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My life as Kim JaeJoong cap 5

- ¿Hasta qué hora debo ayudarle? – hablaba con pereza y fastidio aquel pelinegro mientras ordenaba la sección conocida como “novelas de ciencia ficción” de aquella gigantesca biblioteca.

- Hasta que anochezca jovencito, tal vez así aprenda a no crear un alboroto cada vez que hace acto de presencia en este sagrado lugar de sabiduría y aprendizaje…pero si no quiere terminar hoy, tal vez le apetezca trabajar toda la semana, ¿Qué me dice? – aquella aterradora mujer lo observaba con determinación por sobre sus anticuados anteojos.

- ¡No señora! – Contestó aquel muchacho como si se encontrase en el ejército, irguiendo su espalda y apresurando el movimiento de sus manos al limpiar y ordenar los libros.

- Cuando termines con esta sección, revisa la sección de poesía – La bibliotecaria aún lo observaba con ojos severos, al parecer ese mocoso era su especie de karma.

- ¡¿Qué?! – exclamó JaeJoong volteándose a ver a aquella mujer con un poco de enojo en la mirada.

- ¿Disculpe jovencito?...creo que lo mejor será que venga por toda la semana, tal vez con trabajo aprenda algo de modales.

- N-no, ¡no señora!, la sección de poesía luego de terminar con esto, ¡Entendido! – tartamudeó el pobre cobarde para seguir limpiando con rapidez.

La bibliotecaria volvió a su mesón con una sonrisa de satisfacción en el rostro, mientras nuestro pobre ceniciento seguía ordenando y limpiando a causa del miedo que le causaba aquella señora de edad media; la mala noticia es que Jaejoong no tenía ratoncitos parlantes que le ayudasen. Además como todas sabemos este ceniciento es la versión defectuosa, si, algunos podrían decir que este “defecto” del cual hablamos, posee el nombre de déficit atencional, otros simplemente dirán que se aburre con facilidad o que es el señor pereza en persona. Al pasar veinte minutos nuestro chico decidió tomarse un pequeño descanso y dejando los libros de lado tomó asiento al fondo de aquel pasillo, sujetó su mochila para sacar su laptop y conectarse rápidamente, sintiéndose como espía ruso al infiltrarse en la sociedad estado unidense (demasiadas películas de espionaje).

“Espero poder terminar antes de que la esposa de Hitler regrese” Pensó un asustadizo JaeJoong mientras observaba a través de los estantes y agudizaba su percepción auditiva, como si se encontrase dentro de una película de suspenso y aquella señora fuese el monstruo del closet o mejor dicho el *Coco*.

~ Chicas, tengo un par de minutos para escribirles…antes de que la bibliotecaria/Lucifer versión femenina/esposa de Hitler se aparezca y me descuartice con las hojas de los libros por no estar siguiendo sus órdenes al pie de la letra…Como le temo a esta mujer, es que si la vieran pensarían lo mismo que yo, ¡Joder! Deberían contratarla para que actuara en una película de terror, les apuesto que de esa forma “actividad paranormal” hubiese dado más miedo.

En fin, basta de parloteos, intentaré contarles lo que sucedió lo más rápido posible…entiéndanme por más emo que suene en algunas ocasiones aún quiero vivir, ¡Soy demasiado joven y bello como para morir en manos de una señora con fetiche de libros viejos!.

Para evitar demasiada auto humillación, les diré que me quedé sentado en ese parque quien sabe por cuánto tiempo. Simplemente sujeté mi cabeza y me perdí en pensamientos emo-suicida-psicóticos intensos por un par de horas hasta que noté que ya no estaba oscuro y el astro rey había despertado para iluminarme con sus malditos rayos de luz tan cálidos y sobrecogedoramente amigables, ¡Que le den! (ya se, el sol no tiene culpa de nada).

Con lo que les acabo de decir la opción A parece ser la correcta ¿no?, pues si, si no me conociera y no tuviese idea de lo que ha sucedido en mi patética existencia hubiese hecho la misma conjetura (está bien utilizada la palabra ¿cierto?, he aprendido una que otra cosa al arreglar tantos libros) que ustedes, pero no…bueno sí me quedé como estatua pero gracias al cielo las palomas no pensaron lo mismo, se apiadaron de esta alma destrozada o quién sabe, tal vez mi mala energía las alejó porque no vi ni siquiera a una sola en todo el parque, que suele estar lleno de ellas…pero bueno, la cosa es que no me quedé a vivir en aquel parque como un lunático con delirio de ermitaño, no, simplemente perdí la noción del tiempo y pase la noche ahí como un vagabundo sin hogar.

¿Qué si mis padres se preocuparon? Pffff, buen chiste, de seguro ni lo notaron y si lo hicieron pues tampoco les preocuparía demasiado…aún así, insisto en que me aman ¿ok?, no rompan mi sueño en mil pedazos.

La cosa es que en todas esas horas de pensamientos negativos, llegué a una conclusión, una que siempre, desde un principio, sentí que era inevitable ya que como podrán haber notado mi nivel de seguridad es bajo, ¡bajísimo! (¿A quién engaño?, mi nivel de seguridad es igual a cero).

Me levanté de aquel asiento…sin poder caminar al principio ya que mis piedras sufrían el efecto de nacer con un cerebro defectuoso…calambres, solo un idiota se quedaría sentado en un parque toda la noche…suerte, no me violaron (Estoy comenzando a preguntarme ¿Por qué siempre pienso en cosas como esa?). Caminé, pero a pesar de que mis piernas ya habían vuelto a la normalidad, había algo más que no se sentía bien…mi pecho, sentía una presión extraña, era casi como si alguien apretase mi corazón con tal fuerza que este poco a poco comenzaba a encogerse, latiendo cada vez más despacio y experimentando un dolor punzante y desesperante.

Me encontraba ya frente al edificio en donde vivía mi novio, temiendo el siquiera presionar el botón con el numero de su apartamento, temía el oír su voz en ese momento, lo extraño de todo el asunto era que no lo odiaba en lo absoluto, no sentía resentimiento ni nada por el estilo…más bien experimentaba una paz extraña, de locos ¿verdad?...sentir paz luego de encontrar a tu novio en pleno engaño. Creo que era algo que siempre esperé, nunca me sentí lo suficientemente bueno como para estar a su lado…no, esperen, aún suena de locos, pero tomen en cuenta que soy yo quién les está escribiendo.

Me decidí y presioné el botón, acercando mi rostro al parlante para poder oírle con claridad.

- ¿Quién? – habló más cortante que de costumbre, les juro, si algún día los llama algún cobrador de deudas asegúrense de responder con un tono similar, frío, cruel y distante porque de seguro hasta ellos dejaran de llamarlos eventualmente, su voz era demasiado intimidante en ese momento.

- Y-yo… - Contesté mordiendo mi labio y entrelazando mis manos debido al nerviosismo.

Si lo sé, sé muy bien que debo ir a un psicólogo cuanto antes…¡Me habían engañado y yo…aún así me sentía nervioso al oír su voz!.

-…Se podría saber ¿quién diablos es…“Yo”?.

- Ahhh…Ja-Jae-JaeJoong – vaya momento para empezar a ser tartamudo.

- Bueno, Ja-Jae-JaeJoong jajajajaja, ¿Qué haces aquí tan temprano?... sube tonto, llegaste en el momento indicado, quiero hablarte de algo – rió con tanta normalidad que por un segundo pensé que todo lo ocurrido la noche anterior no había sido más que un sueño…pero el cansancio, el frio insoportable, mi cara de muerto y el hecho de que aún me encontraba utilizando su uniforme escolar, me probaban lo contrario.

- Ah…¡No!...¿P-P-puedes bajar?- ah dios mío, incliné tanto mi cabeza en ese momento que golpeé mi frente contra el condenado tablero sin embargo no emití sonido alguno, después de todo me merecía el dolor físico por ser un tarado tan grande.

- ¿Por qué?...sube, aún no me voy a clases.

- No…t-tengo que irme de inmediato…así que subir sería una pérdida de tiempo – traducción *No quiero entrar y descubrir que Yoochun se quedó contigo*.

- …Bueno, espérame – sonaba extrañado y no lo culpo, nunca me había rehusado a entrar a su apartamento, es más, siempre buscaba excusas para entrar en el (ok, no piensen que estaba urgido por sexo…bueno, si lo estaba así que al diablo, libertad de pensamiento).

Esperé mientras aquel dolor punzante aumentaba con cada segundo que pasaba, me volteé y caminé alejándome de la entrada, deteniéndome en las escaleras de la entrada de aquel edificio, observando aquella calle vacía hasta que oí el sonido de una puerta al abrirse y en ese mismo instante aquella expresión vacía y melancólica que poseía mi rostro, desapareció siendo reemplazada por una de mis mejores sonrisas.

- ¿JaeJoong?...¿Qué pasa?, sonabas extraño…demasiado tartamudeo aún para ti – Pude oírlo tras de mí y un escalofrío recorrió mi espalda, mi corazón intentaba latir con rapidez pero aquella presión inminente se lo impedía logrando un dolor aún más agudo, mordí mi lengua y en ese momento tragué mi tristeza junto con mis lágrimas.

- Hola~ - le saludé alegremente al voltear a verlo, se encontraba un par de escalones más arriba con las manos en los bolsillos, observándome con una ceja alzada, se notaba que no lograba comprender mi actitud.

-…Hola – respondió bajando un par de peldaños hasta detenerse frente a mí y sujetar mi mano. – ...Estás frío…¿Y qué pasa con ese atuendo?, ¿Acaso hoy también me seguirás a la escuela?...para eso hubieses repetido el año, tonto.

No puedo negar que en ese momento toda aquella fachada de “estoy bien…todo está perfecto” estuvo a punto de derribarse al más puro estilo del muro de Berlín (Ese fue el que derribaron o…¿fue el muro de China?), pero mordí mi lengua con fuerzas y alejé de mi mente la sensación de alegría y calidez que me provocaba el simple hecho de sentir su roce.

- No puedo…solo vine a decirte algo y me voy – mantuve mi sonrisa mientras poco a poco alejé mi mano de la suya.

- Dime.

- Changmin…creo que deberíamos terminar – solté aquello de una sola vez, temiendo el poder arrepentirme.

Y si, la opción correcta era la F, exacto YO, Kim JaeJoong, terminé con Shim Changmin…eso si es digno de ser publicado como noticia de primera plana en una revista o diario y no me malentiendan, sé que no soy famoso ni nada por el estilo, lo digo porque cosas como esa suceden sólo una vez cada dos mil años…la última vez que algo de este calibre ocurrió se denominó “El nacimiento de Jesús” y NO estoy bromeando.

Me mantuve en silencio, observando su rostro, buscando en el alguna señal pero no encontré nada, era como observar un papel en blanco…Nada de tristeza, alegría, ni sorpresa, era como si no le importara en lo absoluto y pensé que de seguro así era.

Sonreí aún más al notar esa realidad, sonreí mientras mi corazón se partía hasta desaparecer por completo. Aquella actitud me comprobaba que Changmin nunca me vio como alguien indispensable, confirmó mi teoría de que tan solo había aceptado salir conmigo porque le hacía pasar un buen rato, por eso y por nada más.

“Ahhh que idiota más grande, al menos hubiese sido feliz si demostraras que te importo un poquito” pensé en ese instante al sentir el deseo de que por una vez en la vida alguien se preocupase sinceramente por mí.

- ¿Es lo que quieres? – preguntó el mocoso observándome directamente a los ojos.

- Ah, pienso que es lo mejor para los dos…creo que todo esto fue muy rápido ya sabes…apenas nos conocimos por unas semanas y decidimos salir juntos…un poco loco ¿No crees? – reí cuando lo que quería era tirarme al piso y llorar como ¡bebé!. - …Pero, como nos llevamos tan bien…podríamos seguir siendo amigos ¿no?.

Ok, acepto la formación de filas para aquellas personas que deseen patearme el trasero, ¿Cómo es que aquella patética frase salió de entre mis labios?, *Podríamos seguir siendo amigos* ¡JA!, con eso no lograría más que ¡¡¡vivir en una constante agonía!!!, viendo como él y Yoochun pudiesen terminar saliendo juntos o ¿Qué se yo?...que me contara de sus amoríos y noches de pasión…¡Joder!, me gustaría tener una máquina que me permitiese viajar en el tiempo, les juro que retrocedería hasta aquel mismo instante y me patearía la entrepierna con la fuerza necesaria para acabar con la más mísera posibilidad de poder procrear, porque créanme el mundo no se beneficiaría en nada si yo llegase a tener descendencia.

- ¿Enserio?...bueno sigamos siendo amigos – Changmin me brindó una hermosa sonrisa y desordenó mi cabello con una de sus manos como si yo fuera un niño pequeño.

Aquello dolió aún más de lo esperado, ni siquiera se opuso a la idea, simplemente aceptó mi decisión, “¿De qué otra forma podría ser?”Pensé sintiéndo mi mente adormecida y correspondí su sonrisa con una que carecía de cualquier emoción. Imploré para que el mocoso no notase aquello y bajé el resto de los escalones para seguir caminando por aquella calle.

- ¡Te devuelvo el uniforme después de lavarlo! – exclamé casi al llegar a la esquina de la calle, volteando por un instante y despidiéndome de aquel chico con un movimiento de brazos.

- ¡Ok! - Changmin correspondió mi saludo agitando su mano.

Volteé al instante, metí ambas manos en los bolsillos y caminé con prisa al intentar alejarme lo antes posible de aquel lugar.

Caminé y caminé sin pensar en nada, mis ojos se encontraban fijos en el suelo, observaba los zapatos que usaba en aquel momento y contaba mis pasos en un intento de evasión extrema. Sin notarlo ya me encontraba frente a la puerta de mi casa, entré y me encerré en el cuarto de inmediato, tirándome boca abajo sobre la cama sin siquiera pensar en cambiarme la ropa.

Pensé que debía encontrarme solo en casa, ya que mi madre no me había gritado como de costumbre, y no oía el bullicio que provocaban normalmente mis hermanas. Sujeté una almohada y hundí mi rostro en ella, ahogando un grito al morderla fuertemente, comenzando a liberar aquellas lágrimas que luchaba por mantener ocultas. Había llegado mi momento de llorar como bebé…o peor que bebé. Y así me pasé el resto del día, ohhhh si, esta vez sí lloré porque me había enamorado por completo de aquel mocoso maldito y otra vez me partían el corazón.

Como a eso de las ocho de la noche levanté el rostro y me asusté al ver mi reflejo en el espejo, ¡Por dios!, era como si hubiese sufrido de algún tipo de reacción alérgica, apenas se notaban mis ojos de lo inflamados que estaban mis párpados y mi nariz estaba más roja que la del reno ese que guía el trineo de santa Claus.

- Hermano~…Mamá dice que la cena está lista, pregunta si vas a cenar a la mesa o si traes la comida aquí y comes como un depresivo aislado – Comentó la menor de mis hermanas luego de entrar a mi cuarto, en un tono demasiado tierno como para utilizarlo al decir cosas como esa.

- ¿Ah?...lo que sea… - contesté volteando a verla.

- …¿Qué diablos te pasó en la cara?.

- Nada…toma, te lo regalo – Sujeté mi celular y se lo entregué.

- Ah…¿terminaste con tu novio y me regalas tu celular porque temes que si le contestas las llamadas te arrepentirás de dejarlo?.

- ¿Qué?...pero… ¿Novio?...¿Cómo supiste que tengo novio? – Estaba un poco asombrado, jamás les había presentado a Changmin como mi novio oficial, ni mucho menos me había declarado como homosexual.

- Ehhh…hermano por favor, desde que tengo memoria he sabido que eres homosexual y…aunque al principio me costó creer que un bombón como Changmin se fijara en ti, pues porque admitámoslo es un desperdicio…era un poquito obvio, como te lo comías con la mirada cada vez que los veía aquí juntos…era vergonzoso, pero no te culpo, es guapísimo…una pena que ya no sea mi cuñadito, pero ¿Enserio me regalas tu celular? – Me miró con una cara de ternura tan, pero tan fingida que por un instante pensé que estaba mirando a hello kitty versión espeluznante (aunque, ya lo es ¿no?).

- Eh… - contesté al procesar todos los insultos que me adjudicó indirectamente. – Si…

- O sea, ¿en serio no quieres que ese bombón te llame?.

- Ehhh…claro lo que sea – respondí volteando a ver la pared mientras pensaba “¿Llamarme? Jooo ese mocoso me va a llamar para cuando se acabe el mundo, ¡Qué va!, si te regalo el maldito celular es porque ¡no confío en mi mismo!, allí está grabado su número y de seguro terminare en una batalla épica al intentar contener los deseos de llamarlo y decirle que todo fue una broma, que perdone mi estupidez y me acepte de vuelta…”.

- Pero sabes…pudiste simplemente cambiar el chip o quitarle la batería ¿no? – dijo aquello y la miré al instante, ella comenzaba a retroceder al intentar escapar por la puerta.

- ¡Devuélvemelo! – exclamé al ser testigo una vez más de mi gran e interminable estupidez, ¡¿Por qué no se me ocurrió borrar la memoria y ya?!, ¡Dios mío!, la estupidez cuesta ¡caro!, literalmente, me costó un celular.

- ¡No!, ¡lo que se regala no se quita! – exclamó enseñándome la lengua y saliendo del cuarto.

Pero que va, me lo tenía bien merecido, al parecer ella se llevó las neuronas que me tocaban a mí por derecho.

Salí del cuarto y tragué (traducción: comí) lo suficiente como para no morir de… (Buscando en un diccionario online) inanición. Al terminar me encerré en el cuarto, aquel cuarto que se convertiría en mi cueva por los días que estaban por venir. Ajá, me convertí en un vampiro, ni siquiera vi la luz del sol por días, de la cama al baño, de la cama a la cocina y del baño a la cama, aquella era mi rutina diaria ah bueno y llorar como condenado también. ¿Alguna vez han llorado hasta que ya no pueden ver por lo hinchados que están sus párpados?, pues adivinen que, ¡Yo sí!.

Lo único que podía pensar era en *Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin Changmin*, se los juro, cerraba los ojos un segundo y lo único que veía era su rostro estúpidamente hermoso…(ni siquiera puedo insultarlo con todas las de la ley).

Como lo esperé, Changmin ni siquiera intentó contactarse conmigo, no llamó a la casa, ni me fue a visitar ni nada por el estilo, aquello no me dañó demasiado porque ya me lo esperaba, gracias al cielo le regalé ese mugroso celular a mi hermana y también le doy gracias a Dios porque ella si sea astuta y haya decidido esconderlo en caso de que yo quisiera recuperarlo…digamos que pasé por unos días en que creía que estaba dentro de una película a la cual llamé “Indiana Jones: en búsqueda del celular perdido”. Pero me rendí, ya que pensé que de seguro Changmin se había encontrado otro payaso, si ¿Qué mejor payaso que Yoochun?...Aunque con esa personalidad le queda mejor el papel de payaso asesino.

Y se preguntarán, ¿Cuándo dejé de llorar?, porque espero que no piensen que jamás intenté dejar de hacerlo, es que simplemente no podía aceptar el hecho de que ya no podría besar a Changmin, ni estar cerca de él todo el tiempo como solía hacerlo, ni mucho menos soñar con decirle lo mucho que en realidad lo amaba, tampoco podría esperar nada de su parte y eso me provocaba un vacío inmenso. No había un momento del día en el que lograse alejar de mi mente los recuerdos de nuestro poco tiempo juntos, como lo conocí, nuestra amistad, la primera vez que estuvimos juntos, cuando nos hicimos novios, a diario imágenes de aquellos momentos rodeaban mi mente logrando apuñalarme justo en el corazón, se sentía tan mal el saber que Changmin no me quería de la misma forma en que yo le amaba, la soledad me inundaba, me sentía frío, ajeno a la vida cotidiana que solía vivir, ajeno al mundo, simplemente me sumergía en lágrimas, esperando que de esa forma y de poco a poco se fuesen extinguiendo.

Dejé de llorar un domingo en la noche, lo recuerdo a la perfección porque a la mañana siguiente me tocaba asistir a mi primer día de universidad (vaya manera de comenzar una nueva etapa en esta mugrosa vida). Pues aquella noche yo seguía llorando como magdalena (aun no entiendo aquel dicho, ¿las magdalenas si lloran?) hundido en mi especie de depresión post…post ruptura, ¿Es que acaso eso siquiera existe?, bueno si no existe deberían inventar ese diagnóstico porque ¡EXISTE!, y yo soy prueba viviente de ello.

Lloraba y lloraba, escondiendo mi rostro bajo una almohada, intentando acallar mis gemidos para que nadie lograse escucharme; verán lo malo de todo esto es que mi casa es…digamos que está construida con materiales no muy costosos…es habitable y todo lo que quieran pero las paredes son un poquito y que demasiado finas, por lo que en esos días pensé que ellos tal vez pudiesen oírme y vaya que estaba en lo cierto.

- ¡CARAJO KIM JAEJOONG YA DEJA DE LLORAR COMO NIÑITA! – escuché un grito y me exalté al notar que se trataba de una de mis hermanas, su habitación se encontraba en el segundo piso, así que al parecer mi teoría de que pudiesen oírme era cierta.

- ¡NO ESTOY LLORANDO! – grité secando mis lágrimas y hundiendo el rostro contra el colchón de mi cama.

- ¡¿SI NO ESTAS LLORANDO QUE DIABLOS SON ESOS GEMIDOS QUE SE ESCUCHAN DESDE HACE DÍAS?!, ¡JODER!...¡ESPERO QUE ESTES LLORANDO Y NO MASTURBANDOTE TODAS LAS NOCHES! – Volvió a exclamar mi dulce y querida hermanita.

- NO, ASI NO SUENA CUANDO SE MASTURBA, DEFINITIVAMENTE ESTABA LLORANDO – intervino una segunda voz, era So-Jin otra de mis hermanas.

- ¿NO SERÁ QUE LO HABRÁ DEJADO EL NOVIO? – ahora era mi madre la que se había metido en el griterío, sus habitaciones estaban en el segundo piso, pero aún así podía oírlas lo suficientemente fuerte como para entender lo que decían y debido a eso quería morir en aquel mismo instante, ¿Es que mi vida iba a seguir así de miserable?.

- ¿Novio?.... – Aquel era mi padre y eso era lo único que faltaba. – Mujer…¿Me puedes explicar por qué dices que nuestro hijo tiene un novio? – Su voz sonaba seria y severa, pensé que podría estar molesto o sentir asco por el hecho de tener un hijo homosexual.

- Si, aquel chico que solía venir casi a diario, Changmin, ¿lo recuerdas? Creo que lo viste un par de veces – Le explicó mi madre mientras yo me hundía más y más en aquel agujero negro denominado depresión post ruptura, esperando el rechazo del hombre que me había dado la vida.

- ¡¿Enserio?!....¡¿Ese chico tan apuesto es el novio de JaeJoong?!...¿Nuestro JaeJooong?...¡Imposible!, ¿Cómo es que un chico como ese podría fijarse en nuestro hijo mujer?...Debes estar loca - Agregó para mi sorpresa mi padre biológico.

¿Es que todo lo que le había llamado la atención de aquella confesión era que Changmin, en su opinión, era demasiado bueno como para ser mi novio?...¡¿Y que había del maldito hecho de que le acababan de decir que su hijo era GAY?!, ¡¿No le importaba ni en lo más mínimo?! O ¿Es que acaso también lo había sospechado desde un principio?, ¡Carajo!, ¿Qué tan gay me veo como para que toda mi familia lo haya notado antes de darme cuenta yo mismo?...ok, no es necesario que respondan, me quedó claro, debo ser “La loca” del barrio.

- ¡ERA!, ROMPIERON HACE UNOS DÍAS – gracias hermana, recuérdame no volverte a regalar algo tan caro como un celular.

- ¡YA CÁLLENSE TODOS! – grité sintiéndome total y completamente furioso, me ardía el rostro y estaba a punto de salir de aquella casa a pesar de que fuese de madrugada.

- ¡PUES DEJA DE LLORAR! – exclamaron todos a la vez.

- Oye…pero ¿en serio ese chico era novio de JaeJoong?...digo se vería mejor con algún actor o modelo…pero ¿Con JaeJoong? – Vaya padre que me tocó ¿no?.

Mordí mi labio fuertemente y los maldije en silencio, repitiéndome una y otra vez que la familia no se escoge…lamentablemente. La cosa es que luego de pasar semejante rabia, dejé de llorar sin siquiera notarlo en el momento, cerré los ojos dejándome llevar por el silencio y por primera vez en una semana no vi su rostro, no vi a Changmin en mis sueños.

A la mañana siguiente me despertaron los melodiosos gritos de mi amorosa madre, ¿qué me dijo?, pues algo como “Perezoso de mierd*, levanta el trasero y vete a la universidad si no quieres ser vago por el resto de tus días”, el amor de madre es algo inmenso e infinito ¿No creen?.

Me bañé con rapidez y cogí un bolso con un cuaderno y un lápiz, después de todo simplemente era el primer día, abrí la puerta y la luz de aquel condenadamente brillante sol me lastimó los ojos y ¿cómo no?...si no había visto la luz en una semana entera, ese soy yo creyéndome el hijo de Drácula.

Caminé con rapidez, aún me quedaba tiempo, me demoraría unos treinta minutos a pie. Mordí mi lengua al comenzar a sentir un fulminante deseo de volver a llorar al recordar a Changmin, pero al contrario…sonreí al notar que había logrado dejar de pensar en él por al menos un par de minutos, pensé que tal vez así gradualmente podría dejar de sentirme solo y comprender al fin que el noviazgo no estaba hecho para mí, que nadie podría llegar a interesarse sinceramente en una persona tan insignificante y raro como yo, ¿Bastante emo verdad?.

Me detuve al llegar a la entrada de susodicha universidad, observé a las personas que ingresaban al campus sonriendo y conversando, casi nadie estaba solo y aquellos que lo estaban se encontraban hablando por celular. Me sentía tan fuera de lugar que por un segundo pensé en volver a mi casa, “¿Es que acaso siempre me sentiré tan solo?” me pregunté al entender que aquella soledad significaba mucho más de lo que había podido comprender. Entendí definitivamente, que Changmin y yo habíamos terminado para siempre y que jamás volveríamos a vernos de esa forma…¿Me considerarían muy estúpido si les dijera que la idea de conservarlo como amigo era lo único que me permitía seguir adelante en ese momento?.

Sonreí para mí mismo y decidí seguir mi camino, cruzando aquella gran entrada, en un gesto simbólico, comenzando desde cero una nueva etapa de mi vida, pero ¿Quién diría que aquella etapa no sería tan nueva sino más bien…reciclada?.

- ¡Ey JaeJoong! – escuché aquella voz y al instante deseé tener piernas biónicas para salir corriendo más rápido que el correcaminos.

A los segundos tenía un brazo rodeándome por el cuello, y el pecho de un chico apoyado contra mi espalda, además de una extraña sensación de querer molerlo a golpes.

-…Yunho – pronuncié su nombre con muy poco agrado, mientras observaba el brazo con el cual me rodeaba, preguntándome si morderlo sería demasiado salvaje.

- Te extrañé…¿Acaso tu no me extrañaste? – se inclinó hasta rozar mi oreja con sus labios y susurrar aquello a mi oído.

Un escalofrío me inundó por completo, lamentablemente no me desagradaba del todo…a pesar de resistirme a admitirlo, aquel abrazo no me provocaba la misma repugnancia que de costumbre, su cercanía no me molestaba demasiado, de hecho, sentir la calidez del cuerpo de alguien más lograba hacerme sentir vivo. Pero…era Yunho después de todo, la última persona en la tierra a la cual debería aceptarle un abrazo.

- Suéltame por favor – le indiqué fríamente, sin mover ni un centímetro de mi cuerpo.

- No seas así, es nuestro primer día aquí…muestra algo de compañerismo – sonaba sincero y optimista, pero supongo que al notar la tensión de mi cuerpo decidió ceder ante mi petición y soltarme al fin.

- Si…si…pero tú y yo no estamos en la misma carrera así que técnicamente no somos compañeros – sujeté mi bolso y avancé sin siquiera importarme si me seguía o no.

Me detuve nuevamente al ver algo que me dejó congeladísimo. Justo frente a mis ojos, yo diría que a apenas unos dos metros de distancia, se encontraba un trasero inconfundible, uno que jamás podría olvidar ni aunque lo intentase toda la vida, ¡Era el trasero mutante que me había robado un novio!.

- ¿J…Ju…Junsu?, ¿E..ese es el tra…sero de Junsu? – hablaba como tarado mientras señalaba con un dedo aquellas nalgas que se movían de un lado al otro.

- ¿Ah?... – Yunho se detuvo a mi lado siguiendo la trayectoria de mi dedo. – Oh…Si, ese es el poto de Junsu, ¿Inconfundible verdad?...¡Ey Junsu! – exclamó logrando que aquel trasero de pato voltease a vernos al instante.

¿Se sorprenderían si les digo que su cara al vernos era un reflejo del horror que se evidenciaba en mi expresión?. Era como si ambos hubiésemos visto al mismísimo diablo.

- ¿Qué demonios hacen ustedes aquí? – preguntó en un tono que evidenciaba su enojo.

- ¿Qué te imaginas trasero mutante?, ¿Acaso tus neuronas emigraron a tus nalgas?...somos alumnos de esta universidad – contesté sintiéndome irritado, ahora no tan solo tendría que lidiar con el constante acoso de Yunho, sino que también tendría que ver a semejante ser deforme (está bien…le envidio el trasero).

- Oh…no no no no, esto es una broma ¿verdad?.... – decía aquello pero sus ojos ya no se encontraban en nuestra dirección, miraba más allá de nosotros y había palidecido en un abrir y cerrar de ojos. - ¿Me están jodiendo?...¿Acaso esto es un reencuentro de exnovios?.

Volteé al instante, ya que al ver como la expresión de su rostro había cambiado del enojo al asombro en tan solo un par de segundos, una extraña sensación me invadió, una especie de mal presentimiento o maldición gitana inminente, vayan ustedes a saber, tal vez se me desarrolló el séptimo sentido o…¿era el sexto?.

¿Quién había logrado poner así de pálido al trasero de silicona?, la primera persona que contesté correctamente se llevará una foto mía de mi para que la destrocen, la boten o le escriban “estúpido” encima. La enviaré aunque vivan en el Congo en Europa…¿era Europa?...la geografía no es lo mío (como ninguna otra materia).


0 comentarios Publicado por Kim JaeJoong en 11/02/2011 19:20:00 PM~

Y así, antes de que JaeJoong pudiese terminar de escribir las alternativas o al menos despedirse, se vio forzado a publicar aquella entrada de una vez, ya que los pasos de la esposa de Hitler se oían a la distancia, JaeJoong ya reconocía aquellos pasos que sonaban a marcha fúnebre, su muerte se acercaba cada vez que el zapato de aquella mujer entraba en contacto con el piso. Se apresuró a esconder la laptop en su bolso y a seguir ordenando los libros, pero era demasiado tarde, aquella bibliotecaria notaría que no había terminado con su labor como era debido y el pobre ceniciento terminaría con la zapatillita de cristal incrustada en un lugar en donde nunca debería encontrarse.

- ¿Qué hago?, ¿Qué hago? – pensaba en voz alta el pelinegro mientras movía las manos con rapidez al intentar limpiar la mayor cantidad de libros posibles en los segundos que le quedaban de vida.

- Jovencito…¿Cómo va su tarea? – oyó la terrorífica y aguda voz de la bibliotecaria que aún no llegaba a aquel pasillo de novelas de ciencia ficción.

El pobre neurótico temblaba como si sufriese de Parkinson, ¿Qué le había hecho esa mujer como para que le temiera más que a Freddy krueguer?. Un mal movimiento al intentar ordenar fue todo lo que bastó para que los libros que se encontraban en aquel estante cayeran al piso, justo en el mismo instante en el que la súper villana intelectual había alcanzado su destino.

- Jovencito…

- ¿S-Si? – tartamudeó un sudoroso y aterrorizado JaeJoong.

- Va a tener que ordenar libros por todo el mes, tal vez así aprenda a no dejarlos caer.

- ¡¿Qué?! – exclamó apoyando su mano contra el estante, logrando arrojar un par de libros más contra el piso.

- Mas bien que sea todo el año.

Y fue así como empezó su vida como “el asistente de la bibliotecaria”…recemos por su bien.


7 Comentarios:

  1. Anónimo11/06/2011

    aaahh creo que el Trasero de patto vio a YOONCHUN!:D creo yoo 8-) solo uso la logica >_<'
    esperemos seguir leyendo mas de tu pobre vida :D

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  2. Wujaja xD primero me parti de la risa estuvo genialos jaja y segundo me dio penita pobre JJ siempre sufriendo por el Desgra de MIn que le cuesta un poco de celos no matan a nadie he??

    Waaa amo este fic y esperare con locura el siguiente capo!!!!!!

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  3. Anónimo11/06/2011

    No pero su exnovio no era changmin? creo k changmin entro a la universidad por ser un cerebro superior?? xD pero si vio a yoochuns eria mucho mejor ><!!!

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  4. Anónimo11/09/2011

    owo!!! pienso k changmin... debieron aceptarlo en la universidad... no puedo esperar debe haber continuacion, y debe haber mas capitulos me muero de ganas de saber k pasara

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  5. JAJJAJAJJAJAJA XDDDDDDDD
    AMO ESTE FIC CON LOCURA Y PASION <3
    Simplemente, no puedo vivir sin el u___ú <3 (?)
    ansjakvd maldito ChangMin e___é
    espero qe JunSu como ya esta ahi, tambien ande de idiota diciendole cosas a ChangMin para luego enamorarse de Chun feo D<
    nsakjldbad
    JaeJoong Fighting!

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  6. Anónimo11/10/2011

    AHAHAAHHAHAHAHAHAHAHHAHA morí, en serio morí XDDD
    AHAHAHAHHAHAHAHA
    amo este fanfic gosh nunca me he reido tanto en mi vida con un fico ♥
    sdfhags Junsu, Yunho y... agsfdjsag no se quien siga Chunnie? XD
    Jae lamento burlarme de tu triste vida D: pero dadasdf owo esperaré con ansias el siguiente capo :D ♥

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  7. Ziiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
    por fin actua!
    pobre Jae... no puede ni sentirse mal tranquilo :C
    no te preocupes, puedes desahogarte por tu blog :)
    pues... yo creo que Junsu vio a Changmin y Yoochun o.o hasta se me había olvidado que Junsu estuvo con Changmin o.o xD
    espero con ansias la continuación ♥

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