2.-Pasado.
-¡Yunho!-me saludó desde lejos a pequeña Park EunJi.
-hola.
-¿Te puedo preguntar algo?-dijo Jaejoong- ¿Ella es tu novia?
Todos se quedaron callados por un segundo, me miraron, y entonces Han Soo se rió a carcajadas, lo cual me molestó.
-claro-dijo éste- cuando ellos sean novios, yo seré gay.
-entonces-dijo Jaejoong- ¿no es tu novia?
-¿por qué?-preguntó Han Soo- ¿te gusta?
-ya basta.-intervine- No, no es mi novia, si quieres salir con ella esta bien por mi.
-¿entonces si te gusta?-preguntó de nuevo Han Soo.
-no, no es eso.
-¿entonces quién te gusta?
-¡ya déjalo!-le grité- vete a sentar por allá.
-hyung-protestó- no seas así.
-¡vete!
Han Soo tomó sus cosas y se fue mientras Ji Sung y Seung Ho se reían de él.
-¿por qué todos te obedecen?-preguntó Jaejoong
-¿qué?-le pregunté mientras los otros dos se miraban entre si.
-Todos te obedecen ¿por qué?
-Adiós hyung-dijo Ji Sung antes de que se fuera con Seung Ho.
-¿A qué te refieres?-pregunté.
-Pues, desde que llegué a esta escuela todo lo que escucho es “hyung hyung hyung”. Todos te siguen, y hacen lo que tu dices, pero ¿por qué? No me malinterpretes, te agradezco que me defiendas, y en especial de él.
Han Soo, el mejor si de molestar a Jaejoong se trataba.
-Pero ¿por qué parece que te tienen miedo?
-Jaejoong…digamos que no sabes todo sobre mí.
-Y ¿qué es todo?
-Si te lo digo, ¿prometes no decirle a nadie? Tampoco volveremos a hablar de esto ¿está bien?
-si, está bien, lo prometo.
-te lo diré en la tarde después de comer, aquí no podemos hablar.
Los cuatro, Hyorin, Yoorin, Jaejoong y yo, íbamos casi todos los días a comer en el restaurante de mi madre. Ya habían pasado casi 6 meses desde que Jaejoong había llegado a mi vida. Poco a poco me fui acostumbrando a su presencia, a mi madre le agradaba, a mis hermanas también, así que se convirtió en mi mejor amigo en muy poco tiempo. Siempre me hacía reír, además confiaba completamente en él. No era como los otros. Todo valía la pena con tal de estar con Jaejoong.
Era una costumbre para nosotros, ir a comer al restaurante de mamá, algunas veces también me acompañaban mis amigos, después de todo, como Han Soo decía, lo más parecido a una familia que teníamos, era cuando estábamos juntos. Pero a pesar de que me llevaba bien con ellos, no podría llamarlos “familia.” Todos eran hijos de familias mucho más adineradas que la mía, todos venían de hogares con familias separadas. Casi nunca veían a sus padres y de vez en cuando éstos se acordaban de mis amigos. Es por eso que denominaban a nuestra amistad como una familia, siendo todos hermanos, haciéndome a mí el mayor. En pocas palabras, ellos eran niños ricos y mimados, por eso no entendían. Pero yo había tenido una familia de verdad hace tiempo atrás.
-Recuerda que prometiste no decir nada. Sucedió hace… ¿dos años?
Estábamos en el parque, bajo un gran árbol, en ése lugar tan nuestro, en el que solíamos ver las estrellas.
-Sí, fue un año después de perder a mi padre. Mi año más difícil.
-¿por qué fue el más difícil?
-Mi hogar se rompió de alguna manera. Recuerdo que nosotros solíamos ser mucho más unidos hace 4 años, comíamos juntos, paseábamos, viajábamos. Pero cuando papa falleció, mamá cayó en depresión, incluso ahora sigue igual, aunque nunca dice nada. Yoorin se volvió muy fría y tímida, comenzó a pensar que no necesita a nadie más, por eso siempre está sola. Hyorin comenzó a ser increíblemente infantil, ella es incapaz de decir lo que piensa y siempre se esconde tras esa personalidad inocente, nadie nunca puede saber lo que está pasando en realidad dentro de ella. Y yo me volví más violento, no quería que nadie se me acercara y era incapaz de controlar mis acciones porque me volví muy impulsivo.
En fin, estábamos en otro colegio y había un chico llamado Lee Dong Kyul, era conocido por su gran talento para meterse en problemas, además de que era un abusador. Una vez Yoorin me dijo que las acosaba, pero no le hice caso. Un día, después del colegio los tres teníamos cosas que hacer antes de ir a casa, y decidimos que en tres horas nos veríamos en frente de la oficina de correo. Ya las había estado esperando desde unos veinte minutos y me empezaba a molestar, cuando las vi a unos metros. Estaban siendo seguidas por Dong Kyul. Ellas lo ignoraban, pero siendo así, tomó a Hyorin por el brazo y la lastimó, cuando Yoorin trató de ayudarla la empujó al piso. Al ver eso yo fui hacia allá y lo golpeé. Yo…le hice mucho daño. Cuando lo dejé no podía moverse.-dije mientras veía mis nudillos- Yo me llené las manos de sangre ese día.
-Y tú… ¿Qué hiciste?
-¿Qué crees que hice? Tomé a mis hermanas y me fui de ahí.
-¿Y como está él?
-No lo sé, después de ese día nunca lo volví a ver. Nunca supieron con certeza que fui yo, pero como nos cambiaron de escuela muy rápido, asumieron que tenía algo que ver, y los rumores se esparcieron por todos lados, hasta llegar al colegio en donde estamos. Pero en fin, ya no soy así. Ahora…
-¿Juegas?-preguntó mientras nos volteábamos a ver fijamente.
-Creo que es mejor que golpear niños, ¿no lo crees?
Dije acostándome en el césped sin dejar de verlo, pero al no recibir una respuesta de su parte procedí
-De todas formas, es culpa de ellas.
-¿Por qué es culpa de ellas?
-Ellas ya saben como soy. Estoy seguro de que has escuchado los rumores sobre mi ¿verdad?-le pregunté y el negó con la cabeza- ¿no? Bueno, pues, dicen que soy de piedra. Que yo no siento. Dicen que no soy humano. Que soy la persona más egoísta que existe en el mundo. Incluso alguien me dijo que yo soy incapaz de sentir el amor, que moriría solo, sin nadie quien me amara y nadie a quien amar.
-Eso es ridículo,-dijo mirando hacia arriba-tú no eres así. Si las personas dicen eso es porque no te conocen, tal vez sí seas frio, egoísta y te guste jugar, pero ese no eres tú.
-¿Cómo estas tan seguro de eso?
-Es solo una corazonada-dijo acostándose junto a mi-pero descubriré quien eres, eso tenlo por seguro.
-No sabes cuantas veces he escuchado eso. ¿Qué te hace diferente de las demás?
- Que yo lo voy a lograr. Yunho-ah ¿a quien escondes? Lo voy a descubrir.
-Entonces… ¿no me tienes miedo?
-Desearías. ¿Estás loco? ¿Por qué yo te tendría miedo? No te tengo miedo.
-…Gracias.
Luego miramos las nubes mientras el sol dejaba caer su luz entre las hojas de los árboles y el viento jugaba con nuestro cabello.
No sé en qué momento nos quedamos dormidos, pero cuando desperté ya estaba oscuro y Jaejoong estaba junto a mí viéndome fijamente.
-¿Qué pasó? ¿Qué hora es?
-shhh…si no haces ruido, no nos descubrirán.
-¿De qué hablas?
Entonces se puso sobre mí, se aferró a mi ropa y me besó.
Fue entonces cuando en realidad desperté, ya era de noche y Jaejoong permanecía a mi lado profundamente dormido. Me levanté y bostecé, luego pateé suavemente las piernas de Jaejoong para despertarlo mientras lo llamaba.
-Eh! ¡Idiota! Despierta.
-¿Idiota?-dijo entre dormido y despierto.
-Ya es tarde, vámonos.
Las estrellas estaban en el cielo y la temperatura comenzaba a descender mientras hablábamos.
-¿Tarde?
Preguntó mientras tallaba sus ojos.
-Sí, tarde ¿Qué acaso hablo alemán? ¿Cómo te irás a casa?
-No iré…-dijo bostezando- me quedaré en la tuya.
-¿En mi casa? ¿Por qué? ¿Parece un hotel?
-¡Vamos! Mi casa está lejos y es tarde, además, mañana no vamos a la escuela.
Lo miré y suspiré.
-Esta bien.
Lo ayudé a levantarse para comenzar a caminar a mi casa.
-Y a todo esto, ¿dormirás con el uniforme?
-No.
-¿Tienes otra ropa?
-No, me vas a prestar algo de la tuya.
-Si, claro-dije en un tono sarcástico.
-Está bien…entonces…dormiré desnudo.
-No…por favor…todo menos eso.
Ambos reímos y seguí caminando hasta que me percaté que él ya no estaba junto a mí. Estaba mirando la vitrina de alguna tienda unos pasos atrás.
-¿Qué haces?
-Yunho…ya casi es tu cumpleaños, será tu cumpleaños numero 18.
-No me lo recuerdes.
-¿Qué quieres que te regale?
-No me tienes que regalar nada. Ven, vamos.
Retomamos el paso.
-Pero es tu cumpleaños. Sólo dime qué es lo que quieres, lo obtendrás. Lo que sea.
-¿Lo que sea?
-Sí, lo que sea.
-Está bien, entonces…ya sé lo que quiero.
-¿Enserio? ¿Qué es?
-Un teléfono.
-¿Un teléfono?
Preguntó preocupado.
-Sí, quiero un teléfono. Cómprame uno.
-…
Reí mientras habría la puerta de la casa.
-¡Mamá, estoy en casa!
-Creo que no está.
-Ya llegará, supongo.
-¿Y tus hermanas?
-Pasarán la noche con una amiga. Ven, vamos a mi cuarto, te prestaré ropa.
Subí las escaleras seguido tímidamente por él. Entré a mi habitación y comencé a sacar algunas prendas de mi guardarropa.
-Creo que te quedarán bien.
Cuando lo miré el corazón se me detuvo al ver lo lindo que se veía tímidamente parado en la puerta.
-Entra, siéntate.
Pasó tímidamente a la habitación y se sentó en la cama.
-¿Por qué estas nervioso?
Le pregunté mientras le entregaba la ropa.
-No estoy nervioso.
-Está bien. Ahí está el baño.
Dije señalando una puerta al fondo de la habitación.
Cuando entró bajé las escaleras y fui a la cocina a buscar algo de comida.
-¡¿Yunho?!
Escuché a lo lejos.
-¡En la cocina!
Unos momentos después llegó con mi ropa puesta. Noté que la miraba mucho para luego sonreír.
-¿Hay algún problema?
-No, ninguno, es solo que…huele a ti.
-y…
-Tendré tu fragancia por una noche….
Me sonrojé un poco.
-¿Qué dices? Deja de decir cosas extrañas. Ayúdame a cocinar algo.
-Lo siento…. ¿Sabes? Me siento algo extraño.
-¿Por qué?
-Bueno, yo pensé que la primera persona con la que pasaría la noche sólo sería…mi esposa.
Concluyó abriendo el refrigerador para sacar unas zanahorias.
-Tal vez algún día tú y yo nos casemos.
-¿Me estás proponiendo matrimonio?
Sonrió.
-Considéranos marido -dije señalándome- y mujer –concluí apuntándolo.
-¿Por qué yo tengo que ser la mujer?
-Porque tienes cara de niña.
-No sé de qué hablas, yo soy todo un hombre. ¡Auch! -saltó afeminadamente, lo cual provocó una carcajada de mi parte- no te rías. Me duele.
Entonces introdujo su dedo a su boca y comenzó a lamerlo sacando su lengua y mojando sus rojos labios manchados un poco de sangre.
-Si te cortaste ve a lavarte, no eres un perro.
Dije mientras sentía que me endurecía poco a poco. Jodidamente sexy.
-Tienes razón, ahora vuelvo.
Cuando se fue respiré hondo y traté de convencerme a mi mismo que no me afectaba de la manera en la que lo hacía.
Poco después de comer nos fuimos a dormir sin decir más.
-Yunho-ah.
-¿qué?
-¿estás dormido?
-cállate.
-no tengo sueño.
-yo sí.
-vamos a platicar.
-no, ya te di mi cama, confórmate.
-puedes venir aquí si quieres.
-¿enserio?
-sí, hay espacio para ambos.
Se hizo a un lado para que me acostara a su lado y así lo hice.
-Gracias.
-Yunho, se siente extraño….
-¿Qué cosa?
-Quedarse a dormir en la casa de alguien más.
-¿Jamás te habías quedado a dormir en la casa de alguien más?
-No, esta es la primera. Por si no lo habías notado, no les agrado a muchas personas en la escuela.
-Te odian.
-¿Por qué me odian tanto?
-Porque le agradas a las chicas.
-¿Enserio?
-Bromeas, ¿no lo sabías?
-No….
-Pues sí, hasta donde yo sé, dicen que eres apuesto.
-¿Tú piensas que soy apuesto?
-Yo que sé.
Sonrió.
-¿Cómo tenías amigos en primer lugar?
-No los tenía…-nos miramos-.Nunca los tuve.
-Yo soy tu amigo.
-… ¿enserio lo piensas? ¿Somos amigos?
-…por siempre Jae….
Kyaaaaaaaaaa soy la primera en comentar!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe encanta... please, please... contualo, espero con ansias el proximo cap... ^_^
Ya quiero ver como es que se dan las cosas entre el YunJae.... además lo del prologo en verdad me dejo algo preocupada... es que en verdad nunca se amaron??? O.o?
dios mio me encanta por favor continuaciooooooooooooon
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