Líder cap 13

- Olvídalo.



Tomó la mano que reposaba sobre su hombro y la soltó en el aire, cerrando sus ojos mientras suspiraba con hastío. Seungho vilipendió algo que ni siquiera él mismo comprendió, justo en el mismo instante en que sintió la piel de su hyung sobre la suya; mas se contuvo cuanto pudo, frenando sus movimientos gracias al mareo que súbitamente le obligó a parar.



- ¿Por qué no?







Tampoco buscaba algo serio, o una relación que durara algo más que una simple noche. Sólo estaba ebrio –muy ebrio- y después de tanto tiempo de abstinencia le urgía terriblemente un poco de acción. Y Jaejoong estaba buenísimo. Tanto que no dudó en ir hacia su habitación cuando ya todos se habían ido a celebrar –a excepción de Yoochun Y Lee Joon- por el éxito y el culmino de la primera ciudad, casi como si necesitara el hacerlo.

Sabía que el mayor estaba dolido de cierta manera por el evidente “amor” que Jung Yunho sentía por el maknae de su mismo grupo, y aunque su propio criterio y razón le indicaban lo contrario, no logró evitar sentir el ferviente deseo y necesidad por correr hacia su cuarto y buscar un posible camino que le dirigiera directamente hacia la cama del despampanante Hero Jaejoong. El mismo que lo miraba con repulsión desde el otro extremo de la recámara, expulsándolo con sus ojos grandes y bonita mirada azabache.







- Porque estás ebrio –no era lo que quería decir, sólo salió de sus labios. Seungho balbuceó algo que no alcanzó a oír, para luego acercársele- Detente.



- Tu estás soltero, yo también. Tú estás bueno, y yo quiero poseerte.







Jaejoong no supo si echarse a reír en el lugar o abofetearle por la desfachatez que acababa de decirle. Seungho, el supuesto líder serio y responsable de MBLAQ se le estaba ofreciendo en bandeja de plata y lo trataba como a una vil puta.

Pensó en llevar a cabo la opción de cachetearle, pero la botella que colgaba débilmente de la mano izquierda del hombre le hizo dudar. El tipo simplemente estaba ebrio, y sabía de sobra que nadie que fuera capaz de vaciar media botella de whisky por si sólo podía actuar con consciencia.







- Estás mal, Seungho. Voy a buscar a Rain.



- No –bramó, avanzando lo suficiente como para postrarse frente a Jaejoong y sostenerle el brazo con fuerza- No llames a nadie. Sólo, quédate…





No entendió como el agarre sobre su brazo de pronto se volvió un contacto suave y delicado. Menos, como con esas pocas palabras dichas con ese tono tan acompasado y tímido lograron hacerle retractarse de su decisión y terminar sentándose sobre la cama. Justo frente a Seungho.







- Está bien. Sólo un rato.




**********




Acarició el pecho cubierto de ropa de su hyung bajo él, respirando acompasadamente sobre el pedazo de tela. Yunho descendió su mano con lentitud hasta terminar posándola sobre la sonrojada mejilla de su pequeño Mir, sin lograr borrar ni por un segundo la radiante sonrisa de su rostro; una que con el pasar de los segundos se ensanchaba mas. Segundos que utilizaba en acariciar la piel y disfrutar el suave y natural aroma de su pequeño novio.



Novio…











- Tienes la piel suave –murmuró sobre los anaranjados cabellos, siendo automáticamente contestado con un leve suspiro- Mir.



- Gracias…



- ¿Te avergüenza?



- Mas me avergüenza saber que Jung Yunho es mi novio –rió- no otra cosa.







Y sonrió, con una felicidad abismal que llevaba meses sin sentir dentro de su pecho. Y que alguien lo culpara por desear mantenerlo dentro de su cuerpo por toda la vida.





- ¿Te avergüenza? –fingió enfado- Vaya.



- Sabes a lo que me refiero –golpeo su hombro con suavidad, recibiendo al instante unos fuertes brazos rodeándole- Oye, no es justo… así no puedo golpearte.



- Como si pudieras aun así.







Mir hizo un mohín que de inmediato fue cubierto por los suaves y ansiosos labios de Yunho en un beso que de una manera autentica y desconocida para sus aun inexpertos corazones, les hizo vibrar. Porque aunque llevaban tan solo unos minutos de un noviazgo que ni siquiera ellos mismos calibraban, sus almas ya comenzaban a sentir completo ese vacío misterioso que en algún momento les hizo sentir dolor.





- Novio – llamó Mir, y Yunho no pudo evitar reír ante el “apodo”- ¿Sabes que debemos dar muestras de vida a los demás? Deben estar preocupados.



- No lo creo, deben estar de fiesta por ahí- sonrió y lo besó nuevamente- lo menos que necesitan es tenerme al lado.



- Claro, considerando tu humor de “Líder”.



- Tengo que cuidar de mis hijos, ¿sabes? – Mir asintió con seriedad para luego comenzar a reír y acurrucarse sobre el pecho del mayor- Quien sabe que harían sin mí.



- Probablemente la pasarían muy bien.





Rió con ganas, zarandeando el fornido cuerpo de Yunho de un lado a otro. Entonces el mayor lo sostuvo entre sus fuertes brazos y le obligo a mirarle el rostro, besándolo y frenando cualquier posible movimiento que el pequeño peli anaranjado pudiese efectuar. Mir protestó, pero prefirió callar al percibir como los preciosos ojos color miel de su actual novio le miraban con un cariño que hacia demasiado tiempo no veía, menos dirigido hacia él. Y sonrió con una alegría que nunca había experimentado, sintiendo esa inseguridad de la primera vez corroerle de una manera demasiado abismal para su inexperto corazón.

Pero le encantaba. Le maravillaba en demasía el tener la posibilidad de sentir tanta cantidad de emociones con tan solo mirar un par de ojos.



¡Es que era absurdo!







- Yunho hyung… -y el llamado le miró con evidente cariño, acariciando la suave piel de su mentón- me gustas mucho…



- Es recíproco – sonrió, acercándose lenta y pausadamente hacia esos rosados labios que en tan sólo minutos lo habrían recibido mas veces de las que alguna vez seria capaz de contar- precioso…



- He… -recibió los labios de su novio casi con ansiedad, cerrando sus ojos. Entonces el sonido de un teléfono celular quebró el perfecto ambiente, y Yunho aun a regañadientes tuvo que separarse del menor y coger el aparato de su bolsillo- Contesta.



- Demonio –obedeció a su novio entre gruñidos, abriendo el teléfono y colocándolo sobre su oreja- ¿Diga?



- ¿Dónde estas? –reconoció la voz al instante, y enmudeció- Tenemos una cita, ¿recuerdas?







Como si pudiera olvidarlo.

Tragó cuanto aire cupo en sus pulmones en un alargado exhalo, botándolo todo apenas descubrió la curiosa mirada de su pequeño y adorado novio. Oyó luego un gruñido casi imperceptible del otro lado de línea, y quiso cancelar la tan supuesta cita que tendría con el casi insoportable de Lee Joon. Pero no podía hacerlo, no. Porque era cortés y educado, y porque, dentro de todo, no podía faltar a una promesa que él mismo hizo.





- Yunnie… -Yunho rió ante el mote, recordando levemente a su ex novio- ¿Quién era?



- Joon –confesó. Después de todo, si no planeaba mentirle a su peli anaranjado durante todo su noviazgo, menos lo haría el primer día del mismo- Tenemos una cita.



- Lo se… -Yunho abrió sus ojos tremendamente sorprendido, pero se relajo al recibir una tierna sonrisa por parte del menor. Mir acaricio la tostada mejilla con dulzura, y antes de dejarle hablar al castaño, lo besó- ¿Es ahora?



- ¿Cómo sabes… - un dedo impidió que terminara la pregunta. Entonces observó los ojos de su novio, y la seguridad que estos le presentaron lo desconcertó- ¿Mir?



- No importa el por qué lo sé. Ni siquiera la cita que tendrás… -suspiró antes de continuar- Yo soy tu novio, y en estos momentos puedo jurar que me quieres tanto como para ni siquiera pensar en engañarme, menos el primer día- Yunho sonrió complacido y divertido- Y si, estoy celoso. Y no quiero que salgas con él, pero sé que se lo prometiste –Yunho intentó abrir su boca de nuevo para preguntarle el motivo, pero de nueva cuenta se apresuró en cubrirle los labios con su dedo- Así que no diré nada y dejaré que te vayas. Pero tiene que ser ahora, o me arrepentiré.







No fue necesaria una palabra mas para que Yunho se perdiera en el movimiento de sus labios, ni en lo que le decía. Y se sorprendió inmensamente de esa faceta tan madura y suave de su lindo novio, que aun y con todo lo que decía quererle, no conocía. Y le encantó, le maravilló exorbitantemente conocer un lado tan perfecto de su peli anaranjado favorito.







- Perfecto –murmuró, besó rápidamente los labios de Mir, tomó su chaqueta y marchó de la habitación.







Solo entonces el pequeño de dieciocho años se permitió a si mismo dejarse caer al confortable colchón de su cama, y llorar.




************




OK, estaba ebrio. Lo admitía. Muy, exorbitantemente ebrio. Tanto como para no poder reconocer cuál de las dos caras que veía de su hyung Changmin era la real. Y le pareció divertida la situación, al menos por un momento. Luego recordó el rechazo que recibió por parte de Bi Rain hacía no más de un par de horas, y se enfadó. Mucho, demasiado.





- Con que un niño… -rió abiertamente, tropezando con el fornido pecho de Shim Changmin, entonces rió más- Perdón… hyung…



- Cheondoong… -lo escuchó murmurar, demasiado lejos como para tenerlo tan cerca. Elevó su mirada para observar el tostado rostro del maknae de TVXQ, pero de sólo intentarlo le entraron tremendas ganas de vomitar- Estás ebrio.



- ¿Yo? –se apunto con el dedo y comenzó a reír- Sólo un poquito…







Max suspiró, tomando al menor entre sus brazos y dirigiéndolo hacia el sofá más cercano. Pero Thunder no quiso ser guiado, y con la terquedad que solo un ebrio podría tener, aferró sus pies al suelo de tal manera que hizo tambalear al más alto de DBSK. Luego rió con ganas, dejando caer su entumido cuerpo sobre el de un desconcertado Changmin.





- Changmin hyuung… -canturreó- ¿no me quieres dar un besito?





Quiso reír ante lo dicho, pero apenas le alcanzo el tiempo como para sorprenderse. Thunder rió con más ahínco y, colocándose rápidamente de puntillas, elevó su rostro hasta posar sus labios sobre los de su hyung. Lo que no se esperó ni por segundo, aún con su mente seriamente afectada por el alcohol, era la posibilidad de que el mismo Max le correspondiera el beso. Menos, que de pronto rodeara su cintura con sus musculosos brazos y lo pegara con fuerza a su propio cuerpo.

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