Haru Haru cap 3

No Fear

Durante el trayecto del aeropuerto a la mansión Yoochun se sentó conmigo en la parte trasera del automóvil mientras Junsu y el hermano de Siwon adelante. Estaba muy nervioso, tenerlo a mi lado, sentir su respiración, me dio la sensación de que el destino ponía una y otra vez el mismo escenario, ¿Qué pretendía el o que pretendía yo?
De nuevo tenía un poco de sueño, mis ojos se estaban cerrando, lo último que recuerdo fue ser atraído por Yoochun hacia su cuerpo, recordé lo que era la tranquilidad, me dormí con una sonrisa en los labios y percibiendo su aliento sobre mi cabeza.

-Changmin, Changmin despierta – escucho una voz intentando despertarme.

-Solo unos minutos mas – digo aferrándome al cuerpo en el cual tenia mi cabeza.

-Se que me amas, pero es necesario entrar o ¿Prefieres pasar toda la tarde conmigo? - esa voz, ¿Qué? No puede ser, no lo puedo creer. Me levanto de inmediato apartándome de Yoochun –Que bueno que ya despertaste

Y ahora ¿Qué le respondo? Tranquilo, respira Changmin, me digo a mi mismo ¿Cuántas veces paso por esto al día? Me tomo unos segundos para aclarar mi mente, veo a mí alrededor, súper Min analizando: los otros dos chicos ya entraron, estamos solos, me pongo nervioso, sin embargo mi cuerpo permanece inmóvil.

-Tienes un poco de… - me dice acercándose a mi rostro, desliza uno de sus dedos por mis labios, creo que me besara, cierro los ojos esperando por el contacto – baba

-¿Qué? – le pregunto incrédulo y a la vez sorprendido.

-Baba, pareces un bebe – gracias, no necesito de tus atenciones, ¿Por qué nunca puedo decir lo que pienso? - ¿Pensaste que te besaría?

-No, de ninguna manera – es un tonto, ¿Esperar que me bese?... tiene razón pensé que lo haría, me ilusione en vano otra vez, ya estaba imaginando sus labios sobre los míos con ese sabor delicioso a sandia.

-Ven, nos están esperando – Yoochun toma de mi mano jalándome fuera del automóvil, entramos a la enorme mansión, estaba tal como la recuerdo, hermosa –Changmin ¿Te encuentras bien?

-No, en realidad no. Sera mejor que vaya al baño – Incapaz de decir una frase mas estructurada, ¿Qué podía decirle? Sentía que las lágrimas saldrían de un momento a otro, no quiero que vea mi parte vulnerable.

Corro por el gran pasillo, suerte recordar aun la ubicación del baño. Entre azotando la puerta, puse el seguro y me senté en el piso con mi espalda recargada en la pared, una pequeña punzada de dolor recorrió mi espalda, frio, tanto el suelo como el muro estaban congelados, pero no me importo permanecí en la misma posición. Mis ojos se llenaron de gotas saladas, odiaba no poder gritar con todas mis fuerzas porque el dolor en mi garganta me mataba, puse mi mano para eludir los sonidos del llanto, esto hizo mas fuerte el dolor en mi pecho era como si mi cuerpo estuviera siendo comprimido, aplastado sin piedad.

-Abre la puerta por favor – Perdí la noción del tiempo, requería espacio para terminar de llorar y borrar los rastros de mi escenita – Changmin no me hagas entrar a la fuerza – quería responder, sin embargo, mi voz aun se escuchaba fragmentada – Al menos responde

-Estoy bien –me pare limpiando mi cara rápidamente y abrí la puerta.

-Sabes lo preocupado que me tenías. Es tu manera de llamar la atención – Yoochun me recrimino obligándome a mirarlo.

-No tengo ánimos de escuchar tus regaños- le dije, continuando con mi camino.

-Olvida tu ego por un segundo, se que no puedo estar a tu lado, créeme me costo pero te olvide- Olvidarme… así de simple, termine siendo nada.

-Es el único que esta conmigo siempre, nunca me abandonara – grite antes de salir corriendo otra vez. Estoy harto, harto, de que todos me miren y culpen a mi ego de todo, es el quien me ha mantenido en la cima, aquel talentoso negociador que me llevo a ti. Apreté mis parpados intentando superficialmente oprimir las lagrimas mientras
continuaba corriendo.

-¿A dónde crees que vas? – me jalo una fuerte mano tirándome en pleno pasillo – Si tanto te duele porque no haces algo, porque no me miras a la cara, dímelo – Yoochun me miro a los ojos al momento que se colocaba sobre mi cuerpo – Solo dímelo – musito con tristeza.

Agache la cabeza ocultando mi rostro con mi pequeño fleco, cubría la mitad de mi rostro no permitiéndole ver mis ojos llorosos. Pensé en sus palabras, vi en ellas una esperanza de recuperar la felicidad, pero, bueno sigo siendo un niño cobarde.

-¿Quieres que te lo diga? – le pregunto aventándolo.

-Si – hablo moviendo convencido su cabeza.

-De acuerdo, fuiste bueno eso no esta a discusión, no sabes cuanto me divertí cada vez que fui sometido por tus perversiones, a tu placer. Deberían considerarte el dios del placer, me quedo con la satisfacción de haber sido el primero en disfrutar de los encantos de tal deidad – Observe como presiona demasiado fuerte sus puños. Lo estas logrando Changmin – Como sea lo nuestro quedo en el pasado. Recuerda solo los buenos momentos – Me acerque a el dándole un beso en la mejilla, me detuve unos segundos a mirar esos gruesos labios rojos que alguna vez fueron míos – Nos están esperando, date prisa.

Aquellas palabras me dolieron mas a mi lo apuesto, sin embargo, tengo miedo, mucho miedo de perder el control, dejarme llevar por los sentimientos y al final llorarle cada noche porque no soy lo suficientemente capaz para salvar al amor. Espero que pueda perdonarme a mi mismo por sumirme en la tristeza, cuando es posible que la felicidad este frente a mi.

-Perdón Yoochun, no quería decir las estupideces que dije – solté mis palabras al viento, creo que el podrá llevárselas a Chunnie, que aquellos murmullos en sus oídos toquen a su corazón y sean escuchados.


Recuperado después de lo que hice y por lo cual aun me siento un estúpido regrese a la sala, ahí estaba ya Siwon, su hermano y Junsu. Cuando entre en la estancia mi amigo se abalanzo sobre mi escultural cuerpo, me abrazo con tal fuerza que no me dejaba respirar.

-Mira como has crecido – se burlo revolviendo mi cabello con su mano.

-Algún día tenía que hacerlo, pero no te pongas celoso ahora que soy más atractivo que tú – dije con superioridad abrazándolo otra vez. La sensación de seguridad regreso, mi hermano mayor (como le dijo yo) estaría para defenderme.

-Que modesto Changmin, no has cambiado nada – miro hacia mis costados como buscando algo- ¿En donde esta Yoochun?

Yoochun… ese nombre continuaba doliendo porque me siento como un maldito egoísta. ¿En donde esta? Me hice la misma pregunta cuando lo busque al igual que Siwon.

-Aquí estoy – grito desde la puerta con un regalo en las manos.

-Micky - suspiro Siwon negando con la cabeza.

Yoochun se acerco, y tal como lo hiciera Siwon conmigo lo abrazo. Los reencuentros con los viejos amigos siempre son agradables, pensé cuando los vi sonriendo por el regalo sorpresa. Una playera del Manchester United autografiada por varios de los jugadores más importantes.

-¡Es genial! – hablo Junsu tomándola entre sus manos, se veía realmente emocionado como un niño pequeño cuando le dan lo que tanto ha estado anhelando.

-Gracias Yoochun – agradeció Siwon y Junsu.

-Lo que sea por mi mejor amigo. Me alegra saber que a tu prometido le ha encantado la sorpresa – sincero con una sonrisa.

¿Prometido? Junsu era el misterioso prometido, quede estupefacto, por no haberlo pensado antes, el gran Changmin frio y calculador, no dejaría pasar un detalle así por alto. Entonces… eso significa que si Chunnie lo sabia, no estaba intentando conquistar a Junsu. Y yo le grite todas esas estupideces por estar celoso de el y enojado conmigo mismo. ¿Qué es lo que has hecho Changmin?

-Patético – escuche decir a SeungHyun por lo bajo.

Sin duda hay algo aquí que no esta bien, ese tipo expresaba en sus pupilas un deseo por matar a quien se le atravesara en ese momento, observaba con malicia cada movimiento de Junsu y con recelo las muestras de afecto que Siwon le proporcionaba. Cuando se dio cuenta que tenia mi ojos en el, se acerco parándose a un lado de mi.

-¿Te gustaría salir esta noche? – me dijo con tierna voz.

-Sera divertido – respondí. Tal vez sea divertido salir con el, me servirá para olvidar.

- Puedes llamarme Top, es mas simple – se dispuso a salir de la estancia – Te veo a las ocho aquí ¿Esta bien?

-Si – afirme y el se fue.

Su expresión me provocaba desconfianza pero a la vez una oportunidad de escapar, una esperanza para regresar a ser el amoroso que era antes de conocer a Yoochun y recuperar al Changmin inmune a sus propios sentimientos, aquel hombre firme a la razón. Aunque no puedo negar que también cruza por mi mente seguir siendo de el. Solo pienso tonterías, y sueño con un mundo utópico. Es malo ser un soñador, yo soy más que eso, yo el gran Changmin no cae ante los complejos idiotas de los demás, y tampoco caeré en el juego de la vida, ella es una tramposa… supongo que deberé ser cauteloso.

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