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Arualthings

Our Love is True cap 11

Mi Gemelo Part1


Ese día después de clases los tres chicos habían quedado de ir a casa de Junsu. JaeJoong llevaba tiempo sin visitar el lugar y no había razón por la cual ocultar que le fascinaba y que aprovechaba cualquier oportunidad para poder disfrutar del yacusi, la piscina o algún otro entretenimiento de aquella gran mansión. Changmin estaba más que acostumbrado, pero siempre era bueno disfrutar tiempo con sus amigos.

-bueno, después de la gran platica acerca de lo gran y fenomenal que es la vida romántica de nuestro estupendo amigo JaeJoong… ¿Qué hacemos? –pregunto Changmin un poco aburrido al no saber de qué hablar mientras caminaban en esa larga calle

-lo pensaremos cuando lleguemos a mi casa, mejor deja que Jae termine de contarnos… -miro al mencionado – ¿ándale dinos que mas paso?

-bien, déjame recuerdo… -froto su barbilla como si de esa forma los recuerdos pudieran llegar mas apropiadamente

-fue tan solo ayer en la tarde…

-ya cierra el pico por un momento Changmin… desde ayer estas muy raro –se quejo JaeJoong –bueno, ahora si… después veremos tu problema, antes déjenme les cuento lo que nos paso…

[------Flash Back------]

-bueno chicos ya sonó la campana –se levantaban los tres amigos del fresco parque –Changmin… ¿estás llorando? –le pregunto Junsu al ver un poco rojos los ojos de su amigo

-no, claro que no… cuando me cambie de lugar se me metió algo de pasto en los ojos…

En ese momento ninguno de los chicos cuestiono ese asunto, siguieron caminando para poder encontrarse a YunHo y a Yoochun parados en la entrada de la escuela, ahí también se encontraba Kame aunque claramente un poco alejado de los dos chicos populares ya que no aunque se juntaba con los otros tres, ellos no eran sus amigos.

-hola! –sonrió Jae alegremente

-hola, Jae… -YunHo en ese momento tomo al rubio de la cintura y sin darle pena beso sus labios frente a todos sus amigos, sabiendo claro que casi ningún estudiante pasaba por ahí en ese preciso momento

Los otros dos chicos también saludaron a este, pero prefirieron juntarse con Kame el cual se veía muy emocionado al verlos. Yoochun simplemente caminaba alado de ellos tres dirigiendo su mirada por un momento a sus dos amigos que no dejaban de besarse y aprovechar cualquier momento para apapacharse… como le encantaría poder estar así con su Susu.

-bueno ya, te escucho… ¿Qué era lo que me querías decir? –le pregunto YunHo nuevamente después de haberlo interrumpido por milésima vez

-bien… mira esto –dijo sacando aquellas cartas de su morral

-¿Qué es?

-unas cartas, quiero que las leas y me digas que piensas de eso –ahora si se las había dado en la mano y el moreno las abrió para poder leer la primera

-… -cada palabra que leía no podía evitar quedarse con cara de “What the hell?”-… … -aun que no quería seguir leyendo, prefirió hacerlo al ver la cara expectante de su… Jae

-¿terminaste? –pregunto al ver que el chico ya no miraba aquellos papeles rosados

-si, Jae –intento hablar para disculparse o hacer lo que fuera por no hacer de eso un mal entendido

-no importa –sonrió el otro chico –yo se lo locas que están mis hermanas, además era natural que después de ver a un chico tan guapo como tú, les gustases –se sonrojo ante sus palabras, de cierta manera era lo mismo que le había pasado a el

-hahaha, pues eso no lo sé, pero, aun así no quiero que esto sea un problema entre nosotros o entre tu relación con tus hermanas… ellas me caen muy bien, pero solo como tus hermanas –y para qué hacerse tonto si sabía que de una forma muy extraña cuando estaba con JaeJoong aquel “plan” que había hecho se esfumaba, era como si de verdad estuviera por él, porque le importara, ¿o era que en realidad si estaba con el porqué le importa?

-tienes razón, solo quería que lo supieras, pensaba en no dártelas y decirles a ellas que las habías rechazado, pero no me sentiría bien ya que son mis hermanas y a pesar de todo las quiero… -bajo su rostro un poco apenado, no quería que YunHo pensara en él como un chico de pensamientos egoístas, ni nada por el estilo

-tienes razón…

-además les dije que a ti te gustaba… alguien… mas –susurro las últimas palabras deseando que lo que pensaba pasaba entre ellos dos, fuera real

-jajaja… supongo que eso no las detuvo, ya que si así fuera, no me hubieran mandado esto –tenía ganas de encontrarse un bote de basura y tirar aquellas cosas, de alguna forma sentía que teniéndolas en sus manos o en su poder afectaría al rubio

-si~ -dijo un poco triste, hubiera preferido que le dijera que él era esa persona, que lo abrazara y le besara

-bueno, sigamos caminando que ya todos nos han dejado muy atrás, y Yoochun se ve fuera de lugar en medio de aquellos tres –JaeJoong volteo a mirar a los chicos dándose cuenta que el mencionado no dejaba de ver a Junsu, y que este se veía nervioso, seguramente ya se había dado cuenta de la mirada de su ex novio

[----End Falsh Back----]

-y ya –respiro Jae un poco cansado de estar contado la historia por tercera vez ya que Changmin siempre se perdía en quien sabe donde, además de que Junsu de repente gritaba como loco diciendo que tenía una mejor idea para llevarla a cabo con su tonto plan, Micky, Mickey o como fuera

-wow! Eso quiere decir que si te quiere, o que por lo menos si le gustas enserio –sonrió Junsu complacido

-no~ -comento Changmin sarcásticamente –no me digas que tú te andas acostando con cualquiera así nada mas… si lo hacen es porque obviamente se gustan

-bueno pero igual hay personas que solo tienen sexo por placer carnal –se defendió Junsu

-pero si lo haces con alguien por placer carnal por lo menos te gusta físicamente, así que de una u otra forma se gustan, así que ya cállate, nalgón

-Jae~ no dejes que me diga así –hizo un puchero de esos que nadie puede soportar mientras veía a un muy pensativo JaeJoong -¿pasa algo? –pregunto inocentemente

-es que… es que yo creí que ustedes estaban conmigo y que me dieran ánimos, pero solo me están diciendo que el, solo me quiere por mi cuerpo…

-…

-…

En ese preciso momento los dos chicos se dieron cuenta de lo que habían estado diciendo, o más bien de lo que habían estado discutiendo. Pero que tontos, como se les ocurría decir algo así frente a Jae que últimamente estaba con sus depresiones, si de por sí ya era mucho soportarlo cuando estaba en sus mejores ánimos.

-lo sentimos –se disculpo Changmin –fue mi culpa, es que estoy en otro mundo

-no es cierto, fue mi culpa… perdón Joongie, es que ya no sé ni que decir, ya sabes cómo soy que no me quedo callado y luego no me doy cuenta cuando estoy diciendo puras tonterías y termino lastimando a alguien, soy un insensible, prometo que de ahora en adelante ya no te diré nada que te haga sentir mal… -sus dos pequeños ojitos se ahogaron de lagrimas –PERDONAME, JAE!!!

-oye, Junsu, que a ti no te da pena hacer tus escenitas en media calle –interrumpió Changmin al notar como las personas que pasaban caminando o en sus vehículos, los miraban como si tuviera roña

-perdón –se sonrojo el pequeño castaño al darse cuenta de eso –bueno como quiera ya casi llegamos a mi casita

Y así en pocos segundos los tres chicos llegaron a las enormes puertas de la hermosa y cara mansión del joven Kim. Junsu sonrió al ver como el menor veía aquellas cosas raras que su mama siempre ponía en el jardín, incluso a él le parecían demasiado, raras. Parecía una de esas casas de algún clase de artista que se la pasaba haciendo esculturas con los pobres arbustos, igual lucían de maravilla, y aun mas con aquella hermosa fuente de lado izquierdo del jardín frontal.

Changmin estaba sorprendido de que las personas en Korea tuvieran ese tipo de cosas, en su casa no había de eso pero estaba seguro que si iba a alguna otra mansión de los residentes de aquella hermosa colonia donde antes vivía, se encontraría con estas cosas, pero era un poco mas entendible ya que eran Europeos.

Jae a diferencia del moreno ya había estado ahí algunas otras veces, así que ya estaba acostumbrado a aquel tipo de egosentridades. El mayordomo de la familia les permitió el paso al living sonde los chicos descansaron por un corto momento, después de eso subieron a la habitación del castaño que estaba muy emocionado por mostrarle a Changmin sus videojuegos y cósalas. Al llegar arriba Junsu casi les mostraba absolutamente todo lo que tenía en su ‘pequeña habitación’.

Después de no más de dos horas los chicos se recostaron en la gran cama de Junsu. Las cosas que tenia eran interesantes de eso no cavia duda, pero para nada eran cosas precisamente que a sus dos amigos les gustaría hacer. Después de que los dos cortaran las alas de Junsu rotundamente cuando este les propuso jugar futbol, los tres se habían acostado en la cama viendo el techo el cual parecía ser mucho más interesante que perseguir una pelota de un lado a otro, Junsu obviamente se preguntaba en esos momentos, la razón por la que aquellos dos aburridos eran sus dos mejores amigos, tal vez era hora de hablarle a nueva gente, extender sus horizontes.
Jae no dejaba de pensar en YunHo, que debería de estar haciendo en estos momentos, ¿estaría pensando en él? Que era lo que hacía en sus tiempos libres, ¿habría comido ya? quería saber absolutamente todo del chico, quería formar un lazo mas fuerte con él para así sentirse aun mas conectado de lo que ya lo hacía en esos momentos.
Changmin… Changmin pensaba en la inmortalidad del cangrejo. Seriamente no pretendía volver a hundirse en sus depresiones que siempre terminaban de la forma que el menos esperaba. Que mas daba seguir como estaba en esos momentos, no importaba realmente si tenía a alguien o no, ¿verdad?

En ese momento Junsu se levanto estruendosamente de la cama asustando un poco a los otros dos chicos.

-tengo una idea - decía emocionado el pequeño, que al haber visto a sus amigos con los ánimos hasta el suelo, se la había pasado pensando en algo para alegrarlos o por lo menos distraerlos

-que pasa... - dijo Changmin todo desganado

-que les parece si jugamos a algo interesante –pero cualquier persona podría asustarse de tan solo escuchar las palabras “juguemos” e
‘interesante”

-¿a algo interesante?

-si... juguemos al escondite

-mmm no crees que es algo infantil - protesto Jae el cual había estado disque dormido

-pero... es que me desespera verlos así... son unos aburridos –hizo un puchero mientras cruzaba sus brazos para hacerles entender que se encontraba por demás molesto

-pero que quieres Junsu... no hay nada divertido por aquí

-Jae tiene razón, hyung... esto esta deprimente –alargo la palabra con el mismo tono de flojera que antes

-por eso les digo que juguemos, será divertido

-mmm - se quejaron al unisonó

-vamos... no sean malos - Junsu hizo uno de esos pucheros que le salan de maravilla, la diferencia del pasado, era que en esta ocasión se encontraba frente a los otros dos, haciendo sus ojitos como esos del gato de Shuek, sus labios en una forma extraña y sus mejillas un poco sonrojadas

-pero... Junsu...

-por fa...

Jae era más difícil de convencer, como ya se conocían de más tiempo, el efecto del Ángel Junsu, ya no era eficiente para él. Bien... entonces Changmin... pensaba el chico, y de inmediato se acerco al mencionado, y le comenzó a convencer, o por lo menos eso creía.

-anda Min... yo se que tu si eres una persona buena... y quiero jugar –voz melosa, demasiado melosa, pero sin duda encantadora

-... - Changmin solo sentía como su amigo comenzaba a convencerlo

-además yo no tengo la culpa de que ustedes estén de malos ánimos hoy... ¿sí?... ¿jugamos?... por fa

-ahhh... - suspiro Changmin resignado -... pero solo será un momento

-ahhhh, Min!!!! Por eso te quiero - lo abrazo con emoción mientras Changmin solo se quedaba quieto y con cara de pocos ánimos, como ya había mencionado el otro chico

-pero yo no quiero - volvió a repetir Jae

-anda hyung solo será un momento... solo para que este ya deje de molestar –Changmin en pocas y muy extrañas ocasiones solía contradecir a Jae de esa forma… tan civilizada

-mmm... no puedo creer que caigas ante esta subigüela

-ahh, ni modo... lo queremos - Junsu sonrió ante las miradas penetrantes de los dos chicos

-pero Junsu será el que cuenta... - dijo Jae mientras saltaba de la cama y salía del lugar - y será hasta 100

-ahhhh!!!! No es justo... - Changmin también salió de la habitación - uno, dos, tres, cuatro... - contaba lo más rápido que podía –cinco, seis, siete, ocho, treinta, treinta y… cuarenta… -volteaba asia la puerta para comprobar que sus dos amigos no lo estuvieran escuchando hacer trampa

El lugar era impresionante, tenía tantas cosas hermosas, Changmin estaba viendo los bellos floreros que habían en los pasillos, estaba tan atento a estos que no se había dado cuenta de cuantas veces había doblado por esos enormes pasillos; de repente vio como al final de ese último pasillo estaba todo oscuro, no era bueno ir por ahí, así que decidió regresar, pero se quedo estático al ver que habían demasiadas entradas a ese lugar, y que por estar viendo los endemoniados floreros, no se había dado cuenta de por qué lado había llegado

-oh.... no puedo creerlo... me perdí... - el chico estaba caminando en uno de los interminables pasillos de la casa de su querido amigo - que voy a hacer?...ahhh... - seguía caminando sin poder encontrar el lugar por donde había entrado a ese infernal sitio - eso me pasa por seguir los juegos de Junsu... debí de haberme quedado donde estaba debí de hacerle caso a Jae hyung...AUHHH!! - grito cuando casi tropieza con una de las pequeñas mesitas que sostenía un enorme florero, que la verdad parecía caro… muy caro

-¿quien anda ahí? - se escucho una voz que se acercaba por una de las puertas del largo pasillo

-ah... -¿Qué debía hacer? Obviamente ahora podría preguntarle a esa persona el camino de regreso, pero su tono no le agradaba ni un poco

-¿quién eres tú? - por fin había llegado hasta donde sé en contrataba el confundido Changmin

-ah... yo - era un chico alto, claramente más alto que el lindo Changmin, tenía una presencia muy fuerte, pero a la vez se veía que era de esos chicos tranquilos

-¿tu...? –continuo la frase ya que aquel chico parecía haber comenzando a analizarlo.

-mi nombre es Shim Changmin... - el más grande solo se le quedaba viendo con cara de... y qué demonios haces aquí

-¿eres un ladrón? - Changmin casi se cae por lo que acababa de escuchar

-ah... no, no, yo soy amigo de Junsu, el, yo y otro amigo estábamos jugando al escondite, pero me perdí... - el más alto aun seguía mirando a Changmin con cara de duda

-¿y cómo llegaste hasta acá?

-lo que pasa es que... no lo sé, de repente me metí a un pasillo y camine y uno me llevo a otro pasillo y... pues ya no supe ni donde quedo la... cosa... - a Changmin no le estaba agradando la forma en que aquel chico se le quedaba viendo, pero no podía hacer nada así que decidió pedir ayuda -no quiero molestarte, pero... crees que podrías ayudarme, lo que pasa es que... pues ya no sé ni por donde ir

El chico suspiro y al ver la cara de Changmin, que para nada parecía de un ladrón, decidió ayudarlo a salir del lugar que ya Changmin tenía como el mismísimo infierno.

-perdón por las molestias - se despulpo después de que habían empezado a caminar

-está bien, es natural, si no conoces la mansión pues cualquiera se perdería –hablaba el chico como si estuviera con un buen amigo

-y confías... digo, de verdad no crees que sea un ladrón

-no, ya no, no tienes esa pinta, y además conociendo a Junsu, estoy seguro de que la idea del escondite fue de el

-ha ha ha... - rio tímidamente - pues si... Junsu es algo... hiperactivo –por no decir, loco, raro, chillón y una interminable lista de adjetivos que concordarían a la perfección con el castaño

-ni que se diga - Changmin estaba sorprendido, caminaban dando vueltas por todo el lugar, ya no sabía ni siquiera si seguía en la mansión, de verdad que el lugar era enorme

-oye...

-¿qué pasa? –volteo a donde el menor, un poco detrás de él y unos cuantos centímetros abajo

-no será que me quieres secuestrar...

-¿qué? - se detuvo el chico, y con una cara de duda volteo a ver a Changmin

-¿qué pasa?

-¿por qué dices eso?

-eh... es una broma, lo que pasa es que estamos caminando mucho... perdón... solo lo dije de broma...

-ah... perdón... -parecía un chico algo reservado, pero eso le agradaba al moreno

-y... -pensó un poco en lo que iba a decir, se le hizo muy descortés estar preguntando cosas que no le interesaban, así que mejor se callo

-¿qué pasa?

-no nada…

-¿cuántos años tienes?

-quince... y tu

-este año cumplo los diez y siete - el ambiente era mediocre, no sabían ni que decir

-bueno, mira esa es la habitación de Junsu - le señalo la puerta desde una esquina - la próxima vez ten cuidado, es mejor que te escondas en un lugar que conozcas, y no asta la otra orilla de la mansión

-ha, si gracias –le agradeció sin duda apenado por lo tonto que había sido al perderse en una casa

-de nada, bueno adiós yo tengo que seguir con lo que hacía –dio media vuelta y regreso por el mismo camino del que había rescatado al pobre morocho

-si - Changmin camino hasta donde el cuarto de Junsu, y cuando entro se dio cuenta de que sus dos amigos no se encontraban ahí, seguro Junsu ya había comenzado a buscar, pensó en informar que ya se encontraba ahí, pero se detuvo ya que pensó que si asía eso se volvería a perder -no, mejor me quedo aquí –razono algo asustado, no fuera que la próxima vez que se perdiera nadie lo encontrara y tuviera que pasar hambre, eso sí que no

Pasaron algunos minutos desde que el más chico había entrado a la habitación, estaba recostado en la cama de su amigo mientras leía una de las revistas que este tenía en el lugar, todas eran tan aburridas, la mayoría de ellas eran de videojuegos, o futbol, de verdad que Junsu necesitaba tener una vida más provechosa, no podía seguir desperdiciándola en ese tipos de tonterías. Después de remover casi todas las revistas y de hojearlas lo más rápido que pudo, el menor se dio cuenta de que había un pequeño cuadernillo debajo de todas estas; la curiosidad de MinMin, era demasiado fuerte, y más cuando se dio cuenta de que en la portada de este tenía algunas notas musicales.

-ok, de cualquier forma no creo que se moleste -el chico comenzó a hojear el dichoso cuadernillo dándose cuenta de que estaba lleno de canciones, pensamientos, y algunos que otros recortes, donde hablaba del cuidado de la garganta, mejoro de la voz, y como aprender a tonalizar.

Era algo llamativo el cuaderno, además de que el menor pudo darse cuenta de muchos "poemas" un poco deprimentes, seguramente de cuando Yoochun lo había engañado y de cierta forma aquello le hizo pensar en sus propios problemas, no en la mismas circunstancias que en las de Junsu, pero sin duda igual de devastadoras. Por suerte el mayor de los chicos tenía una segunda oportunidad ahora, y no como el que ni siquiera sabía si MinHo seguía con vida, donde estaba, como estaba. Todo le preocupaba de sobremanera.

Le hubiese gustado seguir leyendo, pero en cuanto escucho unas voces que se dirigían al lugar, prefirió dejar a aquel artefacto donde lo había encontrado, aun que en el intento y por los nervios, casi termina tirando todas las otras cosas junto con el cuaderno.

-Min!!! Ya me estaba preocupando, pensemos que te habías perdido en la mansión -el rubio solo asintió a lo que decía el castaño

-bueno en realidad... si paso –mas que apenado, y agitado por su casi mortal caída de aquella gran cama

-¿qué?... ¿entonces porque estás aquí? –pregunta tonta, obvio porque había encontrado el camino o de uno a otra forma había podido llegar a ese lugar

-lo que pasa es que me encontré con alguien, y pues ya, me ayudo a regresar a tu cuarto –contesto mientras se sentaba correctamente en el colchón

-¿con alguien?... algún empleado

-ah... la verdad es que no lo sé, no le pregunte su nombre, además parecía ser un chico joven –menciono lo ultimo recordando el rostro del joven, sin duda era joven y guapo a decir verdad

-¿Joven?... qué raro, pero bueno ya hay que dejarnos de eso, mejor vamos a hacer otra cosa, algo que no involucre la mansión entera, ya que terminarías nuevamente perdido –sonrió burlonamente, el había vivido toda su vida en aquel lugar y aunque tardo más de una semana en conocer la mansión completamente, ahora la conocía como la palma de su mano

-sí, pero yo no tengo la culpa, no entiendo el por qué de tantas habitaciones, ni que fueran a mantener a un ejército -los tres ya estaban sentados en la cama del dueño

-no exageres, además, yo tampoco tengo la culpa, esta mansión le ha pertenecido a la familia de mi padre, por generaciones, que querías que hiciéramos?... bueno pera ya, que tal si mejor jugamos algún juego de mesa, eso será más relajante -¿relajante? Nada de lo que tú haces es relajante, Junsu. Pensó el menor de los chicos

-sí, tienes razón, tu siempre quieres que juguemos juegos de videos, pero siempre terminas ganándonos, y para colmo después no hay poder humano que te pueda callar –se incorporo a la conversación el rubio que había estado escuchando a sus compañeros sin interrumpirlos

-ashhh... pues yo no tengo la culpa de ser un magnifico jugador, además son ustedes que no se esfuerzan, pero ya, dejemos de discutir, y mejor iré a ver los juegos -el chico se paró de donde estaba, y camino velozmente a donde se encontraban los juegos de mesa

-oye Jae –hablo Changmin después de un corto silencio

-¿qué pasa? –volteo el chico con algo de flojera

-sabes si Junsu, no sé, tiene algún hobby por la música, o algo por el estilo? –ya hasta parecía una de esas niñas tontas intentado buscar información sobre el capitán del equipo de Basquetbol o en dado caso del chico guapo y popular

-pues no, no que yo sepa, a ese chico solo le importan sus juegos de video, y el futbol... pero, ¿por qué lo preguntas Minnie? –el rubio se volteo completamente para poder ver al moreno. Por alguna razón parecía que el saber aquello le afectaba, tal vez solo se lo había tomado muy enserio. Pensó un poco Min

-lo que pasa es que me encontré un cuadernillo lleno de música y tips para los cantantes novatos, y todo ese tipo de cosas… es raro

-ya veo... –fue lo único que alcanzo a decir JaeJoong antes que el muchacho volviera a aparecer en la gran habitación

-listo, aquí están -el chico entro rápidamente asustando un poco a los otros dos -¿qué pasa?... ¿por qué se asustaron tanto?

-pues como no asustarse, con esa cara que tienesn –nuevamente Kin JaeJoong, a ese chico deberían de prohibirle los espejos

-que malo eres Jae!!!... como puedes decir eso >.<

Después del berrinche de Junsu los chicos estuvieron jugando por largo rato, los juegos de mesa que tenía el chico eran muy entretenidos, además de que igual era entretenido burlarse de los errores de los demás, y más cuando eran tan divertidos. El reloj marcaba las nueve de la noche, los chicos se la estaban pasando de maravilla que no se habían percatado de la hora, hasta que el más chico de ellos volteo asía el reloj y pudo darse cuenta.

-demonios, ya es muy tarde -Jae también volteo a ver el aparato, dándose cuenta de que lo que decía su amigo era cierto

-tienes razón, y no he terminado mis deberes

-yo tampoco, bueno Junsu, creo que será hora de que regresemos a casa -dijo mientras se paraba del suelo, siendo seguido por Jae

-está bien Min, pero no creen que sería mejor que se quedaran a dormir aquí –hizo un gesto divertido como diciéndoles que se la pasarían grandioso

-de verdad no puedo hyung, pero será otro día

-está bien, ¿tu tampoco te quedas?–miro al otro chico

-no, yo tengo que hacer algunas cosas, además recuerda que el domingo mi mamá y yo tenemos que ir al acilo de ancianos a llevarles algo de comida

-como envidio a esos viejitos... tú y tu madre cocinan de maravilla –comento Changmin con una cara que asustaba un poco a los demás

-hay, ten cuidado Jae, no vaya a ser que Min te coma o te secuestre para que le puedas cocinar todos los días de tu pobre existencia

-oie!! –grito Changmin –nunca lo había pensado, pero creo que esa es una buena idea –JaeJoong lo miro con ojos de gatito asustado. Junsu tenía razón, debía tener cuidado del moreno

-ashh... bueno ahora sí, ya nos vamos –se despidió el rubio

-bye chicos, cuídense

-si… -gritaron al unisonó

-¿no prefieren que los acompañe? –los dos chicos miraron lo enorme de la mansión, incluso Jae se confundía

-si~

Ese día Changmin había ido a recoger el coche que de vez en cuando le prestaba su padre, el se había ofrecido a llevar a su hyung a su casa, y serbia que pasaba a un súper mercado, para comprar algunas cosas de la despensa.

Ya cuando los dos chicos se habían ido Junsu decidió salir para poder comer algo, ya que por andar jugando no había comido nada de nada en todo el día y su pobre estomago se lo estaba demandando.

-Junsu... que haces a estas horas comiendo, te va a ser daño –escucho la voz de su hyung desde la puerta de la gran cocina

-es que no comí nada, mis tripas me lo exigen –hizo un puchero de esos tiernotes, y aun que fuera su hermano, JunHo no podía negar que incluso a él le llegaban esas expresiones tan infantiles de su hermano gemelo

-entiendo, pero será mejor que no comas nada tan pesado, podría hacerte daño y eso es lo que menos queremos, recuerda que tienes que entrenar fuerte para que ganes muchos partidos de futbol –con una de sus manos jalo una de las sillas de la pequeña mesa del centro de la cocina, y así acompañar a su hermano en aquella comida nocturna

-sip, aun que ahorita no hemos tenido muchas practicas… -sonrió mientras metía algunas galletas a su boca

-no te comas tantas a la vez, Junsu, sabes que eso te puede hacer daño –le regaño el mayor

-jeje… bueno… oye ahora que lo recuerdo, hoy traje a dos amigos míos, Jae, a él si lo recuerdas, ¿cierto? –el mayor de los gemelos asintió –y a Changmin, un nuevo amigo que también está en nuestro curso

-¿Changmin? –Pensó un poco el chico –un chico no más alto que yo, moreno, cabello castaño oscuro, ojos cafés…

-sí, sí, si ese –lo interrumpió emocionado -¿lo conoces?

-algo así, resulta que se perdió en la casa y…

-ah!! Así que tú eras el chico que lo había ayudado –recordó el menor las palabras del moreno

-así es, se encontraba al otro lado de tu habitación, la verdad es que no se cómo pudo caminar tanto y no cansarse, te juro que dio más vueltas que nada –sonrió al recordar el rostro de aquel chico, Changmin

-hajaha, lo sé, Changmin es tan raro –comento el menor, pero al recordar la expresión que tenia por la mañana y ayer por la tarde, se detuvo analizando la repentina actitud del menor

-¿pasa algo? –pregunto un poco asustado

-no nada, es solo que pensaba en algunas cosillas por ahí…

-Junsu… te tengo una súper noticia –su sonrisa se ensancho increíblemente, sabía que esto iba a poner loco a su hermano gemelo así que tenía que ser muy cuidadoso y decirlo tranquilamente, pero incluso el estaba que no se lo podía creer

-¿Qué pasa? –pregunto ya con un rostro de ilucion. No tenía ni la menor idea de que se trataba, pero por la expresión de su hermano, debía de ser algo muy importante y bueno

-bueno… estuve hablando con mama –contaba lentamente, queriendo ponerle a aquello, un poco mas de suspenso –y casi pega el grito en el cielo, pero quien sabe tal vez estaba de buenas porque acepto…

La expresión de Junsu era tan expectante. Aquello de verdad divertía a Junho al darse cuenta de las ganas de una buena noticia que tenía el pequeño castaño.

-desde la próxima semana… -respiro una vez más –desde mañana iré –ok, creo que estaba exagerando un poco, pero nadie podía culparlo –iré a la misma escuela que tu –termino por fin notando el rostro de su hermano

Parecía que estaba en blanco, estaba en shock de eso no cavia duda, pero lo más importante era que no entendía la razón, se suponía que debía estar completamente feliz. Los segundos pasaban y en aquella habitación lo único que se podía escuchar era el sonido del reloj que no dejaba de caminar, seguramente también cansado de esperar algún movimiento o palabra de aquellos dos hermanos.

-¿Junsu? Vaya, nunca creí que la noticia te dejara en… en shock –comento al no saber que decir ni que realmente esperar en aquellos momentos

-…

-Junsu, yo se que debes de estar muy triste, ahora ya no podrás hacer muchas cosas sin que yo este encima de ti, tal vez has de estar pensando que no te dejare estar a solas con tus amigos, pero te prometo que si tú no quieres yo mantengo mi distancia para que así tú puedas hacer tus cosas…

Nada de lo que decía en aquellos momentos tenía su efecto en el más chico. Los ojos de Junsu parecían no estar concentrados en un punto fijo y Junho de verdad que no podía traducir lo que la muy inocente cara de su hermano, decía en aquellos momentos. Siempre le había sido muy fácil leer la mente del castaño, pero ese día era como si realmente nada se encontrara en esta.

-mama!! –grito un poco preocupado –nana!! Alguien, quien sea no me importa!! -¿Dónde estaban los empleados cuando se les necesitaba? Incluso el mayordomo parecía perdido –Junsu!! –esta vez ya no espero mas, se levanto de su silla y corrió a donde su pequeño y extraño gemelo -¿te encuentras bien, Junsu? Si tú quieres puedo decirle a mama que olvide esto, que yo puedo seguir en el colegio pero por favor responde

-no… no lo…

-¿Junsu? Dios!! Tal parece que no estás completamente muerto, dime, ¿quieres agua? ¿Necesitas algo? –pero en lugar de eso obtuvo algunas lagrimas como respuesta –Junsu!! TOT

-ahh!! –se escucharon los fuertes sollozos del menor. Por lo menos ahora si se movía y no parecía un zombi –yo… no… ahh…

-Kim JunHo!! –Se escucho desde el marco de la puerta -¿Qué le has hecho a tu hermano? –era la señora Kim que había llegado después de un largo día de trabajo

Los pasos de la señora aceleraron al notar como su pequeño lloraba sin consuelo y como el otro incluso ya quería derramar algunas lagrimas al no saber que carajos estaba pasando en aquel momento.

-Jun… JunHo… tu… de… de verdad… -genial ahora hasta hipo le daba –¿de verdad te cambiaras de escuela? –hizo un gran esfuerzo para que su pregunta saliese completa y sin estúpidos sonidos entre ella

-sí, pero si tú no quieres…

-NOO!! Como se te ocurre decir algo así, yo… yo de verdad estoy… estoy tan… tan feliz –con sus dos manitas el pequeño comenzó a limpiar sus lagrimas ahora con una sonrisa en los labios. Hacia tanto que deseaba escuchar algo como eso que en esos momentos de verdad había temido que todo fuera una broma. Su hermano era una de las cosas más importantes de su vida y nada podría hacerlo más feliz en ese momento que tenerlo con él, incluso podría ser un gran apoyo emocional con sus recientes problemas

-dios muchachos –suspiro la señora ya más relajada –de verdad que ya creía que se habían peleado o algo peor…

Pero los chicos parecieron no haber escuchado las palabras de su madre ya que permanecieron abrazados como si de dos niños pequeños se tratase o como si no se hubiesen visto en muchos años.

-bueno, creo que yo iré a ducharme… -suspiro la señora

-espera mami –la detuvo Junsu aun con su rostro en el pecho del mayor –lo había olvidado –se levanto y sin mas fue a darle un beso en la mejilla a su progenitora junto con un abrazo -¿Cómo te fue en el trabajo?

-muy bien, amor, pero estoy algo cansada, así que nos vemos mas al rato

Por otro lado a muchas calles de aquella hermosa y cálida mansión. Unos chicos se encontraban en la estancia de su departamento. Uno miraba un programa de variedad mientras el otro caminaba de un lado para otro distrayendo al más grande.

-oye!! –casi gruño YunHo al no aguantar más la actitud de su mejor amigo

-¿Qué quieres? –demasiado molesto, y justamente lo interrumpe cuando ya se había decidido

-puedes dejar de caminar de un lado para otro, si le vas a llamar, llámale de una buena vez, pero para empezar –volteo la mitad de su cuerpo para encarar al chico -¿Qué carajos le vas a decir a estas horas de la noche? –espera, ¿noche?

El pelinegro estiro su cuello para poder ver el reloj en la pared, dios mío, había estado ahí caminando desde que terminase de comer y sin darse cuenta ya había anochecido. Yunho tenía razón, ¿Qué podía decirle a estas horas? Sus planes eran invitarlo a dar un paseo por el parque, ir al cine o a comer un rico helado. Sin más y muy resignado, el chico camino asía el sillón dejando caer su cuerpo sobre este.

-no es justo… -se quejo

-la vida no es justa amigo, además tú tienes la culpa… ya ni te conozco, me das pena, ¿A dónde se ha ido el valiente Park Yoochun? Ese que se ligaba a cualquier chica que se le ponía frente, claro que escogía a las más buenotas, pero al fin de cuentas conquistaba a la que fuera… siento algo de pena por ti –cambio de canal a un show de deportes

-pues no es muy diferente a lo que yo siento. Creo que un pequeño rubio sexy está comenzando a llegar muy hondo en ese corazoncito –hablo melosamente mientras apuntaba al chico infantilmente

-déjate de tonterías –pero ya no dijo mas, normalmente le echaría en cara su gran lista de cualidades por las cuales es un macho, varonil y sin creencias en cosas del amor, pero en esta ocasión ni el mismo se sintió seguro de lo que sentía

-bueno… supongo que ya mañana hablare con el… PROMETO!! –Grito fuertemente al cielo –que Mañana Y SIN FALTA, le pediré una cita…

-sí, sí como sea, ahora deja de gritar que despertaras a los vecinos…

En ese mismo edificio pero unas puertas después. Changmin miraba su comida la cual no le apetecía mucho ese día. Estaba cansado, su cabeza dolía, pero más que nada se sentía tan raro. Por alguna extraña razón sentía que algo malo, bueno no precisamente, pero algo que le complicaría su mente, pasaría.

-ah… supongo que es solo mi imaginación –encogió sus hombros y sin más tomo aquella galleta para seguir devorando aquellas delicias

En un momento a otro Junsu y su hermanito decidieron ir a dormir, pero el pobre de Junsu no podía dejar de estornudar y Junho ya se estaba preocupando por el chico.

-¿estás bien? –le pregunto mientras el chico se tallaba su nariz

-si… creo que alguien está pensando en mi, jakajahaja –comenzó a reír fuertemente

-mh… eso espero, porque no quiero que me contajes una enfermedad

-como crees, te digo que estoy bien –pero en ese momento un estornudo salió nuevamente de su boca

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-Junsu… Junsu… Junsu… Junsu… Junsu… Junsu…

-ya CALLATE DE UNA MALDITA VEZ, PARK YOOCHUN –grito YunHo molesto que desde hace unos minutos había estado soportando las alucinaciones de su amigo

-Junsu… quiero verlo, YunHo…

-y a mí qué me dices, ya mejor vete a dormir y ya mañana haces lo que dijiste que arias, a ver si lo cumples he! porque ya me tienes arto

-si… aff, Junsu, que haré contigo mi niño hermoso…

-Ya… -pero su voz se quedo en el aire cuando escucho como su celular sonaba -¿Quién será a estas horas?... ¿bueno? –contesto el artefacto con voz fuerte sin importarle dejar sordo a la persona del otro lado

-¿hermano? Hasta que por fin me contestas –aquella voz femenina aun que YunHo amaba a su hermanita, no podía evitar sentirse incomodo con aquella llamada

-ah… que onda, ¿Qué pasa? –contesto por pura cortesía, si fuera alguno de sus padres seguro que ya había colgado

-¿Qué onda? YunHo habla bien, si… -sonrió la chica –bueno como sea, estaba preocupada por ti y quería saber cómo estabas, ¿Qué acaso eso está mal?

-no, no está mal…

-¿entonces porque no has constado mis llamadas? Sabes lo difícil que fue conseguir tu numero personal –en esos momentos volteo a ver a Yoochun el cual lo había estado observando fijamente, al notar que YunHo lo miraba molesto, el chico camino deprisa para encerrarse en su habitación

-ah… ¿y para que me querías? Aparte de ver como estaba –corrigió

-aff… de verdad que contigo no se puede, bueno la razón por la que te hablaba era porque mis padres me han estado insistiendo, ya sabes como son y no han dejado de pedirme que te convenza de volver a casa, dicen que las cosas van a cambiar y todo eso, pero pues haya tu si les quieres creer…

-diles que eso no pasara, que soy muy feliz como estoy ahora

-bien, pero también dicen que la fortuna Jung puede ser toda tuya, claro sin dejarme completamente fuera del negocio, si regresas

-diles que… -pensó un poco –aff… pues quien sabe, la verdad que una buena lana no me caería mal, pero es que me da hueva (expresión mexicana para referirse a flojera) ir y verle las caras…

-pues como sea, yo solo te avisaba –y cualquiera que pudiera escuchar la conversación pensaría que su relación era un tanto seca y demasiado seria –por cierto, hare una obra en la escuela la próxima semana, como siempre mis papas no podrían ir y me da mucha pena que nadie vaya a verme porque déjame decirte que soy la protagonista y actuó súper genial, además que me veré súper bella… así que dime, ¿vendrás, sí o sí? –comento emocionada

-no lose, ¿Cuándo es?

-el viernes a las cuatro de la tarde… vamos, ven si quieres puedes traer a tus amigos o a tu novia a quien tú quieras…

-bueno… lo pensare…

-está bien, pero más te vale decirme antes de que sea la obra porque sino te tendré en mi lista negra

-está bien, está bien… ya cuelga

-oko…

Y aunque no muy ‘silenciosa’ como las otras casas de los chicos. El hogar de Kim Junsu se encontraba en un mar de ruido, chismes, murmullos y risas al ver nuevamente un ramo enorme de aquellas hermosas rosas rojas en la mesita de la estancia. Las chicas no dejaban de analizar cada detalle de esto mientras que Jae solamente miraba avergonzado a sus padres.

-¿se puede saber quien ha enviado esto? –pregunto el señor Kim, digo para nada era normal que alguna ‘niña’ le enviara rosas a un niño -¿Jae?

-no lo sé, appa, la tarjeta no dice nada –nuevamente había recibido un ramo de rosas, por suerte las pasadas no las habían visto sus padres

-pues yo creo que es un detalle muy hermoso –sonrió la señora oliendo una vez más aquel hermoso obsequio

-que no entiendes mujer, esto no me da buena espina, ¿desde cuándo las señoritas le andan mandando flores al chico que les gusta? –Ahora su voz se notaba más preocupada –no será que… no, no, no, eso no puede ser

-¿Por qué te preocupas tanto, hombre? Seguro que es una de esas chicas liberales

-si appa, hoy día las mujeres somos muy capaces y tenemos derecho a hacer las mismas cosas que los hombres… -una de las hijas del hombre apoyo a la señora de la casa

-aun así esto no me gusta, es tan… innatural ¿Qué acaso tienes novia, hijo? Porque aun no nos la has presentado

-no appa, no tengo novia, no tengo ni la menor idea de quien sea esto –pero en su mente ya se hacía una respuesta, solo esperaba que esta fuera acertada

-pues mas sospechoso aun…

-sabes que… yo ya me voy a dormir –se levanto con intenciones de recoger aquel hermoso ramo que ya se encontraba en un florero, y llevarlo a su habitación

-hay pero no nos prives de tanta belleza, Jae, ¿Por qué no dejas esto aquí? Sirve que adorna la estancia –en ocasiones la señora Kim se parecía tanto a sus hijas, ahora más que nunca Jae entendía de donde se parecían sus tormentos

-está bien, las dejare aquí pero no les hagan nada, me iré a dormir… buenas noches –se despidió cansadamente

-buenas noches!! –se escucharon las voces de toda su familia

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