“Conversación de Conde a Sirviente”
- Me detendré un momento para pedir unos tragos… ¿Quieren?
- Si, me encantaría señor…
- Usted siempre responde por los otros 2 chicos también señorita?
- Ja-ja, si… aquí mando yo…
- Díganme sus nombres…
- Ji Min…
- Soy Yoochun.
- Soy Junsu señor, pero… ¿No cree que es tarde para preguntar nuestros nombres? Ya ha contado más de la mitad de la historia…
- No joven… esto recién comienza.
Una debilidad tan fresca y peligrosa, así era Jaejoong para él.
Si el rubio ingresaba a su cuarto él sabía perfectamente que podría ser la última vez.
Estaba obligado a bajar sus defensas y a suspender su fría mente por unos segundos… casi siempre lo lograba, solo en ese momento del día… cuando lo tenía en su cama, dispuesto a hacer lo que se le plazca.
Habían permanecido juntos toda la noche. Eso era posible gracias a que Yunho no estaba de viaje o con los soldados en batalla. El castillo lucía tenso y mas firme que nunca cada vez que él llegaba.
Ni siquiera los fuertes vientos y las abundantes tormentas le hacían temer… él, no le temía a nada, mucho menos a la guerra que sabía rondaba cerca.
Recostado en la cabecera de la amplia cama, completamente desnudo y con Jaejoong entre sus piernas se mantenía callado fumando su quinto cigarrillo de la noche.
Él no podía ver al rubio que se encontraba completamente hundido entre las sábanas… que también se encargaban de taparlo a él.
2 ojos oscuros saltones aparecieron entre las telas, las manos inquietas de su pequeño amante delineando con paciencia sus músculos… mientras que él, continuaba sin moverse.
- ¿Quieres Yunho? – le ingenua y tranquila imagen de un chico totalmente ido y a su merced, que le señalaba la entrepierna sin pudor alguno, proponiéndole hacer algo sucio que a él le encantaba
- Tus pájaros Jaejoong… ¿Están tranquilos?
- Si, lo están.
- Bien.
- Quiero un poco de eso… - juguetonamente, torpemente salió de entre las sábanas, llevando a sus labios al cigarrillo que cargaba el Conde… aspiró un momento y liberó el humo en su rostro – Mmmh… hace mucho no lo hacía… lo siento….
- Eso es mentira, se que mis sirvientes te llevan todo lo que les pides.
- ¿Qué tan seguro estás de eso?
- Un 100%
- Mmmh, hace mucho tampoco que no bebo… - le entregó un vaso que yacía al costado de la cama sobre una pequeña mesita cargada con velas… lo vació por completo, ante la mirada sorprendida del moreno - ¿Qué? ¿Acaso querías un poco?
- Sí… era mi bebida después de todo.
- Bien…
Lo besó sin dejarle decir más nada y le pidió permiso con la lengua… aún el sabor del alcohol empañaba su cavidad, podría darle un poco para saciar su sed.
Yunho tomó el control de inmediato, aunque ya estaba cansado…es que no podía evitarlo cuando se trataba de él.
Tocar los húmedos e infartantes labios de Jaejoong le hacían perder la cabeza… casi sin darse cuenta terminaba apegándolo a su cuerpo y dejándole marcas por la rudeza con la que lo trataba.
Y al rubio no le importaba…
Jamás le negaba nada una vez que empezaban… y es que había comenzado a temerle aquella noche en que su sonrisa pasó a ser oscura al ver como sus lágrimas caían por un pobre animal.
Pocas veces había logrado encontrar valentía para enfrentarlo… pero la escena se repetía una y otra vez… y el pájaro que se encontraba en una jaula junto a él en su cuarto, siempre salía perjudicado.
No solo su pequeña y débil mascota, si no también su único ayudante… Taemin. Recibía todas las críticas y maltratos aunque no hubiese echo nada malo.
Todo, todo para demostrarle autoridad y sembrarle pánico.
Pues, había una realidad… a Jaejoong no le importaba su vida, pero si la de los demás que en algún momento le habían demostrado cariño.
Aquel beso sucio y empezado por él mismo, habían logrado que Yunho comenzara a excitarse de nuevo a pesar de haber acabado minutos antes.
Se separó de él solo para lamer un poco la comisura de sus labios, después de todo, era la excusa para beber algo del alcohol que ya se había acabado.
Pero no tenía intensiones de acabar con esa noche extraña, en donde su esclavo estaba mostrándose bastante sumiso… por lo que decidió ir en busca de su entrepierna para estimularlo, y eso fue lo que hizo.
Jaejoong se odiaba a si mismo por reaccionar tan rápido frente al contacto del Conde, que ya se encontraba sujetando su hombría obligándole a suspirar de más.
Él jamás sentía vergüenza… había olvidado lo que significaba durante sus largas noches de trabajo en el burdel del pueblo… pero todo se perdía en cuanto su rostro se encontraba a 2 centímetros de la boca de su amante.
Odiaba admitirlo, pero se creía un completo inexperimentado frente a él mientras devoraba sus gemidos y clavaba su mirada sobre la suya.
Yunho se reía y ponía ansioso rápidamente, a tal punto que Jaejoong lo notó cuando se movió un poco entre sus piernas.
Ya estaba duro y ni siquiera necesitó algo de ayuda.
- De… de… déjame ayudarte Yunho…
La fina voz del rubio lo desconcentró, tuvo que dejar de masturbarlo. Éste se hundió entre las sábanas y sin avisar atrapó su miembro con una mano.
Solo se echó para atrás y esperó a que empezara… ahí venía… ahí llegaba su momento.
La lengua del rubio tocó a penas la punta y sonrío al verlo tan erecto y en tan poco tiempo… no se sentía tan débil ya que el no era el único expuesto frente al otro.
Sus hinchados labios atraparon la mitad, mientras que continuaba masajeándolo lentamente y oía los primeros suspiros que sabía luego, iban a convertirse en gemidos.
Se la metió completamente en la boca, mientras enredaba su lengua y se movía… arriba y abajo… una y otra vez, mientras lo escuchaba a él… reaccionando ante cada toque y enredando sus manos en su cabello, obligándolo a apurar el paso.
El presemen ya comenzaba a humedecer un poco más su cavidad, no, no le daba asco, al contrario continuaba excitándolo, a tal punto que dirigió su propia mano a su erección por inercia. Necesitaba tocarse, necesitaba enfriar su cuerpo que sentía estaba hirviendo.
Y sí… eso le daba rabia.
Nada más ni nada menos que el hombre que lo compró como un animal, que le gritó, amenazó y maltrató los primeros días, que lo torturaba psicológicamente con sus acciones, que lo mantenía tras él haciéndolo su esclavo… le hacía perder la cabeza cada vez que tenían sexo.
- Tan sucio Jaejoong… no puedes evitarlo…
- ¡Mmmh….! – se quejó el rubio con la boca más que ocupada mientras continuaba con su trabajo…
- Más… más fuerte…
Siempre le resultaba divertido jugar con la erección del moreno. De algún modo sentía que era la única vez que podía llevar el control.
Presionaba un poco para causarle molestia, y cuando veía que le jalaba fuerte el cabello… se detenía y absorbía de nuevo… hasta que su boca empezaba a sentirse salada y los gemidos se volvían más gruesos en la habitación.
Y se vino en su boca sin avisar… el segundo orgasmo de la noche y sin mucho esfuerzo.
Escuchó al rubio moverse entre las sábanas… y lo vio salir con las finas gotas de semen resbalando por las comisuras de sus labios.
Incluso su pelo estaba manchado, el igual que su mentón y su cuello.
- Malo… ¿Por qué no avisas? Ya eh bebido vino… no tengo mas sed…
- Se que te gusta Jaejoong, incluso más que el alcohol…
Sonrieron ambos y aunque estaban cansados, se encontraron en un beso de nuevo.
Yunho limpió su cuerpo e incluso su cabello, que se apegaba a su rostro debido al calor.
Se acostaron y perdieron en sus pensamientos por un momento… ¿Qué decir en esa situación?
Eran 2 desconocidos que convivían juntos… discutían cada vez que podían… tenían sexo siempre que se veían, pero no sabían nada del otro.
El moreno giró para poder apreciar la belleza de su amante.
Suyo, solo de él… esa piel frágil como un papel, esa cintura pequeña, esos ojos perdidos, esos labios hinchados y rojos como la sangre, ese cuello castigado por sus besos, esas manos que hacían milagros, nadie puede imaginarse la sensación de tener a tal criatura acostada así en su cama.
Casi podía jurar que era su tesoro más costoso… pero no era un tesoro, por que ni los tesoros más deseados y prohibidos se acercaban a valer lo que valía Jaejoong.
- Yunho… ¿Por qué miras?
- Shhh… quédate en silencio.
- ¿Por… por qué?
- Por que eres hermoso. – al rubio no le gustaba en absoluto que el Conde se pusiera así de extraño con él, así que decidió darle la espalda e intentar dormir… pero no podía hacerlo, no mientras sentía los dedos de su amante delinear su espalda, el contorno de los pequeños huesos de su columna, causándole escalofríos… - ¿Me odias?
- No…
- Se sincero.
- Sí, te odio. – se quedaron en silencio un rato, hasta que la ansiedad los hizo hablar otra vez – Yunho…
- ¿Si?
- Tu esposa… oí que tienes esposa.
- ¿Quien lo dijo?
- Los campesinos… Minho y Taemin también lo han dicho…
- Ella no está aquí ahora. – la respuesta del Conde fue cortante y extraña, parecía incomodarle hablar del tema.
- No la eh visto desde que llegué aquí… y eso, fue hace mucho.
- No importa donde esté…
- La estás engañando.
- Shhh… déjame preguntar a mí ahora.
- Bien.
- ¿Que hay de tu familia?
- Mi padre murió en guerra. Mi madre, no se donde está. Mis hermanas son esclavas de terratenientes japoneses. Mis primos, fueron asesinados por tu ejército.
- Tenías muchas hermanas?
- Sí… 9.
- Wuau, eso es mucho… dime, ¿Siempre estuviste solo?
- No… recuerdo cuidar a un perro y a un pájaro cuando era pequeño.
- Por eso tu cariño hacia los animales…
- Probablemente.
Era la primera vez que hablaban de esa forma. Se sentía extraño, y por un momento tenían la necesidad de conocerse
.
Mientras continuaban acostados, se oían los ruidos afuera de la habitación… Jonghyun le gritaba a los otros 4 sirvientes... “las cortinas de las ventanas, siempre tienen que ser rojas… las arañas deben limpiarse cada un mes, ustedes lo saben, a él le molesta que haya polvo”
- Yunho…
- ¿Qué?
- Me toca preguntar.
- Bien.
- ¿Alguna vez has matado a alguien?
- ¿Por qué preguntas eso? ¿Tienes miedo de que te hiera o algo así?
- No. Se que me quieres demasiado como para herirme. – el Conde alzó una ceja por su predicción. ¿Eso era bueno o malo?
- Mmh… sí, eh matado a muchas personas.
- Mujeres y niños… ¿También?
- Si. Mujeres y niños también. – el moreno era conciente de que mejor sería dejar de responder, pero no podía hacerlo, se sentía sedado por la suavidad de su voz y necesitaba abrazarlo, necesitaba tenerlo por completo entre sus brazos… y así lo hizo cuando lo abrazó por la espalda. Jaejoong suspiró y apoyó su cabeza en su pecho. – Está bien que me odies. Muchas cosas malas pasaron por culpa mía y de mi familia.
- Más preguntas…
El rubio se volteó para poder mirarlo de frente, incluso le devolvió el abrazo y se tomó su tiempo para bostezar y acomodarse.
- ¿Qué sientes cada vez que me tocas Yunho?
- Muchas cosas…
- ¿Y cada vez que me besas?
- Ganas de besarte más.
- ¿Y cuando estás dentro mío?
- Ganas de hacerle saber al mundo entero que solo yo soy capaz de estar contigo.
Era fácil para él responder, solo tenía que ser sincero y no olvidar todas las veces que habían estado juntos…
- ¿En qué piensas cada vez que me oyes gritar tu nombre?
- Placer. – ambos volvieron a sonreír, era la situación mas extraña y pacífica en la que se hubiesen encontrado jamás - ¿Por qué preguntas todo esto?
- Porque quería asegurarme de que no te estuvieses enamorando inconcientemente… personas como yo, no sabemos amar y no queremos ser amadas.
Wuuuuuuuuuuuuuuuuuuau que intenso estuvo este interrogatorio de ambos si que están sacando a flote sus sentimientos y si yo creo que yunho se a enamorado ya de jae inconscientemente lo que no logro entender es porque yae no puede amar pues yo creo que el también se a enamorado de yuno y no entiendo porque ese afán de ustedes por dejar el capitulo tan interesante y hacernos esperar un buen rato para la actualización que no entienden que es muy desesperante no leerlo pronto y saber que pasa con los personajes por favor no demores en actualizar :D
ResponderEliminarDebo decir wooohhhh!! de verdad esta muy buena esta historia, aunque me intriga saber porque Jae se quiere morir, entiendo que ha llevado una vida muy difícil, pero creo que esta teniendo alguna clase de sentimiento por Yunho, y este a su vez, solo que el orgullo de ambos es demasiado grande para admitir tal cosa. Se escucha muy triste a frase de "personas como yo no sabemos amar y no queremos ser amadas" pobre Jae que esconderá tras toda su belleza.
ResponderEliminarWawwwww muy buena historia mis respetos !!! Pobre jae ha sufrido tanto ;^; y ama los animales , tras ese trato masoquista ambos de han enamorado pero su orgullo les impide aceptarlo. Jae me deja super intrigada Por que algo me dice que el no terminara tan feliz ojala me equivoque y no tarden en actualizar gracias por compartirla historia hasta pronto.
ResponderEliminarPorqur jae no puede amar?
ResponderEliminarLe hicieron algo o que?
yunho terminara muerto por el se be q ya anda perdido
Jaejoong lo tiene bajo su pode
Actualicen pronto.
Ay Ahjjajjaa Jae, Ni con todos los No del mundo convenseria a nadie de que no puedes y no quieres amar y que te amen. Todo ese jueguito de preguntas y respuestas no fue más que " ya nos pertenecemos" Efectivamente Yunho ya se frego porque ya lo engatizaste otra vez (^?^) y eso es MaRaVilLoSO¡¡ me encata la narración y la trama y tooooodo aquí¡¡¡¡
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