Secuestrado cap 1

Anzuelos

Nuevamente, como hace siglos, el sol nace tras las montañas, veo a mi alrededor y todo esta como lo dejaron anoche, la puerta se abre “JunSu…buenos días…” me dice ByungSoon, toma las llaves de mi habitación, cierra la puerta y oigo la cerradura dar vueltas, se que esa puerta no se abrirá hasta el desayuno, luego lo hará para el almuerzo, la cena, y si el lo desea, para otras cosas…ya no me desagrada estar aquí, e pasado toda mi vida encerrado en esta casa…
…El primer recuerdo que tengo es un parque, yo y otro chico jugando, una mujer que sonríe, no puedo recordar sus rostros, ni sus voces, el siguiente recuerdo es… ByungSoon, le recuerdo tomándome por los brazos y sacarme de allí, luego, mi fotografía en las televisoras, en las calles, mi nombre en las radiotransmisores, a la policía buscándome…y a el, sonriendo, diciéndome que todo estará bien. Casi un año mas tarde, en el noticiario decían que mi cuerpo había sido hallado, yo tenia cinco años, le preguntaba si de verdad estaba muerto, si aquel cuerpo mordido por los perros y en descomposición era yo, el dijo que no, que solo era otro niño y que le había pagado una fuete suma a la policía y los forenses “pagué mucho por ti…pero vales la pena” me dijo, desde ese día… deje de importarle a todos, yo estaba muerto, no podían hacer ya nada… fue cuando el comenzó a mostrar sus verdaderas intenciones, solía pedirme que me sentara en sus muslos, y, conforme fui creciendo, pedía mas y mas cosas. A los ocho años intente escapar, a esa edad el comenzó a tocarme, me sentía mal, el estomago se me revolvía, entonces el decidió atarme, al principio fue solo de un pie, pero, intente huir tantas veces que acabe atado de brazos, pies, rodillas, codos y con unos horribles anzuelos que no me dejan caminar en la planta de mis pies, el dijo que no podría salir nunca de la habitación, y lo cumplió, apenas puedo caminar hasta el baño, mis pies suelen sangrar, pero…debo admitir que el no me trata mal, tiene en mi habitación televisor, muchos libros, música, dice que debo ser una persona culta, no se por que dice eso…si para lo único que le soy útil es para…pero ya me he acostumbrado, no siempre me viola, a veces se me queda mirando, horas y horas sin quitarme la vista de encima, otras, solo me acaricia y se va, esto comenzó hace tres años, cuando cumplí los trece, y desde ese día han sido constantes. Es un asco. Apenas puedo soportarlo, evito ver mi reflejo, me do vergüenza a mi mismo, el me pide que haga ciertas cosas, que gima su nombre cuando entra en mi, esto, es para mi, algo rutinario, en los últimos años, escuche la voz de una niña, la voz de una muchacha resonaba por la casa, siempre seguida por la voz de ByungSoon, la voz de la chica se acallo por varios meses, por dos creo, para dar paso a llantos constantes, de alguien, una voz aguda que chillaba a cada hora, mas tarde el me dijo que aquel era su hijo, me susurro tiernas palabras de amor, diciéndome que el único en su corazón era yo, que ninguna mujer, ni ningún hijo podría cambiar eso jamás, por supuesto que no le creí nada, el día que me lo confeso, se quedo largas horas abrazándome, acariciando mi piel con delicadeza, creo que hasta con ternura, fue algo perturbarte para mi, luego de eso…algo así jamás volvió a ocurrir, ahora, veo pasar gente allá bajo, en la acera, caminar, personas que sonríen alegremente, las ventanas espejadas de la casa no les permiten verme, pero yo si a ellos…hay una persona en especial que atrae mi atención, un chico que pasa cada tarde frente a este lugar, miro hacia mi ventana, como intentando verme, su cara es muy hermosa, y, a pesar de que solo le he visto desde lejos, se que es alguien de buen corazón…no hace mucho, ayudo a una anciana con sus pesadas bolsas, a una señora con la carreola de su bebe, se que es una persona buena.
Atardece, escucho el auto de ByungSoon estacionarse, me asomo por la ventana, mis pies han comenzado a escocer, afuera, todo se nubla por la proximidad de la lluvia, aunque para mi, cada día es una tormenta “JunSu, ¿Cómo haz estado?...” me dice cerrando mi puerta, trayendo consigo la comida que deja cuidadosamente cerca de mi cama, “como cada día….” Le digo, sentado en la cama, cubriéndome con las mantas “oh, no hay nada de que avergonzarse, tu cuerpo es hermoso así desnudo como esta, esta muy bien dejar que el resto lo vea” se acerco a mi con su sonrisa maniaca y volvió a ocurrir, el estaba cerca de su clímax cuando aquel muchacho paso, solo pude mirarlo, desee gritarle que me sacara de allí, que me quitara a ese hombre de la espalda y me sacara, comencé a llorar, me sentía desesperado, todo había acabado antes de darme cuenta, mi cuerpo cayo hacia una lado, no recuerdo que ByungSoon se marchara o como, de repente, ya era de día, solo recuerdo que rogaba para que me sacara de allí…solo eso.

Pasaron días, no recuerdo cuantos, pero vi a una mujer salir de casa con un niño pequeño y un montón de maletas, a ByungSoon despedirlos con alegría y la piel se me erizo, algo me decía que nada bueno se avecinaba...cuanto odio tener razón.
Acaso paso un día y el llego en compañía de dos tipos mas, creo que estaba fuertemente drogado, los otros dos tipos, dedicaron especial tiempo a torturarme, a morderme, a llevar mi cuerpo a limites terribles, pero como si eso no bastara, sacaron hojillas y comenzaron a cortarme…los brazos, la espalda, las piernas el pecho…la sangre corría roja por todo mi cuerpo y ellos la bebían, casi sintiendo placer de hacerlo, en un punto perdí la conciencia de todo a mi alrededor. Pensé que moría, pero por desgracia no fue así.

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