~ Para empezar, desde ayer me convertí en el asistente de la bibliotecaria y aquella no es más que una forma cortes de decir que soy su esclavo, a penas llevo un día a su servicio y ya le tengo alergia a los libros, ¡Diablos!, si antes no me gustaba leer imagínense ahora, ya no tengo posibilidad alguna de convertirme en alguien inteligente (antes tenía una posibilidad del 0,000000001%).
En fin, déjenme contarles de la otra desgracia primero, de lo que el trasero de pato vio en nuestro primer día oficial de clases. Por su expresión no tuve la necesidad de voltearme para notar que se trataba de algo impresionante, pero al hacerlo murieron todas las posibilidades que se había planteado mi mente en una milésima de segundo. ¿En quienes había pensado? Pues bueno, déjenme hacerles una lista:
- Bi Rain (ok, ok…estoy obsesionado, ¿Acaso ustedes no?).
- Justin bieber (No me juzguen, me gusta).
- Jennifer López (porqué al ver sus ojos imaginé lo que podría estar pensando y fue algo como “Ou Em Ef Gi!!! ¡¿Acaso ese trasero es más grande que el mío?! ¡¡¡Ohhh no!!!, ¡¡¡Ese monte Everest que tiene allí atrás es falso!!!, ¡FALSO!”).
- Un fantasma (si, también pensé que se había convertido en algo como Melinda Gordon * personaje de Goust wisper..er…no sé cómo se escribe pero es de una serie* y podía ver y hablar con espíritus y y…me diría que mi abuelita muerta había vuelto desde el más allá para vengarse de aquella vez que le robé su chocolate y me lo comí a escondidas).
Si, la verdad es que ninguna de mis opciones es realista, pero ¿Se sorprenden?...A estas alturas cosas como esas deberían parecerles más que normales, porque la anormalidad es normal para mí (que complicado, se me fundió el cerebro).
Y ¿Se imaginan cuál fue mi reacción al voltear y encontrarme con la última persona con la que deseaba encontrarme en el mundo entero?, pues por si no se la imaginan se los explico. Heme allí con el cuello torcido hacia la izquierda, observando con los ojos abiertos de par en par al muchacho que caminaba despreocupadamente y con audífonos en los oídos, un muchacho demasiado similar a mi reciente ex novio, tanto que en ese momento pensé que se trataba de un doble o su hermano gemelo., ¿Qué tan estúpido de mi parte fue el ni siquiera pensar en que, de hecho se podría tratar de SHIM CHANGMIN?, no fue hasta que Junsu gritó su nombre que caí en cuenta, y vaya forma de caer en cuenta…Sentí como si un miembro de la lucha libre me hubiese dejado nok out (¿era así?, bueno ustedes entienden) con un golpe en la cara.
- ¡Changmin!...¡¿Qué haces aquí?! – Exclamó aquel condenado trasero siliconado, moviendo los brazos para llamar su atención, parecía pato a punto de comenzar su viaje de migración.
Les juro que deseé haberle dejado plano el trasero a patadas, ¿Cómo se le ocurría gritarle de esa forma?, de seguro aún no se enteraba de que habíamos terminado…no esperen, si lo hubiese sabido lo habría llamado con más determinación aún. La verdad, lo único en lo que podía pensar era en buscar un lugar en donde esconderme antes de que Changmin notase al potón y voltease a vernos, es que ¿Por qué el mundo tiene que ser tan desgraciado?, ¿Acaso el destino disfruta haciéndonos sufrir a lo largo de la vida?, ¿por qué no podía tener la capa de invisibilidad de harry potter en momentos como esos?...bueno si, por que no es real pero, para que noten mi desesperación.
- ¡Changmin!...¡HEY CHANGMIN! – Junsu comenzaba a caminar en dirección a mi distraído ex novio, al parecer Changmin no escuchaba nada con aquellos audífonos gigantiosos, y esa era mi ventaja.
- ¡Cállate! – exclamé sujetando a aquel molesto chico por el brazo, de ser necesario lo ataría a un árbol para que no llamase su atención, al menos no antes de desaparecer del mapa.
- ¿Ah?...¿por qué me estás tocando?... – Junsu me miraba con enojo, mientras sacudía su brazo al intentar librarse de mi agarre.
- Sólo…sólo espera que me vaya ¿Si?...luego le hablas, lo saludas o lo que sea que quieras…pero espera a que me desaparezca primero – hablé en un tono muy lejano al que tenía en mente, si no fuese tan sumiso y estúpido (si, aún soy así de estúpido) le hubiese dicho algo como “¡Ya cállate imbécil!, vuelves a gritar una vez más y tendré que sacrificar uno de mis zapatos, lo perderé al patearte en aquel montón acumulado de grasa que llamas trasero”.
-…Espera, por qué querrías desaparecer si Changmin es tu novio – y allí fue cuando supe que estaba condenado, aquel chico ya no me miraba con desprecio ni con asco, oh no señor, me miraba con un maquiavélico interés, sonreía, ya que al parecer percibía que podría joderme de la manera más vil. – No me digas que…tú y mi Changminnie, ¿terminaron?.
¿Había oído bien?...dijo ¿“Mi Changminnie”?, es que les juro que si el ex, no estuviese antes de la palabra novio, le hubiese partido el trasero la cara en ese mismo instante.
- ….¿No? – contesté como el tarúpido que soy, es que ¿enserio?, ¿ENSERIO KIM JAEJOONG?, ¡Tenías que ser tú para responder con una interrogante!.
- Terminaron, Ou em gi, ou em gi ¡La noticia del año!, esto es mejor que cuando me enteré que lady gaga vendría este fin de año a corea – Aquel chico sonreía de oreja a oreja y no miento, su boca se estiro tanto que podría aparecer en la próxima versión de “Tiburón”, bueno sería bastante fácil de matar, el trasero lo delataría más que la aleta.
- ¡Sólo cállate! Bien, puedes regodearte y joderme hasta que nos graduemos, o perseguir a Changmin y recuperarlo, pero por favor…no lo sigas llamando.
- Claro que no lo haré, comprendo por lo que estás pasando – Aquel potón parecía empático (adivinen ¿qué?, ¡Sí! Aprendí otra palabra, sólo espero estar usándola bien).
- Gracias… - respondí sintiéndome extraño, alejándome de ambos, con la esperanza de que Yunho no me siguiera.
- ¡CHANGMIN! ¡CHANGMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN! – Aquel grito inundó el campus entero, todos los chicos que se encontraban en la entrada se detuvieron, guardaron silencio y observaron al gritón condenado hijo de su…adorada madre, todos, incluso Changmin.
Debí haberlo visto venir, debí haberlo sabido de antemano, ¿Cuándo podría Junsu comprenderme y preocuparse por mi bienestar?, ¿Por qué Dios?, ¿Por qué soy tan estúpido?.
Al instante sujeté mi bolso y por instinto me lo lleve a la cara, cubriendo mi rostro y sintiéndome mejor que corperf… copperfield (Lo busqué en google) y Harry Potter juntos, era el ilusionista del milenio, me creí invisible gracias a un bolso, un mísero bolso, merezco una ovación, deberían contratarme en las vegas.
Aunque no lo vi, pude oír la voz de Changmin al saludar a Junsu, de seguro se había acercado y yo me encontraba como a tres metros de distancia, parado como imbécil y sosteniendo un bolso frente a mi cara, un par de chicas pasaron por un costado y murmuraron cosas entre sí, sólo escuche que una dijo que seguramente yo era estudiante de psicología… ¿Qué habrá querido decir con eso?.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó Junsu.
- Una especie de pasantía, la universidad me mandó una invitación, al parecer quieren reclutarme, solo vengo por un tiempo de oyente – Contestó Changmin completamente relajado, ¿Actuaba así de cool con todos sus ex?. - Sabes… un bolso no te hace invisible – oí su voz y sentí mi corazón a mil por hora, no sé si alguna vez han estado colgando de cabeza por más de un minuto, si lo han hecho deben recordar la sensación, pues bueno, me sentía como cuando cuelgas de cabeza, estaba a punto de explotar, pero a pesar de todo, aún no bajaba el bolso, no quería verlo, aún lo extrañaba y temía que me pondría a llorar como cuando me leí esa tragedia griega, la olisea, ¿Oliada?, ustedes deben saber el nombre.
- Vamos a llegar tarde – Yunho interrumpió y por primera vez en mucho tiempo, me sentí al aliviado al oír su voz y sentir su agarre sobre mi muñeca.
Asentí sin bajar el bolso al ser arrastrado por el campus, a los segundos me estrellé con un poste, si…Ese no fue un buen día, para nada, es eso o tal vez le gusto demasiado a los postes...
- ¡Ten cuidado! – me regañó ese moreno al arrebatarme el bolso y sujetar mi mano.
La verdad no me quejé, ni lo solté, ya luego lo golpearía, lo insultaría y le diría que si me volvía a tocar lo castraría, tampoco miraría hacia atrás, sentía la tentación pero me dije a mi mismo que si miraba hacia atrás me convertiría en una estatua de sal, y ¿Quién quiere convertirse en una estatua de sal?.
Ni les explico cómo pasé el resto de la mañana, pues bien, era el primer día y nos reunimos en diferentes aulas para conocernos y llevar a cabo ejercicios de compañerismo, pasamos por la biblioteca y nos explicaron el sistema de préstamos, así que todos pedimos un libro que regresaríamos esa misma tarde, allí no estaba la vieja del mal, creo que no se la muestran a los de primer año en el primer día, les daría mucho miedo…y pues bla bla bla, la verdad es que si hubiese leído los panfletos de la primera semana y hubiese notado que en realidad era una semana de INTRODUCCIÓN, me hubiese evitado la horripilante sensación changminesco-paranoíca que me atormentaba en ese momento (Sentía que Changmin iba a aparecer en cualquier momento, como si fuese el asesino de Scream), si hubiese sabido que no era para pasar materia, me hubiese quedado una semana más como emo-depresivo, enclaustrado en mi cuarto.
Luego de una incómoda ronda de abrazos grupales y besos esquimales, además de frotar mi trasero con compañeros que no había visto nunca antes en mi vida y montarme en la espalda de un completo desconocido (no me pregunten por qué, pero los de psicología pensaban que esto ayudaría a la unión de los alumnos de cada carrera…lo único que logra es que no podamos mantener contacto visual por más de cinco segundos hasta el día de hoy), salí de aquel salón observando con cuidado el pasillo, les juro que caminaba más lento que tortuga coja, con la paranoia en la sangre, de verdad no quería encontrarme con Changmin, para nada y ok, lo sé, el campus es lo suficientemente grande como para encontrármelo pero entiendan, yo también soy lo suficientemente estúpido como para darme cuenta de eso.
Me sentía como arnold shwachenegro (no me hagan buscar en google, ustedes saben el de “hasta la vista beibe”) en esa película depredador, sólo que mil veces más cobarde y con un depredador mucho, mucho más guapo, de hecho si depredador hubiese tenido la cara de Changmin yo… olviden eso, borrón y cuenta nueva.
La cosa es que me escondí junto a una puerta en un pasillo, les juro, para ese entonces era un agente secreto a lo misión imposible, pegado contra la muralla y observando a ver si encontraba rastros de aquel mocoso.
- Ey – alguien puso su mano sobre mi hombro y vi a diosito en el cielo, casi muero del susto.
- ¡Ahhh! – exclamé volteando de inmediato y encontrándome con mi peor mejor pesadilla.
- ¿Me estabas esperando? – Changmin sonreía con aquella endemoniada sonrisa que logra que te derritas hasta los huesos, maldito mocoso manipulador.
Me paralicé al notar que en realidad se trataba de Changmin y como el genio que soy, volví a cubrirme el rostro con el bolso, es que ¿Qué tan imbécil tengo que ser como para esconderme justo fuera del salón en el cual se encontraba?, Debo tener la peor suerte del mundo, ni siquiera gano en piedra papel o tijeras.
- Entiendo, quieres que lo cargue – comentó el mocoso al arrebatarme el bolso y mi único escudo. – Pero a cambio me compras el almuerzo, tengo hambre – afirmó mientras frotaba su abdomen.
Le observé caminar frente a mí mientras intentaba moverme con normalidad, tenía cada músculo de mi cuerpo tan pero tan tenso que me había convertido en un robot. El simple hecho de caminar tras él y observar su espalda, me hacía sentir esa soledad que me mantuvo llorando por tantos días, Changmin ya no era mi novio y parecía no importarle, actuaba con tanta normalidad, como si nunca hubiésemos sido más que amigos y quizá para él nunca fuimos más que eso (Si, si, ya sé lo que piensan, pero yo pensaba que tal vez su definición de amigos se acercaba más a acostarse con ellos también). Allí mismo, caminado tras de él, me dije a mi mismo que era obvio que él ya se había olvidado de todo y yo ya no podía seguir huyendo, ni ocultándome, tenía que aceptar de una vez por todas que el amor no era lo mío, mucho menos los noviazgos, el primer novio que tuve me dejó por un poto mutante, y el segundo por un psicópata, ¿Debería intentarlo con un tercero?, ¡DIABLOS NO!, ¿Por quién me dejaría?, ¿por la bibliotecaria?.
Aún dolía, y seguiría doliendo por un tiempo pero no valía la pena el dejar que me viera tan afectado, cuando él estaba…tan normal, tanto que me apetecía golpearlo en la entrepierna para que sintiera el dolor que yo sentí por semanas.
Le compré el bendito almuerzo y nos sentamos en unas bancas fuera de la cafetería, no me hablaba ni yo a él, era baaaastaaaaaaaaaaaaaaaante incómodo, recordé el libro que había pedido y lo abrí en cualquier página, y pues como lo hago siempre, fingí que estaba leyendo, ahora soy realmente bueno en eso.
- Finges que lees para parecer intelectual…patético – Comentó al abrir su lata de refresco y sonreír con displicencia.
- …¿Quieres atormentarme como en los viejos tiempos? – pregunté con un tono un tanto (bastante) agresivo, ni yo mismo me reconocía, al parecer esa era mi versión mejorada y actualizada, Jaejoong beta, con cada ruptura amorosa iba aumentando de nivel.
- Nah… bueno sí, eso jamás dejará de ser divertido – Contestó soltando una carcajada y comiendo un trozo de pudin de chocolate.
Suspiré y desvié la mirada por un momento, sólo para encontrarme con la sorpresa de que todas, y no estoy exagerando TODAS las chicas que se encontraban sentadas en aquel patio de comida, estaban observando a Changmin con cara de idiotizadas, ¿Estarían en celo o algo por el estilo?, se les caía la baba...
- Claro, popular en la escuela, todo un gigoló en la universidad… - murmuré por lo bajo olvidando la audición biónica que poseía el condenado.
- ¿Qué dijiste?.
- Que vi a un tipo de la escuela, se coló en la universidad – dije la primera cosa que rimara con lo que acababa de decir, y lo primero que se me vino a la cabeza, que generalmente es lo menos astuto y carente de sentido. – ¿Por qué estás aquí? – ¿han oído el refrán que dice que la curiosidad mató a Jaejoong?, ¿No?, pues están a punto de presenciar su veracidad.
- Pues, porque soy inteligente – Contestó mirándome con superioridad, diciéndome con la mirada, sin necesidad de palabras que yo no había entrado a la universidad por la misma razón. – En cambio tú estás aquí, porque tuviste la suerte de que yo fuese tu tutor semanas antes de tu examen de ingreso – y allí estaba, el príncipe Changmin con todos sus complejos de superioridad intactos, vaya príncipe narcisista (Sí, también aprendí esa palabra, aunque a veces se me confunde con nazista…).
- ¡No es cierto!, ¡no fue gracias a ti!, ¡Si quedé fue porque soy inteligente! – exclamé sin si quiera pensar en lo que acababa de decir. Él decía la verdad, si no me hubiese enseñado día antes de la prueba, hubiese obtenido el record de la nota más baja en la historia de Corea del Sur.
Changmin me miró perplejo por unos segundos pero poco a poco sus labios fueron torciéndose hasta que estalló en carcajadas.
- AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA – el moreno se estaba sonrojando, reía como si no existiese un mañana. – Ay Jaejoong Jaejoong, eres tan gracioso – dijo aquello levantándose de su asiento, desordenando mi cabello como si fuese su mascota y marchándose como si nada.
Les juro que estaba a punto de tirarle mi refresco por la cabeza, pero al menos se había ido, así que intenté calmarme, eso hasta que se detuvo a unos cuantos metros de distancia, se apoyó contra un árbol y comenzó a sufrir de un ataque de risa masivo.
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA… ¡INTELIGENTE! ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! - el condenado muchacho se tambaleaba mientras abrazaba aquel árbol, aquel era el chorro de agua que rebasó el tanque.
- ¡TE OIGO IDIOTA! – exclamé golpeando fuertemente la mesa, tanto, que no noté que mi refresco se volteó justo sobre aquel bendito libro que debía devolver en unos minutos. - ¡AAAAH, ES TU CULPA! – Volví a gritar mientras intentaba controlarme al notar las miradas repletas de desprecio de las chicas del lugar.
Genial, simplemente genial.
- LO QUE DIGAS GENIO LO QUE DIGAS….JAJAJAJAJAJAJA ENTRÓ A LA UNIVERSIDAD PORQUE ES INTELIGENTE JAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAJAJAJAJAJA – y así como así, muerto de la risa siguió su camino, dejándome con un impulso asesino.
¿Les tengo que explicar lo que pasó al devolver el libro?, ¡Dios mío!, eso fue el principio de todo, para mi mala suerte, la dulce señorita de la mañana ya no estaba, cuando entré vi a una señora digna de actuar como bruja en cualquier película. Al entregarle el libro y disculparme, simplemente me miró, con los ojos más fríos y crueles del mundo, tanto tanto que sentí la necesidad de esconderme bajo mi camita, creo que desde ese día me vetó como inaceptable y problemático.
Pero en fin, así fue mi primer día como universitario, antes de terminar la jornada nos avisaron de que al día siguiente iríamos a un viaje grupal por unos días, para terminar de crear lazos, acepté de inmediato, si tenía suerte, al volver Changmin ya no se encontraría en la universidad.
A la mañana siguiente me encontraba allí, sentadito dentro del bus esperando la hora de partida, me senté solo, la verdad mi popularidad me persiguió desde el colegio, no hablaba con ningún compañero de mi carrera, volvía a ser invisible.
- Chicos, el bus del área de ciencias está lleno, ¿Tienen espacio para llevarnos? – preguntó un muchacho que subió justo en el momento en que el chofer había encendido el motor.
Nadie se opuso y los chicos subieron, había espacio como para unas diez personas y pues como de costumbre, cada pasajero que subía decidía ignorar el asiento desocupado a mi lado.
El chofer encendió la radio, sonaba una canción que me era conocida, por eso se cómo escribirla “highway to hell” no tenía idea de que significaba hasta que lo investigué, y debió ser un augurio, sí, claro que sí, el último chico en subir, era moreno, alto y con un rostro que derritió a la mayoría de las chicas del bus, tanto que una de ellas pateó al chico que iba a su lado, botándolo hacia el pasillo para dejar el asiento libre, pero aún así, aquel condenado moreno del mal se sentó junto al estupefacto Jaejoong (alias yo).
Estaba claro, la vida me odiaba, era tan simple como eso, no había nada más que decir, sentí ganas de tomar el hacha de emergencia, partir la ventana y tirarme por esta. Decidí desviar la mirada, para observar el paisaje, intentando explicarme qué diablos había hecho para que el mundo siempre volviese a patearme en las (censurado).
Aquella si sería una carretera que me llevaría al infierno.
Bueno, ya es hora de que yo me vaya, tengo que ir a ayudar a la mamá de Lucifer, hoy me toca ordenar la sección de ciencias sociales. Recen por mí, lo apreciaría.
Ah cierto, les iba a preguntar si se imaginan de quién se trata, pero, en vez de responderme eso, ¿podrían por favor darme una respuesta en donde yo no sienta la urgencia de suicidarme al tirarme por la ventana?, les daré un ejemplo, algo como:
“Bi rain se acercaba al hermoso chico con piel de porcelana, observándole a los ojos con una pasión vehemente, desnudándolo con la mirada e hipnotizándolo con el movimiento de sus músculos”
¡Cuídense!, ¡Hasta la próxima!.
0 comentarios Publicado por Kim JaeJoong en 03/08/2011 15:30:00 PM~
Jaejoong dejó su discapacitada laptop sobre la mesita de su cuarto, salió de este y gritó para despedirse de su madre.
- ¡MAMÁ ME VOY!.
- ¿VAS A LA UNIVERSIDAD? – preguntó su madre.
- NO, VOY A MI FUNERAL – contestó un decaído muchacho.
Le esperaban horas de trabajo duro junto a una dictadora de excelencia, Ay Jaejoong, pobre de ti.
- CLARO CARIÑO, PÁSALA BIEN – gritó su madre, dándole a entender la poca atención que le ponía, pero aún así el pelinegro no dejaba de creer que su madre lo amaba a su propia manera.
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JAJAJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJAJAJAJ!! por dios un buen dia de estos mi abdomen explotará ERES DEMASIADOO!! JAJAJA me hiciste el dia mujer!! JAJAJAJAJJAJAJAJA aii dios convulsioné con lo de arnold shwachenegro xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD HAHAHAH AUN NO PUEDO CON ELLO!!
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