EL Vino de la Pasión cap 1

“Impuro deseo….vicioso pecado, el embriagante sabor de tu cuerpo me deja indefenso, sin restricciones, quiero recorrerlo una y otra vez hasta intoxicarme de placer...dejando que el dulce licor de tus labios me vuelva adicto a ti...maldita perdición”

Corría el año de 1863, el desarrollo del país estaba a la alza con el descubrimiento de las maquinas a partir del vapor, lo cual genero un gran poder mecánico que se expandió en todo el mundo y Corea no era la excepción, quien controlara el vapor era sin lugar a dudas el más influyente, esto lo sabían muchas de las familias acaudaladas y de renombre pero una en especial fue la que al enterarse de conseguir semejante poder no dudo en invertir todo su dinero para el desarrollo de nuevas maquinas convirtiéndose así en la persona más influyente de Corea.

Él señor Kim JaeWook.

A sus 47 años seguía siendo viudo, perdió a su mujer al nacer su pequeño hijo
JaeJoong hace 19 años, a partir de ahí decidió no contraer nupcias con otra mujer, trataría de instruir a Jae en todos los artes posibles, ya que él heredaría todas sus empresas y monopolios.

Él señor Kim tenía grandes expectativas en su hijo, y nada ni nadie, ni siquiera el pequeño Jae los dejaría de lado, mucho menos en vergüenza, claro para Jae las cosas no eran así, odiaba que su padre tratara de vivir por él, imponiéndole tutores y toda clase de actividades aburridas para poder llegar a ser el sucesor de la familia, ya que, a los ojos de su padre era un buen chico, refinado, sofisticado, inteligente, “el hijo de papi”, en pocas palabras era “intocable”, por esa razón a pesar de haber cumplido sus 19 años no había tenido una novia, su padre decía que eran una pérdida de tiempo, solo las frecuentaba cuando se realizaba un baile o alguna obra de caridad, pero lo que Kim JaeWook no sabía era que nuestro niño no era tan inocente como aparentaba.

Su padre había puesto a su disposición una gran cantidad de sirvientes y guardaespaldas, que para deleite de Jae cumplirían todos y cada uno de sus caprichos, desfilando uno por uno en su cama, el más reciente era un chico de complexión delgada, un poco más joven que él, pero de estatura alta, castaño claro, una verdadera delicia en la cama pues era virgen.

Shim ChangMin

Era ayudante de cocinero y Jae se había encargado de quitarle cada que se pudiera esa inocencia característica del pequeño Minnie, lo había seducido, desde el momento en que lo vio un ardiente deseo por tenerlo surgió dentro de él, hasta que paso de ayudante de cocina a su acompañante personal, teniendo acceso libre a su cuerpo cada que sus deseos más bajos despertaban.

A Minnie no le desagradaba la idea ya que desde que entro a trabajar a la mansión Kim quedo prendado de esa profunda mirada, negra como la noche, cautivado con cada movimiento, incitándolo a dejar a un lado las diferencias sociales, se dejo envolver en las finas sabanas de seda, y ser acariciado en lugares que a ningún otro había dejado entrar, experimentando la intoxicante lujuria de su cuerpo, sumiso en un sueño de pasión y sexo desenfrenado, siempre tuvo en claro que era el juguete de Jae y que los “jueguitos” que realizaban no tenían que salir a relucir fuera de la habitación, pero eso nunca le importo, mientras pudiera estar cerca de él nada importaba, y a pesar de ser uno de tantos sin lugar a dudas era:

“Él preferido”.



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Bajo el chorro de agua caliente se encontraba un joven de tez blanca y cabello negro, miraba inexpresivo el fino mármol que tapizaba las paredes del baño, recargo sus manos sobre la pared mientras las gotas viajaban por su bien formado cuerpo, tratando de relajar sus músculos, toda la semana había experimentado interminables sesiones de estudio, administración de empresas, estadística, relaciones públicas, odiaba que lo llenaran al tope con “asuntos sin importancia” como él los llamaba, trataba de controlar su enojo reprimido ya que su padre le había reñido por tratar de escaparse de la reunión de la empresa donde se decidirían temas de suma importancia, temas que por supuesto le eran de total irrelevancia, lo peor fue que le reprendió frente todo el consejo ejecutivo cosa que lastimo su orgullo, salió del baño y se seco vigorosamente, dejando su piel roja por el contacto, tenía que aplacar su rabia a cualquier costa, tal vez una sesión de sexo con Min aplacaría sus ganas de golpear a alguien. Se coloco una bata blanca y llamo a Lin, una de las mucamas y pidió que le mandaran a traer y que fuera directo a su habitación, la chica hizo una reverencia y se disculpo con su amo, ya que Min no se encontraba en la casa, Jae colérico por la contestación de la chica de servicio, la tomo del brazo sin importarle que la estuviera lastimando.

Como se atrevía a decir que no estaba, se supone que era su compañía, tenía que estar siempre detrás de él por si le necesitaba, la chica comenzó a emitir pequeños quejidos, el agarre en la mano la estaba lastimando, Jae reflexiono y la soltó, después de todo no era su culpa y su día había estado un poco ajetreado, ya después se la arreglaría con Min por su desatención, se sentía irritado y cualquier cosa le molestaba, la chica lo miro con algo de temor, sabía que cuando su amo no estaba satisfecho explotaba con cualquiera que estuviera enfrente y para su mala suerte le toco enfrentarle, Jae le pidió que le dejara solo, la chica nuevamente hizo una reverencia y se marcho.

Ya dentro de su habitación caminaba de un lado para otro tratando de calmarse, necesitaba despejarse y no pensar en nada, decidió acostarse en su cama a ver si podía conciliar el sueño y cuando se disponía a dormir, tocaron a su puerta, Jae con la poca paciencia que le quedaba atendió a la puerta.

-Puede pasar.

-Señor, en el recibidor le espera el señorito YunHo, desea contar con su presencia.

Al escuchar ese nombre se levanto para ver a su invitado, por fin YunHo había regresado de su viaje, era su primo lejano, solo que su relación iba más allá de un simple lazo familiar. Mantenían una relación a escondidas de sus padres, a escondidas de la sociedad, para todos los sirvientes era un secreto a voces, pero Jae les había amenazado que si su padre se enteraba de algo los despediría, por eso cada mensaje era dado directamente a él, opto por dejar sus pensamientos de lado y vestirse con una ropa ligerita para salir a recibirlo, él sí que calmaría sus ansías de “tocar y ser tocado”.

Bajo las escaleras lo más rápido que pudo y ahí en la entrada se encontraba su aún amante, el cual lo recibió con un gran y fraternal abrazó; Jae rápido busco atrapar sus labios, necesitaba de él, sentirlo, el beso se torno apasionado, casi asfixiante, sus lenguas jugaban y se degustaban como si no lo hubieran hecho en años, YunHo sin querer separarse aún, tuvo que hacerlo, ya que la necesidad de aire lo asalto, tomo a Jae de los hombros y lo fue separando poco a poco, Hero protesto y trato de iniciar un nuevo contacto pero su “primo” volvió a abrazarlo pegándolo a su pecho impidiéndole dicha acción.

-Veo que me extrañaste mucho mi dulce primito, tanto que no te puedo despegar de mis labios.

-ohh, que esperabas, me dejaste por más de 3 meses, es lógico que mis labios te busquen, tardaste mucho.

-Que acaso Min no te deja satisfecho, la ultima vez estuvo magnifica aquella pequeña “reunión” que tuvimos los tres en tu habitación.

-Entonces prefieres más la compañía de Min que la mía.

Jae hizo ademan de querer llorar y bajo un poco la mirada, haber si YunHo le premiaba con un cariñito, cosa que hizo, acaricio su mejilla suavemente mientas iba alzándola, roso sus labios solo un poco para tener toda la atención de su primo y lo miro fijamente.

-Escúchame Jae, tú eres de los pocos placeres que nunca me cansaría de disfrutar.

Jae volvió a besarle, pero aun tenía ganas de molestar y la curiosidad sobre Min lo hizo preguntar de nuevo.

-¿Y Min?.

-¿Que con él…?

-Sabes muy bien a que me refiero.

-Pues…

YunHo sabía perfectamente que aunque Jae despertaba su más pecaminosos deseos Minnie también lo hacía y en mayor proporción, por qué si lo que sentía por Jae era deseo, por Min era una obsesión profunda, casi enfermiza ya que Chanming era más chico que él y tal vez era eso lo que lo excitaba aun mas, encendía su éxtasis el saberse poseedor de tan puro cuerpo, le volvía loco a sobre manera, ahora sí que se encontraba contra la espada y la pared, decir la verdad o mentir, no le dio tantas vueltas al asunto cuando sintió que Jae le jalo un poco para que contestara y opto por decir la verdad ya que los hombres de su clase no permitían tan baja artimaña.

-Pues…Min también es de los placeres que no puedo dejar de lado.

-Lo sabía, lo prefieres a él sobre mí.

-No es eso bebe, disfruto tanto tu compañía como la suya, es solo que no puedo dejar de lado al pequeño Minnie, tu tampoco lo haces o si.

YunHo volvió a alzar el rostro de Jae mientras depositaba pequeños besitos sobre su rostro, Jae no hacía más que suspirar cuando YunHo comenzó a acariciar su abdomen por debajo de la delgada prenda, dirigiendo su mano un poco más abajo mientras le daba un pequeño mordisco a su oreja susurrándole palabras de una manera seductora, comenzando a dar pequeñas lamidas que sabía le hacían estremecer.

-¿O me lo vas a negar?…yo se que tu también disfrutas de Min...umm…Jae

-Yo…ah…aah, si…yo también lo disfruto…yo…mnhm…no…no lo disfruto

YunHo cerró su mano en el miembro de Jae, comenzando a estimularlo, primero lento, después un poco más rápido, torturándolo con cada toque, Jae comenzaba a sentir un intenso calor que quemaba sus entrañas, debía calmarlo así que tomo el mismo la mano ajena, indicándole que el ritmo fuera más rápido, YunHo se detuvo un momento y separo las manos de Hero, Jae lo reprocho con la mirada y YunHo solo sonrió de lado.

-Ah…por qué…ya termina…aaahh!!…no me castigues así

-Por qué yo soy el que lleva el control y terminare cuando aceptes que tú también deseas a Min, no seas mentiroso gatito.

Jae no tuvo más remedio que rendirse, después de todo él fue el primero en profanar el cuerpo de Minnie y por supuesto que había deseo en él cada que compartían algo más que simples besos, tenía que aceptarlo ese pequeño también le volvía loco.

-Está bien, lo deseo…lo deseo…ah…ya!!!...eso querías no, ahora sigue.

-Como tú desees.

YunHo satisfecho por la confesión retomo su tarea en el miembro de Hero intensificando un poco más los movimientos, de arriba abajo, mas fuerte, más rápido, dejando de lado las caricias y haciéndose del ya excitado miembro de Jae de una manera ruda que lo lastimaba, pero que le proporcionaba un intenso placer, Jae no pudo más que abrazarse con fuerza a U-know haciendo que su respiración chocara en el cuello del menor quien se extasiaba con cada gesto y gemido que provenían de su lindo Boo.

-Y bien…¿Prefieres mi mano o quieres sentir mi boca?…tú decides bebe…que es mejor…sabes que hare lo que quieras…solo…pídemelo

-Ahhh!!!!!!! Todo…todo…ya dame todo…más fuerte

Jae lo estrujo un poco más cuando se sentía venir y antes de poder terminar un sonido en la puerta los hizo detenerse, sus respiraciones hacían eco en la inmensa mansión, quedaron estáticos por un momento sin saber qué hacer, YunHo miro a Jae con desconcierto y …

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