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Arualthings

Crónicas de un Tonto Mejor Amigo cap 4

La verdad es que todo se ha vuelto una cosa horrorosa.



Había una comodidad extraña dentro de aquella cena.



El sonido de los cubiertos sobre los platos apenas se escuchaba, el aroma delicioso invadía el ambiente y los padres de Yunho y Changmin sonreían gustosos de poder tener a su familia reunida aquella noche. Changmin bebió un poco de vino y miró de reojo a Yoochun sentado junto a Yunho.



Esa amistad tan cercana que había vuelto a Park prácticamente en alguien más de la ‘familia’



Particularmente Yunho no podía venir a cenar sin traer a Yoochun, y así había sido desde la adolescencia, como si Yoochun fuera un brazo o pierna de Yunho y viceversa. Changmin siempre se preguntó, ¿por qué él no podía tener una amistad así de cercana?



Llevó un pedazo de brócoli a su boca y vio a Yunho reír con un comentario de su padre, Yoochun parecía verdaderamente cómodo sentado entre ellos. Entrecerró los ojos y entonces lo notó, Yoochun se movía demasiado, mordía su labio inferior y de pronto perdía la mirada en cualquier lugar del comedor.



…Yoochun estaba pensativo; Y eso no era normal.



Usualmente él no solía prestar su atención en algo por demasiado tiempo a Changmin le intrigó lo que pudiera pasar por aquella loca cabeza, pero luego de pensar en lo traumante que sería de verdad averiguar lo que pensaba, decidió fingir que en realidad no había notado algo.



—¿Saben que es curioso?



Todos los miembros de su familia lo miraron en seguida, Changmin sonrió traviesamente, moviendo la comida en su plato y evitando mirarlos.



—Que Yunho traiga a Yoochun más veces de las que ha traído a sus novias; Casi hasta pareciera que están saliendo.



Un sonido ahogado, y Yunho fue la razón, golpeaba sustentablemente su pecho luego de haberse atorado con el vino que bebía y por supuesto Yoochun de inmediato lo asistió golpeando su espalda. Su padre sonrió y su madre negó levemente con una sonrisa en la boca.



—Pero que cosas dices hijo, además creo que me siento más cómoda con el pequeño Chun aquí, que con alguna linda chica que solo busca mi afecto por simpatizar un poco más a mi Yunnie.



Su madre continúo comiendo, Changmin solo levantó la mirada y jugó con el tenedor en sus manos.



—Lo sé, solo resaltaba algo que parece muy obvio.



Algo extraño ocurrió; Yunho levantó la mirada, directo hacía él, pidiéndole que guardara silencio de una manera autoritaria. Changmin entrecerró los ojos. ¿Por qué de pronto el tema había descolocado a su hermano? Yoochun sin embargo solo miraba hacía cualquier parte.



Claro… Park le temía, esencialmente por que sabía que él era capaz de sacarle cualquier tipo de información con su inteligencia por mucho superior a la de él. Pero por la paz, Changmin optó por sonreírle a su hermano mayor y continuar con la cómoda cena ‘familiar’



Unos años atrás cuando Yoochun había entrado a su familia, siendo un niño apenas Changmin sintió celos de él, por que lo sentía como intruso que se apoderaba del cariño de su familia. Con los años, Yoochun se convirtió en ese hermano molesto al que puedes extorsionar sonsacándole la información necesaria.



Quizá… Sería bueno volver a aquellos tiempos, después de todo. Changmin deseaba un celular nuevo.













Eran casi las nueve y media de la noche.



Jaejoong dibujó esa sonrisa tonta sobre sus labios.



Esa sonrisa tonta que todos conocemos tan bien. Esa sonrisa producida al recordar a ese alguien que de pronto nos deslumbró. Y la imagen que venía a la cabeza de Jaejoong cada que desocupaba su mente de cosas importantes, era esa sonrisa amable de Jung Yunho cuando se acercó a él en aquel restaurante y lo ayudó a recoger sus papeles.



Llevó una almohada a su propio rostro y sonrió más ampliamente, sintiendo como un leve calor subía a sus mejillas.



—¡Maldición! ¿Qué me pasa?



Se sentó sobre la cama y aún así esa sonrisa no desaparecía, miró la ya algo oscura noche que entraba por la habitación de hotel en la que se estaba hospedando. Junsu vivía en un lugar muy reducido y no le quería importunar. A pesar de lo mucho que su hermano insistiera.



Se levantó y suspiró. ¿Había sido el destino? Se apoyó en el alfeizar de la ventana y suspiró, con la misa sonrisa en sus labios, esta vez mordiendo su labio inferior y con un excelente presentimiento en su interior. Uno de que tal vez éste sería su mejor visita a Corea.



—¡¡Ah!! ¿Por qué tienes que ser tan apuesto Jung Yunho?



Sacudió su cabeza y la sonrisa seguía ahí, igual de tonta, igual de dulce.













—¿No te pareció increíble que Jaejoong y Junsu resultaran hermanos?



Yoochun movió el vino tinto en su copa y asintió, apoyado en el balcón junto a Yunho que para su mala suerte no parecía querer dejar de hablar del recién aparecido alias ‘Kim Jaejoong’ miró hacía la oscura noche y luego deslizó la mirada hacía su mejor amigo; Él estaba ahí, altivo, con una mano en su bolsillo y con la otra sosteniendo la copa con vino tinto que ahora bebía…



Con esa sonrisa estúpida en los labios.



—Tal vez era cosa del destino que lo conozcamos desde antes, ¿no? En realidad es algo muy curioso.



Eso fue todo lo que pudo soportar, bufó molesto y se giró completamente hacía él.



—De acuerdo Yunho, ya basta de hablar de Jaejoong. ¿Es que acaso ese tipo te despertó tu lado gay o qué?



Yunho movió un poco su cabeza, cual paloma en el alambre. Al parecer no entendía. Yoochun pasó una mano por su rostro y suspiró.



—¡Oh! ¿Te refieres a si él me parece atractivo?— Yoochun lo miró y Yunho pareció pensarlo. –Pues tu dijiste que era ‘lindo’ a mi me parece que es muy sensual, su voz, sus expresiones. Es un tipo muy atractivo, pero no es mi tipo. En el caso de que me gustaran los hombres claro.



Hubo un particular momento en el que Yoochun abrió la boca dispuesto a contrarrestar aquello con un buen sarcasmo, pero decidió mejor callar, volviendo a mirar el paisaje que la casa de los padres de Yunho le proporcionaba.



—¿Y es que te has puesto a pensar como sería tú tipo en el caso de que fueras gay?

—…No. ¿Tú crees que Jaejoong sería mi tipo?

—¡¿Qué?!



Yoochun entonces se espantó, retrocediendo un paso y mirando a Yunho quien parecía solo un niño pequeño quien pregunta con toda la inocencia del mundo de dónde vienen los bebes.



—Tranquilo, solo bromeaba…— Yunho volvió a mostrar esa tonta sonrisa en los labios y Yoochun entrecerró los ojos.

—Dime la verdad Yunho… ¿Se te despertó ese lado gay que todos guardamos muy dentro, verdad?

—Oye, Yoochun, ¿podrías dejar de decir tanta tontería junta?



—¡Es verdad! ¡Siempre hay un ‘alguien’ que despierta nuestro lado gay! El mío no ha llegado todavía, pero con respecto al tuyo estoy empezando a dudar.

Yunho rodó los ojos y bebió más vino. –Deja de ser tan dramático, Jaejoong solo me cae bien.



Yoochun entonces lo miró desconfiado.



—Si… Claro, así empezaron mi abuelita y su primer amante.

Yunho torció sus gestos. —¡Diablos, Yoochun! ¿Podrías dejar esas analogías tan traumantes?

—¡Son casos de la vida real!



Yunho lo miró fijamente y Yoochun solo asintió, convencido de sus palabras y al ver que pelear contra Yoochun era sencillamente inútil. Yunho solo suspiró.













Esa mañana fue espantosa.



Changmin descubrió lo que ‘levantarse con el pie izquierdo’ significaba.



Sus padres se había marchado a trabajar temprano, él por el contrario se había levantado muy tarde, no había desayunado, se había apenas alcanzado a duchar. Su auto no quiso prender a la primera, y para rematar era su primer día en la tienda deportiva de Yunho.



Todo hasta ahí, era una cosa horrorosa.



El carro aparcado lo suficientemente lejos como para que tuviera que correr hasta su lugar de trabajo lo hizo llegar algo sudado, con la capucha de su abrigo sacudiéndose hasta que vio a Junsu con aquella polo roja que era el uniforme del trabajo, ayudando a uno de sus compañeros a terminar de abrir la puerta principal.



—¡Junsu!



Estiró un poco su mano, pero luego tuvo que apoyarse en sus rodillas para poder recuperar el aire faltante en sus pulmones, el muchacho sin embargo solo levantó un ceja.



—Creí que no vendrías, ya es muy tarde. ¿Yunho hyung no te dijo que hay que llegar una hora antes para tener todo listo antes de abrir el local? Como por ejemplo limpiar, revisar el inventario de los artículos y…

—Si, si… Ya sé todo eso pero es que…



—Junsu, ¿no sabes si ya llegó Changmin?



La voz de Yunho bajando las escaleras hizo que ambos detuvieran su charla. Junsu velozmente tomó una camisa que había sobre el pequeño mostrador que había en la entrada y se la lanzó directamente a Changmin quien solo lo miró extrañado.



—¡Ponte la camisa rápido!



En ese instante a Changmin no le quedó otra que obedecer, para cuando terminó de colocársela, Yunho hacía su aparición, un poco atareado entre unos papeles que llevaba en sus manos.



—Si hyung, llegó un poco tarde. Unos minutos apenas, pero como estábamos tan atareados con tantas cosas le pedí que nos ayudara de inmediato y luego se reportara contigo. Fue mi culpa, mis disculpas hyung.



Junsu hizo una pequeña venía, ante los ojos sorprendidos de Changmin que no terminaba de entender por que lo ayudaba. Sin embargo los otros empleados solo negaron discretamente y sonrieron. Aparentemente acostumbrados a la excesiva amabilidad de Junsu.



—Oh, ya veo. Que bueno que estés tomando en serio todo esto del trabajo. Me siento orgulloso de ti, y te aseguro que papá también.

—Mmh… Si, gracias Yunho.



Su hermano le sonrió y luego de eso, le pidió a uno de los otros empleados que lo ayudara a revisar algo en los nuevos artículos que habían llegado. Changmin pudo respirar tranquilo cuando Yunho finalmente se alejó y Junsu pareció volver a lo suyo con respecto a arreglar la entrada.



—¿Qué esperas? Ve con Dong hyung y dile que te explique lo que tienes que hacer.



Changmin de pronto se sintió como un niño perdido, asintió distraídamente y entró algo apresurado hacía el lugar, intentando ubicar al tal Dong que parecía ser el jefe de personal. Entretenido como iba no pudo notar la sonrisa divertida en Kim al verlo tan tiernamente perdido en su primer día de trabajo.













—¡Es que es insoportable Boa! Desde que conoció al tal Jaejoong no hace más que hablar de él, tal parece que no puede evitar nombrarlo en cualquier tipo de conversación.



Yoochun jugó con los bolígrafos sobre el escritorio, y Boa se vio inevitablemente obligada a mirarlo con algo de interés mientras Yoochun parecía no cansarse de quejarse de Yunho y la fijación extraña que tenía sobre aquel muchacho que habían conocido hace poco.



—Es normal, a lo mejor Yunho siente que hace mucho no hace nuevas amistades.

—Me tiene a mí, ¿para que quiere más amigos?



Boa pensó en la manera más adecuada de decirle a Yoochun que eso había sonado terriblemente egoísta y posesivo, pero lamentablemente no halló la forma, por lo menos no sin insultos de por medio. Así que intentó hacerse a la idea de que hablaba con un niño de cinco años y tomó sus manos con una sonrisa conciliadora en los labios.



—Escucha Yoochun, llega el momento en la vida de toda persona en la que necesita relacionarse con más personas. Él no puede ser exclusivo para ti por que en primer lugar no es de tu propiedad.

—¡Pero nunca habla tanto sobre mí como se la ha pasado hablando del tal Jaejoong!



—¡No habla de ti, por que siempre estas con él! ¿Qué pretendes, que el tema de conversación entre ustedes seas tú? Eso sería muy raro, deja que sea amigo de Jaejoong para que hable de ti con él.

—¡¿Por qué tiene que hablarle de mi a ese sujeto?! ¡Hay cosas de mí que solo él las debe saber!



Boa exhaló un poco de aire y pasó una mano por su rostro. Un niño de cinco años era más razonable que Yoochun en estos instantes.



—Yoochun míralo de esta forma, ¿cómo te sentirías si a Yunho le molestara que tu de pronto de comenzaras a llevar bien con algún modelo con los que trabajas?

—Yo no necesito más amigos, con Yunho es suficiente. Él es un buen amigo.



Ok, eso fue demasiado tierno. En especial con aquella cara inocente que Yoochun puso en ese instante, como si aquello fuera lo más simple y evidente del mundo. Boa no pudo evitar colocar un rostro de fan girl por unos segundos pero luego suspiró. Recordando algo muy importante.



—¡Oye! ¿Y yo no cuento o qué?

—Tú eres un caso aislado Boa. ¡De todas formas! Yunho no debería a traicionar a su mejor amigo haciéndose amigo de los demás.



De acuerdo, Boa no estuvo muy segura de si eso fue un cumplido o no, pero igual lo dejó pasar.



—Que tú seas un insociable que no tiene amigos por que siempre le quitabas las novias a los demás, no quiere decir que Yunho sea igual.

—¡Oye!

—Ahora guarda silencio que tengo trabajo que terminar.



Yoochun hizo un pequeño puchero y miró a Boa enfrascarse y concentrarse en los documentos en sus manos mientras usaba el resaltador de vez en cuando, se cruzó de brazos y esperó. Mirando de un lado a otro, pensando en que la oficina de Boa era demasiado seria para su gusto.



—Por cierto, ¿sabes hermano de quien resultó el tal Jaejoong?



Resignada, Boa levantó la mirada una vez más y suspiró.



—¿De quien?

—De Junsu. Y por supuesto Yunho no hizo otra cosa más inteligente que decir que se trataba del destino. ¿Destino de que me quieres explicar?



Kwon Boa era una mujer paciente, o algo así. Pero mientras Yoochun volvía con su interminable discurso sobre Yunho, ella entendió que la mejor solución era darle la razón en todo a Park, asentir y seguir con su trabajo como si la historia sin final de Yoochun fuera sencillamente el sonido molesto de una mosca cerca de su oído.













—¡No papá yo no quiero una patineta de ese color!

—Hijo por favor, ya hiciste al joven ir a la bodega como diez veces. ¡Escoge solo esa!

—¡No! ¡Ahora quiero una roja!



—Hace un rato querías una de spiderman, luego una azul. ¡Escoge esa y vámonos!

—¡¡No, quiero una roja!!



Changmin respiró profundo con la patineta en sus manos, pensando en lo útil que sería lanzársela por la cabeza al mocoso ese, seguramente al menos así se callaría, y su padre hasta se lo agradecería. El muchacho pataleaba y Changmin ya suponía que no se calmaría.



—¡¡Quiero una roja!!

—Está bien, iré por una roja. Pero por favor deja de gritar.



Miró al niño fijamente y el muchacho de inmediato sonrió. Changmin solo bufó con molestia y regreso a la bodega ahora por una patineta roja, con las cajas en las manos sonrió un poco, feliz de que por fin su tormento acabaría, el muchacho tomó la caja en que venía su patineta y sonrió y saltó y se mostró feliz.



—¡Bien, ahora quiero un casco de spiderman!



Changmin abrió su boca, dispuesto a decir cuanto improperio se le pasara por la cabeza pero finalmente solo señalo al niño y colocó una mueca.



—¡Tú! Mocoso del demonio ya cállate y llévate tu estúpida patineta que si te caes y no tienes casco capaz, tienes suerte y se te arregla ese carácter tan asqueroso que tienes. ¡Haber si te enteras que mientras tú me jodes por un color para tu ridícula patineta hay otros allá afuera que ni siquiera tienen zapatos!



El niño en un principio guardó silencio pero luego de eso solo dio un grito ensordecedor, antes de soltar la patineta sobre las piernas de Changmin y esconderse tras su padre, abrazando sus piernas.



—¡¡Papá, ese señor me da miedo!!

—¡Maldición, que esa caja pesa!



Para suerte de Changmin, Junsu llegó apresurado hacía donde ellos se encontraban, tomó la patineta en sus manos. Y sonrió lo más amable que pudo, dando pequeñas reverencias ante el hombre frente a sus ojos que ya se veía algo molesto por los gritos de Changmin hacía su hijo.



—Lo siento señor, él es nuevo. Y creo que no ha tenido un buen día. Por favor acompáñeme y le ensañaré todos los cascos que tenemos a disposición.



El hombre pareció dudar, pero Junsu al parecer fue más inteligente y optó por ponerse en cunclillas para mirar al niño y sonreírle agradablemente.



—¿Qué dices pequeño? Por allá tenemos muchos cascos de todos los colores y personajes favoritos.

—…¿En serio? ¿Y son bonitos?



—Muy bonitos, ¿cómo te llamas?

—Leenam



—Muy bien Leenam, ¿por qué no vamos los tres por ese casco y luego le pides un helado a tu papá?

—¡Si, helado! Me gusta mucho el helado.



Finalmente el niño se alejó de las piernas de su padre y se la pasó saltando alrededor de Junsu con s algarabía renovada y con su padre solamente masajeando levemente su sien. Changmin los miró alejarse, cruzado de brazos sin notar que Yunho se acercaba a él.



—De acuerdo, tú tienes prohibido atender la zona infantil.

—¡Pero, Yunho! ¿Viste a ese mocoso? Era insoportable.



Yunho solo negó un poco y escribió un par de cosas en su celular, como si todo ese asunto en verdad le fuera relevante.



—Deja que Junsu se encargue de la zona infantil, es bueno con todo tipo de clientes. Deberías tener más paciencia, sonreír más y molestarte menos. Los clientes son muy indecisos la mayoría de las veces, en ocasiones solo preguntan por hasta cuarenta minutos para luego decirte que vendrán a comprar otro día, solo querían cotizar.



—Por niños como ese, es que no quiero tener hijos. Y Junsu se pasa de agradable.



Yunho levantó entonces la mirada, con una sonrisa en el rostro y colocando una mano sobre el hombro de su hermano menor.



—Tal vez por eso es uno de mis mejores vendedores. Le cae bien a todo el mundo y sus malos chistes hace que los clientes se olviden de cuando es algo muy caro y paguen con gusto. Deberías aprender de él.— Changmin rodó los ojos y Yunho miró el reloj. –Por cierto, ¿no se te hace tarde para tus clases en la universidad?



—¡Oh, si! Me voy, hyung. ¡Hasta mañana!



Changmin empezó a correr hacía la parte trasera del local donde estaban los locker de los empleados y Yunho solo lo vio alejarse mientras miraba como Junsu encaminaba al hombre y su hijo hacia caja para que finalmente cancelaran el valor de la dichosa patineta, el casco y el resto de las protecciones.













Yunho masajeó un poco la zona alta de su nariz.



El día se había acabado demasiado pronto. Miró el montón de papeles que le faltaba por revisar con respecto a los proveedores, pero decidió dejarlo mejor para el día siguiente. Empezó a guardar todo, cuando recordó que no había visto a Yoochun en todo el día.



Sacó el celular de su bolsillo y presionó el llamado directo, esperando apenas unos segundos antes de que la parca voz de Yoochun lo saludara.



—¿Yunho, y como así te acuerdas de tu pobre amigo?

—No seas trágico, he tenido un día ocupado.



—¿De verás? Y yo que pensaba que te la habías pasado todo el día con Jaejoong.

—¿Quieres dejar la estupidez? Te invito a cenar, ¿qué dices?



Yunho empezó a colocarse la chaqueta, pero el silencio de Yoochun lo puso en alerta.



—¿Yoochun?

—La verdad es que ya cené, mejor invita a alguien más. Nos vemos otro día.



De pronto el molesto sonido del silencio sorprendió a Yunho. ¿Qué diablos había pasado?



Yoochun sencillamente le había cortado la llamada, como si nada. “¿Acaso está molesto por algo?” Miró el celular en sus manos por varios segundos, pero el ligero toque de Junsu llamó su atención.



—Hyung ya está todo en orden, me voy. ¿Demoras en salir?

—Oh, Junsu. ¿Ya cenaste?



El muchacho pareció un poco confundido, pero luego solo le sonrió y movió la cabeza negativamente.



—La verdad es que no, pensaba salir y almorzar camino a casa.

—¿Te molesta si te acompaño? Es que Yoochun parece estar en sus días raros.



Junsu rió brevemente y luego de eso asintió, con una sonrisa más amplia en su rostro.



—Por mi no hay problema, pero planeaba cenar con Jaejoong, ¿no te molesta si él viene también, verdad?

—Por supuesto que no, es más. Tu hermano me agrada.

—¿En serio? Por que parece que tú te le agradas también.



Yunho sonrió ante aquello y terminó por cerrar la puerta de su oficina. Esperaría hasta mañana que se le pasara el mal humor a Yoochun. Por ahora, pasaría una buena tarde con Junsu y Jaejoong.











Luego de unas horas, Yoochun movía su boca constantemente.



Con un yogurt en las manos y mirando el televisor y la serie que pasaban en ese momento. Moría de hambre esa era la verdad, no tenía nada en la nevera más que ese yogurt y su orgullo lo había llevado a negarse a la invitación de Jung, sin contar con la pereza que le daba salir de su casa con ese humor que se cargaba.



“Deberías dejar de ser tan infantil y comprender que tú eres igual de importante para Yunho, como lo es él para ti. Jamás te cambiaría por un recién aparecido. Solo dale un poco de libertad, que él también necesita otras amistades. Tú compañía es necesaria pero lo puedes sofocar.”



Eso, le había dicho Boa antes de que se levantara golpeando su escritorio y señalándole la salida de su oficina con un sonoro ‘Lárgate’ cuando finalmente pareció cansarse de escucharlo. Yoochun suspiró, mirando el celular sobre la mesa y arrepentido de haberse portado tan idiota con Yunho cuando él solo pretendía ser amable.



Comparó los minutos y vio que habían pasado siquiera unos cuarenta minutos desde que recibió la llamada de él, marcó llamar de inmediato. Seguramente el muy idiota se había ido a casa sin cenar.



—¿Aló?



Esa voz le resultó conocida. ¡Por supuesto que si! Yoochun se levantó de su asiento y arrugó el entrecejo.



—¡¿Jaejoong?!



—Si, eres Yoochun, ¿verdad? Bueno eso dice el identificador…— Escuchó la risa despreocupada del mayor y eso solo le provocó un dolor de estómago. Jaejoong era asquerosamente agradable y simpático incluso hasta contestando el teléfono. —Si quieres hablar con Yunho él está ahora en…



Cortó la llamada sin dejarlo terminar de hablar y apretó los puños con fuerza.



¡Nuevos amigos su trasero! ¿Desde cuando que un recién aparecido contestara el teléfono por ti era simplemente una amistad? ¡Peor aún si lo buscaba inmediatamente él se negó a salir con Yunho! Bueno, tampoco es como si le hubiera dado la oportunidad a Yunho de insistirle por que le había colgado la llamada casi inmediatamente.



¡Pero aún así! Yunho no era más que un traidor, y lo iba a escuchar. ¡Por supuesto que sí!



Con la molestia y la adrenalina en su cuerpo, Yoochun agarró su abrigo, las llaves de su auto y salió inmediatamente de su departamento.













—¿Quién era?



Yunho llegó junto a Junsu con unas bandejas con comida en las manos y Jaejoong solo le extendió el celular un poco extrañado ante esa rara llamada.



—Pues Yoochun, pero parece que se cortó la llamada.



Los dos se sentaron frente a Jaejoong y Yunho solo levantó un poco los hombros.



—No te preocupes, a lo mejor perdió señal o algo así. Ya volverá a llamar.



Jaejoong asintió. Y rápidamente los tres lograron envolverse en una agradable conversación, mientras cenaban en aquel pequeño restaurante, aprovechando el día libre de Junsu en el bar esa noche. Y por supuesto olvidando momentáneamente la espontanea llamada de Yoochun.













—Muy bien, creo que es todo por el día de hoy. No olviden las investigaciones para mañana y váyanse directo a sus casas que ya es algo tarde. Nada de fiestas chicos.

—Si…



Rain sonrió ante la respuesta de sus estudiantes quienes velozmente comenzaron a recoger sus cosas para marcharse cuanto antes, él sin embargo guardó sus pertenencias con cuidado, antes de notar como Changmin se acercaba a él con una pequeña sonrisa.



El menor por correlación era algo así como un amigo más de la larga colección de amigos que Boa tenía, siendo hermano menor de uno de los mejores amigos de su esposa. La correlación era inevitable.



—¿Alguna pregunta Changmin?

—Si, en ves de presentaciones yo preparé un pequeño video para mañana ¿no hay problema?

—Por supuesto que no, es más me encantará ver tu perspectiva con respecto al trabajo.



Changmin asintió un poco más tranquilo. Rain comenzó a caminar hacía el parqueo y Changmin pareció no tener ningún problema en acompañarlo mientras revisaba el celular. El menor siempre se estacionaba cerca del estacionamiento para profesores, así que era algo más o menos como una costumbre.



—¿Y qué tal tú día Changmin?

—Horrible, pero espero que el de mañana sea mejor.



—Y esa hermosa sinceridad es infaltable, ¿no?

—Es parte de mi carisma.



Shim sonrió como niño pequeño y Rain solo negó.



—Por cierto Changmin, me imaginó que para ti no fue tanta la sorpresa cuando te enteraste lo de Yunho y Yoochun, ¿verdad?

—¿Lo de Yunho y Yoochun?



Changmin miró a Rain, pero el hombre parecía haber entablado una conversación casual.



—Si, lo de su relación.

—¿Su relación? Oh, ¿te refieres a su amistad? Pues si son insoportables, pero si son amigos yo no puedo hacer nada.



Rain supuso que Changmin no sabía que él ya se había enterado de la relación que Yunho y Yoochun sostenían. Y habiéndose explicado como se explayaron esos dos. Al parecer su relación era todavía un secreto y Changmin parecía ser discreto, así que decidió ser el que diera el primer paso, y hacerle saber a Shim que estaba al tanto de todo.



—No me estás entendiendo, me refiero al hecho de que los dos están saliendo.



Changmin se detuvo. Unos pasos después Rain lo hizo también. Changmin parecía desconcertado, hasta que finalmente lo miró a los ojos.



—Dime por favor, que con ‘salir’ te refieres a ir a cenar, ver un partido o algo por el estilo.

—¿Eh?— Rain entonces comprendió su error, miró de un lado a otro y rascó un poco su nuca. –Si… Claro, a eso me refería.



Rió nerviosamente. Y Changmin solo abrió los ojos con sorpresa.



—¡Oh, por Dios! ¡¿Mi hermano es gay?!











—Wow… ¿Vives en este edificio?



Jaejoong parecía sorprendido al ver el enorme edificio frente al que se había estacionado, y una sonrisa fue inevitable. Yunho pensó que invitarlos a tomar una copa mientras conversaban un rato más era una buena idea, Jaejoong había aceptado de inmediato y Junsu, luego de unos minutos de estarle insistiendo finalmente accedió.



—Si, compré uno de los departamentos hace un par de años.

—Debes ganar muy bien. Seguramente mi departamento es la mitad del tuyo.



Jaejoong rascó su nuca un poco, mordiendo su labio inferior. Y Yunho solo movió un poco su nuca.



—Gano bien, no me puedo quejar. ¿Pero tu no vives en Corea, cierto?

—No, vivo en Estados Unidos. Estaré por acá unos días.



—Ya veo… Corea es un país hermoso, seguramente hallarás algo que te encante y desearas quedarte.

—Créeme, Corea ya me ha mostrado sus mejores encantos. Esta jugando sucio para que me quede.



Yunho rió, y Junsu de inmediato miró a Jaejoong, abriendo sus ojos con sorpresa al notar la clara indirecta que le había mandado su hermano a su jefe. Agarró a Jaejoong por el brazo, pero él solo mordió su propia lengua un poco, cual niño pequeño y acercándose a Yunho una vez más.



—Dime Yunho, ¿es cierto que en Corea están las mejores discotecas?



¡Oh, por..! Junsu abrió la boca ante la sorpresa, ¿Jaejoong intentaba sacarle una cita a Yunho? Lastimosamente antes de que Yunho pudiera siquiera analizar la indirecta del mayor de los Kim. Yoochun se estacionó tras el auto de Yunho, antes de que lograran ingresar al edificio.



—¡Jung Yunho! ¡Detente ahí!

—¿Qué diablos te sucede Yoochun? ¿Y por que vistes ropa de andar en casa?



Yoochun pareció notar recién la forma en que vestía, pero luego solo sacudió un poco su cabeza y miró fijamente a Jaejoong y luego a Yunho.



—¿A dónde piensas llevar a… él?

Yunho rodó los ojos y se cruzó de brazos. –Pues pensaba invitar a Jaejoong y Junsu a tomar una copa, ¿contento?



Cuando escuchó el nombre de Junsu, Yoochun sintió como si su furia interna de pronto menguara.



—¿Junsu? Es decir… Ustedes… ¿No han estado solos todo este tiempo?



Yunho tenía muchas ocasiones en las que no entendía a su mejor amigo, esta situación se había sumado a la colección.



—Exactamente. Los TRES salimos a cenar, los TRES conversamos durante este par de horas. Y ahora los TRES nos disponíamos a subir a mi departamento para beber una copa con vino y conversar un rato, antes de que MI mejor amigo llegara cual lunático a gritarme sabrá Dios por qué.



Yoochun rascó su cuello y desvió la mirada un poco, ajustando el abrigo a su cuerpo.



—¡Tú, Park Yoochun! ¡Engendro del demonio! Sabía que serías una mala influencia para mi hermano, lo supe desde que llegaste a MI casa con tu sonrisa estúpida. ¡¿Cómo pudiste hacer que mi hermano me ocultara algo tan importante como que ahora ustedes dos están saliendo?!



Jaejoong abrió sus ojos con sorpresa, y Junsu tosió bruscamente ante los gritos que al parecer todo el mundo pegaba frente al edificio de su jefe. Por que Changmin había llegado gritando desde su auto hasta ponerse frente a los dos. Obviamente por instinto Yoochun se escondió tras el cuerpo de Yunho.



—¡En la cara no!



Cuando Yoochun escondió el rostro en la espalda de su mejor amigo. Yunho percibió cierto déjavù. Ante la molesta mirada de Changmin, por lo cual solo levantó los hombros y sonrió. Changmin seguramente se sentía traicionado al no ser parte de algo tan importante para su hermano mayor.



Junsu se acercó discretamente a Jaejoong y suspiró.



—Creo que esa copa con vino quedará pendiente para otro día, hyung.



Luego de eso, Jaejoong solo bajó sus hombros y suspiró. Cruel realidad que le había golpeado en la cara.

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