El poder del amor… Suele ser peligroso.
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Mir tenía seis años entonces.
Abrazaba un pequeño peluche y en medio de la oscuridad lloraba lo más callado que podía, con apenas una camisa de algodón entre el tremendo frío, con un pequeño pantalón de tela y con solo una sábana cubriéndolo, hundir el rostro en el pequeño animal de felpa no le sirvió de mucho.
—Oh, ¿Qué le pasa al pequeño Mir, llorando como una nenita de nuevo?
La voz burlona de uno de sus compañeros de habitación resonó con fuerza, Mir únicamente hundió aún más el rostro en el peluche y sollozo con más fuerza. Ellos no entendían, nadie entendía.
—¿Qué esto? ¿Tú mejor amigo? Pues será el único.— Los niños a veces son crueles, el muchacho de cabello negro arrancó de sus manos el pequeño peluche. Mir por un momento se mantuvo impávido. –Por que como te crees mejor que todos nosotros y no hablas con nadie.
—¡Suéltalo! ¡No es tuyo!
El muchacho, varios centímetros más alto que Mir sonrió cruelmente. —¿Lo quieres?
—¡Déjalo SoonKi! ¡No es tuyo!— Y Mir luchaba por quitárselo de las manos, con las lágrimas todavía en sus mejillas, Mir intentaba acercarse, pero en cada ocasión el muchacho lo empujaba con más fuerza.
—¡Hey! ¡Deja en paz a mi hermano!
La puerta se había abierto con gran brusquedad, un YooChun de doce años había entrado, empujando sin menor remordimiento al muchacho que acababa de empujar contra la pared a Mir, lo había mirada con verdadera rabia, pero aún así Park únicamente había ido a a abrazar a Mir.
—YooChunie… Tiene a Boomin… Por favor que me lo devuelva… Por favor YooChunie…
Mir había comenzado a llorar sobre su pecho y SoonKi de inmediato había empezado a carcajearse ante la debilidad del menor.
—No eres más que una nenaza que llora por todo. Ustedes los Park se creen mejor que nosotros pero no es así. Ustedes no son más que otros huérfanos dentro de este lugar y es mejor que se vayan haciendo a la idea.
YooChun únicamente estiró su mano, arrugando el entrecejo. –Devuélvemelo.
—¿Lo quieren?— SoonKi sonrió y miró la ventana, la lluvia era muy fuerte y la ventana daba justo al patio trasero, lleno de plantas y flores. —¡Pues vayan por él!
Mir vio transcurrir todo demasiado lento, su peluche atravesaba la ventana y YooChun lo soltaba a él dispuesto a poder agarrar el muñeco de felpa, pero no fue lo suficientemente rápido. Y finalmente el peluche parecía no identificable entre la lluvia, las platas y todo lo que había en el jardín.
—¡Eres un maldito SoonKi! ¡Te voy a enseñar a respetar las cosas importantes!
—¿Qué de importante puede haber en ese peluche viejo y pequeño?
—¡Imbécil, ya cállate!
YooChun se había lanzado sobre el muchacho, se habían golpeado durante un largo rato. Mir había intentando intervenir, que YooChun dejara de pelear, pero parecía no funcionar.
—¡Basta, YooChunie!— Sollozando, Mir había arrancado un pequeño grito que había logrado congelar a su hermano. —…Te van a castigar.
El mayor suspiró. –Tienes razón.
YooChun había soltado al muchacho con brusquedad, saliendo de la habitación sin siquiera mirar atrás. Mir no entendía bien lo que su hermano pretendía, así que sin pensárselo dos veces lo siguió.
Y a través de los ventanales que conducían al jardín, Mir pudo observar como YooChun se abría camino entre el pasto, las plantas y unas cuantas flores, intentando por todos los medios buscar al peluche, con la poca ropa realmente empapada a estas alturas.
Colocó una mano sobre uno de los ventanales y volvió a llorar. Ese peluche era especial para él, era especial para YooChun. En el incendio que derrumbo sus vidas y los dejó en medio de la soledad, ese peluche era lo único que Mir había abrazado mientras su padre le decía que no pensara en nada y solo corriera a la salida.
Finalmente, era lo que único que les quedaba.
Limpió las lágrimas con el antebrazo y abrió la puerta, YooChun de inmediato giró asustado, seguramente creyendo que se trataba de alguien más, le regaló una grandiosa sonrisa y le hizo una seña para que se quedara donde estaba.
—Pero… ¡Quiero ayudarte, Hyung!
—Quédate ahí, Mir. Te puedes enfermar si estás bajo la lluvia.
—Pero tú también te puedes enfermar.
—Yo soy mucho más fuerte que tú, mocoso llorón.
YooChun hizo el intento de mostrarle sus músculos todavía inexistentes y luego de una sonrisa continúo buscando, agachándose para ver si encontraba algo, y aunque Mir pareció obedecer y no se internó en la lluvia, aún así permaneció en el resquicio de la puerta, esperando por su hermano mayor.
El tiempo que tuviera que esperar.
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Si había una cosa en la que el ChangMinho era bueno, muy a parte de otras cosas no mencionables y que si se podían decir a cualquier persona, era el tenis. Las personas del público observan de un lado a otro asombradas por la gran habilidad de los dos menores que se desplazaban con verdadera agilidad dentro de la cancha.
Y el marcador a favor de ChangMin y MinHo dejaba muy en claro por que eran los mejores. Era un gusto poder ver a ChangMin deslizarse de un lado a otro con facilidad, saltar y arriesgarse por alcanzar los puntos extras.
Era asombroso ver a MinHo acoplarse a los movimientos de ChangMin, percibir el esfuerzo que ponía y lo bien que le salían los saques. Por que lo practicaban desde niños y no era un secreto para nadie.
—Wow… Estoy muy impresionado.
JunSu sonrió ante el comentario de Mir, y se sentó a su lado extendiéndole una botella con soda mientras el menor no podía despegar los ojos de aquel partido. Kim miró a YooChun y él le sonrió aceptando la otra botella.
—No es de sorprenderse, ellos son muy buenos y cuando están juntos los son aún más. Tendrías que verlos jugar él uno contra el otro, eso si es divertido. Se obsesionan con ganar.
YooChun observó ese brillo en los ojos de JunSu mientras observaba a los dos muchachos jóvenes en la cancha. No era muy apegado a ese deporte, pero suponía que era interesante ver como esos dos mostraban que si querían podían competir internacionalmente.
¿Es que acaso todos en la familia Kim eran demasiado buenos para todo?
—Eso es una falta. ¿Cierto?
—Así es, tiene que evitar lanzar con esa fuerza.
—Oh, me está gustando este juego.
Mir se había acercado a JunSu, y él se había acercado a Mir para responderle. Y el resultado de eso había sido ambos hablando demasiado cerca él uno del otro. YooChun se removió incomodo, eso no le había gustado.
—¿Ganaran el primer lugar?
—Si. Confió en ellos.
De acuerdo a YooChun no le gustaba el tenis. Pero le gustaba hablar con JunSu, le gustaba tener la atención de Junsu. Y de alguna manera Mir, se estaba interponiendo de una manera que no le gustaba.
Bebió un poco del raspado en sus manos e intentó despegar la mirada de ese par.
…
…
JaeJoong ajustó el cuello de la camisa de Siwon y sonrió.
—Ya estas listo. Suerte.
Siwon sonrió y le dio un corto beso a JaeJoong mientras tomaba el pequeño gorro tipo casco que usaría durante la competencia. Caminó con cuidado hacia las barracas y luego giró para ver a JaeJoong quien todavía lo continuaba observando con un abrigo en las manos.
—Te buscaré entre el público.
Murmuró sus palabras, apenas para que JaeJoong pudiera ver el movimiento de sus labios y le entendiera, por supuesto Kim asintió con una pequeña sonrisa y Siwon respiró profundo antes de entrar a las caballerizas y buscar a su respectivo animal ganador.
Cuando Siwon estuvo lo suficientemente lejos, JaeJoong se apresuró en buscar las gradas respectivas para poder esperar el espectáculo de equitación, donde como todos los años Siwon participaría.
Encontró a ChangMin y MinHo claramente recién duchados bebiendo un poco de agua mientras reían sobre sabrá Dios que cosa, logró sentarse a su lado y casi de inmediato estuvo a su lado JunSu con dos chicos más.
—Jae, te presento a YooChun y Mir, YooChun es un amigo que conocí haciendo voluntariado y Mir es su hermano menor.
La sonrisa espontanea de JunSu tomó por sorpresa a JaeJoong pero aún así sonrió amablemente y extendió su mano.
—Mucho gusto, mi nombre es Kim JaeJoong. ¡ChangMin, MinHo! Despéguense de su mundo y saluden.
Los dos menores entre risas giraron hacia ellos y cuando enfocaron a los dos personajes, inmediatamente ChangMin se puso pálido y claramente tenso, sin embargo MinHo fue otra historia.
—Hola mucho gusto, mi nombre es Choi MinHo soy hermano de Siwon quien va a concursar y esta estatua andante que parece no tener vida a mi lado es Kim MinHo hermano de JunSu y pues muy pronto nos vamos a casar.
La sonrisa de MinHo fue amplia y sincera, y aunque hubo un largo rato de silencio, Mir fue el primero en reaccionar, estrechó la mano de MinHo y sonrió. Así que así sería, ellos aparentemente no se conocerían.
—Creo que es aquí…
—Es aquí, Yunnie.
Los ojos de JaeJoong se levantaron solos. Frente a él justo en las bancas un nivel más bajo a donde él se encontraba, con un folleto en las manos YunHo caminaba buscando donde sentarse, por supuesto, junto a HeeChul.
—Oh, YunHo, HeeChul. Por aquí.
Y JunSu fue el encargado de reunir al gran grupo. YunHo lo vio por un momento y le sonrió ampliamente. JaeJoong asintió ante su saludo y HeeChul únicamente agitó un poco la mano saludando a los demás.
Llegaron las respectivas presentaciones, pero JaeJoong ya no estaba concentrado, no podía con Jung YunHo a su lado, conversando, riendo y mirando de esa manera a HeeChul. Era como un frío helado que atravesaba a su plano estómago.
Había un brillo en esos ojos, en esa sonrisa, en ese roce descuidado de sus manos, un sentimiento que era muy retribuido pero no era igual, por que HeeChul adoraba a YunHo, pero era obvio que no miraba a YunHo de la misma manera en la que YunHo lo veía a él.
JaeJoong entonces comprendió que YunHo y él, no eran tan diferentes.
¿Era empatía? ¿Similitud de situaciones?
No estuvo muy seguro pero se dedicó a pedirle al mesero que repartía las bebidas que le diera un poco de whisky. Miró de reojo a YunHo y pudo notar como prestaba total atención a algo que HeeChul decía mientras miraba hacía la pista de obstáculos, mirando fijamente a alguien.
—Y el campeón nacional e intencional durante tres años seguidos, Choi Siwon nos da una gran demostración del por que ostenta tan admirable título.
JaeJoong pareció recordar en ese momento que Siwon estaba concursando, Siwon la persona con la que salía, lo miró por un momento, el caballo que Siwon montaba sobre paso un nivel de cuatro y todo el mundo aplaudió.
Y entre los aplausos la mirada de JaeJoong se volvió a perder, HeeChul parecía muy entretenido explicándole el deporte a YunHo. Era curioso notar, que tanto YunHo como él parecían distraerse fácilmente, mientras HeeChul parecía complacido con la competencia.
Era curioso notar que JaeJoong se distraía viendo a YunHo, y YunHo viendo a HeeChul.
Formando un circulo vicioso que lo empezaba a preocupar.
…
…
Mir tenía un refresco en sus manos en ese momento.
—¿Es decir que todos los presentes tienen que participar?
—Así es, en algún evento en el que sean buenos, todo es para recaudar fondos.
Mir asintió mientras MinHo sonreía. –Y obviamente tú lo harás.
—¿Yo? Pero…
El pitido del silbato y la gente comenzó a enloquecer, entre gritos, aplausos, canciones y más pitos se dedicaron a observar con atención el partido de fútbol que apenas comenzaba. Mir no era muy apasionado al fútbol, pero era entretenido ver a YooChun tan concentrado en el partido.
…Cuando él sabía de sobra que a YooChun no le gustaban en general los deportes.
—Estuviste genial.
—¿En serio? Yo te noté distraído, Jae.
—Ganaste y es lo importante. ¿Además como pudiste verme y estar sobre el caballo concursando al mismo tiempo?
Mir observó curioso como Siwon sonreía y le daba un corto beso a JaeJoong en los labios, ambos juntos, JaeJoong sacudía el cabello de Choi quien ya miraba el partido, JaeJoong entrelazó sus brazos y sonrió, ahí había algo extraño.
Bebió un poco más de su refresco, por supuesto desde el curioso sorbete que le habían dado, a su otro lado estaban MinHo y ChangMin, siguiendo la voz a las canciones o barras que las personas armaban.
Su hermano a lado de ChangMin miraba atento el partido y del otro lado, junto a Siwon y JaeJoong. HeeChul escuchaba a YunHo indicarle las reglas del partido. Bebió un poco más y notó que este grupo era por demás extraño.
Por que YunHo de vez en cuando miraba a JaeJoong, lo observaba fijamente, en especial por la forma en que Kim abrazaba a Siwon, luego sonreía y se entretenía con HeeChul. Pero la mirada de JaeJoong era diferente, él miraba a YunHo pero luego regresaba su mirada al juego. Demasiado rápido.
…Como si mirar a Jung fuera incorrecto.
—¡Falta!
El grito al unísono sacó de sus enredados pensamientos a Mir quien miró a su hermano que ya se había levantado junto a varios de los asistentes, miró hacía la cancha y JunSu se levantaba del suelo con cara de muy pocos amigos.
—¡Haga algo, arbitro!
ChangMin fue el que levantó su puño, agarrándose de la barra frente a él, mirando con determinación al hombre que parecía no querer marca al equipo contrario. Recién en ese momento Mir se dio cuenta que Shim ChangMin era muy apuesto, aún más cuando lucía molesto.
—¡Vuelvan al juego!
El árbitro sonó el pito y el lugar se lleno de reproches y quejas, Mir no había visto como ese gigantón empujó a JunSu pero supuso que debió haber sido muy intencional para que la gente reaccionara así y además JunSu terminara en el piso.
—¿Esta loco? Este sujeto me empujó.— Y JunSu comenzó a reclamar, acercándose al árbitro y arrugando el entrecejo. Mir supuso que eso no podía ser algo bueno.
—He dicho que vuelvan al juego, no se meta en problemas Kim.
—¿Me va a marcar tarjeta a mi? Cuando él fue quien cometió una falta.
—Me está gritando Kim, puedo amonestarlo.
—¡No le estoy gritando! ¡AHORA SI, LE ESTOY GRITANDO!
Y JunSu al parecer no quiso seguir con esa absurda pelea, por que giró sobre sus pasos muy molesto, arreglo sus medias y decidió respirar profundo. Pero aún así, Mir notó como el jugador que empujó a JunSu lo observó fijamente y JunSu le devolvió la misma mirada.
Eso era una amenaza mutua, y Mir suponía que no terminaría bien. De todos modos el público aplaudió el comportamiento y palabras de JunSu. JunSu miró a las gradas y sonrió ampliamente como si su humor hubiera cambiado de inmediato.
Mir miró a YooChun, su hermano levantaba su dedo pulgar y le sonreía. Lo estaba apoyando.
El partido se reanudó. Mir bebió un poco más y MinHo se cruzó de brazos, arrugando el entrecejo y mostrándose levemente molesto. –Ese tipo se las trae con JunSu.— El murmullo de MinHo llegó hasta sus oídos. Y como si de una predicción se tratara, dos minutos después.
Justo a punto de que JunSu estuviera por meter un gol, el sujeto varios centímetros más alto que JunSu lo agarro descaradamente de la camisa hasta botarlo al piso con brusquedad. El publico volvió a levantarse, e incluso en esta ocasión, Mir lo hizo también olvidando su bebida.
—¡¿Qué diablos te sucede?!
JunSu estaba molesto, muy molesto. Tanto que no estaba pensando adecuadamente, por lo que se levantó inmediatamente y empujó por los hombros al tipo que lo había empujado, el muchacho sonrió descaradamente.
—No es mi culpa, Kim. Eres un debilucho.
—¡Imbécil!
El árbitro llego corriendo hacía ellos.
—Kim guarde la calma, ya se lo advertí.
—¡¿No lo piensa amonestar?!
—No veo motivos.
JunSu apretó sus puños y miró molesto al muchacho que frente a él sonreía con descaro. El arbitro les dio la espalda para poder reanudar el partido, cuando el muchacho castaño se le empezó a acercar.
—Vas a perder, Kim.
—¿En serio? Pues yo te voy a romper la cara.
Y fue por un acto impulsivo. JunSu tan solo lo empujó una vez, sin demasiada fuerza, apenas tocó su hombro para abrirse paso dispuesto a jugar de nuevo, cuando dándole la espalda al castaño, un empujón sobre su espalda y Kim perdió el equilibrio, cayendo una vez más en el suelo.
—¡Inténtalo, debilucho!
—Maldito…
JunSu se levantó más rápido de lo que el otro hubiera esperado, por lo que no tuvo tiempo de esquivar el certero puño de JunSu que se estrelló contra su rostro con violencia, y cuando el castaño vio la sangre en su labio. Se lanzó sobre Kim.
Fue así de sencillo, el lugar estalló en gritos y reclamos. JunSu intentaba quitarse de encima al tipo mientras esquivaba como podía sus golpes y a la vez intentaba devolvérselos también.
—¡Cálmense! ¡He dicho que se calmen! ¡Descalificaré a ambos equipos si no guardan la calma!
De repente, entre los gritos de la multitud y del árbitro, JunSu pudo sentir como el peso del castaño sobre su cuerpo desaparecía, y era YooChun el que lo jalaba por el cuello al más grande y luego cerraba su puño sobre el ojo del otro. JunSu no había esperado eso.
De ahí en adelante todo fue de mal en peor.
—Maldición ¿Por qué siempre tienes que meterte en problemas?
—¿Y que querías? ¿Viste como estaba ese tipo golpeando a JunSu?
Y sinceramente JunSu estaba algo aturdido logró sentarse, mientras llevaba una mano a su cabeza y la sacudía sin demasiada fuerza, frente a él, Mir regañaba a YooChun por su impulso.
—¿Estás bien?
A su lado derecho, ChangMin le ofrecía una mano para levantarlo y cuando se levantó, fue como haber recuperado su reconocimiento del resto del mundo y pudo notar como entre los asistentes y jugadores parecían haber armado una guerra a golpes en plena cancha. El arbitro sonaba su pito constantemente pero nadie parecía interesado en detenerse.
—¡Ábrete de ahí, mocoso! Que tengo que resolver esto con Kim.
—¡¿A quien demonios le dices mocoso, mono súper desarrollado?!— Y si, ese que le había gritado a ChangMin era el mismo con el que JunSu se había estado peleando.
—¡Que te quites!
El tipo empujó a ChangMin, JunSu se preparaba para volver a golpearlo cuando vio a MinHo correr hacía el tipo ese. Agarrarlo por el brazo, hacerlo girar y golpearlo en la cara lo más fuerte posible.
—¡Deja de meterte con quien no debes!
Y esa había sido una de las tantas sorpresas de la tarde, por que no es que MinHo fuera indefenso, pero tampoco era así de agresivo. ChangMin tuvo que agarrarlo por el brazo a Choi solo para que no siguiera.
—Ya cálmate.
—Me calmo nada.
—¡Me cansé! Primero ustedes y luego Kim.
—¡¿Bueno y es que tu crees que vas a poder conmigo?!
JunSu llegó a la conclusión de que ChangMin no era una persona a la cual se debía desafiar tan sueltamente.
—Maldición. MinHo…
JaeJoong sintió a Siwon correr hacia donde el tipo se acercaba a MinHo y ChangMin, por lo que él solo atino a agarrar a JunSu del brazo. –Salgamos de aquí, Su.— JaeJoong miró una vez más hacía atrás. Y Siwon ya enfrentaba al tipo ese.
ChangMin arrugo el entrecejo ante la intervención de Siwon, por que aparentemente entre los planes de Shim estaban romperle la cara al tipo ese que se atrevió a empujar a JunSu. Sin ayuda obviamente.
—Que lindo evento de caridad…
—Y supuestamente estas son las mejores familias de Corea.
YunHo esquivó a un tipo que casi cae sobre él, jaló a HeeChul contra su cuerpo y evitó que los golpeara a ambos, el lugar era un caos y suponía que el evento de fútbol, de esta manera ya no continuaría.
La mirada de HeeChul se había posado preocupada en algún lugar y cuando ubicó el lugar, YunHo arrugó el entrecejo, Siwon peleaba con un tipo un par de centímetros más altos.
—Yo no me voy a andar peleando como trogloditas, así que quítense.
—¡Claro los príncipes Kim no se ensucian las manos con plebeyos! ¿Verdad?
YunHo giró por completo, JaeJoong junto a JunSu se enfrentaban a tres tipos que les buscaban pelea, y la actitud de JaeJoong no ayudaba, por que levantaba su barbilla con aires de superioridad.
—¡He dicho que se quiten!
—¿Y si no queremos?
—¿No oyeron?— YunHo se abrió paso entre esos tres muchachos y JaeJoong lo miró por un par de segundos con sorpresa. –Vámonos, Jae.— El mayor de los hermanos Kim asintió y jaló a JunSu en el proceso.
—¿Eres su guardaespaldas o que?
Uno de los tipos agarró por el hombro a YunHo y lo golpeó. JaeJoong apretó sus puños y soltó a JunSu. Se había acabado su poca paciencia.
—¡Imbécil, ya me hartaste!
Y para cuando el mismo JaeJoong se dio cuenta, se encontraba al igual que YunHo, golpeando los tipos esos que pertenecían al equipo contrario de JunSu.
…
…
—Auch…
HeeChul se quejó un poco y cerró los ojos cuando la mano de YunHo, con un poco de pomada se deslizó sobre su pómulo derecho. Una radiante sonrisa apareció en los labios de Jung en ese momento.
—Chul… No debiste lanzarte sobre ese tipo. Tú no sabes de este tipo de peleas.
—Te iba a golpear por la espalda, Yunnie. No me iba a quedar de pie viendo como probablemente te dejaba inconsciente.
YunHo prefirió contradecir al mayor y le extendió un pequeño espejo. HeeChul arrugó el entrecejo, viendo la pequeña mancha morada que tenía sobre su rostro.
—Esto es horrible, ahora de seguro nadie me va a querer comprar en la subasta.
—No exageres, Chul. No se nota tanto.
—Pues yo lo vería de aquí a diez mil kilómetros.
—La verdad todo fue una cosa horrorosa.— Mir se había acercado con un poco de hielo y se lo extendió a HeeChul. –Lo bueno es que mi hermano también recibió lo suyo.— HeeChul y YunHo rieron.
La habitación estaba llena por los hermanos Kim, Park y Choi también, así que cada uno a su modo se quejaba por algún golpe. Aunque el que más se quejaba era JunSu debido a que su equipo había quedado descalificado igual que el contrario.
—¿Tú en que vas a participar?—
—¿Mmh?
Mir giró hacía HeeChul, y el muchacho se levantó para verlo de pies a cabeza.
—¿Que te parece la subasta?
—¿La que?
—No importa, yo me encargo de todo.
HeeChul comenzó a jalar a Mir fuera de la habitación, YunHo sonrió ante aquello mientras veía a los lejos como YooChun miraba a su hermano salir de la mano de HeeChul, pero claro YooChun estaba más ocupado con JunSu. Sus ojos se deslizaron hacía Siwon.
JaeJoong curaba una herida en su frente, Kim parecía muy concentrado en aquello, soltó una sonrisa en sus labios. Y pensó, que JaeJoong lo había sorprendido, por que peleaba demasiado bien.
…
…
—¡Muy bien! Luego del terrible incidente de hace un par de horas. Las cosas siguen un buen camino, por que todo esto es por una buena causa así que vamos. Sigamos con este hermoso trabajo.
El animador sobre la tarima parecía dispuesto a lograr que la gente olvidara el incidente de la tarde, y ya empezado a oscurecer, todos habían cambiado su ropa por un blanco absoluto en sus prendas, y es que ese había sido el tema escogido. La famosa ‘Noche Blanca’
Telephone, sonaba con fuerza en el amplio salón eventos del club, YunHo bebió un poco de champagne mientras miraba curioso un par de bocadillos, HeeChul se encontraba en la parte trasera de la tarima puesto que él junto a Mir participarían en ese evento.
—Todos participaran. ¿Tú no lo harás?
JaeJoong se había acercado, tranquilamente mientras probaba un poco de caviar y parecía concentrado en lo que había en la mesa de catering. YunHo sonrió ante aquello.
—Claro que lo haré, pero más adelante. Luego de subasta.
—¿Luego?
—Si, bueno. Habrá un pequeño interludio al finalizar la subasta en el que participara YooChun y de ahí lo haré yo.
JaeJoong entonces miró a YunHo. –YooChun tocará el piano. ¿Tú vas a cantar?
—No. Es mucho peor que eso.
El primer chico a subastarse salió. JaeJoong sonrió, era HeeChul. El muchacho vestía unos pantalones blancos, una camisa y chaqueta del mismo color, su cabello castaño un poco alborotado y varios se habían sentido atraídos solo con esa imagen.
El animador del evento comenzó pidiendo quinientos dólares. Y era oficial, la subasta daba comienzo.
—¿No vas a pelear por él?
—No tengo el dinero suficiente para alguien como él.
HeeChul sonreía, divertido con la situación, mirando a YunHo de vez en cuando y YunHo intentaba de algún modo un amago de sonrisa, por que se notaba, esta situación lo incomodaba, y para ser más exactos. No le gustaba.
Por un momento JaeJoong pensó en si esa respuesta había sido más profunda de lo que había sonado. Y sin en el fondo, YunHo se sentía demasiado lejano a HeeChul, luego pensó en que había dejado a Siwon del otro lado del salón.
Pero de algún modo no se movió. Por que no quería dejar a YunHo solo en ese momento.
—¡Y vendido! ¡Por cinco mil dólares!
HeeChul hizo una pequeña reverencia y todos aplaudieron. Una muchacha castaña se levanto e hizo el mismo gesto. JaeJoong miraba entonces a YunHo, y cuando la cantidad fue pronunciada, YunHo había cerrado los ojos con fuerza, luego había sonreído y bebido un poco más de champagne.
…Como si nada hubiera pasado, como si aquello en realidad, no hubiera dolido.
…
…
—¡JunSu has algo!
En ese preciso momento YooChun parecía un niño pequeño. JunSu únicamente bebió un poco de vino y sonrió esta vez más disimuladamente.
—Tranquilo, YooChun. Es para una buena causa, y quien que compra a los subastados solamente se gana una cena gratis en un costoso restaurante y la compañía por supuesto de a quien compró. Nada más.
—¡Es mi hermanito menor! ¡Por Dios, ni siquiera se gradúa! ¡Es menor!— JunSu rió ante el rostro que YooChun tenía en ese momento. –Es todo, voy a decirles que es un menor y que es ilegal.
YooChun se levantó de su lugar dispuesto a detener todo, pero JunSu de inmediato lo agarró por el brazo.
—Tranquilo, Chun. Lo vas avergonzar frente a todos, déjalo estar y ya. Además no lo están comprando de verdad, así que no es ilegal.
YooChun siguió refunfuñando mientras se cruzaba de brazos y miraba a su hermano salir, con un pantalón de tela algo cómodo y un buzo con cuello en v de algodón. JunSu sonrió en cuanto vio a YooChun repartir miradas asesinas a todo cuanto miraba a Mir o susurraba algo como ‘Se ve demasiado bien’
…Por supuesto, hubieron murmuraciones peores que esas.
—Min… Por favor compra a Mir. Olvide mis tarjetas. Si no lo haces, YooChun cometerá un asesinato masivo aquí mismo y ahora.
—¿Y cuando me dices la parte mala?
—ChangMin…
Shim sonrió divertido ante la mirada de JunSu mientras miraba como Mir parecía algo sorprendido por un grupo de chicas adolescentes que parecía reunirse para juntar todo su dinero y poder comprarlo.
Levantó su pequeña tabla y habló en voz profunda y calmada.
—Cuatro mil dólares.
El lugar enmudeció por completo, en especial por que justo a lado de ChangMin estaba un sorprendido MinHo, que veía asombrado a su prometido, puesto que no había escuchado la petición de JunSu.
—Muy bien, entonces… Cuatro mil a la una, a las dos… Y a las tres. ¡Vendido!
El lugar se repletó de murmullos, MinHo que había sostenido por el brazo a ChangMin se alejó un poco y arregló un poco su cabello. Tenía que admitirlo, Mir era demasiado apuesto, y la razón por la que ChangMin lo había comprado lo intrigaba.
…Pero aún más le molestaba.
…
…
Tú lo has logrado… Has logrado romperme el corazón.
Ella ahora pasa de largo, se aleja cada vez más. Ella era la chica que tanto me gustaba
Ella ya no me mira a la cara… Y este miserablemente sentimiento me ahoga, tanto que me deprime
Ella ahora pasa de largo, se aleja cada vez más. Ella era la chica que tanto me gustaba
Ella ya no me mira a la cara… Y este miserablemente sentimiento me ahoga, tanto que me deprime
YooChun no había querido participar la subasta.
Así que de algún modo le había resultado más sencillo ofrecerse a un pequeño acto previo al desfile a cargo de la mejor diseñadora del país, que ese día vendería las prendas a favor de la fundación, prendas que serían modeladas por modelos y personajes famosos del país.
Ahora incluso, la manera en la que me mira es diferente
Ella pasa a mi lado, tomando fuerte la mano de él.
Se está alejando y ahora usa un poco más de maquillaje.
Voy a creer, que en realidad no hubo un tiempo para nosotros.
Voy a creer, que desde el principio fui solo un buen amigo.
Ella pasa a mi lado, tomando fuerte la mano de él.
Se está alejando y ahora usa un poco más de maquillaje.
Voy a creer, que en realidad no hubo un tiempo para nosotros.
Voy a creer, que desde el principio fui solo un buen amigo.
Pero había sido algo más allá de lo que el pobre corazón de JunSu podía soportar, por que de pronto YooChun tocaba el piano y parecía como si hubiera nacido sabiendo como hacerlo, por que su voz había envuelto al público entero.
Por que YooChun había enamorado a más de uno, tan solo con su voz.
¿Es que acaso si lo igualo me querrás un poco más?
Por que tu imagen se me ha convertido en mi aire al respirar
¿Has pensado alguna vez en mí? Por que tu recuerdo me ha hecho llorar.
Yo lo sé, si me hubieras dado un poco más de tiempo.
…Te hubiera demostrado, cuando bueno soy para ti.
Por que tu imagen se me ha convertido en mi aire al respirar
¿Has pensado alguna vez en mí? Por que tu recuerdo me ha hecho llorar.
Yo lo sé, si me hubieras dado un poco más de tiempo.
…Te hubiera demostrado, cuando bueno soy para ti.
Y había que ser sinceros. Justo en ese momento, sentado en una de las mesas del lugar, JunSu no podía borrar esa imagen de YooChun tocando el piano, cantando tan melodiosamente cerca al micrófono.
JunSu lo supo en ese momento y cerró los ojos, lo sospecho cuando lo conoció. YooChun era el indicado, podía enamorarse de él, por que era atento, por que lo miraba de una manera diferente, por que lo ayudaba, por que soportaba sus torpezas.
…Por que era sencillamente Park YooChun.
Pero desde el principio, fui solo un buen amigo para ti.
Cuando abrió los ojos y sus ojos se encontraron con los de YooChun. Hubo unas últimas notas en el aire, los aplausos llegaron, pero ni él ni JunSu se movieron. Se quedaron ahí, mirándose directamente a los ojos.
JunSu sabía, YooChun había sentido lo mismo que él.
…
…
JaeJoong se encontraba sentado frente al espejo.
Esperando que vinieran los ayudantes con la ropa respectiva para cada uno, no es que fuera un profesional modelando, pero no sería la primera vez que lo haría, así que no le costaba tanto trabajo.
—Oh, es la primera vez que te veo.
—¿Eres un nuevo modelo?
—¿O un apuesto niño rico?
Las voces de las chicas llamaron su atención, giró un poco y supuso que se trataría de algún chico nuevo para el desfile, pero cuando recordó las palabras de YunHo se levantó de inmediato.
Encontró a YunHo rodeado por un montón de chicas a medio vestir que intentaban agarrarlo por los bíceps, que le sonreían y que buscaban el modo de sacarle su número de celular. JaeJoong únicamente respiró profundo, lo agarró por el brazo y lo empezó a jalar.
—Oye… JaeJoong, me estás jalando muy fuerte.
—No es cierto.
—Si, lo es. Además ¿Por qué me salvaste?
JaeJoong entonces se detuvo y arrugó el entrecejo.
—¿Cómo que por que? Te tenían rodeado y parecías sofocado.
—¿Has pensado que tal vez no quería ser salvado?
El entendimiento llegó pronto al cerebro de Kim, por lo que decidió hacer lo que mejor hacía, fingir que en realidad aquello no le había importado, cerró sus puños y luego intentó sonreír.
—Entonces has lo que quieras.
Camino de regreso a su asiento frente al espejo y tomó una revista para ojearla descuidadamente. Lo había olvidado, había olvidado por completo el hecho de que YunHo gustaba de divertirse demasiado. Y eso obviamente, no excluía a las chicas.
Giró a su derecha cuando observó a YunHo sentarse a su lado, agarrando una revista y ojeándola con más cuidado.
—¿Por qué estás aquí?
YunHo sonrió. –Me rescataste. ¿No? Pues, me voy a quedar contigo.
Y esas palabras agitaron su corazón por un momento. JaeJoong prefirió no responderle y decidió fingir que miraba la revista. Por que de pronto, YunHo le había robado un poco de aire.
…
…
El desfile había comenzado con ‘Toxic’
Los primeros modelos se había abierto paso entre la gente y YunHo se movía incomodo con la ropa, JaeJoong lo había arreglado un poco y le había dado un par de indicaciones, después de todo era por una buena causa.
YunHo justo unos segundos antes de que sonara el coro de la canción había hecho algo extraño. Lo había tomado de la mano y había susurrado un leve ‘Gracias, por todo’ JaeJoong se había paralizado.
Pero el coro era su salida, y la de YunHo también, así que no le había quedado otra que sonreír y comenzar a caminar por la larga pasarela frente a ambos, la gente sonreía y disfrutaba del desfile, la comida, la bebida.
Y aún así, sus ojos de vez en cuando viajaban hacía Jung.
Primero quiso justificarlo con que se preocupaba de que no se equivocara, pero las veces anteriores y posteriores no tenían nada que ver. Fue en ese momento, en medio de todas esas miradas, del flash de las cámaras, rodeado por modelos.
Que JaeJoong se dio cuenta, Jung YunHo le atraía. Y esta vez no era solo atracción, era algo irrefrenable que lo llevaba hacía el menor y era algo a lo cual JaeJoong todavía no quería darle un nombre.
…
…
—El desfile estuvo increíble.
JunSu sonrió abiertamente y YooChun asintió con una sonrisa también.
—Es algo tarde. ¿Quieres que te lleve?
—…De acuerdo.
Esa corta conversación no solo había indignado a Mir, sino que también le había molestado por el simple hecho de que YooChun parecía haber olvidado que tenía un hermano menor al cual estaba dejando botado por irse con JunSu.
Y es que a esos dos parecía urgirles marcharse cuanto antes.
Mir prefirió no seguir pensando en eso.
—¿Te abandonaron?
El comentario de ChangMin lo hizo girar y suspirar.
—Si, así de mucho me quiere mi hermano.
ChangMin sonrió y agitó los cabellos del menor. La mayoría de la gente empezaba a levantarse para poder marcharse, puesto que el desfile había sido el último evento del día, el broche con el que cerraban.
—Si quieres te llevamos, traje mi auto.
—¿En serio?
—Por supuesto. ¿Verdad, MinHo?
Y el letargo en el que el menor de los hermanos Choi vivía durante las últimas dos horas pareció romperse cuando captó la idea de que llevarían a Mir. Y no es que le molestara, por que el muchacho era agradable.
Pero temía que a ChangMin, Mir le pareciera demasiado agradable.
—Eh… Si, claro. Por supuesto.
ChangMin sonrió y comenzó a caminar junto a Mir hacía el estacionamiento, conversando acerca de lo duro que es tener hermanos mayores. MinHo no pudo integrarse a la conversación, pero le bastó cuando apretó la mano de ChangMin y él hizo lo mismo, regalándole una sonrisa y brindándole un poco de confianza.
Mir era muy apuesto, pero ChangMin lo quería solo a él.
…
…
—En verdad nunca creí que esto fuera tan difícil.— YunHo rascó un poco su nuca y JaeJoong sonrió ante las palabras del menor. –Pensaba que solamente era caminar y ya, pero resultó más difícil.
No es que de repente se sintiera nervioso o incómodo, pero por lo menos no era tan fácil como había esperado por que tenerlo de pronto frente a él, no era algo fácil para JaeJoong. Peor aún, si YunHo sonreía de esa manera.
—¿Todo bien?
Pero Siwon apareció de la nada, abrazándolo por la espalda, justo frente a los ojos de YunHo, quien sonrió a modo de saludo y desvió la mirada inconsciente de que lo hacía. JaeJoong deseó que Siwon lo soltara, pero eso no paso.
—Yunnie… Estoy cansado.
HeeChul se aferró al brazo de YunHo, apareciendo casi de la nada. Y entonces eso volvió a suceder, la atención de YunHo se aferró en HeeChul, sus sonrisas fueron para él y sus ojos brillaron solo para él.
JaeJoong volvió a sentir el mismo frío.
—¿Nos vamos entonces?
—Si, por favor.
YunHo y HeeChul apenas los miraron como para poder despedirse de algún modo. Y casi de inmediato les dieron la espalda, empezando a alejarse. JaeJoong sintió a Siwon dándole un corto beso en el cuello.
—¿En que piensas, Jae?
Quizá Siwon nunca se dio cuenta, pero hubo un momento, un único momento en el que YunHo giró un poco su cabeza y lo miró. Por primera vez lo miró solo a él. Y le demostró un pequeño atisbo de querer permanecer junto a él.
JaeJoong suspiró y miró su realidad. YunHo podía mirarlo mil veces así, pero al final, el seguía entre los brazos de Siwon y al final YunHo siempre iría tras HeeChul, a donde fuera que él le dijera.
…Y eso probablemente nunca cambiaría.
—¿Jae?
—No me pasa nada, solo estoy un poco cansado.
—¿Seguro?
JaeJoong sonrió débilmente. No supo que era lo que odiaba más, tener que mentirle a Siwon, o que Siwon decidiera creerle tan simplemente, cuando él mentía tan mal.
—Si, estoy bien. No te preocupes.
Y luego depositó un beso en la mejilla de Choi. Esta vez no quería un beso de sus labios.
…
…
YooChun notó que JunSu miraba el volante atentamente.
Aún en el garaje y no encendía el auto. Lo cual le hacía pensar que tal vez el muchacho lo que buscaba con la excusa de llevarlo hasta su casa, era poder estar a solas y aclarar un par de cosas.
JunSu permanecía callado, más tiempo del necesario.
YooChun hasta hace un buen tiempo pensaba que toda esta situación era divertida, que era un reto. Por que JunSu no se enamoraba y su trabajo era retenerlo a su lado hasta que los dos menores se casaran.
Pero se había acostumbrado a él. A su presencia, a sus ojos a que le sonriera tan dulcemente y al mismo tiempo le demostrara que no solo podía ser buena persona. Que le demostrara que podía ser una persona normal.
Por que cuando JunSu se mostraba como una persona común y corriente ante él.
YooChun sentía que tenía oportunidad, que de verdad tenía la oportunidad de capturar su corazón para no soltarlo más. YooChun sentía que JunSu bajaba de su reino solo para darle una oportunidad.
Y cuando su mano estuvo sobre la mejilla de JunSu, recién en ese momento se percató de que lo había hecho inconscientemente.
—Luces triste.
JunSu sonrió un poco.
—No es tristeza, o por lo menos no en su totalidad.— YooChun ya tenía el rostro de JunSu demasiado cerca, y no podía besarlo, no tan prontamente, por eso cerró sus ojos y juntó sus frentes. –Chunie… ¿Qué haces cuando ves a alguien triste?
—Beso sus labios.
JunSu cerró sus ojos también, soltando un pequeño suspiro, sus frente unidas le provocaba un sentimiento de paz inesperado.
—Entonces… ¿No piensas hacer nada por mí?
—¿A que te refieres?
—Mi equipo fue eliminado y no pudimos ganar la copa. No estoy precisamente feliz, tal vez deberías besarme…
YooChun abrió los ojos, se alejó un poco, solo lo necesario para poder mirarlo a los ojos. JunSu sonrió y YooChun volvió a sentir que JunSu se apoderaba inadecuadamente de un espacio en su corazón.
Pero para ese momento, ya nada importó. Por que YooChun lo tomó por los brazos y se acercó a él, por que lo besó tan apasionadamente como quiso, por que lo besó de una manera que no conocía, por que cuando se dio cuenta, se estaban besando…
…Como se besan las parejas… Como se besa la gente enamorada.
YooChun cerró los ojos y JunSu coló sus manos por entre su cuello, sintió el cálido cuerpo de JunSu cerca al suyo, sintió entre suspiros un débil susurro que no entendió muy bien y se perdió.
Por que a YooChun jamás lo habían besado con amor, por que lo habían besado con pasión, con locura, con dominio. Pero jamás de esa manera, por que YooChun se había acostumbrado a sentirse deseado por demasiado por demasiadas personas.
Por que YooChun se había acostumbrado a esas palabras tan vacías cuando alguien le gritaba que lo ‘amaba’ y luego de un tiempo se obsesionaban o lo dejaban de lado. Por que YooChun se había acostumbrado a no sentir nada cuando le decían ‘Te amo’
JunSu se alejó un poco, con la respiración agitada y los labios rojos. YooChun deseó besarlo otra vez. Por eso lo agarró por el cuello, pero JunSu lo detuvo.
—Espera…
—¿Qué sucede?
—Yo…
Algo más que YooChun no sabía, era decirle ‘Te amo’ a alguien más que no fuera Mir, YooChun no sabía como, por que nunca lo había sentido por alguien más. Por que YooChun sabía tanto de la pasión y la seducción, pero tan poco del amor.
Por que habían tantos que deseaban a YooChun, pero nadie lo amaba.
—JunSu… ¿Qué sucede?
—Yo… Te amo.
Y en ese momento se paralizó, por que JunSu agarraba con fuerza la camisa de YooChun, por que no lo miraba, por que estaba avergonzado y sus mejillas sonrosadas eran prueba de ello. Por que probablemente era la primera vez que JunSu lo decía.
—Yo también te amo, Su.
No lo dudo, sus palabras no temblaron y lo supo muy bien, en el fondo supo que sus palabras no eran falsas. Por que su corazón latió desbocado, por que JunSu lo miró de una manera como nunca antes lo había visto.
¿Era demasiado pronto para decir esas palabras?
Tal vez, pero cuando JunSu lo volvió a besar y afuera comenzó a llover, a YooChun no le importó, por que decidió que lo descubriría, en todo este tiempo que compartiría junto a JunSu.
Por que quería amarlo y sentirse amado por primera vez.
…
…
—Muchas gracias.
Mir hizo una pequeña reverencia y sonrió.
El auto se alejó y el muchacho únicamente suspiró. Subió las escaleras con cuidado y cuando abrió su departamento y las luces apagadas lo recibieron supuso que su hermano aún no llegaba.
Se quito el buzo con tranquilidad y lo dejó sobre uno de los muebles mientras caminaba hacía su habitación. Había sido una noche cansada y por el momento solo quería dormir. Entró en su habitación y sonrió cuando sus ojos enfocaron a ese pequeño peluche sobre su escritorio.
Lo tomó por un momento entre sus manos y suspiró. Solo por que había visto el dichoso peluche le perdonaría a YooChun haberlo dejado botado. Lo dejó en su lugar y se lanzó sobre la cama.
—Buenas noches, Boomin.
..::..::..::..::..
Mir exprimió con dificultad la toalla entre sus manos, no tenía la fuerza suficiente todavía, pero aún así se esforzaba.
La colocó con cuidado sobre la frente de YooChun. Su hermano se removió un poco y finalmente suspiró. Mir suspiró también, YooChun había obtenido una fiebre muy alta por pasársela buscando el peluche en la noche en medio de la lluvia.
—…Prometiste que no te enfermarías.
Supo que el mayor no lo escuchaba, por eso se dedicó a observarlo. De vez en cuando YooChun se movía un poco y luego volvía a suspirar. Tocó por un momento su frente y notó con alivio que la fiebre empezaba a bajar.
Una lágrima corrió por su mejilla, pero la secó de inmediato.
—Te lo prometo, Chunie. No volveré a ser débil, voy a ser fuerte, cuando te toque pelear, pelearemos juntos, no voy a dejar que te vuelvas a enfermar por mí. Mejórate pronto por favor… Te extraño.
Se abrazó un poco a sus piernas y decidió continuar acompañando a su hermano mientras se recuperaba.
Allí, sobre una de las repisas en la habitación, reposaba el peluche aquel, el último recuerdo, el último regalo, algo mojado y sucio por la lluvia, pero estaba ahí, como un gran trofeo que Mir guardaría para siempre. Igual que el recuerdo de sus padres.
…Para recordar que YooChun, por él es capaz de permanecer bajo la lluvia seis horas.
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