Al volver a mi departamento la cosa no ha cambiado, sigues sumido en un sueño profundo, me recuesto a tu lado, el Sol pronto saldrá y me obligará a caer nuevamente en mi letargo. En la siguiente noche me despierto sintiendo unos labios cálidos sobre los míos, el aroma del pequeño Changmin es exquisito, y subo sobre él.
- Veo que te sientes mejor –Acaricio tu hermoso rostro.
- Gracias a ti –me besas nuevamente y yo no puedo evitar corresponderte.
- Vamos –te separo de mi con delicadeza- es hora de comer.
- Lo sé, me siento débil –me levanto y te ayudo a ponerte de pie.
En otras circunstancia probablemente te habría hecho el amor, pero sé que estás débil y que necesitas pronto alimentarte.
- Ese tal Junsu, ¿qué sabes sobre él? –le preguntó mientras caminamos por las calles en busca de una buena presa.
- Bueno, hace unos dos años que me busca. No estoy seguro de cómo supo sobre mí, es como si pudiera leer mis pensamientos, siempre sabe dónde encontrarme.
La idea no me pareció tan descabellada, hace unos cincuenta años, conocí a un hombre llamado Larry, era inglés y tenía la facultad de mover objetos. Los sujetos que conformaban la agrupación Tsubasa, eran en verdad personas con talentos extraordinarios.
- Bueno el hecho final Changmin, es que te quiere, así que tienes que aprender a defenderte –pude notar en su rostro que estaba asustado.
- Jae, ¿Cuál es tu talento? –la pregunta me fue desagradable, por lo general los inmortales ocultamos esa información al resto, por una cuestión obvia de protección.
El talento se obtienen al nacer como inmortal, mi verdadero talento no lo identifiqué hasta que Antus me lo mostró. El hecho de poder causar placer o dolor al beber sangre era sólo uno de mis talentos, pero sin duda, mi mayor talento era mi velocidad. En realidad nunca he puesto a prueba el límite de estas dos virtudes, el hecho es que no he tenido la necesidad de hacerlo, pero desde luego asesiné a otros inmortales con ellos en el pasado.
- ¿Qué te hace pensar que te los diré? –no quise sonar rudo, pero fue algo inevitable.
- No te enfades con la pregunta. Yo no tengo problemas en decirte que mi talento es que tengo un oído subdesarrollado, incluso más allá del oído de un inmortal. Puedo escuchar todo en un radio de mil kilómetros. Controlar esos sonidos fue lo difícil –noté cierta expresión de desagrado.
- Entiendo, sin embargo, el que me digas tu don no quiere decir que yo te diré el mío –Te miré de reojo y no parecías sorprendido.
- Antus me dijo que eras muy reservado –sonreí ante el comentario, Antus solía decírmelo a menudo.
- Veo que hablaron mucho sobre mí –lo dije con la intención de saber más.
- Más de lo que me gustaba –reconoció- Antus te tiene en muy alta estima. Te amaba muchísimo, no sabes los celos que sentía cada vez que hablaba de ti. Cuando nos conocimos yo aún no terminaba la secundaria, lo vi pasar una noche después de terminar las prácticas de kendo. Lo extraño fue que cuando me miró me paralicé por completo, sentí fascinación y miedo al mismo tiempo. Me sonrió y luego se marchó. No lo volví a ver a hasta una semana después, cuando esperaba el autobús hacia mi casa. Se detuvo en un auto convertible negro, “Sube”, me dijo. Más que una petición fue una orden, y yo inexplicablemente accedí. Me llevó hasta una gran mansión, me ofreció vino. Me observó detenidamente mientras bebía mi copa de vino. Sin previo aviso me besó con pasión exquisita, no pude resistirme a pesar de que jamás me sentí atraído por un hombre. Me hizo el amor durante toda la noche de una menera que jamás imaginé que se podía hacer entre dos personas del mismo sexo, debo confesar que el asunto me parecía obseno y sin sentido, pero al final terminé siendo yo mismo el que lo buscaba para repetir la sensación, hasta que antes del amanecer desapareció. Lo esperé durante todo el día, los sirvientes de la mansión me sirvieron el desayuno, el almuerzo y en la noche la cena. No apareció esa noche. Extrañamente no pensé en marcharme, algo me lo impedía. Me quedé otro día y a la siguiente noche apareció. Me besó a penas me vio. Me volví su amante por casi un año antes de saber que tenía cáncer a los pulmones. Me sentí enfermo a mediados de ese año y no fui al doctor hasta que tosí y de mi boca salió sangre. Aquel acontecimiento fue tan extraño para mí como mortal, porque Antus se escandalizó a tal extremo que me llevó esa misma noche hasta un hospital. Durante todo ese tiempo jamás supe que Antus era un vampiro. Era extraño que yo sólo pudiera verlo en las noches, pero también él casi nunca me hablaba de su vida. Cuando me diagnosticaron el cáncer y los pocos meses que me quedaban de vida Antus cambio conmigo. Se volvió frío y siempre parecía estar triste por algo. Agonicé tres días antes de sentir que la vida me abandonaba. Fue esa noche cuando Antus me contó su gran secreto. Me dio a elegir lo que yo quería y lo único que pude contestarle fue “Sólo quiero quedarme contigo”, y entonces me transformó –la diferencia de hechos me hizo sentir enfadado –Tú debes saber lo que se siente al ser transformado, el fuego abrasador de una llamas invisibles arrebatándote de la muerte. La forma de comunicarnos fue totalmente distinto, me di cuenta del inmenso sacrificio que Antus hacia para no lastimarme cuando hacíamos el amor ó incluso en cosas tan sencillas como abrazarme o besarme cuando era humano. Pero siendo ya un inmortal, eso ya no le preocupaba. La manera de hacer el amor era más salvaje y exquisita, y la sangre… por Dios la sangre –suspiró- aún recuerdo el sabor de mi primera victima, jamás experimente placer semejante. Sin embargo, el día de mi transformación, fue la única vez que probé la sangre de Antus, en ella estabas tú, en sus recuerdos. Cuando le pregunté por ti, sus ojos se llenaron de lágrimas rojas y no quiso hablarme. Pasaron un par de meses antes de que se decidiera a contarme, después de haberle insistido. Desde entonces Jae, te has convertido en una sombra molesta –te miré y tu hermoso rostro no mostraba intención alguna de insultarme- pero también, quise conocerte, la curiosidad me mataba, sobre todo porque en sus recuerdos te veías como un hombre atractivo –reí bajo.
- ¿Cuándo te abandonó? –la pregunta hizo que tú rostro se tornara triste.
- Discutimos hace tres años, la razón incluso ahora me parece tonta. Quise pedirle que dejara de hacer el amor con otras mujeres y hombres, le pedí fidelidad –quise reírme fuerte, pero me lo impedí- te imaginas Jae, nosotros los inmortales, adoradores del placer y la belleza, ¿existe alguna manera de ser fieles? Una tontería, lo sé. Incluso creo que fui inmaduro. La realidad Jae, es que yo creo que él buscaba la excusa para dejarme, Antus es un hombre libre, sin ataduras, se asusta cuando ya no tiene esa libertad y escapa, lo hizo contigo, lo hizo conmigo, y no dudo de que ahora tenga a un nuevo compañero –sentí pena por ti Changmin- Escuché que ahora toca el piano –me detuve sintiendo el aroma de una buena víctima, Changmin también la percibió -También se cambio de nombre –me sorprendió tu comentario- Ahora se llama Yoochun.
- ¿Yoochun?, Ja!, casi parece un nombre humano. Antus era un nombre muy mitológico –sonreí pensando en lo raro que me pareció su nombre cuando lo conocí.
- Tengo hambre –acaricié tú rostro.
- Diviértete, te buscaré más tarde en el departamento –me miraste asustado- no te preocupes, no pienso abandonarte –asentiste y te marchaste.
Sentí una extraña necesidad de ver al humano llamado Junho. Lo encontré en aquel pub, bailando para unas mujeres que le entregaban dinero a cambio de sus caricias. Me vio a penas ingresé, y sonrió. Es un hombre muy hermoso, afectado otra vez por él, quise poseerlo, y aunque mi mente retorcida habría querido hacerlo en ese instante, esperé a que él terminara y viniera a mí.
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OMG NO PUEDE SER SIN PALABRAS ESTA MARAVILLOSA YA ME ENVOLVIO POR LO QUE MAS QUIERAS CONTINUALA PRONTO ME CONSIDERO TU FAN JOJOOJ
ResponderEliminarporavor continua esta buenisimooo...^^
ResponderEliminarOhhh!! Antus es Yoochun!! no se porque pero lo intuia XD
ResponderEliminarMuy buena historia ,esperare el siguiente capitulo.
Gracias!!
dios yoochunie *¬*
ResponderEliminarporfavoor contiii!!!!!!
me encanta la historiiia!!!! *.*
jajajajaja... waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarlo sabia mi sexto sentido me lo decia kyaaaaaaaaaaaa>.< Yoochun tenía que ser el vampiro que convirtió a mi Jae... a nadie más le imaginaba como vampiro... y uno seductor que enamoró a Jaejoong... solo podia ser yoochun >.<
te idolatro *poniendote velitas* XDDD... desde ahora soy tu FAN n.n