Placer a las 2:00 a.m. cap 5

Yoosu's pleasure



Junsu…déjame tenerte…- sus manos viajaron bajo mi playera, apretando mis tetillas con firmeza. Un nuevo grito de placer salió de mis labios y Yoochun lo encubrió besándome de forma hambrienta - No quiero que nadie más escuche esa hermosa voz tuya-

-Ahhh…- gemí entre dientes. Yoochun devoraba cada centímetro de mi piel, humedeciendo todo mi cuerpo y dejando fuego por donde pasaba. Cada vez que Yoochun me tocaba el placer era inmenso y lentamente me estaba convenciendo de mandar todo al diablo y dejarlo hacer conmigo lo que desease.- N…no podemos…aquí…no…-

-Tu tranquilo…- me dijo al oído, lamiendo la cavidad de mi oreja derecha, yo me estremecí y solté un suave gemido- Yunho hyung llegará hasta la media noche y…- hizo una pausa mientras una sonrisa algo maliciosa se formaba en su rostro- Al parecer Min y Jae hyung están algo ocupados en estos momentos…-

Al escuchar esta última frase mis ojos se abrieron como platos. ¡¿Yoochun también había visto lo que estaba ocurriendo en la cocina?!

-No me mires así…- me dijo, acariciando mis labios suavemente con sus dedos. Yo seguí mirándolo estupefacto, pensando en que había tenido que mentir para nada.

-Tú…p..pero ¿cómo?-

-¿Cómo lo supe?... Oh, Jaejoong me lo dijo…- empezó a explicarme de la manera más calmada mientras sus manos comenzaban a bajar hacia mis muslos para acariciarlos- De hecho…Jaejoong también me dijo que si veía que él y Min estaban solos en algún lado…lo ayudara impidiendo que tú y Yunho hyung viesen cosas “indebidas”…así que, se supone que no debí haberte dejado ir a la cocina…- una sonrisa de medio lado se dibujó en sus labios mientras sus manos subían cada vez más por mis muslos, hasta llegar a mi abultada entrepierna- Pero…no pude evitar querer ver tu reacción…y por lo visto fue una reacción MUY buena- sonrió aún más, de una forma que me pareció casi maldita y sus manos empezaron a danzar por mi excitado miembro de nueva cuenta, arrancándome fuertes gemidos.

-Ahhh…eres..un…ratón del mal- traté de insultarlo, pero me fue imposible reprimir los gemidos que se agolpaban en mi garganta. Quería sentir más de Yoochun..más…

-Y este ratón es sólo tuyo, baby…- susurró, guiñándome un ojo sensualmente y haciendo que me sonrojara. Cuando menos me di cuenta, mis pantalones y ropa interior se encontraban en el piso. – Susu…sé que estas disfrutando esto. ¿Quieres sentir algo aún mejor?- me dijo, lamiendo mi cuello lentamente, en espera de mi respuesta.

-Mmm…sí…sí quiero, Chunnie- respondí a su propuesta, incapaz de rechazar aquella oferta tan tentadora.




Lo que pasó después de eso, es algo que quedará por siempre entre Yoochun y yo.

Love Making In The Kitchen




- Te quiero ahora-me dijo Changmin al oído, lamiendo mi oreja y mordisqueando el lóbulo de ésta de forma sensual. –No me importa si nos escuchan...no me importa si nos miran...quiero tenerte ahora-

Cada una de sus palabras penetraban profundamente en mi cerebro, en su tono de voz estaba presente ese fuerte deseo e inmensa decisión que tanto me atraían hacia él. Sus manos frías acariciaban con desesperación mi espalda y yo sentía como sí el frío de sus manos se convertía en lava ardiente cada vez que hacían fricción con mi piel. Traté de contener mis gemidos pero, al ver aquella media sonrisa en sus ojos, me di cuenta de que era inútil. Changmin sabía bien que sus caricias me son irresistibles y que cada vez que su piel tiene contacto con la mía, no puedo soportarlo. Siempre quiero más, qué me toque con más fuerza, que bese mis labios hasta que ya no los sienta, que acaricie mis adentros hasta que los dos no podamos más. Lo quiero todo. Lo necesito todo.

-Pero…aquí…aaah…- comencé a hablar, pero la repentina caricia en mi entrepierna no me dejó siquiera formular una oración entendible. Changmin sabe muy bien lo que me pone al borde del placer y estoy seguro de que no dudará en usarlo.

-Sé que lo deseas tanto como yo, hyung- recitó en un tono tan sensual que me derretía cual chocolate en horno caliente. Quién diría que el bebé del grupo podría ser tan sexy… - Aquí…- acarició con sus manos mi trasero y penetró con uno de sus dígitos mi entrada por sobre la ropa- está pulsando por el deseo…-

Gemí con fuerza, imaginando como sería que su miembro caliente entrara en mí una y otra vez. Lo miré a los ojos y, por unos instantes, me pareció escuchar unos pasos apresurados que salían de la cocina, pero no le presté la mínima importancia. El deseo nublaba mis sentidos, impidiéndome fijar mi atención en cualquier otra cosa que no fuera las caricias deliciosas que mi dongsaeng me proporcionaba.

-Vamos Jae hyung, canta más para mí…- me habló al oído, lamiendo salvajemente la parte trasera de mi oreja derecha. Sus manos viajaron hacia mi pecho, donde comenzaron a acariciar mis tetillas, haciendo que me estremeciera y arqueara mi espalda hacia atrás.- Esta parte también requiere atención- dijo, bajando su boca a la altura de mis pezones para comenzar a succionar con fuerza.

Un mar de sensaciones se desataba dentro de mí mientras sentía como su lengua probaba todos y cada uno de los rincones de mi piel.

“A este paso terminaremos haciéndolo en la cocina”.

Al pensar esto no pude evitar sonrojarme y que la excitación de hacerlo en la cocina se apoderara de mí.

Era algo vergonzoso, pero el saber que no era correcto y que en cualquier momento alguien podría entrar, hacía que mi corazón latiera a mil, esperando con algo de emoción por el momento en el que Changmin me poseyera ahí mismo.

-Ahhh…Min…- gemí con fuerza, la pasión apoderándose por completo de mí ser. El raciocinio ya no tenía cabida en este juego lleno de ardiente pasión, quería a Changmin y lo quería lo más pronto posible.

El más joven del grupo, alentado por mis gemidos, soltó una pequeña risita, deteniendo sus caricias y mirándome fijamente con aquellas orbes sumergidas en completa lujuria.

-Gírate- me ordenó, sin dejar de perforarme con aquella mirada ni por un solo segundo. En otra ocasión me hubiese molestado por su tono imprudente, pero estaba desesperado por más contacto de su parte así que realicé lo que me pedía.- Ahora bájate los pantalones, hyung…y también la ropa interior.-

-Aish…- murmuré, haciendo lo que me decía. Los colores se me subieron al rostro, pensando que en esos momentos Changmin me estaba observando fijamente.

- Estás sorprendentemente obediente Jaejoongie hyung…- lo escuché aproximarse cada vez más hasta que el bulto de sus pantalones se encontraba presionando con fuerza en mi trasero, suspiré intentando acallar mis gemidos y él siguió hablando, presionando su miembro cada vez más, haciendo que lo deseara con más ganas.- Será porque te mueres por que esté dentro de ti…¿uhm?- preguntó a pesar de ya saber la respuesta y comenzó a acariciar lentamente mi erguido miembro. Era una tortura sentir tanto y nada a la vez.

- Ahhhh…Min…apresúrate…- lo incité, esperando a que por fin me poseyera y que las tortuosas caricias llegaran a su fin, dándole paso a un placer mucho más grande.

- Shhh. Calma Joongie hyung…- me acalló, para después tomar mi barbilla y girar mi rostro, comenzando así un largo y apasionado beso en el que su lengua exploró mi boca enteramente. Terminado el beso se apartó, dejándome algo confundido. Giré mi rostro para ver la razón de su distanciamiento pero el sólo sonrió con malicia para, acto seguido, hacerme una seña que indicaba que me girara de nuevo.

-¿Qué pasa…?- pregunté entre resoplidos, tratando de recuperar mi aliento.

- Joongie hyung…¿me quieres dentro de ti?- lo escuché preguntar con esa voz sensual que me arrancaba toda cordura existente.

Un calor insoportable comenzó a recorrer todo mi cuerpo y yo asentí levemente sin girarme.

-Entonces…primero quiero ver como lo haces tú mismo…-

¿Qué? ¡¿Me estaba pidiendo que me masturbara frente a él?!

Bueno…a decir verdad ya lo había hecho varias veces…pero era por las madrugadas, cuando TODOS estaban dormidos y la luz era tenue. ¡En cambio ahora estábamos en la cocina, eran las 3 de la tarde y Junsu y Yoochun se encontraban en la sala!

-¿Por qué tardas tanto?- me cuestionó con aquel tono que me hacía derretirme. Giré un poco la cabeza para mirarlo y rechazar su atrevida propuesta pero…cuando miré aquel rostro empapado en el deseo…no pude negarme.

Regresé a mi posición original, dándole la espalda a mi dongsaeng, para después comenzar a auto complacerme.

Primero empecé insertando uno de mis dígitos lentamente, la sensación no se comparaba con la satisfacción que me brindaba el tener a Changmin dentro de mí…pero debía continuar si es que quería obtener lo que más deseaba en esos momentos.

Introduje el segundo dígito, haciendo que mis dedos penetraran cada vez más rápido. Grititos de placer salían de mis labios. Mi miembro erguido clamaba por atención. Mi entrada vibraba con cada embestida de mis dedos, pidiéndome más, preguntando por algo más…

-Chang…¡Changmin!...aah…- gemí impetuosamente, imaginando que era el sexo de Changmin el que rozaba las paredes de mi entrada.

Segundos después sentí como dos fuertes y masculinas manos se enredaban en mi torso. Su suave barbilla se apoyó sobre mi hombro izquierdo, labios hambrientos resoplaban cerca de mi oído y, su miembro, ahora desnudo, se presionaba ardiente contra mi demandante entrada. ¡Ah, cómo lo necesitaba! ¡Cómo lo deseaba!

-Ah…hyung, eres hermoso…- dijo en un ronroneo que destilaba erotismo, su mano viajó hasta mi miembro, comenzando a masajearlo con rapidez.- Te quiero solo para mi…- aceleró sus caricias y comenzó a empujar su sólido sexo en mi interior, logrando que me estremeciera por completo. Un calor insoportable se adueñó del ambiente y mi cabeza era un completo desastre.

- Ahhh…ya soy…sólo p…para…ti-

-Joongie…mm..- lo escuché gemir entre dientes mientras su miembro se introducía por completo en mí.

-M…más…más rápido…- Demandé. Mis caderas moviéndose frenéticamente, buscando un contacto de mayor profundidad.

Al escuchar esto, Changmin me tomó más firmemente por las caderas, haciendo que nuestros cuerpos se acomodaran en una posición más horizontal. Sus labios mojados recorrieron mi espalda y su miembro entraba y salía con fuerza.

Una sinfonía de gemidos, suspiros y el ruido que hacía un cuerpo al chocar contra otro, resonó por toda la cocina. Nuestra piel, resbalosa por el sudor, quemaba con cada fricción, con cada caricia.

-Ahhn…Min…Miiiin…-

-Hyung…gírate…quiero ver tu rostro cuando te vengas…- murmuró bajo su aliento al momento en que con sus manos me ayudaba a girarme y me colocaba sobre la mesa, mirándome fijamente por unos segundos.

-¿Qué…qué miras?..-

- Lo erótico y deslumbrante que te ves…- declaró con una voz profunda, haciendo que el calor que mi interior guardaba aumentara aún más.

Me acerqué para devorar sus deliciosos labios y el reanudó sus fuertes embestidas.

Changmin lamía mis labios ferozmente entre resoplidos de placer y yo gritaba su nombre repetidas veces en arranques de pasión.

Sentía vívidamente como su sexo pulsante danzaba dentro de mí, mientras una de sus manos acariciaba mi propio miembro una y otra vez.

Coloqué mis manos en su espalda, enterrando mis dedos en su piel. Escuché como Changmin murmuraba mi nombre una y otra vez, llamándome a volverme uno con él.

Finalmente, después de rudas embestidas y ensordecedores gritos de satisfacción, los dos alcanzamos nuestro tan deseado clímax, quedando exhaustos, aferrados el uno al otro sobre la mesa.

-Tenemos que…vestirnos…- le dije a Changmin, ya que mi pulso se había estabilizado un poco.

-Sólo un poco más…- me dijo, aferrándose a mí con más fuerza y resoplando en mi cuello.

Yo sólo sonreí, acariciando con dulzura sus cabellos.

-Eres el bebé después de todo…- murmuré suavemente mientras mi sonrisa se hacía aún más grande y la felicidad que me envolvía también crecía, haciéndome sentir sumamente especial.

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