People say prologo

PROLOGO

Y le dijeron que no se acercara al Park Yoochun, le advirtieron que no lo hiciera, pero él mas necio de lo que jamás había recordado ser se había encontrado a si mismo hundiéndose en el gran hoyo negro que ese extraño personaje era y no había puesto ninguna resistencia.

Su autocontrol no había aparecido en meses, sus sensatez era algo de lo que estaba casi seguro no podía contar y era así como se había dejado arrastrar por esa corriente que no solo lo conducía sino que lo presionaba insistentemente contra su voluntad, voluntad que no sabía donde había dejado.

Pero tampoco podían llamarlo débil, porque no lo era, por que ya quería probar al mundo entero que resistirse a ese hombre no era algo de lo que cualquiera podía jactarse, por lo menos nadie lo había logrado hasta ahora y tuvo que concordar con sus amigos, A Park Yoochun se le debía poner un cartel de peligro.

Al menos podía pararse en su lógica, en su potente capacidad de mantener sus pies en la tierra y no olvidarse jamás de la realidad, algunos preferían llamarlo pesimismo pero él sabía que era lo único que lo había mantenido con cordura.

Cordura que había perdido esa noche, entre los tres vasos de cerveza y el serpenteante humo del cigarrillo, aquel que se fue mientras su cabeza no era más que una grumosa masa inservible, justo en el momento en el que decidió entrar a aquellos baños públicos.

Perder la lucidez no estaba entre sus planes y el agua fría del lugar no ayudo a aclarar su perspectiva, aun peor el reflejo de aquellos ojos negros que jamás lo habían mirado y que ahora prácticamente estaban moliendo su último pedacito de sensatez.

Y no supo como comenzó y mientras su espalda baja sentía el azulejo de aquel comunal baño no le importo un demonio por que jamás en su vida lo habían besado así y nunca nadie había quemado su piel con solo las yemas de sus dedos.

Era aquella sensación lo que lo abrumaba, porque podía sentirse desesperado casi iracundo porque aquel placer era delirante pero no suficiente y sentía que había más potencial en eso, aun así no paraba de gemir mientras su cuello era mordido, succionado y besado mientras aquellas manos no dejaban de apretar su trasero.

Se sentía totalmente apabullado por aquel chico y quería más y no sabía cómo obtenerlo ni pedirlo y mientras un largo gemino salía de su boca, apretando el cuello de la chaqueta de Yoochun (porque era insoportable) podía sentir como su cuerpo reaccionaba a aquel descarado rose, a aquella increíble boca y supo más que nunca por que Yoochun era peligroso.

Siguiente