Adiós.
Con una amor y una delicadeza que jamás creyó sentir, Yunho posó sobre la cama a Taegong para después quedarse a horcajadas encima de él. Le miró a los ojos y volvió a lanzarle esa sonrisa que lo había enamorado completamente.
Dios, como deseaba poder decirle quien era de verdad, porque estaba seguro que Yunho lo aceptaria, pero tenía tanto miedo de que existiera una pequeña posibilidad de que lo odiara que no era capaz de hacerle saber su verdadero nombre.
- Te quiero... – se atrevió a confesar, arrancando a Yunho una sonrisa.
- Es la primera vez que te veo decirlo tan sinceramente – le contesto este mientras pasaba una de sus manos por su mejilla.
- Supongo que ahora estoy seguro de ello.
- Entonces me haces muy feliz – Yunho volvió a sonreír y después besó los labios de su novio dulcemente.
En sus ojos vió el deseo completo que le tenía y deseó parar el tiempo para poder hacerle el amor eternamente. Arrastró una de sus manos por todo el costado de Taegong hasta llegar al trasero de este para apretarlo contra su mano. Esto hizo que el chico lanzara un gemido al aire, cosa que sin duda le encantó, ambos estaban completamente excitados y si no daban rienda suelta a esa pasión, seguramente se volverían locos.
Sin esperarselo, Taegong se levantó para luego hacer que Yunho quedara debajo de él. Le sorprendía cuando hacía esta clase de cosas, pero la verdad es que hacía si cabe que se excitara mucho más. A un costado vió como el miembro de Yunho incluso podía palpital del dolor por las ganas que tenía de ser saciado, lo rozó con una de sus manos.
- Ah... si... – suspiró Yunho haciendo sonreír a su novio.
- No es esto lo que tengo pensado hacer...
Instantes después vió como Taegong se movia para encima suya y hacer que en apenas un instante su miembro acabara dentro de él. Muy adentro en realidad. Allí sentado, Taegong se agarró con sus fuertes manos al cabecero de la cama para poder hacer sus movimientos con más libertad. Yunho no paraba de gemir e incluso se podía sentir el eco de estos en aquella habitación. Completamente empapados de su dor, ambos no paraban de moverse, se podía decir que jamás habían experimentado esa pasión a tanto nivel como lo estaban haciendo ahora.
Yunho deseaba perderse completamente junto a su novio, así que no se lo penso dos veces y aunque le costaba moverse por culpa de tal excitación y su cuerpo no hacía más que temblar, cogió con una de sus manos el miembro de Taegong para después hacer que se volviera loco por completo con aquellos maginificos movimientos.
Minutos después, Taegong empezó a moverse aún más rápido, tan rápido como podía para hacer que ambos se volvieran completamente locos. Yunho apenas podía mover su cuerpo, estaba apunto de irse y sintió como su cuerpo empezó a temblar mucho más y miles de escalofríos le recorrieron de arriba a abajo. Movió su mano mucho más intensamente para darse cuenta que segundos después de hacerlo Taegong arqueó su espalda y poco después ambos se corrieron como nunca lo habían hecho ahogando aquella excitación en gritos y jadeos.
Taegong acabó echándose encima del cuerpo de su novio. Su respiración era entrecortada, en realidad la de ambos lo era y al final acabaron durmiéndose como buenos enamorados, para embarcarse en dulces sueños, o no tanto...
28 de Diciembre 1952
Las vacaciones entre Changmin y Yeonhoon habían acabado por completo cuando el hermano de este último decidió llevar a su madre a Gapyeong para darle aquella “sorpresa”. Después de eso, Yeonhoon había estado practicamente con fiebre todo el día y el miedo inhundó por completo el corazón de Changmin que no sabía muy bien que hacer, ni siquiera que decir.
Simplemente se dedicó a cuidar a Yeonhoon y esperar a que este tuviera ánimos para decir algo. Jamás pensó que iban a llegar a una situación así, pero ahora no había marcha atrás, simplemente tenía que intentar ayudar a su novio en todo lo que pudiera. Esa misma mañana se volvió a despertar sin apenas decir nada, preparó un café y después se sentó en el sofá y Changmin, el pobre no podía verle así más así que decidió intentar al menos que su novio dijera algo.
- ¿Qué vas a hacer ahora Yunhie? – se atrevió a preguntar.
- Que voy a hacer..., no lo sé – respondió Yeonhoon con tono serio – se que cuando llegue a casa la van a tomar conmigo y razón no les faltará.
- ¿Que no les faltará? Yeonhoon tu no has hecho nada.
- Si a fallar a mi familia tu lo llamas nada... – protestó entristecido.
- Para mí amar a alguien no es nada malo – y entonces Changmin tuvo una idea que por un momento, debido a la situación, pensó que su novio aceptaría hacer con el – vayamonos, juntos.
- ¿Qué? – preguntó extrañado por la pregunta - ¿Dónde pretendes que vayamos Changmin?
- A donde sea Yunhie, podemos... podemos estar juntos y hacer nuestra vida sin que a nadie le importe.
- Changmin, a mi si que me importa ¿de verdad pretendes que deje mi vida? – empezó a decir con el tono algo más subido – cómo se nota que tu no has tenido que vivir luchando día a día por ser alguien sin tener la etiqueta de “el hijo de...”.
- Yeonhoon... siempre estas igual, tú y tu maldita reputación. Conmigo podrías vivir tranquilamente, lejos de aquí, trabajar donde quisieras. Yo por tí lo harías...
- ¡Deja de comportarte como un crío Changmin! – gritó – para tí tu solución es simplemente largarte y ya esta ¿no? Pues yo no soy así y deja de decir que por mí lo harías, ni siquiera eres capaz de ponerte en mi lugar.
- Pero Yeonhoon...
- Dios mio, eres un completo egoista Changmin – debido al enfado personal e interno que ahora mismo Yeonhoon tenía por haberle hecho aquello a su familia ni siquiera sabía las palabras que ponía en su boca.
- ¿Sabes? No voy a discutir contigo más sobre este tema, pero no te olvides que yo he estado siempre para apoyarte en todo y que he intentado dar lo mejor de mí.
- Bueno al menos haces algo ¡ah! – y después de esas duras palabras, Yeonhoon simplemente se fué al cuarto para meter todo en las maletas dispuesto a irse.
Era increible lo duro que podía ser con Changmin aún sin tener culpa de nada. Comprendía la situación de su novio y sabía que estaba sufriendo mucho, pero lo que no podía entender era porque se ponía así si el no tenía la culpa, al menos directamente. Todo se había ido muchisimo de las manos y ahora solo quedaba acarrear con las consecuencias de sus actos.
Las siguientes horas, mientras iban de camino a Seúl, no fueron muy agradables tampoco. Ambos chicos no se dirigieron palabra y Changmin simplemente se dedicó a mirar por la ventana mientras su novio conducía. Por su cabeza se pasaron mil preguntas pero la que más le interesaba ahora mismo era encontrar respueta al ¿qué pasará ahora?. Seguramente se vendrían días muy difíciles, pero deberían de aceptarlos fuera como fuera y seguro que juntos podrían lograr pasar por aquel “bache”. Tan sólo esperaba que la familia de Yeonhoon no fuera tan dura con él y si ese era el caso, que el chico plantara cara como debía. Aunque estaba claro que no todos los deseos se hacían realidad.
Ya en su casa, después de haber dejado a Changmin, Yeonhoon pudo notar el mal ambiente que allí había. Tragó saliva y se dirigió al lugar donde recibiría la mayor de sus broncas, el despacho de su padre. Nada más entrar vió como su familia estaba reunida como si estuvieran dispuestos a matarle.
- Mirar aquí está la vergüenza de la familia – soltó su hermano sin pensarselo dos veces.
- Deberías de cerrar tu maldita bocaza de vez en cuando – le repochó Yeonhoon.
- ¡Silencio! – interrumpió su padre – y tú no creo que estés en derecho de reprocharle nada a Yeonmin. ¿Dónde está el bastardo?
- Cuida tus palabras padre...
- O ¿qué? – su padre se levantó para quedar justo delante de él – mañana mismo vas a saber lo que ha hecho, no vas ni siquiera a salir de casa si yo no te doy permiso y lo harás simplemente para ir a la empresa a trabajar y punto.
- ¡JA! – esbozó Yeonmin antes de que poco después lo mandaran a su cuarto.
- No vas a volver a hacernos pasar por esta vergüenza otra vez.
- Haré lo que me de la gana padre.
- ¡Eso es lo que tu te crees! – este se avalanzó hacía su hijo para cogerlo del cuello de la camisa.
- ¡Ya es suficiente! – gritó su madre desesperada para evitar que la pelea llegara a más – harás lo que te diga tu padre y punto, me da igual lo que tengas que hacer para cumplir lo que nos prometiste a tu padre y a mi.
- Pero madre... – Yeonhoon realmente no sabía muy bien que hacer.
- Yeonhoon – su madre se acercó a él – no me importa lo que hagas... tan sólo te pido que cumplas con tus obligaciones, sabes cómo es la gente y no tengo ganas de escuchar más habladurías.
Y es que en el fondo del corazón de una madre lo único que le importaba era la felicidad de un hijo, pero no podíamos olvidar que en estos tiempos y siendo la familia que eran, valía más sus actos que su propio corazón, y el futuro que le esperaba a Yeonhoon no iba a ser del todo agradable.
7 meses después – 15 de Junio de 1953.
Durante este tiempo, nada había cambiado en el sentido en el que el padre de Yeonhoon había dicho. Sufrió un encerramiento masivo y para lo único que salía el chico era para ir a trabajar y cumplir los terminos de su contrato de trabajo.
Con Changmin, su relación seguía adelante, si es que se le podía llamar así, ya que durante este tiempo a penas se vieron cuatro veces y gracias a que Yeonhoon pudo escaparse de sus “vigilantes” para que ambos se vieran. A veces se preguntaba el por qué había hecho esa promesa en el pasado a sus padres, ojalá nunca hubiera pronunciado las palabras “mantendré el nombre de nuestra empresa junto a nuestra familia en lo más alto de la sociedad, os lo prometo”, porque si no las hubiera dicho, tal vez las cosas serían diferentes, porque sus padres cogieron estas palabras demasiado fuerte y querían que las siguiera al pie de la letra le costara lo que le costara. Aunque realmente ya no estaba seguro de lo que podía pensar.
Este tiempo de “descanso” le vino bien a Changmin para centrarse en sus estudios, apenas le quedaba un año de carrera junto a un pequeño master que quería realizar para terminar al 100% la carrera de abogacia. Sin duda había sido el mejor de su clase a pesar de que Yeonmin practicamente le hacía la vida imposible. Si antes de que estuviera con su hermano los rumores de su homosexualidad hacía que todo el mundo le insultara y le mirara, este se encargó de que la gente lo mirara aún peor. Pero al fín y al cabo no le importaba, lo único que quería es que esa pesadilla se acabara pronto y quizás la decisión que estaba a punto de tomar, ayudaría en todo ello.
Sentado en su escritorio estaba escribiendo en su diario como de costumbre. “Creo que debería de aceptar...”. Miró hacía el techo de su habitación y se quedó pensativo, seguramente así ayudaría a que el infierno de Yeonhoon acabara pronto. Cogió un trozo de papel y escribió una nota, la cuál la dejaría como siempre en uno de los callejones de la empresa donde trabajaba el chico.
“Yeonhoon, tengo algo importante que decirte. Sé que te es difícil que nos veamos, pero mañana te espero en el parque, espero que vengas, estaré todo el día si hace falta. Te quiero.”
Al día siguiente...
Yeonhoon practicamente tuvo que actuar como un delincuente para salir de la empresa. Su corazón latía nervioso y es que no sabía que podría decirle su novio, pero se volvía loco por las ganas de verle. Incluso había olvidado lo que era probar todo su cuerpo y dios, cómo lo deseaba. Cuando llegó al parque verle sentado en un banco con un sombrero y una gabardina le hizo sonreír. Parecía la imagen de una película, Changmin estaba con un pequeño paquete en las manos dando de comer a las palomas.
- Hola mi amor – dijo sonriendo después de sentarse y mirar al frente por si acaso había alguien vigilándole.
- Hola – la voz de Changmin temblaba por las ganas que tenía de verle - ¿cómo has estado?
- Gracias a tus cartas, muy bien y ¿tú? Ya terminaste el curso ¿verdad?
- Sí... y verás, yo... – dijo nervioso – quería hablarte de algo.
- ¿Te irás de intercambio? – preguntó Yeonhoon para la sorpresa de su novio.
- Tú... ¿lo sabías?
- Claro que sí, o acaso piensas que no estoy pendiente de tu vida ¿ah? – el chico puso morritos.
- No... jamás pensaría eso de tí.
- Entonces dime ¿irás? – le volvió a preguntar.
- Lo he estado pensando Yunhie y creo que la situación aquí no va a mejorar si todo se queda así, tu hermano no para de acosarme en la Universidad y estoy seguro de que a tí te están haciendo la vida imposible tambien.
- La verdad es que sí... – respondió algo entristecido.
- Por eso – continuó Changmin – creo que lo mejor es que vaya a terminar el año y medio que me queda en Los Ángeles. Me han ofrecido una beca en UCLA y aunque había pensado en recharzarla...
- No lo hagas – le interrumpió – debes pensar tambien en tí mi amor, yo aquí no puedo ayudarte y no se cuanto va a durar esta situación, pero te prometo una cosa.
Yeonhoon se giró para mirar a su novio y con una de sus manos le giró la cara para que este le mirara a los ojos ante su sorpresa. Ahora mismo, le da igual que alguien pudiera estar viéndole, no podía permitir dejar a Changmin marchar sin decirle aquellas palabras.
- Haré todo lo posible para que todo esto acabe y después dejaré todo para irme contigo.
- ¿Lo harás? – le preguntó aún dudoso.
- Ya no me importa nada más que tú, así que no lo dudes que lo haré.
- Te quiero.
- Yo tambien te quiero – le dijo Yeonhoon con apenas aliento.
El chico acarició la cara de Changmin para observar como este no podía evitar ahogarse en lágrimas. En ese momento se le partió el corazón, pero ¿qué podía hacer? Tenía que luchar por el sueño que ambos tenían y si en este momento tenía que dejar a su novio marchar para que todo volviera a la calma y definitivamente estar con él, sin duduarlo lo haría.
Después, arregañadientes se levantó de aquel banco y se marchó sin mirar atrás, porque sabía que si lo hacía no permitiría que Changmin se marchara. Y rezó, rezó porque cuando ese tiempo pasara, todo acabara.
Que buen hermanito tenia Yeonhoon !! Pero no se le puede echar toda la culpa. Parece que Yeonhoon estaba acostumbrado a hacer promesas que luego no era capaz de cumplir. Amaba a ChangMin, pero mas se amaba a si mismo y por eso, fue incapaz de aceptar su verdadero" yo" ante la sociedad y recibir el consabido rezacho. Prefirió aparentar y mantener a su amante en las sombras, algo que ChangMin, no estaría dispuesto a tolerar mucho tiempo.
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