Mi verdadero yo.
- Eh? ¿Qué? – dijo este al ver que aquel berso tan sólo habían sido imaginaciones suyas ante el deseo de poder cumplirlo.
- Que tengas cuidado de no perderlo, se ve valioso.
- Ah, si. Gracias.
Yunho se volvió a su cama mientras Yoochun se tocaba sus labios intentando quitarse de la cabeza el deseo de haber tenido a su compañero de habitación mucho más cerca de él. La noche, como ya esperaba, la pasó en vela, dandole vueltas a la cabeza sin parar mientras escuchaba como Yunho dormía y respiraba placidamente. Se maldijo así mismo preguntándose cuantos años habían pasado desde que se dió cuenta que quería al chico con toda su alma.
Todo ocurrió tres años atrás cuando coincidieron por primera vez en el Campeonato de Patinaje de Estados Unidos. Allí cuando tan sólo tenían un año de esperiencia en campeonatos profesionales, lucharon cara a cara por primera vez para conseguir la medalla de oro. En la pista eran rivales, pero fuera de ella aunque Yoochun mantuvo esta rivalidad y ese “odio” hacía Yunho por dentro, en su corazón empezaron a crecer sentimientos que sabía nunca iba a poder realizar. Verlo día tras día en los vestuarios, en las comidas, en los descansos de todos los patinadores hizo que ese “amor” que por aquel entonces el creía simplemente deseo se hiciera más grande dentro de el.
Jamás se atrevió ni siquiera a mirarle a la cara. Ni siquiera le dedicó un Hola en aquella epoca, simplemente dejó que el tiempo pasara intentando olvidar aquella mirada que timidamente alguna vez se había dirigido hacía el. Años después la rivalidad que se había creado entre ellos era tan evidente que ya no podía echar marcha atrás e intentar ser al menos su amigo, o ¿quizás sí? Quizas ahora fuera el momento de hacer todo aquello que había deseado que pasara en el 2008.
A la mañana siguiente en la pista de entrenamiento
- Vaya ¿ya estás aquí? – preguntó Yoochun – podrías haberme despertado.
- Claro, ni que fuera tu niñera o algo por el estilo. Te recuerdo que aunque estemos en la misma habitación durante este tiempo, no quiera decir que no vayamos a seguir siendo rivales.
- ¿Rivales? Hace unos días no era más que un niñato para tí, pensé que no te tomabas en serio eso...
- Mira – y Yunho paró en seco – se muy bien como eres Yoochun, simplemente hago esto porque intento que la convivencia sea lo mejor posible para los dos, pero cuando menos me lo espere zas! Me darás por la espalda con tal de ganar todas las medallas que puedas. Así que, mejor no me des clases de rivalidad ¿vale?
- Muy bien, así será entonces, piensa lo que te de la gana.
Enfadado detrás de la valla que separaba la pista de patinaje y a la vez a Yunho de él dejó sus cosas en los asientos, se quitó la sudadera y Yoochun entró en la pista para entrenar. Estaba realmente enfadado y no podía creer que Yunho tuviera ese pensamiento sobre el, pero a decir verdad en el fondo lo comprendía puesto que se había comportado como un estupido. “Yoochun, recuerda que Yunho es tu rival y nada más que eso... no pretendas que pasé como la otra vez que te cubrí las espaldas... seré tu entrenador pero esta clase de situaciones no las voy tolerar por muy bueno que seas ¿me has entendido? Si rebasas los limites y con ello destruyes tu carrera, no pondré oposición a ello, así que ya puedes tratarlo como si fuera tu peor enemigo y vencerle hasta la muerte, recuerdalo bien”.
Aquellas palabras de su entrenador resonaban en su cabeza y es que en el mundo donde se encontraba era la única persona que sabía que le atraían los hombres y no precisamente porque se lo dijera... y era algo con lo que tendría que acarrear de por vida si quería llegar a lo más alto del patinaje.
- A veces, me gustaría mandar todo a la mierda – lanzó un suspiro para poco después mover su cabeza y concentrarse en los trucos que iba a realizar durante el campeonato de Clubes.
A la hora de comer en un restaurante
- ¿Yunho, que te pasa? – preguntó Changmin - ¿te sigue doliendo la pierna?
- Tranquilo, no es eso, al dolor ya me he acostumbrado.
- ¿Entonces?
- Es ese maldito de Yoochun, lo único que me faltaba es que tuvieramos que compartir habitación... – suspiró.
- Bueno, pensandolo bien... es lógico.
- ¿Lógico? Changmin no digas tonterías joder, hay habitaciónes a morir en este complejo, lo podrían haber puesto en otro lado.
- Supongo que si el lo ha elegido por algo será...
- ¡¿Qué?! ¿Como que lo ha elegido? Pero sí aquí te ponen libremente...
- No, Yunho... aquí eliges con que compañero quieres compartir habitación, y sí no estas de acuerdo lo dices, se arregla y ya está ¿no te dijo nada tu entrenador?
- ¡Maldito cabrón! O sea, que ha elegido estar conmigo aposta para joderme – dijo cabreado mientras pegaba un golpe en la mesa.
- Joder... lo tuyo es increible tío... yo elegí ponerme Joonggie y el estuvo de acuerdo... ya me pareció a mi raro que eligieras estar con ese...
- Esto no va a quedar así..., al menos tu tienes suerte, estás con tu pa...
- Shhh, Yunho! Baja la voz o ¿quieres que mañana salga en la prensa?
- Lo siento, no me he dado cuenta.
Después de esa conversación ambos se despidieron para ir a sus respectivos cuartos. La verdad es que para Yunho era muy bueno tener a un amigo tan maravilloso como Changmin y en consecuencia a la pareja de este Kim JaeJoong, la pareja de natación del chico. Cuando estaban fuera de Seúl o iban de vacaciones a algún sitio donde las cámaras y ellos mismos no eran el centro de atención le encantaba ver como la pareja disfrutaba de su amor al máximo. Cosa que el no podía hacer... debído a su accidente su caracter cambió bastante y su novio por aquel entonces lo abandono diciendole un duro “espero que esa lesión te dure de por vida para que recuerdes en tus propios huesos el dolor que me has hecho pasar comportandote así” . Y es que sí, se había convertido en un completo idiota, justificiado por el miedo que tenía al pensar que quizás no iba a poder volver a partinar... pero ahora ya, no había remedio.
Yunho dejó pasar los días sin decirle a su compañero de habitación que había averiguado que el mismo había sido el que había elegido que estuvieran juntos. Sabía que Yoochun se tramaba algo, aunque no era muy dificil de acertar el qué, así que simplemente lo ignoró lo más que pudo y se dedico a lo suyo, entrenar.
- ¡Eh! ¿se puede saber que te pasa? – preguntó Yoochun harto de que su compañero llevara días evitandole.
- Dejame tranquilo, anda, es lo mejor que puedes hacer. – Yunho se dirigió a la puerta para salir de la habitación pero Yoochun le paró poniendose delante.
- No te voy a dejar salir hasta que me digas que es lo que pasa.
- No se como tienes la cara de preguntarme eso, gilipollas. Y ahora dejame salir – Yunho enfadado se puso a apenas varios milimetros del chico, lo cuál le puso bastante nervioso.
- Pero... ¿qué? – Yoochun trago saliva y empezó a ponerse nervioso.
- Para la proxima vez, elige otro compañero de habitación que sea tan inaguantable como tú.
Yunho apartó con rabia al chico de delante de la puerta y salió de la habitación. Mientras tanto Yoochun seguía estupefacto apoyado en la puerta.
- ¿Cómo sabe...? Mierda Yoochun... es que todo te sale mal...
No pudo evitar recordar las veces que había metido la pata simplemente porque tenía que guardar las apariencias. Había hechado de su vida practicamente a todo el que se podía haber llamado su amigo, sin ningún miramiento, sin ningún arrepentimiento... y muchas veces, con jugarretas que en el pasado ni siquiera se había imaginado que pudiera hacer. Y todo por llegar a ser el mejor patinador del mundo.
Yoochun salió corriendo de la habitación intentando alcanzar a Yunho, se quedó parado en medio del vestíbulo mirando de un lado a otro cuando lo vió de lejos ir a la cafetería y entonces salió corriendo.
- ¡Yunho! Espera – gritó y cuando le alcanzó se puso delante de el – espera, por favor.
- A ti parece que haya que hablarte más alto ¿no crees? He dicho que no quiero que me vuelvas a hablar.
- No me voy a ir de aquí hasta que me escuches...
- Muy bien, entonces el que se irá soy yo, esta tarde mismo pido cambio de habitación.
Yunho empujó a Yoochun y se dirigió a la salida donde había quedado con Changmin y Jaejoong. Mientras tanto Yoochun se quedó en la habitación sentado en la cama maldiciendose a sí mismo ¿que podía hacer? Ahora que tenía la oportunidad de estar más cerca de Yunho, tenía que demostrarle que todas esas ideas que tenía sobre el no era más que una fachada.
Mientras tanto en otro lugar
- Yunho, creo que no deberías de tomarte tan enserio todo esto, te quedan algo menos de 3 semanas para que volvamos a Seúl – le dijo Jaejoong.
- Es que se me hace insoportable incluso mirarle a la cara. Vosotros tenéis mejor suerte.
- Bueno, depende de como lo mires, porque ahora mismo tenemos a todos los ojos mirandonos.
- Ahí Jae tiene razón – continuó Changmin.
- Cierto, no había pensado en ello – Yunho le dió un sorbo a su coca-cola – pero aún así, tener a alguien que te apoye en esto es maravilloso.
- Lo sabemos – contestaron sonrientes los dos chicos a la vez y después Changmin acarició la mano de su compañero.
- Espero que sigáis así toda la vida de verdad.
- Gracias Yunho – le contestó su mejor amigo.
Desde que Changmin comenzó en el mundo de la natación jamás había pensado que todo aquello le iba a traer tantas cosas buenas. A pesar de que el patinaje y la natación eran mundos completamente distintos, Yunho y él se las arreglaron para poder coincidir y mantener la amistad que desde pequeños tenían. Se habían conocido en la escuela donde juntos soñaban con llegar a lo más alto en el deporte. Changmin no lo había tenido tan facil como el, puesto que sus padres querían para el otro futuro e incluso más de una vez quisieron introducirle en el mundo de la medicina con juegos sucios y trampas, hasta que un día Yunho le pidió que se fuera a vivir con el y en ellos crecieron sentimientos más grandes que la amistad en sus años de instituto hasta que se dieron cuenta de que aquello no les llevaría a ningun lugar. Aún así, sabían que serían amigos durante toda la vida y que ambos guardarían aquel secreto para siempre. Se querían muchísimo y se habían apoyado al máximo, por eso, ahora que Changmin estaba con Jaejoong procuraba guardarles las espalda siempre que fuera necesario.
Después de comer algo e ir al cine, Changmin y Jaejong se despidieron de su amigo y decidieron ir a dar una vuelta por Amsterdam.
- Espero que no se le haga más pesado a Yunho estar aquí, sino, le va a ser complicado concentrarse en el campeonato.
- Lo sé, no se como convencerle Jae... pero si sigué así perderá puntos y no creo que eso sea bueno para el. Demasiada presion tiene ya.
- ¿Crees que debemos hacer algo para ayudarle?
- ¿Y que podemos hacer cariño? Acuerdate que tenemos que pasar desapercibidos, si alguien se enterara de todo esto...
- Lo sé, estaríamos perdidos – Jae acunó la cara de Changmin entre sus manos – no nos preocupemos más, seguro que el sabe que hacer.
Y después el chico lo beso sin importandole que alguien los estuviera observando. Ya eran más de dos años desde que se dieron cuenta que eran algo más que compañeros de habitación y de competición. Y hasta el momento, jamás se había presentado nada que pudiera preocuparles.
Después de dos horas caminando, Yunho llegó a su habitación. Su pensamiento no había cambiado para nada, ahora era tarde, pero al día siguiente sin falta, pediría un cambio de habitación, no podía permitirse desconcentrarse de esa manera. Tenía que volver a lo más alto en su carrera y estaba dispuesto a todo con tal de conseguirlo.
- Estás aquí... pensé que no volverías.
Pero Yunho ni siquiera tenía ganas de responderle. Entonces Yoochun se levantó cogió una bolsa grande y empezó a meter sus cosas.
- ¿Se puede saber que haces? – preguntó Yunho con enfado – me parece que a estas horas no es muy apropiado ¿no crees?
- Y que más dá, si lo que más quieres perderme de vista...
- En eso tienes razón, pero mañana iré yo a pedir el cambio. No hace falta siquiera ni que te molestes.
- Eres... Dios! ¿Cómo puedo demostrarte que no soy lo que piensas que soy?
- JA! No me hagas reír tio. Desde que nos conocimos en Seúl has sido un niñato repelente.
- Si tan sólo te hubieras preocupado en mirarme en aquel... – comenzó a decir Yoochun en voz baja recordando aquellos años atrás.
Y entonces Yunho se levantó de su cama.
- ¿Que has dicho? – dijo mientras se acercaba a él y lo acorralaba contra la pared.
- Yo... nada.
- Ya me parecía a mí, sigues siendo un cobarde que enseña una cara por delante y otra por detrás.
- ¡No es así! – gritó.
- ¿No? ¿Entonces? Dime lo que es Yoochun, eso es lo que me has demostrado durante todo este tiempo.
- Pues... ahora, dejame que te demuestre todo lo contrario.
- ¿Y por qué debería de hacerlo?
Que complicado era aquello, sien todos aquellos años, su entrenador no hubiera sido así con el, ahora, podría demostrar a todo el mundo que esa imagen que tenían de el era totalmente la equivocada. Pero al parecer... ya era demasiado tarde.
- Por que Yunho, yo... – y en sus adentros se decía una y otra vez, te quiero, te quiero, te quiero – no quiero que sigas pensando que soy lo que mi entrenador a querido siempre que sea.
Y en aquel momento, con tan solo unos centrimetros de separación entre los dos. Un monton de lagrímas empezarón a caer de los ojos de Yoochun. Yunho se había dado cuenta de todo en aquel momento y arrepentido por sus duras palabras, no pudo hacer otra cosa que abrazar al chico lo más calidamente posible mientras este, dejaba aflorar todos sus sentimientos delante de el.
ohhhhhh!!! ahora q pasara ... genial este fiC ^w^
ResponderEliminaral principio pensé que si se habian besado pero todo resulto ser un sueño buuu xDDD bueno pero lo bueno es que chunnie ya por fin está intentando ser sincero :3 pero pobresito de Yunnie con su lesión u_u espero se recupere pronto¡¡
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