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Arualthings

Doctor Kim Junsu cap 10

Se aprende de los errores, y si a la primera no aprendemos de ellos, entonces seguiremos cometiendo faltas que nos lastimen y perjudiquen en la vida. Claro, no es fácil, pero con buena voluntad todo se logra; se busca una motivación y se logra el objetivo.

A Junsu le costaba, si, y mucho. Pero todo lo que era lo había conseguido con bastante dedicación; nunca se arrepentía de sus actos, pero esta vez sí.

No volvería a equivocarse nunca jamás.

La televisión estaba encendida pero ninguno de los dos registraba lo que realmente estaba sucendiendo en la pantalla. Junsu tenía la cabeza recostada por el pecho de Yoochun y aunque tenía la vista fija al frente lo único que escuchaba eran los latidos del corazón del mayor.

-¿Quieres dormir?-el susurro de Yoochun lo desconcentró y por ese instante dejó de prestarle tanta atención a su corazón-Podemos pasar a la habitación.

Negó con la cabeza mientras se acurrucaba más hacia el cuerpo del mayor.

-No me moveré por nada del mundo.

Yoochun rió, y su risa retumbó en el oscuro departamento; era música para Junsu, y risa de pavo para otros.

-Está bien, nos quedaremos así-besó la nuca de Junsu de forma amorosa y lo sujetó con fuerza-Tengo unas ganas de aplastarte.

-¿Eh?

Levantó la vista hacia el mayor y se apartó un poco.

-Si… como cuando ves un gatito y lo abrazas y tienes ganas de apachurrarlo contra ti-dijo Yoochun sonriendo-¿Me explico?

Junsu rodó los ojos. Su novio si que tenía cada ocurrencia-Me comparas con un gato.

-Más bien eres un pato.

-¡Chunnie!-lo golpeó en el pecho con el puño, Yoochun se abalanzó sobre él-Se supone que te duela-dijo bajito; ahora estaba completamente acostado sobre el sofá, las manos de Yoochun a sus costados, manteniéndolo ahí.

-Mi patito, Su~~-canturreó con suavidad antes de besarlo rápidamente en los labios-Estoy feliz.


*^*

-Boo…

-Shhh… ya se durmió-susurró Jaejoong y cerró la puerta de la habitación del bebé con cuidado. Podía imaginarse lo que sucedería si Sung Woong despertaba, otra noche sin dormir.

Estaba por bajar las escaleras cuando Yunho lo sujetó de la muñeca-¿Qué pasa? Tengo que limpiar la cocina.

-Mañana lo hace la limpiadora.

Lo miró confundido-Pero si no tenemos…

-Si, tenemos-lo calló Yunho-Contraté a alguien para que viniera a ocuparse de la casa. Tú volverás al trabajo en unos días.

Era cierto, estaba siempre pensando en la conferencia que olvidó completamente que su mes de vacaciones ya llegaba a su fin. Estaría de vuelta a la clínica en tres días.

-Tienes razón-posó su mano sobre la de Yunho y la apartó con suavidad-Estás tan tenso últimamente, ¿Por qué?

Lo abrazó, y fue conciente de lo mucho que extrañaba a su Yunho.

-¿Por qué pones esa cara? Vamos, a la cama.

Lo alzó en sus brazos y Jae tuvo que luchar con las ganas de reír, podía despertar a Sung Woong-¿Estás loco?

-Hey, cuando nos casamos te llevé de esta manera a la habitación del hotel-pateó la puerta para abrirla y depositó a Jae en la cama-¿Ahora te quejas? Eso me duele, Boo.

-Oh, nunca podría lastimarte-respondió siguiéndole el juego.

Yunho se le unió en la cama y besó su mejilla-Me alegro, porque no soportaría eso.

Antes de que la conversación se pusiera demasiado seria Jaejoong comenzó a besar cada centímetro del rostro de Yunho. Se odiaba por dudar tanto.


*^*

Yoochun entró al consultorio sin siquiera avisar, por suerte Junsu estaba solo. El doctor levantó la vista de sus papeles y frunció el ceño.

-¿Quién te autorizó a entrar?

-Ya no tienes secretaria-tomó asiento frente al escritorio de Junsu y esperó pacientemente a que el otro dejara de hacer esa cara de malo.

-Bueno… ¿Qué quieres? ¡Deberías estar en la Universidad!

Hizo un puchero, aunque no le salían tan bien como a Junsu-Hoy no tengo clases, vine a molestarte. ¡Aw, come on, baby!

Sus mejillas se tiñeron de un tono rojizo, no podía negar que cada vez que Yoochun hablaba en Inglés le daba algo.

Otra vez con esa voz… No va a conseguir nada.

-Chunnie, por favor-a veces tenía que recurrir al ruego pero cualquier cosa por poder trabajar tranquilo-Ve a mi departamento, espérame ahí que a las cinco en punto salgo para allá.

-¡Pero me aburriré hasta las cinco!-se cruzó de brazos. La oferta era tentadora, podía tocar todas las cosas de Junsu mientras él no estaba pero sin la presencia de él no sería divertido.

Alguien llamó a la puerta y ambos se quedaron congelados.

-¡Ya vete! Seguro es algún paciente.

Yoochun se levantó de la silla pero se quedó quieto en el lugar.

-¿Qué?-preguntó Junsu nervioso.

-I want a kiss…

-¡Lo tendrás en casa!-señaló a la puerta-Afuera.

-Yah, no tienes que ser agresivo.

Justo cuando Yoochun estaba cerrando la puerta su celular sonó.

Jaejoong hyung…

-¿Hola?

Estaba seguro que hablarían sobre el tema de Seung Hyun. Jaejoong sinceramente exageraba; ¡no veía al hombre desde hacía años! Y si las llamadas habían finalizado entonces era por algo.

-Junsu

-¿Jae, que te pasa? Pareces agitado.

-¡Lo estoy! Yunho me hizo correr por toda la casa.

-¿Qué?

Y la llamado se cortó.

-_-_-

10 dos.

Estaba mal. Muy mal; pero ¿Por qué? ¿Por qué se sentía como una basura escondiendo eso de Yunho? Quizás porque sabía de cómo reaccionaría su esposo ante la idea de que Jae estuviera con Seung Hyun unos días. Pero si de algo estaba seguro era que tenía que decírselo. Era su obligación. No podía esconderle eso.

Dejó su taza de café y se sentó; había dejado a Sung Woong durmiendo en su cama junto a Yunho para poder preparar el desayuno sin estar pendiente del bebé.

No tenía cabeza para estar pensando en esas cosas.

-¿Boojae?

Casi derrama café encima de Yunho al levantarse de forma tan brusca; Yunho se quedó helado en su lugar mirando la expresión de horror del mayor.

-¡JUNG YUNHO! Me asustaste.

-Se nota-sonrió a pesar de estar medio dormido y con los sentidos no tan alertas-¿Y está el desayuno?

Llevó su taza al lavadero y comenzó a limpiar los cubiertos que habían quedado de la noche anterior. Era el momento indicado para decirle a Yunho… ¿O no? Tampoco costaba mucho esperar unos días más… Pero la conferencia era en pocos días.

-Yunnieah…-dejó cerró el grifo y volteó hacia Yunho. Su esposo levantó la mirada del periódico que había estado ojeando Jaejoong minutos antes.

-Dime.

-Emmm, viajaré al Japón en unos días. Tengo una conferencia.

Yunho frunció el ceño, ¿Jaejoong volvería a trabajar tan pronto?-¿Conferencia? ¿Por qué no me dijiste antes?

Jaejoong volvió a voltear hacia al lavadero y lavó por segunda vez todos los platos y su taza, disimular no era su fuerte, y nunca lo sería. Se sentía un criminal, y ni tenía razones para sentirse de esa manera.

-Me acabo de enterar. Además, ya era hora que comenzara a trabajar, ¿verdad?-forzó una sonrisa, no le emocionaba demasiado la idea de volver a dejar a Sung Woong solo con Yunho.


-Bueno, sí. Como yo tengo que cuidar al bebé…

No le gustó ese tono de voz, no le gustó para nada. En meses no habían peleado, no desde esos incidentes sobre Seung Hyun y sobre como Jae trabajaba demasiado. Justo no estaba de humor y Yunho lo trataba así.

-Es porque alguien tiene que hacerlo-se atajó para comenzar a decirles sus verdades a su esposo y se dirigió a la heladera, el desayuno de Sung Woong todavía no estaba hecho-¿Quién cuidaría al bebé?

Tomó la mamadera que estaba llena y la metió al microondas. Tenía planeado dejar a Yunho a cargo del desayuno pero parecía que las cosas habían cambiando.

-¿A dónde vas?

La voz lo detuvo a mitad del camino. No quería pelearse con él, en serio que no. Por eso era mejor tomar distancia y esperar que las cosas se calmaran.

-Sung Woong está llorando.

Subió lo más rápido que pudo las escaleras hasta su habitación y cerró la puerta; el bebé estaba llorando como loco y dando vueltas en la cama, lo acunó con suavidad mientras tarareaba una canción para calmarlo.

-Shh… Papá está acá…

Los sollozos fueron disminuyendo poco a poco hasta que Sung Woong volvió a quedarse dormido. Jaejoong lo volvió a acostar en la cama y besó su pequeña manita con ternura.

Yunho estaba recostando por el umbral de la puerta con los brazos cruzados, lo susurró pero por la expresión de su esposo seguro que había escuchado.

“Perdón”


**

Toda esa mala experiencia tenía que quedar atrás, y Yoochun estaba decidido a que Junsu lo olvidara todo. Él no podía permitirse ese tipo de problemas en esos momentos, apenas comenzaban algo que Yoochun esperaba que durara para siempre.

Sus días de Casanova quedaron atrás; ya no volteaba cada vez que veía un par de piernas o algún chico que le enviara esas miradas seductoras. Tenía dueño, aunque sonara a algún tipo de broma. El Park Yoochun de antes era incontrolable. Después de pasar malos momentos con ese supuesto amante la vida le había enseñado a valorarse más, a valorar a las personas que realmente lo amaban.

No iba permitir que se abriera otra grieta en su relación con Junsu, nunca más. Una había sido suficiente para demostrarle que no le gustaba estar alejado del doctor y que nunca le gustaría. Esa última semana había estado como loco. Comerse un marisco, que locura.

-Chunnie, ¿Qué piensas?

El menor se paró frente a él con las manos en las caderas y una sonrisa picarona.

Maldita sea, que bien le sientan esos jeans…, pensó Yoochun y palmeó el lado del sofá que estaba libre para el trasero de Junsu. Lo tenía todo fríamente calculado; primero, acercarse a Junsu, y acto seguido robarle uno que otro beso y segundo, tratar “algo más” con el doctor.

-Nada importante-sin disimulo recorrió con los ojos en cuerpo de su novio.

-Me estás escaneando-se sentó donde Yoochun le indicaba pero bien alejado-Eres un pervertido, Chun.

Los ojos de Yoochun crecieron el doble, si eso era posible e hizo una vaga imitación de lo que eran los pucheritos de Junsu, nunca igualaría los del menor-¿Cómo puedes decirme eso?

Se deslizó lentamente hacía Junsu, intentando mantener la cara seria y las manos bajo control, besó la frente de Junsu.

-You are mine baby.

-¿Eh?-Yoochun sabía demasiado bien que su fuerte no era precisamente en Inglés ni el Japonés ni el Chino, no le interesaban los idiomas. Tenía cabeza para una cosa y eso era la medicina.

-Nada, tontito.

Se quedaron en silencio y Yoochun se recostó por el pecho de Junsu hasta quedar completamente envuelto por los brazos del menor.

-¿Su?

-¿Hmm?

Comenzó a acariciar el cabello lacio y negro de Yoochun mientras tarareaba una canción; aunque el mayor lo sacase de quicio, sabía que haber dudado de él era un error. Sí, Yoochun había sido un despelotado antes a meterse con él, pero gracias a dios cambió para bien.


-¿Estás cansado?

Miró a Junsu, tenía los ojos cerrados y estaba medio pálido. Sabía que los últimos días Junsu salía tarde del trabajo y que casi no tenía energía ni para preparar la cena, quizás era mejor dejarlo tranquilo…

-Yoochun, te extrañé…

Los dedos de su amor comenzaron a acariciar su espalda lentamente, Yoochun extraña esa sensación, casi tanto que resintió cuando esos hábiles dedos describieron un caminito hacia los botones de su camisa.

-Mmm, yo también, pero ¿No que estabas cansado?

Junsu rió. Era Música para los oídos de Yoochun, también extrañaba eso. Besó el cuello de Junsu y jugó con el borde de la camisa del menor, le sorprendía su autocontrol.

-Un poco-se alejó de Yoochun y le dio un besito-Esto es raro, estás tan tranquilo.

-Es porque si comienzas no voy a parar y mañana tenemos trabajo.

-Entonces lo dejaremos para el fin de semana-dijo Junsu y se levantó del sofá. Yoochun se quedó desplomado en medio de los almohadones con una expresión llena de anhelo; pero si él era el que no quería hacer nada.

-¡P-pero Su!

El menor volteó, una sonrisa bailoteó por sus labios antes de volver a ponerse serio, con Yoochun era casi imposible mantenerse con una expresión neutral-Ya te lo dije, el fin de semana.

Yoochun no podía estar más ansioso a que sea sábado, y si tenía suerte probaría algo de Junsu el viernes.

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