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Arualthings

Our Love is True cap 6

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Comenzando



Después de haber tenido aquel pequeño encuentro en el baño de la escuela, YunHo y Jae había salido a encontrar a sus respectivos compañeros, eso si no era que ya los habían dejado solos. Por suerte para los dos chicos Min, Junsu y Yoochun se encontraban en la entrada de la escuela, obviamente cada quien por su lado, ya que el Yoosu aun no se hablaba y se estaban muriendo de la vergüenza de tan solo verse.
Changmin se dada cuenta de la gran tensión que no se apartaba de las dos personitas que tenía casi a los lados, y como era el pequeño, seguro que intentaría picarles, por lo menos un poquito.

-hyung… -hablo el menor a su compañero

-si… ¿Qué pasa Min? –Junsu tardo un poquito en reaccionar, ya que estaba contando hasta cien para que no le diera un ataque de los nervios

-¿has solucionado tus problemas con el profesor Jin? –“maldito” fue lo único que se le vino a la mente al pobre chico, y es que sabia como era su compañero, y estaba seguro que lo asía para molestar

-no Min… aun no he hablado con él –contesto secamente evitando hacer más extenso el asunto

-mmm… pues después de lo que paso entre ustedes supongo que va a estar un poquito difícil que vuelvas a hablar con él como de costumbre –“cállate” ¿Cómo podía ser tan mal amigo?... porque lo era al punto de vista del más bajo de los tres chicos

-no lo sé aun Min… supongo que ya hablare con el otro día –“tierrita linda de mi alma… trágame” no quería que Yoochun tuviera una razón para hablarle, no quería que le sonriera, no quería que le viera, no quería que le quisiera… ¿pero era verdad?… ¿de verdad no quería que el chico le amase?

-lástima que ahora no tengas a nadie… ya sabes para que te defienda –la tranquila voz de Changmin, la nerviosa voz un poco molesta de Junsu, y la oreja bien parada escuchando todo aquello de Yoochun

El menor hubiese seguido hablando, pero de repente se escucharon las voces de sus amigos que apenas venían saliendo del edificio, y que al parecer de Changmin tenían unas caras de… ¿felicidad?... ¿complicidad?...
Los otros dos chicos no pusieron atención a lo que había llamado demasiado a Changmin, ni siquiera voltearon a ver a sus amigos, solo para en el momento que estos llegasen a donde ellos, se pusieran a caminar sin decir ninguna palabra.

-hyung… ¿Por qué has tardado tanto? -preguntaba Min curioso al seguir viendo ese brillo en los ojos de su Jae hyung

-¿eh?... nada, solo estaba… pase a la dirección para atender un asunto jeje –muy nervioso, indicio de que había cometido algo malo, algo que Min sabía bien que era o por lo menos lo presentia

-oohhh… un asunto… bueno lo que sea YunHo hyung… te puedo decir así ¿verdad? –se dirigió al nombrado

-claro, Changmin –le contesto con una linda sonrisa, ya un poco más relajada

-bueno, solo quería preguntarte ¿cómo es que te ha ido en el examen?... ¿te ha servido el acordeón?

-jeje la verdad no… veras después de una película dramática se te olvida asta tu nombre

-¿película dramática? –pregunto Jae algo confundido

-si bueno… lo que pasa es que a Yoochun y a mí nos gusta practicar drama, ya sabes por si algún día somos actores

-jaja ohh ya veo… bueno a Jae hyung le ha ido de la matada –Jae entristeció –ya saben eso de que la belleza no lo es todo

-bueno no sé si deba sentirme alagado o ofendido ¬¬

-¿por qué hyung?

-pues alagado por lo de la belleza pero ofendido por el sentido en el que lo usaste ¬¬eres malo Minnie…

-ya no te preocupes hyung… solo lo decía de broma, nosotros sabemos que tu eres muy inteligente, nada más que las maestras envidian tu belleza y por eso te bajan tantos puntos –seguía sonriendo el pequeño con un tono de “lo digo en doble sentido”, que agradaba a los demás chicos

-…¬¬ -Jae solo fingía molestarse y estar súper ofendido, pero eso no era así, le encantaba que el menor hablara y expresaras sus “opiniones”

-en esta ocasión Junsu también salió mal en el examen de ingles ¿verdad hyung? –Junsu solo caminaba sin poner atención a lo que le estaba preguntando –hyung… -pero seguía sin contestar, alarmando un poco a los otros chicos

-Junsu despierta –Jae se paro enfrente del chico asiendo que este se detuviera por el golpe

-que… ¿Qué pasa Jae?... –dijo confundido ya que no sabía la razón de aquel rubio

-Minnie te acaba de preguntar algo –estaba enojado por su ausencia pero al ver al chico que se encontraba alado de su YunHo se dio cuenta de la razón por la que estaba así –solo te decía que no te fue muy bien en el examen de ingles, eso es todo, pero será mejor que pongas más atención a lo que hablamos chico –le dio un coscorrón mientras volvía a retomar su lugar y todos seguían su caminata

Los chicos se fueron a sus casas con la mejor de las sonrisa, todos acepción de Junsu que estaba algo apenado por estar en las nubes.


Por fin… Pon fin el ultimo día de exámenes había llegado, claro aun la tortura no terminaba pero por lo menos ahora si tendrían la sensación que al pasar ese horas todo el infierno pasaría y volverian a sus casas a descansar, salir con los amigos de reventón, o invitar a la pareja a una linda velada.

Si bueno no todos lo harían, pero por lo menos la presión ya no estaría ahí, aun que terminado el fin de semana volverían a comenzar con las agitantes clases, y los cuestionamientos de los profesores así como los regaños a los que no habían tenido buenas notas en sus exámenes.

Yoochun estaba con los nervios de puntas, no paraba de recordar lo que tenía en su celular, rogaba a todos los santos y ángeles que la chica no lo tubiera, de verdad que lo asía, en ese momento una de las cosas que se preguntaba era de cómo había aprendido tantas oraciones, si lo pensaba bien ya se había rezado todo el rosario y las oraciones que le habían enseñado asía ya mucho, mucho tiempo, las cuales había abandonado asía igualmente mucho, mucho tiempo.

YunHo estaba en sus ondas arreglando sus largos cabellos castaños, preparándose para las aventuras que se le presentaran en ese día, en realidad las chicas siempre estaban encima de el, y para complacerlas un poco el se ponía aun mas de guapo de lo que ya era. La misma onda pasaba con Yoochun, pero los días que se la había pasado en “luto”, ósea no sexo, había hecho que muchas chavas se… digamos que se decepcionaran.

-maldición… ya no puedo soportarlo, malditos miedos internos, maldita conciencia que no me deja en paz… -gritaba el chico con un deje de amargura –ya estoy arto –se levanto importándole muy poco que el profesor acababa de entrar al salón y salió por la puerta trasera siendo observado por todos los pares de ojos que se encontraban en el salón

YunHo se lo pensó un momento, además de que estaba guardando su espejito antes de salir por el mismo lugar que su amigo, con el pretexto de que no sabía que le pasaba y que lo traería para que no se perdiera el examen.

-los jóvenes de hoy no son como en mi tiempo –suspiro el profesor sosteniendo los exámenes de la clase de contabilidad, para que los chicos comenzaran a hacerlo


En la clase del 2A los chicos ya estaban callados y revisando las preguntas que venían en el terrorífico cuestionario. Junsu agradecía ser millonario y ser obligado a muchas cosas, aun que en ocasiones se escapaba iniciando una búsqueda por toda la mansión en la que hasta la nana se veía implicada. Esa materia era una de las preferidas de Jae, el profesor de esta siempre le había caído de maravilla, y lo que más le encantaba eran esos veintinueve añitos que se cargaba el joven profesor. Changmin, no era de esperar que ya estuviera en las últimas páginas de aquel cuadernillo, ese sería fácil, no como los orales que se habían llevado a cabo el año pasado.

Junsu intento copiar varias preguntas del cuadernillo de Changmin pero este se lo impedía poniendo su brazo y volteándose ligeramente para no permitirle la visión al pobre Junsu. El castaño estaba algo molesto por eso, pero lo que empeoro las cosas fue cuando vio como su amigo Kazuya había echado un vistazo al examen de Min y este hasta le había acercado el cuadernillo para que pudiera copiar mejor. Junsu estaba que no lo calentaba ni el sol, se sentía traicionado, se sentía engañado, o algo así, porque casi quebró el lapicero al no poder pararse y gritarle a su amigo que era un sinvergüenza, desgraciado, que como podía traicionar a su lindo amigo Junsu y cambiarlo por aquel japonés afeminado.

-¿pasa algo joven Junsu? –pregunto Jin alarmando a todos los estudiantes

Todos se preguntaban el porqué le llamaba de esa manera, que no se suponía que eran amigos.

Las mejillas de Junsu se encendieron, no había hablado con el chico desde aquella noche en su departamento, y cada que le veía se le venían a la mente vagos recuerdos de lo que había pasado aquella vez en Japón, después de que le hubiese dicho aquello el joven había comenzado a recordar un poco, y se sentía apenado porque hasta lo que llevaba el le había pedido todo aquel penoso acto.

-nada –se volvió a tranquilizar continuando escribiendo en el blanco papel


Los pasos casi parecían escucharse por todo el pasillo llegando hasta los salones. Yoochun iba a toda velocidad caminado hasta el siguiente piso, donde sabia se encontraba su objetivo. Sus pasos se hicieron lentos al ver que ya se encontraba frente a la puerta que lo separaba de aquel aparato, de aquella persona y de su “libertad”.
Abrió la puerta como si de una película se tratara y camino hasta la cuarta fila al fondo, dejando estupefactos a todos los alumnos y a la profesora de Ingles que solo le gritaba preguntándole que era lo que estaba asiendo en su clase en pleno examen.

La chica se puso nerviosa de pronto, el chico iba directo a su pupitre y por la cara que traía no parecía ser nada bueno, o que le conviniera a ella. Al estar al frente del escritorio el chico se paró en seco, dirigiéndole una mirada asesina y viéndole con reproche. La chica no tuvo que esperar más para saber de qué se trataba, busco en su mochila rosada y saco aquel aparato color rojo. Los ojos de Yoochun se abrieron, así que no se había equivocado, de verdad ella lo había tenido todo este cortito tiempo, y así como así se lo había puesto en sus manos.

-eres un cochino –fue lo que pronuncio la chica al ya no tener el celular en sus manos

“Las vio”… era lo que pensaba el pobre chico que de repente había palidecido

La chica las había visto y ahora tal vez ya las tendría en su computadora listas para imprimir y propagarlas por toda la escuela, por toda la colonia, por todos sitios asiendo que Junsu nunca lo perdonara y tal vez se mudase a otro país en busca de descanso ya que según el chico los acosadores o cualquier tipo de enfermos sexuales lo perseguirían queriendo poseer aquel perfecto cuerpo, el ver aquella tierna y linda carita extasiada de placer, probar toda aquella piel que se asomaba por los provocativos disfraces. El chico estaba en una nube de pensamientos, incluso ya había planeado un secuestro, ya que no soportaría vivir sin su pequeño niño nalgón.

-como puedes tener esos videos –“¿videos?” –de verdad que tú te bajaste toda la colección de no sé qué sucia pagina de inter

-¿eh?... ¿videos?

-ahora si te haces el desentendido –“esperen”… la chica se había robado su celular y todavía le decía aquellas cosas, eso no estaba bien ¿cierto?

-párale… ¿no te refieres a las imágenes?...

-… ¿imágenes?... ¿Qué imágenes?... ¿las de tu perro?... ¿las de tu guapo amigo?... ¿o las tuyas en aquellos bóxer?... ¿o las de ese chico?

-“las de ese chico… Junsu” ¿viste las de Junsu? –trago duro esperando la cruel verdad

-no estoy ciega, que estupideces parecían imbéciles –“parecíamos”… “que yo sepa solo tenía fotos de él, en esas condiciones” -¿Qué?... no me digas que fueron de campamento a ese estúpido lugar en las afueras de Seoul… parecían estúpidos –“campamento”

-espera, estás diciendo que solo viste las que nos sacábamos los dos juntos posando para la camarita, no vistes otras

-noo… -dijo en tono fresa

El chico comenzó a presionar los botones de su celular buscando aquellas imágenes que significaban demasiadas cosas para él, y que sabía perjudicarían a su pobre ex novio Junsu.

-hmm –sus mejillas comenzaron a abultarse conteniendo el aire –hhmm JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA… PERO SI SERA MAS INTELIGENTE JAJAJAJAJAJAJA…. –gritaba el chico dejando a los chicos en completo shock, así que de eso hablaban todas las chicas del 2B cuando decían que YunHo y el chico se habían vuelto completamente locos

-YOOCHUNNIE… -llego gritando YunHo –amigo has perdido la cordura al saber que todo se irá a la mier… ¿verdad?... ¡¡TENDRA QUE SER LLEVADO A UN PSICOLOGO!!… términos simples a un loquero…

-YUNHO… OH YUNHO soy el estúpido más grande de este mundo….

-así eso ya lo sabía…

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA… vamos amigo que todavía tenemos que hacer el examen –YunHo se quedo con la duda de lo que había pasado cuando su amigo ya lo estaba jalando de la mano con dirección a su salón –profesor… profesor de mi alma y mi corazón, sé que no he sido el mejor estudiante de todos, pero de verdad que lo quiero, no lo amo… JAJAJAJAJAJA hay dios amo a todo el mundo… -las chicas se pusieron con las mejores sonrisas que no pasaron desapercibidas por Yoochun –lastimosamente solo seré de una persona… una que ya está en mi vida, así que si no son ustedes solo decepciónense porque lo siento chicas pero nunca lo será… y si ahora estas tu y estoy tras de ti, ten la seguridad de que nunca te fallare –ninguna de las chicas sonrió ante lo ultimo cosa que fue tomada por los chicos como que en ese salón no se encontraba la persona que el chico de cabellos pelinegros amaba

El chico ya no dijo mas, solo se retiro a su lugar tomando el examen y comenzó a hacerlo con la más cándida de las sonrisas, aun con la mirada extrañada de sus compañeros.

-¡¡MILAGRO!!... nuestro Yoochun fue salvado… -finalizo el chico al sentir que ninguna de las miradas se alejaban, y con eso ultimo todos volvieron a hacer lo que hacían asía unos momentos


Por fin la torturuosa semana de exámenes había terminado, por fin los chicos podían estar tranquilos disfrutando de lo que ahora seria la fiesta. Todos los años en cada una de las semanas de exámenes que se organizaban en la escuela, esta organizaba una fiesta, una fiesta la cual era dirigida por el comité de la escuela. El presidente y todos sus ayudantes buscaban el mejor lugar para los chicos y aquel que pudiera ser cubierto por el presupuesto de la escuela.
Ese viernes los jóvenes no dejaban de hablar de lo espectacular que sería la fiesta, una de las mejores discotecas de la colonia. Las chicas estaban hablando sobre lo que vestirían y con quien irían, mientras que los chicos planeaban la forma de invitar a la mejor chica de la escuela, otros más simplemente irían en grupitos para que no se viera lo anti populares que eran, aun que algunos preferían casar la presa en plena acción.

Como se había estado asiendo toda la semana, después de los exámenes los chicos se habían reunido en la cafetería, con la diferencia que en esa ocasión les acompañaba Kamenashi. El chico se había integrado rápidamente a la escuela y a todas sus “normas”, pero aun que tuviera muchos admiradores y admiradoras él prefería pasarla tranquila con sus al parecer normales amigos. La mesa estaba rodeada por los seis jóvenes, Jae y YunHo estaban sentados juntos, mientras que Kame se había sentado a un lado de Changmin, el cual no le había visto absolutamente nada de malo. Yoochun estaba a una orilla de Kame, mientras que Junsu se encontraba a lado de Changmin.

YunHo y Jae cada que podían y que al parecer nadie los veía se daban alguna que otra caricia que pasaba casi desapercibida para sus amigos, Kame no dejaba de “insinuársele” a Min, el chico le había parecido atractivo y si algo le interesaba a Kamenashi Kazuya asía todo lo posible por obtenerlo, y lo aria. Junsu y Yoochun simplemente intentaban acoplarse a la conversación de los chicos que les parecía totalmente fuera de caso, ya que eran los únicos con el corazón rotito de los seis.

-¿bueno y que dicen de la fiesta chicos?... mañana nadie faltara y nos veríamos fuera de lugar si lo hiciéramos nosotros –decía YunHo emocionado porque veía aquello como una oportunidad para pasarla padre con Jae

-tendré que pedir permiso –dijo Jae con una cara un poco preocupada, sus padres eran algo reservados y dudaba que le dieran permiso, además después de que se enteraran por una de sus hermanas que el chico había salido a aquella fiesta en la playa le había ido muy mal con su progenitor, por el hecho de que les había mentido –aun que

-no me digas que no te dejaran… no seas malito Boo T_T –YunHo se colgó un poco de Jae asiendo que los demás se sorprendieran

-¿Boo? –pregunto Changmin curioso

-sip… así le digo a mi JaeBoo… lindo ¿no? ^^

-si tu lo dices… bueno hablando de cosas triviales… ¿Qué ha pasado con tu hermano Junsu?-¿triviales? Pensaron los que sabían de que se trataba el asunto, la situación era demasiado complicada y para nada parecía algo fácil ni por lo menos

-no ha pasado nada Min… sabes que el solo viene en fin de semana, es por eso que no se si podre ir a la fiesta

-deberías de invitarlo, o no sé, sería bueno conocer a tu hermano hyung… -decía Changmin algo emocionado

-sí, seguro que lo conoces, pero por ahora no creo que sea la mejor opción

-Junsu tiene razón Minnie, mejor porque no nos cuentas algunas cosas de tu vida –se dirigió a Kame que seguía al pendiente de los movimientos del menor

-mmm… bueno no hay mucho que contar…



Los tres chicos al igual que el día anterior estaban en la salida de la escuela esperando a los otros dos que ya se acercaban hasta donde ellos. Junsu tenía una cara de pocos amigos, mientras que Changmin permanecía ignorante de la razón por la que se encontraba así, en este caso su culpa. Jae sonreía al ver acercarse a YunHo con las manos en sus bolsillos y caminado despreocupadamente, con aquella sonrisa que le dejaba sin aire y sin movimiento.

Caminaron unos minutos antes de llegar a la entrada de la colonia. YunHo y Jae iban de lo más felices hablando y dándose uno que otro cariñitos, mientras que Changmin sacaba unas galletas de su mochila comenzando a devorarlas.
Las bromas comenzaron a iniciar y los roces no paraban de cesar. El celular de Junsu empezó a sonar y este al notar que había recibido un mensaje de su mamá, comenzó a revisar los otros que tenia, por error oprimió la tecla equivocada y se encontró con una foto de Yoochun y el abrazados sonriendo para la cámara, nunca las había borrado, prefirió simplemente guardarlas en una carpeta en la cual le fuera imposible o simplemente mas difícil verlas.
Junsu seguía callado y al margen de la situación, bueno en realidad no había situación, pero la presencia de Yoochun lo ponía demasiado nervioso y triste a la vez, al sentirse tan tonto por su comportamiento, pero no podía pensar en reaccionar de alguna otra manera, porque todo lo que pasaba le estaba afectando de sobremanera, lo que pasaba con su hermano y lo que se había presentado ahora con el profesor, tantos sentimientos en un solo ser, tanto sufrimiento que lo estaba destrozando lentamente, lenta y sigilosamente.

Yoochun solo lo observaba caminar lentamente, sin siquiera prestar atención al camino sobre el que estaba, su mente estaba completamente en otro mundo, pensando en lo doloroso que era su presente, lo doloroso que era su pasado, y lo doloroso que sería su futuro, pero sabia una forma de arreglarlo, sabia una forma que tal vez lo llevaría a más dolor, pero valía la pena sobrepasarlo, valía la pena sufrir ese dolor para dejar de sufrir un dolor mayor.
Sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas que protestaban por no salir, que intentaban quedarse en esos ojos claros, que no querían demostrar su debilidad, aquella que sentía por más que quisiera que no fuese así.
Los murmullos de los chicos se asían cada vez más lejanos, el cruce estaba a solo unos centímetros de dictación, el semáforo estaba en rojo y las personas ya estaban terminando de pasar, todos se detuvieron al darse cuenta que el semáforo había cambiado repentinamente a verde asiendo que los carros avanzaran por la calle a alta velocidad. Junsu seguía en sus pensamientos y sus ojos ya estaban empapados así que su vista se había nublado y esta le impedía ver con claridad, sus pasos comenzaban a hacerse pesados y su respiración se estaba complicando.

No se dio cuenta de cómo había terminado ahí, de repente los chicos habían comenzado a gritar desesperados y él se había quedado estático en medio de la calle sin poder moverse a causa del miedo y del shock que eso le había provocado. Algunos autos pasaron esquivándolo para no atropellarlo, las cosas parecían estar bien, pero en un momento todos vieron como un carro daba la vuelta en la esquina a alta velocidad y se dirigía directamente al chico que seguía en la calle. El conductor del aparato no pudo ver al chico hasta el momento que había dado la vuelta, pero para entonces ya era tarde, se estaba dirigiendo directamente al castaño.

En ese momento todos estaban esperando lo peor, hasta que Yoochun reacciono casi a segundos de ver el auto venir y corrió a donde el castaño, el golpe fue duro pero fue mejor que ser atropellado por un Ferrari. Yoochun había quedado arriba del joven llevándolo casi a la orilla de la no muy ancha calle de la colonia. Sus respiraciones estaban por demás agitadas, sus corazones latían a mil por hora, si no es que mas rápido, y las lagrimas habían comenzado a salir de los ojos del pequeño Junsu ante tal susto que se había llevado.
Yoochun trato de calmarlo, pero este seguía en aquel estado, todos los otros chicos corrieron hasta donde los dos jóvenes que seguían en el suelo uno encima del otro. Todos gritaban y corrían sin preocuparse que el semáforo seguía en verde, además de que la colonia no era un lugar demasiado transitado, aun que como en esa ocasión habían personas que eran demasiado desobligadas, y como esa era la calle principal de aquel lugar, pues era la única que tenia semáforos, además de que casi todas las tiendas se encontraban ahí.

Cuando ya todos llegaron a donde los otros dos, Yoochun ya se estaba levantando de encima de Junsu, limpio las lagrimas de este no permitiéndole derramar ni una sola gota mas.

-Junsu, Junsu amigo reacciona –decía Jae tratando de articular palabras con voz tranquila

El chico no respondía solamente miraba al rubio

-Junsu, Junsu ¿estás bien?... -todos los chicos estaban alrededor del chico esperando a que este contestara o que diera algún signo de vida, igual ya tenía los ojos abiertos, pero el hecho de que estaba como en shock no le permitía responder y moverse (pro como no va a estar en shock¬¬)

-Hyung responde no nos dejes T.T el pobre de Min se sostenía fuertemente del brazo de Jae, de verdad que todos estaban más que asustados –hyung responde –pero este seguía observando exclusivamente al chico que hasta asía poco estaba encima de el

-Min déjalo respirar, que no ves que el pobre esta en shock, casi lo atropellan y aun no se recupera –lo tomo del cuello de su camisa y comenzó a zarandearlo –¡¡Junsu, Junsu contesta!!... ¡¡Junsu amigo no nos puedes hacer eso, ¿Qué pasara con todos aquellos esos sueños que tenias?... ni siquiera has perdido la virginidad… amigo no te puedes morir casto y puro!!... ¡NO PUEDES! Bueno si puedes pero no debes… igual… ¡¡¡NO LO AGAS!!!... ¡¡¡NO TE VAYAS!!!

-Jae, Jae déjalo lo vas a dejar peor –trato de tranquilizarlo YunHo ya que el pobre de Junsu tenía una expresión de mareo

-perdón… -se avergonzó el chico al darse cuenta del oso que estaba asiendo, y aun mas al recordar que YunHo el amor de su vida estaba ahí presente, viendo los ataques de nervioso que le daban de vez en cuando –Junsu responde amigo –esta vez con voz tranquila como la del principio –Junsu dime ¿Quién soy?... ¿Cómo me llamo?... –lo zarandeo un poco

-imbécil –se escucho de la boca del castaño un poco débil

-¡¡SI!!... ese mero soy… oh Junsu amigo… -lo abrazo fuertemente, sintiendo las sonrisas de sus amigos tranquilos porque al parecer no había sido nada grave

Así con las mejillas encendidas de Jae y también de Yoochun por las palabras del rubio que lo habían dejado sin aire “Junsu no se podía morir virgen”… lo único que podía pensar era que a él le gustaría ser aquel que le cumpliera esa petición al rubio, igual no quería que muriera, pero aquellas palabras se le habían clavado bien, bien profundo en su mente, después de que los dos chicos cayeron en cuenta que el pobre de Junsu seguía en otro mundo sin responder, decidieron llevarlo a su casa que quedaba más cerca de lo que esperaban.

Yoochun insistió en acompañar al chico, Jae se había opuesto ya que no creía que Junsu estuviera de acuerdo, pero con tanta insistencia de parte del otro no tuvo más opción que aceptar, de esa manera al final todos los chicos terminaron quedándose en la casa, YunHo por Yoochun y para aprovechar el tiempo con Jae, mientras que Min simplemente no quería estar fuera de lugar y decidir irse. La nana era la única persona que se encontraba en la mansión a parte de los otros empleados, pero nadie más cercano a la familia. No hubo necesidad de llamar al doctor de la familia ya que no paso mucho cuando el chico ya había recuperado sus sentidos y ahora se encontraba en su enorme habitación siendo rodeado por sus compañeros de clases, sus amigos y aquel hombre que le complicaba la respiración.

Jae llegaba de la cocina con un vaso de agua para que el castaño pudiera tranquilizarse y aclarara su garganta. YunHo se había recargado en un de las paredes suficientemente cerca de la cama para poder ver al joven que seguía en ella, Changmin estaba como niño en navidad viendo todos los videojuegos que tenía su amigo en el estante debajo del televisor, Yoochun solo observaba al chico sentado en una silla que había acercado a la cama, estaba de lo más atento con el menor, no quería que nada le pasara y si se le ofrecía algo él se lo daría, pero curiosamente Junsu solo se lo pedía a Jae dejándolo en absolutamente ningún termino de aquella “historia”, pero no le importaba en realidad, lo único que quería era ver como seguía su “amigo”.

-toma Junsu –Jae le daba el vaso de cristal con el liquido transparente

-gracias Jae… -este lo tomo y comenzó a beber la sustancia

-¿ya estas mejor Junsu?... –dijo este sentándose en la orilla de la cama

YunHo observaba cada uno de sus movimientos, en un momento ya le habían regresado los recuerdos de su encuentro en el baño de la escuela. El solo ver a Jae de aquella manera le asía arder en unas ganas de tomarlo, la forma en la que se preocupaba de aquel chico le asía sentirse tranquilo, le parecía algo muy tierno de su parte. Su vista no se despegaba del cuerpo que ahora acariciaba la mejilla del castaño en un intento de darle apoyo.
Jae volteo hasta donde el pelilargo y dándole una sonrisa nerviosa se acerco a él. El rubio estaba algo apenado por lo que había pasado el día anterior en el baño y sus mejillas volvían a tomar aquel lindo y tierno color rojo, cosa que hizo sonreír a YunHo.

-no es necesario que te quedes aquí, seguro que quieres ir a tu casa y descansar –le dijo casi en su susurro para no perturbar a sus amigos

-no te preocupes, la verdad prefiero quedarme aquí contigo –lo tomo de la cintura notando que nadie se había dado cuenta –es más placentero –acerco sus labio hasta los del otro robándole un tierno beso

Jae sonrió ante aquel acto, sentía que las cosas estaban yendo de maravilla y que por fin se iban a arreglar, el menor por fin correspondía sus sentimientos, y no había cosa en ese mundo que lo hiciera más feliz como lo estaba siendo en aquel momento.
Los chicos siguieron en la misma posición que asía unos segundos, voltearon para ver que nadie lo viera y comenzaron una danza de sensaciones ante el beso más apasionado pero tranquilo que alguno de los dos se haya dado con otra persona. Sus lenguas se probaban y no dejaban en descanso la otra, las manos de Jae quedaron en la nuca del castaño profundizando el ya apasionado beso. Y hubieran seguido a no ser de que la voz de Changmin los interrumpió.

-DIOS… -dijo este dejándose caer en el fresco piso de madera -¿Cómo lo pude olvidar? –todos salieron de sus tan profundos pensamientos y voltearon a verlo, prestándole atención a lo que decía –olvide que hoy tenía que hacer unas compras, me he quedado sin comida y no podre sobrevivir sin ella

-pero que no habías ido asía poco al súper… -pregunto Jae ya lejos de los brazos de YunHo y con las mejillas como dinamita al sentirse casi descubierto

-jeje… lo que pasa es que a mí no me duran tanto las cosas, yo siempre me alimento bien, para no desnutrirme

-tu cuando no Min…

-bueno lo que sea hyung, tengo que irme… Junsu –se acerco a la cama –recupérate pronto y no faltes a clases –el chico asintió a lo que dijo su amigo y en un dos por tres con una que otra tropezada el menor de los cinco se había retirado al súper para poder llenar su despensa

Jae había decidido bajar para prepararles algo de comer a los otros tres chicos, no querían molestar a nadie en la casa y los chicos habían visto aquello como una oportunidad para probar la comida del chico, que según Junsu era como la del mejor chef de toda Korea.
Pero no fue solo, YunHo lo siguió después de unos minutos encontrándolo con aquel delantal de frititas que le quedaba de maravilla. El chico ya no traía el saco ni la corbata de antes, además de que sus mangas estaban enroscadas para no mancharse.
YunHo se quedo observando por un momento la escena, sin duda ese chico había sido su mejor opción, porque él lo seguía viendo de esa manera, el seguía pensando que solo estaba con el rubio por el sexo o por un buen momento, pero en ese momento hasta Yoochun lo estaba dudando. Después de sonreír y disfrutar por completo de la belleza del chico, YunHo decidió acercarse, el mayor se sorprendió cuando sintió como el pelilargo ya estaba rodeando su cintura con aquellos brazos bien formados y como su barbilla había quedado en su hombro oliendo aquel perfume que había decidido usar ese día.

-hueles a fresas –soltó el menor pasando su nariz levemente por el cuello del otro –pero no es femenino… no se es tan refrescante, y lo es más por la mescla con el olor de tu piel –Jae estaba sonrojado con aquellas palabras, eso y además de que YunHo estaba llevando sus manos a todo su estomago subiendo a su pecho y volviendo a bajar

-ahmm YunHo… -articulo antes de soltar el cuchillo con el que había estado cortando las verduras


La habitación estaba en completo silencio, parecía que estaban en luto o algo por el estilo, ya que ni siquiera se miraban y pretendía fijar su vista en ciertas cosas pretendiendo hacer algo. Yoochun se moría por decirle todo lo que quería, moría por obligarlo a que le diera una oportunidad, a que le viera y le dijera que no lo amaba, a que las cosas pasaran de una buena vez, si tenían un futuro quería iniciarlo en ese momento, y si su historia había terminado definitivamente, quería saberlo para ya no atormentarse ni un minuto más.

-Junsu… -intento hablar, pero la voz no le podía salir correctamente

El chico se detuvo un momento “soy un egoísta” pensaba, “como puedo intentar decirle algo así, después de lo que acaba de pasar, seguro que ha de estar aun shock por lo que acaba de pasar”… en ese momento recordó todo… había estado a punto de perder al amor de su vida, estuvo a punto de perder a Junsu, y el solo podía pensar en su virginidad o en hacer algo para que regresara a su lado.
Las lagrimas comenzaron a asaltar su mirada, la respiración se le estaba complicando ya que intentaba no sollozar, intentaba no demostrar su debilidad, pero era tan difícil, el solo pensar en quedarse sin aquel pequeño de ojos y sonrisa alegre, de aquella piel suave y de aquellos cachetitos que podían alcanzar el mas rojo de los colores, ¿Cómo podría vivir sin aquello?... simplemente era imposible.
Junsu estaba sorprendido, no por lo de asía momentos, no por el estar solo con el chico, nada le lograba sentir aquel estrujamiento tan fuerte en su corazón, Yoochun estaba llorando, su Yoochun estaba llorando por una razón que no entendía, una razón que quería saber, y se olvido de todo, olvido por ese instante que ya no eran nada, olvido que se “odiaban”… que lo “odiaba”, se acerco a él en un movimiento rápido y precipitado, lo abrazo con todas sus fuerzas escuchando por fin aquellos sollozos que salían de su garganta sin descanso, y de repente el también estaba llorando, de repente el también sollozaba, y se aferraba con más fuerza al chico que tenia frente.

-no soportaría el perderte –decía con la voz entrecortada por las lagrimas –nunca vuelvas a hacer una tontería como aquella… nunca…

Junsu no dijo nada, no había nada que decir, se aferro tan fuerte de Yoochun que sintió se rompería en cualquier instante.
Las lágrimas se perdían entre las ropas de los chicos desapareciendo del lugar, desapareciendo de sus pieles.


Leves jadeos se asían escuchar en la cocina, los dos jóvenes seguían en aquella posición que no dejaba a Jae moverse, YunHo no tenía planeado dejarlo ir.

-eres hermoso –su lengua recorría la extensión de su cuello succionado ciertas artes de este dejando marcas rojas que más tarde se convertirían en chupetones

-YunHo basta… aquí no –trataba de detener los movimientos de su… bueno de su amante se podría decir porque aun no tenían nada serio –estamos en casa de un amigo, en su cocina, así que por favor detente

-pero Boo… -seguía lamiendo, ahora llegando a la oreja del rubio succionando el lóbulo de su esta

Tal vez no se abrían detenido, y hubiesen terminado repitiendo lo del baño, estaban tan deseosos el uno del otro que había perdido la noción de tiempo, habían olvidado todo lo que estaban asiendo, todo lo que eran, e incluso el lugar en donde estaban, eso hasta que el olor comenzó a llegarles, era algo extraño pero no olía nada bien, entonces Jae recordó que había dejado algo en la estufa. Se separo de YunHo y corrió a apagar lo que estaba en el fuego. YunHo también corrió a ayudar tirando la comida al fregadero y abriendo este para que pudiera controlar el fuego y el humo que se expandía por todo el lugar, por suerte lo habían hecho a tiempo antes de que la alarma contra incendios se encendiera y todo comenzara a ser bañado.

-prende el triturador –dijo Jae un poco enojado porque su comida se había arruinado

-no te enojes Boo –dijo este encendiendo el triturador ya habiendo sacando la cazuela –eres muy sensible…

-¿ahora qué haré de comer?

-vamos esta cocina ha de tener montones de comida, seguro que puedes hacerlo otra vez

-aff… está bien, pero tendrás que ayudarme por haber arruinado las cosas

-ok Boo enojón –le jalo un cachetito antes de comenzar a sacer las cosas que Jae ya le estaba indicando

Yoochun se había tranquilizado y Junsu se había quedado de lo más preocupado, después de que comieran todos se retiraron a sus casas dejando al pequeño castaño al cuidado de su nana, y de su consola de videojuegos.
La noche llego en un santiamén y todos ya estaban en su camita, esperando que el día del sábado por fin llegara.


Las luces seguían encendidas a causa de la poca luz del día que en ese momento de la mañana había. Jae estaba despierto a las seis de la mañana de un hermoso sábado en el cual podía dormir y descansar. Pero la curiosidad era más fuerte, todo el día de ayer no había podido probar sus galletas por la culpa de sus hermanas que habían estado rondando su habitación, pero ahora que estaban dormiditas en su camita, el chico aprovecharía para devorar alguna que otra.

La mano se le fue al chico terminado casi la mitad de la caja, las galletas parecían ser de la más alta calidad, y sabían de maravilla.

El departamento de Changmin estaba aun con todas las luces apagadas, el chico no se había despertado aun y no pensaba hacerlo en unas cuantas horas más. Unos platos se encontraban en la mesa de la cocina y las compras del día de ayer aun estaban sin acomodar en las bolsas de la tienda.

El departamento que estaba cerca del suyo donde dos jóvenes guapos dormían, cada uno en su habitación, seguían en completo silencio, solo dejando escuchar los pequeños ronquidos que salían inevitablemente de sus gargantas.

La mansión de Junsu, aquella que ya tenía al pequeño despierto, esperando la llegada de su hermano, ya era hora, el siempre llegaba en la mañana o en ocasiones se presentaba el viernes por la noche, ¿Por qué aun no había llegado?, el pobre castaño estaba desesperado por ver a su hermanito y decirle que lo sentía y que por favor lo perdonara, pero no llegaba.
El reloj de repente marco las ocho y el chico aun no se presentaba en la mansión, las lagrimas comenzaron a salir de los ojos del chico, estaba completamente triste y perdido las esperanzas de que su gemelo se presentara ese día.
Con el corazón partido el chico fue hasta la habitación de su mamá. La señora estaba en la computadora arreglando ciertos asuntos que tenía que atender de su trabajo. Al ver a su hijo simplemente guardo los archivos y se acerco al pequeño.

-¿pasa algo Su?

-JunHo… el no vendrá a casa, ¿verdad?

-está ocupado, tuvo que quedarse en la escuela –las lagrimas comenzaron a salir de los ojos del pequeño, su mamá lo abrazo reconfortándolo, brindándole ese calor que solo las madres pueden lograr –el vendrá… solo dale un poco de tiempo, y si no viene nosotros mismos iremos al colegio y le obligaremos a que regrese a casa

-¿Por qué papá no ha llegado?

-sabes que el aun está trabajando… que tal si te arreglas para la fiesta de tu escuela

-no quiero ir…

-vamos, invita a tu amigo Jae… seguro que se la pasaran bien

La señora insistió todo el día, que a Junsu no le quedo más opción que llamar a su amigo y preguntarle si iría a la dichosa fiesta, luego le hablo a Min y el gustoso de la vida acepto, en realidad Junsu le había amenazado y prometió que si no iba iría a su casa y robaría toda su comida, después de eso Changmin corrió hasta el refrigerador, lo abrazo y comenzó a gritar que nunca lo dejaría, que él lo cuidaría.
Jae hablaba con sus padres sobre el asunto de la fiesta, ya eran las cinco y esta empezaría en unas cuatro horas en las que se tenía que alistar para ponerse bien guapo y así conquistar a su YunHo.

-por favor –el chico ya estaba en el suelo aferrándose de los pies de su progenitor

-JaeJoong, no quiero que hagas berrinches, sabes que esas cosas no me gustan, además con quien iras

-con Junsu, iré con él, y con Changmin ustedes no lo conocen, pero es el mejor de la clase tiene A perfecta, es un buen chico y es responsable

-tal vez lo sea, pero conociendo como es de hiperactivo tu amigo Junsu, no sé si vayan a estar bien –opps incidente en la fiesta de despedida el año pasado

-pero ahora el no está de muchos ánimos para eso, PORFAVOR… mamá dile que me deje… por fa…

-querido… creo que deberíamos dejarlo ir, además Junsu es muy buena persona, la verdad no creo que le pase nada a Jae, ya no es un niño, es un joven que se sabe defender…

-… -mirada de cachorro de parte de la bella señora acompañada de los dulces pucheros de su hijo

-está bien –suspiro resignado el hombre

-jejeje los quiero… -se fue retirando a su habitación –ojala que nadie se entere que hago estas cosas… que vergüenza que sepan que aun tengo que pedirle permiso a mis papás…

Los cinco chicos estuvieron arreglándose desde pronto para poder quedar perfectos. Después de la ducha estos se habían probado más de diez peinados que al final quedaban como el primero que habían decidido. Jae estaba eligiendo de su ropa la favorita, esa que solo en ocasiones muy especiales solía ponerse, quería quedar espectacular para YunHo y creía que algo sexy sería lo mejor.
Junsu era el más desanimado de todos, solo estaba asiendo aquello para poder despejar su pobre mente de todos los problemas. Su mamá tuvo que escogerle la ropa, y para el gusto del pequeño se había pasado la señora ya que se veía tremendamente genial y resaltaban ciertas partes de el que preferiría dejar en el anonimato (si como no¬¬).
Yoochun aun seguía medio sorprendido por la rapidez que uno puede quedarse sin la persona más importante, pero a pesar de eso YunHo le obligo a ponerse lo más guapo posible porque él sabía que su Jae iría y por lo tanto el chico castaño. El pelilargo vestía sin lugar a dudas más que sexy, su ropa era como una invitación a pecar. Esta permitía ver algunas partes de su cuerpo y su piel morena que lucía por demás deliciosas.
Changmin llevaba algo que lo asía ver mayor, pero a pesar de todo era el más recetadito de todos, aun que si se veía genial con cada una de las prendas desalineadas que había comprado en su antiguo país.

La noche ya era evidente y los carros partían rumbo a la esperada fiesta. YunHo y Yoochun iban en el carro negro del segundo rumbo a esta, la música a alto volumen y los últimos detalles de sus imágenes que se hicieron antes de estacionar el auto en el estacionamiento subterráneo del establecimiento. El auto de Junsu partía de la hermosa mansión en dirección a las casas de sus dos amigos para poder irse juntos. Primero paso por Jae al cual tuvo que esperar cinco minutos más, ya que el chico no estaba muy seguro de si se veía bien con lo que llevaba. Por fin cuando el rubio subió al auto y este arranco, aun se le podía ver pegado al espejo que llevaba en castaño es la guantera. Después los chicos llegaron al departamento de Changmin, el menor aun estaba en la cocina terminando su cena, ya que sabía llegarían tarde y por eso no podría cenar al terminar la dichosa fiesta. Después de que los chicos lo estuvieron apurando el menor termino y antes de salir fue por enésima vez a lavarse los dientes y usar enjuague bocal.
Por fin ya los tres estaban en el auto yendo con dirección a la fiesta, a la cual llegaron en pocos minutos. Casi no encuentran estacionamiento por la cantidad increíble de autos que se habían presentado, pero gracias a un “amigo” del rubio uno de los lugares que este guardaba para un amigo de el les fue cedido, que al final tuvieron problemas ya que no encontraron otro lugar, pero que para el chico había sido un placer dárselo al hermoso JaeJoong.

Había mucha gente afuera del local, esperando amigos, fumando, o simplemente platicando ya que adentro eso era algo imposible. Jae buscaba con la mirada al pelilargo, pero con tanta gente y con la oscuridad le era casi imposible. Luego de una larga búsqueda por fin lo pudo localizar, el chico estaba bailando con una chica, no había mucha cercanía, pero si algo no soportaba Kim JaeJoong, era que intentaran quitarle lo que era suyo, así que más rápido que decir ya, el chico se encontraba a un lado del castaño, robándole la atención a la chica que intentaba acercarse un poco más a su YunHo. El ultimo al ver a Jae bailando a un lado de el, no espero mas y poso sus manos en la cadera de este, bailando al ritmo de la música. La chica se arto por intentar hacer que el joven la pelara, y al final termino yendo otra vez con sus amigas que seguían riéndose de ella, por el plantón que le habían hecho.
Jae reía internamente al instante en el que sentido las manos del moreno sobre de su cuerpo, moviéndolo a un lado y al otro de la manera más sensual que pudiera dárseles. Los cuerpos de ambos ya se estaban pegando lo mas que podían, y sus amigos que seguían fuera de la pista no podían evitar las caras de “no los conozco” o simplemente de “son muy rápidos” al darse cuenta de la velocidad con la que ya estaban en su mundo de completo placer.

Changmin no era de los que bailaban mucho, pero no desaprovecho la oportunidad para divertirse un poco. Unas chicas se acercaron a él coqueteándole pero el chico prefirió ir y sacar a una chica que se encontraba sentada en una mesa sola. La chica parecía buena y se veía algo asustada, tal vez era su primer reventón, así que eso conmovió al moreno y cuando acordó ya estaba sonriéndole extendiéndole la mano. La chica acepto y al final los dos terminaron en la pista de baile un poco alejados de la otra pareja que parecía estaban bailando la danza prohibida.

La música ya estaba comenzando a invadir los sentidos del castaño que seguía observando a sus dos amigos, lucían bien, se veían despreocupados y el solo podía pensar en esos tres hombres que lo estaban llevando a un nivel nuevo de locura. Una linda chica se acerco a él diciéndole que si por favor podía bailar con ella, el chico se sorprendió, nunca en su vida una chica lo había invitado, claro no como que nunca hubiera bailado con ellas, pero siempre era él, el que iba a invitarlas, eso era algo nuevo para él, pero no tenía razón para negarse así que acepto y en un instante ya estaba igual que sus amigos bailando al ritmo de la música, sin preocuparse de cosas que no podía resolver en el momento.

Yoochun, el chico estaba en la barra pidiendo algo de licor, no se había sentido muy bien estos últimos días, y prefería quedarse un momento solo con sus preocupaciones. En eso estaba, de verdad que solo quería quedarse ahí bebiendo y mirando el rojizo liquido que contenía la copa de cristal. Pero entonces en esta se reflejo algo que hubiera preferido no ver.
Junsu estaba bailando con la chica de asía unos momentos, mientras más chicas se le acercaban intentando un poco mas de cercanía entre sus lujurioso cuerpos y el del chico que seguía ignorante a la situación, y hubiese seguido así a no ser del pelinegro que envuelto en su enojo camino con rapidez hasta la pista de baile, y sin pensarlo dos veces tomo al chico de la mano sorprendiéndolo al instante de sentir su cálida mano sobre la de él.
El castaño seguía aun sorprendido por el comportamiento del chico, y esa fue la razón por la que no pudo reaccionar hasta que ya se encontraba fuera de la pista con dirección a no sabía dónde.

-¡¡basta!!... –le dijo a Yoochun intentando que este le soltara, pero fue imposible y el chico siguió caminando –¡¡Yoochun te dije que te detuvieras!!

El pelinegro ya no pudo seguir ignorando las palabras del castaño y termino deteniéndose como este le había pedido, pero no soltó la mano cálida de Junsu, simplemente aflojo un poco el agarre sin soltarla por completo.
Junsu tenía la respiración un poco agitada, el baile y la caminata desesperada lo habían dejado un poco cansado.

-¿Qué es lo que pretendes Park Yoochun? –dijo claramente molesto

-¿Qué es lo que pretendes tu?... ¿por favor que no te dabas cuenta de cómo te estaban tocando?... ¿Qué no veías que esas chicas pretendían algo más que un simple baile?... por dios Junsu no seas tan inocente –sintió como las lagrimas corrían por sus ojos, estaba reprochándole algo a una persona que no era nada de él, a alguien que tal vez no quería verle en este día de descanso

-yo… -el chico se sentía tan mal, ya iban dos veces que veía las lagrimas del chico, y entendía que él no era el único que estaba sufriendo, entendía que el chico también se la estaba pasando mal, entendía tantas cosas que invadieron su cabeza en un santiamén, se sentía confundido, sentía que la cabeza le iba a explotar

-no quiero que… -las palabras se quedaron en el aire cuando sintió los labios del chico en una de sus mejillas

Su respiración se detuvo, como le gustaría sentir esos cálidos labios en los propios, de verdad que le encantaría volver a sentir su lengua entrelazada con la otra.
El castaño se alejo un poco, ahora el también estaba llorando, también estaba derramando esas saladas gotas que recorrían los rosados cachetitos al igual que al chico.

-nos vemos… -finalizo importándole muy poco que asía minutos que acababa de llegar y que sus amigos tal vez estarían preocupados, incluso olvido que él era el único que traía coche de sus amigos y que los acababa de dejar sin transporte

Pero en el momento ellos están ignorantes de lo que pasaba. Yoochun no pudo seguir mas en el lugar así que solo camino hasta el mismo estacionamiento y después de Junsu salió rápidamente sin esperar a su amigo.


Por otro lado Jae y YunHo estaban casi desnudándose en el antro, importándoles muy poco si alguien los reconocía o si alguien decía algo, aun que honestamente con lo borrachos y prendidos por la música que estaban todos los alumnos dudaban que eso pasara.
Los chicos seguían moviendo sus caderas al ritmo de la música, conteniendo las ganas de besarse en ese mismo instante, conteniendo las ganas de desnudar al otro y hacerle el amor en ese mismo momento. Sus temperaturas estaban subiendo, el calor era cada vez más intenso y las ganas de recorrer el cuerpo del otro se asía mas presente. Pero tampoco no estaban locos como para montárselo en ese lugar, aun no lo estaban.

Después de que las manos de YunHo recorrieron todo su pecho tocándolo con esas manos tan calientes, el mayor no pudo soportar y termino llevándoselo hasta una esquina donde pudieran tener un poco mas de privacidad. Sus caderas se chocaban en una danza lujuriosa que los encendía asta el límite. La mano de YunHo ya no podía ser contenida ni un poco mas, quería tocar más íntimamente aquel cuerpo tan perfecto que tenia frente a él, tan pegado a su cuerpo, tan encendido.

Jae sentía igual, la desesperación estaba inundado sus sentidos, moría por ser tocado por aquellas manos, moría por tocar aquella morena piel, el olor de YunHo era como el más embriagante de los vinos, y esos labios carnosos que eran tocados por su lengua le estaba pidiendo que los poseyera, pero algo, solo un poco de conciencia llego a él. No podían hacer algo así, no en ese lugar, no con casi toda la escuela presente. Sabía que en el momento nadie podía decir nada, ya que solo estaban bailando, pero si los veían besándose seria el final de sus reputaciones, y no quería que el moreno pagara por sus necesidades.

Entonces no supo ni cómo ni en qué momento, pero ya estaban caminado en una de las calles rumbo a un hotel, el cual no estaba tan lejos, ya que aquel lugar era muy comercial. YunHo iba empujando a Jae intentando que nadie notara su erección que ya había comenzado a despertar. Jae acelero el paso ya que sentía que si no lo asían pronto moriría de placer contenido.
Estaban desesperados y los dos querían más que nada desahogar aquello que los estaba matando, ya fuera solo sexo o un amor que no le dejaba descansar.


El baile desenfrenado, las caricias constantes, los movimientos de las caderas y las piernas aquellos seres que no prestaban atención a otra cosa que no fuera el sonido de aquella canción, en aquella discoteca llena de jóvenes precoces que morían por no ahogarse en los problemas de la escuela, en los problemas familiares o en los amorosos. Simplemente disfrutar, todos estaban ahora para disfrutar de aquellos momentos en los que podían hacerlo.


El más chico de todos los chicos se encontraba en la barra tomando un rico jugo de naranja, Changmin no era aburrido ni antisocial, pero simplemente tanto ruido y movimiento le daba migraña, las personas pasaban y bailaban sin detenerse, lo empujones no se asían esperar y el chico ya se estaba fastidiando. La chica con la que había estado bailando quiso pasarse de lista y eso le desagrado de sobremanera, por eso ahora se encontraba solo en aquella pequeña “cantina” de el endemoniado antro. Igual no quería dejar a sus amigos solos aunque conociéndolos no creía que lo necesitaran, y mucho menos después de la última fiesta en la que el pobre se había tenido que ir hasta que se dio cuenta que ya lo habían dejado solo y que para colmo al otro día estaban los dos chicos de unos ánimos que lo desquiciaron, claro sin darse cuenta la historia se había repetido. La música comenzó a tornarse mas erótica y las parejas bailaban al ritmo de aquel lujurioso sonido. No supo ni cuándo ni porque, pero en un segundo los recuerdos de su pasado comenzaron a llenarlo, aquellos recuerdos que no le dejaban en paz, aquellos que moría por borrar o por recuperar.

Se recostó en la barra escondiendo su moreno rostro entre sus brazos y dejando de lado aquel baso vacio del líquido amarillo. Sus ojos comenzaron a cerrarse y su cabeza comenzó a despegarse del momento llevándolo a aquellos días en los que vivía en Paris.



******************* FLASH BACK*******************


Las oscuras calles eran iluminadas por los negocios nocturnos de los hermosos lugares de la cuidad de Paris. La música se escuchaba en aquel barrio donde todos los jóvenes se concentraban para pasar buenos ratos y distraer sus mentes de los asfixiantes estreses, tanto como la escuela así como los que ya trabajaban.
Los carros caros y de lujo estaban llegando a la mejor de las discotecas de la zona si no era que la mejor de toda la ciudad de Paris. El más caro y exclusivo lugar era visitado por las personas más adineradas y aquellos que tenían una fuerte recomendación. El lugar era lujoso y bastante caro, pero las personas de mayor edad no solían dirigirse ahí, los que normalmente lo asían eran los jóvenes de esos rucos adinerados, así como las celebridades de aquel hermoso país asistían.
Un Gallardo negro se acercaba al lugar a gran velocidad, las personas dejaron que este se estacionara en la entrada, dejando así las llaves al valed parking del elegante lugar. Dos jóvenes se bajaron de aquel Gallardo dejándolo al cuidado del local, se arreglaron un poco las ropas y se acercaron a la entrada del exclusivo local, otras personas estaban formadas intentando que los guardias les dejaran pasar, así que de esa manera los dos chicos esperaron a que terminasen, entrasen o lo que fuera que hicieran.

-Min de verdad que eres increíble, apenas si acabas de cumplir quince año y ya estás en estos rollos –decía el chico intentando que los demás no lo escucharan

-tonto… es la primera vez que vengo a este tipo de lugares, bueno una vez vine pero fue por una fiesta, ósea que rentaron el lugar –dijo este sin tomar mucha importancia a lo que le decía su acompañante

-pero eres menor de edad, y si no lo sabes aquí no pueden entrar menores, no sé cómo le vamos a hacer para que te permitan el paso –el mayor estaba algo preocupado, sabía que Changmin era un chico de una familia por demás adinerada, pero no creía que los guardias le permitieran la entrada sabiendo que aun no tiene la mayoría de edad

-no te preocupes, todo saldrá bien, o me dejo de llamar Shim Changmin –dijo el chico orgullosos del nombre que llevaba, pero no por el hecho de su apellido o por el renombre, la razón era que el chico se consideraba una persona que siempre obtenía lo que quería, que siempre luchaba por todo, y que no se dejaba llevar por las influencias monetarias, aun que en ocasiones lo requerían, y esta era una de ellas

Las personas del frente fueron desalojadas impidiéndoles el paso al exclusivo lugar, el turno de los dos chicos se había acercado y estos pusieron su mejor cara de chicos millonarios y talentosos. El hombre que se encargaba de permitir el paso había visto el carro en el que estos habían llegado, claro era su trabajo darse cuenta si eran personas de mundo o solo unos chicos que venían a perder el tiempo.
El hombre que poseía unos lentes y traje negro, los observo por un momento dándose cuenta también de las ropas que traían, claramente de la mejor marca y honestamente muy bien combinada, dándoles un estilo de la última moda. El chico más grande era claramente más alto que el otro, pero Changmin no era un niñito de esos que nunca crecen o que aparentan su edad, una sonrisa se curvo en la reluciente dentadura del guardia y les permitió el paso quitando el cordón que estaba frente a ellos.

Los dos jóvenes entraron agradeciendo la tremenda fuerza que tenían y la gran facilidad que tenían para mostrarse de lo más tranquilos en situaciones de este tipo.

La música inundaba los sentidos de todos, las personas bailaban desenfrenadas mientras algunos otros se embriagaban en la barra, otros más asían show en las mesas o no dejaba de gritar como locos maniáticos. Los dos chicos se daban cuenta de que el apellido que llevasen las personas era algo que no importaba, todos eran unos adolescentes mimados y llenos de complejos.

Changmin sonrió ante sus pensamientos, observo un momento al chico que se encontraba a su lado y le jalo del brazo para llevarlo a la pista de baile. El otro chico solo se dejo guiar un poco avergonzado por la confianza y rapidez con la que aquel pequeño niño trabajaba. Changmin seguía con aquella cándida sonrisa caminando entre la gente llevando al chico a un lugar donde nadie los viera, que era claro el lugar donde más personas se encontraban bailando, por la excitación de la música y las ganas de des estresarse las personas nuca ponían atención a los demás, y esa era la razón por la cual aquel lugar era el mejor.

La música los invadió en unos segundos, el mayor aun seguía un poco avergonzado, pero ver a Changmin bailar y disfrutar de su compañía, le hizo relajarse de igual forma. Los movimientos de sus cuerpos se comenzaban a hacer más frenéticos, la música aumentaba de velocidad y las respiraciones aumentaban de ahitamiento. Las manos se movían al compas de aquella música junto con las caderas que no se quedaban atrás.

De repente la música cambio, su ritmo erótico comenzó a sonar en todo el lugar, los dos chicos se quedaron por un momento inexpresivos, el mayor por el hecho de que con quien estaba era un niño, y el otro por la simple razón de que nunca en su vida había bailado, ni siquiera intentado bailar ese tipo de música que no iba para nada con su estilo. Pero ya estaba ahí, habían ido a divertirse no a estarse parados y no dejar de observar para todas partes. Changmin reparo en unos chicos que estaban en una de las mesas bailando y entonces le llego la inspiración, imitando algunos de aquellos movimientos se acerco al más grande seductoramente y con las mejillas hasta su punto máximo comenzó a moverse chocando sus caderas con la del otro joven. Los ojos de este se abrieron como platos, los movimientos del más chico eran provocativos y le estaban incitando a moverse de igual forma, le incitaban a no dejar que aquel chico se desapartara de su lado, a que siguiera bailando como lo había estado asiendo asía unos segundos. Este tomo la cintura de Changmin acercándolo lo más que pudo a él, rosando todo su cuerpo con el del otro, la música no paraba y los movimientos no podían ser controlados, el sentido común o cualquier otro tipo de pensamiento había desaparecido de sus mentes, lo único que querían era disfrutar de la cercanía tan intensa que se estaba llevando a cabo, lo único que querían era sentirse uno al otro…

Una voz…


*********END FLASH BACK*********


-¿Changmin estas muy solito?… -el chico seguía un poco sorprendido al darse cuenta en lo que estaba pensando, había prometido salir adelante y dejar todos aquellos recuerdos a un lado, pero por que ahora

-Kazuya… lo siento es que estaba pensando en algo –dijo este acomodándose en su asiento volteando a donde el otro

-jeje cuando te vi, creí que estabas borracho o algo así, parecías muy triste, bueno más bien pareces… ¿te pasa algo? –pregunto sintiendo como los ojos de Min entristecían en un santiamén

-no, no te preocupes, es solo que estaba recordando algunas cosas que me gustaría que se quedaran en el pasado, por eso será mejor que…

-entiendo, será mejor que no hablemos de ello… -se acomodo viendo asía donde se encontraban todos los vinos –que te parece si mejor nos distraemos un momento, ¿podemos bailar?

-¿bailar?... no lo sé, la verdad yo no soy bueno para eso…

-eso no es cierto te vi con aquella chica… pareces un niño de quince años...

-en realidad –pero no pudo pronunciar mas palabras por que ya estaba siendo jalado asía el centro de toda la muchedumbre

El chico tan solo se volteo para poder ver a Min de frente cuando ya estaba bailando al ritmo de la música movida, la distancia entre ellos era prudente, así que Changmin no tardo demasiado en adaptarse y comenzar a moverse de igual forma, la música era pegajosa así que no necesito de mucho para poder hacer lo mismo que su amigo.

Kame lo veía con una sonrisa mientras intentaba acercarse un poco más al chico, claro una distancia que no fuera demasiado fuera de lugar, pero que les permitiera tener un poco mas de privacidad. Changmin ni siquiera se dio cuenta de cómo ya estaba moviéndose desenfrenadamente al igual que todos sus compañeros de clases, y como el chico parecía tremendamente sexy, aun que en realidad no le interesaba de una forma más intima, simplemente le parecía un buen amigo… o ¿no?...


Las paredes blancas de aquel cuarto eran iluminadas solamente por las lámparas encendidas de las dos mesitas de noche. Los besos, las caricias, todo era desenfrenado, cada parte de aquella piel era lamida, cada parte de aquel cuerpo era tocado. El placer había pasado a un nuevo nivel.


El departamento estaba en completo silencio, su celular era lo único que iluminaba aquella oscura habitación. Los archivos fueron abiertos llevándolo hasta las imágenes y en este encontró una carpeta, antes de entrar esta le pidió la contraseña…

Mi delfín nalgón…


Fueron las palabras que se teclearon en el pequeño aparato…


1 Comentarios:

  1. Anónimo11/26/2011

    jakjakajkajkajkajkajkaka
    me encanto el nombre de la clave
    kjkajkajakjakjakjakjakjka

    Ya y que onda minnie...Todo misterioso
    (k-ede)

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