KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Se Solicita Novio Cap 12

Un Grupo Unido.



—¿Estás bien?

—Si, ¿Por qué no habría de estarlo?

—Oí que había empezado a nevar en Corea. ¿Todo bien?





—Supongo que si…— YunHo se sentó con tranquilidad, observando desde su habitación el amplio jardín de su residencia, con una expresión de paz reflejada en su rostro y con el silencio de su primo plasmado en el ambiente —…Hablé con Hyun Joong.





—Oh, supongo que no fue agradable.





—Todo lo contrario. Me pidió que me olvidara de él.— Jung sonrió con ligereza, bajando la mirada y observando la alfombra en su habitación –Y me confesó además que en aquel tiempo, cuando todo aquello sucedió, él todavía me amaba.





—¿Qué? No… Imposible… Él dijo que…





Sintió la voz de HeeChul temblar, fue como prácticamente estarlo viendo, seguramente la fuerza en su primo se debilitó en incluso tuvo que buscar como poder sentarse. YunHo deseó tanto poder estar a su lado y abrazarlo.





—Sé lo que dijo, pero…





—¡No lo aceptó! Suficiente con Siwon, Si Hyun Joong… Si él… Yo…

—Chul, tranquilízate ¿Si? Lo hecho, hecho está. Ya no hay vuelta atrás y a la final de todo solo queda dejar las cosas pasar. ¿Cuándo regresas?





—…En una semana.





YunHo lo notó en esa voz apagada en HeeChul que la noticia le había afectado y que además no había posibilidades de simplemente poder cambiar de tema. Suspiró pesadamente e incluso pudo suponer la mirada perdida que seguramente tenía su primo.





—Chul… Solo olvídalo todo.

—Me encontré con Siwon.

—¿Cuándo?

—Unos días antes de viajar.





—¿Por qué no me habías dicho nada?

—…No lo sé. Tuve miedo quizá.























Ese cumpleaños veintidós había empezado bien.





Sarah había accedido a salir a desayunar con él al jardín de su casa, sus padres a pesar de todo habían hecho su llamada obligatoria de felicitaciones e incluso había recibido a primera hora su primer auto propio. Un Mercedes convertible de color negro, que aparentemente no estaba nada mal.





—Pienso venderlo.





—¿Por qué?— Sarah dejo el vaso con jugo de naranja sobre la mesa y observó al muchacho que con una sonrisa en los labios mordía un poco de melón. –Es un auto muy lindo y tus padres te lo han enviado a ti.





—Mis padres ni siquiera lo han visto, Sarah. Te lo puedo asegurar, lo más probable es que haya sido alguno de sus asistentes el que lo escogió y lo envió— ChangMin sonrió brevemente y tomó un poco de café. Sarah únicamente negó con la cabeza –Además me gustan mucho más las motos.





—Min, por cierto— La mujer tosió brevemente y ChangMin se apresuró en acercarse –Estoy bien, pequeño. Quería decir que esta noche te arregles. Te tengo una linda sorpresa.

—¿Sorpresa? ¿Accederás a salir a cenar conmigo como antes?

—No, Min. No estoy en condiciones de salir.





Sarah acarició el rostro de Shim y él tan solo cerró los ojos.





—¿Y cuál es la sorpresa?

—Es eso, una sorpresa así que no quieras saber.

—Sarah, no tengo amigos para que armes una fiesta sorpresa así que por favor no lo intentes.





—No es eso. Y de todas formas si tienes amigos, Min. El joven YunHo cuenta.

—¿YunHo?— ChangMin abrió los ojos volviendo a su asiento y perdiendo la mirada por unos segundos en las flores del jardín –Si… Ahora que lo mencionas no he visto a YunHo desde la premiación.





—Min… ¿Cómo puedes darte cuenta recién que tienes días sin verlo?

—¿Distracción? No se Sarah, además no te hagas muchas ilusiones. YunHo Hyung es un hombre muy ocupado. Trabaja y…

—Y tu solo estate listo a los ocho en punto Min.





—De acuerdo. ¿Arreglado para que? ¿Fiesta? ¿Cine? ¿Opera? ¿Cena?

—Eres lindo y joven. Ponte lo que sea y te quedara bien. Es más ponte esa linda chaqueta de un botón que compraste la semana pasada. Te queda muy linda.

—Esta bien, lo que la señora Sarah ordene.





ChangMin sonrió un poco y bebió su café.





—¿Por qué no subes a ver tu ropa?

—Por que no soy una chica, apenas son las diez de la mañana, unos minutos antes de salir y veo que más me pongo.





—Ah… Extraño mi juventud.

—Si pudiera te regalaría un poco de la mía. Solo para que te quedaras por más tiempo a mi lado.





Sarah se llenó de nostalgia. Le pidió a ChangMin que se acercara y lo abrazó con lentitud, con la misma que su edad apenas le permitía. Pudo suponer que Min cerró los ojos y ella sonrió.





—Eres verdaderamente increíble, Min. Nunca lo olvides.























Boa sonrió y estiró su mano derecha.





JaeJoong sin embargo dudó. Intentó colocar una sonrisa en sus labios y aunque más bien fue una mueca algo desastrosa. La mano derecha de JaeJoong que sostenía aquel papel de quince por seis, tembló.





Volvió a dar un paso hacia atrás y Boa volvió a rodar los ojos.





—¿Piensas darme o no el cheque?

—Es que ya lo pensé mejor, ¿Tiene que ser exactamente la mitad de mi mesada? ¿Por qué no el veinte por ciento?





Boa colocó las manos en su cintura en una posición de madre molesta y luego tranquilamente logró quitarle el cheque de las manos, donde la gran suma de varios ceros logró robarle una sonrisa del rostro. Con eso alcanzaría para el pequeño evento que tenía en mente. Los niños estarían felices.





JaeJoong únicamente suspiró, se sentó en la silla frente al escritorio de la mujer y jugó con la bufanda que colgaba de su cuello, mientras Boa con tranquilidad había empezado a escribir quien sabe que en su computadora.





—Por si acaso… ¿Sabes a donde fue YunHo después de que hablamos?

—¿Hablaron? Hasta donde sé EL te regaño.





JaeJoong la miró con desdén y Boa únicamente le guiñó un ojo, indicándole que solamente estaba jugando.





—¿Sabes o no?

—Fue a hablar con Hyun Joong.





JaeJoong ya lo sospechaba, mordió su labio inferior y prefirió seguir jugando con la bufanda en su cuello, no se percató de la mirada compasiva de Boa en esos momentos, pero cuando la mujer lo tomó de las manos y le sonrió, JaeJoong supuso que vendrían buenas noticias.





—No me quiso decir exactamente que pasó. Pero estoy casi segura de que terminó con algo que debió haber terminado hace mucho tiempo.





JaeJoong sonrió, se sintió como un niño pequeño siendo consolado por su hermana mayor y únicamente suspiró luego de un largo rato en el que Boa volvió a lo suyo, escribiendo como descontrolada en la computadora. Kim prefirió no preguntar.





El timbre de su celular llamó su atención, JaeJoong sacó el celular de su bolsillo y en cuanto vio el número de YunHo, lo único que paso por su cabeza fue apagar el celular ¿Por qué? Pues ni siquiera él está muy seguro del por que.





—¿Si?— El teléfono de la oficina de Boa dentro de la fundación sonó y el muchacho únicamente levantó la mirada al notar que la mujer hablaba con tranquilidad mientras continuaba escribiendo –Aquí está. En seguida te lo paso— Boa le extendió el inalámbrico y Jae enarcó una ceja –Es tu mamá.





Intrigado JaeJoong tomó el teléfono —¿Mamá?





—¿Mamá? ¿De que estás hablando? Soy YunHo.— Boa estalló en risas, besando sus propias menos para luego posarlas sobre sus mejillas, auto alabándose, la mujer se levantó por unas carpetas en el libero dejando tranquilo a JaeJoong.





—Olvídalo ¿Qué quieres?





—Tú tan agradable como siempre ¿No?— La voz de YunHo no sonó tan desagradable como JaeJoong había esperado y por alguna razón supuso y quiso creer que ya no estaba tan molesto –Como sea… ¿Estás ocupado esta noche?





El corazón de JaeJoong dio un salto y sus ojos se abrieron con sorpresa.





YunHo… ¿Quería salir con él?





















—¿Estas bromeando?





YooChun se sentó sobre su cama, con las hojas recién impresas en sus manos y una expresión de incredulidad en su rostro mientras su audífono Bluetooth transmitía con claridad la voz de Jung.





—Por supuesto que no, el día de la premiación me di cuenta que tu y ChangMin ya se conocían. Así que opte por llamarte.

—Créeme YunHo nos conocemos demasiado pero no lo suficiente.— Comentó divertido Park al suponer que el hombre no entendería.





—¿Qué?… No importa. ¿Vendrás, cierto?





—No lo sé, estoy revisando el borrador de mi novela y…

—Y por hoy dejarás de trabajar en tu novela. Que por cierto debo ser el primero en leerlo— YooChun sonrió, ese comentario por parte de YunHo le había agradado —¿Si o no?





—¿Por qué preguntas si cada vez que digo ‘No’ rebates mi contraria?

—Por que quiero escuchar un ‘Si’ de tus labios— Ok. Ese comentario había sido extremadamente sexy. YooChun casi hasta había olvidado que YunHo era demasiado sensual ¿Cuándo había pasado eso? No estaba seguro.





Se quitó los lentes y masajeó un poco su entrecejo, lo pensó mejor y supuso que sería divertido. Shim ChangMin de seguro ni se imaginaría encontrárselo en su fiestita o lo que fuera de cumpleaños… Si, fastidiar a Shim sonaba demasiado tentador.





—Está bien, iré. Pero solo por curiosidad ¿Quiénes más irán?





—Pues estaba pensando en un grupo pequeño. Tu, ChangMin, JunSu, Jae y yo.— YooChun rió divertido, en realidad fue algo muy parecido al sarcasmo pero de seguro YunHo ni siquiera lo notó. Colocó aquel gesto de maldad en sus facciones y mordió su labio inferior.





Sería una noche demasiado interesante.





—¿Cuento contigo entonces?

—Por supuesto que si. ¿Dónde y a que hora?

—Paso por ti a las siete ¿Bien?

—Perfecto.



















—¡¡…Feliz cumpleaños a ti!!





ChangMin rió divertido. Incluso tuvo que alejar el teléfono un poco de sus oídos ante la estridente voz de HeeChul, pero se sintió gratamente complacido al sentirse recordado por alguien más que Sarah.





Aunque la ausencia de YunHo ese día, si le había afectado.





—Gracias HeeChul. Fue una canción de cumpleaños muy… Interesante.

—Lo sé, mi melodiosa voz y yo no podíamos dejar pasar esta ocasión así como así. ¿Y que más? ¿Qué piensas hacer esta noche?





—No estoy muy seguro, creo que saldré por ahí. Y no estoy seguro de a dónde ni con quien— ChangMin miró la chaqueta en el closet y se alegró al notar que ya estaba lista, de seguro Sarah le habría encargado a alguna de las empleadas que la tuviera preparada.





—Uh… Que sospechoso suena eso.

—No es sospechoso, es extraño.





—Es lo mismo— Por un momento HeeChul se quedó callado, ChangMin supuso que sería por que hablaba con alguien más –Bien estaré allí en unos minutos. Min lo siento te tengo que dejar. Como sabrás no he venido de vacaciones precisamente y ya me mandaron a llamar— La voz de Kim sonó ligeramente molesta —¡Pero no importa! Tú pásala bien y aprovecha tu día.





—Está bien, HeeChul. Yo entiendo, suerte con todo.

—Tu igual. Cuídate.





ChangMin respiró hondamente y consultó el reloj en su habitación. Se sorprendió ante lo rápido que habían pasado las horas y decidió que era hora de ir a tomarse una ducha. En cualquier momento llegarían por él.





















—¿Estas seguro de esto, Hyung?





YunHo colocó sus brazos alrededor del cuello de JunSu y sonrió, rodeo con la corbata negra el cuello de la camisa blanca de Kim y miró con ojo escrutiñador la vestimenta de su amigo. El leve sonrojo en las mejillas de JunSu le hizo recordar que tenían una conversación pendiente.







Yo te quiero solo para mi, Hyung.







Pero no sería hoy. Tosió levemente y se alejó. Complacido con lo bien que se vestía JunSu para toda ocasión. Miró el reloj en su muñeca y se dio cuenta de que se le empezaba a hacer ligeramente tarde.





—Chul me contó que compartieron mesa aquel día de la premiación los cuatro. Supongo que fue por que congeniaron entre ustedes ¿No?

—Bueno… Precisamente lo que es congeniar, congeniar…





—Oh, ya se van.





Mir interrumpió oportunamente, JunSu no veía capaz de deshacerse la imagen que YunHo tenía de los cinco reunidos en un mismo lugar y bajo el mismo techo. Mir entró con una bolsa de papitas en las manos. Cómodamente vestido y con el cabello recogido en un pequeño moño. Hogareñamente vestido, como diría él.





—Si, se nos hace tarde. ¿Seguro que no quieres venir?

—No, gracias YunHo. Sé que se divertirán muchísimo, pero no quiero ir cuando no conozco ni al cumpleañero.





Las palabras en doble sentido de Mir, más esa mirada incomodaron a JunSu, en especial por que sabía que Mir estaba que saltaba en una pata de diversión, aguantándose las ganas de reír a carcajada viva. Tal y como lo había hecho en la tarde cuando JunSu le comentó de la brillante idea del Príncipe Jung.





—De acuerdo te lo regreso antes de las cuatro, sano y salvo, lo prometo.

—Confío en tu palabra, Jung YunHo. Diviértanse mucho.





Mir los acompaño hasta la puerta, agitando su mano en el proceso y con aquella brillante y burlona sonrisa en el rostro. Además claro, de la bendición aquella que le envió a JunSu en ese pequeño momento en que YunHo no los veía.





















El aroma del perfume de ChangMin inundaba la habitación de Sarah, quien no paraba de alagar lo bien que se veía el menor y lo mucho que le gustaba que se alborotara el cabello de esa manera, la muchacha que llegó para anunciar la llegada de YunHo se quedó paralizada por varios segundos, ChangMin arrugó el entrecejo confuso ante el mutismo de la mujer, pero Sarah únicamente rió bajito.





—Jo…Joven… Ya vinieron por usted.





La muchacha se sonrojo evidentemente e incluso tuvo que agachar un poco la cabeza solo para evitar que se le notara tanto.





—De acuerdo, bajo en un momento.





La muchacha salió y Sarah tosió un poco antes de sonreír —¿Ves lo que provocas en la pobre muchacha, Min?

—Sarah…

—La dejaste sin aire.





Min rodó los ojos y besó la frente de la mujer. –Prometo llegar temprano.

—Nada de eso jovencito. Ve diviértete y llega lo más tarde que puedas.

—Sarah…

—Nada, es mi última palabra y punto.





ChangMin sonrió, besó la mano de Sarah y salió de la habitación, bajó las escaleras con cuidado y apenas vio a YunHo de espaldas, mirando uno de los jarrones importados de su madre. Una gran sonrisa se poso en sus labios. Ya sospechaba que se trataría de YunHo y el verlo ahí, simplemente era genial.





—YunHo.

—Min, feliz cumpleaños.





El aroma que expedía Jung rápidamente lo absorbió, el abrazo y aquella ropa tan adecuadamente suave lo hizo sentir como en una nube. Realmente cómodo y cálido. Respiro profundo y se dejó llevar por esos buenos sentimientos que YunHo provocaba en él.





—Lamento no haberte llamado, pero quería que la salida de hoy fuera una completa sorpresa.

—No hay problema, me agrada verte aquí.

—¿Me esperas un momento?— ChangMin se mostró confundido –Quiero saludar a Sarah.

Shim no pudo sentirse más complacido –Claro ve, yo aquí te espero.





Lo vio subir las escaleras con algo de rapidez y volvió a pensar que esa salida sería realmente buena. Volvió a respirar profundamente y mordió su labio inferior con una sonrisa en el rostro ¿A dónde irían? ¿Cenar? ¿Disco? ¿Paseo?





—Yo creo que lo mejor es esperar a YunHo Hyung en el auto.

—JunSu… ¿En serio quieres esperar sin saber que están haciendo ese par ahí?

—¿Qué estas planeando YooChun?

—Tu tranquilo JaeJoong, créeme al cumpleañero le encantara verme.





ChangMin reconoció de inmediato esa última voz. El cuerpo entero se tensó y giró con lentitud hacía la puerta semi abierta de su casa, que ya terminaba de abrirse en manos de un sonriente Park YooChun.





Los tres personajes se dejaron ver, YooChun con aquella expresión desafiante en su rostro, JunSu con una sonrisa desconfiada en sus facciones y JaeJoong con aquella mueca de superioridad en el rostro.





—¡¿Qué demonios haces aquí?!





ChangMin rápidamente se dirigió a YooChun, camino con velocidad hacía el hombro y él solamente arregló un poco su cabello, tal y como el mismo JaeJoong lo haría. JaeJoong únicamente se dedicó a observar un poco la casa. Había decidido ir solo por que no le parecía ni un poquito dejar a YunHo solo con esos tres.





—Pues YunHo nos invitó ¿Qué crees? Los CINCO nos vamos de fiesta.





JunSu se mostró incomodo. Rascó un poco su nuca y rogó por que YunHo bajara cuanto antes. Olía el peligro en el ambiente. Y en cuanto vio a JaeJoong empezar a recorrer un poco la casa, se dio cuenta que debía relajarse un poco. El nerviosismos debía dejarlo de lado, por que en ese preciso momento volvían a reunirse los cuatro y una vez más el aire a competencia se podía incluso hasta sentir.





—¿Estas demente? Yo no voy contigo ni a la esquina.

—¿Qué? ¿Temes que las hormonas te vuelvan a traicionar?

—Cállate Park YooChun.

—Oh… Ya veo, temes que YunHo se entere de que…





ChangMin lo agarró del brazo. YooChun afiló la mirada.





—¿Min?— YunHo ya bajaba las escaleras, sorprendido por que JaeJoong miraba con atención algunos cuadros, JunSu permanecía sentado en uno de los escalones de la escalera y ChangMin y YooChun permanecían el uno frente al otro demasiado cerca —¿YooChun?





—No pasa nada, Hyung.





ChangMin se alejó, no sonrió por que sencillamente después de aquello y de que YooChun intentara arruinarle su cumpleaños. Simplemente no podía. YunHo terminó de bajar las escaleras y en cuanto lo vio, se prometió que no lo dejaría, no dejaría que Park YooChun le arruinara la noche.





















La música, las luces, el olor a tabaco y licor en el ambiente.





La mejor mesa ubicada en el segundo piso de ‘Heaven’ y los cinco muchachos llegaron a sentarse en los cómodos sillones que rodeaban la mesa y les daba una amplia vista de la pista de baile. YunHo se sentó con ChangMin y JaeJoong a su lado.





YooChun sin embargo, luego de una pequeña e inusitada plática en su auto con JunSu, accedió a sentarse con el muchacho en el asiento frente a los otros tres. ChangMin miró curioso a YooChun, reía de una manera extraña junto al otro muchacho y de seguro tenía entre sus planes que el modelito fuera su conquista de la noche.





—¿Min?

—¿Eh? Disculpa Hyung… ¿Qué me decías?

—El mesero quiere saber que vas a pedir.





ChangMin giró un poco su rostro para ver al muchacho que esperaba con una sonrisa en el rostro su respuesta. ¿Cuándo había llegado que ni siquiera se había percatado?





—¿Por qué no pedimos mejor una botella con Whisky?

—Y otra con Vodka.





JaeJoong y YooChun se miraron por un segundo, y decidieron hacer tregua al notar su afinidad por la buena bebida. YunHo sonrió y asintió ante las palabras de ese par. –Tráiganos las dos botellas, cinco vasos, mucho hielo y algo de menta.





El muchacho asintió y se marchó, JunSu sin embargo lo miró curioso.





—¿Menta?

—Es una combinación rara de Chul, les va a encantar, se los aseguro.

—Esa canción me fascina.





JaeJoong lo comentó casi sin pensarlo al notar como la gente enloquecía en sus movimientos y las luces se transformaron únicamente de color verde y los láseres aumentaron su rapidez y movimientos. Miró inconscientemente a YunHo y como él veía hacia la pista.





¿Saldría a bailar?





—Bueno, mientras llega el buen trago.





YooChun sin embargo se levantó de repente estirando un poco el cuerpo y mirando a JunSu a los ojos —¿Vienes?

—¿Eh?— Kim se sorprendió ante la invitación, miró a YunHo, quien ni siquiera había notado las palabras de Park y en ese momento recordó su pequeña conversación con YooChun y pensó que quizá el hombre podía tener razón –Si, claro.







—¿Te interesa, YunHo?

—¿A ti no?







YooChun parecía muy emocionado con la enérgica música y bajó las escaleras de dos en dos, abriéndose paso entre la gente y de vez en cuando tocando el mentón de alguna chica, mirándola a los ojos y dejándola por demás encantada en el proceso.







—Ese no es el punto. El punto es que no puedes ser tan evidente todo el tiempo, YunHo es atractivo pero no puede tenernos como su séquito atrás de él por siempre, como si rendirle pleitesía fuera nuestro único merito.







JunSu tampoco era ciego, podía notar las miradas sobre su cuerpo. Caminó con algo más de tranquilidad sintiéndose en mucho tiempo bien con aquellas miradas, por que al notar que YunHo ni se percató de que bajó a la pista. Sentirse deseado por tantas personas de una u otra forma, aunque suene superficial, le subía el ánimo.







—¿Tenernos? ¿Nuestro? Dices que no, y aún así pluralizas.

—Nunca he dicho que YunHo no me interesa. Solo te propongo que hoy le demostremos que él no es el centro de nuestro universo.







La forma en que la música cambio por una un tanto más lenta y sexy fue impresionante, en especial por que YooChun comenzó a mover las caderas de una manera que sencillamente JunSu no había visto en nadie más. YooChun lo logró en menos de unos minutos, la gente le había creado un círculo solo para él y aquellos que admiraban cada movimiento de su cuerpo.







—¿Cómo se que no es una trampa?

—Decídelo tú.







JunSu reconoció la canción. Era Hip Song. Y en el momento aquel en que la canción bajaba sus tonadas y las volvía extremadamente lentas, JunSu se acercó. Mirando apenas de reojo a la mesa una única vez. Los tres lo miraban, JunSu recordó que hace mucho que no bailaba, pero Mir siempre decía que lo hacía demasiado bien.





Así que se acercó en el momento adecuado, con aquel movimiento que tanto le gustaba, a unos pasos de YooChun quien le sonrió al notar que lo había alcanzado, cerró los ojos y se entregó a su parte favorita de la canción.





Los brazos, el movimiento de sus piernas, las caderas, su cuerpo entero se movían por inercia y nadie se atrevía a acercarse, por el simple hecho de que bailar junto a él sería magnífico, pero verlo moverse así era todavía mejor.























—Tsk…





ChangMin bebió de aquel vaso con Vodka que YunHo acababa de servirle. Miró hacía la pista y rodó los ojos molesto al notar como la gente comenzaba a rendirle pleitesía a ese par. ¿Llamar la atención? Eso era lo querían.





—No sabía que JunSu bailara así. De YooChun ya lo sospechaba.





El comentario de YunHo no solo llamó su atención sino también la de JaeJoong quien de inmediato enarcó una ceja y bebió Whisky. –No lo hacen tan bien.

—¿Tu lo haces mejor?

—Si vienes conmigo, puedes comprobarlo.





YunHo sonrió, JaeJoong estaba jugando y extrañamente esa miradita en el castaño le había gustado. No la había notado antes, miró a Kim mientras bebía su Whisky, ChangMin sin embargo no había pronunciado palabra alguna.





—Es mi impresión… ¿O me tienes miedo YunHo?





Jung rió, bebió lo que le quedaba en su vaso y se levantó, JaeJoong de inmediato lo imitó, se quito la leva, logrando quedar solo en su chaleco y camisa blanca, en cuanto YunHo comenzó a caminar, JaeJoong lo agarró de la mano, haciendo que caminara más rápido. Usando como excusa aquella simplona frase de ‘Caminas muy lento’





ChangMin bufó con molestia.





Que asco de cumpleaños.





Se sirvió un poco más de Vodka pero en esta ocasión lo llenó por completo, miró el contenido y dudó de su próxima acción. Pero al final mando todo al carajo. Era su cumpleaños, no era como había esperado y de paso se había quedado solo en la mesa. Odiaba a todos sus acompañantes en ese momento.





…Simplemente, no estaba feliz.





Bebió el vaso completo y arrugó sus facciones en cuanto la cantidad de licor empezó a recorrer su cuerpo.





—¿Hyung?





ChangMin giró, sintiendo un pequeño mareo ante la rapidez de sus movimientos.





—¿MinHo?





















YooChun tuvo que admitir que JaeJoong era muy inteligente. No había desaprovechado la oportunidad, había sacado a YunHo de la mesa y prácticamente empezaba a intentar seducirlo, por que JaeJoong se movía y jugaba a acercarse para luego alejarse. Por que lo tomaba de la corbata, casi rozando sus labios solo para alejarlo una vez más.





JaeJoong sabía cómo volver loco a cualquiera, YooChun no lo dudaba. Pero el problema en el jueguito de JaeJoong era, que Jung YunHo no era cualquier persona. YunHo bailaba, sorprendiéndolo todavía más. Por que siempre lo vio serio y educado, caballero y sus etc.





Pero YunHo en ese momento era otra persona, le seguía el juego a JaeJoong, pero no por que se estuviera dejando envolver por el castaño, más bien por que el bailar de esa forma era muy su estilo y YooChun sinceramente empezó a maquinar como mandar su plan al demonio y quitarle a YunHo de los brazos a JaeJoong.





Sin embargo, solo por curiosidad su mirada se dirigió al segundo piso, donde el integrante faltante del grupo se encontraba, no tan solo como pensaba encontrarlo. ChangMin estaba junto a un muchachito que no hacía más que agarrarlo del brazo y sonreírle.





YooChun dejó de bailar.





—¿A dónde vas?





JunSu lo detuvo, creyendo que iría donde YunHo, por eso YooChun sonrió –Donde el cumpleañero, no podemos dejarlo solo ¿Cierto?—

JunSu miró hacía al segundo piso —¿Dónde están YunHo y JaeJoong?— YooChun señaló hacía adelante, esperando que JunSu lo soltara inmediatamente —…De todas formas, ChangMin no está solo.





JunSu había sonreído de una manera que a YooChun no le gustó. ¿Que intentaba decirle con aquella sonrisa? Tenía aquella mirada de haberse dado cuenta de algo y a YooChun no le gustaba que especularan de sus acciones.





—Puede ser un desconocido que lo está fastidiando.

—Aja… Y ChangMin está muy incómodo ¿No?— En esta ocasión ambos miraron hacia arriba justo en el momento en que Shim también reía. JunSu volvió a sonreír –Ve, ya entendí que tu respuesta finalmente es un ‘No’.





Park sintió su brazo libre, pero aún así miró con curiosidad a JunSu quien ya se acercaba a YunHo –No ¿Qué?

—No, ya no te gusta YunHo.





JunSu se alejó con demasiada rapidez y YooChun se quedó estático por varios segundos, miró hacia arriba una vez más y decidió que analizaría cualquier cosa después. Ahora lo importante era subir.





















—MinHo pensé que seguías en Japón.

—Si, bueno digamos que me di una pequeña escapada. Mis padres ni saben que no estoy allá— MinHo le sacó un poco la lengua juguetonamente y Min solo rodó los ojos —¿Y como está mi mejor amigo?





—MinHo no somos amigos, nuestros padres lo son.

—¿Y? A mí siempre me ha gustado mi Hyung.

—Deja de decir tonterías.





ChangMin se sirvió un poco más de Vodka y le ofreció un poco al muchacho de veinte años, quien solamente asintió con una sonrisa en el rostro. ¿Amigos? No, ChangMin siempre lo había alejado, pero MinHo siempre regresaba.





—Y… ¿Desde cuando bebes licor?

—Desde que conocía a esos cuatro.





ChangMin señaló la pista y enarcó una ceja cuando notó que JunSu se acercaba a YunHo por la espalda llamando su atención y haciéndolo girar, robándoselo a JaeJoong. Un momento, ¿Dónde estaba YooChun?





—Ellos, pues… Parecen un grupo muy unido.

—¿Unido?— ChangMin rió sarcásticamente –Si claro, unido… Un nido de víboras es lo que son.— MinHo rió abiertamente, adoraba a ese ChangMin violentamente sarcástico, bebió un poco de su vaso y jugó un poco con el hielo.





—Me alegra.

—¿El que?





—Que hayas empezado a sociabilizar un poco más— ChangMin levantó la mirada, solo para notar como MinHo se había acercado demasiado a su rostro —¿Por qué no empiezas a socializar conmigo también, Hyung?





—Ups, lo siento.





MinHo miró molesto al que acababa de empujarlo levemente haciéndolo perder el equilibrio logrando que cayera sentado a un lado de ChangMin. El hombre se sentó con tranquilidad, tomó un poco de Whisky y lo sirvió en un vaso.





—¿Qué haces aquí?

—Te vi tan solito que decidí hacerte compañía.

—¿Quién te dijo que…?

—ChangMin Hyung y yo estábamos bien, puedes regresar a bailar sin ningún problema.





MinHo sonrió, agarró por el brazo a Shim y decidió beber un poco de más de su vaso. Sin embargo YooChun ni lo miró, se sirvió otro vaso y se cruzó de piernas viendo divertido como JaeJoong estaba muy molesto ante la atrevida acción de Kim JunSu.





—Hyung… ¿Bailamos?

—No, no me gusta.

—A ti no te gusta nada.





MinHo se levantó tomando de la mano a ChangMin ignorando su negativa y jalándolo hacía la pista de baile, finalmente ChangMin no se negó como hubiera esperado YooChun. Únicamente bebió lo que le faltaba de Vodka en su vaso y se dejó guiar por el muchacho.





—Idiotas…





YooChun solamente se sirvió otro vaso de cualquier cosa, en realidad ni siquiera miró la botella que tomó.





















JaeJoong lo tomó de la espalda, haciéndolo girar una vez más y cuando tuvo a JaeJoong frente a sus ojos con aquella sonrisa. No pudo evitar quedarse frente a él y bailar con él. Miró hacia las escaleras solo para notar como ChangMin era arrastrado por un muchachito hacía la pista.





¿No que ChangMin no tenía más amigos que él?





Se distrajo y JaeJoong lo notó. Miró de nuevo al castaño enfrente de él en cuanto este lo tomara por el rostro y lo hiciera girar hacía él. YunHo sonrió, JaeJoong era un niño caprichudo que odiaba que alguien más le robara la atención que el tanto creía merecer. Y sin embargo, a pesar de ser uno de los defectos que menos le agradaba en las personas, en JaeJoong le pareció incluso adorable.





Aprovechó un rápido movimiento en el que pegó a JaeJoong a su cuerpo y ambos giraron todavía muy unidos, divisó a JunSu en la pista a unos pasos de él, con YooChun enfrente ofreciéndole un vaso de algo. JunSu lo bebió de golpe y YooChun se acercó lo suficiente como para poder bailar.





Recordó a ChangMin.





Y lo vio unos pasos más allá con aquel muchachito, YunHo volvió a distraerse. JaeJoong se detuvo, lo empujó levemente en el pecho y arrugó el entrecejo —¡Ya! Si tanto te aburres de mi, entonces ve con él.





JaeJoong se alejó, molesto y demasiado rápido como para que YunHo entre tanta gente pudiera divisarlo a gusto. Intentó buscarlo pero al final no lo vio por ninguna parte. Como si sencillamente se hubiera esfumado. YunHo suspiró, JaeJoong a veces era demasiado voluble.





Cruzó sus ojos con JunSu y él le sonrió. Sin embargo en ese momento, YooChun le susurraba algo al oído al modelo. Y YunHo se desubicó por completo por que JunSu dejó de observarlo solo para sonreírle directamente al más alto.





—¿Estas demente? No voy a hacer eso.

—Vamos Su…

—¿Su?

—Si ya te tomé confianza. Vamos hazlo~





YunHo prefirió ignorar lo que hablaban, miró a ChangMin una última vez y en cuanto vio que Shim empezaba a bailar a gusto con el muchachito de identidad desconocida, decidió que por un momento dejaría esas dos parejas ahí. Tenía que ir tras JaeJoong.



















—Maldito imbécil. Ya me hartó.





JaeJoong bebió otro de tequila, la barra estaba más cerca. Y no tenía intenciones de que YunHo lo encontrara tan fácilmente. Sacudió un poco su cabeza, y recordó que eso era mala idea, su organismo siempre había sido ligeramente más débil con el tequila.





—Jae, Jae~





Kim giró, justo donde la voz lo había sorprendido y aquel sujeto que ahora lo abrazaba por la espalda le hablaba muy cerca del oído.



—¿Qué haces aquí SeYung?

—¿Qué más? Lo que tú no haces hace mucho tiempo, ¿Por qué no te había visto en ninguna fiesta últimamente?





—He estado ocupado.

—¿Con tu prometido?





JaeJoong en ningún momento alejó a SeYung, en cambio pidió un poco más del mismo licor –No, el idiota ese se la pasa en su mundo.

—No te veo casado Jae. No con alguien tan… Como él.

—¿Tan como él?





JaeJoong entonces lo alejó. Girando lo suficiente para verlo a la cara.





—Si, tan caballero, educado, correcto… A—b—u—r—r—i—d—o.





Lo había deletreado de manera burlona, acercándose a sus labios, JaeJoong solamente cerró sus puños. –No es aburrido.





—¿Ah, no? Claro que no, por eso es que anda en algo raro con el famoso modelo Kim JunSu, con razón la vez pasada lo vi en el club con ese sexy sujeto. Sin contar con que dicen que lo ven ir seguido a la casa del heredero de los Shim. Para nada aburrido el muchacho, tal vez solo es aburrido contigo.





JaeJoong lo empujó, en cuanto la risa de Seyung llegó hasta sus oídos. Caminó alejándose todo lo posible del sujeto ese, hasta que claro chocó con quien sabe quien, enfocó a la persona enfrente de él y al notar que era YunHo rodó los ojos.





—¿Dónde estabas?

—No te interesa…

—JaeJoong…





Kim comenzó a subir las escaleras hacía donde su mesa se encontraba, sin interesarle en ese momento sin Jung lo seguía o no. Lo único que verdaderamente le preocupaba era el hecho de saber ¿Por qué le había molestado tanto aquel comentario por parte del idiota de Seyung?



















—Por favor~





JunSu nunca había sido bueno con la bebida, quizá por eso y solo por eso y por la cantidad sorprendente de licor que YooChun le dio en tan poco tiempo, fue que se dejo convencer. Aunque claro apenas y habían sido un par de vasos con Whisky. Pero JunSu tenía su excusa, no tenía resistencia con el alcohol.





—No lo sé… Si mi jefe se entera. Puede despedirme.





JunSu entonces sonrió ante el guardia de seguridad que ya empezaba a declinar su negación tan solo con la sonrisa de aquel muchacho. Ignorando que YooChun los observaba de lejos con una sonrisa en el rostro.





—Esta bien, pero ojalá no haya muchos problemas.

—¡Gracias!





JunSu estuvo a punto de lanzarse a los brazos del hombre para abrazarlo, pero YooChun llegó en el momento adecuado, tomándolo de la cintura y acercándolo a su cuerpo.





—Su, hasta que te encuentro. Ven vamos a la mesa.

—Si, Chunie.— JunSu se dejó guiar por el más alto no sin antes girar una última vez hacía el guardia —¡No te olvides de lo que te pedí!





El hombre asintió fervientemente y YooChun sonrió.





—Gracias, Su.

—De nada, Chunie.

—¿Y cómo es eso de Chunie?

—No sé, me gusta como suena. Ahora llévame con Yunnie.





YooChun asintió y caminó junto al muchacho de regreso a la mesa en el segundo piso. JunSu lo había ayudado con ese aspecto de niño lindo—sexy que tiene. Y lo había ayudado mucho, por que lo que es él, no se veía seduciendo a otro hombre.





Bueno, YunHo era un caso especial.





Y ChangMin… Él no estaba seguro de si contaba o no.





















Shim olió a problemas cuando vio al guardia acercase a ellos.





—Joven disculpe ¿Su identificación?

—¿Cómo?— MinHo giró sorprendido y sacó su identificación. ChangMin iba a hacer lo mismo pero el guardia tan solo movió su mano en señal de que no era necesario. Eso lo extrañó, demasiado.





—Aquí dice que es menor de veintidós años— El guardia que se alumbraba con una pequeña linterna para leer, puso su cara más seria –No sé si está informado o no pero acá en ‘Heaven’ únicamente dejamos entrar a mayores de veintidós.





—¿Qué?

—Lo siento mucho pero debe salir.

—Pero…— MinHo miró a ChangMin –Hyung…

—Por favor salga.





ChangMin miró hacía el segundo piso, donde YooChun levantaba un poco el vaso y lo miraba con una estúpida sonrisa en el rostro. ChangMin apretó sus puños y arrugó el entrecejo –MinHo ve a casa, prometo recompensarte la salida un día de estos.





—Pero…

—Solo ve, antes quiero solucionar esto.

—Entonces te espero afuera.

—No, solo vete.





MinHo lo observó alejarse y de inmediato realizó una mueca de fastidio, siempre como cada vez, ChangMin terminaba por alejarse y huir de él. No pudo desearle un feliz cumpleaños a ChangMin, ni siquiera pudo festejar como le hubiera gustado. Ni tampoco le dio tiempo de decirle que mañana en la tarde regresaría a Japón.





—Joven…

—Si, ya se. Ya me voy.





Miró una última vez hacía el segundo piso donde ChangMin agarraba del hombro al mismo sujeto que lo hubiera interrumpido hace unos minutos cuando estaban en la mesa los dos. El hombre giraba ante el brusco movimiento y con una sonrisa en el rostro recibía la furiosa mirada de Shim.





MinHo hizo una anotación mental.





ChangMin era de las personas que amaba y odiaba con la misma intensidad, ambos sentimientos unidos y separados al mismo tiempo por una delgada línea llamada pasión. Y MinHo nunca había visto en los ojos de ChangMin una mirada o un atisbo de Odio o Amor dirigido hacía él.





Había perdido, quien sabe contra quien.





Sonrió una última vez, escondió las manos en su pantalón y decidió salir de una vez por todas. Tomaría un taxi se ducharía y prepararía la maleta. Antes de que sus padres se dieran cuenta que tenía una semana sin ir a la Universidad.

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