No le tengas miedo a lo desconocido
Segunda lección
Segunda lección
—¡¿Que el, qué?!
Yunho movió un poco su mano pidiéndole a Heechul que bajara la voz y el muchacho de inmediato tapó su boca y movió su cabeza afirmativamente. Entonces, Yunho tomó el vaso una vez más y lo llevó hasta sus labios.
El licor entró por su boca y quemó incluso hasta su garganta.
¡Maldito Jaejoong y sus ideas absurdas!
—Pero Yunho… tú… bueno, ¿estás seguro? ¿No habrá sido una broma de mal gusto de parte de Jaejoong?
Oh, a Yunho le gustaría creer tanto que las cosas eran así, y sinceramente se debatió entre aquello y la cruel realidad por mucho tiempo, pero a veces la realidad supera a la fantasía. Y Jaejoong se había llevado el premio a la sorpresa del año.
—Por supuesto que estoy seguro.
—Y… exactamente, ¿qué pasó?
Yunho solo tomó otro poco de whisky que el barman, le acababa de servir, y suspiró. Sentado en aquel bar a unos minutos del centro.
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—¿Te has vuelto loco? ¿Por qué golpeaste así a Yoochun?
Yunho abrió la boca, indignado, sorprendido.
—Disculpa, ¿de verdad me estás reclamando? ¡Dios! Jaejoong, ¡¿esto de verdad está sucediendo o solamente estoy alucinando?!
Changmin había optado por sentarse, cruzando una de sus piernas. Observando divertido la zona de gritos y reclamos, mientras Junsu ayudaba a Yoochun con un pequeño pañuelo en su nariz.
—¡No tenías por qué golpear de esa forma a Yoochun!
—¿Ah, no? ¿Entonces a quien debería golpear? ¿A ti? ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Creí que me amabas!
—¡Te amo, Yunho!
Yunho rodó los ojos, estupefacto y todavía más molesto, intentando caminar de un lado a otro, aprovechando el hecho de que se había alejado un poco de la multitud luego del partido.
—¡¿Qué clase de retorcido amor es este entonces?!
—Yunho estás muy alterado, escúchame…
—Él no va a entender…~
Changmin canturreó descaradamente, moviendo un poco su pierna y con una sonrisa en los labios que ya empezaba a exasperar a Jung, quien impulsivamente ya había intentado acercarse al menor, pero por supuesto Jaejoong lo había detenido, con las manos sobre su pecho.
—Yo te amo Yunho, igual que amo a Yoochun, Junsu y Changmin. Los amo por igual.
—¡¡NO ERES SU PADRE PARA QUE VENGAS CON RIDICULECES ABSURDAS DE ‘LOS AMO A TODOS POR IGUAL’!!
Yunho gritó molesto, a lo que Jaejoong solo abrió mucho los ojos.
A Junsu no le quedó de otra que golpear a Shim en el brazo cuando comenzó a asentir, dándole la razón a Yunho.
—Cálmate, ¿si? Creí que eras un poco más moderno, Yunho.
—Soy moderno, no libertino. Quédate con tu estúpido amor y tus disque amores afortunados y déjame a mi en paz. Por que no te entiendo, no entiendo… todo esto.
Yunho los miró con desprecio y casi de inmediato giró, caminando lo más rápido que podía para poder alejarse de ese lugar, de Jaejoong y de lo extraño que le resultaba que más que dolor, sentía rabia.
Confuso, por que más que su corazón, era su orgullo el lastimado.
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Heechul asintió.
Viendo el perfil de su amigo, mientras sostenía el vaso ahora vacío en sus manos y suspiró.
—Entonces, ¿eso quiere decir que ya no me vas a dejar tu departamento?
—¡Heechul!
—Bien, bien… escogí mal las palabras. Es solo que, me parece tan increíble. Jaejoong no parece de ese tipo de personas.
—Dímelo a mí… Yo… creí en él.
Las cosas se pusieron extrañas cuando Yunho pasó de la rabia y la indignación a los suspiros y pequeños lamentos, de las ilusiones perdidas. Heechul se sintió un poco perdido, por que nunca había visto a Yunho así.
Y no pudo evitar que la empatía recorriera su ser.
—Lo vas a superar, Yunho… pronto Jaejoong y su tonta relación será solo un mal recuerdo.
Heechul no estaba seguro de si esas palabras eran ciertas o al menos tenía un voto de confianza, pero pensó que eso sería justo lo que a él le gustaría escuchar. Eso, y un abrazo igual al que le estaba dando a Yunho en ese instante.
Uno conciliador y repleto de paz.
…
…
—Agh… ¿qué tiene ese tipo de especial?
Changmin bufó con molestia, arrimado en la pared y cruzado de brazos. Mientras Yoochun le respondía, apenas levantando los hombros. Y Junsu continuaba con esa cara de perrito abandonado, todos tres frente a la habitación de Jaejoong.
—Me preocupa que hyung no haya salido de su habitación desde que llegamos del partido.
La voz de Junsu sonaba bajita, repleta de lastima e inseguridades. En cunclillas en el suelo junto a Yoochun que solamente permanecía sentado, limpiando un poco sus uñas de la tierra que podía haberle entrado.
—¿Y si vamos a buscar al tal Yunho, para que deje de portarse como idiota?
Changmin sonrió ladinamente.
—¿Quieres que te peguen de nuevo?
Yoochun inmediatamente levantó la mirada, posándola fija en el menor, que desafiante levantó un poco la barbilla.
—Oh, por favor… No vayan empezar a pelear.
Cuando Junsu habló, unos segundos después Yoochun y Changmin parecieron olvidar que estaban mirándose acusadoramente, por lo que Junsu rodó los ojos. Levantándose del suelo.
—¡Hyung, tenemos hambre!
Changmin golpeó la puerta, Yoochun dejó escapar una risa, y Junsu volvió a golpear a Changmin en el brazo, igual que en la mañana.
—¡Min, sé considerado! Jae hyung no se siente bien.
—¡Pero yo me muero de hambre!
—¡Pues lárgate a buscar comida!
Yoochun se levantó del suelo, con un pequeño bostezo en los labios, estirando su cuerpo. Y exhalando un poco del aire en sus pulmones.
—Bueno, yo me cansé de esperar a que Jaejoong se le pase la depresión por su nueva conquista perdida, voy a salir a comer algo, ¿vienes mocoso?
Changmin enarcó una ceja. —¿Tu pagas?
—Eres un maldito interesado… Esta bien yo pago, todo con tal de no tenerte quejándote toda la noche.
—¡Si! Voy por mi billetera y el celular.
—¡¿Para que quieres una billetera si me estas casi obligando a pagar?!
—¡Jódete Yoochun!
—¡Mejor hazlo tú! ¡Es más divertido!
—¡IMBÉCIL!
Yoochun rió divertido mientras veía a Changmin perderse por los pasillos hacía una de las habitaciones. Sintió la mirada de Junsu, ahora cruzado de brazos y sonrió.
—¿Qué?
—Lo malcrías demasiado.
—No es cierto.
Junsu solo negó suavemente, y se apoyó en la pared, con un pequeño suspiro de sus labios que hizo que Yoochun apoyara una de sus manos en el hombro de Kim.
—No te preocupes demasiado, Su. Ya verás que se le pasa enseguida…
—Ojalá.
—¡Ya estoy listo!
Changmin apareció casi de inmediato, con una sonrisa en los labios y verificando un par de mensajes en el celular.
—¿No vienes Junsu?
—No, vayan ustedes. De todas formas no tengo mucho apetito.
Yoochun miró extrañado a Junsu, pero cuando Changmin empezó a jalarlo del brazo por que se moría de hambre. Decidió olvidarse del asunto y continuar con su habitual pelea con el menor.
…
…
—¿Tenías que traerme un bar?
—Bar restaurante, cosa que mientras tú engulles la comida, yo al menos me entretengo con un buen whisky.
Changmin rodó los ojos, caminando junto a Yoochun dentro del lugar, decorado con tonos oscuros, predominando el negro casi por todas partes, excepto por las luces que se extendían por todo el lugar.
Cuando los pasos de Changmin se detuvieron, Yoochun lo hizo también.
—¿Min?
—¿Ese no es Yunho?
Y los ojos de Park viajaron casi de inmediato a la barra, ahí dónde en verdad estaba Yunho, sentado junto a un muchacho que parecía hablarle con calma, que tomaba sus manos y que parecían tan cercanos.
—Mira tú… y él que se hacía el digno.
Yoochun colocó una mueca en sus facciones, mirando fijamente a aquellos dos, y cuando sus pasos empezaron a escucharse, Changmin regresó a la realidad.
—¡Yoochun! ¿Qué vas a hacer?
—Decirle las verdades en la cara.
—¿Qué…? No, Yoochun…
Inevitablemente Changmin fue tras él, sosteniéndolo por el brazo, tratando de alguna manera que se detuviera, con excusas absurdas como que se moría de hambre o algo por el estilo, todo con tal de evitar un escándalo o algo parecido. Al menos en un lugar como ese, donde Changmin podría encontrarse con alguno de sus amigos.
Oh, maldito Yoochun que lo hacía pasar vergüenza ajena.
—Hey, Yunho, ¿cierto?
Y como siempre, Yoochun hizo lo que le vino en gana, se colocó entre Yunho y el sujeto a su lado, y sonrió abiertamente.
—¿Qué hacen aquí?
La voz gruesa y profunda de Yunho, acompañada por la molestia en su rostro hizo que Changmin soltara el brazo de Yoochun y lo dejara hacer lo que le diera la gana. Por que ese tal Yunho empezaba a caerle peor.
—Nosotros vinimos a comer algo, lo que me sorprende es encontrarte aquí… bien acompañado. Luego de habernos gritado hace unas horas que vivíamos una vida de libertinaje y toda esa sarta de estupideces.
Heechul se removió incómodo en cuanto sintió la mirada de los dos recién aparecidos y Yunho solo bufó, con una sonrisa cansada en el rostro. Dándoles la espalda y regresando a su bebida.
—Lárguense de aquí.
Yoochun entonces pareció molestarse, por que tomó a Yunho por el hombro haciéndolo girar y Yunho arrugó el entrecejo.
—Eres patético, haciéndote el decente y apenas puedes buscas consolarte con el primero que encuentras.
—¡Demonios, cállate!
Yunho se levantó, dándole un empujón a Yoochun, que logró que el menor trastabillara, con Changmin alejado unos pasos para no resultar golpeado por el cuerpo de Park.
—Ustedes no saben nada de mí, así que mejor aléjense.
—Tú eres el que no sabe nada de Jaejoong, patético moralista. Si lo amaras en verdad, al menos lo escucharías.
Y las palabras de Changmin por fin se dejaron escuchar, con fuerza y seguridad. Con la mirada posada en aquellos ojos que de pronto se mostraron un poco menos fuertes.
—Vámonos de aquí, Yoochun. Se me quitó el apetito.
Changmin agarró por el brazo a Yoochun y empezó a jalarlo para salir de ahí, ante la mirada de algunos comensales que habían notado el pequeño alboroto provocado por ellos. Cuando los dos estuvieron fuera del alcance de sus miradas, Heechul suspiró.
—Así que ellos son dos de los amores de Jaejoong.
—Así es.
Yunho volvió a sentarse, y Heechul colocó una mano sobre su hombro.
—No parecen chicos malos, solo un poco desubicados. Nos vieron juntos y pensaron mal. Digo, les dices de todo y luego te ven haciendo lo que precisamente tu rechazas, creo que estaban más bien indignados.
Yunho solo rascó un poco su nuca y bufó. Hastiado de toda esa situación.
…
…
—¡Es un grandísimo imbécil!
—¡Claro que lo es, pero la próxima vez que lo vea le cobro el golpe de esta mañana!
La puerta del departamento fue cerrada con algo de fuerza, Junsu levantó la mirada y por el tono de voz de aquellos dos, optó por apagar el televisor y levantarse del sillón.
—¿Qué sucedió?
—Nos encontramos con Yunho en el bar al que fuimos.
—Bar restaurante.— Corrigió Yoochun.
—Lo que sea…
Changmin agitó su mano despreocupadamente, dispuesto a continuar con su relato, cuando la puerta de la habitación de Jaejoong se abrió y el mayor salió, con el cabello un poco alborotado y los ojos hinchados.
—¿Vieron a Yunho, hablaron con él?
Sorprendió a los tres el hecho de que de pronto Jaejoong se mostrara tan preocupado por alguien. Así que Yoochun fue el primero en acercarse a Kim.
—Será mejor que te olvides de él, Jae. Es un imbécil.
—¿A qué te refieres?
—Después de que te dijo libertino, lo encontramos con un tipo en el bar.
—Bar restaurante.
—¡Lo que sea, maldita sea!
Jaejoong exhaló un poco de aire y masajeó su sien.
—¿Era un muchacho de cabello castaño, un poco largo, delgado, más bajo que él?
—Si… ¿cómo sabes?
Yoochun miró sorprendido a Jaejoong y él solo rodó los ojos.
—Ese es Kim Heechul, su mejor amigo.
Junsu dejó escapar una risita divertido y Yoochun solo desvió la mirada. Con Changmin rascando un poco su brazo.
—¿Qué hicieron?
—Nada.
Y el sonido unísono de las voces de Yoochun y Changmin lo volvió todo solo un poco más sospechoso. Fue entonces que Jaejoong suspiró y volvió a colocar esa expresión triste en el rostro.
—De seguro me odia… sabía que debía decírselo desde el principio.
—Espera, Jaejoong. No vuelvas a… encerrarte.
La puerta se cerró frente a la cara de Yoochun y este solo pudo acariciar un poco su nariz antes de que Junsu suspirara y Changmin se cruzara de brazos una vez más.
…
…
Siwon levantó la mirada de su laptop y divisó a Heechul, con un montón de folders entre las manos, atareado, intentando hallar el correcto entre toda la estantería dentro de su oficina.
—¿Ya encontraste el presupuesto de los nuevos pedidos?
—No, ¿está seguro que están aquí?
—Por supuesto que si.
Heechul suspiró cansado, colocando los folders sobre una de las sillas y buscando todavía el que seguramente no estaba ahí, por que Heechul sabía que era imposible que una información así se encontrara entre archivos del mes pasado.
Siwon sonrió divertido.
Nada mejor que empezar un lunes, con aquellas expresiones molestas de Kim Heechul.
—Oh, ahora que lo pienso… tal vez se los haya dado a Jaejoong el día viernes.
Siwon elevó la mirada al techo, fingiendo haber recordado aquello. Y Heechul aprovechando que estaba de espaldas a él, movió sus labios, pronunciado varios insultos insonoros hacía su jefe de departamento, apretó los puños y respiró profundo.
—Entonces iré a preguntarle al señor Kim.
Heechul estaba dispuesto a abandonar la oficina de Choi, cuando la voz de él lo detuvo.
—Espera Kim, ¿no pensarás dejar mi oficina desordenada, verdad?
—No, claro que no.
En la mente de Kim se barajó la posibilidad de lanzarle todos esos folders por la cabeza a Choi, pero necesitaba el empleo, así que eso definitivamente no era una opción. Colocó la más falsa de sus sonrisas y regresó a su lugar, para colocar los folders en sus respectivos puestos.
Desde su lugar, tras el escritorio, Siwon negó suavemente, con una sonrisa divertida en los labios, regresando a su laptop y la importante reunión que tenía esos días con los socios.
…
…
—¡Es un grandísimo imbécil! ¡LO ODIO MALDICIÓN!
Yunho se encogió un poco ante el grito de Heechul, y los quince minutos que llevaba ya despotricando contra el jefe de departamento.
—¡Y para el colmo me manda con Jaejoong por los presupuestos! Y cuando llego, ¡su secretaria me dice que Jaejoong no llegará hasta las cuatro de la tarde por que hoy se iba a reunir con unos inversionistas españoles! ¡Te aseguró que Choi sabía que Jaejoong no estaba en las oficinas! ¡Es su mejor amigo! ¿Cómo no va a saberlo?
Por un momento Yunho se desconcentró de las palabras – gritos – insultos de su amigo. Y pensó si en algún momento Siwon también habría participado en ese tipo de relación que Jaejoong mantenía con los otros tres chicos, o si eran solamente mejores amigos y ya.
—¡¡Lo único que quería era hacerme subir y bajar por el ascensor!! ¡Cómo si no tuviera cosas más importantes que hacer! ¡¿Sabes lo que le hace falta a ese idiota?! ¡SEXO! ¡Una buena sesión de sexo! A ver si así se lo pasa lo molesto y la cara de estreñido que tiene.
Yunho volvió a la realidad cuando Heechul bufó molesto y sentó sobre el pequeño pilar en la azotea del edificio, mordiendo con fuerza la manzana en sus labios. Murmurando un par de insultos más. Que ya era poco menos que inentendibles.
—Tienes suerte de que no estemos en un lugar donde alguien más te pueda oír.
Heechul solo levantó los hombros, con una mueca molesta en el rostro. Viendo a Yunho parado frente a él, bebiendo un poco de jugo de naranja. Recordó entonces la situación de su amigo y suspiró.
—¿Y tú como estás Yunho?
—Bien, se puede decir que he tenido suerte. Al menos no he visto a Jaejoong en lo que va del día.
De repente las expresiones de Yunho se pusieron serias. Heechul entendió a la perfección, que por lógica ese era aún un tema difícil para Jung.
…
…
—Buenas tardes, el seños Jung Yunho.
La recepcionista levantó la mirada y señaló inmediatamente uno de los escritorios donde el castaño se encontraba digitando un par de cosas en la computadora, con un reporte junto al teclado.
—En el tercer escritorio desde la derecha.
—Muchas gracias.
Junsu avanzó con paso seguro, directo hasta el escritorio del mayor, quien parecía muy concentrado en lo que hacía, jaló de una de las sillas y se sentó junto a él, con una sonrisa en los labios y correctamente sentado.
—¿Si, desea… algo? ¿Qué les ha dado a ustedes por seguirme?
—No te estamos siguiendo, bueno al menos lo de ayer fue coincidencia. Me disculpo por ellos, Yoochun a veces es muy impulsivo y Changmin demasiado directo.
Yunho se encontró repentina y agradablemente sorprendido por la voz tranquila y pasmosa del muchacho frente a él. Así que decidió guardar los cambios en el documento que trabajaba y suspiró.
—De acuerdo, ahora. Por favor, en serio déjenme en paz.
—Solo quiero decirte algo. Y me iré.
A Yunho incluso empezaba a dolerle la cabeza, pero por el bien de su propia salud, y por que Junsu parecía no venir a hacerle un escándalo decidió dejarlo hablar. Por lo que movió un poco su mano y el menor entendió al instante.
—Yo sé que lo nuestro te tomó por sorpresa. Es normal, siempre le dije a hyung que debía decírtelo desde el inicio de su relación, pero él decía que tenía miedo que lo dejarás, que en verdad le gustabas. Así que quería que tus sentimientos por él fueran más fuertes, para que lo aceptaras como es.
—¿Te estas dando cuenta que no estamos hablando de una forma de ser, sino de una forma de vida que no comparto?
Junsu asintió, arreglando un mechón de su cabello.
—Jaejoong no es una mala persona. Él solo ama demasiado, y no es como si se metiera con cualquiera que se le cruce por el camino, él nos ama, cuida de nosotros, a todos por igual. Y si siente algo por ti no es por lujuria o ego de tener tantos amantes como pueda.
Yunho suspiró, desviando un poco la mirada y Junsu entendió que no debía abusar del tiempo que Jung le había otorgado.
—Mira, yo no he venido a explicarte su filosofía de vida, pero si he venido a pedirte que al menos lo escuches. Antes de alejarlo definitivamente de tu vida, escúchalo. Ya es tu decisión si nos entiendes o no. Pero, Jae hyung ha estado muy deprimido por lo de ayer. Solo… escúchalo, ¿si?
Esa preocupación, el amor en distintas expresiones. El amor dulce de Junsu, el impulsivo de Yoochun, el intenso de Changmin. Fue como si de pronto pudiera verlos de una manera diferente. Por que su amor por Jaejoong era profundo.
Entonces, ¿cómo los amaba Jaejoong?
Junsu se levantó de su lugar, con una pequeña venia y una diminuta sonrisa en sus labios, a consciencia del deber cumplido. Yunho lo vio alejarse, lo observó por un largo rato hasta que esa silueta desapareció.
Y sus palabras quedaron sonando en su cabeza.
…
…
Eran casi las nueve de la noche.
Jaejoong movía el cuello dentro del ascensor hasta su oficina, cansado por el pesado día que había tenido. Se suponía que a las cuatro regresaría a la oficina, pero luego había pasado lo de la reunión de socios y había tenido que asistir junto a Siwon.
Así que apenas y se había desocupado, de alguna manera le resultó extraño llamar al departamento y no tener que llamar a Yunho para justificar por que no lo vería en todo el día. Lo extrañaba… mucho.
Sus pasos lentos se dirigieron hacía su oficina, ya no quedaba casi nadie en el edificio, y la única razón por la que estaba ahí era por que necesitaba unos archivos importantes que debía leer para el día siguiente.
Cuando ingresó y encontró las luces de su oficina encendidas, elevó una ceja, dejó su maletín sobre el escritorio, cuando giró la silla principal tras el escritorio, retrocedió sorprendido.
Yunho, dormido profundamente, acomodado como podía, estaba ahí.
Sus ojos se abrieron más de lo normal, y el perfil dormitado del menor hizo que su pecho se repletara de añoranza, de lo acostumbrado que estaba a esa imagen cuando se quedaba a dormir en el departamento de él.
Acarició con cuidado su rostro, y por suerte Jung no despertó.
Se acercó a su rostro y sus respiraciones jugaron a mezclarse, la cabeza de Yunho se empezó a mover, con un pequeño quejido de sus labios, pero Jaejoong no se alejó, por que esos ojos se abrieron, y sus miradas se encontraron casi de inmediato.
—Yunho… ¿qué haces aquí?
—Quiero que hablemos…
Y sus susurros se perdieron un momento, por que Jaejoong se vio tentado a besarlo. Pero sabía también que presionar la situación no era una opción, y al menos Yunho estaba dando el primer paso. Quería escucharlo.
…
Fin de la Segunda Lección
…
bukyaaa que genial me encanto este capi pero que introgaaa aaa ya quiero que yunho asecte a jae como es me gusta mushisismo la trama y espero ver pronto la actualizacion plis!!! que me dejaste con una intriga tremenda!!!!
ResponderEliminarnuevamente gracias por tu trabajo XD