Adiós a mis sueños.
- Sigo sin entender la reacción de Yunho... – dijo Changmin mientras se sentaba al lado de Yoochun.
- Pues para mí no es nada rara – añadió Jaejoong.
- ¡Jae! ¿Te crees que así ayudas?
- No Changmin déjalo, Jae tiene razón, tendría que haberle contado todo a Yunho antes.
- ¿Para qué? Tan sólo ibas a hacer que preocuparle, yo entiendo tu postura – entonces Changmin se quedó pensativo – también es verdad que es muy fuerte todo el tema, pero el tendría que haber dejado que te explicaras.
Yoochun todavía presa de los nervios volvió a coger su teléfono para llamar a Yunho. Y nada, todavía seguía apagado. Ni siquiera su mejor amigo había conseguido contactar con el y no sabían donde podría encontrarse.
- Nada... yo, no se que hacer – musitó Yoochun.
- Tranquilo, verás que todo se arregla, nosotros te ayudaremos ¿verdad Jae? – el chico se volvió para mirar a su novio y ponerle cara de “y no digas nada más”.
- Claro que sí, haremos lo que sea, no te preocupes.
Minutos después, gracias a la infusión Yoochun cayó dormido en el sofá del salón de sus amigos. Jaejoong le tapó con una manta y le quitó las zapatillas para después recoger lo que había encima de la mesita y llevarlo a la cocina. Changmin fué detras suya, ya que sabía que el chico querría hablar con él.
- A ver, ¿que pasa Jae?
- Nada, es sólo que no deberías de defenderle tanto, está claro que ha metido la pata, además ¿cómo sabemos que esta diciendo la verdad?
- Joder Jae – dijo intentando hablar bajo – eres retorcido como tu solo, se que al principio Yoochun no te caía bien, pero no creo que sea capaz de hacer algo así.
- Yo no estaría tan seguro, ha estado con ese entrenador desde su juventud, bien podría tenerlo cogido de los huevos – protestó.
- Si esefuera el caso, no creo que estuviera tumbado en nuestro sofá hecho un matojo de nervios. A sí que por favor – Changmin se acercó a su novio y le puso una mano en el hombro – intentemos ayudarle ¿sí?
Su novio no dijo nada más durante la noche, estaba claro que tenía que dar un punto de confianza a Yoochun ya que no todo el mundo era malo, pero aún así, seguía sin fiarse del todo. Poco después ambos se fueron a la habitación y mientras Jaejoong miraba la televisión, Changmin intentó comunicarse una vez más con su amigo.
“Yunho, soy yo otra vez. Yoochun está en casa durmiendo, ha llegado llorando, así que creo que deberías de darle la oportunidad de escucharle, llámame”.
Pero después de esperar más de una hora, no recibió respuesta. Así que decidieron irse a dormir a la espera de que al día siguiente o al menos lo más pronto posible,el pensamiento del cabezota de su amigo cambiara.
A la mañana siguiente – En la oficina del señor Lee.
Y lo que menos se podían esperar todos es que Yunho tuviera la brillante idea de presentarse en la oficina del entrenador de Yoochun. Había pasado la noche durmiendo en un sitio apartado de Seúl dentro de su coche. Todavía seguía enfadado y mucho, pero más le dolía el orgullo de pensar en como habían tramado todo aquello para engañarle a base de bien, así que fué en busca de respuestas.
Cuando llegó su secretaria le dijo que estaba ocupado, pero la verdad era que no tenía ningún problema, esperaría horas e incluso días si hiciera falta. Pero tan sólo tuvo que esperar unos minutos para que este le recibiera en su despacho. Después de entrar se quedó anonadado cuando vió quien era el entrenador de Yoochun.
- ¿Tú? – dijo aún sorprendido.
- Vaya, vaya, vaya, mira a quien tenemos aquí – el entrenador Lee hechó una risotada.
- Hijo de puta... ¿no tuviste bastante con joderme la vida mientras me entrenabas?
- Deberías de tener un poco de respeto a tus mayores – dijo con chulería mientras se acercaba al chico – y no, no tuve bastante, la lastima es que en aquel accidente no te quedaste en silla de ruedas.
- Sabía que eras rastrero, pero jamás imaginé que lo serías tanto, dime ¡ah! – Yunho no pudo evitar alzar el tono - ¿Que es lo que quieres?
- Verte fuera del hielo, ver como te pudres en la miseria.
- Pues no lo voy a hacer, es más pienso luchar para llegar otra vez a lo más alto.
- No si mi queridisimo Yoochun lo impide, niño – y de nuevo el entrenador volvió a reír - ¿sabes? Has sido muy estúpido al pensar inocentemente que Yoochun iba con buenas intenciones.
- Cabrón... – Yunho cerró sus puños y no le faltaron ganas de soltarle un puñetazo en la cara en ese mismo instante.
- La lastima... es que el pobre acabara enamorado de tí.
- ¿Qué? – preguntó sorprendido.
- Sí, el muy idiota se enamoró de tí, lo único que tenía que hacer era camelarte para beneficio propio pero por lo visto, eres irresistible.
- ¿Supongo que eso te habra dolido en el alma? – dijo apunto de marcharse de la oficina.
- Ey, no te vayas tan rápido... no he acabado aquí.
El entrenador Lee se dirigió a la puerta de su despacho y la cerró a cal y canto. Después fué a sentarse en su sillón y le ofreció a Yunho lo mismo. Arregañadientes lo hizo pues sabía que esa charla no había terminado aquí. Después el entrenador sacó un sobre del cajón de su mesita y se lo ofreció al chico.
Cuando lo abrió se quedo sorprendido al ver las fotos que este había mandado hacer en el campeonato de clubes de Holanda y supo en ese momento que todo no había acabado aquí.
- ¿Qué quieres? – preguntó.
- Quiero que dejes el patinaje artístico y quiero que anuncies tu retirada en televisión.
- ¡¿Qué?! Tú estás realmente loco – respondió Yunho con tono cabreado – no pienses ni un momento que harás que deje de patinar para tu beneficio.
- ¿Ni siquiera lo harás por el bien de Yoochun?
- ¡Maldito bastardo! – Yunho se levantó y agarró al entrenador Lee del cuello de su camisa.
- Sa... sabes – dijo apenas sin poder respirar – puedo destruír a Yoochun en el momento que me de la gana si quiero y no simplemente poniendo estas fotos en todos los periodicos, puedo hacerle sufrir hasta límites inimaginables, así que... haz lo que te digo si no quieres ver a tu queridito Yoochun en lo mas bajo.
- ¿Por qué haces esto? – se atrevió Yunho a preguntar.
- Años atrás te iba a convertir en mejor patinador de la historia – el entrenador comenzó a decir entre dientes – pero tú y tú maldita familia no me dejastéis hacer mi trabajo y ahora tengo que ver como todo el merito se lo lleva otro. Y mi querido Yunho... Lee Yongwhan no se dejá arrastrar por nadie.
Después de aquellas palabras, Yunho le soltó y se fué de aquel despacho mientras de fondo escuchaba como el hombre se reía maliciosamente. Estaba bastante alterado, pero sobretodo estaba enfadado y es que le dolía en el alma que una persona pudiera aprovecharse así de esta clase de situaciones. Y ahora, ¿qué podía hacer? Sabía que lo que el entrenador Lee le había dicho no iba a quedar en vano si no cumplia lo que le había pedido, pero se trataba de decir adiós a lo que más le gustaba.
Pensó una y otra vez que podía hacer, pero ahora mismo no le veía solución. Cogió su coche y se fué para casa y cuando llegó vió que Changmin le estaba esperando en la puerta.
- Sabía que si no venía no habría forma de hablar contigo.
- ¿Qué quieres Changmin?
- ¿Cómo que qué quiero? Pues hablar contigo – el chico se acercó y se puso a su lado – que no viste los mensajes... Yoochun sigue en casa.
- Como si se quiere ir a la china – protestó mientras introduciá la llave de casa en su puerta.
- De verdad Yunho, cuando eres así no hay quien te soporte. Deberías de dejar al menos que se explicara ¿no crees?
- Lo que quería saber ya lo he averiguado por mí mismo, no te preocupes por eso – respondió Yunho cabizbajo mientras entraba a casa.
- ¿Qué quieres decir? – le volvió a preguntar su amigo.
- Que quiero estar sólo, así que por favor... vete.
- Está bien. Cuando quieras hablar ya sabes donde estoy.
Changmin se fué de allí protestando y mientras tanto Yunho tiró las llaves y su cartera hacia la mesita de la entrada y después se tumbó en su sofá. Totalmente agobiado se quitó la ropa hasta quedar refrescado y secó su sudor con las manos, que después se posaron en su frente. Tenía muchas cosas en las que pensar, pero sobretodo se le planteaba una gran pregunta. ¿Debía o no debía de hacerlo?
En ese instante supo que Yoochun lo amaba de verdad y de que el tambien estaba enamorado completamente de su novio. El era una persona lo suficientemente adulta y protectora como para permitir que su novio saliera dañado por su culpa y estaba claro que en este momento no podía hacer otra cosa más que cerrar la boca y hacer lo que el entrenador Lee le había pedido minutos atrás.
La verdad es que estaba deseoso por competir al año siguiente en el Campeonato Nacional de Seúl, pero tampoco estaba seguro de que pudiera dar el 100% debído a su lesión, así que ahora tenía motivos para ni siquiera intentarlo. Por amor lo daría todo y por proteger a Yoochun sería capaz de abandonar cualquiera de sus sueños. Quizás en otro momento de su vida se presentaran nuevas oportunidades que le hiciera disfrutar de todo lo que quería, pero tenía claro que quería hacerlo junto al chico. Cogió su teléfono y le mandó un mensaje.
“Yoochun, necesito unos días para pensar... ahora mismo no puedo verte, tan sólo te digo, esperame.”
En la casa de Changmin y Jaejoong.
- Chicos, Yunho me ha mandado un mensaje.
- ¿De verdad? – preguntó Changmin – porque minutos atrás estaba de un borde...
- Sólo me dijo que lo esperara que tiene que pensar.
- Bueno – suspiró su amigo – entonces es mejor que lo dejes a su aire. Pero tranquilo, estoy seguro de que volverá a tí.
Después de aquellas palabras de ánimo, Yoochun se dirigió al salón donde Jae andaba recostado viendo la televisión y este se sentó a su lado.
- ¿Estás enfadado conmigo Jae? – le preguntó algo avergonzado.
- Yo no soy tan tolerante como Changmin y está claro que has cometido un error.
- Lo sé – le respondió el chico con la cabeza agachada.
- Pero novoy a juzgarte, quien tiene que perdonarte es Yunho y parece que lo va a hacer, así que, puedes estar tranquilo.
- ¡Gracias!
Yoochun se tiró a los brazos de Jae, practicamente ahogandolo mientras le besaba por la cara sintoma del agradecimiento que tenía hacia su amigo orgulloso. Ante aquella actitud Jae no pudo evitar sonreír y abrazó al chico. La verdad era que aunque hubiera dudado de él, había demostrado con creces que lo que sentía por Yunho era verdadero y se había dado cuenta de todo esto los últimos días en los que el chico había estado en su casa. Así que ya no tenía por que juzgar nada de los actos de Yoochun y esperaba de todo corazón que el tema se solucionara lo más pronto posible.
Cinco días depsués.
A esas alturas, Yunho todavía no había dado señales de vida. Ya tenía bastante preocupados a sus amigos y a Yoochun, pero sabían que no podían hacer nada. Simplemente esperar que tomara la decisión de volver esperando que todo estuviera calmado.
Yoochun se había tomado unos cuantos días libres, a lo que sin saber por qué, su entrenador accedió libremente y le dejó hacerlo. Era bastante curioso que después de lo que le había dicho este le dejara hacer lo que quisiera, pero le había venido bien tener esa tranquilidad en casa de sus amigos, ya que fueron los únicos que esos días pudieron siquiera hacerle sonreír.
Después de volver de entrenar, Changmin y Jaejoong cogieron una aperitivo antes decomer y pusieron las noticias de al medidodía como tenían costumbre. De repente les llamó la atención que la sección de deportes se hubiera adelantado.
“Hoy nos encontramos en la Sala de Prensa del Estadio de Patinaje de Seúl para darles una noticia importante. Aún no sabemos el motivo por el que se ha convocado esta conferencia, pero lo sabremos en pocos segundos”
Pocos minutos después todo el mundo empezó a hacer fotos y por una de las puertas apareció Yunho, vestido con un traje gris acompañandolo con una corbata azul. Aquella apareción dejó muy sorprendidos a sus amigos y a Yoochun que no sabían lo que estaba apunto de venir.
- Buenos días a todos – comenzó a hablar Yunho entre palabras entrecortadas – hoy les he convocado aquí junto a mi entrenador porque quiero hacer un anuncio importante.
Sin saber por qué, mientras veía la imagen de Yunho por televisión, Yoochun comenzó a ponerse realmente nervioso y sabía que algo malo iba a pasar. De repente observó como los ojos de su novio se volvían cristalinos y paraba un segundo de hablar.
- Ante todo, tengo que decir que he luchado para que esta situación no pasara. Pero después de meses de lucha me he dado cuenta de que nunca voy a ser el patinador que fué hace años atrás.
El nerviosismo creció en Yunho que era deslumbrado por las decenas de flashes que había en aquella sala.
- Hoy, cuando apenas queda un año para el campeonato Nacional de Seúl, he decidido que no seré yo quien forme parte del elenco de patinadores que luchen por ser el número uno en nuestro estadio. Con mucho orgullo por los futuros patinadores y tambien con el mayor dolor de mi corazón, hoy... – las palabras se ahogaban en la garganta de Yunho – quiero anunciar mi completa retirada del mundo del patinaje artistico.
De repente todo el mundo comenzó a sacar más rapidamente fotos mientras se oía hablar a la gente de manera sorprendida. Segundos después, Yunho no podía evitar echarse a llorar ante las cámaras, hizo una reverencia para despedirse de todo el mundo y se retiró de aquella sala envuelto completamente por las luces de aquellas cámaras.
En casa de Changmin y Jaejoong se quedaron completamente sorprendidos por aquel anuncio. Mientras que a un paralizado Yoochun se le había caído incluso de las manos el botellín de cerveza que sostenía. No podía dar crédito a lo que acababa de ver con sus ojos. Yunho había anunciado su retirada para siempre y a él se le acababa de partir el corazón en dos.
- Pero... Yunho... – se atrevió a decir entre sollozos - ¿por qué?
Y es que a veces el amor hacía que dieras todo por la persona que quieres, hasta tal modo que podrías decir adiós a cualquiera de tus propios sueños.
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