Deadman Walking cap 3

Conociendote mejor. 

15 de Septiembre de 1950.
- Changmin! ¿Todavía sigues perdiendote entre los pasillos?

- Hyung! Pues... – Changmin se pusó una mano sobre su cabeza rascandose – es que este sitio es muy grande y tiene tantos pasillos...

- Que despistado que eres – rió – al final voy a tener que hacer de tu escolta ¿no crees?

“Después de encontrarme con el varias veces entre los pasillos, descansos, en la biblioteca e incluso en las salidas de clases él y yo entablamos amistad. Me dijo que se llamaba Young y hasta lo que había podido averiguar poca gente sabía su verdadero nombre. Esto era porque no quería que el apellido de su familia influenciara en su futuro. Parecía que era un chico adinerado pero que quería conseguir las cosas con sus propias manos, así que era algo que sin duda alguna yo respetaría y si algún día quería desvelarme su verdadero nombre sabría esperar por ello. Todo el mundo tenemos secretos y sin duda alguna yo soy el primero que quiero que el mio se guarde por completo...”

Y es que en aquella época era muy complicado entender que un hombre no quisiera tener relación alguna con mujeres... y así era Changmin uno de esos “despreciados” por la sociedad. Alguien joven e inocente que nada más quería que enamorarse y pasar el resto de su vida con alguien, en tranquilidad, aunque tuvieran que ocultarse de todo el mundo o tuviera que irse al lugar más recondito de la tierra.



29 de Junio de 2010

- Buenos días mi amor... – dijo Yunho mientras había sus ojos y se daba la vuelta para besar a su chico, pero allí no había nadie – pero... juraría que anoche...

Algo anonadado se termino de despertar y se fué directo a la ducha aún pensando en la pasada noche en la que escuchó claramente un “Te quiero” y se sintió abrazado por Taegong. Hacía poco que le conocía pero era agradable sentir que dentro del remolino de vida en el que se encontraba ahora mismo, había alguien en el que podía ahogar sus penas, aunque en realidad no le contara la verdad de las cosas.

Como cada día se arreglo para ir a trabajar. Después de unos minutos bajó al garaje y cogió su coche. Una vez sentado al volante se sintio algo extraño, como si una presencia le estuviera vigilando y es que ya no sabía ni siquiera si su propia sombra era segura en aquella situación. Le habían pasado cosas muy extrañas y estaba seguro de que no sería la ultima vez que le iba a pasar. De repente vió como una sombra parecía acercarsele.

“Yunho, Yunho, Yunho... siempre has sido un chico ejemplar ¿verdad?” Dijo una voz “Que bien has sabido ocultar durante todo este tiempo tu verdadera faceta... JA! ¿Sabes? Me das asco...”

- ¿Pero qué coño...? – dijo Yunho extrañado y asustado - ¡Dime cobarde! ¿Quien coño eres? Esto es increible...

Muy enfadado, Yunho empezó a golpear el volante haciendo sonar el claxon y encendió las luces del coche para ver si veía algo. Pero no había nada a su alrededor, tan sólo el humo que el propio coche hizo al ser arrancado.

“JÁJÁJÁ, no te creas que así vas a conseguir que te deje tranquilo, Jung Yunho te has metido en algo que ni siquiera sabes lo que es y vas a sufrir todas las consecuencias”

- ¿Todas las consecuencias? - musitó enfadado – Yo no tengo la culpa de lo que te paso ¡¿Me oyes?! Sé que eres tú, y me da igual que alguien de mi familia te haya hecho daño como me dijiste hace unos días sin ni siquiera mostrar tu cara, no te creo ¿sabes? No te creo.

Y es que era imposible que en aquella epoca alguien de su familia hubiera participado en algo así ya que todos sus antepasados se habían ido a vivir a Estados Unidos cuando su abuelo aún era pequeño y tan sólo hacía unos años atras, en la adolescencia de Yunho, que habían vuelto a Seúl, a la casa en la que habían vivido anteriormente para que el deseo de estudiar fotografía de el se hiciera realidad.

“ohhhh no sabes que pena me das, palabras sin sentido, nada más que haces eso, decir palabras sin sentido ¿quieres verme?, pues lo harás no te preocupes... lo harás”

De repente todo el humo se tornó negro y Yunho vió como hacía el se dirigia una calavera ensangretada y en el momento en que traspaso el coche, desapareció y todo volvió a la normalidad.

- Este caso... me esta volviendo loco... – dijo Yunho entre sudor mientras abría la puerta de su garaje y se dirigía a su despacho.



Ya en la oficina.

- KiBum ¿puedes venir un momento a mi oficina? – dijo Yunho por el telefónillo.

- Dime Yunho – dijo el nada más entrar en su despacho.

- Imagino que habrás seguido buscando cosas de ese chico...

- Ah, eso, si... he supuesto que seguirías necesitando ayuda.

- ¿Has encontrado algo sobre su pasado? – preguntó Yunho serio.

- Bueno, he conseguido averiguar donde estudió pero de momento poco más. Aquí dice que se matrículo en la Universidad de Historia Antigua de aquí en Seúl.

- En fín, algo es algo de momento, tendré que llamar, doy gracias a que la Universidad sigue en pié – y Yunho rió algo esperanzado sin poder evitarlo.

Después de que KiBum saliera de su despacho, Yunho comenzó a revisar todos los papeles que este le había dejado antes de ponerse a trabajar. A decir verdad, tampoco es que hubiera demasiada información, tan solo una fotocopia de la matriculación del chico y una foto antigua, lo cuál le pareció al raro, ya que en las Universidades solían recoger todos los datos de los chicos durante sus años de estudio. Pero la verdad era que en estos momentos le dolía muchísimo la cabeza y no tenía muchas ganas de continuar con eso, así que cogió su cámara y se fué al estudio B del edificio a hacer la sesión de fotos que tenía preparada para hoy. Una vez que llegó allí se quedo estupefacto.

- Tae... Taegong ¿pero que haces aquí? – preguntó sorprendido.

- ¿Os conocéis? – dijo uno de los compañeros de Yunho.

- Ey! Hola... ¡sorpresa! – contesto Taegong, que terminaba de ponerse la ropa que iba a llevar para la sesión de fotos – Hoy te toca fotografiarme, guapo – y le guiñó un ojo.

- Esto si que no me lo esperaba, no sabía que te dedicaras a esto.

- Usted es Jung Yunho ¿cierto? – interrupió alguien – yo soy el representante de Taegong, esta empezando ahora con todo esto del modelaje, la verdad es que se esta haciendo muy famoso en poco tiempo.

- Ajám – Yunho atendía atentamente mientras preparaba su camara.

- El pidio expresamente que tú fueras el fotógrafo.

El día estaba empezando a ser aburrido y monotono como los últimos días hasta que esta sorpresa inundo el corazón de Yunho de una felicidad inmensa, al menos aunque fuera durante algunas horas. Tan sólo hacía una semana que Taegong y el se habían conocido en el bar que Yunho solía frecuentar para beber algunas copas los días que salía más estresado del trabajo y sin saber porque sentía una complicidad con el increible. Jamás se había sentido así con nadie y todo esto era la otra cara de la moneda en la vida de el. Cogío su camara y la coloco en el tripode. Segundos despues Taegong empezó a moverse con la mayor naturalidad del mundo mientras Yunho se deleitaba con la imagen del chico y sin poder evitarlo sintio unas ganas enormes de devorarlo.

- Lo haces muy bien, sigue moviendote así.

- Por tí, como quieras – Taegong le guiño el ojo a Yunho, lo cual le ruborizo bastante.

Apenas dos horas después Yunho había terminado su trabajo, era bastante gratificante cuando los modelos no le daban problemas para trabajar, puesto que no era el primer famoso que por creerse un “idol” hacía que se tiraran horas y horas trabajando. Después de recoger sus cosas fué a recibir al chico y le agradecio muchisimo el trabajo tan fácil que había realizado.

- Si quieres vamos a tomar un café, hasta la tarde no tengo que ir a mi agencia – le dijo el chico sonriendo.

- Por mí perfecto.



28 de Octubre de 1950

Y entonces, me dí cuenta de que me gustabas...

- ¿Me puedo sentar?

- Young Hyung! Claro que sí – dijo Changmin feliz - ¿Como estás? Hacia dias que no nos veíamos.

- Muy bien, ya sabes, en mi curso las clases son algo duras, además he tenido que viajar por asuntos de trabajo y esas cosas, pero bueno, ya estoy aquí y ¿tu que tal por la Universidad?

- La verdad es que aún ando algo perdido, ya sabes lo despiste que soy, pero poco a poco me voy avituando, supongo... – Changmin se rasco la cabeza.

- Eres muy mono cuando haces eso ¿sabes?

- Gra... gracias

Changmin se ruborizó lo suficiente como para que Young se diera cuenta y es que era algo imposible que no pasara. Young era tan agradable que disparaba todos los sentidos del pequeño, aún siendo una persona joven e inocente tenía muy claro que era lo que quería pero no podía evitar sentirse un colegial cuando el chico lo miraba a los ojos.

- Anda, no te ruborices tanto que la gente se dará cuenta y nos mirará.

- Lo siento – de repente la expresión se volvió triste en Changmin.

- Por favor, ¿nos trae la cuenta? – Young levantó la mano y cuando llegó el camarero le pagó.

- Supongo que entonces nos vemos otro día...

- No, espera tienes que venir conmigo – le dijo a Changmin.

Young fué con Changmin hacía una de las salas de descanso de la Universidad. El joven no sabía lo que pasaba, pero desde luego tenia claro que la había cagado por comportarse así minutos atras.



- Mira Young, lo siento... yo no quería que te sintieras mal ni nada de eso. Apenas nos conocemos y sé que ya bastante te cuesta ocultar quien eres, aunque no lo sepa... no sé... yo – changmin empezo a titubear.

- Ey! Tranquilo – el chico sonrió – quien sea o no, ahora mismo no importa. Y no tienes porque disculparte de algo que has hecho inocentemente de corazón y que además a mi me ha encantado.

“Aquellas fueron las palabras más bonitas que había escuchado en muchísimo tiempo. Con 21 años todavía no se que me va a deparar el futuro y aunque sé que lo nuestro jamás pasará, me has hecho ver que contigo no hace falta que oculte lo que verdaderamente soy. Young te agradezco tanto haberte conocido, que no cambiaría ningun segundo de los que hemos pasado juntos por nada del mundo. Espero que seamos amigos para siempre, aunque desearía que me miraras de otro modo, se que tengo que aprovechar al máximo esto que tenemos juntos. Algo que estoy seguro, nos cambiará la vida”

29 de Junio de 2010 – Esa misma noche

- No pensaba que ibamos a vernos tan pronto.

- ¿Acaso pensabas que soy de esos tipos que se acuestan con alguien y luego se van? Creo que en mi nota te dejé muy claro mis intenciones.

- Tonto, no me refería a eso, es sólo que pensé que tardaríamos más días en vernos.

Yunho sacó dos copas y una botella del mejor vino tinto que tenía. Abrió la botella y puso un poco en ambas copas, después se sentó en su sofá junto a Taegong.

- Lo digo en serio – continuó Yunho – la verdad es que apareciste en un momento en que toda mi vida es un lio.

- Entiendo – asintió con la cabeza y después sonrió – dicen que no hay mal que por bien no venga ¿no?

- Supongo que será eso. Pero bueno, no me apetece hablar de eso ahora, ¿cenamos?

- Claro que sí – el chico sonrió – pero si me permites iré un segundo al baño.

Taegong dejo su copa en la mesa y después de quitarse la chaqueta se dirigió hacia el baño. Se sentía algo agobiado y acalorado así que abrió el grifo y después se echo un poco de agua en la cara. Cuando alzó la vista se miró al espejo y aunque su cara era impasible su reflejo no dijo eso precisamente, se mostró una cara enfadada y vengativa, poco después tambien sonriente con una total malicia impasible. Terminó de arreglarse un poco y se dirigió de nuevo al salón.

- ¿Ya estás? – preguntó Yunho mientras hacía algo de pasta en una sarte – hoy te cocinaré una de mis especialidades.

- Eso suena fantastico.

- ¿Ocurré algo? Pareces acalorado.

- Estoy bien, tranquilo. Es sólo que estos días he estado un poco enfermo, quizás me haya subido la fiebre.

- Eso tendré que comprobarlo – Yunho se acerco a Taegong y puso sus labios en la frente del chico.

- Creo que estás bien, pero por si acaso, pondré el aire acondicionado así te refrescarás un poco.

Poco después la cena estaba lista y ambos se sentaron en la mesa. Cenaron tranquilamente, entre sonrisas y charlas. La verdad era que Yunho se sentía muy agusto con el y aunque hacía poco que lo conocía estaba deseando conocerle mucho más. Taegong decidió quedarse a dormir, ya que estaba bastante cansado por el día tan duro que había tenido así que Yunho no pudo negarse a aquella petición. Ambos habían tenido un día agotador asi que no tardaron en quedarse dormidos. Y segundos después, Yunho se embarcó de nuevo en un profundo sueño...



15 de Junio de 1955.

- Maldita sea Changmin, al final has conseguido que te mate.

- Yo... aggg

Segundos después Changmin yacía muerto en un rio de sangre en aquella habitación. Era momento de ocultar el crimen, de dejar allí su cuerpo, un cuerpo cuya alma aún seguía en su interior y que pedía a gritos ser tratado justamente. Horas después su cuerpo quedó enterrado en un sitio lejano a su casa, donde nadie podía clamar por su cuerpo, donde nadie podía llorarle, donde nadie podia preguntar apenas que había pasado. Su cuerpo desapareció como si se tratara de alguien cobarde que había huído de todo su alrededor, incluso lo maldicieron por haber hecho algo que se escapaba de su control, todo el mundo pensó que se había ido por no sufrir los ataques por ser como era y su asesino ya se encargó de hacerlo ver así.

- ¿Que he hecho? Dios... – suspiró este entre lágrimas en el momento en que guardó junto a su alma todo sus recuerdos con él - ¡Si tan sólo hubieras aceptado que nuestra relación no podía ser descubierta por nadie más! ¡¡¡IDIOTA, IDIOTA, IDIOTA!!!

Y entonces, estalló en lágrimas. Lo que más le dolío, es que después de cometer ese asesinato, se dió cuenta que de verdad le amaba y que después de esos cinco años, todo lo que había negado, quien sabe si por orgullo o por otro motivo, era realidad.

“Te destruiré...” . Y entonces el chico se giró, pero no encontró nada... ahora, era momento de ocultar todo como debía.


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