Líder cap 15

Aburrida. Sólo así podía definir la mañana que hasta el momento, lo estaba agobiando; es que en su vida había sentido tan aburrido y monótono un soleado y espléndidamente calido día.

Agregando además la soledad que lo perseguía desde que le hubiera entregado el numero telefónico de Yunho al odioso de Lee Joon. Luego de que el chico saliera corriendo apenas le hubieron contestado la llamada, quedó solo.

Intentó volver al bar donde se suponía debían estar sus compañeros, pero apenas dio un paso de vuelta un montón de parejas devorándose las bocas le hicieron desistir de su decisión. Montón de parejas que por cierto, conocía. Entonces se sintió excluido y aburrido, y prefirió volver hacia su solitaria habitación de hotel –porque su compañero estaba demasiado ocupado explorando la boca de Thunder- a dormir, pero tampoco fue capaz.



Y después de pasarse la noche entera paseándose de un lado a otro, salio hasta el pasillo que conducía a cada una de las habitaciones del hotel, y como no tenía absolutamente nada mejor que hacer… decidió espiarlos. Para estar al tanto de quienes se fueron a la cama, quienes no, quienes siguieron festejando toda la noche… etcétera. El asunto era, que estaba aburrido, y le picaba la curiosidad.



Comenzó por investigar su propia habitación, y no le sorprendió demasiado encontrarla echa un asco, junto con un montón de prendas repartidas por el suelo y un dormido Cheondoong sobre el tostado pecho de su compañero. Siguió con la habitación de Seungho y Yunho, y se sorprendió aun mas al hallarla completamente vacía.



“¿Se habrá ido Yunho con Joon?”, pensó por un instante, pero tan rápido como la idea llego a su mente, se evaporó. Simplemente le parecía demasiado absurdo como para tomarlo en serio.







Dobló la esquina hacia su derecha y encontró tres puertas. Partió con la de la habitación de Jaejoong y Lee Joon, pero tal como la anterior, estaba vacía. Sin detenerse a pensar en el posible por qué del hecho le siguió a la siguiente entrada, hallando a un recostado Mir aparentemente dormido, y a un Yunho que le acariciaba los cabellos sentado a su lado.





- ¿Yunho? –susurró para no despertar al menor. Yunho volteo hacia él y le sonrió en respuesta, pidiéndole con la mirada que los dejara a solas. Y así lo hizo.





Decidió seguirle a su espionaje. Se detuvo luego frente a la habitación de Junsu y Thunder y tal como pensó, el delfín estaba durmiendo. Y como sabia que Thunder estaba en su propia habitación después de “festejar” con Changmin, ya no le quedaba qué buscar.





Y se le acabaron las habitaciones, mas su apetito por saber en qué terminó cada uno de los miembros de ambas bandas pudo con él. Por lo mismo bajó hacia la recepción del lujoso hotel y, tras ser amablemente saludado por la recepcionista, le preguntó si es que alguno de sus compañeros arrendó una habitación por la noche. No muy grande fue su sorpresa al descubrir que si, que dos de sus mejores habitaciones habrían sido tomadas por la madrugada.



Pidió números de cuarto que la mujer amablemente le dio, y partió enseguida a hacer sus averiguaciones. Dentro de todo no tenía mucho tiempo, ya que debían tomar el avión hacia su siguiente ciudad a las 12 en punto. Y eran las 7.



Tomó el ascensor y se detuvo un piso abajo del suyo. Se introdujo al blanco pasillo y recorrió varios metros antes de encontrar el primer número que buscaba, en una puerta de madera rojiza enumerada con metal brillante. Y sonrió, justo antes de tomar el pomo entre sus manos y, con una tarjeta, abrirla. Pero grande fue su decepción al encontrar a G.O. completamente intrincado con las sabanas, con una bonita chica a su lado.



Decepcionado por lo obvio de la situación que encontró, siguió hacia la siguiente habitación, que extrañamente estaba a dos puertas de distancia –con lo ebrios que estaban de seguro las pidieron juntas, pensó- y la abrió silenciosamente. Se introdujo con extrema lentitud para no emitir sonido; pero apenas reconoció a las dos personas sobre la cama, chilló.





“¡¿Qué?!”





Uno de los dos que permanecían dormidos despertó ante el grito; pero cuando asomó su cabeza para saber quien fue el imprudente, un espacio vacío y una puerta mal cerrada le arrebataron esa opción.

Al segundo pensó que lo había soñado, y contento con la idea prefirió seguir durmiendo, sin ser conciente de la otra persona que descansaba a su lado.





******




Llevaba ya un buen rato sintiendo esas cálidas y suaves caricias sobre su cabello, despertándolo lentamente de su sueño. Y aunque ya se encontraba completamente despabilado, no quiso abrir sus ojos por miedo a que el calor desapareciera; aunque algo en su interior le decía que no seria así. Y quiso seguir durmiendo hasta que Seungho entrara gritando a su habitación farfullando sobre asuntos de la gira y el avión que debían tomar ese día, y que Thunder lo tirara de la cama si era necesario. Sólo sabia que amaba esa caricia sobre su anaranjado cabello, y que no importaba si recibía uno o mil sermones, quería quedarse así.







- Mir… -claro que esa opción no se tomaba en cuenta si era su novio quien lo despertaba tan cariñosamente. El pequeño sonrió ampliamente ante la furtiva mirada de Yunho, quien al instante lo besó- Hola, bonito.



- Hola… -y abrió sus ojos, contemplando la figura de su enamorado sentado sobre su cama, justo a su lado- ¿Cuánto llevas haciendo eso?



- Un rato… -sonrió- no quería despertarte.



- ¿Qué hora es?



- Las siete.



- ¡¿Las siete?! –chilló. Quitó las sabanas de su cuerpo y se levanto de un salto- ¿Y por qué me despiertas tan temprano? ¡Mal novio!



- Calma –rió, sosteniendo los brazos del menor con sus manos- lo siento. Tenía ganas de verte.



- ¿Pasó algo malo anoche?







Y un suspiro de parte de su castaño novio lo puso en alerta. ¿Qué le habría hecho el desgraciado de Lee Joon? ¿Habría pasado algo entre ellos? ¿Acaso Yunho iba a contarle?

Prefirió relajar sus pensamientos antes de emitir un juicio demasiado apresurado, y se calmó. Yunho lo sentó con suavidad sobre la cama y, tras cerrar los ojos y meditar por lo que le pareció una eternidad, comenzó a hablar:







- Sé que estás enamorado de Lee Joon –murmuró, firme. Mir aguantó la respiración, demasiado sorprendido como para pensar- Él me lo dijo anoche. Y aunque en un principio me dije a mi mismo que era mentira, sé que es verdad –suspiró antes de continuar- Lo sé, porque alguien que no siente nada no reacciona como reaccionaste ese día en el restaurante.



- Yunho…



- Déjame terminar –Mir calló al instante, mordiéndose con fuerza los labios- Y aunque lo sé, quiero que sepas que no voy a terminar contigo.



- ¿Qué?



- No quiero hacerlo –sonrió, y Mir sintió que le faltaba el aire- quiero permanecer contigo. Quiero hacer que lo olvides y que me quieras.



- Pero yo te quiero…



- No como a él –no pudo refutarle. Y aunque por fuera Yunho no lo demostró, aquella declaración le dolió- Y lo entiendo. Pero también entiendo que ese tipo te ha hecho sufrir como nadie… por eso, no permitiré que se acerque a ti.



- Somos compañeros –sonrió el pequeño, tratando de aminorar la densidad del ambiente- No puedes evitarlo.



- Pruébame –y Mir obedeció al instante. Sólo que en vez de probarlo de una manera menos precisa, se fue directamente a besarlo en los labios. Y Yunho abrió los ojos sorprendido durante los primeros segundos, pero apenas observó la castaña mirada de su novio completamente sellada, le correspondió – no lo decía tan literal –y rió nuevamente, olvidando por momentos el tema de conversación. Mir lo notó y se apresuró en volver a besar sus labios, seguro de que tardarían al menos un par de horas en comenzar a alistarse para tomar el avión.




******



- Soy virgen.



- ¿Qué?



- Bueno, lo era hasta ayer por la noche –rascó su nuca completamente nervioso, y Changmin lo escrutó con seriedad- No te estoy pidiendo que te hagas cargo de un hijo, por Dios. Cálmate- lo zarandeó- Sólo quería que estuvieras al tanto.



- ¿Estás enamorado de mí? –y no lo preguntó con mala intención; era tan sólo la curiosidad por saber si aquello que le sucedió también le ocurría al menor. Al fin y al cabo, era ya muy bien conocido por el mundo que si se le quitaba la virginidad a alguien… esa persona caería enamorada de quien se la arrebató. No por algo razonable o ético, simplemente porque era así- Y ni pienses en mentirme.



- No, egocéntrico.



- ¿Seguro?



- Por supuesto que si, ¿Qué quieres que te diga? “Hola hyung, estoy perdidamente enamorado de ti y no puedo olvidar como me lo hiciste anoche” –burló hasta que Changmin le golpeó el hombro- Ególatra, no te la creas tanto.



- Estoy hablando en serio, niño.



- Y yo te estoy respondiendo en serio, viejo.







¿Qué más podía decirle? Cheondoong era un niño y no se tomaba las cosas en serio, y así la conversación no cundía.

Tomó la camisa que le quedaba por ponerse del suelo y amarró las agujetas de sus zapatos; se levantó de la cómoda cama y alisó como pudo la ropa que ya traía sobre si, aunque sin muchos resultados. Thunder lo escuchó, sin mirarlo, concentrado en la ardua tarea de ponerse una simple playera que parecía ser mucho más interesante que ver a Max partir. Mucho más interesante.

Max caminó a paso lento hacia la puerta, dio una última mirada furtiva hacia el cuarto y cerró de un portazo. Cheondoong lo oyó, pero ni se movió; Estaba mas interesado en sentir pena por si mismo y por la estúpida situación en la que estúpidamente había caído.

Esa estúpida, estúpida situación de saberse enamorado de Shim Changmin.



*******



- Chicos, suban al avión ahora o los dejamos.

A veces detestaba ser famoso. No porque no le gustara tener millones de fanáticas que se derretían a su paso, o el orgullo de sus semejantes, o el dinero de las ganancias por sus discos, portadas, dramas. Era sólo y exclusivamente porque ODIABA tener que viajar tanto.

Y si durante el transcurso de su increíble vuelo hacia donde fuera debía estar junto a un mas que enfurruñado Lee Joon, un “no me pasa nada” increíblemente falso de Cheondoong y Changmin, la cara de hastío de G.O, Lee Soo Man y Rain, la escandalosa risa de Junsu, los excesivos arrumacos de Yunho y Mir, y la OBVIA incomodidad de Seungho y Jaejoong… Pues, prefería quedarse en casa. Con fans o sin ellas, pero en casa.



Y juró que en la vida había tenido un vuelo más tonto. TON-TO. Porque todos los que lo abordaban eran unos tarados que hacían estupideces a drede y luego se sentían incómodos y hacían drama por ellos. Porque eran tontos.



Sobre todo Changmin, que se le ocurrió robar la virginidad de un muchacho de diecinueve años esperando que no cayera enamorado de él. ¡Había que ser enfermo!

Y Jaejoong que, por Dios, no lo veía tan sudoroso y lento –si, lento- desde que se dio cuenta que le gustaban los hombres. Aun cuando ya todo el mundo estaba al tanto de ello, menos él.



Gente tonta, si señor.



Pero estaba aburrido, y la curiosidad comenzaba a picarle de nuevo. Además que desde la mañana tenia la intención de saber varias cosas respecto a lo que cada uno hizo la noche anterior. Sobre todo con uno… bueno, dos. Dos TONTOS que ni se miraban a la cara porque de seguro estaban demasiado avergonzados por lo hecho durante la madrugada.

Como si el sexo fuera algo realmente extraño. Menos para ellos, que por muy virginales que se vieran en los videos o programas de televisión, la mayoría había tenido algo con más de un idol.



Se acercó al asiento de su hyung caucásico y le sonrió con falsa inocencia. Jaejoong lo esquivó por un momento, pero luego le dio espacio para que se sentara a su lado, y Yoochun obedeció al instante.





- ¿Pasa algo, Chunnie?



- Nada Jae –sonrió con inocencia, una que Jaejoong no le creyó- sólo quería preguntarte una cosa.



- Pregúntame –miró hacia el paisaje que se apreciaba desde su ventana, sin estar muy pendiente de lo que le pudiera decir su compañero de grupo. Yoochun lo supo incluso antes de comenzar a hablarle, pero no le importó. Quizás se divertía con la reacción de su hyung - ¿y bien?



- ¿Por qué te acostaste con Seungho? –y no se equivocó con su predicción. Jaejoong lo escuchó, pero tardó alrededor de cinco segundos en analizar la pregunta hecha; y en cuanto la comprendió, pegó un chillido que llamó la atención de cada pasajero a bordo.



Continue.