KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Our Love is True cap 10.2

user posted image
El tutor part. 2


-hhmm… -gimió el pequeño al sentir como el mayor bajaba por su cuerpo besando y lamiendo todo este

La lengua del pelinegro se encontraba lamiendo el ombligo del chico mientras sus manos tocaban las morenas piernas de Changmin. Todas aquellas caricias provocaban tantas cosas en su cuerpo, era extraño, no sabía cómo explicarlo pero no podía más que temblar, gemir y jadear. Los escalofríos, las cosquillas, toda la electricidad que recorría su cuerpo llegaba hasta los puntos más sensibles de su cuerpo, de su pequeño y aun frágil cuerpo.

Esa era la primera vez que alguien lo tocaba de aquella manera, era la primera vez que sentía tales cosas, y claro estaba asustado, aun así no podía estar más feliz de que fuese con el pelinegro con quien lo hiciese porque si de algo estaba seguro, era del amor y la confianza que el tenia. El mayor de los chicos estaba más que concentrado en lamer y succionar la piel del moreno, al igual que el pequeño, esa era la primera vez que lo hacía con un hombre, pero sabía que no era cualquier chico, era Changmin un niño de aun 14 años, se sentía mal, claro, pero la pasión, el placer y el ahora amor que sentía por el joven Shim, eran mayores, no podía detenerse si en aquel momento se había hecho en un adicto.

-Min… Ho… -gemía el menor al sentir como este bajaba su pantalón sin detenerse. Ahora ya no había punto de retorno y las dudas comenzaban a desaparecer de su mente

-relájate… solo relájate… -susurro en el oído del menor notando aquellos estremecimientos en el pequeño

-mmh… hhm… Lee estoy asustado…

-está bien, te entiendo… sabes que me detendré si me lo pides, si no… solo relájate, déjame hacerte sentir de maravilla, solo déjame demostrarte todo lo que te amo…

-si~

Las mejillas del moreno parecían tomate, no solo lo que decía el mayor le avergonzaba sino también el hecho de estar completamente desnudo ante el profesor.
MinHo sabía que el menor en ese momento no se movería para nada, sabía que no solo era el temor a lo que estaban haciendo en aquel momento, sino también el hecho de no saber qué hacer, como moverse o de plano que sentir, por esa razón el pelinegro comenzó a desnudarse quitando primero su camisa con la mirada fija del menor que no podía estar más rojo que en ese momento. Pronto la prenda gris quedo en el suelo junto con la ropa del menor, sus manos bajaron hasta su pantalón quitando así su cinturón, desabrochando el botón de aquel y bajando el cierre que permitió que aquella prenda se deslizara entre sus piernas hasta quedar en sus tobillos.

Los ojos de Changmin se abrieron como platos mientras observaba el musculoso cuerpo del mayor, era sin duda como la primera vez que lo pensó, perfecto… Sus ojos comenzaron a vagar por el perfecto pecho del mayor, sus pectorales y los músculos de sus brazos, más abajo… más abajo… levanto la mirada clavando sus ojos directamente en los del mayor, ahora sí que estaba aterrado, no podía pensar ni siquiera imaginar cómo aquello siquiera podía entrar en su cuerpo, era demasiado, demasiado grande para poder introducirse en el.

-MinHo -lo miro con los ojos dilatados

-¿pasa algo? –pregunto sin saber realmente la razón por la que el pequeño de repente se había puesto de esa manera, si claro entendía que se asustara ante algo nuevo como lo era el sexo, pero sin duda había algo más que le preocupaba –Min…

-es que… es que… es… es demasiado… grande –susurro la última palabra avergonzado por los pensamientos y preocupación que tenía en aquel momento

-ah… bueno… yo… Changmin no se qué decirte, yo no…

-está bien, igual tengo que acostumbrarme… -sonrió al pensar que esta no sería la última vez que lo harían, claro que no

-jajaja –rio estruendosamente ante aquellas palabras, sin duda ese pequeño y lindo bebo era demasiado pervertido, aunque podía notar que lo hacía inconscientemente –está bien, lindo… pero si te lastimo, tu solo dime

-lo haré…

Nuevamente los besos apasionados comenzaron a surgir entre los dos chicos, tiernos, dulces pero sin duda salvajes, suponiendo que las dos mesclas de edad lograban aquellas unión de actitudes. Changmin se sentía no solo en un mundo completamente distinto, era el más placentero, excitante y erótico mundo que alguna vez haya conocido.

-ahh… -gimió nuevamente al sentir la lengua del mayor rozar su sexo de una forma completamente extaciante

-estas tan duro, Min –sus lengüetazos eran lentos, quería probar cada parte del hombre que ahora sabia amaba, no necesitaba de más pruebas o jugadas del destino para darse cuenta que Changmin se había convertido en su obsesión, en su sueño, en su anhelo… lo quería por completo y lo quería solo a el

-es tú… culpa… MinHo… por favor… ahhm… -y de la misma manera que Lee, Changmin podía entender que aquello era más que una simple manera de desahogar esas ganas reprimidas que tenia, no era simplemente el que aquel joven que lo lamia y besaba de la forma más dulce, fuese perfecto, claro que no, incluso si no lo hubiese sido, Changmin estaba aseguro que se hubiera enamorado


Nunca en mi vida imagine que aria algo así, no como que no hubiese pensado en tener relaciones sexuales con alguien, pero siendo honesto nunca pensé que sería con un hombre, con el hombre más guapo, varonil e increíble que alguna vez haya conocido. No lo puedo resistir, sentir su lengua tan cálida, tan húmeda… no puedo seguir soportando esto, siento que moriré de placer si las cosas siguen así.

-ahhm… hhm… -maldición, seguro que parezco un promiscuo, un desesperado, pero es que MinHo es tan bueno en esto que logra que todo aquello salga de mi

Siento como en ese momento mi sexo es engullido por su húmeda boca, esta succionando de una manera salvaje, placentera, me pregunto si no le dará asco hacer algo como esto, el siempre ha estado con mujeres, seguro que estar conmigo se siento completamente diferente, pero aun así, no quiero que se detenga, no puedo permitir que se detenga. Sus manos acarician mis piernas que cada roce, cada toque con su piel me hace estremecer, esto no se compara a aquellas veces cuando me masturbaba pensado en el, esto es completamente distinto me está haciendo probar del más puro de los placeres y aunque no sea lo correcto, no me importa, ya no me importa nada ni lo que mis padres puedan decir, solo te quiero a ti, solo tócame así.

-ahmm… mas, mas fuerte… por favor… -pido como si de eso dependiera mi vida, y lo es, la verdad que mi vida depende de él, ahora que lo sé no me importaría morir de placer si es entre sus manos, debajo de su cuerpo

Su rostro se levanta y aun que sigue con su trabajo de masturbarme, puedo sentir su mirada en mi, dios me está viendo de aquella manera tan penetrante, no creo poder resistir mas con esto, siento que algo en mi estomago comienza a moverse, en mi vientre bajo, estoy seguro que terminare pronto. El se da cuenta de mi estado, claro con la forma en la gimo de seguro cualquier persona lo sabría. Sus movimientos aceleran, estoy seguro que está desesperado porque lo toque.

-hhmm… ahm… no, no tan… rápido… -le pedí entre gemidos y jadeos, no quiero terminar aun, no lo quiero

No puedo dejar de verlo, pero, dios mío. Siento como me derramo en su boca, mis ojos se cierran inconscientemente, el placer es tan exquisito. Mi cuerpo esta temblando, siento como se mueve, como gelatina seguramente. No puedo respirar, siento que me ahogo, el placer es mayor de lo que yo pensaba y ese hormigueo en mi entrepierna no me ayuda en absoluto, estoy tan agitado.

-Changmin… ¿te encuentras bien? –y todavía preguntas, Como puedo estar bien si siento que moriré, este ha sido el mejor de los orgasmo que en todo mi vida he sentido

-si… estoy bien, pero… -quiero sentirte, muero por sentirte

-¿Qué pasa? ¿No te gusto?

-claro que si… me fascino es solo que yo… yo… bueno quiero que entres… -mis palabras fueron cortadas cuando MinHo se abalanzo a mí, besándome salvajemente, tan deliciosamente

-claro amor, pero… no quiero lastimarte, ¿no hay algo que podamos utilizar como lubricante? –siento como sus palabras son cohibidas, lo entiendo, debe de estarse muriendo de vergüenza al igual que yo

-no lo sé… la verdad no… no se que sea bueno para… eso…

-solo algo para que no esté tan seco…

-pues… a espera –me levante del sillón como pude, mi cuerpo sigue tambaleándose por el pasado orgasmo, dios si así estoy con solo masturbarme, como sera cuando entre en mi, seguro que me moriré –mi padre usa un aceite para las manos… huele muy bien, creo que este puede servir -¿Dónde lo puso? El siempre lo tiene en su escritorio, pero… a espera… -listo, lo encontré

Al regresar al sofá donde estábamos, pude notar su sexo, se venía más grande que minutos antes, me pregunto si no le duele, pero que tonto seguro que debe de estar desesperado por llegar. Sin esperar más abro aquel frasco desesperadamente, no sé cómo le haré, pero tengo que estar listo para que así tú puedas desahogarte. Maldita cosa, al momento de abrirlo y dado que fue demasiado fuerte, parte de aquel liquido se derramo quedando en la alfombra de mi padre, me matara de eso estoy seguro pero que mas da ahora. Me quitas el frasco tan rápidamente que ni siquiera me había dado cuenta hasta cuando siento tus manos recostarme por completo, la alfombra es cálida, no me molesta en absoluto.

Al estar completamente recostado en aquel lugar, puedo ver completamente tu cuerpo, esos músculos, tus brazos, tus labios, todo en ti es encantador. Comenzaste a separar mis piernas, dios lo haría, de pronto comencé a sudar un poco más que antes, veía como el tomaba aquel liquido en sus manos y como colocaba un poco de este en mi entrada, gemí como nunca creía hacerlo cuando sentí como introducías tu dedo índice en mi cavidad.

Un dolor extraño me invadió, mi entrada se oprimía apretando tu dedo que pronto comenzaste a mover, era tan doloroso pero sin duda tan excitante. Tu dedo empezó a moverse en círculos logrando cargas de electricidad por todo mi cuerpo, pero tu parecías tan concentrado en aquello, al momento de abrir mis ojos y verte de aquella manera, lamiendo tus labios me sentí tan… no lo sé, tan deseado, porque era a mí a quien le hacía eso, era a mí a quien deseaba, a quien le hacías el amor.

-relájate, Min… se que estas nervioso, pero relájate… -tienes razón, pero es mi primera vez, me es difícil no pensar en lo tanto que me dolerá

Uno más, tus dedos casi no podían entrar en mi, era muy difícil pero eso no detiene tus movimientos. Ya no puedo más, quiero sentirte, tal vez salir de esto y saber qué es lo que se siente ser tuyo, y que tú seas mío.

El pelinegro saco los dedos de la estrecha cavidad del menor, notaba su cara de dolor y también como la entrepierna del pequeño ya había comenzado a despertar nuevamente “perfecto” pensó el chico. Sacando sus dedos del castaño lo menos dolorosamente que pudo, el chico se coloco encima de este no dejándose caer totalmente en el moreno, su cuerpo se iba acomodando en aquel que era claramente más corto y más pequeño que el suyo.

-estoy a punto de entrar, Min… quiero que te rejales, te dolora pero no durara mucho… -le dije para que se relajara, el respiro nuevamente indicándome que estaba listo, bien ahora si era mi turno para poder introducirme en ti, amor…

-hazlo, por favor… -puedo ver tu rostro de placer que me pone aun mas excitado, pero me duele tanto el tener que lastimarte, lo siento, Minnie –aahhmm!!! –tus gemidos son tan sonoros, no puedo ver bien tu rostro porque yo mismo estoy atrapado en una tormenta de sensaciones, esto es increíble, tu cavidad es tan estrecha que no puedo dejar de gemir… -hhmm… Min… Ho… yo…

Pocos segundos pasan cuando por fin abro los ojos, si lo sabía, tu rostro está completamente desencajado, una de tus manos se aferra a la alfombra mientras que la otra sostiene la pata del sofá tan fuertemente que tus manos se han tornado rojas por la presión que ejerces. No puedo moverme, por ti e incluso por mí, es demasiado difícil hacerlo cuando tu cavidad me oprime de esta manera.

-ahh… -el menor comenzaba a derramar lagrimas, era increíblemente doloroso sentir aquello dentro de su cuerpo. Lee ni siquiera se había introducido por completo pero intentaba hacerlo cuidadosamente, lentamente hasta que por fin llego a un punto profundo –AAHH!!... no te muevas… ya, no te muevas… -rogo Changmin

Lo sabía, sabía que no podría hacerlo, eres demasiado grande no entiendo como tus ex novias han podido soportar esto. Te quedas quieto, después de que entraste por completo en mí, no te has vuelto a mover, mis ojos se abren muy despacio quiero verte, pero me cuesta un poco de trabajo.

Creo que tal vez un minuto pasó cuando por fin pude abrir mis ojos y verte. Estabas ahí con las mejillas sonrojadas al igual que yo, tu ceño estaba fruncido de placer y por lo que puedo sentir el mío se encuentra de la misma manera. El dolor disminuía ahora el ardor había desaparecido solo esperaba a que mi intimidad dejara de palpitar de aquella manera tan, tan dolorosa. ¿Me estás hablando? La verdad no puedo entenderte, siento que mis sentidos han desaparecido a excepción del tacto, sigo sintiéndolo dentro de mí.

-listo –logro decir –por favor… hazlo ahora…

-está bien… si te lastimo, avísame…

No pude más que asentir cuando ya me encontraba gimiendo, su hombría se adentraba en mí lenta pero dolorosamente.

MinHo comenzó a acariciar con parsimonia las caderas del pequeño, estaba tenso pero por suerte no como hacia unos momentos. Una embestida mas, otra, el rostro del menor comenzaba a relajarse, un rojo intenso apareció en su rostro, genial, eso era señal de que lo estaba disfrutando. Poco a poco fue encontrando un ritmo, no era demasiado rápido pero era lo suficientemente bueno para arrancar gemidos de parte de los dos chicos.

-ahh… mmh… hhm… -esto me está volviendo loco, me penetras de esta forma tan deliciosa, pero no sé porque, quiero más, de verdad que muero por obtener absolutamente todo de ti –mas… mas fuerte… -grito mientras me aferro a tu espalda, no podía seguir sosteniéndome de la alfombra necesitaba algo más estable –por favor… -te detienes, seguro que estas confundido, pero el dolor a desaparecido y quiero sentir más de esto

-pero, Min… no quiero lastimarte –me dices entre jadeos, de verdad que nunca podre conocer a nadie más como tú, eres un ángel

-no importa, por favor… dame mas…

No quiero que nada malo te pase, se que aun eres un niño, debes de estar creyendo que soy un pervertido por haberme aprovechado de ti pero eres simplemente hermoso y delicioso. Me muevo más fuerte, mi cuerpo me lo ha estado pidiendo desde hace tanto, quiero hacerte delirar pequeño, quiero que aprendas, que te conviertas en hombre solo conmigo, tal vez suene egoísta, pero así es, no quiero que nadie toque tu cuerpo, no quiero que nadie te mire, que nadie te desee siquiera. Tu cuerpo se mueve con el mío, es el movimiento más delirante que alguna vez haya hecho, tus gemidos llegan a mis oídos sé que esto te está volviendo loco.

-mas… más fuerte, ahhm… mmh… ahmm… -te sostengo con mis dos manos rápidamente te aferras desesperadamente a mi cuello quedando encima de mi miembro, tus gritos incrementan pero eso no es motivo para detenerte, sabes lo que tienes que hacer y comienzas a subir y bajar dejándote caer encima de mi sexo con todas tus fuerzas. Yo también te ayudo, me sostengo de tus caderas para ayudarte con el movimiento mientras intento mover las mías.

Changmin dejo su cabeza en el cuello del mayor intentando que sus gemidos no fueran impedimentos para lamer y succionar la piel que tenía a su alcance, era complicado ya que el placer no le daba chance de hacerle siquiera una marca al pelinegro. El sexo de Min quedo atrapado entre los dos cuerpos, razón por la cual el placer se incremento inesperadamente.

Ya no podía mas, su estomago nuevamente comenzaba a tener aquel hormigueo estaba seguro que en cualquier momento terminaría. Comenzó a moverse más rápidamente impulsándose por las manos del más grande, pero en un momento sintió algo raro en su intimidad, comenzó a arder levemente. Segundos más tarde se derramo por completo dejándose caer en el pecho del mayor, el chico seguía moviéndose tratando de lograr su propio orgasmo, aun que Min ahora solo se dejaba hacer, aquello no era impedimento para que el pelinegro siguiera embistiéndolo.

-hhm… mmh…

-Min… Changmin… hmm… -gimió por última vez al terminar dentro de la pequeña cavidad de Changmin

El pequeño respiraba aun agitadamente, la espalda del mayor había caído por completo al piso llevándoselo también a él, el castaño que seguía aferrado al cuerpo ajeno. Sentía como su cuerpo se movía conforme lo asía el pecho del profesor, estaba tan agotado y por suerte y aunque el miembro del pelinegro seguía en su interior, este ya no se encontraba tan duro.

-¿estás bien Changmin? –le pregunto al notar que su cuerpo no se mueve en absoluto

-no, no estoy bien –murmuraste con la voz cansada, sonreí un poco, claro era más que obvio, intente levantarme, fue un poco difícil ya que aunque tu cuerpo era más pequeño que el mío, eso no quitaba que fueras pesado, poco a poco pude hacerlo hasta que me fue sencillo cargarte para así ponerte en aquel sillón

Estabas tan débil, no podías decir ni hacer nada, de verdad lo siento amor, pero tenía que hacerlo. Estaba más relajado, saber que por fin eres mío sin duda fue un gran alivio, pero casi muero cuando al revisar tu cuerpo me di cuenta que estabas sangrado, maldición en qué momento te había lastimado, intente ver si no había alguna herida en tu cuerpo, tus muslos, tus piernas, espera, si eras virgen eso quiere decir que…

-¿Changmin te lastime? –Te pregunto preocupado, pero seguías sin responderme -¿Changmin, amor?

-me duele un poco… -por fin me miras, luces más que cansado –mi… mi…

-¿me dejas ver? –tus sonrojos son encantadores, eres sin duda hermoso y perfecto

-pero no te vayas a excitar, estoy cansado sabes…

-claro amor… -abro tus piernas para ver de dónde provenía la sangre, si, sin duda era de ahí dentro, al comprobar aquello solté tus piernas acercándome para así poder besarte dulcemente, lo necesitaba y sé que tu también, amor

- fue maravilloso… pero creo que tengo que ir a mi habitación… tengo que dormir y ahora mismo…

-sí, amor…

-y tu vienes conmigo…

------

Las personas caminaban por el salón disfrutando y hablando con sus conocidos. Changmin estaba tan aburrido, odiaba tanto las fiestas de ese tipo, lo único que hacia la gente era estar de pie y criticar a la gente, además de que aun no sabía si MinHo vendría como él se lo había pedido.
Resignado camino hasta la mesa donde se encontraban los bocados, “deliciosos” pensó el menor al ver tantas variedades de comida.

-hola, Changmin –maldición, reconocía esa voz. El menor volteo despacio sin dejar de sostener una pequeña charola donde estaba poniendo su comida

-hola, Bum que milagro verte por acá

-sí lo es, acabo de volver de Londres, ya sabes que Inglaterra es uno de nuestros mejores clientes

-si lo sé, pues que gusto verte supongo que ahora volverás a la escuela, ¿cierto? –no quería ser respetuoso, odiaba al chico era demasiado pretensioso y arrogante, además de que se la pasaba ofendiendo a las personas que a diferencia de él, tenían que trabajar duramente para poder llevar el pan a la mesa

-la verdad es que tengo otros negocios pendientes –“dirás tu padre” otra costumbre del chico era que siempre presumía de su ocupada vida cuando el que iba a trabajar realmente era su papacito

-ya veo, pues es una lástima ya no tenerte con nosotros en la preparatoria, muchas chicas te han extrañado

-¿chicas? Para serte sincero si una chica o cualquier persona me extrañaba, no me interesa… la única, única persona que extrañe –sus pasos se acercaban demasiado al pequeño, este ya no podía caminar dado que la mesa se encontraba justo detrás de su cuerpo –fue a ti, te has convertido en un chico muy guapo, Changmin -Bum estaba en el último grado de preparatoria era mucho mayor que el moreno –me pregunto si a tu padre le molestaría que tu y yo… -más cerca, el chico podía sentir su respiración a pocos centímetros de su rostro

-ya te lo he dicho, yo no soy gay así que por favor… -las manos de Changmin se sostuvieron de la mesa intentado no caer, odiaba que aquel chico se le acercara de esa manera, sabia sus intenciones y era repugnante

-disculpa –los dos chicos observaron a la persona que se encontraba detrás del mayor

-MinHo!... podrías quitarte, tengo que saludar a mis invitados –y así era, aquella fiesta festejaba los 15 años del menor que aunque había rogado a su padre por mas discreción, este había organizado una fiesta con casi todas las familias de renombre ahí en Francia

-claro, Changmin, yo iré a saludar a tu padre…

-ah, MinHo gracias me salvaste la vida, ese tipo es un pesado que se la pasa molestándome –decía resistiendo las ganas de lanzarse a los brazos del más grande

-claro, como se veía que estabas resistiéndote –dándole la espalda al más chico

-Lee… no seas así, es que no podía ponerme tampoco muy grosero, hay demasiadas personas aquí, además… tu sabes que yo solo te amo a ti, no tienes porque ponerte celoso

-yo! Celoso! Por supuesto que no, sabes que, creo que no debí de haber venido, con permiso –maldición, tienes que tener esa maldita costumbre de no ser grosero con los amigos de tu padre, pues sabes que, yo no estoy dispuesto a soportar verte con nadie mas

-espera… no te comportes así –te ves tan hermoso el día de hoy, muero por besarte y hacerte mío como tantas veces, pero tenía que aparecer ese estúpido que ahora habla con tu padre tan… sínicamente

-Min, creo que no es buena idea que me quede aquí, ni siquiera sé porque vine

-porque me amas y hoy es mi cumpleaños… ven te mostrare algo –me tomas de la mano rápidamente y comienzas a correr, nadie nos ve por suerte parece que todas las personas están en sus tan interesantes asuntos

Después de haber corrido por un largo momento los dos chicos se encontraban en el jardín trasero, no podían ver muy bien a las personas que se encontraban en la mansión, así que suponían que ellos tampoco los podían ver claramente. El menor tomo con más fuerza la mano del pelinegro hasta arrastrarlo detrás de un árbol, para ser exactos detrás de muchos árboles, el lugar era hermoso.

-¿y qué hacemos aquí? –le pregunto algo confundido

-pues aquí… me darás mi regalo de cumpleaños –los dedos del castaño comenzaron a bajar por el bien formado y musculoso pecho del pelinegro

-de hecho ya lo he dejado en la mesa de regalos…

-no seas malo, yo se que tu también quieres… si… -nunca puedo resistirme a nada de lo que dices amor, es solo que no creo que hacer algo así en este lugar sea conveniente. Tus labios buscan los míos con desesperación, tu lengua comienza a moverse tan deliciosamente en mi cavidad, no puedo negarte nada.

-pero será rápido y no grites demasiado –veo como sonríes feliz, te acercas mas a mi pegando tu ya bien despierta entrepierna

El pelinegro comenzó a bajar su pantalón quedando este hasta los tobillos, no tenían tanto tiempo como ponerse a acariciar lentamente el cuerpo del otro, por esa razón se fueron a la última fase. Changmin al igual que el chico desabrocho su pantalón retirándolo pero completo de su cuerpo no quería que le molestara a la hora de ser penetrado.

Con cuidado levanto tus piernas para poder dejarlas en mis caderas, sigues comiendo amor, ahora estas un poco más pesado. Te empujo contra el árbol para que me sea más fácil entrar en tu cuerpo. Casi lo olvido, no puedo hacerlo sin antes prepararte. Lamo mis dedos hasta dejarlos completamente mojados y sin esperar comienzo a introducirlos dentro de ti, uno a la vez, hasta que me indicas con tu jadeosa voz, que ya estás preparado.

Nunca me cansare de sentirte en mi, eres tan grande, pero creo que me he acostumbrado con el paso de los meses. Me sostengo de tus hombros para poder impulsarme de estos, poco después de tu intromisión comienzo a bajar y subir tan delirantemente, tan salvaje. Tus manos acarician mi trasero y tus caderas se empujan contra mí, embistiendo mi trasero tan deliciosamente.

-¿Changmin? –escucho como alguien grita mi nombre, maldición es Bum no puedo creer que nos haya seguido -¿estás aquí? –tu mirada es de completo terror, quiero sonreír pero este no es el momento

Con cuidado nos ocultamos un poco mas entre los árboles para que ese no nos vea, es tan excitante hacer esto, aun estas dentro de mí y siento que si no me embistes me volveré loco. Sonrió un poco dejándote confundido, no importa, estoy seguro que él no nos encontrara. Nuevamente comienzo a moverme lentamente, intento no gritar pero me cuesta algo de trabajo. Sus pasos se alejan, genial estaba segurísimo que pasaría esto. Retomas el movimiento nuevamente, yo se que al igual que a mí, a ti también te encanta esta situación, es demasiado erótica.

Minutos después el chico término derramándose dentro de la pequeña cavidad del menor, Changmin hizo lo mismo entre los dos cuerpos manchando un poco la ropa que seguía sobre ellos.

-es mejor que regreses a la fiesta, eres el anfitrión y… -sus labios se vuelven a unir en un apasionado beso

-claro… pero, ya no estás molesto, ¿verdad? –le pregunta el pequeño con un puchero en los labios

-claro que no, amor, no me hagas caso, solo no dejes que ese desgraciado te toque… no me agrada…

-no te preocupes…

De esa forma los días continuaron, a los dos chicos no les importaba para nada esconderse de los padres del más pequeño, disfrutaban cada que podían haciendo el amor o muchas ocasiones saliendo a lugares como al parque, a cenar, a alguna disco. Todo para ellos era perfecto, no necesitaban de nada más ni de nadie para poder amarse como lo hacían.

-Changmin vámonos ya, si tu padre se da cuenta que no estás en casa… no quiero ni pensar lo que te hará…

-pero estamos tan a gusto… vamos, quiero ir a bailar –pedía casi suplicando el más pequeño a su novio

-sí, Min, pero si se enteran que saliste de casa y que saliste conmigo… te juro que no nos ira nada bien –aun que se la pasaba quejando o intentando proteger al moreno, este siempre le ganaba en todo lo que decía, suponiendo que ese era el poder del amor. Sin más y aun pensando que era una completa locura, el chico se dejo hacer por su pequeño tormento, para así bailar hasta que las piernas les doliesen

-no crees que esto es increíble… me siento tan feliz de estar contigo, hace mucho que no salíamos a ninguna parte… -Changmin se movía al ritmo de aquella canción intentando pegarse lo más posible al cuerpo de su chico

-tienes razón, pero sería mucho mejor si no estuviéramos escapando de tu padre… si algún día nos descubre… de verdad que nos ira muy, pero muy mal…

-deja de preocuparte por eso, hemos estado saliendo desde hace meses y el nunca ha sospechado nada, la verdad no creo que lo haga ahora… además eres mi profesor, y por lo que he visto ya te has hecho muy buen amigo de el…

-y no crees que eso empeora las cosas, que dirá tu padre si se entera que TU profesor y SU supuesto amigo, se acuesta con su más preciado tesoro, la verdad no creo que se conforme con matarme, me torturara y… y no quiero ni pensar que te pasara a ti… no quiero que sufras, Changmin… -el mayor paro de bailar para así abrazar posesivamente a su niño como tantas veces lo había hecho

-no te preocupes, lo que importa es que estamos juntos y que nos amamos mucho… lo que importa es que me amas y yo a ti…

-si… tienes razón amor… -sus labios se unieron en un dulce beso que poco a poco se torno salvaje y apasionado, dejándolos sin aire, dejándolos sin palabras

-bien… entonces que te parece si vamos a otro lugar…

-mm… ¿a qué clase de lugar? –pregunto pícaramente, sabia como se ponía el pequeño cuando entraban en confianza, y hacia ya muchos días que no habían podido estar juntos, solos…

-no lo sé… que te parece tu departamento, o podríamos ir al nuevo hotel de la ciudad…

-creo que mi departamento será mejor opción…

-bien, entonces… andando…

Casi tres semanas había pasado después de la última vez que los chicos pudieron estar a solas, el papa de Changmin se había tomado algún tiempo libre para de esa manera pasarla con su familia, su esposa y con sus dos hijas. Todo eso estaba bien, Changmin sentía que era bueno para él y sus hermanas, pero al único que extrañaba en esos momentos era a su tutor privado, su padre le había dado aquellos días de descanso porque según él, debían de estar todo el tiempo perdido, juntos, refiriéndose a las pocas semanas que tenían sus hijas de vacaciones.

-¿Cuándo regresaran al colegio? –pregunto Changmin mas que fastidiado

-acaso ya quieres que nos vayamos… -sonrió una de sus hermanas

-no es eso, es solo que… quería saber cuándo me quedaría sin mis lindas hermanitas, ya saben para preparar algo…

-mm… bueno como sea, en realidad nos iremos en unas semanas más, pero para tu mala suerte –sonrió un poco la chica –papa volverá a trabajar, así que tienes que volver a tus actividades regulares, eso quiere decir que el profesor ese que te da clases privadas volverá y tendrás que seguir encerrado aquí en casa…

-¿enserio? –dijo con los ojos ilusionados

-si…

-ah, bueno… que mala suerte, no… jajaja, tengo que ir a… a un lugar, nos vemos –corrió a su habitación para así contarle a su novio, el cual seguro que se pondría igual de feliz que el –vamos contesta, tonto… contesta…

-diga –se escucho una voz femenina. Changmin casi se pone a llorar en ese mismo instante, pero si algo había aprendido era que no debía juzgar antes de tiempo –bueno!! –insistió una vez mas

-ah, se encuentra Lee MinHo? –le pregunto con la voz quebrada

-sí, claro… MinHo~ te habla un niño –grito aquella mujer

-bueno…

-¿Quién era ella? –rápidamente pregunto el moreno cuando escucho la voz de su novio

-¿Changmin? ¿Qué pasa, amor? –le pregunto inocentemente

-¿Cómo que “qué pasa”? te hice una pregunta, ¿Quién carajos era ella? –pregunto lo ultimo más que enojado, como desearía estar frente a aquel para poder sacarle los ojos, de hecho, deseaba tener a la tipa esa y desgreñarla hasta dejarla sin ni un solo pelo

-eh… Changmin… ella es una amiga…

-una amiga, pues que amiguita tan confianzuda tienes, ¿Por qué carajos contesto tu celular? ¿Y qué hace en tu departamento? –gritaba el menor a punto de colapsar

-Min párale a tu carro, amor –le dijo serenamente –ella es una amiga, me encuentro con otros de mis amigos, si… además no estamos en mi departamento, estamos en una café festejando el cumpleaños de un cuate…

-pero… y porque ella contesto –seguía preguntando ya escuchándose sus sollozos

-Min… no seas celoso, amor… escucha acabo de llegar del baño, deje mis cosas aquí y ella contesto, por favor confía en mí –le pedía tiernamente

-pues si no es cierto eso, entonces ven aquí, quiero verte…

-claro, amor en seguida, solo déjame me despido de mis amigos…

-y no lo haces solo para decirle a esa tipa que ya no podrás estar con ella…

-aff… si quieres le pido a uno de mis amigos que te hable, para que dejes de creerme un mentiroso

-mm… no, está bien, si te creo, pero quiero verte

Media hora más tarde el profesor privado de Changmin ya se encontraba en la casa de este. Sin que nadie se percatara de su presencia se encerró en el estudio con su novio para así poder hablar tranquilamente porque por la cara del menor, sin duda tendrían una pequeña discusión.
Y no se equivoco, al momento en el que su novio cerró la puerta detrás de él, observo como su entrecejo se fruncía y como sus mejillas se sonrojaban, por la molestia seguramente.

-¿Quién era ella? –volvió a preguntar

-amor, ya te lo dije, es una amiga…

-pero aun así no tenía derecho a contestar tu teléfono, porque demonios lo hizo?? –ya un poco mas exaltado y libre de gritarle celosamente a SU hombre

-había ido al baño, deje mis cosas en la mesa en la que nos encontrábamos y ella contesto… nos tenemos la suficiente confianza como para ello, amor no seas paranoico, te juro que lo que digo es cierto, yo nunca, nunca te engañaría…

-pero… es que… aun así no puedo evitar sentirme celoso, yo… yo de verdad te quiero, te amo, y me molesta que todas esas chicas estén sobre de ti… -el mayor se acerco al moreno para poder abrazarlo y hacerle saber que nada de lo que su mentecita loca pensara, se haría realidad

-todas esas chicas no me interesan, Changmin… tu eres el único al que amo, el único al que deseo y el único con el que siempre voy a estar… así que deja de ser tan celoso, y bésame –pidió esta vez con una dulce y tierna sonrisa, cualquier cosa para que Changmin estuviera seguro de su amor, eran bien venidas

-ok, te creo pero… pero… porque no en vez de solo besarnos… vamos a mi habitación –sonrió pícaramente –además aunque me digas todas esas cosas, quiero hacerte saber también… que tu solo puedes ser mío, que yo soy la única persona que te puede llevar hasta el cielo y que nunca encontraras en ninguna mujer, lo que yo te doy…

-mm… en ocasiones me arrepiento de que hagamos el amor, Min –el mencionado se le quedo viendo confundido –te has vuelto tan pervertido, la verdad creo que te hiciste un adicto al sexo…

-o////O eres un idiota, mejor deja de hablar y vamos ya a mi cuarto, no lo hemos hecho en mucho tiempo y no sabes las ganas que tengo de estar contigo y de que me toques… -se acerco al más alto para poder besarlo apasionadamente mientras el chico lo sujetaba de la cintura, viajando por toda su espalda y bajando directamente a su trasero –hhm… rápido, quiero ir a mi habitación… -rogo nuevamente

-está bien, amor, espero que nadie nos vea…

Y soportando las ganas de tragarse a besos, los dos chicos salieron de aquella habitación para subir rápidamente las escaleras y llegar hasta el pasillo donde se encontraban los cuartos de los Shim [Changmin y sus hermanas].
El menor abrió la puerta rápidamente para adentrarse al cuarto y fue cuestión de segundos cuando el mayor ya lo había aventado a su cama mientras se quitaba la camisa viendo a su novio seductoramente. Changmin se lamia los labios observando atentamente como las manos del más alto se movían entre aquellos botones para deshacerse en pocos segundos de aquella hermosa camisa celeste.

-date prisa… -le pidió el moreno intentando no tocar su dura erección sobre sus pantalones

-relájate, lindo… hagámoslo despacio –seguía moviéndose acercándose cada vez más al filo de la cama

-pero es que ya no puedo esperar… vamos… -sin poder detener ya, comenzó a tocar aquel bulto debajo de la tela de su pantalón, era tan delirante

-no hagas mi trabajo, cariño… tu espera unos segundos y pronto are que grites como loco…

-mira ahora quien es el pervertido… ya no puedo esperar más… quiero sentirte, así que date prisa…

-----
-¿Qué paso con lo que te pedí? –hablo el señor Shim fuertemente

-lo tengo, señor… aun que la verdad no sé si sea buena idea mostrárselo –dijo el chico joven de no más de 25 años, empleado de confianza del señor

-tú a mi no me dices que hacer… ahora mismo quiero que me muestres lo que conseguiste, así que hazlo –ordeno ya un poco molesto. El chico suspiro y saco el video de su mochila

-lo pondré… -y antes de hacerlo cerró la puerta y bajo el volumen del aparato –aquí va…

En la pantalla de repente aparecía una habitación, ¿de quién demonios era eso? Pensó el señor Shim, pero qué más daba, lo único que quería era ver qué era lo que le pasaba a su hijo.

-me fue difícil entrar ese departamento, creí que sería de utilidad ya que en todas las ocasiones que seguí a su hijo, el estaba con ese joven –estiro la mano para que viera la cara del chico –así que entre a su departamento y coloque la cámara

-bien, pues creo que nada funciono porque ahí… -antes de que pudiera terminar un ruido se escucho proveniente de la cinta, dos jóvenes entraban besándose y tocándose locamente a aquel lugar, mientras se dejaban caer en la cama sin ningún miramiento -¿Qué demonios es eso? –pregunto el mayor

-eso fue lo que descubrí, señor… -adelanto la cinta en el momento que aquellos cuerpos se unían apasionadamente, la imagen era un poco oscura, pero claramente se notaba lo que aquellos jóvenes hacían

-y… pornografía, eso es… mira yo te contrate para que me dijeras qué demonios pasa con mi hijo, no para que me trajeras ese tipo de porquerías –gritaba molesto casi queriendo golpear al pobre hombre

-es que, señor… los chicos de esa cinta son… el joven Lee y su hijo –soltó por fin

-¿Qué?... ¿Qué dijiste?

-que el chico que… que esta con este joven es su hijo…

Nuevamente el rostro del mayor volteo asía la pantalla, dándose cuenta de que el cuerpo que estaba… siendo penetrado [u///u la cruda verdad] era el de su hijo, aquel chico era su hijo, su único varón. Y estuvo 100% seguro de esto al momento que el pequeño volteo su rostro justo asía la pantalla, con los ojos cerrados claramente, las mejillas sonrojadas y aquella expresión de completo placer. Esto debía ser una broma…

-tiene que ser una broma… -susurro el hombre, sus piernas se sentía tan ligeras y su cuerpo tan pesado que creía podría desbaratarse en ese momento

-no es una broma, señor… su hijo es gay, y tiene una relación con el joven Lee MinHo…

------

-¿estás bien, Min? –pregunto el mayor al ver que su novio no decía palabra alguna, mientras intentaba regularizar su respiración

-sigues siendo un bruto… -sonrió un poco –tengo frio… -y como si de una orden se tratase, MinHo tomo la sabana que se encontraba bajo sus cuerpos para poder tapar un poco el delicado cuerpo de su novio

-esto ayudara…

-te amo…

-yo también te amo…

Los dos chicos cerraron los ojos esperando dormir un poco, Changmin recostado sobre el pecho de su amante, MinHo tomando posesivamente la cintura de su pequeño esperando conservar ese amor que se tenían por siempre, por toda la eternidad.

-----
Su auto se detuvo frente a su gran mansión, estaba que echaba chispas del coraje, quería matar a cualquiera que se le cruzara en aquellos momentos. Casi tumba a la sirvienta cuando esta le abrió la puerta, pero no se detuvo a pedir disculpas ni mucho menos, subió las escaleras molesto esperando encontrarse con su hijo para así saber qué demonios estaba pasando, o para por lo menos desquitar su coraje.

-señora… si su esposo acaba de llegar, está hecho una fiera y se dirige a la habitación de su hijo –convencida de que era así, ya que las otras chicas se encontraban con la señora Shim –creo que es mejor que venga…

-sí, voy asía haya… vamos chicas –le hablo a sus dos hijas que conversaban simpáticamente con la secretaria

Y ahí estaba, frente a la puerta de su hijo, respiro un poco, tenía que tranquilizarse, pero las ganas de ahorcar a Changmin eran mayores así que entro a la habitación encontrándose con la escena más repugnante que alguna vez sus ojos hayan podido ver. ¿Cómo podían estar de aquella manera en su casa, en la cama de Changmin? Se preguntaba al verlos dormir plácidamente.

-MALDITO IDIOTA!! –exploto el señor logrando que las dos personas en la cama despertaran

-¿papa?...

-TU CALLATE… -le hablo fuertemente mientras caminaba casi corría al lado donde se encontraba el mayor – y tu maldito, perro… esta me la vas a pagar!! –grito tomándolo del cuello apretándolo con todas sus fuerzas para después depositar un fuerte golpe en su mejillas –como te atreves a hacerle algo así a mi hijo!! Imbécil, te voy a matar!!

-Noo!! –Grito Changmin tomado como pudo las sabanas para poder colocarse frente a su novio –no le hagas nada –lloraba y gritaba intentado hacer entrar en razón a su padre

-Cállate mocoso insolente!! –escupió abofeteando al moreno –tú no tienes derecho a decir nada!!

Y todos aquellos gritos alertaron a los guardias y personas que se encontraban cerca, subieron a la habitación encontrándose a Changmin envuelto en las sabanas y al señor de la casa golpeando al otro joven sin compasión mientras este no hacía nada por detenerlo. No necesitaban ser muy inteligentes para darse cuenta de lo que estaba pasando en esos precisos momentos. Y claro que iban a ayudar al señor Shim, así que comenzaron a golpear a aquel pobre chico entre esos tres fuertes guardias y un muy disgustado padre.

-BASTA!! POR FAVOR DETENGANSE!!! –pedía el menor sin obtener lo que deseaba –basta…

En ese momento aquel hombre vestido de negro, se alejo un poco tomando una de las lámparas que adornaban la habitación. Changmin vio aquello y rápidamente corrió a proteger al amor de su vida en el momento que aquel hombre dejaba toda su furia en un golpe que logro el moreno se callera al piso con algo de sangre en el rostro.

-imbécil… déjalo en la cama –ordeno el dueño de la casa –y a este… llévenlo afuera, le daremos una lección que nunca olvidara –todos obedecieron, salieron del lugar dejando solo al joven Shim el cual fue acompañado pronto por su madre y sus hermanas

------

¿Cuánto había dormido? Un día entero…
Se sentía tan mal, tan mareado…

-Changmin… Changmin estas bien –le preguntaba su madre más que preocupada

-que… ¿Qué me paso?...

-hijo… has estado aquí por casi tres días, nos tenias súper preocupadas… -¿tres días?

-Min… Ho… ¿Dónde está MinHo? –grito, su corazón latía fuertemente que parecía saldría de su pecho

-el… no lo sabemos, hermano…

-MinHo… MinHo!!! Quiero verlo ¿Dónde está?... mama quiero ver a MinHo!!! –se quito las sabanas de encima queriendo salir de aquella maldita habitación, pero era imposible, aquellas personas le sostenían fuertemente mientras lo dejaban caer nuevamente en aquella cosa –no me pueden tener aquí… quiero ver a MinHo!!!

-CALLATE!! –Grito de repente su padre que acababa de entrar a la habitación –no digas ni una sola palabra, Changmin… ese imbécil ya se encuentra muy, muy lejos de aquí –sonrió maliciosamente

-¿Qué le hiciste?!! ¿Qué demonios le hiciste?!!... –comenzó a llorar y sollozar fuertemente, lo único que quería era salir de aquel lugar y ver a su novio

-no lo mate –le contesto –pero si lo mande a otro continente… así que relájate, hijo… no volverá a molestarte, o… esta vez sí lo mato…

-… ¿Dónde está?!! Quiero verlo…

-ya te lo dije… después de golpearlo… lo mande desaparecer… no lo sé, tal vez lo enviaron hasta África, tal vez América… incluso pudo ser aquí mismo en Europa… pero, pero de lo que estoy seguro, es de que en Asia no está… porque en cuanto salgamos de este maldito hospital, te irás conmigo a Korea, me entendiste!!

-VETE AL DIABLO!!! –una bofetada fuerte en sus mejillas izquierda

-a mi me respetas jovencito, así que como te acabo de decir… te vienes conmigo a Korea, y eso es todo…

Y pasaron algunos meses antes de que eso pasara, porque Changmin parecía muerto en vida y se la pasaba encerrado en su habitación recostado en su cama sin hacer nada, respirando el poco aroma que le quedaba a él, recordando las interminables entregas que tuvieron en aquel lugar… ya no podía ni siquiera llorar, todo en el estaba completamente seco y lo único que deseaba era morirse, pero era tan débil, porque tenía la esperanza de que un día de esos llegaría MinHo por él y le diría que todo estaba bien, se irían lejos de su padre, lejos de todas esas personas que odiaba… como los odiaba, como se odiaba y como también odiaba a MinHo, por no estar en esos momentos, por haberse ido…

Poco después volvió a sus actividades normales, la escuela estaba a punto de terminar así que por lo menos quería estar bien en eso. Su madre estaba cansada de verlo de aquella manera, llegaba sin decir nada, se iba sin decir nada, no recordaba que hubiese hablado con su hijo desde aquel día en el hospital, ni siquiera de comer le pedía, las sirvientas se encargaban de eso… todo estaba mal. Y las cosas empeoraron cuando las acciones de su abuelo le obligaron a hacer lo que su padre decía, tenía que ir a Korea para poder obtener el dinero que le correspondía.

-vendrás a vivir a mi casa –le ordeno su padre

-me quedare en un departamento

-dije que vendrás conmigo, Shim Changmin…

-y yo dije que me quedare en un departamento… así que es lo que haré…

-maldito mocoso malcriado… -murmuro el señor cuando ya su hijo caminaba fuera de aeropuerto intentando buscar un taxi

-MinHo… -suspiro cansadamente al ver lo hermoso que era aquella ciudad, una nueva vida le esperaba… una que no quería vivir…

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD