KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Footspets cap 9

— Yo... —escondió su rostro para seguir— creo que me estoy enamorando de Jae-hyung.

Con solo decir su nombre su corazón palpitaba como si quisiera salirse dentro él, no supo en que momento o desde cuando comenzó. Pero ahora sentía que la persona a la cual quería no era YooChun en ese instante, sino JaeJoong. Tras ver la escena que presenció más esas palabras, se sintió que moriría, como si algo dejara de latir en su interior. Changmin había caído bajo los encantos del diablo.

— Changmin, yo... ya lo sospechaba —Riri soltó al aire más para sí misma que para el pequeño.

— ¿En... en serio? —levantó su rostro sonrojado, sus lindos cachetes tenían un color carmín que lo hacían ver intensamente tierno— ¿Có..cómo?

La mirada “¿bromeas?” pudo contemplar al cruzarse sus miradas. La rubia suspiró una vez más, estaba preocupada por ambos. En ese momento la situación de Changmin era mucho más fácil que la de Junsu, lo que ella sufría por no ser correspondida lo sentía él. Pero más intenso por ser engañado, manipulado a la merced y disposición de YooChun.

— Lo supe desde el momento que él te había besado —sonrió notando como el menor se ponía más colorado y sus ojos se abrían a la par— Tengo mis contactos sabes. Además no eres muy bueno ocultándome tus problemas y confusiones, si me lo hubieras confesado ese día en este momento no estarías así.

— Eso ya no viene al caso —bajó su cabeza ocultándose nuevamente— YooChun se le declaró a JaeJoong, y él... —su voz comenzó a debilitarse, delatando sus ganas de llorar— Yo no soy como YooChun, lo elegirá a él.

— Veo que aún no comprendes —se levantó limpiando su falda, sacudiendo. Posó su mano sobre la cabeza del menor y le revoloteó el cabello— ¿Eres Changmin, cierto?

— Si.

— No lo pareces. El Changmin que yo conozco dice las cosas de frente para no sufrir primero sin saber la verdad. Habla con JaeJoong, él es un bueno chico —le sonrió— Ve.

Tomó su mano jalándolo para que se parara. Le dio unas cuantas palabras de aliento sin que lo dejara hablar o decir su opinión, pues sabía que aunque intentara decir algo nadie podía interrumpirle a Riri cuando se trataba de su discurso o su psicología inversa para convencerlo. Sonrió por el apoyo, tenía razón. Para sentirse herido primero debería preguntarle al moreno la verdad, ¿si lo quería a él o a YooChun?

Después de todo, JaeJoong estaba interesado en él desde un principio, tanto que su optimismo por conquistarlo había roto cada puerta que él le había interpuesto en su camino por el odio y rencor que sentía por su primer beso robado.

— Paso a paso —susurró mientras Riri lo empujaba por la espalda a que entrara a resolver las cosas, a enfrentar la situación y confesar sus sentimientos.

— ¿Ah? —le dio un empujón más fuerte— Lo que digas. ¡Dile lo mucho que te gusta Changmin!

El pequeño ni siquiera se inmutó a escuchar lo que le había gritado su compañera, es más ni se había girado para decirle que guardara silencio. Estaba concentrado en las palabras exactas que le diría, aún si en ese instante YooChun siguiera ahí.

— Mmm... ¿Junsu seguirá en el mismo lugar?

Se preguntó sola la rubia mientras caminaba segundos después tras su amigo, pues de alguna u otra forma sabía que el pelirrojo no se movería de ahí –por mucho que su corazón se rompiera una y otra vez escuchando- sin terminar de oír todo.


~*~


Muchos segundos pasaron después de la huída del menor, Jaejoong forcejeaba para que el muchacho lo soltara. Pero era inútil, su obstinación por tenerlo mucho más tiempo abrazándolo era demasiado grande como para rendirse a cada rechazo que le daba quitándoles sus manos de sus caderas.

— Wookie, ve tras a Minnie —le ordenó con voz muy aguda, un tono que no había vuelto a usar desde que conoció al pequeño. El fuerte apretón le informó lo incomodado que estaba por escuchar sus palabras.

— Si, hyung.

RyeoWook y Kyuhyun se perdieron buscándolo, obedeciendo las órdenes explicitas de su líder. Temían que el carácter del diablo –que aún vivía dentro de él- saliera a flote nuevamente.

— ¿Ahora si piensas soltarme? —le preguntó recibiendo solo el silencio. JaeJoong perdió la poca paciencia que tenía, no soportaba que las personas fueran demasiado cariñosas con él y mucho más si eran extrañas. Con brutalidad quitó las manos del mayor de su cuerpo.

— ¿No me dirás nada?

— ¿Decirte que? —sus cejas se fruncieron. No quería perder tiempo en algo tan inútil, prefería buscar a Changmin en ese momento para explicarle la escena— ¿Decirte que no correspondo tus sentimientos? ¿Qué tú y yo no tenemos nada que ver? ¿Eso quieres que te diga?

— Tú no eras así —recordaba la infancia de ambos. Lo que compartían, sus sonrisas, su amabilidad, juguetes. Extrañaba esos tiempos— ¿No recuerdas la promesa que me hiciste cuando tenías cinco años?

¿Cinco años? JaeJoong pensó que el moreno estaba loco, pues no recordaba nada que tuviera que él. Además, ¿cómo podría recordar su infancia cuando casi había borrado todo por lo agridulce que era?

— No la recuerdas —agachó su rostro triste. El que no le recordara le dolía, había esperado mucho tiempo para encontrarlo, y cuando había dado con su paradero temió acercarse a él, por lo cual lo estuvo observando durante un año— Prometiste que siempre estarías a mi lado. Hace mucho tiempo, cuando tú tenías cinco y yo los estaba por cumplir, la empresa de mis padres cayó en bancarrota, tu familia no quiso que me juntara más contigo por la clase social que tenía. No sabes lo mucho que deseé por encontrarte de nuevo y poder decirte.....

— No digas más —le interrumpió. Su mirada era fría, más helada que el mismísimo polo sur— No recuerdo mucho de mi infancia, pero yo no te quiero. Estoy enamorado de otro.

— ¡No lo digas! —cerró sus ojos con fuerza. No quería oír lo que le diría, pues conocía a esa persona— Sé quien es, no tienes por que...

— Amo a Changmin.

— ¡Te dije que no lo digas! —le gritó apretando sus puños. Le dolía, la herida que tenía desde que era niño aún seguía intacta sin cura— Es por eso que yo.... Changmin.... por eso quise hacer eso.

— ¿Qué? —cualquier cosa que tuviera que ver con su pequeño era importante para él, por más escasa que fuera la situación— ¿Qué le hiciste? ¿¡Dime que le hiciste!?

— Lo odio —le dije mirándole con rencor— El no te merece. No es lo que tú crees, no es un ángel. No lo conoces, en cambio yo....

— ¿¡Dime que demonios le hiciste a Minnie!? —con mucha rabia se acercó a él tomándole del cuello de su camisa, levantándolo pocos centímetros del suelo.

— Y con cariño el dices Minnie..... con amor....

El moreno no pudo soportar más el silencio del basquetbolista, el solo escuchar que el amor de su vida había tenido algo que ver con él le producía cólera y rabia. Celos. Muchas cosas, pero sobre todo tenía miedo. Siendo un diablo, JaeJoong tenía mucho miedo, el perder a Changmin por él lo dejaría desbastado. Alzó su puño izquierdo listo para darle cuando una mano lo tomó por detrás.

— Esta no es forma de que te diga las cosas—miró a la dueña del agarre para encontrarse con la rubia amiga de su pequeño— No es la forma aún.

— Por favor, no te metas.

— Tengo mucho que ver —tomó su muñeca derecha provocando que bajara a YooChun al suelo— Yo sé lo que él le hizo a Changmin.

Ahora si había captado la atención de JaeJoong. Si sabía que le había hecho daño no sería capaz de soportar y aguantarse las ganas de pegarle en ese mismo instante dándole su merecido. Por que él, aún si saber los sentimientos de Changmin hacia él, lo protegería pasara lo que pasara.


~*~


Sabía que las cosas se estaban poniendo demasiado intensas, que habría problemas y aunque quisiera detenerlos no podría hacerlo si se parara frente a él, aquella persona que le había hecho daño en tan solo un día y lo había conquistado en tan pocas horas. Por que Junsu se había sentía atraído por YooChun, pero sus sentimientos no fueron claros hasta esa noche que estaba dispuesto a entregarse a él, a tener su primera vez con un hombre del que estaba seguro que amaría siempre.

El pelirrojo se encontraba parado observando detrás de un árbol, como si ocultara de un mundo lleno de guerras y tempestades, tenía en cuenta que los dos resolverían sus cosas, sus sentimientos –aún por encima de los de él- pero no podía hacer nada. Y entonces se asustó, se aterró ver como el moreno más alto lo alzó del cuello. Una pequeña pelea se avecinaba, pero si no la detenía su YooChun saldría herido. Muy herido. Tenía en cuenta que El príncipe diablo era muy bueno en artes marciales, por ello su popularidad por ser el chico buscapleitos y más agresivo era demasiado importante en la escuela. Todos le tenían miedo, incluso él.

— ¿No piensas hacer nada? —una mano se posó en su hombro y se sobresaltó— Veo que no te moverás de aquí.

Lo conocía muy bien. Sabía que Riri tenía en cuenta que el se ocultaba cuando estaba triste y desconsolado. La vió suspirar para salir corriendo antes de que el moreno le pegará. Cerró los ojos con miedo, no quería observar la pelea. Cuando los abrió, dio gracias a Dios por que Riri lo había detenido.


~* ~


— Como escuchaste. Él quería usar a Changmin para que se enamorara de él y te dejara. Pero no le salió de acuerdo a su plan, se equivocó de....

— ¡Maldito!

JaeJoong se había lanzado encima del joven para tumbarlo al suelo, propiciarle unos golpes. Ojo derecho, el izquierdo. Lo jaló de sus cabellos alzando su rostro para golpearlo con su frente. En cada puñetazo que le daba le decía palabras que tenían que ver con Changmin, te mataré, desgraciado, etc. Riri gritaba tratando de detener las cosas, pero siendo mujer no podía hacer mucho. Intentaba tomar una de las manos del mayor para jalarlo a que se parara y detuviera, pero todo su esfuerzo era en vano.

— ¡Detente! —una cuarta voz se escuchó deteniendo a JaeJoong— ¡Hyung, detente!

Por más que quisiera hacerle caso no lo hizo. No se quedaría con ganas de darle su merecido. Que supiera que nadie debía meterse con Changmin, que nadie le haría daño sin sufrir consecuencias por sus hechos y daños. Estaba dispuesto a defenderlo aún sin que tuvieran una relación concreta más allá de la amistad.

La rubia no dejaba de gritar por el susto, YooChun tenía la mandíbula bien lastimada, saliendo de ella sangre y sus ojos estaban hinchados por los golpes. El menor corrió entrando a escena, agarrando a Jae por los brazos. Era muy fuerte, aunque lo tuviera casi bajo su control no podía evitar que en segundos se pudiera soltar de su agarre para lastimar de nuevo a su otro hyung. El lastimado se levantó del suelo limpiándose la boca.

— ¡Minnie, suéltame! —gritaba fuera de control— ¡Déjame darle su merecido a este desgraciado! ¡Te partiré la cara no saldrás vivo de todo esto!

— Vete YooChun —le decía Riri con miedo al verla la furia en los ojos del moreno. Changmin jamás había visto esa faceta suya, sentía temor por no reconocer quien era— ¡Que te vayas! Empeorarás las cosas si te quedas.

— Por favor vete —le rogó, en unos segundos no podría ser capaz de seguir deteniendo a JaeJoong.

No tenía de otra. No era el momento para arreglar las cosas, su moreno estaba fuera de control y lo mataría si fuera necesario. Un poco herido se alejó del lugar escuchando las amenazas que le daba el mayor.

Su hyung parecía loco, sus manos las tenía un poco lastimadas por los forcejeos del mayor y le había regalo unos cuantos golpes en su cuerpo por detenerlo. Estaba fuera de sí. Ese no era él. Temía que estuviera así por más tiempo, gritaba con furia. Riri también tenía miedo en sus ojos, es más en su mirada se veían las ganas de llorar por el temor. Changmin tenía que hacer algo para detenerlo.

— ¡Ya basta, hyung! —parecía no escuchar sus palabras, no reconocer su voz.

Y entonces en un acto de prepotencia por no saber que hacer, se acercó al rostro de JaeJoong para rozar sus labios en un roce dulce e inocente. De sus ojos cerrados salían pequeñas gotas saladas resbalando por su mejilla. El moreno dejó de forcejear, sus brazos cayeron al suelo como si de una soga se tratara y sus ojos abiertos por la impresión se cerraron dejándose llevar por el roce de sus labios. Menta fresca. Changmin se separó lentamente, sus gotas cristalinas adornaban su rostro lleno de esperanza al verlo detenerse.

— Eres tú. Este si es JaeJoong —la mirada cálida del mayor por la sorpresa pudo observar

Con mucha rapidez se acercó a su cuerpo, abrazándolo. Sus manos apretaban fuertemente la cadera del moreno, su cabeza se apoyó en su cálido pecho y sus infinitas lágrimas de verlo en sí cayeron por su rostro.

— Changmin —fue lo único que pudo decir mirando a Riri cruzar los brazos sonriendo, sus manos se posaron en su cálido cuerpo para corresponderle el abrazo— Yo... lo siento. Perdóname.

Segundos se quedaron así, uniendo sus cuerpo en un cálido cariño. JaeJoong se sentía feliz por ver la preocupación de su Minnie, pero no podía evitar sentir culpa por su comportamiento, por ser el culpable del provocador de esas hermosas lágrimas.

— Siento interrumpir —dijo Riri provocando que Changmin se separara de él y no levantara el rostro— Pero que creo que JaeJoong debería saber que detrás de toda esa idea esta alguien cercano a ti.

El moreno enseguida le miró, había captado toda su atención. No olvidando que estaba solo, buscó la mano del pequeño entrelazándola con la suya y llevándose a la boca para darle un pequeño beso a su mano de Minnie.

— YooChun cometió el error de confundir a Changmin con Junsu. El culpable de todo esto es Jung YunHo.

Y al moreno se le abrieron los ojos de par en par. Apretó la mano del menor intentando buscar apoyo o consuelo, cualquiera de los dos que viniera primero para no caerse. Traición. Se sentía completamente traicionado por su mejor amigo. Changmin levantó su rostro igual de sorprendido, la tristeza de Junsu había sido su culpa. El debía haber sido herido, usado , no su amigo.


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