Lo que provocas en mí.
—¿Desde cuándo haces eso?Yunho dejó de reír cuando escuchó la pregunta. Frente a él, su otro mejor amigo, Lee Donghae, lo miraba de manera extraña. Era domingo por la mañana, así que Donghae había prácticamente obligado al mayor a acompañarlo a hacer unas compras.
Ahora estaban en un pequeño restaurante porque Yunho se negó a dar un paso más hasta por lo menos haber desayunado algo, aunque ya casi era hora del almuerzo. Estaban en una de las mesas del lugar esperando a que sus órdenes fueran servidas. Su conversación era ligera, hasta que Donghae dijo algo que provocó una enorme carcajada de Yunho.
—¿Desde cuándo hago qué? —preguntó Yunho, no entendiendo a lo que el otro se refería.
—Cuando Heechul hyung me lo dijo, la verdad no le pude creer. Tenía que verlo con mis propios ojos —respondió, sonriendo de lado y mirando a Yunho de una forma un tanto pícara.
—¿Ver qué? —preguntó Yunho, totalmente perdido—. ¿De qué estás hablando, Donghae?
—Aplaudes cuanto te ríes.
Yunho abrió los ojos enormemente, provocando una carcajada de Donghae. El mayor trató de pensar si eso era verdad; de recordar si realmente había comenzado a aplaudir cuando reía. Pero más que sus recuerdos, fue la sensación que tenía en las palmas de las manos en ese momento lo que le dio la respuesta que buscaba.
Yunho bajó la vista y miró sus manos de forma cuidadosa. Una sonrisa asomó en su rostro. Donghae lo miraba sin decir nada, preguntándose cuándo su mejor amigo había cambiado tanto. No es que antes fuera un insensible sin emociones, pero definitivamente tampoco era este gran sentimental.
—Dicen que inconscientemente tratamos de parecernos más a las personas que amamos —dijo Yunho con la voz un poco ausente—. Parece ser que es verdad.
—Hyung —dijo Donghae. Yunho levantó la vista—. Te gusta mucho, ¿verdad?
—No, Donghae —respondió con una sonrisa un tanto triste—. Estoy completamente seguro de que no es un gusto… Es amor.
—Wow. Qué bueno que aún soy muy joven para esas cosas.
—¿Joven? —dijo Yunho enarcando una ceja y sonriendo de lado—. Eres mayor que él, Hae.
—Pero tú siempre lo describes muy maduro para su edad. Así que, comparado con eso, yo soy todavía un niño —finalizó solemnemente.
—No, tú eres infantil, que es diferente.
Donghae no dijo nada, sólo rodó los ojos ante el comentario. En ese momento, su comida fue servida. Ambos agradecieron con una sonrisa a la bella mesera que los atendía. Donghae le guiñó un ojo, provocando la risa nerviosa y un sonrojo de la joven. Yunho fue quien rodó los ojos ahora.
—Tú no cambias nunca, ¿no es cierto?
—Tengo que aprovechar que ahora me dejas más campo libre ya que te cambiaste de bando y todo eso.
—Te prohíbo volver a hablar con Heechul —dijo Yunho entrecerrando los ojos. Donghae solo rió de nuevo y comenzó a comer.
Yunho siguió pensando en lo que acababa de descubrir. Sonrió de lado al reconocer que, efectivamente, comenzaba a parecerse demasiado a Changmin. Comenzando por su apariencia, sus trajes serios y formales poco a poco fueron reemplazados por unos un poco más modernos, sin perder esa elegancia que lo caracterizaba. Arreglaba su cabello también diferente, aunque eso no era muy notorio.
Durante este tiempo se había acostumbrado sobre manera a la cercanía del menor. Era cada vez más normal para él el hecho de ver su sonrisa, con uno de sus ojos haciéndose más pequeño que el otro. Cada vez se sobresaltaba menos y se relajaba más en su compañía, tanto que hasta llegó a parecerle extraño.
Hubo una vez en que se sorprendió al tratar de contar cuántas veces pensaba en Changmin durante el día, uno de esos días en que no lo veía. La sorpresa fue que no descubrió ni una sola vez en que su pensamiento se desviara hacia el menor. Se preguntó si eso significaba que estaba superándolo.
Como sea, ese pensamiento duró hasta que notó que se había puesto el traje y la corbata que a Changmin le gustaban, que se había peinado como a Changmin le gustaba, que había comido la comida favorita del menor (kimchi jjigae), que había escuchado 3 veces su CD favorito (“Seesaw” de Ddeugeoun Gamja), y por si fuera poco, que había estado viendo con completo interés una entrevista a Han Ga In.
Todo eso lo había hecho sin notarlo siquiera; sin pensar en que lo hacía por él. La presencia de Changmin en su mente era tan constante que ya ni siquiera la notaba. Inconscientemente trataba de sentirse un poco más cercano a él, con lo que fuera. A veces encontraba su comportamiento un poco patético, pero ni siquiera podía lograr que le importara.
Pero no era eso lo que le convencía de que sus sentimientos por el menor eran sinceros y que no desaparecerían en un futuro próximo.
Durante incontables veces había visto a Changmin más callado que de costumbre. En un principio no decía nada, temeroso de molestarlo o incomodarlo, pero conforme la confianza y la cercanía entre ellos fueron creciendo, logró vencer la vacilación y preguntarle.
Así fue como terminó por convertirse en su confidente. Cada vez que el menor tenía algún problema en su vida romántica, o simplemente algo muy bueno ocurría con ella, Changmin recurría a él sin vacilación. Yunho no sabía si reír o llorar por eso.
Por un lado, ese hecho le decía que por fin había logrado romper los muros que el menor había construido a su alrededor como protección, y eso era algo que lo ponía feliz. Pero por otro lado, escuchar a Changmin hablar tan animadamente de otra persona, de la que ni siquiera conocía el nombre (y no estaba seguro de querer saberlo de todos modos), no era definitivamente lo mejor.
Porque dolía, y dolía bastante, el ver al menor con esa expresión tan triste en las ocasiones en que tenía algún problema. Yunho a veces no podía evitar odiar un poco a la mujer que tenía la osadía de hacer sufrir a Changmin. Dolía cuando el menor le contaba los constantes rechazos y desplantes que esa persona le hacía. Dolía ver la desesperación en su rostro cuando trataba de pensar si había hecho o dicho algo mal, algo que provocara su enojo.
Pero lo que más dolía, era verlo llegar con esa mirada brillante, las palabras saliendo naturalmente de su boca para contarle la maravillosa tarde que había pasado, y para hablar de lo bello que era el amor. Si ese fuera su estado constante, para Yunho estaría bien. Si Changmin fuera feliz, él estaría bien; verlo feliz le ayudaría a superar poco a poco sus propios sentimientos. Pero la mirada de Changmin le decía que no lo era.
Algo dentro de él le decía que Changmin no era feliz del todo, al mismo tiempo que le pedía que no se rindiera, le suplicaba que luchara por ganar el amor de Changmin, que aún tenía una oportunidad, y si algo había aprendido Yunho a lo largo de su vida era a confiar en sus instintos.
~*~~*~ ~*~~*~ ~*~~*~ ~*~~*~
Jaejoong cruzó los brazos mientras lanzaba un bufido enfurruñado. Estaba sentado en una de las mesas exteriores de una cafetería en el área comercial de la ciudad, y la verdad estaba comenzando a impacientarse. Había a cordado con Changmin que se verían en ese lugar, pero el menor llevaba casi 20 minutos de retraso, y Jaejoong no era precisamente la persona más paciente del mundo.
Si no fuera porque estaba en medio de tratar de convencer a Changmin de presentarle a Jung Yunho, y por lo del regalo del coche de hacía unos días, se habría ido de ese lugar hace un rato ya. Pero necesitaba estar bien con el menor en este momento tan crucial, así que sólo le quedaba esperar.
Changmin le había llamado diciendo que no tardaría mucho más, y disculpándose por el retraso, pero había estado con su familia y parecían con muy pocas ganas de dejarlo ir. Una sonrisa melancólica se dibujó en su rostro. A veces envidiaba un poco la cercanía que tenían entre sí los miembros de la familia Shim. En su caso, sólo Junsu había mantenido contacto con él desde que decidió vivir con Yoochun. Es decir, no es que sus padres lo negaran o lo desconocieran desde entonces, pero nunca fueron muy cariñosos con él, y después de lo de Yoochun, menos. Se podría decir que sus padres habían sido eso sólo para las cosas materiales.
Jaejoong odiaba pensar en esas cosas, pero últimamente lo había estado haciendo muy seguido, por más que quisiera evitarlo. Comenzó a sentirse increíblemente incómodo, así que se levantó para irse del lugar cuanto antes. Ahora lo último que pasaba por su mente era Changmin, simplemente había cosas que no podía reprimir, y lo que sentía cuando pensaba en sus padres era una de ellas.
Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que caminaba justo hacia otra persona que en ese momento salía del local. No fue tan grave el golpe como el hecho de que café un poco caliente callera sobre él.
—¡Por Dios! ¿Está bien? —escuchó que le decía la otra persona, pero Jaejoong no pudo ni contestar, principalmente por el shock—. Lo siento, de verdad. No me fijé por dónde venía.
—¿Ya estás causando problemas? —dijo otra persona acercándose a ellos.
—¡Hyung! Fue sólo un accidente —respondió el joven, girándose luego hacia Jaejoong—. ¿Se encuentra bien?
Jaejoong se las arregló para salir de su estupor lo suficiente como para ver la cara de las personas frente a él. Eran dos hombres, uno más alto que el otro. El más bajo fue quien había chocado con él.
—Sí, estoy bien —dijo débilmente.
El otro chico hizo una mueca y lo hizo sentarse en la silla más cercana. Corrió dentro del local y poco después volvió con algunas servilletas, ayudando a Jaejoong a secar su ropa. Jaejoong lo detuvo y comenzó a hacerlo él mismo.
— De verdad perdón —dijo el otro cuando la mancha de café en la camisa de Jaejoong se negaba a salir—. Puedo comprarle otra —agregó débilmente.
Jaejoong no dijo nada por un momento, pero sentía el enojo crecer dentro de él. Estaba a punto de soltar un comentario agresivo, pero las siguientes palabras de parte del otro chico lo detuvieron en seco.
—Podemos hacerlo, ¿verdad Yunho?
¿Yunho?
La vista de Jaejoong se desvió hacia el más alto, tratando de reunir todo lo que en su mente había de información acerca de cierta persona. Sería mucha casualidad, ¿no?
Es decir, ¿cuántas personas llamadas “Yunho” puede haber en el mundo?
—¿Por qué siempre soy yo quien termina pagando tus platos rotos, Donghae?
—Porque aquí tú eres el niño rico —respondió Donghae, y Yunho rodó los ojos—. Además, me quieres mucho como para negarme algo.
Yunho rió de buena gana por eso, extendiendo una mano para revolver el cabello de Donghae. Jaejoong sólo los miraba, totalmente confundido. Yunho pareció notarlo, por lo que, dejando de reír, se acercó a él y le extendió la mano.
—Jung Yunho, mucho gusto —dijo cuando Jae correspondió el gesto—. Y él es Lee Donghae. Es cierto lo que dice, podemos comprarle otra camisa. Por favor, venga con nosotros.
De algún modo Jaejoong logró reprimir una sonrisa cuando escuchó el nombre del más alto. Parecía que las cosas le iban a resultar mejor de lo que había pensado. Tal vez ahora ya ni siquiera necesitaría seguir con Changmin, si todo salía bien.
—Kim Jaejoong, un placer. Y la verdad se los agradecería mucho —dijo, sonriendo de la mejor manera que sabía.
Los tres se encaminaron a la tienda de ropa para hombres más cercana, y Jaejoong no perdió oportunidad de dejar entrever un ligero interés en Yunho. Sus sonrisas eran más amplias cuando hablaba con él, logrado que Yunho se cohibiera un poco en su presencia.
—¿Es idea mía, o ese chico Jaejoong te está coqueteando? —dijo Donghae cuando Jaejoong fue a uno de los probadores a cambiarse.
—Vaya, yo creí que estaba alucinado —respondió Yunho—. ¿Qué estará pensando?
—Yo creo que ya hasta emanas vibras gay, hyung.
Yunho eligió responder eso con un fuerte golpe en la cabeza de Donghae. El menor gritó indignadamente, pero no hizo nada más que mirar duramente a Yunho. En ese momento Jaejoong regresaba de los probadores, hablando por su celular.
—Sí, la tienda que está a un lado —decía—. De acuerdo, te veo afuera.
—¿Listo? —preguntó Donghae cuando Jaejoong cortó la llamada. Jae asintió, con la vista fija en Yunho, quien desvió la mirada hacia otro lado.
Después de que Yunho pagara por la ropa, los tres salieron del lugar con Donghae intentando llevar una conversación con Jaejoong, sin mucho resultado.
—Bueno, Jaejoong-sshi —dijo Hae una vez que estuvieron en la calle—, fue un gusto conocerlo, y de nuevo una disculpa por lo del café.
—Ah, no hay problema —dijo Jaejoong de inmediato. Pero me preguntaba… Yunho-sshi…
—¡Jaejoong-ah! —gritó una voz llamando la atención de los tres.
Yunho hizo un sonido de sorpresa y Donghae lo volteo a ver con una ceja enarcada. Jaejoong casi dejaba escapar un bufido de inconformidad, pero se contuvo a tiempo mientras el recién llegado se acercaba corriendo.
—Perdón por llegar tarde —dijo Changmin entrecortadamente por el esfuerzo de la carrera—, pero ya sabes cómo es mi papá. Quería…
—¿Changmin-ah? —interrumpió Yunho. Donghae levantó las cejas y volteó a ver al menor con renovado interés, sonriendo de lado.
—¿Yunho hyung? —dijo Changmin, para luego voltear a ver a Jae—. ¿Ya se conocen?
—Nos acabamos de conocer —respondió Yunho suavemente.
Aunque sus reacciones de “quinceañera enamorada”, según Heechul, estaban desapareciendo, aún había momentos en los que no podía controlarlas. Por ejemplo, cuando veía a Changmin inesperadamente o de una forma diferente a la usual. Ambos casos ocurrían ahora. Era domingo, así que no tenía pensado ver al menor hasta el día siguiente, y además, era la primera vez que lo veía vestido con ropa casual. Había pensado que era imposible que Changmin le gustara aún más, pero descubrió que estaba totalmente equivocado.
Yunho recorrió con la vista a Changmin, como lo había hecho aquella primera vez. Había otro momento en que sus reacciones lo superaban, y eso era cuando tenía ensoñaciones o pensamientos con el menor. Eso le ocurrió ahora, porque nunca antes había sentido tantos deseos de tomar al menor entre sus brazos y besarlo hasta que se olvidara de cómo respirar.
A duras penas logró contener el sonrojo que sentía acumularse en sus mejillas, que quedó reducido a un apenas perceptible tono rosa. Y agradecía que el sol de la tarde estuviera justo sobre ellos, porque tal vez eso podría darle alguna justificación. La suave y callada risa de Donghae le demostró que a él al menos no lo había engañado, pero los demás no parecieron darse cuenta.
Lo que Yunho no sabía era que Jaejoong tampoco había sido engañado.
Jaejoong había visto el cambio en los ojos de Yunho cuando Changmin se acercó a ellos, había visto la manera en que lo había recorrido con la mirada, había notado el color de su rostro, y reconocería esa clase de señales en cualquier lugar. Una sensación desconocida se le asentó justo en la boca del estómago, y la sonrisa que tenía se borró de inmediato, reemplazada por un casi seño fruncido.
—¿No vas a presentarme, Yunho? —dijo Donghae de repente sacando al mayor de sus pensamientos. Changmin notó por primera vez su presencia.
—Ah, claro —dijo Yunho aclarándose la garganta—. Changmin, él es Lee Donghae, un amigo mío desde la universidad. Hae, él es Shim Changmin, mi… asistente —terminó, bajando la voz apenas un poco.
Jaejoong apretaba los puños inconscientemente mientras seguía de cerca cada movimiento de Yunho cerca de Changmin mientras el menor intercambiaba saludos con Donghae. Toda idea de tratar de conquistar a Yunho se había evaporado por completo de su mente. Todo lo que quería ahora era alejar de inmediato a Jung Yunho de Changmin.
—Ustedes dos se ven muy bien juntos —dijo de repente Donghae mirando a Yunho y Changmin cuando el mayor dijo algo que causó que el otro riera.
Yunho lo volteó a ver con una mirada amenazante y Changmin dejó de reír y desvió la mirada. Jaejoong sintió deseos de golpear a ese tal Donghae sin descanso. Yunho comenzó una leve discusión con su amigo y Changmin los miraba divertido.
—Changmin-ah —dijo Jaejoong tomándolo de la mano. Yunho dejó de pelear para voltear a verlos.
—Cierto, ¿cómo se conocen ustedes, Min? —preguntó. Jae endureció su mirada—. ¿Es tu amigo?
Changmin abrió la boca para contestar, pero Jaejoong fue más rápido que él. Rodeando la cintura de Changmin con un brazo y atrayéndolo hacia él, Jaejoong miró a Yunho directo a los ojos, sonriendo victoriosamente.
—Somos más que amigos.
Yunho abrió los ojos enormemente cuando comprendió el significado de las palabras de Jaejoong, Changmin clavó la vista en el suelo, sonrojándose violentamente y Donghae soltó un sonido de sorpresa.
Un silencio incómodo siguió a eso. Ninguno decía nada, más que nada por la misma tensión del ambiente. Al fin, Donghae se aclaró la garganta y habló.
—Yunho, ¿me prestas tu celular para hacer una llamada?
Yunho hizo lo que le pidió casi en piloto automático, aún en shock por lo que acababa de escuchar. Cuando recibió el teléfono, Hae se alejó de inmediato. Changmin comprendió lo que Donghae trataba de hacer, y supo que era lo mejor.
—Jaejoong-ah —dijo mirando al mayor y tomando sus manos—, ¿puedes darnos unos minutos, por favor?
Jaejoong sintió una punzada en el pecho, pero la ignoró inmediatamente. Lo último que quería era dejar a Changmin solo con Yunho, pero sabía que no le convenía armar una escena ahí, así que contra su voluntad, sonrió, pero no se quedaría tan tranquilo así como así.
—De acuerdo, pero no tardes mucho, ¿sí, amor? —dijo. Luego, tomo el rostro de Changmin con ambas manos y lo acercó hasta que sus labios se unieron.
Jaejoong besó a Changmin con desesperación, Changmin le correspondió de inmediato, pero de una forma más reservada. Poco después el mayor entreabrió los ojos, no lo suficiente como para ser notado, pero sí como para permitirle ver la expresión triste y adolorida de Yunho.
«Así es, Jung Yunho. Que te quede claro que Shim Changmin es mío» pensó mientras sonreía.
uy~ aqui huele a celos~ loselotes Jae~
ResponderEliminarm... y Yoochun esta enamorado del dolphin :3 omg... espero la conti, aunque no se cual couple me gusta mas si el HoMin o el JaeMin XD
k malo jae ahora si te interesa vdd? pero buenoo k se ppooone sii mas drama XD por fis conti rapidinnnnnnnnnnn duran muuuuuuucho
ResponderEliminaraaaa jae sintio celos que hasta se le olvido iba a intentar conquistar a yunho jaja
ResponderEliminaryoochun quiere a junsu
wow esta muy bueno
por que aces sufrir al oppa asi!!!
ResponderEliminarnoooo.... yunhito bonito de mi vida qedate conmigo si es necesario....qe mala persona...qe no sufra yunho...no me importa la pareja...(la vdd si ¬¬)
pero qe yunho no sufra asi...kim jaejoong...cada dia te odio mas ò.ó...
me encanto el fic!!!!!
ah jae ahora si me dejo soprendida jojojo pues has trio jajjaa yunjaemin jjajajaja ya que pues quien no puede negarse a min estan hot jejeje y yoochun floreciendo su amor asi junsu jejee pobre de el si se entera jae ummmm
ResponderEliminarAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!
ResponderEliminarme encanto todo el fic!!! y me muero por ver la continuacion *w*
señorsito ame a yunho!!! y me dan unas ganas de patear a jae en principio ¬¬ pero ahora igual le gusta...bueno a quien no!! xDDD
me muero por seguir leyendo!!! por favpr continualo T_T
KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarQ capitulo tan intenso, espero que Min se qd con Yunho, se lo merece. Jae es muy malo al utilizarlo al pq d esa manera. Aunq al parecer sta empezando a sentir "cositas" x Min jajaja
*_* Continualo pronto, plis. Quiero seguir leyendo tu increible fic!!
me encanta min, con razon Jae no se resiste aunque lo niegue
ResponderEliminarpobre yunho se tiene que aguantar esas escenas
hay un yoosu paralelo y apariciones de suju, este fic tiene todas las couples q me gustan pero prefiero el jaemin <3
continualo porfis