A la mañana siguiente desperté solo en mi habitación, no tenia idea de cómo diablos había llegado hasta ahí, lo mas seguro es que mientras dormía Yunho me habría subido ah ella, mas el no estaba, seguramente se había ido. Así mejor. Pensé. podría estar solo y sentirme como la peor basura del mundo sin que otros me miraran… no tendría que fingir.
Me levante de la cama sin ningún apuro sin importarme mi desnudez, total estaba solo en la casa y nadie me vería . Tome una toalla del estante y me metí al baño, necesitaba bañarme. Sentía como el agua corría por mi cuerpo con pesadez, tal vez lo mejor seria que no fuera al colegio aun tenia tiempo de llegar, pero no quería ir y verlo sentado con su sonrisa entupida como si nada hubiera pasado, apreté mis puños con fuerza. No tienes porque enfadarte… tu fuiste el que lo quiso así. Me reproche mentalmente, y era cierto yo no lo detuve ¡Pero por dios! ¡¿Cómo me iba a negar?! Me gusta, no… lo amo, pero no quiero admitirlo, no quiero dañarme mas de lo que estoy, era mejor pretender que no lo estaba así no sufriría ¿no? Vivir engañado en una mentira es mejor que enfrentarse a la cruda realidad… Porque duele, quererlo y no ser correspondido de la misma manera, amarlo y saber que no podré estar con el de la forma que quiero. Cerré la regadera y envolví mi cintura con una toalla, salí a mi habitación sin siquiera secarme mojando el suelo con mis pisadas, las gotas de agua que resbalaban de mi cabello se estrellaban contra el suelo provocando un sonido de martilleo. Tome la otra toalla que descansaba sobre la cama y me la puse en el cabello comenzando a frotar para secarlo. Deje caer mi cuerpo de lleno a la cama aun con la toalla enredada entre mi cabello me quede viendo el techo mientras trataba de desenredar mis pensamientos hechos un lío. Tenia que hacer algo… ¿no verlo mas? ¿evitarlo? ¿irme del colegio? ¿mudarme de ciudad… país? Actúo como un cobarde lo se… pero no puedo hacer mas nada, no se si tenga el valor para enfrentarlo… verlo a la cara y saber que solo soy un juego… Intente dejar de matarme con mis propios pensamientos… Me pare rápidamente haciendo que un leve mareo dominara mi cuerpo, estuve apunto de caerme, la torpeza no mejoraba con los años. Me coloque unas converse negras con un pantalón normal y una polera negra, tenia que salir y despejarme pensar bien las cosas, para al menos tratar de no salir tan herido de esto… aun que con lo que ya estaba era suficiente como para querer morirme. Tome las llaves de la casa que siempre dejaba en una mesita al lado del T.v y me dirigí escaleras abajo, y mire la sala con un poco de remordimientos, pero no quería encerrarme hay a recordar todo lo de la noche pasada así que pase de largo hacia la puerta. Los rayos del sol me llegaron de lleno a la cara haciendo que la cubriera con una mano, la casa se encontraba a oscuras por eso no me había acostumbrado a la luz. Espere a que mis ojos se acostumbraran para seguir caminando, no preste atención a donde me dirigía solo quería caminar y distraerme.
Seguí sin un rumbo fijo, no era de las personas que faltaban a clases sin una justificación… pero esta vez no quería ir, supongo que cuando mi madre se enterara me echaría la bronca encima pero poco me importaba. Sentí como el celular en mi bolsillo vibraba mas simplemente lo ignore, no estaba de ánimos para hablar con nadie ni mucho menos, entre al centro comercial que quedaba a unas cuantas cuadras de mi casa, tenia que comer algo ya que el cuerpo me lo pedía, no había desayunado en mi casa y ya me estaba pasando factura. Entre al primer puesto de comida que encontré no era como que me importara mucho donde comer, espere unos minutos y tome mi pedido no supe bien que había escogido solo escogí lo primero que se me vino a la mente, estaba lo suficientemente distraído como para no haber notado el pequeño muro que había en el suelo tropezándome, al menos las cosas que iban en la bandeja no llegaron a caer al suelo, algunas personas se rieron por lo bajo, mas fue lo suficientemente alto como para escucharlo, no me importo mucho ya que estaba acostumbrado a esto, desde pequeño no había contado con un gran equilibrio tropezándome a cada rato. Me senté en la única mesa que veía disponible del establecimiento. Comencé a comer tranquilamente sin ningún apuro, no me gustaba comer solo, pero con los viajes de mis padres no podía hacer nada, además de haberme acostumbrado, aun que eso solo lo hacia mas tétrico.
_ Disculpa… - una voz un tanto aguda me saco otra vez de mis pensamientos, y es que estas como se decía en la luna - ¿Puedo sentarme? No hay mas mesas disponibles y como veo estas solo.
_ Esta bien… no hay problema - Respondí arrastrando las palabras. El chico sonriente acomodo la bandeja frente a mi para luego sentarse. Su rostro era como el de un niño detonaba felicidad y ninguna preocupación… como si flotara en su propia burbuja inquebrantable, el leve rojo en sus mejillas le hacia ver mas adorable, pareciera de esos niños con las mejillas redondas y mirada dulce que a las abuelas le provoca apretar hasta dejarlas rojas. Sentía un poco de envidia por eso, seguramente no tenia nada por lo cual estar sufriendo, aun que claro esto me lo busque yo solo.
_ Y… ¿Cómo te llamas? -Pregunto un poco tímido.
_ Kim Jaejoong - Respondí un poco seco aun que no era mi intención sonar así… solo que no estaba de humor como para entablar una conversación con un desconocido.
_ Yo me llamo Kim Junsu, un placer - otra de sus sonrisa se dibujo en su rostro, también trate de ser un poco mas amable y sonreí, mas lo que logre fue una mueca extraña.
_ También para mi es un placer conocerte.
Los siguientes minutos no hablamos, mas bien nos dedicamos a engullir nuestra comida, claro mas volver a enredarme en mis pensamientos, aun no estaba claro de lo que iba ah hacer. Mas su voz volvió a resonar llamando mi atención.
_ Y ¿Qué edad tienes? - También parecía ser de esos que no se encontraba cómodo en el silencio. Levante la vista de mi plato y le mire a los ojos, masticando para tragar y luego responderle.
_ 17
_ Tenemos la misma edad, entonces estamos en el mismo año.
_ Eso parece.
Y no quería parecer cortante o descortés, pero no estaba en mi mejor día, además el constante enredo en mi cabeza no me deja razonar bien una respuesta, solo tenia espacio para pensar en Yunho. Y se que era un idiota por pensar en el, que solo me veía como una distracción de medio tiempo, un juguete con el cual jugar hasta acabarlo y luego botarlo, solo un pasatiempo. Y hay estaba otra vez martillándome yo mismo, acabando con los pocos ánimos que me quedaban, ¡pero era verdad! No era mas que solo eso y lo debía tener bien claro… pero dolía, no quería ser solo el acoston, quería ser mas que eso. Esboce una sonrisa triste, no debía tener ese tipo pensamientos, porque el no me quería y sabia que no iba suceder. Mi expresión se volvió sombría, y esto lo noto mi acompañante quien me dirigió una mirada de desconcierto, tal vez pensó que había hecho algo malo por mi actitud, trate de sonreír para que no pensara mal, esta ves si se formo una, no tan sincera pero pasable.
_ Lo siento… Creo que hablo mucho, mejor dejo de molestar - Como supuse.
_ No, no es por ti, no te preocupes me gusta que las personas hablen… son solo problemas.
_ Entonces te incomodo, lo siento no es mi intención.
_ No te preocupes, esta bien. - Sonrío un poco para luego seguir comiendo, hice lo mismo esta vez terminando lo que me quedaba. - Y… ¿Por qué no estas en el colegio?
_ Lo que sucede es que soy nuevo en la ciudad… me acabo de matricular y empiezo mañana.
_ Oh ya veo, tal vez nos toque en el mismo colegio… ¿En cual te matriculaste?
_ La verdad no recuerdo el nombre… Pero espero estar en el mismo que tu, eres la primera persona con la que hablo de este lugar.
_ Bien esperemos que así sea - Era agradable hablar con este chico, hacia que tus preocupaciones se olvidaran con el solo hecho de sonreír, como lo hacia en este momento, sus facciones eran tan angelicales parecidas a las de un bebe. - ¿Sabes que tu rostro es muy comparable con el de un niño? - solté sin pensar, esa también era una de las cosas que no me gustaba de mi.
_ Ehh? Bueno no eres la primera persona que me lo dice - Dejo soltar una leve carcajada - Casi todos me lo dicen, y la verdad no se porque.
_ Porque la tienes - También reí un poco, primera risa sincera del día.
_ No se vale - Hizo un puchero - Tu tienes cara de mujer.
_ Tampoco eres el único en decírmelo.
El teléfono volvió a vibrar, no era la primera vez que lo hacia de antes de haber entrado al centro comercial, esta vez un poco mas irritado por el insistente sonido lo tome y revise quien me llamaba, era Changmin tal vez para preguntarme porque diablos no estaba sentado a su lado recibiendo clases como debería ser. De todas formas conteste.
_ ¿Sucede algo? - Pregunte mientras le decía a Junsu con la mano que esperara un momento.
_ ¿Por qué no viniste al colegio?… - Respondió
_ Lo siento Changmin, pero no estoy de ánimos…
_ Bueno, solo me pareció raro porque el declarado tampoco se apareció hoy por aquí.
_ ¿Declarado?
_ Si ese que te acosa, bueno ya no molesto que te sientas mejor casi entro al otro madulo… Ahora voy a tu casa y te paso los apuntes.
_ Esta bien adiós.
Cerré la tapa del celular haciendo que se cortara la llamada. Junsu quien mantenía la vista fija en mi rostro lo desvío al instante que lo mire, tal vez avergonzado por haberlo pillado.
_ Era un compañero de clases… llamaba para saber porque no había asistido al colegio - le explique sin saber porque solamente era mi forma de ser… explicando todo.
_ Vale… no tienes porque darle explicaciones ah alguien que acabas de conocer.
En ese momento sonó su celular, por un momento pensé que era el mío pero ese no era mi sonido y además el mío estaba en vibración, espere mientras terminaba de hablar, no podía tener un momento de tranquilidad en mi mente porque solo pensaba en el, mantener mis pensamientos ocupados seria lo mejor, así no pensaría tanto en el y no me mortificaría tanto. No me había dado cuenta de que Junsu me estaba llamando, hasta que paso una de sus manos frente a mi, me había quedado desconectado del mundo mientras pensaba… otra vez.
_ Lo siento, suele pasarme cuando estoy pensando. ¿Decías?
_ Me gustaría charlar mas tiempo contigo, pero debo irme, mi padre necesita ayuda en algunas cosas - En su rostro se formo una mueca de pena.
_ Esta bien, no te preocupes, ve con el.
_ Si adiós, espero verte luego Jaejoong, me caíste bien.
_ Tu también.
Seguido de esto pago la cuenta y se perdió en el mar de gente, me quede un rato viendo la comida, había perdido el apetito repentinamente, tal vez porque ya había comido lo suficiente o porque mi mente volvió ah ser un nudo de pensamientos sin solución. Me levante y pague en el cajero, Salí del local para encontrarme rodeado de un montón de gente, no me gustaba estar así, ver mucha gente me mareaba y estresaba pero era esto o ir a mi casa donde no tenia nada que hacer… y menos quería estar en la sala, donde recordaría lo de las veces anteriores… Maldición, se supone que me quiero alejar de esos recuerdas y es lo primero que me viene a la mente. Sentía una enormes ganas de destrozar todo lo que me rodeaba, pero no tenían la culpa de mi estupidez. Me quede parado en medio del pasillo y apreté mis puños, me di media vuelta y comencé a caminar esta vez mas rápido. Iba a regresar a casa ya que mas daba no iba a huir siempre, tome el mismo por el que regrese, las ganas no fueron tan grandes como el principio tendría que aguantar todo, seguramente el estar solo y sin nada que hacer me dejaría mucho tiempo a que pensar, pero yo mismo me busque esto y no tenia porque quejarme… Creo que a esto se le llama Karma. Cruce en la siguiente cuadra y camine lentamente mirando el suelo, introduje la mano en mi bolsillo sacando la llave. Al alzar la vista mi corazón dio un vuelco sentí como latía lentamente para luego latir tan furiosamente que sentía que se quería salir de mi pecho. ¿Por qué diablos estaba hay? Pensé pero luego recordé que Changmin me había dicho que no había asistido a clases, todavía no era muy tarde podía darme media vuelta eh irme, el no se había dado cuenta de mi presencia. Iba a darme vuelta pero en ese momento volteo. Maldita suerte la mía. Ya no podía escapar, recobre el paso lento, con miedo. Procure no mirarlo a los ojos, pase por su lado como si nada, claro físicamente por dentro estaba que me moría, mi respiración era entrecortada y sentía que en cualquier momento caería desplomado al suelo.
_ ¿Vengo hasta tu casa y tu solo me ignoras? - su voz entro en mis odios y retumbo en mi mente como un eco profundo. Tampoco hice mucho introduje la llave a la cerradura y le di media vuelta abriéndose.
_ No me interesa lo que quieras.
Escuche una leve risita a mis espaldas y sentí como presionaba mi brazo con su mano para luego alarme y dejarme frente a el.
_ Lo siento, juguetito, tenemos que hablar.
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