La primera vez que nos separamos.
No era la primera vez que le daban ganas de coger a Yunho y matarlo con sus propias manos así como su Yunhie hizo con el casi 50 años atrás. Que injusta era la vida. Mientras una alma ensuciada por un asesinato había conseguido reencarnarse como si nada, la suya había tenido que vagar en la oscuridad hasta poder poseer un cuerpo que le ayudara a llevar a cabo su venganza. ¿Alguna vez tendría alguna oportunidad de poder descansar en paz y de que su alma siguiera el curso que tenía que haber seguido? En su mente, la respuesta era siempre la misma, no.
- Tardaste mucho ¿que hacías?
- Nada, esta terminando de arreglar algunas cosas en la cabaña – contestó Taegong mientras se metía en el agua.
- Que serio... ¿te pasa algo? – preguntó de nuevo Yunho.
- Que quisiera matarte ahora mismo – pensó Taegong para sus adentros – Nada cariño, estos no estan siendo unos buenos días – contestó disimulando.
- Ahhh – sonrió – por eso no te preocupes, yo haré que mejores
Yunho se acercó al chico y lo besó en los labios. Lo notó algo extraño pero procuro no darle importancia, sería que había tenido una semana dificil en el trabajo, así que haría todo lo posible porque aquel fuera inolvidable para ambos. Y vaya que si lo iba a ser...
Después de un baño relajado Taegong se salió del agua poniendo su toalla sobre el césped y tumbándose allí viendo como Yunho se bañaba. La verdad es que le recordaba tanto a Yeonhoon que podría llegar a asustar. Estaba claro que el alma de su novio se había reencarnado en aquel chico y le dolió en el alma pensar que en el pasado el murió sin pagar por sus crimenes.
22 de Junio de 1951
- ¡Yunhie! ¡¡Felicidades!!
- ¿Felicidades por qué? – preguntó Yeonhoon.
- Pues porque el próximo curso será el último antes de que te gradues. Sabía que pasar este año facilmente.
- Si no fuera porque tu has logrado que me centre –sonrió y después se acerco a Changmin para decirle algo al oido – aunque a veces viendo como me sonreías me costó lo mio.
- Tonto y ... – el chico se ruborizó - ¿que vas a hacer este verano?
- No lo sé, mi padre quiere que trabaje así que supongo que haré eso, trabajar.
- Menuda lata – protestó Changmin.
- Dimelo a mí, pero tranquilo que sacaré tiempo para tí – y cuando vió que no había nadie a su alrededor le acarició la mejilla con su mano.
2 meses desués...
“Y apenas sin darme cuenta... me encontré con que no podía verte durante el resto del verano. Mi querido diario, ¿cuántos días han pasado ya desde que mi Yunhie se fué? El me prometió que ibamos a pasar el verano juntos, y de repente su padre lo manda a trabajar al extranjero. Ni siquiera recibo llamadas telefónicas. Sólo alguna carta esporádica pidiendome perdón y diciendome que me extraña. Este sin duda es el peor verano de mi vida... ¿debería de ir a verle?”
Pocos días después Changmin cogía un vuelo hacía Inglaterra para ir a ver a su novio. El viaje fué bastante largo pero quería darle la sorpresa. Seguro que se pondría muy contento con nada más verle. Deseaba pasar aunque sólo fueran unas horas con el ya que hacía más de dos meses que no se veían. Esa clase de impulsos era lo que le hacía ver que Yeonhoon le había cambiado completamente la vida, jamás y estaba seguro, jamás habría hecho eso por otra persona que no fuera el.
Cuando salió del aeropuerto cogió un taxi y le dió las referencias para que le llevaran a la empresa “Jung Entertainment” donde Yeonhoon ejercía de Director de Publicidad mientras terminaba sus estudios. Tardó más o menos una hora en llegar y ni siquiera había pasado por el Hotel que había reservado para dejar su maleta. Lo único que quería era verle fuera como fuera. Inocentemente entro en aquel edificio enorme y preguntó por el, pero no le hizo falta esperar demasiado ya que de repente vió como salía de una sala. Como si se le fuera a ir la vida en ello fué casi corriendo a su encuentro.
- ¡Hola! – chilló contento por volver a verle.
- Chang... min – dijo Yeonhoon anonadado mientras miraba nervioso a sus compañeros de trabajo - ¿que haces aquí?
- Vine a verte,no podía esperar mes y medio más...
- Ven aquí un momento – Yeonhoon le cogió del brazo y se lo llevo a un lugar más privado - ¿tu estás loco? Como se te ocurre presentarte en la empresa de mi padre. Aquí todo el mundo me conoce.
- Yo... tan sólo quería verte, cariño... – dijo con esto ultimo en susurros.
- Pues haber esperado a que volviera a Corea.
- Pero Yunhie...
- Changmin – y el tono de Yeonhoon subió debido al enfado – te lo dije cuando nos conocimos y te lo vuelvo a decir, no puedes presentarte en un sitio donde todo el mundo me conoce ¿acaso quieres que se enteren de nuestra relación?
- ¡Pues yo tampoco veo que fuera un problema!
- No grites – Yeonhoon cogió fuerte del brazo a Changmin.
- Ah... Yunhie me haces daño – y sus ojos empezaron a lagrimear.
Al ver esa expresión Yeonhoon le soltó enseguida.
- Perdona... no quería hacierte daño, ven aquí – y acogió fuertemente entre sus brazos a Changmin para darle un cariñoso abrazo – no quiero perderte...
- Yo tampoco Yeonhoon pero, perdona por haber venido.
- Yo tambien tenía muchas ganas de verte, así que no te preocupes.
- Está bien – su expresión cambió cuando vió a Yeonhoon sonreír de forma más tranquila.
Aquellos cuatro días que Changmin estuvo en Londres fueron bastante agridulces. Apenas salió de su habitación ya que Yeonhoon estaba casi siempre trabajando y cuando quería estar con él, el chico simplemente se limitaba a ir a verlo a su habitación y pasar unas cuantas horas junto a el. La verdad es que todo era muy injusto y todavía no entendía el por qué todo tenía que ser así.
“Son las 4 de la madrugada y Yunhie acaba de irse. Apenas llegó a las 12 y ya me ha vuelto a dejar. Mañana cojo mi vuelo de vuelta a Corea y ni siquiera vamos a poder despedirnos. Si fueras más valiente... a mi no me importaría dejarlo todo e irme al fin del mundo contigo. Podríamos vivir en aquella cabaña de Gapyeong sin que nadie se enterara y cumplir nuestros sueños juntos. Ojalá pudiera hacer que dejaras tus miedos atrás... ojalá.”
Pero lo que creía Changmin que eran miedos para Yeonhoon, no eran exactamente eso. La familia de Yeonhoon siempre había sido reconocida por su arrogancia y por su forma de guardar las apariencias ante los demás y por supuesto el chico no iba a ser menos. El problema es que no quería dar de lado a todo solamente porque le gustaran los hombres. Prefería mantener una relación oculta mientras vivia ante sus amigos y familia normalmente. A los ojos de Changmin lo que para Yeonhoon era un “valor de vida” para el era un sintoma de no tener valentía alguna y era lo que menos le gustaba de su novio porque estaba seguro que podría realizar todos sus sueños aunque todos le dieran de lado. Porque Changmin jamás lo haría, estaría a su lado siempre pasara lo que pasara, pero al parecer Yeonhoon no quería ni siquiera mirar esa realidad.
Y así pasaron los siguientes meses en la relación de Changmin y Yeonhoon, viendose esporadicamente debído a que este ultimo estaba terminando su último año en la Universidad y lo compaginaba trabajando en la oficina de su padre en Corea. Dicen que el amor es ciego, pero todas las personas tienen un límite y el de Changmin estaba a punto de revasarse. Amaba a Yeonhoon con locura pero ¿a eso se le podía llamar tener una relación? Muchas veces se preguntaba así mismo muchas cosas, si fuera otra época ¿aquel tipo de pensamiento estaría permitido? Ojalá que no a todo el mundo le pasara lo que el estaba sufriendo en sus propias carnes. Pero joder, ¿por qué se echaba todas las culpas? El estaba dispuesto a todo y el único que tenía “problemas” era Yeonhoon, así que había que poner un remedio pronto o desde luego se iba a volver loco por completo.
15 de Diciembre de 1951 – En la cabaña de Gapyeong
- ¿Qué te pasa Changmin? Te noto muy serio.
- Nada Yeonhoon, no me pasa nada – respondió el chico mientras miraba por la ventana.
- No creo que sea así – y se dirigió hacia el para abrazarlo por la espalda.
- ¿Entonces que crees?
- Creo que no eres feliz conmigo – dijo Yeonhoon seriamente – y sé que seguramente yo tendré la culpa de todo.
- Te equivocas, si que soy feliz contigo, pero – Changmin se dió la vuelta para quedar cara a cara con su novio – no estoy feliz con lo que tenemos que pasar para poder estar juntos apenas unos días cada mes. Ya ni siquiera nos vemos tanto como antes en la Universidad.
- Changmin,vamos, no seas así... sabes que en el último curso apenas tenemos tiempo para salir de clase.
- Y ¿después? ¿Tampoco tienes tiempo?
Changmin se separo de los brazos de Yeonhoon y se dirigió fuera de la cabaña. Seguidamente Yeonhoon fué tras él.
- Joder Changmin, espera... – dijo medio corriendo hasta que se puso delante del chico - ¿por qué no lo quieres entender? ¿tan difícil te resulta?
- Pues sí, si que me resulta dificil ver como tu pretendes seguir con tu vida como si nada y dejar de lado lo más importante que tienes.
- Si supieras – Yeonhoon apuntó a Changmin con un dedo – si supieras lo que me ha costado llegar hasta donde estoy no dirias eso.
- ¿Sabes? Ese es tu problema Yeonhoon, que no eres capaz de mirar por los demás. Yo sería capaz de dejar mi vida e irme al fin del mundo contigo si hiciera falta. Pero veo que tu eres un cobarde y jamás serás capaz de hacerlo.
- ¿Que has dicho?
- ¡Que eres un cobarde! – gritó Changmin.
En ese mismo instante Yeonhoon dió una fuerte bofetada a Changmin. Su labio inferior comenzó a sangrar y los ojos de Changmin empezaron a lagrimear. ¿Cómo había sido capaz de ponerle una mano encima? Ante la mirada atonita de Yeonhoon por lo que acaba de hacer, Changmin salió corriendo de allí dejando a su novio, totalmente paralizado, atrás. Llorando siguió corriendo y corriendo mientras su pelea seguía rondando por su cabeza. Minutos después no sabía donde se encontraba pero estaba seguro que había corrido muchos kilometros por aquellas montañas. Se paró en seco y miró atrás mientras se secaba las lagrimas y se limpiaba la sangre de su boca.
De repente como si no le quedaran fuerzas cayó al suelo derrotado. Y no, no es que estuviera cansado. Ahora mismo su alma le dolía tanto que ni siquiera era capaz de respirar correctamente. Yeonhoon, su Yunhie le había pegado, algo que jamás pensó que el chico fuera capaz de hacer.
En ese mismo instante...
Yeonhoon corría buscando por todas partes a Changmin, estaba apunto de anochecer y no era muy bueno estar al aire libre por aquella zona. Minutos atrás no pudo evitar odiarse así mismo por lo que acababa de hacer. ¿De verdad merecía la pena todo aquello?
La respuesta era no, pero no sabía que hacer para poder evitarlo. Era la primera vez que tenía que acarrear con esa clase de consecuencias. ¿Que podía hacer? Ahora mismo lo único que quería era encontrar a su chico. Después de horas buscando ya había anochecido y seguía sin haber rastro de Changmin.
- ¡¡¡Changmin!!! ¡¡¿Dónde estás?!!
Una y otra vez Yeonhoon gritó sin obtener respuesta. Siguió andando por la hierba hasta que en el horizonte observó como había alguien sentado. Era Changmin, estaba seguro. Corrió como un descosido a su encuentro hasta plantarse justo delante de el y abrazarlo fuertemente.
- Changmin, yo... lo siento...
- Lo sientes... siempre lo sientes... – dijo el chico en voz baja con la cabeza agachada.
- Por favor, perdóname. Siento haberte...
- ¿Pegado? No quiero hablar contigo Yeonhoon, mañana mismo me voy.
- No – Yeonhoon se aferró mucho más a su chico – no quiero que te vayas, he cometido un error, no volverá a ocurrir más te lo prometo.
- Tenlo por seguro que no volverá a pasar.
- ¿Qué quieres decir? – pregunto Yeonhoon.
- Me voy... ya te lo he dicho. No creo que sepas de mí en un tiempo.
Y así fué, tuvo que pasar más de un año hasta que los chicos se volvieran a reencontrar después de aquella pelea.
04 de Julio de 2010
- ¿Terminaste de recoger todo?
- ¡Taegong! Me has asustado jode r – dijo Yunho mientras veía como su chico le esperaba.
- De verdad no se como insistes en llevarte todo esto si te dije que iba a comprar la casa...
- Pesado, esta ropa tengo que llevarmela a trabajar ¿no querrás que me mude a vivir aquí y tenga que irme practicamente a las 3 de la mañana para llegar puntual?
- Pues podrías – y Taegong se acercó a Yunho – no sería una mala idea que lo hicieras la verdad.
- Bueno... este sitio es un poco alejado y no hay nadie... ¿no es mejor que vivamos en la ciudad?
El pensamiento de Taegong en ese momento era claro. Que mejor que aquella cabaña para acabar con el maldito de Yunho definitivamente, así... nadie se enteraría.
- Como quieras – suspiro pensando – pero que sepas que quiero venir aquí muchisimos días ¿eh?
- Que sí, pesado que eres un pesado – Yunho se acercó a Taegong para abrazarle y despues besarle – vendremos a pasar todos los fines de semana que te de la gana. Mi misión es mimarte y si la forma de mimarte es esta...
- ¿Mimarme...?
- Claro Taegong, ¿no es eso lo que hacen los novios? Cuidar de su pareja pase lo que pase y protegerla a toda cosa.
- Sí... claro que sí – y el chico le sonrió.
¿Proteger? ¿Cuidar? Años atrás su novio no había sido para nada así con el. Desconocía por completo aquellas palabras y actos y desde luego no tenía por pensamiento volver a ser el chico estúpido que fué en el pasado, acercandose una y otra vez al chico que le llevo hasta la muerte. Si Yunho tenía la misma cara que Yeonhoon estaba seguro de que su alma seria exactamente igual que a la de su Yunhie, y no es todo oro lo que reluce, dicen. La confianza tenía una linea muy fina que la separaba de la traición y si la gente quería creer que la confianza lo era todo, desde luego estaban muy equivocados. Ni siquiera en el pasado le sirvió creer en las palabras de su novio. Ni siquiera le sirvió aferrarse a él pasar lo que pasara, pensando que lo dejaría todo por el y que cambiaría su forma de ser por el. Que mentira mas grande había vivido, pero ahora, las cartas estaban bajo su manga, ahora todas esas mentiras se iban a convertir en realidad y no para el, sino para Yunho.
Pobre Changmin, todo lo que tuvo que pasar por Yeonhoon. El muy covarde hasta llegó a pegarle. Devio ser horrible para el ver como el hombre que amaba se caia del pedestal donde lo tenia elevado. El año que estuvieron separados Changmin devio buscar nuevos horizontes, un especimen masculino con un poquito mas de testosterona." La cobardia es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a nada "
ResponderEliminarLa historia se pone cada vez mas interesante !!