Mi Amigo...Mi obsesion cap 3

Changmin


Y allí me quede después de que saliese de la biblioteca, mas parado que una estatua; su respuesta me había sorprendido demasiado y si algo pude comprobar con ella fue la poca autoestima que JaeJoong tenia.
Se comparaba con un perro, y no con alguno de raza como hubiese echo cualquiera de los alumnos de este prestigioso y maldito campus, no, el había dejado bien claro que era un perro sin pedigrí…como si solo valiese el tipo de sangre que corriese por las venas…como si el mismo no valiese nada.


Como era costumbre en mi me había adentrado demasiado en mis pensamientos y solo desperté cuando la campana de anunciaba la primera clase empezó a sonar.
Corrí por todo el pasillo hasta aquella clase, que por suerte para mi el profesor no había llegado. Volé a mi asiento, justo al lado de JaeJoong, que ni se dio cuenta que había llegado, algo que me dolió un poco. Quise hablarle de nuevo y mi intento se vio frustrado ya que el profesor entro en ese mismo instante, mordí mi labio por la interrupción, me termine de girar para tomar todos los apuntes necesarios para aprobar aquella asignatura, demasiado simple para mi. No llevaba demasiado tiempo la clase empezada cuando yo ya estaba aburrido del todo, el lápiz había dejado de ofrecerme algo de diversión y mi desesperación por que las agujas del reloj se moviesen me estaban llevando a ponerme nervioso; empecé a buscar algo mas con lo que entretenerme y fue en ese instante cuando descubrí a mi compañero de mesa con los ojos cerrados. Apenas podía verle de perfil bien, pero fue lo justo para que recordase a la perfección la primera vez que le había visto; me había quedado impresionado con el desde ese día. Había pasado algún tiempo desde que deje de verle en aquel lugar, y temía volver a encontrarle y que no fuese el mismo de siempre, por lo que mi alegría al verle de nuevo y comprobar que seguía igual me tenia, quizás, demasiado feliz.
Tenia algunas cosas que antes no había visto, como todos los pendientes que colgaban de sus orejas, a mi me encantaban pero me era imposible ponerme algo así, pues seguro que mis padres me desheredarían.

…Quizás no fuese tan malo eso después de todo…

Una sonrisa se dibujo en mis labios cuando pensé aquello, no podía evitarlo, al menos así dejaría de ser una exposición con piernas.

Suspire y volví a mirar a mi compañero, aun continuaba dormido. No quería que el profesor le dijese nada por lo que le zarandee un poco, pero aun así no abría los ojos, lo intente de nuevo un poquito mas fuerte, moviéndolo de la posición en la que estaba, con un resultado un poco doloroso…se había dado con la cabeza en la mesa.


- Ahhhhh – el grito que dejo escapar se escucho por todos los rincones del aula.

- Señor Kim algún problema? – toda la clase se había girado para mirar que ocurría

- No… - me miro muy fijamente – esq me duele la cabeza…

- Y por eso tiene que gritar? – el profesor continuaba con aquella cara de perro de caza mirando hacia JaeJoong.

- Profesor a sido un pinchazo que le había dado – me levante de mi asiento con aquella excusa, luego no tarde en agarrar del brazo a mi compañero – le voy a llevar a la enfermería!



Tire de Jae hacia fuera de la clase sin esperar respuesta alguna del profesor, en ese momento no me importaba demasiado, pero quería que JaeJoong cambiase la mirada fría que tenia hacia mi. Todos nos habían estado mirando mientras caminábamos y podía escuchar muchos de los murmullos de la gente de la clase, de verdad eran demasiado hirientes.
Cerré la puerta tras pasar yo, no sin antes hacer una reverencia al profesor que me miraba con la ceja levantada.
Empezamos a caminar, ni demasiado rápido, ni demasiado lento, hasta que note como me detenían, me gire lentamente encontrándome con la cara de enfado de JaeJoong.


- Suéltame – nada mas escuchar aquello mi vista paro en nuestras manos, aun se la tenia sujeta con fuerza.

- Perdona! – le solté, como si me hubiese asustado de pronto de tenerle así, escondiendo mis ojos de los suyos que no se apartaban de mi persona.

- Me había dormido verdad? – su tono serio había desaparecido por completo cuando me pregunto aquello, se le notaba avergonzado.

- Si – volví a mirarle y el parecía en otro mundo – quise despertarte disimuladamente…pero…- no hacia falta seguir, el mismo sabia que había ocurrido después.

- Gracias – la sonrisa que había puesto en aquel momento me nublo por completo todos los sentidos – si me pilla ese profesor durmiendo me hubiese suspendido directamente

- De…de…de nada – parecía un idiota tartamudeando de aquella manera bajo el resplandor de sus labios perfectamente curvados hacia arriba – se…será mejor q vayamos a la enfermería…por si acaso…


Vi que se tocaba algo la frente y luego asintió, empezando a caminar una vez más, solo que esta vez más lento hasta el lugar que dije, y en ese momento lo único que fui capaz de hacer fue seguirle en silencio.


- No hay nadie - le escuche decir mientras se ponía a buscar algo por las estanterías.

- Que buscas? – pregunte desde donde estaba, sin atrever a moverme ni un centímetro, por si le molestaba mi cercanía.

- Las aspirinas – respondió cuando metió la cabeza en uno de los huecos de donde rebuscaba – pero no se donde las han debido poner…



Observe mejor dándome cuenta que no solo tenia metida la cabeza en la estantería, sino que también se había subido a un pequeño banquito para llegar a los lugares más altos, que ni yo mismo llegaba. Intentaba ver hacia el final del último estante cuando empezó a moverse demasiado, haciendo que el banco se moviese demasiado para los lados.


- Hey ten cuidado


No me dio tiempo de decir mas cuando el banco cedió y con el JaeJoong, corrí como pude, todo había pasado de cámara lenta a una demasiado rápida, y ahora nos encontrábamos los dos tirados en el suelo.




JaeJoong


No solo tenia un dolor de cabeza que parecía que cien tambores sonaban a todo volumen en el interior de mi si no que tampoco había encontrado las aspirinas y para colmo me había caído encima de ChangMin.
Levante un poco la cabeza para mirarle.


- Estas bien? – pregunte en cuanto pude levantarme.

- Si… - me respondió tímidamente, levantándose del suelo sin perder un segundo.

- Lo siento, debí hacerte caso – me disculpe rápido pues de verdad me sentía apenado

- No..No te preocupes – su mirada no se apartaba del suelo, por lo que me preocupe y le agarre del mentón, haciendo que me mirase directamente.

- De verdad estas bien? – quizás me acerque demasiado, ya que se alejo de mi como un rayo – Perdona…esq estas muy rojo por eso pensé que te habías dado un golpe o algo así – muy inteligente por mi parte, ya sabia que había pasado como para preguntarle esa tontería.

- No…no es nada – se alejo todavía mas y abrió la puerta – me…me voy – no me dio tiempo a decirle nada mas pues ya había salido corriendo de la habitación.


Me extraño un poco su reacción, pues no parecía ser de los que saliesen corriendo por tonterías así. Al mirar hacia el suelo me di cuenta que no solo había caído encima de ChangMin, también había tirado bastantes cosas de las que había en las estanterías por el suelo, resoplando me puse a ordenarlo todo de nuevo, encontrando de paso las aspirinas que tanto necesitaba.


Llevaba un rato caminando por todos los pasillos buscando al chico nuevo. No quería acosarle ni nada por el estilo, pero me había dejado un poco preocupado cuando salio corriendo de aquella manera y si estaba preocupado no podría concentrarme más en clase.
Habrían pasado unos 25 minutos desde que empecé a buscarle y no había manera de dar con el, en las aulas no estaba, en clase tampoco ni en los baños de la primera y la segunda planta.
Ya solo me quedaba subir a la tercera planta, donde se hacían las prácticas de laboratorio además de tener la sala de videos. Conocía aquello como la palma de mi mano, en menos de lo que espere tenia bien inspeccionadas las clases y ahora solo me quedaba el baño. Si no estaba hay esq se había evaporado del edificio.

Abrí la puerta y nada mas entrar escuche unos ruidos un tanto extraños, no podía ser la mujer de la limpieza ya que ella ponía la música muy fuerte.
Sin hacer apenas ruido me acerque a los cubículos, escuchando atentamente, por si tenía luego que salir corriendo. Mi mente empezó a formar ideas de un asesino que se encontraba allí para liquidar al estudiante más patoso de todo el campus; me arme con lo que tenia a mano: una simple escobilla y un enorme escalofrió recorrió toda mi espalda con solo imaginarme aquella situación. Trague saliva y di unos cuantos pasos mas hacia donde provenía el ruido.
Lo que fuese que era ya no se escuchaba. Con el corazón todavía latiendo a mil por hora me dispuse a salir del sitio cuando volví a escuchar, pero esta vez más claro, el sonido del principio, dándome cuenta de lo que se trataba enseguida.

- Quienes estén hay dentro se lo están pasando en grande


Mucho mas tranquilo ahora iba a volver a irme cuando un gemido mas fuerte despertó toda mi curiosidad, algo demasiado peligroso, rápidamente busque un agujero, una ranura o un espejo, algo que me ayudase a comprobar que me estaba equivocando. Entre en uno de los cubicuelos de los lados al que estaba cerrado buscando algo que me permitiese ver el interior del q estaba en el centro y nada.

- Es q no hay pervertidos en este edificio?

Gruñí para mi mismo cuando entre al otro. Busque bien y entre unos nombres que no me sonaban de nada se habría un agujero perfecto para espiar a mi gran sospechoso. Con el corazón aun latiendo a mil por hora acerque el ojo, encontrándome con la imagen mas impresionante que había visto en toda mi vida.

Con la camisa completamente abierta, dejando ver un pecho demasiado bien marcado, de un color oscuro, que me hacia recordar el chocolate, además de una de sus manos jugando con uno de sus pezones, pellizcándolo y luego acariciando suavemente por encima. El pantalón abierto todo lo que se podía, o incluso más, y la otra mano allí acariciándose suavemente.

ChangMin estaba dándome todo un espectáculo para la vista.

Un gemido…dos…tres…

Y note un punzada en mi bajo vientre.

Ahora ese niño descarado no reparaba en si sus gemidos se escuchasen por el lugar o no, solo se centraba en mover las caderas de aquella manera tan sensual y morderse el labio con fuerza. Su cuerpo ya estaba muy sudado y hacia que brillase.

Todo era demasiado erótico, y yo sin darme cuenta me había empezado acariciar por encima del pantalón, ChangMin continuaba con su juego sin ser consciente del peligro que corría en esos momentos. Mi mano quería colarse ya dentro de los bóxer al igual que mi garganta quería dejar escapar los pequeños jadeos que casi sin darme cuenta se acumulaban en mi garganta.


- Maldito niño…


Ya estaba demasiado caliente, y sabía bien como podía actuar si esa excitación llegaba a más; a regañadientes salí del cubículo, agarrándome de donde era necesario para aguantar las ganas de volver y entrar en aquel sitio y volver loco de placer al niño descarado.

Corrí como pude de aquel lugar para meterme en otro baño. Respirando de manera tan agitada que parecía que hubiese corrido una maratón. Mi miembro estaba casi despierto y en ese momento no tenía a YooChun para que me ayudase.
Respire profundamente varias veces para intentar calmarme, pero me era imposible, aquella escena y aquellos sensuales sonidos volvían a mi mente por si solos, consiguiendo que mi miembro se pusiera mas y mas duro.
Gruñí de nuevo al verlo ahora en todo su esplendor, pero no podía evitar que estuviese así, después de todo aquella escena me había gustado demasiado.

YOOCHUN


No faltaba demasiado para que empezase el examen y ya estaba cansado de tanto estudiar, no entendía como Jae podía estar tantas horas con los libros y yo con un ratito me aburría de más.
Cerré todos los apuntes y los libros, prepare la mochila y después salí del departamento.
Hubiese cogido el coche pero después de la mala noche y del perfecto “desayuno” me apetecía ir andando; aunque a mitad del camino me arrepentí, pero ya era demasiado tarde por lo que continué con mi caminata hacia el campus.
No había llegado todavía a mi clase cuando había saludado a incontables rostros que para mi aun no tenían ni nombre, me había vuelto muy popular desde que se descubrió de quien soy hijo y heredero.


- Donde esta JaeJoong? – pregunte a uno de mis compañeros cuando percibí que mi amigo no estaba en su lugar.

- Kim? – una chica se quedo pensando – creo que fue ala enfermería

- A la enfermería?? – perfecto, que le había pasado a Jae, la preocupación se hizo presente en mi en cuestión de segundos.

- Si, Shim lo llevo – dijo ella con una enorme sonrisa, le gustaba, podía notarlo perfectamente en cada poro de su bronceada piel.

- Shim? – no había caído al principio, pero ese apellido no me sonaba para nada.

- YooChun es que llevas muchos días que no apareces – volvió a decir en un tono simpático y agradable – Shim ChangMin es un alumno nuevo – mientras me explicaba podía notar perfectamente como sus ojos se iban pasando por todo mi cuerpo – Por eso se acerco a Kim…el no sabe…bueno…sabe que se dice de el…

- Entiendo – la mire con mi aire seductor y esa sonrisa que solo ponía para mis conquistas – Voy a ir a buscarle

- Oppa eres muy bueno – cada vez que ella abría la boca yo me fijaba mas en sus rasgos, la chica era muy bonita y no solo eso sino también amable y simpática, la compañera perfecta para ir a la cama – Nadie quiere hablar con Kim, pero tu siempre estas con el.

- Hay que ayudar a los desfavorecidos – dije aquello con mi sonrisa mas inocente y casi pude jurar que a mi próxima amante se le caía la baba con verme.


Salí con mi paso elegante por el pasillo hasta llegar a la enfermería, pero allí no había ni rastro de JaeJoong; continué mirando por varios lugares en los que mi amigo solía ir, pero nada.

Después de un buen rato caminando volví hacia el aula, encontrándome allí con el desaparecido sentado en su mesa, todos le miraban, como siempre. Quien no iba a mirar a un chico así, demasiado perfecto para esa pobreza que le cubría; nadie se había atrevido a acercarse a el desde que empezaron a circular aquellos rumores.

Fui hacia mi asiento para que me prestase atención, necesitaba que me dijese algo, pues no se había dado ni cuenta que yo había entrado en la clase.


- Estas en otro mundo!! – dio un salto de la silla, mirando mi sonrisa para luego corresponderla de la misma manera, o incluso mas espectacular que la mía

- Solo recuerdo algunas cosas! – casi pude notar como se sonrojaba un poco, cosa que me alegro pues seguro era por lo que hicimos en la mañana – Has conseguido estudiar? – me pregunto para cambiar de tema, le conocía muy bien

- Si – le respondí, iba a preguntar en que pensaba cuando de la nada apareció un y se sentó al lado de Jae, el desconocido aunque ya podía deducir quien era me miro fijamente.

- Eh…YooChun el es Shim ChangMin - Jae nos presento de la manera mas educada que podía – ChangMin el es Park YooChun – aunque a mi si me miraba, mi hyung intentaba no encontrarse con la mirada de ese sujeto.

- Encantado Park – contesto el nuevo con una sonrisa completamente perfecta, extendiendo su brazo hacia mí.

- Igualmente Shim – no iba a ser maleducado y estreche su mano, notando la fuerza que ponía en ello, y yo no iba a quedarme atrás, eso era seguro.



Nos separamos cuando alguien anuncio la llegada del profesor; pero nada mas sentarme lo pude ver perfectamente como el nuevo miraba a mi JaeJoong, la sangre empezó a hervirme en aquel mismo momento y la alerta se encendió cuando mi amigo y ese niño se encontraron mirándose, consiguiendo con eso que Jae se sonrojase aun mas de lo que ya estaba.

No tarde demasiado en decidir que alejaría a Shim ChangMin de mi Joongie como había conseguido hacer con el resto del mundo.

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