“Monstruos”
Sé que me quieres tener
Y yo te prometo
Prometo no hablarte de amor…
[Procedimientos para llegar a un común acuerdo, Panda]
Sé que me quieres tener
Y yo te prometo
Prometo no hablarte de amor…
[Procedimientos para llegar a un común acuerdo, Panda]
Yoochun suspiró, el panorama que tenía ante sus ojos era bastante crudo. Durante todos sus años junto a Jaejoong, él ya estaba acostumbrado a limpiar el desastre de su amo…pero jamás, jamás había visto una escena tan brutal como la que tenía ante sus ojos.
La habitación estaba repleta de sangre, hasta había sangre salpicada en las cortinas y para que decir del pobre Junsu. Sus manos perforadas aún seguían sangrando a borbotones y su espalda estaba completamente cercenada con cortes, Yoochun pudo notar que su trasero también tenía rastros de sangre.
Decidió que no había tiempo que perder y rápidamente utilizó algo de su energía para tele transportarse a la bodega y tomar la sangre que necesitaba junto con los elementos para la transfusión; luego en un santiamén volvió al cuarto de Junsu, con todos sus implementos en mano.
Pausadamente se acercó a él, dejando sus implementos en la silla que había cerca de su cama. Cuidadosamente lo volteó, para encontrar que su abdomen estaba mucho más dañado que su espalda, tenía heridas tan profundas que él hasta pudo ver algo de sus entrañas. Sin perder un segundo más de tiempo, Yoochun conectó la sangre al tubo con la jeringa y se la inyectó en las venas del brazo. Observó como la sangre rápidamente comenzó a fluir hacia su cuerpo y luego de unos minutos, sus heridas lentamente comenzaron a cerrarse.
Cuando la sangre acabó de fluir, ya no le quedaban cicatrices y Yoochun pudo notar que la energía le había vuelto al cuerpo. Sacó la jeringa de sus venas y cubrió su desnudez con la sabana; ahora sólo le quedaba limpiar el desastre de la habitación. Volvió a tele transportarse hasta la bodega, guardando sus implementos y cogiendo una gran fuente entre sus manos.
Al regresar a la habitación comenzó a concentrar sus fuerzas. Sus ojos violetas centellaban mientras se concentraba y la energía irradiaba de su cuerpo. Movió sus brazos hacia arriba y su energía subió junto con él, causando que la sangre se elevara del suelo; luego los movió hacia la fuente y casi al instante toda la sangre que yacía en el suelo comenzó a caer sobre ella, llenándola por completo.
Lanzó un quejido, siempre que utilizaba una enorme cantidad de energía su cuerpo se debilitaba considerablemente, así que decidió que limpiaría las cortinas mañana…estaba bastante cansado para seguir utilizando magia y, luego de un último viaje a la bodega, Yoochun finalmente se dirigió al cuarto de su amo, golpeando suavemente al llegar.
“Adelante” escuchó su voz desde adentro y abrió la puerta, caminando hasta su cama. Ahí estaba él, tendido sobre ella. Llevaba los mismos ropajes ensangrentados y su mirada aún parecía un poco perdida. Yoochun se sentó cerca de la cabecera y Jaejoong se acercó a su lado, descansando su cabeza sobre su regazo.
“¿Cómo está?” preguntó, lanzando un suspiro cuando sintió las manos de Yoochun acariciar sus cabellos
“Está mejor, se recuperará”
“Oh, Chunnie…” susurró con tono amargo, aferrándose a su regazo. “Yo…no sé lo que me pasó, es que su sangre…era adictiva, jamás sentí algo así. La probé y de pronto sentí que no podía parar…que tenía que drenarlo”
“Jae” le dijo. En la intimidad de su cuarto, entre ellos no había formalidades. “¿Qué sentiste exactamente cuando probaste su sangre?”
“Algo…impresionante. Me llenó por completo y de pronto sentí un enorme impulso. Sentí que tenía que poseerlo, aun si se negaba. Quería ver la sangre fluir desde su cuerpo, quería desangrarlo, yo…quería bañarme con su sangre”
“Bueno, prácticamente lo hiciste” comentó Yoochun, sin dejar de acariciar sus cabellos, y esbozó una sonrisa cuando sintió que Jaejoong se relajaba ante el contacto
“¿Qué es lo que me sucede…con él? Tú sabes que jamás había reaccionado así con otro esclavo”
“Creo que tengo una teoría, pero aún no estoy muy seguro” le respondió, trazando círculos sobre su nuca
“Pues dímela…quizás me ayude a entender”
“Cuando me dejaste ir a la metrópolis para perfeccionar mis poderes, escuché a una charla sobre vampiros. El vampiro que daba la cátedra contaba que cada vampiro posee…ehm, ¿Cómo decirlo? Alguien que enciende su sangre, me explico…alguien que al sólo probar su sangre te hace querer…violarlo y matarlo. Es como una especie de condena que los persigue, aunque las posibilidades de encontrar a esa persona sean realmente nulas”
Jaejoong levantó la cabeza de su regazo y se quedó en silencio un momento, meditando la situación.
“¿Crees que…Junsu sea esa persona?” le preguntó, volviendo a desplomar su cabeza sobre su regazo, aún consternado ante sus palabras. Pero lo más temible de todo era que tenían sentido…mucho sentido y el sólo hecho de pensar que Junsu podría tener semejante efecto en él lo aterraba, porque definitivamente arruinaría todos los planes que tenía…
“No lo sé, tendrás que hacer la prueba pero si llegase a serlo…bueno, es un gran impedimento para…la intimidad” le dijo, muy bajito. Si estaba en lo cierto entonces Junsu corría peligro…corría un grave peligro. Usualmente Jaejoong controlaba muy bien sus impulsos por la sangre, pero sabía que en esta fecha se descontrolaba y si Junsu ejercía semejante efecto en él, lo más probable sería que terminara matándolo.
Yoochun se quedó pensando un rato. Por años, en esta fecha de cada mes, Jaejoong comenzaba actuar extraño…de una forma llena de odio y brutalidad y jamás le había mencionado nada sobre ello. Decidió que era el momento de preguntarle, quizás ahora él finalmente se abriría y le confesaría qué era lo que le había afectado tanto en esa fecha.
“¿Por qué no me cuentas…que te sucedió en el día 13, que cada vez que cae esta fecha te comportas como un loco?”
Los ojos de Jaejoong se abrieron como dos platos al escuchar su pregunta. Nunca, en todo el tiempo que llevaba trabajando para él, Yoochun lo había cuestionado…pero aquella sola pregunta trajo recuerdos a su mente, recuerdos que no lo dejaban en paz…
~Flash back
“Has llegado, te estaba esperando hace rato” le dijo Jaejoong, corriendo a sus brazos
“Perdóname, pero me fue muy difícil venir…creo que mis padres sospechan algo” respondió, estrechándolo con fuerza.
Jaejoong sintió todos sus muros derrumbarse ante el abrazo, enterrando su cabeza en su pecho e inhalando con fuerza ese aroma que tanto había llegado a adorar. Pero a pesar de lo mucho que anhelaba estar con él, aún tenía un miedo latente…miedo de lo que el futuro podría depararles si realmente concretaban todos sus planes.
“¿Estás seguro de esto? Digo, tú sabes todo lo que te amo…pero eres menor que yo y sé que tus padres no van a descansar hasta encontrarte” le susurró Jaejoong, refugiando su cabeza en su cuello
“Estoy seguro, de todas formas es la única manera que tenemos para estar juntos”
Sus palabras le reconfortaron el corazón y Jaejoong esbozó una cálida sonrisa, rozando sus labios por su cuello
“Te esperare aquí mismo mañana, ya tengo todo arreglado. A mi padre sólo lo veo por las noches así que no será problema inventarle una excusa a mi madre” Jaejoong lanzó un suspiro y luego sintió sus brazos estrecharlo con más fuerza
“Debo irme, comenzaran a preguntarse donde estoy” le dijo muy bajito, al separarse de él. Nivelando sus rostros para darle un suave beso. Luego, se dio la media vuelta y Jaejoong lo observó perderse entre la nieve.
Al día siguiente, Jaejoong lo esperó en ese mismo lugar. Lo esperó y lo esperó por horas hasta que anocheció, pero él no apareció. Estaba por irse ya, resignado y con el animo por los suelos, cuando de pronto una figura apareció en su camino. Volteó a mirar expectante, sólo para encontrarse con su padre…mirándolo intensamente.
“¿Padre, qué estás haciendo aquí?” le preguntó, consternado ante su inesperada aparición
“¿Ibas a escaparte con ese chiquillo… cierto?” contrarrestó su progenitor, lanzándole una mirada llena de odio.
Jaejoong se quedó mirándolo un largo rato…como si no procesara sus palabras. Lo sabía, su padre sabía que se iba a escapar…y el miedo comenzó a invadirlo, miedo de lo que su padre podría haber hecho para detenerlo…
“¿Qué le has hecho? ¡CONTESTAME!” exclamó, lanzándole un brutal empujón, pero al golpearlo Jaejoong sintió como si le pegara a una pared…porque su padre ni se inmutó
“Le dije la verdad acerca de…nosotros. Ahora, el chico ha aceptado su destino…al igual que tú debes aceptar el tuyo” se acercó aún más a él, tomándolo por el cuello y azotándolo contra un árbol
“¡D-DEJAME!” gritó, comenzando a retorcerse ante el amarre, pero a su padre no le afectó en nada y sólo acercó su boca hasta su cuello, hundiendo sus dientes en el. Jaejoong volvió a lanzar un grito al sentir aquellos dientes desgarrar su piel y de pronto, su mente comenzó a conectar todo. Su padre…era un vampiro y ahora muchas cosas le hacían sentido, pero prácticamente no pudo pensar más, porque una sensación de calma comenzó a invadirlo, provocando que perdiera rápidamente la consciencia…
~Fin del flash back
“¿Jaejoong, te encuentras bien?” la voz de Yoochun lo sacó de sus pensamientos y él inmediatamente levantó la cabeza de su regazo
“S-Si, sólo estaba pensando en lo que me has dicho…” murmuró, agachando la vista algo apenado
“Si no quieres contestar lo entenderé, reconozco que fue repentino, pero… ¿puedo hacerte otra pregunta?” Yoochun lo miró fijamente a los ojos, sus pupilas resplandeciendo mientras lo escudriñaba con la mirada; y Jaejoong se encontró perdido en aquellos ojos violetas, así que sólo asintió mientras lo miraba algo absorto…
“¿Por qué nunca me torturaste como a los demás?” al escuchar la pregunta, a Jaejoong se le suavizó la mirada y se acercó a él, deslizando suavemente una mano por sus mejillas
“Tú y yo somos iguales Yoochun…” susurró y sintió una de las manos de Yoochun posarse sobre la suya. “Sé los horrores por los que tuviste que pasar cuando tus ojos adquirieron esa tonalidad violeta y tus padres se enteraron que tenías sangre de demonio en las venas. Ambos…estamos igual de corrompidos” ahora el rostro de Yoochun se había acercado al suyo…y su cálido aliento golpeaba sobre su rostro
“¿Es por eso que…les pagaste por el contrato?” le preguntó, acortando considerablemente la distancia que lo separaba de sus labios
“Si, digamos que entre…monstruos nos entendemos” Jaejoong cerró sus ojos y sintió los cálidos labios de Yoochun posarse sobre los suyos. El beso fue lento y suave…y la única explicación que había para explicar su comportamiento era que se entendían mutuamente. Ambos habían pasado por horrores indescriptibles…y ahora sólo se tenían el uno al otro.
“Sabes que…te seguiré hasta el mismo infierno para recuperar lo que es mío” le susurró Yoochun al romper el beso y Jaejoong lo miró con dulzura
“¡Ah! pero… ¿Qué haría yo sin ti? Sabes que soy un desastre si no estás” contestó, lanzando una risita y volviendo a atraerlo hacia sí
“Aun así no me cuentas nada…” protestó Yoochun cuando sus labios estaban nuevamente a sólo centímetros de distancia
“Cuando encuentre la paz mental que estoy buscando…serás libre” volvieron a besarse, pero esta vez con intensidad. Jaejoong abrió la boca para dejar pasar su lengua y Yoochun intencionalmente la rozó por sus colmillos, provocando que un fino hilillo de sangre brotara desde ella. Jaejoong lanzó una especie de gemido, hundiendo un poco más sus colmillos en su lengua y bebiendo la sangre que emanaba de ella. Lo escuchó emitir un quejido, pero él inmediatamente comenzó a anestesiarlo, colando sus manos bajo su negra cabellera y enredando sus dedos en ella, sonriendo internamente al sentir que Yoochun se relajaba y dejaba de tensarse ante la intromisión, haciéndolo beber con un poco más de fuerza.
Al romper el beso, sus labios estaban cubiertos de sangre y sus respiraciones se habían tornado mucho más densas. Lentamente Jaejoong rodeó sus brazos alrededor de su cuello, acercando su boca hasta su sensible piel, apenas rozando sus labios por ella. Lo sintió estremecerse ante el contacto, escuchando su vena yugular palpitar y no pudo contenerse, le clavó los colmillos en un sólo ademán, sonriendo al escuchar el denso jadeo de su presa y bebiendo hábilmente la sangre que comenzaba a brotar con fuerza desde sus venas.
La sangre de Yoochun era intensa, fuerte, y con un sabor totalmente distinto a las demás. Quizás esa era la razón principal por la que Yoochun había capturado su atención en primer lugar.
Se separó de su cuello y los ojos violetas de Yoochun resplandecieron mientras su energía se concentraba en la herida, cerrándola casi al instante.
“Jae…joong” susurró Yoochun cuando sintió sus hábiles manos trabajar en su traje, despojándolo de su chaqueta y desabotonando su camisa con rapidez
“Chunnie…déjame morder tu cuerpo…” le dijo al despojarlo de su camisa, observando su pecho expuesto con ojos hambrientos.
Yoochun sólo pudo asentir, desplomando su cabeza sobre la almohada mientras la fría lengua de Jaejoong recorría su abdomen y le clavaba los colmillos en su bajo vientre, casi al borde de sus pantalones.
La tensión de su cuerpo duró sólo un segundo y Jaejoong lanzó un gemido de gusto al sentir que la sangre de Yoochun quemaba en sus venas y lo llenaba de vida. Se separó de la herida sólo para observar que aquellos ojos violetas lo miraban con una expresión distinta, ahora…era puro deseo lo que transmitían.
Velozmente trepó hacia él, volviendo a capturar sus labios en un hambriento beso mientras sentía como la energía del cuerpo de Yoochun comenzaba a irradiar desde su cuerpo, cerrando la nueva herida. Sus lenguas volvieron a encontrarse, acariciándose y rozándose suavemente en un continuo vaivén mientras la sangre volvía a invadir su boca.
Jaejoong rompió de súbito el beso, jadeando y con el deseo haciendo hervir su cuerpo al sentir la sangre de Yoochun encendiendo cada centímetro de su piel. No queriendo esperar ni un segundo más para sentirlo, sus manos descendieron hasta sus pantalones, desabrochándolos y retirándolos con ropa interior y todo. Yoochun lanzó un gemido cuando Jaejoong abruptamente descendió su cabeza hasta su zona púbica y le clavó los colmillos en la ingle; bebía desesperado de la herida y sentía como aquel éxtasis hormigueante lo recorría de pies a cabeza…
La respiración entrecortada de Yoochun no tardó en afectarle y cuando se separó de la herida, volvió a mirarlo y Yoochun le lanzó una mirada llena de lujuria. Concentró sus energías y en menos de un segundo había desintegrado sus ropajes en una explosión de energía púrpura, dejándolo completamente expuesto ante él y…devorándolo con la mirada.
“Me debes un pijama” dijo Jaejoong, lanzando una risita
“Jae-“ “Shhh” lo interrumpió, poniendo un dedo sobre sus labios y sentándose entre sus muslos “Tú sabes lo que quiero…y sólo tú puedes dármelo” Yoochun lo miró con fascinación mientras él comenzaba a rozar sus entrepiernas…despertándolo por completo y fue todo lo que le tomó para romper su autocontrol. Sus manos se aferraron con fuerza a su cadera y lo levantó; luego Jaejoong lentamente se empaló en su erección, lanzando un agudo gemido al sentir su hinchado miembro invadirlo por completo.
A pesar de que sentía algo de dolor, no le importó e inmediatamente comenzó a moverse, montándolo con rapidez mientras sentía sus miedos y frustraciones desvanecerse para ser reemplazados por puro placer…
Aquí no había amor, sólo había consuelo…esta era la manera que tenían para reconfortarse mutuamente. Cada vez que lo hacían, jamás había palabras tiernas o de amor…Jaejoong sólo buscaba consuelo y Yoochun sólo buscaba liberación.
Yoochun comenzó a gemir reiteradamente y sus manos se aferraron con mucha más fuerza a sus caderas, incitándolo a que aumentara el ritmo. Sus ojos violetas resplandecían en éxtasis mientras su mente era completamente nublada por la lujuria.
Arqueó sus caderas hacia arriba, penetrándolo hasta el fondo, y los agudos gemidos de su amo causaron que comenzara a perder la cabeza…sobrepasado por el placer. El hechizo que ocultaba algunos de sus verdaderos rasgos comenzó a flaquear y sus uñas humanas se alargaron, convirtiéndose en filosas garras, propinándole arañazos en toda la zona de las caderas. Pero a Jaejoong no le importó…estaba tan perdido en el frenesí que sólo podía gemir mientras lo montaba con velocidad, yendo cada vez más rápido y dejándose llevar por el fuego que lo consumía por dentro, ardiendo en sus venas y nublando todos sus sentidos.
Yoochun jadeó, enterrando con fuerza sus garras en su nívea piel al sentir que Jaejoong utilizaba su sobrenatural velocidad para montarlo con descaro, queriendo todo de él y sintiéndose orgulloso al someter al demonio de esta manera. Pero a Yoochun realmente no le importaba, más que nada sólo podía concentrarse en sus facciones mientras sincronizaba su movimiento de caderas con los de su amo, excitándose aún más al escucharlo gemir en esa voz tan aguda...que lo hacia perder hasta la cordura. Jaejoong era una hermosa criatura, dotado de suaves y dulces facciones que su condición de vampiro no hacia más que resaltar, y verlo así...tan lleno de deseo y lujuria, encendía un fuego que Yoochun jamás pensó que podría sentir por alguien. Pero lo sentía...claro que lo sentía, quemando en sus venas cada vez que Jaejoong volvía a él y se le entregaba...
Continuaron así por largo rato, la condición de demonio de Yoochun lo hacia tener bastante resistencia, hasta que finalmente Yoochun ya no pudo contener su orgasmo. Colapsó con fuerza dentro de su cuerpo, explotando en una ola de energía y Jaejoong lanzó un grito, sobrepasado por la fuerza de su propio orgasmo al alcanzar el clímax junto con él y derramar toda su ácida semilla sobre su torso.
Casi al instante Jaejoong se dejó caer sobre él, exhausto y sintiendo la ardiente semilla de Yoochun quemando cada rincón de su interior. Mientras regulaban sus agitadas respiraciones, Yoochun rodeó sus brazos sobre la figura de Jaejoong, apretándolo a su cuerpo. Jaejoong lanzó un suave suspiro ante la sensación, apegándose a él y descansando su cabeza sobre su pecho.
“Yoochun” le dijo cuando ya había logrado calmar sus revoluciones
“¿Si, Jaejoong?”
“Quédate a dormir aquí…” susurró
“¿No estarás mostrando debilidad o si?” Yoochun lanzó una risita, pero aun así lo abrazó con fuerza
“Es una orden”
“Esta es una de tus ordenes que más disfruto” comentó al cerrar los ojos, lanzando una risita
“Yo también Chunnie, yo también” Jaejoong rió junto con él y cerró sus ojos. El calor del cuerpo de Yoochun lo reconfortaba, arrullándolo hasta que finalmente pudo conciliar el sueño.
El sol ya se había puesto y Yoochun despertó sintiéndose más descansado que nunca. Su amo aún dormía colgado a su pecho y verlo tan tranquilo lo hizo esbozar una sonrisa; la fatídica fecha ya había pasado y ahora él volvería a la normalidad.
Cuidadosamente Yoochun se levantó de la cama, procurando no despertar a Jaejoong mientras lo dejaba tendido sobre ella. Cogió su ropa del suelo y notó que su uñas habían retornado a su forma normal mientras se vestía, observándolo dormir. Su amo tenía una expresión pacífica en el rostro y su pálido cuerpo parecía brillar con la luz nocturna…reflejaba la pura perfección.
Lanzó un suspiro, y estaba abotonando su camisa cuando escuchó a Jaejoong moverse sobre la cama.
“Chunnie…” susurró, enredándose en las sabanas, y Yoochun no pudo evitar pensar que parecía un gatito pequeño, estirando sus músculos y buscando el calor del sol…
“Estoy aquí” le dijo, terminando de abotonar su camisa y recogiendo su chaqueta del suelo
“Vuelve a la cama, tengo frío” Jaejoong giró su rostro para mirarlo, haciendo un puchero, y ante ello Yoochun lanzó una risita. Sabía que no sentía frío, después de todo…Jaejoong estaba muerto, y el hecho de saber que sólo lo estaba diciendo como excusa para tenerlo nuevamente a su lado lo hizo sonreír
“Estás bastante efusivo hoy” musitó, dejando su chaqueta en una silla y acercándose a la cama. Jaejoong le sonrió y retiró las sabanas de ella, haciéndole espacio mientras él volvía a recostarse a su lado
“¿Por qué te vestiste tan pronto?” le preguntó cuando sintió sus brazos rodear su cintura. Su calor volvió a reconfortarlo y Jaejoong se apegó a él, disfrutando la sensación
“Ya ha anochecido y hay que empezar con los pedidos…” le susurró, descansando su cabeza en el hombro de su amo
“¡Ahh que fastidio!” Jaejoong lanzó un suspiro, frustrado. “No quiero hacer nada hoy. Chunnie, tú tampoco harás nada y sólo te quedaras aquí conmigo”
“Pero tienes un pedido importante, ya sabes…la sirena” le dijo, acariciando su cuello con su rostro
“Me está dando tanto trabajo capturarla” Jaejoong giró su cuerpo para quedar frente a frente con aquellos ojos violetas que tanto le intrigaban. Lentamente se acercó a él, refugiando su rostro en su cuello y deslizando su lengua por su piel, comenzando a darle suaves besos
“N-No hagas eso…” Yoochun lanzó un suspiro y Jaejoong sonrió victorioso. Era precisamente esto lo que le fascinaba de Yoochun, a él le excitaba que lo mordiera…era como si disfrutara sentir sus colmillos en su piel. Jaejoong a menudo se preguntaba si eso era producto de su condición de demonio o si simplemente le excitaba porque era masoquista…
“Quiero…desayunar” susurró en un tono bastante sensual, sintiendo sus colmillos alargarse al estar tan cerca de su cuello y clavándoselos en un sólo movimiento. El dulce sabor de la sangre invadió su boca y aquel éxtasis hormigueante nuevamente lo recorrió de pies a cabeza mientras bebía de él, lanzando un gemido de puro placer.
Escuchó la respiración de Yoochun tornarse densa, saliendo en pesados jadeos mientras sus manos se aferraban a su cuerpo y lo atraía más cerca de él.
Cuando se separó de la herida, el rastro de sangre había salpicado el traje de Yoochun.
Lo observó, y sus ojos se habían oscurecido. Casi al instante Yoochun se acercó a él y atrapó sus labios en un beso hambriento mientras sentía que su cuerpo volvía a despertar, inmediatamente reaccionando ante su cercanía...
Jaejoong volvió a encontrarse sobrepasado por las emociones: el sabor de su sangre, la intensidad de sus besos, y el bulto en sus pantalones volviendo a rozarlo lo estaban llevando a la locura. Se separó de él abruptamente, jadeando y mirándolo con una expresión anhelante. Quería esto…lo quería de nuevo, quería destrozar sus ropajes y empalarse en su erección hasta perder la razón. Yoochun era el único que podía hacerlo sentir de esa manera, el único que tenía la capacidad de hacerlo olvidarse de sus miedos y de los horrores que había pasado y en cierto modo sabía que se había encariñado con él, pero tenía mucho miedo de enamorarse…estaba demasiado marcado por su pasado. Aun así…la manera en que Yoochun lo hacia sentir le gustaba…le gustaba demasiado y eso lo aterraba.
Jaejoong lo atrajo hacia sí, apegando sus cuerpos. Su fría erección pulsó de deseo al sentir el rígido miembro de Yoochun rozándose contra su rodilla e inmediatamente dejó de pensar, necesitaba volver a sentirlo…estaba desesperado, así que rápidamente comenzó a desabrochar sus pantalones.
Yoochun lo observó en silencio mientras nuevamente se encargaba de despojarlo de su ropa. Sus ojos topacio resplandecían de puro deseo y su respiración salía en cortos jadeos mientras continuaba con su labor. Él sabía que sólo lo estaba haciendo para buscar consuelo, sabía que él era sólo un instrumento, algo que utilizaba para olvidarse de todo aunque sea por un momento, pero aun así no le importaba…porque en cierto modo esta intimidad que tenían le demostraba que Jaejoong si tenía sentimientos y que sólo era una frágil criatura convertida en un monstruo a causa de los horrores a los que había sido sometido. Si bien no lo amaba, sentía que entre ellos había una complicidad que jamás podría establecer con otra persona, una conexión de tanta intensidad que cada vez que Jaejoong se entregaba a él sentía mucho más que placer…sentía como si se complementaran el uno al otro, y eso le aterraba…porque lo menos que quería era terminar enamorado de él…
Ya había terminado de desvestirlo y su miembro ardía de deseo al sentir a Jaejoong aprisionando sus muslos, rozando tentativamente sus erecciones y creando esa deliciosa fricción que lo volvía completamente loco, sacando todos sus instintos demoniacos a flote…
“Chunnie” lanzó un gemido cuando sintió su erección rozar su entrada
“Dilo, Jaejoong” le dijo, esbozando una tentadora sonrisa, y volvió a repetir el proceso, causando que Jaejoong se retorciera entre sus muslos
“Tómame…” susurró en casi un jadeo y Yoochun pudo sentirlo, el deseo consumirlo completamente…como una fiebre descontrolada. Sus palabras provocaron que su hinchado miembro comenzara a pulsar y ya no dudó ni un segundo más, reposicionando su erección en su entrada y arqueando sus caderas hacia arriba para irrumpir dentro de él de una sola estocada. Volviendo a repetir aquel ritual que tanto placer les otorgaba, entregándose el uno al otro y fundiéndose en un acto de puro deseo…sin palabras, sólo comunicándose a través de caricias y miradas.
Finalmente, y luego de más de una hora de retraso en sus actividades, Jaejoong dejó a Yoochun vestirse y volver a sus labores. Estaba caminando hacia la planta principal de la mansión cuando escuchó un frenético descender de escalones e inmediatamente volteó su rostro para encontrar a un enardecido Junsu parado al frente suyo…
y homin?
ResponderEliminarMe encantó este capitulo *o* el JaeChun estuvo pero divino! Ame el lemon y la forma de expresar las dos contrapartes, la de Jae y la de Chun. Se nota que habra tension entre ellos dos porque aunque Jaejoong utilice a Yoochun de esa forma, el tampoco se niega xd y estoy segura que le pasará la cuenta ja! :D! actualiza pronto ya quiero saber que pasará con Su :O
ResponderEliminarme encanto el jeachun !!!
ResponderEliminarthanks por la actualizacion
esta buenisimo
que empalagoso tanto deseo, esos dos.
ResponderEliminarjunsu, pobe jun.
el homin serán licantropos?
oh my god sun OWO me encantaaaaaaaa!!!!
ResponderEliminarlo adoro dioos >w< estoy dejando de dormir para leerlo xDD
está realmente genial!! muchisimas graciiias ♥♥♥♥
Omo!!!!
ResponderEliminaresta gneial el capo xD u.u que le dira Junsu a Yoochun ??