Más allá de ese cursi Amor de Fantasía
Conoce, después ama.
Primera lección
Conoce, después ama.
Primera lección
Ya eran seis meses.
Y el mundo de Jung Yunho se había puesto de cabeza.
Había conocido a la única persona que había sacudido su ser por completo. A puntos indescifrables, había enloquecido con esos labios, esas sonrisas, esa conducta tan compleja de Kim Jaejoong.
A veces dulce, a veces tan imponente, a veces tan pasional.
Jaejoong era un matiz constante de movimientos bruscos en su vida difícil de descubrir, él había aparecido en su vida como si nada, y la había desajustado a su placer. ¡Lo había enloquecido por completo!
Pero Yunho sabía que ya no tenía remedio, esa noche en la fiesta de fin de año de la oficina cuando ese inevitable beso ocurrió, las manos de ambos moviéndose sin control, la ropa estorbaba y las caricias ya no eran suficientes.
Cuando despertó a la mañana siguiente en su departamento, con Jaejoong abrazado a su cuerpo, con ese rostro sonriente y sensual al mismo tiempo. Supo que dar un paso hacía atrás era inevitable.
Había caído, como él más débil de los soldados en medio de una inevitable guerra.
Una guerra en la que desde un principio Jaejoong se había declarado ganador. Y su cuerpo ardía con el tacto de aquel que tenía total control sobre él. Y que por cuestiones de dignidad, Yunho no le había permitido saber que lo era.
—Buen día, Jung Yunho.
Jaejoong apareció como cada mañana con varias carpetas bajo el brazo. Sentándose sobre su escritorio y con una sonrisa en el rostro. Con una de sus manos viajando por el rostro de Yunho para llamar su atención.
—Buen día, Jaejoong. Hoy como que llegaste tarde.
—Si, un poco la verdad. Creo que me quedé dormido.
Kim sacó la lengua juguetonamente, guiñándole un ojo a Jung y dejando las carpetas sobre aquel escritorio.
—Estos son los papeles de los reportes de la semana pasada. Los revisas y me los pasas de nuevo que tienen que pasar al departamento de finanzas.
—De acuerdo.
Yunho tomó las carpetas para ojearlas superficialmente y Jaejoong se bajó del escritorio, arreglando su traje y verificando algo en su celular. Con aquella goma de mascar en la boca.
—¿Almorzamos juntos?
—Claro, Jae.
—Nos vemos luego, entonces.
Jaejoong arrugó un poco la nariz. Con esa sonrisa de un millón de dólares en los labios, antes de desaparecerse por los pasillos y seguir con su ronda de distribuir el trabajo de la semana a los demás empleados.
Y ahí se iba ese causante del desbarajuste que era ahora su vida. Y aún así Yunho se sentía completo, lleno de vida. Como si nada pudiera ir mejor en este instante en su vida.
Hoy eran seis meses.
Seis meses desde que lo suyo con Jaejoong era formal.
Y el cuerpo entero se le estremecía, ante la calidez de su alma al saber que aquel amigo, compañero, amante. Le pertenecía, era parte de su vida, y él de la suya.
…
…
Yunho se miró en el espejo, ajusto la leva a su cuerpo y suspiró.
—¿Listo para el gran paso?
Heechul desde atrás, sonrió divertido. Con una mano sobre el hombro de Jung, mirando sus reflejos en el espejo. Y en especial lo nervioso que parecía en esos momentos su amigo.
—Creo que si. Veremos que dice.
—Estoy seguro que dirá que si, tu tranquilo.
Cuando Yunho sintió el par de palmadas en su espalda por parte de Kim solo respiró hondo una vez más. Y sonrió.
—Nos vemos luego, Chul.
—¡Suerte!
Heechul levantó un poco su puño. Y Yunho se dedicó a tomar su billetera y celular de encima del lavabo, antes de salir del baño. Con la esperanza marcada en sus facciones, en el momento en que abría la puerta, Siwon el jefe de departamento la abría.
Apurado como se encontraba, Yunho solo pudo asentir a modo de saludo y continuar con su camino. Siwon por supuesto lo imitó, ingresando al baño. Donde Heechul tenía una sonrisa, la cual la borró de inmediato cuando sus miradas se cruzaron.
—Kim.
—Buenas tardes, señor.
Incomodo, como cada vez que a Heechul le tocaba reconocer que Siwon ostentaba un mejor puesto que el suyo, Heechul hizo una pequeña venia y desvió la mirada, fingiendo que ahora lavaba sus manos.
—¿Terminaste los presupuestos para la banca?
—Si, los dejé en su escritorio hace unos minutos.
Siwon lo miró largamente, Heechul pudo sentir claramente su mirada y torció un poco sus gestos.
—Bueno, con permiso. Me voy a almorzar.
Aunque Siwon no dijo algo, Heechul igual continuó. Lo detestaba. Heechul detestaba a aquel hombre alto y musculoso que para su mala suerte era su jefe de departamento. Principalmente porque era un orgulloso, entrometido que se creía mejor que los demás.
Una vez estuvo fuera del baño, miró con resentimiento a la puerta y bufó. Solo verlo lograba malograrle el día. Caminó hacía su escritorio en busca de su billetera para ir a almorzar.
Vivía de mal humor gracias a ese sujeto. Que lo dejaba trabajando hasta altas horas en la noche.
¡Casi ni tenía vida social por culpa de Siwon!
Decidió no seguir amargándose, y tomó sus cosas. Debía buscar a Sungmin o a cualquiera que lo acompañara a almorzar. Ya que desde hace seis meses, cuando su mejor amigo encontró pareja. Heechul tenía que adaptarse a andar con alguien más.
Oh~ extrañaba a Yunho, pero sabía bien lo mucho que Kim Jaejoong, significaba para él.
Aunque Jaejoong y Siwon fueran amigos de años. Por suerte Jaejoong no se le parecía en nada al antipático de Choi. Y eso había sido un punto a su favor para que Heechul accediera a que Yunho se metiera de cabeza con Kim.
Yunho era su amigo, debía cuidar de él, ¿no?
…
…
Nervioso…
Yunho estaba sumamente nervioso~
Apretaba sus manos sobre la mesa, y bebía agua cada tanto solo para calmar la agitación en su pecho, esperando por Jaejoong y los exactos cuatro minutos, quince segundos que llevaba retrasado.
Cuando el agua en su copa se terminó, rascó su cabeza.
Llevaba cinco minutos, doce segundos retrasado.
¿Será que ya no venía?
Mordió su labio inferior y una sonrisa afloró en sus labios, cuando lo vio entrando en el restaurante, con su expresión afable de siempre, con su andar que llamaba la atención de cualquiera ante su presencia.
Las miradas que Jaejoong robaba con su andar, elevaba el ego de Yunho, por que ese, a quien muchos deseaban, se sentaba frente a él, tomaba sus manos y decía que lo amaba, solo a él.
—Hola, siento la demora. No encontraba donde estacionar el auto, ¿qué te dio por que almorzáramos fuera del trabajo?
—Por que es un día especial.
Jaejoong pareció recordarlo, con una sonrisa más grande los labios. Y ahí estaba el segundo paso, había tomado sus manos, por que el primero ya lo había cumplido, se había sentado frente a él.
—Por supuesto, hoy son seis meses Yunnie.
—No quiero darle rodeos a esto, así que lo voy a decir justo ahora.
—Espera, Yunnie. Ten…
Jaejoong sacó de su bolsillo una pequeña cadena, los ojos de Yunho viajaron directo a aquella cadena de plata que Jaejoong sostenía entre sus manos. E inevitablemente Yunho sonrió agradecido.
—Han sido seis meses maravillosos Yunho, gracias. Te amo.
Cuando tomó la cadena y la observó era un pequeño dije en forma de una luna menguante. Que si Yunho lo pensaba demasiado podía fácilmente simular una ‘J’ se la colocó con cuidado y volvió a tomar las manos de Jaejoong.
—Jaejoong yo también te amo, y creo que es hora de dar el siguiente paso en nuestra relación.
—¿Estas hablando de…?
—¿Qué te parece si nos vamos a vivir juntos?
Jaejoong abrió la boca, en un gesto enorme de felicidad. Y como si el resto de comensales dejaran de importar, Jaejoong se paró de su asiento y lo abrazó con fuerza. Besando sus labios y con esa expresión de felicidad que Yunho tanto adoraba en él.
—¿Eso es un si?
—¡Por supuesto que si, Yunho!
Y ese abrazo duró todo lo necesario por que Yunho no se lo impidió, por que el cuerpo de Jaejoong junto al suyo, era siempre lo mejor que le podía pasar. Y si, muchos podían decir que seis meses era muy poco tiempo.
¡Pero que diablos!
Estaba enamorado, era correspondido. Solo eso importaba.
…
…
—¡Dijo que si!
Heechul prácticamente saltó de su asiento cuando Yunho lo abrazó por la espalda y lo movió de un lado a otro, tuvo que ajustar con fuerza contra su cuerpo las copias que acababa de sacar, debido a la sacudida de su mejor amigo, pero río divertido ante la efusividad de Jung.
—¡Jaejoong me dijo que si, Heechul! ¿Lo puedes creer?
—Si, ya entendí. Esos meses en el gimnasio te han servido. ¡Dios! Me movías como si no pesara absolutamente nada.
Yunho rió cuando vio a Heechul, ahora libre de sus abrazos, medio intentando arreglar su cabello. Y volvió a abrazarlo, esta vez de frente. Con la felicidad retumbando con fuerza en cada espacio de su ser, en el que Jaejoong aún no se hubiera instalado.
—Estoy tan feliz, Chul. Me mudo a su casa el domingo y mañana sábado iremos a ver un partido de no sé qué. La verdad esa parte no la entendí muy bien. Pero al parecer es la final de un campeonato o algo así, es buen fútbol. No me puedo negar.
Heechul asintió, no muy seguro de haber podido captar todas las palabras de su amigo, especialmente por lo rápido que había hablado, pero aún así sonrió. Feliz por él.
—Me alegro, Yunho. Pero, ¿y tu departamento?
—Oh, cierto… No sé, supongo que lo pondré en venta. No lo sé la verdad.
—¿Ponerlo en venta? ¿No crees que vas muy rápido? Primero deberías asegurarte que las cosas con Jaejoong irán bien.
—Irán perfectamente de eso estoy seguro. Pero tienes razón, me costó mucho conseguirlo, creo que me tomaré un tiempo antes de ver que hago con él.
Heechul carraspeó, desviando la mirada como si intentara restarle importancia al asunto.
—Bueno… tú sabes que mi casero no me quiere ni un poquito, ¡y está que me bota del edificio por que siempre llego muy tarde! Maldito… bueno fuera que llegara tarde por irme de fiesta, pero es por culpa de todo el trabajo que Siwon me pone, ¡y no me cree!
Yunho sonrió divertido, apoyándose en el escritorio de su amigo.
—Heechul… ¿Quieres quedarte en el departamento mientras encuentras uno mejor?
—¡¿En serio?!
Cuando los ojos de Heechul brillaron de emoción, Yunho soltó una carcajada y lo volvió a abrazar con fuerza.
—Por supuesto que si.
—¡Yunho eres el mejor! ¡Casi, casi te amo!
Y ante tal declaración, Yunho solo pudo reír divertido, abrazando contra su cuerpo, el delgado de Heechul que le hablaba ilusionado sobre todo lo que haría apenas se fuera del edificio donde actualmente vivía.
…
…
Al día siguiente, Jaejoong había ido por él.
En ese maravillo auto Lamborghini que a Yunho tanto le encantaba. Habían entrado cuando ya el lugar estaba repleto de gente, con los pitos, las barras y los gritos por montón. Todo era un caos.
—Ups, creo que me equivoque de hora…
Jaejoong miró su reloj. Y sonrió nervioso.
—Con razón, salió tan temprano en la mañana.
Yunho no entendió muy bien el sentido de esas palabras, pero cuando lo tomó por el brazo para guiarlo hacía la multitud, decidió mejor integrarse a la bulla que había en el lugar y disfrutar de los pocos minutos que quedaban del partido.
Por que efectivamente, Jaejoong se había equivocado de hora. Y el partido estaba a punto de acabar.
—¡Vamos Junsu!
Jaejoong saltaba, haciendo barras al que al parecer era el capitán del equipo, Yunho supuso que sería un amigo, y al parecer uno de los jugadores más populares, por que todos gritaban fervientemente su nombre.
El pitazo final llegó y el equipo azul saltó a abrazarse, emocionados, repletos de adrenalina y al parecer habían ganado la bendita copa que reposaba en lo más alto del lugar que habían acomodado para las copas y las medallas.
—¡¡Ganó!! ¿Viste Yunho? ¡El equipo de Junsu ganó!
Jaejoong siguió saltando emocionado, y Yunho solo pudo reír emocionado ante el evidente buen estado de él.
—¡Oye! ¿Por qué llegas a estas horas?
—¡Auch! Changmin…
Aquel muchacho alto, que acababa de golpear a Jaejoong en la cabeza, elevó una ceja y Jaejoong solo sonrió tontamente.
—¿Confundiste las horas, verdad Jae?
—¡Chun! Tú si me entiendes.
A Yunho le resultó extraño, cuando el muchacho de cabello largo apareció y Jaejoong se abrazó a él, con un puchero en el rostro. Sacándole la lengua al al parecer se llamaba Changmin. Yunho no era celoso, pero sencillamente no conocía a esos amigos de Jaejoong.
—¡¡HYUNG!!
Y el capitán del equipo azul hizo su aparición. Junsu corría velozmente hacía donde todos se encontraban y sin pensárselo dos veces se lanzó al cuerpo de Jaejoong y se abrazó a él, con un pequeño salto, envolviendo sus piernas en la estrecha cintura del mayor.
Los ojos de Yunho se abrieron con sorpresa cuando esos labios de Junsu se juntaron a los de Jaejoong y él no pareció ajeno al contacto, es más comenzó a responderle, repleto de emoción y vertiginosidad.
¡¿Qué diablos estaba pasando?!
—Eh, Jaejoong. Resulta que mis diablos están por acá.
Cuando agarró a Jaejoong por el hombro, haciéndolo girar hacía él. Junsu finalmente se bajó del cuerpo de él, y Yunho entonces notó la mirada de los otros tres muchachos sobre su cuerpo.
—Oh~ ¿Es él, hyung? ¡Es muy lindo!
Junsu sonrió ampliamente y Yunho solo arrugó el entrecejo confundido. Yoochun sin embargo, empezó a rodearlo, como analizándolo con la mirada, hasta que finalmente sonrió, y se apoyó en él.
—Hay que admitirlo, excelente gusto, Jae.
—No me parece que sea para tanto.
Changmin desde su lugar, rodó los ojos, como desinteresado en seguirlo mirando, pero Jaejoong solo sonrió, parándose frente a Yunho. Con una sonrisa tranquila y la mejor de sus excusas en los labios.
—Antes de irnos a vivir juntos Yunho, quería terminar de hablarte de mi vida.
—¿Tú qué? Jaejoong no estoy entendiendo ni media de lo que estás pasando aquí.
Jaejoong tomó sus manos y volvió a sonreírle de esa forma que él solo puede. Y Yunho en ese instante, confundido como se encontraba, olvido a los otros tres chicos. Y se fijó en Jaejoong.
—Ellos son Yoochun, Changmin y Junsu. Mis otros novios, si así quieres llamarlos. Tú serías el cuarto por fecha. Los amo a los cuatro, de verdad, de una forma inexplicable y absoluta. No podría escoger a alguno entre ustedes, por que lo son todo para mí. Y pues, todos nosotros vivimos juntos y compartimos una relación desde hace mucho tiempo ya.
Y cualquier expresión en el rostro de Yunho desapareció.
¡¿Que Jaejoong, qué?!
¡¿Que él, qué?!
¡¿Que esos tres muchachos, qué?!
¡¡¿Que los cuatro, ahora cinco, ó como fuera, qué?!!
Yoochun, todavía apoyado en su hombro, palmeó su brazo, con una sonrisa estúpida y tranquila en el rostro.
—Bienvenido a la relación, Yunho.
Y eso cobró la poca paciencia que Jung tenía, por que levantó su puño contra el muchacho de cabello largo y lo estrelló contra esa mejilla blanca y suave. Haciéndolo que trastabillara y que varios se alejaran sorprendidos.
—¡Yunho!
Justo en ese momento, cuando Jaejoong le gritó en forma de reproche, Yunho solo sintió que su sangre hervía. Y cuando Junsu se acercó a Yoochun para ver como se encontraba, la risita burlona y sarcástica de Changmin solo empeoró la situación.
¡¿De que demonios le estaba hablando Jaejoong con eso de los cinco en una misma relación?!
¡¿Acaso se había golpeado la cabeza con algo y alucinaba?!
Lo adoro sinceramente me enkanta este finc... que puedo decir es genial... todos en una misma relación con Jae?? jajajaja pobre Yunho...!
ResponderEliminarEspero pronto la actua..
Felicidades
awwwwwwww me encanto ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥
ResponderEliminarson poliamorosos que cute ♥ espero que a yonho no le de un infarto jajaja