A veces me siento como un tonto. Sé que lo que hago es un acto sucio y cobarde, entiendo bien que está mal, pero es que mirarlo es tan excitante…
Además el también lo sabe, sabe de mi hábito de observarlo y le gusta.; le gusta que lo mire mientras juega con su cuerpo y lanza gemidos desesperados, sé que lo excita aún más al pensar que lo estoy mirando detenidamente cada vez que sus manos masajean sus áreas privadas, auto complaciéndose.
¿Cuándo fue que comenzó este juego secreto entre los dos?
Eso ya lo hemos olvidado.
Al principio lo hacía solo por simple curiosidad, pero conforme fue pasando el tiempo se convirtió en mi hábito y finalmente en mi adicción.
su cuerpo tan bien formado, que pareciera ser creado por los mismos dioses, su voz tan hermosa y suave, gimiendo y balbuceando palabras que al llegar a mis oídos parecen poner mi propio cuerpo a arder completamente. Sus labios rosados entreabiertos y deliciosos que me invitan a lamerlos y devorarlos de un bocado.
Todo de el me encanta y me vuelve loco, con solo mirarlo siento mi miembro erguirse al instante y mi mente empieza a viajar, visualizando sueños donde lo hago mío una y otra vez mientras el gime mi nombre y me ruega por más.
Ninguno de mis hyungs se imagina lo que ocurre todas las noches en la habitación de Jaejoong, y no pienso que se enteren, pero si llega filtrarse algo, no me molestaría para nada, mientras nadie me quite a JaeJoong, lo demás me es indiferente.
-Ahhhhn- sus gemidos llegan a mis oídos una vez más cuando paso por la puerta de su recámara. Miro mi reloj de pulso, son las 2 de la mañana y ya todos están profundamente dormidos. Observo la puerta del cuarto de JaeJoong, está entreabierta, así es como siempre la deja, invitándome a mirarlo.
Desde que Yoochun se fue a vivir con su madre y su hermano Yoohwan, todas las noches han sido así. Alrededor de las 2 de la mañana me escapo del cuarto que compartimos Junsu hyung, Yunho hyung y yo, para pasar por la habitación de JaeJoong y deleitarme con su sensual espectáculo.
Me acerco más a la puerta del cuarto de Jae, hasta que mi cuerpo está a sólo 2 centímetros de ella, automáticamente mis ojos se pierden en la bien formada figura de mi hyung, “qué hermoso es” pienso por milésima vez.
Ha dejado la lámpara del buró encendida de nuevo, sabe que de esa manera puedo observar su cuerpo y movimientos con claridad. Una sonrisa de satisfacción se dibuja en mi rostro al pensar que Jaejoong disfruta mucho de mis “evaluaciones” cada noche.
-Mmmmm- escucho una vez más sus gemidos de placer y siento como un escalofrío me recorre entero. Jaejoong está mirándome con sus ojos nublados por el deseo, sus piernas flexionadas, dándome una vista generosa de su entrada.
No puedo más. Siento que mi miembro palpita contra mis pantalones y ropa interior. Sin pensarlo dos veces, lo libero de su prisión, masajeándolo repetidas veces mientras fijo mis ojos en los de Jaejoong, él solo sonríe relamiéndose los labios mientras comienza a introducir uno de sus dígitos en su entrada, más gritos de placer salen de su boca y siento que sólo con eso mi sexo está a punto de estallar.
No me he movido de mi lugar, de hecho ninguna de las noches en que lo observo ha sido diferente. Sólo me mantengo en la puerta, observando por el espacio que JaeJoong deja entreabierto para mí.
-Chang…Changmin- gime mi nombre con desesperación, introduciendo un segundo dígito y embistiendo con sus dedos su entrada.
Me sorprendo, ya que nunca había mencionado mi nombre mientras se masturbaba. Se escucha tan bien dicho de esa manera por él, se escucha tan bien al ser pronunciado con aquel deseo y placer.
Masajeo mi miembro más rápidamente, observando como Jaejoong introduce sus dedos en sí mismo una y otra vez.
Yo podría ser el que lo estuviera penetrando.
Yo podría ser el qué acariciara su sexo palpitante.
Éstos pensamientos sólo hace aún más grande mi deseo y a mi miembro.
Los gemidos desesperados de mi hyung me envuelven, convirtiéndose en lo único en lo que soy capaz de pensar. Mi respiración es cada vez más agitada y siento que el clímax está apunto de llegar.
Masajeo de forma más rápida, imaginando como sería estar dentro de JaeJoong, que su entrada apretara mi miembro hasta sacarle todo el jugo y dejarlo sin una gota.
Segundos después me derramo, pero me da un poco de tristeza darme cuenta de que una vez más, mi semilla esta esparcida sobre mis propias manos, en lugar de estarlo en otro lugar, dentro de JaeJoong.
Subo mis pantalones y ropa interior, para irme al baño a limpiarme, pero antes miro una vez más por la rendija abierta de la puerta. Ahí esta JaeJoong, aún mirándome fijamente, su sexo está completamente erguido, pero Jaejoong no se mueve ni un centímetro.
- Min, ayúdame.- me dice con voz entre cortada, tocando ligeramente su miembro.
Yo no puedo articular palabra alguna y mis pensamientos están en desorden.
JaeJoong jamás me había invitado a tocarlo y yo jamás me había atrevido a hacerlo…por más que lo deseara.
Pero ahora…ahora el me estaba pidiendo “ayuda”.
Trago saliva y lentamente voy abriendo la puerta para poder entrar a su habitación.
-Hyung…- le digo mientras lo miro fijamente, estoy ahí parado como un estúpido al pie de su cama, pero es que en estos momentos no puedo atinar a hacer nada más que eso.
JaeJoong curvea su espalda hacia delante, semi sentándose y alcanza mi mano derecha, atrayéndola hacia sus labios.
- Necesito que… me toques- me dice entre resoplidos, mientras lame mis dedos con excitación.
Yo me siento en el paraíso, ni en mis sueños más locos pasan cosas como está.
Me abalanzó sobre él, sin poder resistir más.
Ahora no soy sólo un espectador, no. Ahora por fin podré recorrer su cuerpo y tenerlo sólo para mí.
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*_* intoxicanteeeeee
ResponderEliminarIntoxikeishouuun~ (8)
ResponderEliminar:DD gracias por leer!!