Cuando el bien quiere superar al mal.
Por fín había llegado el día, ese que Yeonhoon había estado contando en su calendario desde que su padre le dijera que se ocupara de una reunión de la empresa en Los Ángeles. Había preparado todo meticulosamente pero a decir verdad había algo que no sabía cómo lo iba a afrontar, ¿que haría cuando estuviera delante de Changmin? Se ponía tan nervioso con sólo pensarlo que ni siquiera podía imaginar lo que iba a ocurrir cuando le tuviera delante de sus ojos. Tan sólo esperaba que la sorpresa que le tenía preparada a su aún novio, realmente le encantara.
Esa misma mañana terminó de preparar el equipaje que se iba a llevar para pasar allí más o menos una semana, después pidió un taxi y lo dirigió hacía el aeropuerto. Su padre le había dado instrucciones estrictas sobre lo que tenía que hacer y le había reservado una habitación en uno de los hoteles más prestigiosos de Los Ángeles, así que ya tenía todo listo para viajar. Una vez el taxista metió todo en su maletero se dirigió hacía el aeropuerto, para dos horas después coger el avión que le iba a llevar al lugar donde se encontraba su amado Changmin.
“Espero no arrepentirme de mandarte allí hijo, recuerda que nuestra reputación depende de tí”.
Aquella fué la última frase que su padre le había dicho antes de viajar, y la verdad no le dejo una buena sensación en el corazón, pero tenía tantas ganas de pisar aquel suelo, que realmente no le importaba mucho lo que su padre le pudiera decir o pudiera pensar de aquel viaje.
En casa de Yeonhoon.
- Padre, no entiendo por qué no me ha mandado a mí a Los Ángeles – Yeonmin, como era de esperar, no entendía porque después de todo lo que había pasado no había sido el elegido.
- Aún tienes mucho que aprender, el día que estes preparado, entonces te enviaré – su padre revisaba el papeleo de la empresa con sus gafas a medio de poner.
- Pero padre, después de todo lo que Yeonhoon ha hecho ¿cómo puede...?
- No te creas que no he tenido en cuenta todo eso, además, él no lo sabe pero estará más vigilado de lo que crees, así que no cometerá ningun error – su padre levantó la vista para mirar a su hijo – tan sólo tienes que esperar unos años ¿de acuerdo?
- Está bien... – Yeonmin todavía no estaba convencido, andando se sentó en el asiento que había enfrente del escritorio de su padre.
- Mira hijo, sabes muy bien como son los negocios, si te envio a tí pensarán que no soy un padre serio, por eso mandé a tu hermano, no porque el vaya a ser quien se encargué de esto en el futuro, sino para que tú puedas terminar de adquirir la experiencia necesaria.
- Entonces – y Yeonmin no podía evitar sonreír de manera venebola pensando en que pronto su hermano sería “repudiado” – aprenderé todo lo necesario para estar a la altura.
Después de aquella charla, Yeonmin estaba convencido de que su hermano estaba completamente acabado en la empresa de su padre, pero la codicia y el odio le pudo más que eso y necesitaba destruirlo completamente, hacerle lo más infeliz que pudiera y esta iba a ser la ocasión en que lo haría.
Nadie lo sabía, pero el joven conocía perfectamente el paradero de Changmin y estaba seguro de que su hermano aprovecharía la oportunidad para encontrarse con él en Los Ángeles, y ahí iba a tener la oportunidad de destruírle completamente. Días atrás había contratado con una pequeña parte de sus ahorros a unos periodistas para que fueran a todas partes donde Yeonhoon estuviera y trayeran serías pruebas de lo que todos iban a comprobar dentro de poco, cómo un hombre de la alta sociedad, en teoría responsable, tenía encuentros amorosos con otro hombre.
Y desde luego, esperaba que el plan le saliera a la perfección.
31 de Julio de 2010
- Pobre Changmin... que estúpido y necio que era – Yunho suspiró mientras cerraba el diario al darse cuenta que ya era de noche – si yo hubiera sido él, ni siquiera habría esperado ni un día a que su novio fuera.
- ¿A quién no habrías esperado? – de repente la voz de Taegong sonó en la puerta de la cabaña y asustó tanto a Yunho que este incluso se cae del sofá.
- ¡Taegong! Qué susto... – cuando se dió la vuelta para mirar a su novio se quedó completamente paralizado.
Y es que el chico había cambiado completamente su look, se había cortado un poco el pelo y lo había teñido de un color marrón chocolate para tambien dejar su cara sin ningún rastro de la barba que hasta hace poco había tenido.
Yunho no supo muy bien como reaccionar y no sabía si era porque su chico se veía realmente atractivo o porque estaba intentando que su cabeza dejara de comparar el parecido que tenía con aquel chico, Changmin... y su mente se llenó de preguntas ¿cómo podía ser que se pareciera a Changmin y nunca se hubiera dado cuenta? Realmente parece cómo si el universo le estuviera jugando una mala pasada. Volvió a abrir y cerrar los ojos sin dejar de mirarle aún sin hacerse a la idea de lo que estaba viendo.
- Y ¿bien? – volvió a preguntar su novio haciendo que bajara de golpe al suelo.
- Yo... estás diferente.
- Claro, antes era rubio y ahora tengo el pelo castaño – dijo intentando bromear aún sabiendo que en su interior se debatían respuestas importantes.
- Sí – en ese momento recordó las palabras que le había dedicado días atrás a su novio y se dió cuenta de que aunque la vida estuviera llena de estas casualidades, no había que negarse a ellas.
Con su corazón aún algo nervioso, se acercó poco a poco a Taegong para mirarle a los ojos y después sonreírle, de la forma que siempre lo había hecho. Su novio le correspondió igual y el corazón de Yunho se sintió realmente cálido, ya no tenía ningún miedo que le agobiara y ya no le importara que todo lo que le había pasado tiempo atrás hubiera sido una sorpresa, quizás esto era lo que tenía que pasar y si tenía que ser así, era claramente por algo, así que le iba a echar valor e iba a luchar por lo que había creado junto a su novio.
Y no pudo evitar besarle mientras pasaba una de sus manos por el ahora sedoso pelo de Taegong, dios mio incluso podía jurar que le había atraido mucho más de lo que ya lo hacía de rubio. Ese estilo le daba un toque tan masculino e interesante que sentía que estaba descubriendo una nueva parte de Taegong, todo para deleite de sus ojos claro.
Dos semanas después...
Ya había el fín de las vacaciones de Yunho y ahora era el momento de volver a casa. Aquellos últimos días sin duda habían sido los mejores en la relación de Taegong y él, para sorpresa del primero, Yunho había aceptado bastante bien el cambio de imagen que había tenido y la verdad es que se espero que Yunho se sintiera incluso asustado, pero nada de eso pasó lo que hizo completamente feliz a Taegong.
Esa misma mañana recogieron todas las cosas y dejaron el lugar listo para su próximo viaje, días atrás habían decidido comprar la cabaña entre los dos, síntoma de que su relación iban a la perfección. Después cogieron el coche, metieron todo en el maletero y comenzaron su vuelta a casa. La verdad es que eran las primeras vacaciones que Yunho había sido completamente feliz y lo que iban a ser unos días para descargarse de todo lo que había ocurrido, se convirtieron en los días más importantes de su vida y realmente era algo que le hacía feliz.
- ¿Cuando comienzas a trabajar? – preguntó Taegong mientras abría un refresco y lo ponía en el posa-vasos del coche.
- El lunes, tenemos una reunión importante para la revista.
- Un día, tienes que enseñarme como es tu trabajo en la empresa – le volvió a decir sonriente y es que de verdad le llamaba la atención el trabajo que Yunho tenía.
- Pues ya sabes que cuando quieras puedes venir, nunca me han puesto pegas en ese sentido – Yunho se giró para sonreírle – así que no habrá problema.
- ¡Yunho cuidado! – Taegong señaló hacía delante con un dedo mientras cerraba sus ojos, pero su novio no vio nada.
- Taegong... ¿qué pasa?
- Yo... he visto que algo se acercaba hacía nosotros – cerró de nuevo los ojos y juró que había visto como una sombra o algo por el estilo se avalanzaba sobre el coche.
- Tranquilo, habrán sido imaginaciones tuyas – Yunho le volvió a sonreír para intentar tranquilizarle.
Pero Taegong notó como su corazón empezaba a latir rápida y nerviosamente, después miró a sus manos y las sintió desaparecer, cosa que realemnte le hizo que el corazón le diera un vuelco. Cerró los ojos para intentar calmarse y entonces una vocecilla se metió en su cabeza. “¿Cómo puedes ser tan estúpido de querer volver a tropezar con la misma piedra? Volverás a acabar muerto si continuas así”... Y aquella no fué la voz de su subsconciente, sino su propia voz, la voz de sus recuerdos, la voz de su pasado, aquella que siempre le había guiado hasta el camino que meses atrás había comenzado para dar calma a su alma y a su corazón.
¿Por qué narices le pasaba eso ahora? Después de lo que había pasado con Yunho y sobretodo, después de haberse dado una oportunidad así mismo, ¿qué había de malo en ello? No quería pensar en nada, seguramente hubiera sido su imaginación la que había actuado así en un momento de nerviosismo así que procuraría no hacer caso a lo que acababa de pasar.
Y es que ahora, Yunho no iba a ser el atormentado, su camino había acabado y el fín de esta historia lo iba a marcar la persona que la había comenzado, el mismísimo Shim Changmin, ahora en el cuerpo de Taegong.
- Taegong, ¡Taegong!
- ¿Eh? Dime... – contestó apenas sin voz.
- Pero ¿qué narices te pasa? Llevo como media hora llamándote – protestó Yunho.
- Sólo estaba distraido tranquilo.
- Te preguntaba que ibas a hacer cuando llegaramos a Seúl – volvió a decirle ahora algo más serio.
- ¿A qué te refieres? – le preguntó su novio algo aturdido y confundido.
- ¿Tienes vacaciones? ¿Vas a trabajar? No sé ese tipo de cosas – Yunho suspiró y después hizo un gesto con la cabeza – ni que estuvieras sufriendo el sindrome postvacacional.
- Algo parecido – Taegong sonrió con dificultad y después se volvió serio otra vez – supongo que tengo que ir a la empresa a ver que tienen para mí.
- Vale, a ver si ambos podemos tener más tiempo libre de aquí adelante.
- Sí...
Por más que lo intentara no podía sacarse de la cabeza las palabras que minutos atrás había escuchado. Ni siquiera se le podía pasar por la cabeza que Yunho le estuviera engañado ya que le había mostrado su personalidad al completo y sobretodo le había mostrado la transparencia de su alma al cien por cien, además estaba seguro de que Yunho nunca sería capaz de ocultarle nada, ya que eso lo había comprobado en esos días atrás.
Durante el resto del viaje camino a casa ninguno de los dos medio palabra, Yunho miró a su novio de reojo un par de veces o tres preguntándose que podía pasarle. Una vez entraron en la ciudad, Yunho se desvió primero para dejar al chico en su piso antes de volver a casa, la verdad es que tenían que ir pensando en si irse a vivir juntos o no, así sería más fácil el poder estar juntos.
Taegong ya en su casa, fué a beber un vaso de agua y después se tumbo en su pequeño sofá. Giró su cabeza y se quedó mirando a la pared. Seguramente todo habían sido imaginaciones suyas provocadas por los miedos que sentía en su corazón, así que era hora de dejar todo atrás.
- No dejaré que destruyas mi vida... – susurró con los ojos entrecerrado antes de caer en un profundo sueño.
Cuando cerró sus ojos enseguida se vió caminando por un lugar que le resultaba totalmente desconocido, miro a su alrededor pero no podía vernada, tan sólo una neblina que le acompañaba a todas partes. Estaba seguro de que todo era un sueño, pero desde que había vuelto a tener un cuerpo, era la primera vez que lo hacía.
- “¿No recuerdas todo lo que Yeonhoon te hizo sufrir?” – otra vez esa voz que había escuchado en su cabeza.
- “Yunho no es como lo era Yeonhoon”.
- “¿Y por qué estás tan seguro de eso? Maldita sea Changmin, no hemos recorrido este camino para que todo acabe como si nada”.
- “¿Y tú quien eres para decirme cómo tengo que hacer las cosas?” – Taegong comenzó a sentirse realmente enfadado.
- “¿Qué quien soy yo? Soy el pasado que has dejado olvidado tan sólo porque Yunho te ha dedicado dos palabras bonitas... deberías de darte cuenta... tu alma no podrá escapar si no le das la salvación”.
- “¿Y si no quiero hacerlo?”.
- “Entonces morirás sin pena ni gloria y viviras eternamente en un lugar como este, torturado por tu pasado...”
En ese momento, mientras Taegong seguía caminando mirando a su alrededor intentando tocar algo que pudiera coger con sus manos vió como aquella neblina se iba poco a poco y de nuevo visualizó sus últimas horas de vida aquel 15 de Junio del año 55. La imagen de Yeonhoon, con el mismo aspecto de Yunho volvió a aparecer en su cabeza, arrastrando su cuerpo, dejándolo allí muriendose sin nisiquiera dándole la oportunidad de poder salvarse.
Chasqueó los dientes y de repente despertó de aquel sueño. Tocó su frente y vió que estaba sudando, y sin pensarselo dos veces salió corriendo hacía el baño para echarse agua en la cara.
- Maldita sea... que está pasando.
La realidad era que desde que había adoptado el cuerpo de Taegong, sentía que tenía una misión por cumplir, la de salvar su alma a toda costa, pero ahora se sentía como si no fuera su alma del pasado la que estaba en su cuerpo. Desde que comenzó a salir con Yunho y a conocerle en profundidad sintió que una nueva alma estaba creciendo dentro de él y con ello, sintió que podía vivir una nueva vida sin ningún arrepentimiento.
Pero siempre se ha dicho que si un alma no es salvada está vagando por el universo hasta poder cumplir su misión y aunque Taegong hubiera rechazado el alma que llevaba dentro para comenzar una nueva vida, su verdadera alma, la de Changmin, aquella parte malvada que había quedado dañada por un asesinato, no iba a dejar que Yunho se saliera con la suya y le daba igual si el chico había cambiado.
Le daba igual que Yunho no fuera el del pasado y si tenía que hacer que Taegong se volviera loco, si esa parte mala tenía que hacer que la bondad que estaba creciendo en su corazón, fuera destruida, no le iba a importar con tal de llevar su misión acabao.
- Aggg – Taegong que se acababa de echarse agua empezó a retorcerse y de repente su cara se volvió a tornar malvada como días atrás – sí... así es como tiene que ser.
Y por más que intentara que su lado bueno ganara por completo a su alma, su verdadera alma... Shim Changmin, iba a destruír todo lo que encontrara a su paso costara lo que costara.
Changmin vuelve a atormentarse con el pasado. La vos que escucha es en realidad su alma antigua? Me genera dudas.
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