Marionette cap 5

“Los días más felices de mi vida.”

“Hoy al terminar la función, un hombre vino a buscarme; lo note de inmediato pues el estaba en primera fila viendo el espectáculo. Al principio no sabía que era lo que estaba mirando, si la presentación que hice con las marionetas o a mi. Me intimido tanto que por accidente tire una de ellas, por suerte pude reponerme pero el fue el único que no se río cuando se me cayo, su mirada era tan penetrante y una sonrisa en su rostro se dibujo al verme. Eso me asusto un poco.”

Yoochun seguía intrigado, leyendo aquellos viejos pedazos de papel; la escritura era poco legible, y el papel estaba en muy mal estado. No sabía cuanto tiempo el diario estuvo oculto pero sentía que si pasaba muy rápido las hojas estas iban a romperse y hacerse polvo.

“Cuando estaba quitándome mi traje, ese sujeto entro de golpe a mi carpa. Me asuste mucho, creí que era mi jefe para golpearme de nuevo, en especial por haberme equivocado pero era ese joven y solo se volteo algo avergonzado al verme, lo supuse por el color de sus mejillas. Dijo que lo disculpara, que no era su intención haber entrado de es manera, yo solo asentí varias veces y con mi frágil y torpe voz le dije que no había ningún problema.

Comenzó a elogiarme muchas veces acerca de mi espectáculo, diciendo que era el que mas le había gustado, me pregunto si estaríamos mucho tiempo a lo que le respondí que si, pues habíamos tenido mucho más publico de lo que habíamos contemplado.

Me dio risa su comentario pues menciono que el vendría todos los días si yo actuaba, no pude contenerme y solo me reí frente a él, poco después me disculpe y le dije que siempre lo hacia, jamás faltaba a una función. Fue entonces cuando yo fui el que se ruborizó. ‘Que hermosa sonrisa’ comento y sinceramente no supe que decirle.

Dijo que era francés, aunque no lo parecía y que lo que haría era algo muy normal para él; tomo mi rostro y me dio un calido beso. ¡Por Dios! todavía me sonrojo al sentir sus suaves labios sobre los míos, sentí como mi rostro se volvía mas calido y sonreí como un idiota. El lo hizo, pero no parecía un idiota… se despidió y salio de la carpa, aun sigo tocando con la yema de mis dedos estos labios tocados por otro hombre.”

“¿Ese sujeto?... acaso será Yunho?” medito Yoochun un tiempo mientras, pasaba las paginas… la mayoría seguía diciendo lo mismo. Hablando de las experiencias que tenía, de cómo poco a poco Jaejoong se sentía intimidado y algo confundido por ese sujeto.

“Yunho nuevamente me visitó, por alguna extraña razón me siento feliz al verlo cada que viene solamente para estar un rato conmigo. Platicamos infinidad de cosas, me contó que es abogado, le encanta debatir, leer sobre leyes y ayudar a los demás. Aunque le molesta cuando tiene que defender a los sujetos que son crueles. Me dijo que tiene 22, por un momento lo creí mas joven…

Mi pecho duele cuando no lo veo en todo el día, pienso en el cada segundo que pasa; cada que barro las hojas o ayudo a Tae Lee a preparar su espectáculo sigo recordando cada uno de sus gestos. Su sonrisa que me tranquiliza, aquellos hermosos ojos en los que me pierdo y… Sigo sin entender por que me expreso así de un hombre. Estoy confundido… no se que pensar”

Yoochun se percato que aquella hoja donde la tinta estaba bien marcada habían pequeños círculos, los rasco un poco pensando que el lo había ensuciado, pero esas manchas seguían ahí. Con el papel se hicieron amarillas y eran muy pequeñas, además el papel estaba arrugado en esa zona.

“¿Estabas… llorando?... ¿porque llorabas Jaejoong? ¿Duele el amor?” El pelinegro sintió lastima por el Pierrot, sentía que todas esas palabras le eran transmitidas, de hecho imaginaba cuando el estaba escribiendo eso de forma muy pausada. Miraba a un Jaejoong pensativo, confundido por sentir una enorme felicidad al estar a lado del castaño pero triste por no saber que era lo que estaba sintiendo, algo totalmente nuevo para él.

Mientras más leía Yoochun entendía poco a poco lo que sufría el chico, él también se sentía confundido pues deseaba a alguien a quien amar y que realmente le correspondiera. Por fin el pelinegro abrió su corazón y acepto que el realmente tenía miedo a amar a alguien por que creía que lo traicionarían.

“Jaejoong… se como te sientes… el miedo a que alguien solo juegue contigo, te humille y olvide para siempre. El temor a no ser correspondido.”

Pero con forme seguía la vida del arlequín se percató que en realidad todo giraba de maravilla, aquel castaño todos los días iba a verlo y cada capitulo de su vida tenía algo nuevo que contar. Imaginaba como Yunho siempre ponía de excusa de ser francés para besarlo, diciéndole que quería estar con él solo para que le enseñara los trucos de las marionetas.

“¡Me he dejado timar! Me confesó que no es francés, pero que tonto soy… me pidió disculpas hoy… pero yo he dicho algo que jamás creí decirle. Le dije que no me importaba quien era, quería que siguiera besándome.”

Carcajeando, el moreno solo comenzó a dar ánimos a lo tonto, hablando en voz alta y diciendo cosas como ‘Muy bien Jae’ o ‘¡Picarón!’ inclusive le había puesto un diminutivo, pues se encariñaba de aquella esencia inocente.

“Ya no puedo ocultarlo más, por mucho que me siga diciendo que todo esto esta mal, que solo me estoy dejando llevar por las apariencias… es inútil. Esta noche, tomare la decisión mas difícil de toda mi vida; aún sigo temblando por que no sé realmente que decirle o como hacerlo. Sudo en frío y trago mucha saliva tratando inútilmente controlar mis nervios. Espero que hoy tenga el suficiente valor para lo que voy a hacer.”

Al leerlo quedo boquiabierta pues no podía creerlo, lamió sus labios, indeciso de cambiar la siguiente página, tenía miedo de saber que era lo que había pasado y antes de seguir su lectura comenzó a sacar conclusiones.

-¿Le dirá a Yunho que lo ama?- comenzó a juguetear con sus dedos al dar un largo suspiro –Hay Jaejoong, Jaejoong….- se llevo sus dos manos tapando su nariz y su boca y se hizo hacia atrás mientras suspiraba nuevamente.

-Digo, el le dijo que era francés para tener una excusa de besarlo del diario… ¡Pero por Dios, el no lo parece Jae!... pfff… Y si… Yunho mato a Jaejoong por que lo engaño… al leer todo esto- hojeo rápidamente aquel libro maltratado – Es evidente que lo amaba; lo que hizo por él. Todos los días, Yunho siempre buscaba una forma para abrazarlo y estar a su lado- Bajo la mirada un poco y busco una por una la hoja donde se había quedado.

“Como deseo…” –suspiro- “…que alguien me ame como él lo hacia”

Yoochun apretó sus puños un poco y cerró los ojos, ahora él era el confundido… pues aunque no lo conociera comenzaba a sentir algo especial por el castaño y mucha envidia por el moreno. Pensó que ese chico de aspecto inocente era poca cosa para él.

“Si lo engañaste, realmente merecías morir por haber traicionado a alguien tan especial como Yunho”

Se asusto un poco con lo que pasó por su cabeza, trago saliva y abrió los ojos de golpe; golpeándose varias veces en la frente, decidió seguir para ver que era lo que realmente iba a pasarle al Pierrot. Fue entonces cuando en su interior se había quebrado algo… quizá ¿Su corazón?

“…Hoy, le dije todo lo que sentía por él inclusive, lloré… no pude articular bien las palabras, titubeé cuando le dije que me gustaba… comencé a gimotear al decir que lo amaba y que me perdonara por tener sentimientos tan estúpidos, pero que eran inevitables. Dije todo, absolutamente todo lo que sentía.

Cubrí mi rostro con mi brazo derecho y seguí llorando como un pequeño niño, le dije que estaba loco por él y que mi vida ya no era la misma si el no estaba conmigo, inclusive le dije que solo me robaba el sueño. Apenado, Salí corriendo… como siempre huyendo de lo que mas temía. El rechazo.

Cuando menos sentí, sujeto de la muñeca y me llevo hacia él para no poder moverme, me abrazo desde la espalda. Mi corazón se acelero, creí que sufriría un paro cardiaco pues escuchaba los latidos de mi corazón con fuerza. Él se acero a mi oreja y me susurro suavemente ‘Yo también te amo’

Aun no lo creo, escribiendo esto, sigo temblando de verdad… no lo creo, me pellizco y golpeo para saber si eso fue un sueño ¡y para mi suerte no lo fue! Cuando menciono eso yo solo llore y presione con fuerza mis dientes y entrecerré mis ojos, no podía ver pues mi visión se hizo borrosa por las lagrimas, sentía mi rostro caliente y las lagrimas brotaban tan rápido. Lo siguiente pasó como un parpadeo.

Me volteo hacia él, tomó mi rostro y me beso de la maneras mas dulce que alguien se puede imaginar, aquel beso se prolongo por segundos, pasando a minutos… él quería algo mas, lo sabia, pues metió su lengua jugando con la mía, sigo sintiéndome avergonzado ya que torpemente le correspondí.

Tengo la fragancia de su colonia en todo mi cuerpo, y sus calidos labios en los míos… no se van y no quiero que se vayan. Por primera vez en mi vida… soy feliz, tanto que no crea que sea verdad…”

Yoochun rozó sus labios con la yema de sus dedos y cerro sus ojos, imaginándose aquel tierno momento; en su mente, los imaginaba en una playa desierta en el ocaso. Como si se tratase de una novela romántica. Aunque en las demás páginas le faltaban detalles de sus días con el castaño los cuales recalcaba que jamás los olvidaría y que todos eran muy especiales, él pelinegro conmocionado entendía perfectamente que eran los días más felices de su vida.

Algo atrajo la atención del lector y es fue que en la ultima pagina solo decía “Yunho… perdóname” la frase se encontraba en el centro de la hoja, parecía que había llorado pues habían pequeños círculos así termino el diario dejando muchas hojas en blanco. Eso lo intrigo todavía más.

“Creo que es hora de hablar con Yunho”

Cerró el diario y tomo aquella llave de bronce, la guardo en su cajón junto con todo lo demás y decidido para ir mañana a buscar a ese sujeto, aunque sabía que no sería fácil. Encontrarlo y hablar con él de Jaejoong.

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