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Arualthings

Una carta en Febrero - Cap. 3

¿Hasta donde puedes llegar por proteger a la persona que amas? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar por él?


Tus manos entran ansiosas por debajo de mi camisa, me pellizcas, me muerdes, me besas…

Escucho tu respiración agitada en mi oído, es hipnotizarte mirarme en tus ojos y sentir que me pierdo en el mar de tus pupilas. Me embriago con tu aroma como si siempre hubieses estado a mi lado, me es tan familiar…

Siento un cosquilleo en mis pantalones. ¿Son tus manos? ¿O es mi cuerpo que tiembla al sentir tus dedos acariciar todo mi cuerpo?

Nuestras piernas se enredan mientras jugamos con nuestras bocas.

Pareciera que siempre hubiéramos estado juntos, amándonos como ahora, entregando hasta la última pizca de nuestro ser.

“todo lo que tengo es tuyo, todo lo que soy te pertenece” me dices mientras me aprietas contra tu cuerpo, mi corazón se acelera, siento que se saldrá de mi pecho, no puedo creer que me quieras tanto, que yo te quiera tanto, que no te tuve por tanto tiempo…

Aprietas mis labios contra los tuyos con fuerza, me muerdes para después besar todo cuanto encuentra tu boca en camino a mi entrepierna. Mis ojos cerrados con fuerza al tiempo que mis manos arañan tu espalda, lo encuentras realmente excitante y me lo dices con un tono que hace que una corriente eléctrica me recorra de pies a cabeza, te gusta tanto verme enloquecer, puedo ver tu rostro sonriéndome, besándome cada vez con más fuerza. Tomas mi mano mientras tus caderas danzan al ritmo de las mías, siguiendo el tic tac del reloj de la sala, los segundos en el reloj se aceleran, mi boca emite sonidos cada vez más fuertes en tu oído, me acompañas con los tuyos, juntos creamos sinfonías que dejaría apabullado a quien se atreviera a escucharlas.

Nuestros corazones laten fuerte, al ritmo de nuestros cuerpos retorciéndose mientras hacen nudos en las sabanas que apenas logran cubrir nuestros cuerpos. Te deseo tanto… me deseas tanto…







Mis ojos se abren de golpe…

¿Era…un sueño?

Trato de levantarme, mi cuerpo duele… No fue un sueño, no del todo.

Entierro mi cara en la almohada a mi lado, tiene un olor que me es tan familiar, tan suave, tan agradable.

-¿Quién eres Yunho?-

Me asome por la ventana, claro, él no estaba afuera.

Un sentimiento de molestia me invade por un momento, hay tantas preguntas que quiero hacer y nadie parece querer ayudarme a responderlas, hay tanta confusión, tantas cosas inconclusas.

Debo admitir que lo pensé, lo pensé por un momento: “¿qué tal si todo era un engaño y el solo quería acostarse conmigo?” Es decir, yo recordaría a alguien como él, es un sujeto tan… tan… tan… ni siquiera sé cómo describirlo, que desesperante.

Camine por el cuarto dando vueltas por no sé cuánto tiempo, estuve tratando de pensar en algún detalle, algún indicio que me dijera quien era Jung Yunho o alguna pista que me disparara tal vez algún detalle o algún recuerdo perdido, es tan difícil buscar sin un mapa o un indicio.

Trate de enfocarme en las cosas prácticas, en lo que dijo, en su personalidad, pero solo lograba recordarnos a él y yo mojados bajo la ducha. ”¡¡No!! Concéntrate Changmin” me decía mientras trataba de olvidar aquello.

Olvidar… es una palabra que no me gusta. Suspiro con fuerza, “jamás voy a poder quitármelo de la cabeza, el me agrada mucho… rayos, ¿Por qué me agrada tanto?”

¿Cómo alguien pudo dejar tal impresión en mí? Jamás lo había visto… ¿o quizá sí?

Entierro mi cabeza en la almohada y grito ahogando el sonido en la tela, creo que sufro de ansiedad, hace mucho que no me pasaba esto, hace un año exactamente sufrí un ataque, ahora lo recuerdo, estábamos en un mercado de peces y un olor a quemado llego traído por el viento, empecé a sudar y me faltaba el aire, ese recuerdo me causa una extraña sensación de escalofrió, mamá estaba tan preocupada, no sabía qué hacer.

-¡es cierto!- dije recordando que Yunho menciono una nota de mi madre.

Me dirijo al cuarto de mi madre a toda velocidad, Yunho dijo algo extraño sobre mi madre, algo que no logre comprender: “tu querida madre que me odia”

Iba pensando en aquello tan intensamente que olvide en escalón que hay para entrar al cuarto contiguo y caí directo en el suelo, mi brazo, el que tenia herido por mi tonta caída dentro del armario me punzo fuertemente, gemí de dolor mientras trataba de girarme, al hacer eso Mi cara quedo en el suelo, de lado, abrí los ojos y lo primero que vi fue el buró al lado de la cama de mi madre. El viejo buro, huele a podrido y tiene herraduras en las esquinas, también un cajón en la parte de abajo.

Un momento… ¿Por qué ese cajón esta sellado? Ahora que lo pienso, jamás he visto ese cajón abierto.

Me levante de golpe y me dispuse a abrirlo, estaba totalmente pegado con pegamento industrial deliberadamente.

“qué más da” pensé al dirigirme a la cochera de la casa y tomar el mazo que tenía mi madre bajo llave. Por alguna razón ella guardaba todo instrumento punzocortante o herramienta peligrosa bajo llave, como si yo fuese un niño pequeño. Tome una roca del jardín y rompí el vidrio que aprisionaba al mazo, lo tome y me dirigí nuevamente al cuarto de mi madre.

Sin el menor reparo aseste unos golpes certeros al cajón del buró. Me sentí tan bien destruyéndolo que me desconocí a mí mismo, yo siempre tuve una aberración a la violencia, pero me sentía muy bien destruyendo cosas.

Para mi “no tan sorpresa” había un cofre dentro, sospechaba que abría algo, ¿sino para que molestarse en sellarlo? este era de metal y estaba cerrado bajo llave, al lado de este encontré una camisa a cuadros, quemada y sucia pero perfectamente doblada. Reconocí la camisa al instante, la había visto en algún lado, pero estaba seguro que no me pertenecía.

Tuve el impulso de olerla, así que acerque mi rostro a ella, impresionantemente olía a perfume de hombre. Gracias a ese peculiar aroma se disparo en mí un recuerdo desconocido que me hizo dar unos pasos hacia atrás…

Yo corría rápidamente por lo que parecía ser un bosque, corría como si me persiguieran. Pero a mi lado había un muchacho, él me tomaba de la mano y yo estaba muy pendiente de lo que él hacía, él estaba herido, tenía un vendaje en la pierna, ¡un vendaje echo de la camisa que yo había hallado!

Parpadee y todo regresaba a su lugar, aquella regresión me había desorientado terriblemente, me senté en la cama. Tome la camisa y la examine, efectivamente faltaba un trozo. ¿Pero qué hacia esa camisa oculta en el buro de mi madre? ¿Porque la habían guardado para después sellar el cajón? Tuve la sensación de estar frente a algo prohibido.

Por más que estuve esforzándome, no pude visualizar el rostro de aquel chico con la pierna herida.

- es tan confuso- dije jalándome el cabello.

Mire el cofre que había encontrado en el buró. Recordé en ese momento que ese buró antes estaba en la cochera, pero mi madre lo desecho cuando compro uno nuevo, lo iba a tirar a la basura, pero yo le pedí que me lo regalara porque me faltaba uno, ella se negó rotundamente, la amenace con tomarlo de la basura a lo que ella muy molesta me dijo que yo me quedara con el nuevo y que ella usaría el viejo, todo con tal de no darme el viejo buro.

El cofre tenía ornamentación propiamente femenina y era del tamaño de una caja de zapatos, como las que el abuelo solía hacer a mano, estaba casi seguro de que pertenecía a mi madre. Ella debía tener la llave en algún sitio.

Comencé a buscar por la cama, por los muebles pero no había nada que me diera indicios de esconder una llave, en su lugar encontré un periódico al lado de su cama. Estaba recortado de una parte, solo podía leer el encabezado:

“Hoy se cumplen 2 años de aquel suceso que marco la historia de esta ciudad. Aquí una breve reseña de los sucesos del 14 de Octubre”

¿Por qué había recortado aquella nota? Había algo más que me llamaba la atención de aquel encabezado: La fecha.

Esos días, mi madre no me dejaba ir a clases por una u otra razón, siempre insistía en ir de paseo, ir al cine o lo que fuere que me alejara de la ciudad, parecía ser demasiada coincidencia.

“DING DONG” me sobresalte al escuchar el timbre de la entrada.

Baje despacio, no creía que se tratara de mi madre pero debía tener cuidado, estaba comenzando a pensar que ella encabezaba o por lo menos sabia de mis recuerdos perdidos.

Abrí la puerta para respirar aliviado al ver a Yoochun y Jae joong tras ella.

-Changmin te estuve llamando todo el día, ¿Dónde te habías metido?- Decía Yoochun algo confuso

-oye, ¿todo bien?- me decía Jae, parecía que algo en mi expresión me delataba.

Mire hacia los lados, esperando que no hubiera nadie, no sabía si los sujetos que perseguían a Yunho me espiaban o si mi madre estaba cerca, me había vuelto algo paranoico al respecto.

-entren rápido- les dije empujándolos hacia dentro

-que te pasa Changmin estas muy raro- decía Yoochun acomodándose la ropa que yo le había desacomodado al jalarlo.

-No es nada importante, ¿porque vinieron?- pregunté

-que agresivo, solo vinimos porque no te habíamos visto en unos días y queríamos invitarte a comer pizza, pero si estas ocupado olvídalo, nos vamos- Dijo Jae joong jalando a Yoochun a la salida

-No, perdonen, es que estoy algo alterado-

-cálmate, tienes un aspecto bastante extraño, ¿quieres contarnos?- Dijo Yoochun

-Pues… bueno, tal vez ustedes puedan ayudarme- Yoochun y Jae joong se miraron extrañados el uno al otro – Hay algo que no puedo recordar y que me está volviendo loco, cada vez encuentro más cosas que me indican que hay algo importante que debo saber, ¡pero no sé que es!-

Note como Jae joong se sobresalto al escucharme decir eso, parecía que yo le estaba diciendo algo sumamente peligroso

-Changmin. – Dijo Jae joong tomándome por los hombros ante la mirada confundida de Yoochun - ¿Qué es exactamente lo que crees que no puedes recordar?-

Yo no dije nada, la mirada de Jae joong me era muy extraña, solo balbucee un nombre: Jung Yunho

-¡el chico de la carta!- dijo Yoochun al instante

Jae joong se notaba muy contrariado.

-¡¿Qué carta?!- Le grito a Yoochun.

Yoochun le conto entonces como yo le escribí a Yunho aquel día por la tarea de la clase de español y como había iniciado una “pelea” con él en las cartas. No le conto de la llamada ni que yo lo había visto, lo de la llamada solo lo sabia Junsu y nadie sabía que yo lo había visto apenas hace una noche.

-¡¿y porque no me dijeron de eso?!- Jae se notaba molesto por no saber de nada acerca de aquello, pero fue en el periodo en el que él se encontraba internado a causa del asma así que no vio el desarrollo del asunto.

-no se nos hizo la gran cosa, además Min dijo que había dado el asunto por terminado- dijo Yoochun algo temeroso de Jae joong

-Bien- dijo Jae tratando de recuperar la compostura que había perdido hacia unos momentos – ¿qué te dijo Yunho exactamente?- me pregunto muy serio

-solo me dijo que yo debía tratar de recordar, que él y yo nos conocíamos de antes. Es todo-

-mientes- dijo molesto -¿Qué más te dijo?-

Yo mire a Yoochun, no podíamos entender porque Jae joong se comportaba de esa manera, jamás lo había visto tan alterado.

-Bien, sino me dices, le preguntare yo mismo- dijo tomando su celular, marcó un numero y se dio la vuelta dándonos la espalda. Supuse que marcaria a la prisión puesto que Yoochun le había dicho que las cartas fueron mandadas a la prisión, pero cuál sería su sorpresa al enterarse que Yunho ya no se encontraba allí.

Yoochun me miro algo confundido, yo solo moví los hombros mostrando la misma confusión que lo envolvía a él.

-¡¿Quién demonios crees que eres Yunho?!- Grito Jae joong al cabo de unos instantes.

Casi me caigo de la sorpresa de ver que no solo Jae joong conocía a Yunho, sino que poseía un número telefónico para poder contactarse con él, porque era obvio que no estaba marcando a la prisión.

-¡Eres un idiota o que!... acabas de tirar a la basura lo que me dijiste infeliz…… No Yunho… no lo voy a hacer, esto fue tu culpa en primera instancia así que te responsabilizaras de ello…… ¡No!...... ¡que te da derecho a decidir por el!.......... creí que dijiste que ya lo habías superado……….. No está bien Yunho, no era la manera…… ¡no lo era!...... ¿en dónde demonios estas ahora?....... no puede ser…… olvídalo no lo hare, se acabó, ¡enterré eso hace mucho tiempo y no lo desenterrare ahora!-

Jae joong colgó el teléfono con violencia.

Se dio la vuelta mientras apretaba los ojos, los abrió con molestia y se sobresalto al vernos a Yoochun y a mi totalmente impactados por lo que acabábamos de escuchar, parecía que Jae casi olvida que estábamos allí.

-lo siento debo irme- dijo dándose la vuelta

-¡¿cómo puedes decir eso después de semejante numerito?!- le grite al verlo tratar de irse sin saber qué hacer.

Él se dio la vuelta y me miro, como suplicando que yo no preguntara

-Si tú no me dices que es exactamente lo que está pasando, lo averiguaré de igual manera Jae joong-

Jae suspiro con pesadumbre y se acercó para poner su mano en mi hombro.

-Changmin hay cosas… que es mejor no saber por el bien de nosotros mismos. Esta es una de ellas, si tú quieres saber, tendrás que investigar por ti mismo, porque esta vez no pienso involucrarme. He cargado con eso por mucho tiempo, ya es suficiente cargar con el pesar de EL, no voy a cargar con el tuyo Changmin. Por tu bien, olvídate de Yunho…-

Con esas palabras solo se dio la media vuelta y salió de la casa.

Siempre me dio la impresión de que Jae me estaba protegiendo, siempre estaba allí cuando yo lo necesitaba, él siempre fue mi amigo, pero tenía la sensación de que estaba ocultando algo, el jamás iba a mi casa cuando estaba mi madre, él se negaba a hablar de su antigua escuela o de cosas personales, a veces me miraba con tristeza, como queriendo decir algo que le costaba mucho trabajo recordar, Jae joong era una persona muy misteriosa…

-qué rayos está ocurriendo- dijo Yoochun tratando de reanimarme

-No lo sé Chun, pero es más que obvio que hay toda una campaña para hacer que yo no recuerde algo que parece ser muy importante-

-y peligroso…-

-¿Por qué peligroso?-

-Bueno, para empezar porque jamás había visto a Jae joong tan alterado, pero parecía estar preocupado porque tú supieras eso, sin embargo no te dijo que no buscaras, te dijo que buscaras por ti mismo, quiere decir que es algo que en definitiva debes saber Changmin, pero es algo tan grande que Jae no se siente capaz de decirte o no quiere hacerlo porque sabe que te causara mucho pesar enterarte-

La deducción de Yoochun era acertada, “eso” era algo que yo debía descubrir por mí mismo, y tal vez debía empezar por ver que rastros había dejado Jae joong en el camino, porque si él quería que yo me enterase alguna vez de todo, seguro que había dejado, accidentalmente o a propósito, alguna pista.

Ese día le conté a Yoochun lo que había ocurrido con Yunho, de la llamada y de cómo él se había escapado para verme y de la advertencia de huir de casa al cabo de dos días si él no iba a buscarme.

-¡¿Por qué no me conto Junsu de esto?! Me las pagara en cuanto lo vea-

-se fue de vacaciones por eso no te dijo-

-Bueno bueno, pero aquí hay algo demasiado obvio, pero que estoy obligado a preguntar, hemmm… Changmin… ¿te… gustan los hombres?-

-¿Qué? ¡De verdad eso es lo único que se te ocurre pregúntame Yoochun!- dije dándole un zape en la nuca

-perdón, pero es que se me hace tan raro encontrarte en un enredo tan pasional con ese chico, que tenía que preguntar-

-No voy a contestar eso-

-claro, ¿porque es demasiado obvio verdad?-

-¡quieres concentrarte de una buena vez! Esto es serio Yoochun-

Le agradecía a Yoochun que estuviese a mi lado ayudándome a investigar al respecto; Hacia un rato él había llamado a Junsu para reclamarle el no haberle pasado al nota completa y Junsu quiso hablar conmigo, le conté lo ocurrido con Jae joong y decidió apoyarnos desde el lugar donde se encontraba de vacaciones y llamarnos para darnos resultados en unas horas.

-Oye Changmin, por cierto, hay algo que no me dijiste. Es sobre la nota, dijiste que Yunho te mencionó que tu madre había dejado una nota para ti-

Era cierto, había olvidado por completo aquella nota, me levante de la sala en la que nos encontrábamos tratando de abrir el cofre del buró y me dirigí al escritorio. Allí vi el trozo de papel que mencionó Yunho.

“Minnie.

Tuve que salir de la ciudad de urgencia, hay algo que debo hacer en otro sitio pero regresare en dos días con unos viejos colegas de la universidad que quieren platicar contigo, procura no salir de casa porque ellos son personas ocupadas y quieren hablar contigo con urgencia.

Abrígate bien y no hables con nadie desconocido. Cariños, mamá”

-¿Qué estudió tu mamá Changmin?- me preguntó Yoochun

-Pues ella…- me sorprendí de no tener una respuesta para el –no… no lo sé-

-¿Cómo es posible que no lo sepas? ¿Que jamás le has preguntado?-

-Si lo hice, cuando era chico, pero no puedo recordarlo-

Como era posible que no pudiera recordar algo tan básico, ella no trabajaba actualmente, vivíamos de las rentas que ella cobraba de dos casas en dos ciudades distintas a las que no recordaba haber ido jamás.

-Bueno, pues eso se averigua fácilmente- dijo levantándose de la silla

Se dirigió al archivero que teníamos en la habitación contigua.

-aquí debe haber algo que indique de que estudio o trabajo alguna vez-

-¿pero eso que tiene de importante?- dije acercándome al archivero que para mi sorpresa también estaba con llave, estaba comenzando a extrañarme de la cantidad de cosas que estaban bajo llave en mi casa y a las que no tenía acceso. Solo hasta ahora comencé a notar algo raro en eso.

-Changmin, no se te hace raro que Yunho te haya mencionado esa nota, bien pudo haberla ignorado pero te lo mencionó, además tu dijiste que al parecer él y tu madre no se llevaban nada bien, si es que se conocían antes. ¿No se te hace raro la cantidad de cosas que no puedes recordar con claridad? Es decir, es como si tu mente fuera una ecuación a la que le fueron borrando las formulas, como es que algo tan sencillo como la profesión de tu madre, no puedas recordar? Siempre me dijiste que tenías lagunas mentales en tu memoria, que no recordabas desde los 16 años a los inicios de los 18, yo creo que lo que sea que no puedes recordar, fue borrado con toda intensión para que jamás pudieras recordarlo-

Todo eso era verdad, la laguna que tenía en mi memoria, las cosas a las que no tenía acceso… ¿Por qué jamás les di importancia hasta ahora?

Yoochun logro abrir el archivero fácilmente, el tenia cierta habilidad con los pasadores, con los que lograba hacer girar los candados, con la única cosa con la que no funciono fue con el cofre metálico del buró de mi casa.

-encontré algo- dije al hallar una receta médica. Estaba fechada en 1994, era más bien un diagnostico detallado de un paciente, lo que llamó mi atención era que en el nombre del doctor que expedía el diagnostico, estaba el nombre de mi madre.

-así que ella es médico- dijo Yoochun tratando de leer aquella nota

-No es cualquier médico Yoochun, ella es psicóloga- dije sentándome en el sillón totalmente contrariado. Acababa de encontrar algo que bien podía confirmar las sospechas que ya tenía sobre ella. La nota era un análisis de un paciente que posiblemente sufría de esquizofrenia, había anotaciones muy específicas de los síntomas.

-¿Qué Changmin?-

Yoochun me miraba sin comprender lo que pasaba por mi mente, pero lo que trataba de comprender me causaba tal impacto que no sabía cómo explicárselo.

Si mi madre poseía esa clase de conocimientos sobre la mente, ¿acaso no era posible que ella misma supiera de mi padecimiento? O peor aún ¿Qué ella lo supiera y no hubiese hecho nada al respecto? no recuerdo cosas muy especificas, cosas que son básicas como la ocupación de mi madre, yo no recuerdo una época que para toda persona es básica en su desarrollo, no recuerdo el final de la adolescencia, ya casi tengo 19 años y no recuerdo que paso de los 16 a los 18, ¿cómo es eso posible hace relativamente poco que paso esa etapa? De aquello solo recuerdo mi cumpleaños, un discurso que di en la escuela y un accidente de tránsito que tuve casi al cumplir 17. Siempre le atribuí mis lagunas mentales a ese accidente, base mis recuerdos posteriores en lo que me dijo la gente, gente que por cierto, eran amigos de mi madre, mis amigos de la escuela jamás fueron a visitarme, jamás vi a mi otra familia después de eso, solo me visitaban en el hospital los amigos de mi madre, quienes por cierto, eran médicos.

-Yoochun… creo que… las cosas que no puedo recordar, fueron borradas de mi mente deliberadamente-

Yoochun se sobresaltó, no sabía que pensar, iba a decir algo cuando el timbre de su teléfono sonó, se trataba de Junsu quien llamaba para informar, Yoochun me dio la bocina.

-adivina que Minnie, creo que la suerte esta de tu lado. Cuando me llamaste decidí dirigirme a la biblioteca de la ciudad, quería una computadora para poder indagar en los registros y averiguar más acerca de Yunho, pero resulto que no había, ya me iba a salir de la biblioteca cuando un libro llamo mi atención, era de filosofía, pero cuando decidí sacarlo en préstamo, me di cuenta de que el ultimo usuario al que fue prestado ¿adivina quién era? ¡Era Jung Yunho!.., Me encuentro en la ciudad de Busan Changmin, ¿alguna vez recuerdas haber venido de visita o algo así?-

-No Junsu, nada-

-espera, ¿Busan?- Dijo Yoochun quien escuchaba por el altavoz – Jae joong mencionó alguna vez que él había vivido en Busan ¿no es así?-

-¡cierto!- dijo Junsu – definitivamente esto sería mucho más fácil si Jae joong estuviera cooperando-

-No lo hará Junsu, no viste su expresión- afirmé.

-Pues tendrá que hacerlo Changmin porque aquí hay mucha información acerca del 14 de Octubre y créeme que es perturbadora, si Jae sabe algo debe decirlo, creo que esto sobrepasa lo que querías saber de Yunho-

-¿a qué te refieres?-

-Pues… no sé como explicártelo Yoochun, pero es que cuando pregunte al bibliotecario acerca de Yunho, el hizo una cara de disgusto y arranco la pagina que registraba los prestamos pasados con violencia, le pregunte si había algo que mostrara los habitantes de la ciudad y me dijo que no tenia, pero cuando me iba, mi hermano me dijo que había encontrado un gigantesco libro con las familias de la ciudad y adivina que… la pagina que debería contener la letra “J” con el apellido de Yunho estaba arrancada, también la pagina con la letra “S” … No es que signifique algo importante pero, ¿tu apellido no inicia con la letra “S” Changmin?-

De acuerdo esto sí que era demasiada coincidencia y comenzaba a asustarme la complejidad que estaba tomando.

- tengo que hablar con Jae joong-

Todo el día nos la pasamos siguiendo pistas que nos conducían a otra cada vez más confusa, pero lo que no dejaban de aparecer eran las coincidencias con Jae joong, era evidente que Jae conocía a Yunho muy de cerca pero además, estaba casi seguro que Jae sabia la verdad detrás de esto.

Fuimos a buscar a Jae al día siguiente, tocamos varias veces pero nadie respondió, lo llamamos por celular, pero nada, Jae sabía ocultarse del mundo cuando se lo proponía.

Mientras caminábamos no dejaba de pensar en la nota de mi madre, tenía un terrible presentimiento sobre eso.

Tenía esa preocupación en mente, pero la más fuerte era saber que había pasado con Yunho, me prometió que volvería por mí pero me preguntaba como lo haría si todo el mundo lo estaba buscando. Era el segundo día desde nuestro encuentro, en la televisión mencionaban su nombre junto con el resto de algunos prisioneros que también escaparon, la búsqueda se intensificaría, se habían destinado más elementos policiacos, sentía que Yunho estaba acorralado.

Decidí escribirle una carta, si él no volvía por mí, al menos quería que supiera que era lo que estaba pasando.

“¿Sabes algo? Te odio con todo mí ser…

Te odio porque despertaste en mí una curiosidad insaciable, una pasión incontrolable y un deseo apabullante. Te odio porque no puedo apartarte de mi cabeza, te odio porque aunque no estés a mi lado te siento junto a mi cada vez que cierro los ojos, te odio porque siento tu respirar en mi pecho, te odio porque siento tus manos acariciar mi cabello, te odio porque te deseo, ¡Te deseo tanto!

Te odio porque te necesito…

Te odio Jung Yunho por haberme dejado tantas dudas, tantas preguntas…

Tengo unas jaquecas terribles hoy en día, siento como si algo muy importante hubiese sido arrancado de mi ser por la fuerza.

Te escuché hablar por teléfono con Jae joong. De verdad él y yo debemos tener una larga conversación al respecto.

La razón principal por la que te escribo es porque han pasado dos días y no dudo que mi madre ya venga en camino, viajare a Busan con Yoochun y Junsu porque creemos que allí hay algo que es importante. Estoy seguro que tú sabes más que yo al respecto.

Estoy por volverme loco con esto. Necesito saber algo de ti, lo que sea.

Quisiera que me ayudaras un poco a entender esto…

Changmin”




Termine de escribir y tome mis cosas, Junsu me esperaba afuera con el auto de su hermano, era mejor salir pronto. Salí no sin antes dar un último vistazo a la casa, suspire y me metí en el auto. Pasamos por un buzón y deposite la carta para Yunho, como destinatario coloque la dirección que él me había dejado, si no me respondía, al menos debía leerla.

_________________________________________




-Yunho, alguien te busca en la puerta-

-¿Quién?-

-es un chico-

Tome el arma que tenía cerca y la puse en mi pantalón para dirigirme a la entrada principal de la fabrica.

Abrí la puerta con cuidado… casi me caigo del sobresalto que di al ver aquel chico pálido de cabello negro al que tanto apreciaba y del que no sabía nada hacía casi un año.

-Jae…- dije sonriendo

El me miraba furioso, estaba molesto, lo sabía, pero yo no podía más que estar feliz de verlo de nuevo, me acerque a él con la intensión de estrujarlo en mis brazos, pero en lugar de eso tuve que evadir un puñetazo que iba directo a mi rostro.

-¿¡qué demonios te pasa Yunho?!-

-nada, solo no quiero que me golpees- dije burlándome de la mala puntería de mi amigo.

-¡no hablo de eso! ¡¿Qué se supone que haces ahora?!-

-hey, no me has visto desde hace más de un año y ¿es así como me saludas?-

-No me vengas con tonterías, ¿Por qué escapaste de prisión?-

-tenía que verlo Jae-

-¿tenias? Como que “tenias”-

-El me escribió una carta- Jae me miro desconcertado, no sabía que pensar así que solo respiro profundamente y accedió a entrar a la fabrica para hablar.

-¿el sabia quien eras?-

-No. Pienso que solo fue una coincidencia, pero de más de mil prisioneros que había esa carta fue a parar en mis manos. ¿No crees que eso es algún tipo de señal?-

-Creo que es extraño-

-creí que tú estabas con el siempre, ¿cómo es que te enteras hasta ahora?-

-estuve internado por un mes… resulta que el humo que aspire en aquel incendio de hace dos años me dejo estragos irremediables, me causo asma-

-Siempre has sido tan frágil Jae, como te fue en el hospital, ¿todo bien?-

-si bueno, debo vivir con inhalador eso es todo-

-que mal…-

Jae me vio sacar el arma de mi pantalón y ponerla sobre la mesa, apretó los labios en señal de desaprobación para después posar una mirada tierna sobre mis ojos, tratando de entender lo que estaba pasando.

-¿te lo vas a llevar Yunho?-

-Solo si él quiere-

-¿si él no quiere que harás?

-Nada, dejarlo-

-si claro. Te conozco Yunho, no olvides que sé muy bien como piensas, ¿esta vez no lo dejaras ir verdad?-

-No- Me reí entre dientes, Jae me conocía muy bien.

-¿lo amas?-

-porque me preguntas algo de lo que ya conoces la respuesta- dije mirándolo directamente a los ojos.

-te ves diferente Yunho… hace años tu jamás habrías dicho ni hecho todo esto. ¡Mírate! Un hombre hecho y derecho, pero sin embargo estas tan ahogado en tus sentimientos que me cuesta trabajo reconocerte, es digno de admiración-

-trata de estar encerrado dos años y me dices como se siente-

Jae y yo reímos como hace años cuando íbamos juntos a la escuela, me conto de lo que me había perdido y de lo que seguramente Changmin y sus amigos hacían en estos momentos.

-ya veo… así que ellos están en Busan ahora…-

-¿entiendes lo malo que es eso verdad? Si Changmin toca las puertas adecuadas, va a averiguar lo que su madre y tú trataron de ocultarle-

-se iba a enterar algún día de igual modo-

-sí pero, el choque emocional será tremendo- Jae se veía realmente contrariado, se notaba que era muy amigo de Changmin, pensar que hace años lo detestaba me causa gracia.

-entonces deberías ir a ayudarles un poco-

-¿yo? ¡Si tu eres el que le dijo que tratara de recordar!-

-sí pero por razones que ya te imaginaras, no puedo salir de aquí por ahora-

-No, yo le dije a Changmin y a los chicos que no me metería así que ellos deberán encontrarlo y enfrentarlo-

-okey, okey, si no quieres ayudarlo está bien, es tu decisión, no te voy a pedir que le digas, solo que…-

-¿Qué Yunho?-

-Recibí una carta de Changmin y bueno… ¿me concederías el honor de ser mi paloma mensajera?-

-¡¡No!! Odio estar en medio de su desastre amoroso, es terrible, ¡ni siquiera puedo solucionar mis propios problemas amorosos!-

-¿tú tienes problemas amorosos? Wow al fin te diste tiempo para eso-

-No es un problema, es más bien una situación con uno de los chicos… pero porque te estoy diciendo esto, me voy- Jae se sonrojo un poco, se veía adorable cuando lo hacía.

-Jae espera. Tal vez no sea buena idea usar el buzón para responderle, pero no quiero dejarlo así, sin respuesta, el esta intranquilo y confundido, ayúdame a reconfortarlo-

-no voy a besarlo-

-si hicieras eso ya estarías muerto – dije riéndome mientras le daba un golpecito en la nuca- solo quiero que le des esta carta, por favor, por favor, por favor-

-¡Bien! ¡Ya! ¡Se la daré! ¡Rayos Yunho!-

Jae se levanto y se acomodo el bonito traje café que llevaba puesto y me abrazo.

-te extrañe amigo-

-yo igual Jae, no tienes idea de lo agradecido que estoy contigo por tantas cosas… hallaré la manera de pagarte, lo juro-

-ni todo el dinero del mundo bastaría Yunho. Cuídate por favor y no hagas alguna estupidez hasta que halle la manera de ayudarte con el desastre que hiciste-

-esta vez no necesitas molestarte Jae, será difícil pero estoy seguro de que podré salir de esto-

Lo veo partir rápidamente con la carta en su mano.

Changmin espera un poco más… solo un poco más…

________________________________________

Llegamos a aquella biblioteca de la que Junsu nos habló y enseguida buscamos el libro en donde había referencias al 14 de Octubre y el otro de los árboles genealógicos de la región. Buscamos en la estantería, en el catálogo, el los carritos, pero ninguno de los dos libros se encontraba, parecía que ni siquiera hubiesen existido. Preguntamos a los bibliotecarios, los que negaron rotundamente la existencia de dichos materiales.

Muy molesto por la inútil ayuda y la pérdida de tiempo salí de la biblioteca con Junsu y Yoochun, estábamos seguros de que nos habían ocultado la información deliberadamente.

-Changmin, ¿estás seguro que nunca viviste aquí?-

Asentí con la cabeza, decepcionado.

Caminamos hacia el auto y tropezamos con varias personas que me miraban indiscriminadamente, desde que llegue a aquel pueblo había notado cierta presión sobre mi persona, creí que se trataba por ser forastero pero la situación cambió al llegar al centro del lugar, a ningún forastero lo miraban como lo hacían conmigo, aquella situación comenzaba a ponerme incomodo.

-¿Changmin?...-

-¿sí?- voltee a ver a un muchacho como de mi edad que me miraba algo estupefacto.

-increíble, no has cambiado nada-

-perdona pero… ¿te conozco?-

-no me recuerdas?

Los tres nos miramos preguntándonos quien era aquel muchacho, Yoochun y Junsu se alzaron de hombros indicándome que no tenían ni idea.

-Perdona… pero no te recuerdo…- dije algo tímido

-valla, después de que me hiciste la vida imposible ¿ya no te acuerdas de mí? ¡Valla que era insignificante para ti!- dijo con un tono sarcástico que me resulto irritante.

-tal vez si me dices tú nombre te recuerde…-

-Soy Kim Kyu Jae – dijo al ver que mi desconcierto era sincero - éramos compañeros, bueno no exactamente, solo estábamos juntos en el comité de estudiantes, tú eras el líder y mi eterna competencia, yo jamás pude superarte-

-¿hace cuánto que fue eso?- dijo Junsu

-hace alrededor de dos o tres años, de repente desapareciste, después de aquel día ya nadie logro verte, incluso se rumoraba que habías muerto-

-¿después de que día?- dije extrañado. Como era posible que yo no recordara ir en la misma escuela que él, eso fue hace relativamente poco tiempo. Él se ubicaba en una época en específico… ¡En la época en que perdí mis recuerdos!

- nadie habla de eso aquí y menos en la calle, es algo que a nadie le gusta recordar-

-bien, ¿podrías contarnos en otro lugar?- Yoochun había cobrado gran interés en el tema e insistente miraba a Kyu Jae

-Changmin tu estuviste allí, te culparon por mucho tiempo… ¿Cómo es posible que no te acuerdes?-

-¡¡¡y crees que no quiero saber!!! ¡¡Me estoy volviendo loco por la cantidad de cosas que no recuerdo!!-

Junsu y Yoochun luchaban por mantenerme calmado.

-No… yo, no quiero meterme en esas cosas, lo siento-

-¡¡espera!!- le grite al verlo correr hacia el lado opuesto a toda velocidad

Trate de correr tras el pero Yoochun y Junsu me detuvieron para no hacerlo, la impotencia me estaba matando, no entendía tantas cosas, sentía que mi cerebro estallaría, ese sentimiento de saber un gran secreto y no poder contarlo me aprisionaba la garganta, unas lagrimas de coraje caían por mis mejillas

-Changmin cálmate, no solucionaremos nada si te pones así-

Guarde silencio, no había manera de que entendieran lo que estaba sintiendo en aquel momento. Necesitaba tiempo para aclarar mi mente así que decidí alejarme por un rato. Yoochun y Junsu me dejaron el celular y se alejaron.

Mi cabeza era un caos, trataba de encajar algunas piezas pero estas no parecían embonar de la manera correcta, esta búsqueda me estaba sacando de quicio.

Sentí el timbre en el celular y por inercia conteste el teléfono, sin ver el número.

-¿Qué haces llorando como niño asustado?- el tono agresivo detrás de la bocina me hizo reaccionar.

-¿quién habla?-

-haaaa Changmin enserio, sino te cuido ¿quién lo hará?-

-¿Jae joong? ¿En dónde estás?- dije parándome con violencia, mirando hacia todos lados

-detrás de ti-

Gire y lo vi sentado en una roca no muy lejos de mí, sonriéndome amigablemente como solía hacerlo desde que lo conocí.

-¿Qué haces?- dije acercándome a el

-mírate, luces terrible, ¿Qué es lo que tienes en el cabello? ¿pasto?-

Los dos nos quedamos en silencio mirándonos a los ojos, me sentía tan cansado.

-tengo algo para ti- dijo sacando algo de su abrigo

-¿viniste para darme una carta?-

- ábrela.- me ordeno con una sonrisa. Vi el papel doblado con extrañeza, pero lo abrí sin chistar. ¡¡Era la letra de Yunho!!

-¿¡qué?! ¡¡Pero… como!! tu…-

-no balbuces, léela-

Abrí el papel con una sonrisa en el rostro, en ese momento no me pregunte porque Jae tenía esa carta o como era que me había encontrado, solo la abrí impaciente de leer esas palabras que tanto ansiaba sentir cerca.

“Como quisiera estar contigo en este momento.

La desesperación y la angustia siempre anteceden a los grandes descubrimientos Changmin.

En vista de lo que me has contado acerca de tu interés por tu pasado, me siento obligado a decirte que encontrarás cosas que no te gustaran y quizá te causen un gran shock emocional que cambiará tu forma de ver las cosas.

Si sientes que de verdad la carga es muy grande entonces déjalo, pero solo hasta que hayas llegado a las últimas consecuencias, pero si decides continuar hasta el final, ante todo se fuerte y ante lo que te encuentres siempre recuerda la maravillosa persona que eres ahora, sobre todo conserva a tus amigos contigo. En especial a Jae joong…

Sé que debes estar enfadado porque no te conté sobre eso, pero es que el tiempo era tan corto y yo quería estar tanto contigo que simplemente no pude hacerlo. Espero que puedas perdonarme por eso.

Conozco a Jae joong desde hace más de 5 años, es mi más íntimo amigo y le tengo un gran aprecio, el te conocía incluso antes de que tu lo conocieras. Puede que él te haya mentido al respecto, pero te contaré que Jae y yo tenemos la misma edad.

Escúchame atentamente Changmin, pase lo que pase no debes perder tu objetivo de vista, tu mereces saber la verdad por dura que sea.

Escucharas y veras cosas horribles, pero nunca debes olvidar lo que sabes hasta ahora y lo más importante, lo que sientes por mi y lo que yo siento por ti. Quisiera poder decírtelo todo de una vez, pero no es apropiado contártelo por escrito.

No quiero causarte más dolor, lo único que quiero es estar contigo… ten eso en mente, todo lo que hago es por ti y todo tiene una razón de ser.

No confíes tanto en lo que ven tus ojos…

Te amo.

Yunho.”




-estúpido Yunho- dije arrugando el papel y metiéndolo rápidamente en mi abrigo, tratando de ocultar mi felicidad de Jae joong.

-el está bien Changmin-

-¿en dónde está?- le dije recuperando la compostura

-está oculto-

-supongo que Yunho solo te dijo que me dieras la carta-

-es cierto-

-Pues te lo agradezco-

Jae y yo comenzamos a caminar por el parque, estaba oscuro ya pero la gran luna alumbraba nuestro camino.

-Yunho adoraba caminar por aquí en la noche-

-¿tú caminabas con él?-

-No… eras tú al que acompañaba-

-¡entonces yo vivía aquí!- dije sobresaltando a Jae joong por mis gritos. El me miro con desaprobación, suspiro y me indico que mirara un viejo roble, dirigí mis ojos al tronco, estaba quemado de la parte de abajo pero en la parte de arriba tenia ramas muy verdes.

-Este viejo roble me recuerda mucho a ti- me dijo recargándose en el – hace mucho tiempo hubo un incendio que devasto este parque y parte de la ciudad, yo estuve en ese incendio, corrí por este bosque antes de que fuera reducido a parque. Vi este enorme roble incendiándose, me impresiono mucho ver sus grandes ramas en llamas, creí que nada quedaría del gran árbol. Pero meses después regresé y me di cuenta de que no había quedado mucho del bosque donde Yunho solía pasar el tiempo, todo había cambiado, excepto el enorme roble… era solo un tronco, todo quemado, pero se aferraba a la vida, se mantuvo muchos meses en recuperación, recibiendo el sol y la lluvia, hasta que un día floreció de nuevo y míralo ahora, imponente y poderoso extiende sus ramas hacia el cielo-

Jae joong estaba totalmente perdido en sus recuerdos. Mire el enorme roble de arriba abajo, desee por unos momentos poder tener la fuerza de ese árbol, desee ser él y solo recibir los dones de la naturaleza, olvidar todos los problemas y ser como el viento en las ramas, libre y limpio de toda perturbación.

-todo esto me trae malos recuerdos, debo irme Changmin- me dijo saliendo de su trance

-lo sé- dije advirtiendo que Jae no me ayudaría mucho

-¿me vas a dejar ir así como así?- Jae se sorprendió de que yo no hiciera más preguntas.

-¿me contaras?-

El se quedo callado mirándome, era el momento de preguntar.

-¿Yo te conocía antes?-

-así es-

-¿éramos amigos?-

-No, yo te odiaba y tú me odiabas-

-¿Por qué?-

-Pues porque tú eras un tonto engreído- Me sobresalte por el modo en que lo dijo, ver a Jae joong con una cara desagradable era muy raro – Pero a Yunho le parecías un chico fascinante, yo no comprendía porque le agradabas tanto, lo entendí después-

-Yunho…- dije dudoso de que el contestara preguntas sobre Yunho. El asintió con la cabeza, como aprobando que preguntara. –Yunho y yo… éramos… ¿amigos?-

-se que quieres preguntarme si salían- efectivamente, eso era lo que quería saber – No, ustedes no salían. Si, eran buenos amigos, pero peleaban todo el tiempo. Yunho siempre terminaba enfadándose contigo para después el mismo pedirte perdón, era tan débil cuando tú estabas cerca. El siempre tuvo interés en ti pero jamás te lo dijo. Ustedes dos siempre estaban tan preocupados por ver quién era el mejor, quien sobresalía mas, quien lo hacía más rápido, que Yunho dejo esos sentimientos en segundo plano, cuando quiso decirte fue muy tarde… -

-Jae… tú sabes… ¿Por qué no recuerdo nada?-

-Si lo sé Changmin, pero no me siento calificado para decírtelo-

-¡¡Kim Jae joong!!- la desesperación se apodero de mi, ya eran suficientes secretos – ¡No tienes una maldita idea de lo que es no saber nada, absolutamente nada de lo que era importante para ti! ¡No sabes la frustración que siento por no poder recordar! ¡No entiendes lo que es sufrir así!-

-¡te equivocas Changmin! - Jae se levantó con violencia - ¡Sé exactamente lo que es! Yo lo viví todo, yo vi a mi amigo hundirse en la oscuridad, ¡perder todo! Lo vi sufrir día tras día y llorar por tu causa, ¡¡lo vi perder su vida dentro de una jaula injustamente por ti!!! No me digas que no sé lo que es sufrir, yo también sacrifique cosas por él, yo me sacrifique por ti. Pude haber hablado, pude haberlo hecho, ¡pero no lo hice por el infinito amor que te tiene Yunho! Respete su decisión y lo apoye en silencio, lo menos que puedes hacer es buscar por ti mismo. ¡Nunca esperes las cosas fáciles! El antiguo Changmin jamás lo habría hecho, aprovecha lo que eres ahora y forzarte a recordar tu mismo. ¿Para que necesitas todas esas porquerías? Tu mismo puedes averiguarlo! ¡Obliga a tu mente a recordarlo! ¡Hazlo! -

Su tono de voz, su manera de moverse, su mirada. Me hizo recordar lo fuerte que es Kim Jae joong.

Él se dio la media vuelta muy molesto y se alejó de mí.

No quise seguirlo, me sentí mal por mi comentario conformista así que decidí ponerme a prueba a mi mismo. Jae joong tenia razón, algo que parecía ser tan importante no podía pedirlo tan fácil. Estaba determinado a hacerlo.

Camine por el gran parque sin un rumbo claro, cuando Jae grito, dijo cosas que no entendí del todo, él dijo que Yunho y él se sacrificaron por mí, él dijo que “pude haber hablado”. Creo que lo primero que haré cuando regrese al hotel será buscar la causa por la que Yunho fue declarado culpable.

Comencé a caminar adentrándome por el parque, Si Jae joong decía que yo solía caminar con Yunho en aquel sitio, debía haber algo que disparara algún recuerdo en mi memoria.

Mire con determinación cada uno de los troncos, cada esquina, cada sitio pero no había nada que pudiera ayudarme, nada hasta llegar a lo que parecía ser los escombros de una cabaña. Me pare sobre lo que parecía ser un piso de madera quemada, no había paredes, solo las bases de lo que debieron haber sido las esquinas y las puertas. Me sentí extrañamente reconfortado en aquel lugar, transmitía en mí una sensación de paz.

-¿chocolate?-

Un olor a chocolate llego abrumadoramente sacudiendo mi sentido del olfato, ¿pero cómo era posible? En un lugar como aquel era muy improbable. Llegué a la conclusión de que pudiera haber sido un recuerdo sensorial, un recuerdo de algo en esa cabaña, algo que tenia que ver con un chocolate. Mis manos comenzaron a tocar el piso, me recosté y mire las estrellas.

-¡¡¡¡haaaaaaaaaaaaaa!!!! Haaaa… haaaaaa… ¡No! ¡Noooooo! Haaaaaa-

¡Fueron cinco segundos! Cinco malditos segundos en los que cerré los ojos y una horrible visión se presento frente a mi, era tan doloroso, mi piel ardía por el fuego, mi garganta quemaba y mis manos desgarraban… desgarraban algo suave que gemía de dolor… ¡era el mismísimo infierno!

-¡¡lárgate!! ¡Déjame tranquilo!-

Me revolcaba, gritaba de dolor, era un sueño, un sueño del que no podía escapar. Un demonio color rojo emergía de la llamarada que quemaba el bosque y blasfemaba las mas terribles palabras jamás pronunciadas, temblaba, sudaba, gritaba con toda mi fuerza. ¿Porque no desaparecía? ¡Corría tras de mi! … tropiezo… me sobo la rodilla y lo veo directo a los ojos, esos ojos rojos intensos llenos de un odio incomparable, podía ver los rostros de las personas que habían sufrido por su culpa… cerraba los ojos con fuerza, no quería verlo bien, ¡realmente no quería mirarlo!… el me llamó por mi nombre, abrí los ojos… ¡no puede ser! ¡Maldita visión del infierno que tratas de engañarme! Tú que evaporas mis lagrimas con tu infinita maldad… ¡tu que engañas a mis ojos! No puede ser, ¡no puede ser! esa oscura visión que me tomaba de los tobillos y que murmuraba mi nombre con su aterradora voz… era yo…

-¡¡¡haaaaaaaaaaaaa!!!-

-¡Changmin! ¡Changmin despierta!-

Yoochun me agitaba con fuerza mientras Junsu me sostenía por los hombros

-respira, respira- me decía Yoochun mientras yo me limpiaba las lagrimas de dolor del rostro, totalmente asustado por lo que acababa de vivir, fue la visión más terrible que alguien pudiera haber experimentado.

-¿que paso?- dije al ver que estaba aún en el parque tirado en el suelo de la cabaña, por un momento creí que me había transportado a otro lugar

-Veníamos a buscarte cuando escuchamos unos gritos terribles del interior del parque, te encontramos aquí retorciéndote de dolor, no te despertabas con nada, fue hasta que te agitamos con violencia que reaccionaste… ¿Qué pasó?-

- una… pesadilla… creo - dije a Junsu levantándome por fin. –volvamos al hotel- les dije.

Todo el camino de regreso no dije ni una palabra, me dolían las entrañas, me sentía diferente, ligero, extrañamente como una pluma.

Los chicos me miraban con una mezcla de miedo con preocupación, no decían nada, se limitaban a mirarme de reojo.

Llegamos al hotel y cada quien se fue a su habitación, vi unos papeles en la mesa, deduje que los chicos estuvieron investigando un largo rato. Me dirigí al baño a tomar una ducha, durante aquella pesadilla había sudado como si hubiera corrido un maratón. Mi mire al espejo por unos momentos. ¿Ese era yo? Mi rostro, que siempre había sido perfecto ahora lucia cansado, con ojeras, sin color. Como un fantasma.

Aquella extraña cosa que vi en mis sueños me había dejado una sensación diferente, una sensación que nunca había experimentado, me sentía como otra persona.

Cerré los ojos.

Me concentre en aquella cabaña, en aquel bosque, en los ojos de aquellos chicos que me miraban con terror en la calle. Ellos sabían algo… ellos sabían algo que yo quería.

Trate nuevamente de evocar un recuerdo, trate de recordar la sensación que percibí cuando olí el chocolate en el bosque.

Dos… tres… no sé cuántas horas estuve bajo un extraño transe, solo concentrándome en mis recuerdos, repasando cada parte de mi vida. Tome aquella camisa que se encontraba en el cajón de mi madre y que había traído conmigo y la lleve a mi rostro.

-Yunho… -

¡Esa camisa era de Yunho!

¡Ahora lo recordaba! El y yo corríamos por el bosque, olía a quemado, ¡el incendio que mencionaba Jae joong! El estaba herido, era su rodilla, yo lo vende con esa camisa y corrimos, corrimos como locos, teníamos miedo… ¿pero de que? Después el acantilado, ese acantilado por el que caí. No, Yunho me empujo, lo hizo para salvarme… Caí al agua, casi muero ahogado, esas gentiles personas me ayudaron, después mi madre… ella… ella… me llevo al hospital, me dijo que todo había sido un sueño causado por mi caída, pero no lo fue, ¡no fue un sueño!

-¡Junsu! ¡Yoochun!- les grite con fuerza. Ellos llegaron corriendo asustados porque me hubiese pasado algo.

-¡fue mi madre! ¡Ella me oculto todo!-

Ellos me miraron con una mezcla de sueño e incredulidad. Les conté de mi sueño, de lo que acababa de revivir, de los detalles que ahora tenia de Yunho. Ellos no se veían nada felices al respecto, se veían cada vez más pálidos, cada vez se miraban más y sentía una atmosfera extrañamente, de temor.

-Changmin, creo que debemos hablar sobre eso y… otra cosa- me dijo Junsu sin mirarme a los ojos

-esperemos a Jae joong- dijo Yoochun a Junsu

-¿lo llamaron?- les pregunte curioso

-ya viene para acá- dijo Junsu levantándose y yendo a la cocina por un vaso de agua. –Ya debe estar cerca-

-¿Cómo accedió a venir tan fácil?-

-Tuve que acceder cuando le contamos lo que descubrimos- Dijo Yoochun

-¿Qué descubrieron?-

-esperemos a Jae joong- fue la respuesta cortante de Junsu.

No pude dormir después de eso, no porque no quisiera, simplemente no podía cerrar los ojos. Tome un libro que había traído conmigo, se trataba de la Ilíada de Homero y releí una y otra vez pasajes que me gustaban mucho. Lo hacía para tratar de disminuir en mi cuerpo la extraña sensación que producían las miradas de Yoochun y Junsu sobre mí. Ellos, sentados a una distancia que yo describiría como “de precaución” me miraban con ojos indescifrables, no dejaban que me levantara, si yo quería agua ellos la traían para mí y si tenía hambre ellos se encargaban de saciármela, tuve que rogarles porque me dejaran ir al baño por mi cuenta.

Definitivamente había un aura extraña en la habitación, la espera por Jae joong se me había hecho eterna y tenía mucho tiempo solo leyendo en la sala, leyendo y pensando en cosas que nunca había pensado, cosas que me provocaban, extraña y perturbadoramente… risa.

-¿Qué te causa tanta gracia?- me dijo por fin Yoochun al ver las disimuladas risitas salir de la esquina de mi boca

-¿me estoy riendo? Perdón- dije sonriendo sin querer

-deja de hacerlo Changmin- me dijo Junsu algo alterado – me pones nervioso-

- Es que leía sobre Patroclo, ¿saben quién es? Era un chico que peleo junto a Aquiles, el casi-inmortal, pero murió tiempo después asesinado por Héctor. Enfurecido por la muerte de Patroclo, Aquiles regresó al campo de batalla matando muchos hombres, pero siempre buscando a Héctor. Incluso luchó contra el dios fluvial Escamandro, que se enfadó porque estaba obstruyendo sus aguas con todos los hombres que mataba. ¡¡Se imaginan!!! ¡Obstruía las aguas! –dije lanzando una carcajada al aire

-Eso no es divertido Changmin- dijo Yoochun con seriedad

-Pero es que Aquiles tenía una relación un poco rara con Patroclo, ustedes saben a lo que me refiero con “rara” algunos dicen que eran compañeros sexuales y otros dicen que eran solo “muy buenos amigos” para mí, es lo mismo- dije abriendo de nuevo el libro

-No entiendo la relación de una cosa con otra- dijo Junsu

-Pues que Aquiles mato a muchas personas por el amor que le tenía a Patroclo, incluso el propio Zeus advirtió la furia de Aquiles y envió a los dioses para contenerlo. Aquiles encontró a su víctima finalmente y persiguió a Héctor alrededor de las murallas de Troya, dieron tres vueltas en torno a ellas, pero al final Aquiles obtuvo su venganza y mató a Héctor clavándole la lanza en el cuello. Entonces ató el cuerpo a su carro y lo arrastró por el campo de batalla durante nueve días. Luego presidió los juegos funerarios en honor de Patroclo.-

Termine de narrar aquello y me quede callado, mirándolos, con una sonrisa en la boca.

-No hagas eso- dijo Yoochun molesto

-¿hacer que?-

-¡reírte! Estas hablando de la muerte y el amor como si fuera algo tonto y de risa, es desagradable-

-No lo es… es solo que no puedo parar de reír – dije riendo aún más fuerte

-¡Changmin ya basta!- grito Junsu

-es escalofriante- dijo Yoochun a Junsu quien me miraba con terror

-¿crees que da risa matar a alguien? ¿Te da risa que alguien haya hecho algo así por amor?- dijo Junsu tratando de calmarse

-Creo que nadie haría algo así por amor, pero es lindo imaginar que sí. –

-no sabes lo que dices- Una voz salía de la puerta de la entrada.

Jae joong acababa de llegar.

Quise pararme pero Yoochun y Junsu no me dejaron, Jae se acercó y miro a Yoochun y a Junsu con una mirada que decía “lamento que lo hayan visto” ¿haber visto qué? No lo sabía.

Dejo su abrigo en el sillón y finalmente me miro, abrió los ojos desconcertado, después de unos segundos de hacerlo apoyo su mano sobre una silla, parecía que había visto un fantasma.

-¿Qué fue lo que sucedió? ¡Lo deje normal hace apenas unas horas!- dijo Jae a Yoochun quien balbuceaba que no tenía idea y le contaba de cómo me encontraron gritando en el parque por aquella extraña pesadilla.

-¿en dónde lo encontraron?- dijo Jae contrariado

-en los restos de lo que parecía ser una cabaña - le conteste con voz carrasposa

-incluso te oyes diferente- dijo Jae joong acercándose con cuidado

-todos ustedes me tratan como si estuviera muy enfermo – dije al ver a Yoochun y Junsu preocupados en una esquina y a Jae joong examinándome las pupilas.

-Changmin, dime exactamente lo que soñaste- me dijo Jae joong ignorando mi anterior comentario

- Tengo vagas imágenes de un incendio, el bosque quemándose, yo corriendo… y había alguien… un ser como de otro mundo…-

-¿a qué te refieres con “ser de otro mundo”? ¿Qué forma tenia?-

-por eso digo que era de otro mundo, porque era yo- le respondí, sonriendo nuevamente.

Jae joong se levantó contrariado y se sentó en el sillón agarrándose la cabeza.




-¿Qué tiene que ver eso con lo que encontramos?- pregunto Yoochun a Jae

-Todo Yoochun, todo- le respondió, después dirigió la mirada a mí - ¿Cómo te sientes? Es decir, te sientes diferente, físicamente, mentalmente ¿o de alguna otra forma?-

-¿Me veo diferente?- le pregunte

Los tres asintieron con la cabeza.

-A decir verdad creo que si me siento raro, desde que desperté de aquella pesadilla siento un hormigueo extraño en las manos y no he podido conciliar el sueño porque siento que vuelo, me siento más ligero que una pluma-

-debes dormir- dijo Jae

-No lo hemos dejado – respondió Junsu – es que desde que regresamos el me provoca una sensación muy extraña, parece una persona diferente-

-Aun no Junsu, no del todo- dijo Jae mirándome

-¿Por qué hablas en clave? - Cuestione a Jae joong levantándome, el me miro extrañado – tú dices “todo, tiene que verlo todo” pero no dices que es todo, después dices “aún no, no del todo” pero no dices que significa “aún”, no sabía que tenías tan poca capacidad para completar oraciones Jae joong-

Dije levantándome y yendo a la cocina.

-¿viste cómo le habló?- dijo Yoochun molesto a Junsu –Changmin jamás le había hablado así a Jae joong-

-tenemos que terminar esto rápido, avanza más rápido de lo que creí- dijo Jae joong aún más molesto – ¡Changmin ven acá!-

-No me grites, estoy preparándome un sándwich de salchicha- le respondí. No recordaba cuando había sido la última vez que había comido salchicha.

-Jae joong más vale que nos aclares lo que está pasando aquí y que lo hagas rápido porque esto se está tornando cada vez más extraño y me está dando cada vez más miedo – dijo Yoochun

-Escúchenme los dos- dijo jalando a Junsu también – hace mucho tiempo cuando yo vivía en Busan conocí a Changmin, él era amigo de Yunho, era un engreído, tarado y un total patán, pero era sumamente inteligente. Después paso lo que ustedes descubrieron en los periódicos y Changmin perdió la memoria, después se convirtió en el chico que ustedes conocieron y del que son amigos. Escúchenme atentamente, en estos momentos Changmin está hablándome como me hablaba hace años, se mueve como hace años y está comenzando a pensar como hace años… creo que con aquella pesadilla, un recuerdo que había estado dormido en el interior de Changmin fue despertado, lo que temo es que tipo de recuerdo fue el que despertó…-

-quieres decir que Changmin se está ¿“transformando” en algo malo?-

-Creí que no sería del todo malo, pero está regresando a ser lo que era en una época en la que hizo muchas cosas malas-

-¿Qué tanto susurran?- dije regresando con mi sándwich en la mano

-nada- dijo Jae joong sonriendo como tonto -¿podemos platicar un rato?-

-¿te han dicho que tienes una sonrisa de tonto?- dije riéndome

-si me lo han dicho- me respondió molesto – de hecho tú fuiste el que me lo dijo, hace años-

-pues hice bien – dije desparramándome sobre el sofá y subiendo los pies

-Changmin, dime, ¿recuerdas cuando nos conocimos?-

-No-

-¿No lo recuerdas?-

-No lo recuerdo porque nunca nos presentaron, solo recuerdo que tú eras muy amigo de Yunho y que siempre estabas con él, Yunho me conto que tú me odiabas-

-No fue así- respondió Yoochun – Jae llego tarde al primer día de clases y tú lo ayudaste a encontrar asiento, desde ahí se hablaron como buenos amigos-

-ambas son ciertas- respondió Jae joong – Changmin y yo nunca hablamos antes, yo odiaba su forma de ser y no tenía el mínimo en interés por hablarme, pero es verdad yo era muy amigo de Yunho y también es verdad, yo lo detestaba. La segunda vez que nos conocimos, después de que perdiste la memoria llegue tarde a clases y tú me ayudaste. ¿Recuerdas las dos cosas?-

-¿Por qué me hablas como a un bebé? Recuerdo ambas…- dije molesto, Jae joong parecía cuidar demasiado lo que decía, en extremo, eso me resultaba irritante.

Era un tanto extraño, podía ver aquellos dos recuerdos en mi cabeza, solo que uno me parecía más ajeno que el otro, era como tener dos mentes en un mismo cuerpo, una mente apenas está recuperando sus memorias y la otra lucha por no ser comida. Eso podía causar jaquecas a cualquiera.

-de acuerdo, perdón. Es que quiero ver si te puedo hablar de un asunto que ocurrió hace algún tiempo- me dijo Jae joong disculpándose

-habla- por un momento me sentí superior al él, como jamás me había sentido.

Durante la siguiente hora Jae estuvo preguntándome cosas que para mí no tenían mucho sentido: “¿Recuerdas esta mujer?” “¿Habías visto o leído esto alguna vez?” “¿qué opinas de esto?” Cosas sin relación para mí pero que al parecer a Jae joong le causaban cierta preocupación. En cuanto a mí, estaba realmente fascinado por la cantidad de cosas que Jae me ayudaba a recordar. Él estaba en busca de un recuerdo en particular, de verdad esperaba que lo encontrara pronto, estaba muy curioso al respecto…

Al final de tan extenso interrogatorio me extendió las páginas de lo que parecía ser un viejo periódico recortado.

-¿Qué tiene?- dije mirando el encabezado “Terrible incendio acaba con media ciudad”

Ellos se quedaron callados, esperando que terminara de leer la nota. Comencé a leer todo el artículo en mi mente:

“El incendio se origino en el estacionamiento del restaurante HAPPY SMILE. Comenzando con el auto de una mujer de nombre desconocido el fuego se extendió por varias hectáreas quemando la mitad del bosque central. Hoy se han contado 30 heridos y 4 muertos, hay una persona desaparecida, testigos mencionaron que se trataba de un niño.”

Di vuelta a la página, había otro periódico pegado en la parte de atrás, de dos días después.

“El número de heridos ha crecido a 35. Afortunadamente el niño extraviado hoy regreso a brazos de su madre; cuando se le cuestiono del lugar en donde se había encontrado los últimos dos días declaró lo siguiente:

Había un muchacho que me dijo que lo acompañara, me dijo que me salvaría de la opresión, me dijo que la gente no debía maltratarme, me dijo que mi madre no podía hacer lo que ella quisiera. El hablo muchas cosas, yo tenía miedo, al final yo escape, estábamos en el bosque, estaba oscuro y no recuerdo nadamas. Hui cuando ese muchacho estaba dormido. El me da mucho miedo…”

Solté el periódico y me recargue en el respaldo del sillón, algo de aquello me había resultado familiar, las descripciones, los rostros, el fuego, la madera pudriéndose, la gente gritando… ¡recordaba a aquel niño! ¡Pero como!

-¡ese niño!- grite

Los tres se levantaron de golpe temiendo que yo pudiese hacer algo increíblemente tonto.

-¡fue por ese niño! Lo defendí y el tarado se escapó, después… después…-

Un silencio sepulcral inundo la sala.

Sentía las miradas de los tres clavadas como estacas en mi cuerpo, las manos sudadas de Junsu goteaban fuertes en mi cabeza, la saliva que tragaba Yoochun me dejaba sordo, la respiración de Jae joong me asfixiaba… Yo, ser expectante, desesperado, como aquel corazón de Allan Poe encerrado bajo el suelo, el mío retumbaba fuerte contra las paredes, encerrando un grito ahogado que aprisionaba mi garganta…

El tic tac del reloj se detuvo.

¡Lo recordaba! Mi cuerpo se estremecía y temblaba bajo un halo de confusión que ataba mis muñecas y me obligaba a cerrar mis labios con fuerza, lagrimas caían por mi rostro al recordarme a mí como arma del destino ejecutando su más cruel designio.

¡Ese no era yo! ¡No podía ser! Tanta destrucción, tanta rabia, tanto dolor ¿todo eso era mío?

-¡¡DIGANME QUE YO NO LO HICE!! ¡¡ DIGANME QUE YO NO LOS MATE!!-

El grito desesperado que escupió mi garganta salía acompañado de finas gotas color carmesí, resultado de la fuerza de mis dientes contra mis labios en un intento fallido por controlar mi propia desesperación mordí fuerte y con rabia, hasta llenar mi boca del caliente sabor metálico de mi propia sangre.

-Changmin respira, respira-

¡Recordaba sus rostros! ¡Podía verlos gritar de dolor! ¡Porque me dejas ver esto! No quiero… no quiero verlo…. Sácalos, ¡sácalos de mi cabeza!

¡Las dos memorias en mi cabeza! La que habían reconstruido y la original luchaban por ver cual se imponía sobre la otra.

“Changmin! Changmin!” Escuchaba sus gritos en la inmensidad de mi memoria

“No Jae joong, déjame, déjame dormir…”




Después todo se oscureció.




Con ojos cerrados y cubierto en sudor, podía escuchar, como cacofonía los sonidos de las voces, me gritaban cosas que se escuchaban como una radio distorsionada, mis ojos apenas podían ver sus siluetas. Había perdido el sentido, sin embargo mi mente luchaba por mantenerse despierta, captaba solo algunas palabras en su rápido andar de voces desesperadas.

Pude sentir como me trasladaban a la cama, que incomodo se sentía tener las manos de los tres sobre mí.

Escuche un sonido chillante ¿era un timbre de celular? Es la voz de Jae joong la que contesta, la distingo…. ¡Jae joong está gritando! No entiendo lo que dice, me esfuerzo por abrir los ojos pero me resulta algo imposible.

Yunho. Escucho como dicen su nombre, hay alboroto general, mi mente no logra concentrarse en algo por mucho tiempo, lo intenta pero termina divagando en cosas sin sentido.

La voz de Junsu es muy molesta, tiene un timbre de voz muy penetrante, hace que me irrite.

Tengo hambre, creo que quiero comer algo con mucho picante, o tal vez una fruta.

¿Te gustan las manzanas Yunho?

A mí sí. Me encantan, espero que a ti también te gusten, deben gustarte…

¿Pero que estoy haciendo? Debo despertar, ¡despierta!

Mencionan mi nombre, no es algo agradable. ¡Dejen de hablar! ¡Sus voces en mi cabeza no me dejan concentrarme! ¡Jae joong deja de gritar!

Son tan molestos…




Mis parpados se abrieron de golpe. Al fin, después de un tiempo incontable, abrí los ojos.




-¿Qué sucedió?-

-te desmayaste- dijo Yoochun ayudándome a levantar

Moví la cabeza tratando de enfocar la vista. Vi a Junsu y a Jae joong mirándome, Jae tenía lágrimas en los ojos.

-Habla Jae joong-

-es mejor que descanses-

-¡dije que hables!-

Junsu se acercó a mí para verificar que mis sentidos estaban bien. Lo estaban, solo que me encontraba sumamente alterado. Podía deducir que me había desmayado aproximadamente una hora, me encontraba en la cama de mi habitación del hotel sin un rastro de cobijas, la cama estaba hecha un caos. De una rápida mirada deduje que me estuve retorciendo en la cama todo ese tiempo. No estaba desmayado propiamente, estaba en un extraño coma consciente.

-Es Yunho…- dijo por fin.

Sentí como algo dentro de mí se rasgó, sabía que era algo malo, podía presentillo.

-¿Qué tiene?-

-recibí un mensaje extraño que decía: “perdona por no poder retribuirte como es debido” Instantáneamente me dio miedo y encendí el televisor. Sabía que se trataba de Yunho-

Trate de levantarme de la cama pero mis piernas tambaleantes me obligaron a permanecer en la misma. Alce la vista con temor de escuchar lo que imaginaba.

Jae joong balbuceaba, balbuceaba con suma dificultad por las lágrimas en su rostro. Cerré los ojos, no quería escucharlo.

-Le dispararon a quema ropa… ellos lo… asesinaron-

Sentí que me desmayaría de nuevo, un repentino mareo envolvió mi cabeza… Yunho… ¿ya no…. Esta?

No pude hablar. No era posible, como fue que de un momento a otro se acabó, se acabó de la forma más cruel, todo dentro de mí ser dolía, de la cabeza a los pies no podía recordar parte de mi cuerpo que respondiera. Era el dolor más inhumano posible, ¡ninguna persona merecía sentir tanto dolor! Mis recuerdos primero y después esto…. No podía, de verdad, era demasiado.

Yoochun abrazaba a Jae con fuerza. El lloraba sin control.

Pude entender lo mucho que se querían, pude recordar cómo se hablaban, como reían. Me negaba a creer que todo acabara de esa manera, no era posible.

Le indique a Junsu que encendiera el televisor, él lo hizo en silencio sin chistar, quería verlo por mis propios ojos, mi alma se negaba a creer lo que me decían.

Lo vi delante de mí, la aterradora imagen de un cuerpo inerte cubierto por una sabana, siendo transportado por varios paramédicos dentro de una ambulancia. No escuchaba la voz de la reportera, solo veía las crueles imágenes que rompían mi corazón y astillaban los pedazos que caían al infinito.

-ese no es Yunho-

-Changmin…-

-No es el-

-entiendo que te duele pero…-

-cállate Junsu, si digo que no lo es, es porque ¡NO LO ES!-

-Changmin estas lastimando a Jae joong con lo que dices- Yoochun trataba de taparle los oídos a Jae joong quien no mostraba su rostro, oculto entre los pliegues del suéter de Yoochun.

-¡Míralo! ¡Es el! ¡Esta su nombre en los obituarios! No puede haber error, acéptalo por tu bien Changmin- Junsu me sacudía con violencia tratando de hacerme entrar en razón.

Es que era tan irreal. No era posible que algo así pudiese suceder, de la noche a la mañana, simplemente, se esfumó…

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Después de todo lo que sucedió la noche anterior era evidente que debíamos ir al hospital, Changmin acababa de recibir dos golpes muy fuertes y temía que la fragilidad de su mente tambaleara ante tal caos.

Insistí para que Yoochun y Junsu me ayudaran a llevar a un pálido Changmin al hospital más cercano, quería que lo examinaran lo más pronto posible, debía cuidarlo, se lo debía Yunho.

Yunho… ¿Por qué tuviste que ser tan tonto? Siempre tan impulsivo, siempre tan hablador, siempre tan amable, tan pasional. Mira lo que le hiciste al pobre Changmin, mira lo que te hiciste a ti mismo cabeza de pez.

¿Porque tuviste que irte?

-¿todo bien?- Me dijo Yoochun limpiándome las lágrimas secas del rostro. Había estado acurrucado en su pecho largo rato acurrucado entre los pliegues de su suéter azul.

-estaré bien… ahora lo que importa es que Changmin esté bien-

-nosotros nos encargaremos de cuidarlo, tú deberías dormir un poco Jae-

-No tengo ganas de dormir-

-entonces ven a cenar conmigo, no has comido nada desde ayer en la tarde-

-No podría digerir nada Yoochun, te lo agradezco pero solo quiero permanecer aquí hasta que Changmin despierte-

Yoochun me miro con desaprobación, saco un chocolate de su mochila y me lo ofreció, lo tome despacio, era la misma marca que compraba Yunho, Me solté a llorar de nuevo sobre el suéter de Yoochun, sentí como su tierno abrazo me cubría por completo, al menos no estaba solo.

-ya están examinando a Changmin – Escuche la voz de Junsu susurrar muy cerca

Me levante de golpe.

-¡Junsu! ¿No ves que Jae joong trataba de dormir?- dijo Yoochun replicándole

-pues por la forma como se abrazaban yo no los veía muy dispuestos a dormir-

-¡eres un tonto Junsu!- dijo Yoochun con todos los colores en el rostro abalanzándose sobre él.

Los vi pelear con ternura tratando de aliviar un poco la pena en mi corazón, agradecía eso, aunque era inútil, su gesto era apreciado por mi destrozado ser.

-¿no deberíamos ir a verlo por si despierta?- dije a Junsu quien jugueteaba con Yoochun

-en este momento no pueden entrar visitas, será por la mañana. Les he explicado nuestra situación y me han ofrecido la cama del cuarto contiguo al de Changmin, por si queremos dormir un poco-

Yoochun me insistió para que fuera a dormir, no tenía fuerzas para estar discutiendo con el así que termine accediendo de mala gana. Yoochun y Junsu se encargaron de que no me faltara nada antes de salir por algo de comer. Me dejaron solo en la habitación, solo con mis lastimeros pensamientos.

Mi mente se trasladó a aquella época en la que conocí a Changmin, Yunho realmente estaba embobado con él, no hacía más que mirarlo cuando se levantaba, aplaudirle todo lo que decía y defenderlo a capa y espada. Como odie cuando descubrí que eran amigos, lo odie por envidia, Changmin siempre fue mejor que yo, siempre pensé que Yunho solo quería estar rodeado de lo mejor, pero que equivocado estaba… si yo hubiera sabido que Yunho estaba enamorado de Changmin tal vez hubiera tratado de apoyarlo más con eso y esto no hubiera terminado en una tragedia Shakespiriana.

Suspire con fuerza, no quería pensar más en ellos, era muy doloroso tratar de revivir todo, así que mi mente desvarió por un instante… ¿A dónde había ido Yoochun? Le dije que no se tardara. Por alguna extraña razón que no alcanzaba a comprender muy bien en aquel momento (o más bien mi mente no quería pensar en ello por ahora) amaba el suéter azul de Yoochun, tenía un olor y forma sumamente agradables, sentía que mi cara estaba hecha para dormir sobre aquel suéter. Me alegre mucho al ver que Yoochun había traído ese suéter consigo en este viaje y fantasee con la idea de dormir sobre el aquella noche, estaba algo nervioso, los hospitales nunca me agradaron mucho y era la segunda vez que veía a Changmin en una cama de hospital así que no me era muy agradable estar en esa situación otra vez. ¿Pero en donde se había metido Yoochun?

Mi mente estaba concentrada en tratar de imaginar a Yoochun y Junsu peleándose por la comida en la cafetería como en nuestros buenos días escolares, cuando un sonido en mi pantalón me sobresaltó.

“seguro es Yoochun y Junsu masajeándome para preguntar si quiero algo de comer” pensé mientras sacaba mi celular de mi pantalón.

-¡ese par! ¡Les dije que no quería nada!- dije fastidiado por la dificultad que me presentaba el no poder sacarlo con facilidad de mi bolsa trasera.

Lo tuve en mis manos después de que dejara de sonar, no era un mensaje, era una llamada de un número desconocido. Me extrañe por tener una llamada a esas horas de la mañana así que llame para ver de qué se trataba, nadie contestó, me resulto extraño pero no lo suficiente para prestar mucha atención así que regrese a recostarme.

Nuevamente el timbre sonó, esta vez era un mensaje de texto.

“Dulce o truco Jae joong?” leí en la pantalla

-¿pero qué es esto?- dije en voz alta extrañado por tan inesperado texto.

“¿Quién eres?” le respondí de vuelta

“¿dulce o truco?” insistió

“si no me dices no contestaré más” respondí harto de su jueguito infantil

“si te digo te enfadaras conmigo y querrás golpearme, no quiero dejarte en ridículo, sabes que no sabes pelear Jae kekekeke”

-¡No puede ser!- dije arrojando el teléfono al suelo por el sobresalto.

Tome mis piernas con mis brazos y las apreté con fuerza, seguro estaba desvariando, ¡claro! Seguro me quede dormido mientras pensaba y ahora creo estar leyendo cosas imposibles, bien hecho Jae joong has perdido la cabeza, te felicito.

La pantalla del celular se ilumino de nuevo indicando que tenía un nuevo mensaje.

Me baje de la cama temeroso, tome el celular y leí de nuevo.

“Soy Yunho”

-¡mentira!- dije tirando nuevamente el celular al piso.

Empecé a caminar en círculos repitiéndome que no era posible, que había visto el cuerpo en las noticias, que seguro era una broma de mal gusto hecha por alguien que sabía lo que había ocurrido.

Pero un momento, las únicas personas que sabían que yo conocí a Yunho son Junsu y Yoochun quienes estaban en la cafetería y Changmin quien estaba inconsciente en la habitación de al lado. No podía tratarse de Yoochun ni de Junsu, ellos jamás jugarían así con mi pena y Changmin, bueno el…

Un escalofrió recorrió mi cuerpo de arriba abajo, corrí fuera de la habitación sobresaltado y me dirigí a la de Changmin.

Buscaba en mi mente algo que pudiese darme un indicio, una señal, algo que hubiera dicho Yunho y que no noté.

Un recuerdo singular llego a mi memoria en aquel instante, aquella carta que envió Yunho a Changmin, yo la leí, sé que hice mal pero debía saber lo que tramaba. No había nada fuera de lo común, era una conversación entre amantes. Solo había una cosa que me rebotaba en la cabeza, una frase que puso Yunho que no cuadraba con el tono de la carta, él dijo: “No confíes tanto en lo que ven tus ojos”

Yunho… si hiciste lo que creo que hiciste.

La puerta estaba cerrada, no había nadie alrededor, me dirigí al picaporte que brillaba dorado contra la luz blanca con una intensidad que me invitaba a entrar en la habitación. Sentí miedo, miedo de encontrarme con algo que no podría soportar, miedo de que el antiguo Changmin hubiese regresado, miedo de que mis sospechas fueran verdad.

Gire la perilla y entré en la habitación…

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Tanto dolor, tanta confusión, tanto caos, ocasionado por una sola persona.

¿Por qué llegaste a complicar toda mi vida Yunho?

La jaqueca es fuerte y llega en un momento muy inoportuno. En el momento en que mi mente está tratando desesperadamente de acomodar todo en su lugar. ¿Cómo lo acomodo? ¿Por fechas, por nombres o por hechos?

No, definitivamente por hechos no. Es terrible tratar de acomodar lo que mi mente se resiste todavía a asimilar. Ese fatal acto que cometí hace años, esa terrible “cosa” que no me atrevo a pronunciar. ¿Hasta donde fui capaz de llegar por defender mis ideales?

¿Pero qué fue lo que sucedió exactamente? ¿Cuál fue la razón?

Solo recuerdo a ese chico que defendí, su madre le gritaba, le dio una bofetada porque el niño no quiso hacer una reverencia a un sujeto mayor, parecía que era su padrastro, pero claro que estoy suponiendo, jamás le pregunté, solo le dije que me acompañara, el se molesto mucho, lloraba, gritaba tan fuerte que los pájaros del bosque salieron disparados hacia el cielo. El salió corriendo, lo perseguí, un sujeto no muy lejos de nosotros me grito que lo dejara en paz, me llamo “ladrón” recuerdo esa ira. Yo trate de explicarle que quería ayudar al niño, que no era justo lo que hacía su madre, me llamo “loco” y no lo soporte.

Después recuerdo que corrí por el bosque, vi al niño hablado con un sujeto no muy lejos de mí, me enfade del modo tan natural en como hablaban, como padre e hijo, yo jamás pude hacer eso, mi padre se fue cuando tenía 4 años y jamás lo conocí. Condenado a vivir una vida al lado de mi madre quien no me comprendía y pretendía controlar todo de mi vida perdí el control. No era el modo correcto. No debí perder el control.

Después recuerdo que cuando se fue aquel niño me acerque al sujeto y lo golpee tan fuerte que mis puños se perdieron entre el carmesí que pronto cubrió toda mi mano. Sentir como se destrozaba bajo la fuerza de mis puños… alguien me vio y corrí, me oculte detrás de una cabaña y entre en ella, el fuego estaba encendido. ¿Por qué encendían una chimenea en un día tan caluroso? ¿Por qué nadie parecía querer escucharme?

Un sujeto entro al escuchar como arroje una botella de vino en la chimenea provocando que el fuego saliera y quemara la ropa que tenían colgada no muy lejos de la misma. El fuego se extendió y llegó bastante lejos, quemo la casa completa… ellos me siguieron, no por mucho, yo termine con ellos… lo hice de modo tan cruel, lo recuerdo y las lagrimas que caen por mi rostro queman mi cara con crueldad.

El incendio creció, la cabaña estaba hecha de madera así que no tardo en arder y llevarse consigo todo cuando estuviera a su paso, todo ardió en cuestión de minutos… Durante ese instante no pude reconocerme a mí mismo, era como realizar un viaje espiritual en donde mi mente se hallaba enfrascada en otro lugar, un lugar lleno de odio, lleno de resentimiento y de dolor, no pude detenerme, vi lo que hacía, escuchaba los gritos, dolía mi piel, estaba consciente de todo, pero no podía detenerme, algo dentro de mi solo quería ver arder al mundo, algo dentro de mi solo quería que todo el mal desapareciera, todo lo podrido que ya no tenía compostura debía renacer, debía ser merecedor de una segunda oportunidad. Todo debía reconstruirse… creí que podría hacerlo, me creí el arquitecto de un nuevo renacer… pero que engreído fui en ese momento. Más bien tenía una idea correcta en manos equivocadas…

El mundo no se podía cambiar por más que yo lo deseara, por más que yo lo intentara con todas mis fuerzas, solo era un hombre.

Cuando vi que en mi estado de incontrol había lastimado a Yunho, entre en razón… lo vi tirado sobre el suelo, un gran árbol cayó sobre su pierna hiriéndolo de gravedad, sangraba y gritaba de dolor, no pudo resistirlo y se desmayo… Llore tanto al verlo así, tan lastimado, que por un momento quise desaparecer del mundo, recuerdo que acaricie su frente antes de salir corriendo al ver el rostro de un chico conocido mirándome fijamente, suplicante de que me alejara de Yunho… tiempo después supe que era Jae joong.

Después corrí, corrí y llore tanto por todo. Me sentí impotente y la persona más tonta del mundo.

No pude comprender que un cambio tan grande no puede efectuarse así, obligando a todos a creer en mi propia verdad… ¿Qué diferencia tendría yo de cualquier dictador, de cualquier Napoleón o Hitler que alguna vez surgieron e hicieron lo mismo? ¿Cómo pude ignorar en que termino todo eso? Mis propios conocimientos me traicionaron en el momento en que mas necesitaba de ellos.

Cuando uno se llena de conocimiento y se da cuenta de todo lo que podrías cambiar, de todo lo que está mal, es frustrante tener las manos atadas y no poder hacer nada para cambiarlo, es frustrante darte cuenta de propia realidad en un mundo tan grande y lleno de vicios.

No se puede crear una utopía, no se puede ser un salvador para toda la eternidad. No, pero se puede comenzar por uno mismo. Aunque me costó trabajo aceptar que yo solo era un grano de arena en el gran desierto de la humanidad…. Muchos granos unidos pueden lograr hacer un desierto…

Hay que entender que… no estamos solos en el mundo, que un pequeño cambio lo hace una persona con el ejemplo y que yo puedo mostrarles que si hay diferencia, que si se puede cambiar, solo atreviéndome, sin temor a empezar por mi primero para después cambiar a todos los demás.

No hay cabida a individualismo ni a egoísmo, solo hay una palabra importante: Unión.




Era el momento de abrir los ojos, sonreí, sonreí como no lo había hecho hacia ya mucho tiempo, por primera vez sentí que estaba en el lugar correcto en el momento correcto.

-perdóname, por favor perdóname. Sé que me odias, pero debes entender, por favor, no había salida que no fuera esa, sé que te herí, pero por favor no me castigues con tu indiferencia-

-largo-

-Changmin-

-¡dije largo!-

-¿hablas enserio?-

-¿sabes lo mal que me puse? ¿Tienes idea de lo destrozado que me sentí? ¿De cómo se sintió Jae joong? ¡Eres un insensible, tarado, tonto! ¡No te me acerques!-

-¿Cuántas veces tendré que disculparme por eso? ¡Es que no había opción!-

-¡no me vengas con eso! ¡Encima de todo me secuestras! ¿Qué rayos te pasa?-

Voltee mi cara indignado. Estaba tan feliz, tan feliz.

-es que si me veían se iba a armar un alboroto, hay muchos policías en un hospital y además seguro Jae debe estar muy enojado conmigo, no sabes cómo se pone cuando se enoja, parece un demonio, tendrá cara de ángel pero es tan terco y además…-

No hay mejor forma de callar a una persona que con un beso.

Lo atraje hacia mí y lo abrace con fuerza, el me correspondió de la misma manera. No quería justificaciones ni más explicaciones, no quería saber más, ya no quería pensar en nada de eso. Solo había una cosa que quería y estaba justo en mis brazos.

-¿sigues enfadado?-

-estaré enfadado toda la vida contigo- dije quitándole el cabello de la cara –después de lo que hiciste por mí me enfadé más por no enterarme hasta este momento-

-¿ya lo recuerdas?-

-Para mí buena o mala suerte recuerdo todo. Es angustiante como la fragilidad de la mente humana puede llegar a transformar el alma de una persona en algo tan terrible, me siento realmente mal por todo lo que tuviste que pasar por mi causa, no es justo y creo que debo pagar por lo que hice-

Yunho me miró conmovido. Me abrazo con fuerza y metió sus dedos entre las hebras de mi cabello, mi cabeza recostada sobre su hombro descansaba de tan agotadora jornada.

-No tienes que hacer eso. Has pagado suficiente con la cantidad de cosas que te fueron robadas, has sufrido suficiente tratando de recobrar esas memorias y más aun conservándolas dentro de ti mismo. Ya es suficiente Changmin, por favor no hagas más-

-lo dices porque no quieres que me metan a prisión y me aleje de ti-

-No es solo por eso, es que ambos hemos pasado por tanto, hemos desperdiciado tanto que, ya no quiero perder más tiempo, ya no quiero estar sin ti-

Sonreí mientras el metía su mano por debajo de mi camisa y acariciaba mi espalda.

-¿entonces qué quieres hacer?- dije levantándome y mirándolo a los ojos. Él era tan atractivo, el brillo fugaz en sus ojos le daba un aire de ternura paternal mientras su cuerpo, desbordante de sensualidad invitaba a acercarte y besarlo con pasión. Tenía que admitirlo, estaba enamorado de Jung Yunho.

-se me ocurren varias cosas por hacer - contesto con una sonrisa coqueta – pero hay algo que quiero hacer primero-




Nada era como lo recordaba, hace años que no recordaba esa sensación que me elevaba a los cielos y me hacía desbordar de placer. Mi mente se había transformado, había regresado a ser lo que era antes pero con un leve cambio: Ahora tenía a Yunho.

Confiaba, o quería confiar en que eso me ayudaría a que el ser dormido en mi interior permaneciera así por toda la eternidad.

- Yunho, ¿te gustan las manzanas?-

-¿Por qué me preguntas eso en un momento así?-

Las sabanas envolvían nuestras figuras delineándolas sobre el colchón de aquella habitación de hotel que estaba en algún sitio de la carretera.

Admirando su perfecta figura miraba absuelto en sensaciones como lentamente él se quitaba la ropa…

-responde ¿te gustan?- insistí saboreando cada rincón de su cuerpo

-claro que me gustan- Sonreí con amplitud al escucharlo y acerque mis manos a las de él, ayudándolo a quitarse el pantalón. -¿Por qué te ríes?- me pregunto al ver mi amplia sonrisa

-Porque los hombres que comen manzanas adquieren un sabor un tanto peculiar… dicen que es dulce, yo más bien creo que es un sabor agridulce-

Yunho rio sorprendido y susurro en mi oído “¿quieres probarme?”

No tuvo que decirlo dos veces. Envueltos en una nube de pasión rodamos por la cama que había visto renacer el infinito amor que nos profesábamos. Tan infinito como el universo, tan suave como los pétalos de las rosas, no había momento de más dicha, no había ser en el mundo con el que quisiera estar que no fuera con él. Todo mi ser le pertenecía, siempre le había pertenecido.

Lo amaba, de verdad lo amaba. Estaba feliz de poder recordar eso.

-auchh!- lo escuche gemir al sentir mis manos apretándolo con fuerza, sin querer lo había arañado. No pude disculparme, no había sonido en mi boca que no fueran gemidos en éxtasis.

Sentí su mano recorrer todo mi cuerpo, sus piernas enredarse con las mías y su corazón ir al mismo ritmo que el mío. Acaricie su entrepierna con las puntas de mis dedos provocando que se retorciera un poco, como me gusta verlo retorcerse de placer.

El tomo mi mano y la beso delicadamente, pude mirarlo a los ojos y al verme reflejado en los mismos pude ver en ellos cosas que no se pueden describir con palabras, mi corazón tembló. Me acerque a su rostro y plantándole un beso en los labios comencé a jugar con aquel tesoro que ardía de calor aprisionado por tan solo la esquina de la sensual ropa interior color rojo que tan bien le quedaba.

Se la arranque de golpe mientras mis manos, ansiosas por sentirlo otra vez, no dudaron en arrancarle los más profundos gemidos bebidos al instante por mi boca y lengua.

Yo permanecía sobre el mientras él se aferraba con fuerza a las sabanas, luchando por mantenerse cuerdo y no entregarse al profundo manjar que mis manos propinaban sobre su cuerpo. ¡Pero estuvimos tanto tiempo separados! ¡Fue tanto! Quería darle lo que siempre soñé hacer con él, mientras el me evitaba antes y resistía mis coqueteos con firmeza antes de perder la memoria. Ahora recuerdo cuanto lo desee todos los días, cada vez que lo veía, cada vez que él me hablaba. ¡Como pude resistirlo tanto tiempo!

Sus ojos cerrados y su boca abierta encendían cada vez más el fuego en mi interior, tan a mi merced, como siempre debió haber sido.

Mis manos dejaron de masajear por un momento, deje que respirara un poco antes de acercar mi boca a lo que antes mis manos habían sentido tan caliente y firme.

El gemido que lanzo al sentir el contacto con mis boca fue tan profundo que hizo que se levantara un poco del colchón, no me detuve, fue cada vez más rápido, con más fuerza, mi lengua ansiaba probar el sabor agridulce. Sentí sus manos sobre mi cabello, acariciar mi cabeza y pronunciar mi nombre una y otra vez, gemidos entrecortados que cada vez se oían más como balbuceos sin forma perdidos entre sonidos de placer.

Estaba cerca, podía sentirlo, iba cada vez más rápido, sin despegarme ni un instante, mi lengua jugaba con todo lo que podía y mis labios succionaban con fervor, alce la vista y visualice sus mejillas sonrojadas y sus labios apretados, él no lo soportaría mucho más.

Bendita fruta dulce…. Tenían razón, el sabor es el más dulce que había probado en mi vida. Lamí mis labios y trague ese néctar con el que me había llenado de gozo. De hoy en adelante solo comeré manzanas.

El me miro totalmente extasiado, con la respiración entrecortada y los ojos llenos de satisfacción.

-no sabía… que… eras tan atrevido…- me susurro mientras me indicaba que me recostara boca abajo en la cama.

-es que te desee tanto tiempo… - dije dando un beso en sus mejillas y recostándome como él lo quería.

Sentí sus labios besar mi cuello, bajar por mi espalda, pasar por mi cadera y llegar a la punta de mis pies. Sus manos acariciar y delinear todo mi cuerpo y sus dedos pasar por cuanta abertura se toparan.

El metió sus manos por debajo de mi pecho y sentí las yemas de sus dedos acariciar mis pezones, primero son ternura y después con fuerza, sentí dolor pero al mismo tiempo mucha satisfacción.

Acaricio mi entre pierna con sus dedos, después con su lengua y finalmente con el delicioso manjar que yo había tenido en la boca hacia unos momentos. Sentí su contacto y me estremecí sin remedio.

Abrió mis piernas, estaba ansiando que lo hiciera, mi imaginación volaba solo esperando el momento en que sentiría el golpe fuerte dentro de mi interior, pero él es demasiado amable, pasaba sus dedos otra vez contra las paredes internas de mis pernas haciéndome estremecer mientras sentía la humedad de su saliva tocando mi interior. Le grito que deje de prepararme y que lo haga de una vez, él sonríe, puedo verlo por detrás de mi hombro. Tomo las sabanas con fuerza y siento el duro golpe por dentro. Mi grito resonó más fuerte de lo que esperaba.

Lucho por no contraer mi cuerpo por inercia. Se siente tan bien, nada de lo que hubiera imaginado antes de perder la memoria se comparaba a eso, tantas veces fantasee con ello… me sentí mal de haberme opuesto a estar con el cuándo me visito por primera vez, yo era un chico tan tímido, tan fuera de mi…

-¡no te detengas!- grite cuando empecé a sentir las embestidas sobre mi

Apretando los dientes contra el colchón conteniendo el dolor mezclado con placer gemía sin control acompañando la voz de Yunho quien no dejaba de pronunciar mi nombre entre pausas entrecortadas “Chang…min” “Chag…min… se siente tan… bien”

Cada vez más fuerte y sin pausa alguna para recobrar el aliento, sentía como su enorme atributo perforaba mi interior una y otra vez, ¿quieren saber si dolía? ¡Yo reto a quien pueda soportar semejante trofeo dentro de sí! ¡Por supuesto que dolía, pero que rico dolía!

Le pedí que no se contuviera, el me giro para que lo viera a los ojos.

-dime por… cuanto tiempo… por cuánto tiempo… quisiste hacer esto conmigo…- Dijo levantando mi pierna izquierda y poniéndola sobre su hombro.

-Desde que… te vi por primera vez… te desee… no quería admitirlo-

-¿me amas?- Dijo aun más profundo en mi interior, arrancándome gritos de placer mientras mi cuerpo se contorsionaba. Tarde un poco en recobrar el aliento, me aferre a su mano con fuerza mientras el bajaba mi pierna a su posición normal y yo acercaba su rostro al mío “Te… amo…” susurre.

Sus labios impulsados por la confirmación de amor que acababan de recibir besaron mis parpados con delicadeza, mi nariz y finalmente mi boca. Jamás en mi vida había besado a alguien de esa manera tan hermosa, tan llena de todas las palabras que queríamos decirnos pero que en ese momento, estaban de sobra “Yo te amo, siempre te he amado y siempre te amaré” me dijo regalándome la más bella sonrisa que pudiese existir.

-No te atrevas a morirte de nuevo- dije abrazándolo con fuerza –si vuelves a hacer eso yo mismo te mataré-

El lanzo una carcajada tierna.

-Jamás…- me contestó

Ahora, sentado sobre sus piernas el reanudo la tarea que había sido pausada en el instante que sellábamos con esas palabras nuestro sentir. Me aferre a su cuello rodeándolo con mis brazos, el oculto su rostro entre mi pecho mientras una vez más entraba en mi interior sin piedad, lance un leve gemido de dolor por la brusquedad, pero debía admitirlo, valla que gozaba esa brusquedad.

Con mis piernas enredadas en su cadera el se movía en un vaivén de frenesí y éxtasis, al ritmo de la fuerte música que resonaba en las afueras, proveniente seguramente de un auto, nuestros gritos de placer se entremezclaban con el sonido estridente mientras nuestros corazones habían logrado un acompañamiento perfecto con el sonido de la batería, que sentir de aquellos acordes de guitarra que acompañaban perfectamente los espasmos provenientes de mi cuerpo al sentir las manos de Yunho masajear tan fuertemente, de arriba abajo la parte de mi que estaba a punto de estallar en néctar delicioso.

El crescendo de la música indicaba que se acercaba el punto culminante de la canción… nuestros cuerpos parecían reaccionar de la misma manera, con gemidos tan fuertes y movimientos descontrolados mis puños se cerraron al tiempo que mis ojos se cerraban, lo mismo que mis labios, mi vista se oscureció y mi cuerpo estallo en placer.

-¡¡¡Haaaaaaaaaaaaaaaa!!!- el grito final fue la culminación de aquel acto de amor carnal que tanto ansiábamos los dos.

Miré hacia abajo al sentir algo caliente en la parte baja de mi estomago, vi sus manos temblorosas por el éxtasis totalmente cubiertas de color blanco, era la misma sensación que tenia por dentro llenar cada parte de mi cansada anatomía.

-¿y si nos quedamos así?- me dijo enterrando su cabeza en mi cuello, totalmente agotado y aun tratando de recuperar la respiración.

-como quisiera… pero sería un poco problemático- dije abrazándolo con fuerza mientras lanzaba pequeñas risitas de mi boca.

Se desprendió de mi interior y se recostó a mi lado, con las manos entrelazadas ambos respirábamos agitados con sonrisas en los rostros y un calor indescriptible inundándonos por completo.

-¿Te puedo preguntar algo Min?- Me dijo aun tendido en la cama.

Mis ojos se entrecerraban por el cansancio, no había dormido casi nada el día anterior y el desgaste mental había sido abrumador. Mi cuerpo comenzaba a rogar por un poco de sueño sanador.

-me estoy quedando dormido…- dije cerrando los ojos

-lo siento, te he agotado mucho- dijo volteándose para verme más de cerca –solo quería preguntarte si… ¿te irías conmigo?-

Voltee mi rostro para verlo a los ojos, esos ojos que rogaban porque la respuesta fuera afirmativa.

-Creo que eso ya era un hecho- dije sobándome el estomago mientras sonreía sin parar, claro que lo deseaba, eso era todo lo que yo quería en el mundo.

El sonrió, solo sonrió y sin decir nada me arrastro a sus brazos. ¿Cuánto tiempo estuvimos así? No lo sé, una hora, un día, una semana, tal vez para siempre, porque así era cuando estaba con Yunho, nada importaba, ni el pasado terrible, ni el presente problemático, ningún problema del exterior podría tan solo equipararse al gran mundo en donde ahora Yunho y yo caminábamos…




En fin, ese era yo en realidad, ese era yo. El que desapareció, el que dicen que murió, el que dicen que enloqueció, El que no encaja, el que no entiende su rol. Que más refrescante que te llamen loco. El ser anormal, el pensar diferente te condena a ser el punto negro en el arroz.

No hay roles, no hay papeles. No hay nada escrito. Ve con tus propios ojos, muerde con tu propia boca, lame con tu propia lengua.

¿Por qué ser todos azules cuando puedo unirme a un rojo y crear el verde? Solo basta atreverse, atreverse a ser… diferente







EPILOGO

-Otra vez llegas tarde-

-me quede dormido de nuevo, ¿estabas esperándome?-

-Pues… no, bueno si un poco-

-¿qué raro es regresar a la escuela después de todo lo que sucedió no?-

-Yo me alegro de que podamos regresar a la normalidad… ¿has visto a Junsu?-

-No desde que regresamos-

Yoochun y Jae joong caminaban juntos por el mismo sendero que alguna vez cruzaron con Changmin. Si, aquel chico travieso de mirada juguetona que había simplemente desaparecido de la faz de la tierra, ¿preocupados? No, Jae joong y Yoochun sabían que en donde quiera que estuviera, Changmin estaba feliz y eso era lo que importaba.

-seguro que la maestra de español extraña a Changmin, ¿has notado como no deja de decir que le mandara una nota a su madre? No lo admite pero ella apreciaba a Changmin-

Jae joong contaba aquello como si le causara una gracia indescriptible, el recordaba la manera en como su amigo jugaba a ser malo con aquella mujer regordeta que tenían por maestra.

-Claro que lo extraña- Exclamó Yoochun – Yo también lo extraño un poco… era un buen tipo-

-De que hablas, ¡era un demonio!- dijo un risueño Jae. Ambos chicos rieron, entraron por la puerta principal sin mirar a los lados, pero había algo que les había obligado a voltearse, un escalofrió que subía por su espalda, una mirada penetrante que los observaba desde muy cerca.

Se trataba de aquella mujer, aquella madre que se había quedado sin un hijo, sin el preciado tesoro que tanto ansiaba proteger.

Ambos chicos trataron de no mirar a aquella mujer, producía una sensación terrible que helaba la sangre.

Aquel día, cuando regresaron de tan extraño viaje, al encontrar en la habitación tan solo una nota que decía: “No es necesario buscar algo que no quiere ser encontrado. Gracias por todo mi querido amigo” Ellos entendieron que su amigo no regresaría, pero que estaba en buenas manos. Aquel día que pisaron de nuevo su pueblo actual lo primero que tuvieron que hacer fue responder una oleada de preguntas sobre el paradero de Changmin, dijeron la verdad, no tenían idea de en donde se encontraba, dijeron lo que sabían: “Changmin está con un fantasma”, claro que se rieron, ¿Quién no se reiría ante tal respuesta?, los policías se retiraron declarándolo como desaparecido, pero había alguien a quien esa respuesta no convencía: A la madre del desaparecido.

Días después, Junsu descubrió que la madre de Changmin tenía todo un teatro preparado para el regreso de su hijo; había preparado a los mejores doctores especialistas en problemas neurológicos y estaba preparada para internarlo en una clínica mental si se oponía a recibir el tratamiento que le ofrecían. Imaginen la cara que puso cuando Jae joong, Yoochun y Junsu le dijeron que su hijo no volvería.

Casi le arranca los cachetes al pobre Junsu quien despavorido se oculto detrás de Yoochun. Ella sabia o se podía imaginar lo que le había pasado a Changmin. Dicen que regreso a su ciudad natal y que lo busco por todas partes, que fue al hospital a indagar y hasta se metió en el bosque, pero era inútil, Changmin se había ido. Entro en una depresión terrible, no se sabía si estaba molesta por el hecho de que Changmin simplemente se esfumo o porque frustro sus planes de lavado de cerebro.

Era realmente deprimente ver a la mujer en tan deplorable estado, Jae pensaba que por mucho daño que hubiera causado, el dolor que sentía por la pérdida de su hijo era suficiente castigo para ella.

-Disculpen- La voz femenina que tanto estaban evitando se encontraba llamándolo no muy lejos de donde se encontraban.

La madre de Changmin, una persona regia e imperturbable ahora se frágil y cansada.

Los dos chicos no contestaron, se miraron entre ellos para después mirar a la cara a esta mujer que tantos problemas había causado.

-¿Changmin esta bien?- El tierno tono maternal en que lo preguntaba se escuchaba muy sincero, Jae no pudo sino conmoverse por tal acto y respondió.

-El está bien. No debe preocuparse-

La mujer sonrió en modo de agradecimiento y se dio la media vuelta para perderse en las calles aledañas.

-Creí que iba a preguntar en donde estaba- dijo Yoochun algo sorprendido por el acercamiento femenino.

-ella sabía que no le diría nada- contesto Jae joong reanudando su camino

-espera un segundo. ¿Tú sabes donde esta?-

-Claro que no, pero es creíble que su madre piense que tengo conocimiento de eso porque soy el mejor amigo de Yunho-

Entraron a clase y se sentaron en su sitio, Junsu llego no mucho tiempo después y saludo a los chicos como siempre, cada uno ocupo sus asientos. Miraron el lugar en donde se suponía debía estar Changmin, en su lugar había un muchacho con el cabello rubio rizado, lentes de sol y una bufanda cubriéndole el rostro.

-¿Quién es el nuevo?- Dijo Junsu algo extrañado de la presencia de ese chico

-Nunca lo había visto- dijo Yoochun – tiene una apariencia muy extraña, ¿será extranjero?-

Los tres chicos miraron fijamente al chico nuevo pero fueron interrumpidos en el momento en que este noto las miradas y giro la cabeza para verlos, Los tres, avergonzados se voltearon fingiendo que no lo estaban mirando.

El chico se levanto dejando un libro en el asiento, justo en aquel momento la maestra entraba en el salón, miro al chico rubio y le grito “¡eres un descarado!”

El chico se rio y salió corriendo del salón, la maestra sonrió y tomo el plumón para disponerse a empezar la clase.

Junsu, mas confundido que los otros dos por lo que acababa de ocurrir se acerco al asiento del chico rubio y tomo aquel libro que había dejado en la silla “Filosofía” decía en la portada.

-miren esto- dijo mostrándoles el libro a Yoochun y Jae joong.

El libro, un poco roto estaba marcado en una página deliberadamente, Junsu lo abrió, en el había una carta con un destinatario con las iniciales de Jae joong, Yoochun y Junsu.

“Que gusto me da que hayan regresado a la escuela. ¿Cómo está la maestra? Seguro me extraña.

Quiero agradecerles por todo lo que hicieron por mí el tiempo que tuve la oportunidad de ser su amigo.

Gracias por entenderme y permanecer a mi lado en las buenas y en las malas. Gracias por ayudarme a reencontrarme a mí mismo y a afrontar mi propia realidad.




Los aprecio mucho y los extraño. Espero que no molesten a Junsu tanto, sin mi será aburrido kekekeke Cuídate y esfuérzate Junsu. ¿Sabes? Tu risa que siempre me pareció molesta ahora me resulta encantadora, mantente feliz y saludable.

Yoochun no seas tan paranoico y atrévete a salir más con los chicos, tu presencia hace siempre las cosas más interesantes.

Jae joong, lamento no haberme dado la oportunidad de conocerte mejor hace años. Me alegra que, aunque años después, pude conocerte y llegar a ser muy cercanos. Cuídate mucho y abrígate.

Yo estoy bien, disfruto ahora lo que tengo y comenzare a pensar en un mejor futuro. Yunho les manda saludos y se disculpa por los problemas que los hizo pasar. También dice que dejo un pequeño regalo para Jae joong en el casillero de la estación en donde siempre se veían, el espera que le des un buen uso.

Creo que la palabra Gracias se ha quedado corta para expresar el profundo sentimiento que tengo para/con ustedes.

Los quiero chicos y espero que de vez en cuando se acuerden de mí. Aunque crean que no estoy cerca, siempre estaré para ustedes, al alcance de una carta…”




Los tres chicos se miraron extrañados al encontrar tal cosa, estaban felices y tan desconcertados.

-¡Changmin!- exclamo Junsu mientras él, acompañado de Yoochun y Jae joong emprendían una carrera para alcanzar al chico de los rizos rubios.

Corrió fuera del salón ante las miradas de sus compañeros y la maestra, quien se había dado cuenta desde que aquel chico rubio entro al salón, que se trataba de ese alumno que tanto la hacía enfadar.

Llegaron afuera y no vieron rastro del chico rubio.

Jae joong encontró no muy lejos de donde se encontraban, una peluca rubia y una bufanda en un basurero. Los tres sonrieron con diversión.

No había auto, no había muchacho, solo una carta, como todo comenzó. Con una carta.

Changmin era un chico tan bromista…


FIN

4 Comentarios:

  1. Por Dios, tengo un mar de emociones, había esperado tanto esta capítulo, este fic es épico, ÉPICO. ¡Gracias por todo!, lo amé de principio a fin, hiciste un excelente trabajo... nunca anhelé tanto un actua. Incluso el lemon, es tan... Wow. Y el amor que Changmin y Yunho se tienen es increíble, amo cómo incluiste preguntas filosóficas... simplemente lo amo, amo todo, y amaré. Gracias ♥

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  2. OMG!!!!! fue muy placentero leerlooo!!!!
    me supermegahiperencantooooo!!!!!!! gosh!!! fue tan profundooo y más aun con la filososfía!!!! en serio gracias x escribirlo lo adoereeeeeee <3

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  3. Simplemente sublime, muchas gracias, lo he disfrutado un montón >-<

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  4. realmente fue un placer haberlo leido.
    Graicas por escribirlo, lo disfrute demasiado en todo momento me tuvo metida en la historia, en la trama, dificil dejar de leerlo. buenisimo en verdad. se va a la lista de mis favoritos sin duda.

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