junsu comenzó a llorar a un más “Pero no se preocupen ya lo estabilizamos, aunque lo regresamos a la habitación de cuidados intensivos… no queremos correr ningún riesgo… pero no se preocupen estará bien… Todavía no pueden entrar a verlo, en cuanto se pueda, la enfermera vendrá a decirles…” dicho esto el doctor se fue alejando por pasillo.

Junsu se quedó analizando lo que el de bata blanca había dicho, el agua salada seguía escurriendo por su rostro, así que lo cubrió con ambas.

“Junsu…” dijo Yoochun abrazando al chico “Todo saldrá bien, no te preocupes… tu hermano estará bien”

“Yoochun… muchas gracias por todo en verdad…” Aunque el hombre que se encontraba a su lado era parte de una gran mentira, no podía evitar el sentirse agradecido.

Yoochun posó sus labios sobre la frente del menor… fue algo que le nació hacer, ver al pequeño tan indefenso le rompía el corazón.

“Te ayudaré en todo lo que pueda…” Yoochun limpió las lágrimas que caían por sus mejillas.

“Gracias…” Junsu se aferró a su pecho… las palabras de Yoochun lo conmovieron, como el podía ser tan bueno… sin saber en verdad porque Junsu hacía eso… aunque… últimamente, lo que estaba haciendo era porque el sentía la necesidad… acaso Junsu…

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Yunho había terminado de bañar a Jaejoong sin tener muchos problemas, al principio había sido difícil pero después lo supero, lo bueno era que Jaejoong no estaba del todo bien así que no se dio cuenta de la situación en la que se encontraba Yunho.

Yunho llevó a Jaejoong hasta la cama y después de cambiarlo y curar sus heridas lo dejo descansar un poco. El sol se estaba ocultando, finalmente Yunho se dio cuenta de que habían pasado tres días en los que había estado allí cuidando de Jaejoong. Y aún se preguntaba el porqué el pelinegro ni siquiera había mencionado a su prometido. Ante tal pensamiento el corazón de Yunho dio unos saltos.

Inmediatamente intentó despertar al herido, pensó que algo de comida le vendría bien porque por lo que se imaginaba Shindong no se preocupó en darle algo para digerir.

“Mmmm…” Fue la respuesta de Jaejoong al contacto con el dedo de Yunho que presionaba su frente y así volverlo a la realidad.

“Jae” Su dedo seguía presionando.

“appa…” El rostro de Yunho cambió, no había pensando en lo terrible que lo debía estar pasando su familia, y más aun se preguntaba ¿Qué era exactamente lo que quería Choi Siwon?

Las grandes orbes de Jaejoong fueron abriéndose poco a poco.

“¿Yun?” El pelinegro talló sus ojos y se sentó en el colchón.

“Lo siento. Yo… ¿No has comido aún cierto?” Una sonrisa se formó en el rostro de Jaejoong.

“¿huh? ¿Qué es tan gracioso?” Jaejoong cubrió su risa con una mano.

“Nada” Pero por dentro Jaejoong se sentía feliz, sabía que por mas que quisiera ese hombre frente a el no podía ser malo. “Yun” Le dijo.

“¿Sí?”

“Comamos juntos”

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“¿Yoochun hyung?” Kibum giró su cabeza para observar al recién llegado.

“¿Qué es eso tan importante que encontraste?” Yoochun entra directo en la oficina del investigador y se dirige hasta su escritorio.

“Tienes que ver esto” Le coloca una cantidad de papeles en su escritorio.

“¿Choi Siwon?” Pregunta con curiosidad. “¿No es el dueño de una de las empresas más grandes en Corea?” Kibum asiente con la cabeza.

“Lo era” Yoochun continua hojeando los documentos.

“¿Qué tiene que ver con Jaejoong?”

“No es con Jaejoong. Es con el padre de tu novio. Hace unos meses que las compañías de Kim Jaesuk comenzaron a dispararse exitosamente lo que provocó, como lo puedes ver en esos papeles, que la banca rota de Choi Siwon sea inevitable”

“¿Tu crees que…?”

“No lo puedo confirmar, pero es una posibilidad” Con eso Yoochun se dirigió fuera del lugar a toda prisa.

Las grandes puertas del lugar se abrieron abruptamente dejándolo pasar hasta la oficina principal, la placa dorada en la entrada de la puerta tenía grabado ‘director’ en ella y sin si quiera anunciarse entró inmediatamente.

Dentro un hombre de fina vestidura alzó la mirada para toparse frente a frente con el interruptor, su mirada se afiló y se levantó de su silla para tenerlo más cerca.

Yoochun no retrocedió, y vaya que Siwon era imponente, pero no le importaba.

“¿Dónde lo tienes?” Fue la rugosa pregunta que los sacó del silencio.

“Vaya, pero que modales. ¿Te molestaría primero decirme quién eres?” Sus ojos endurecieron. Pero rió por dentro, claro que sabía quien era el chico, hacía unos días lo había visto en el periódico anunciando su compromiso.

“Te lo advierto” Las manos de Yoochun se empuñaron “Si se que tienes algo que ver en esto yo…”

“¿Tu qué?” Un golpe lo mandó directo al suelo. Con su mano limpió la herida de su labio. “Por el contrario Señor Park, el único que se va a arrepentir eres tú”

"Y pensar que no conocías mi nombre"

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