El chico Nuevo cap 10

Me aparté de él lo más que pude, jamás imaginé que verlo a él besando a otro hombre me afectaría tanto, estaba dolido, pero más que nada decepcionado, después de todos los prejuicios que tuve que dejar de lado para poder permitirme sentir algo por él. Los demás compañeros comenzaron a llegar en avalancha, evitando que Junho volviera a acercarse a mí, de hecho, entablé conversación con compañeros y compañeras que apenas conocía.

- ¿tienes novia? –me preguntó Rei, una chica bastante hermosa.
- No, no tengo –le respondí, Junho me miró de reojo.
- ¿y por qué no?, eres muy atractivo –a esta afirmación se le unieron varias chicas y chicos más.


Fingí reír por el comentario, a pesar de que no era algo relevante para mí. Comenzó la clase y Junho no me quitaba los ojos de encima. Llegó el descanso y yo me apresuré a salir de ahí, no quería darle una oportunidad a Junho de hablar conmigo. Prácticamente huí de ahí, en mi carrera para desaparecer me topé con Yoochun que me tomó del brazo y me llevó hasta el baño de varones. Miró y buscó por todas partes en busca de alguna persona en su interior, y luego de confirmar que no hubiera nadie me miró.

- ¿Estás bien? –me preguntó, parecía sincero.
- Si realmente te interesa saber, si estoy bien, tengo orgullo, ¿sabes? –abrí la llave para mojarme la cara, entonces sentí a Yoochun tras de mí.
- Eso es bueno saberlo –me susurró en el oído, bajó su mano hasta mi pantalón con la intención de tocarme, pero yo lo empujé obligándolo a retroceder.
- ¿Qué crees que estás haciendo? –le pregunté enfadado.
- Vamos Jae, no te interesa jugar un ratito, dicen que esas cosas te ayudan a descargar la rabia –se me acercó y me atrajo a su cuerpo- además Jae, yo ya estoy listo para ti –tenía razón podía sentir su miembro duro, él estaba excitado por mí, casi no lo podía creer.
- Yoochun deberías pensar un poco más en las consecuencias de esto, si Changmin se enterara de que me estas acosando, probablemente se sentiría muy mal –le dije quitando sus brazos de mí- además Yoochun tú no me gustas –mentí, porque en realidad Yoochun me resultaba muy atractivo.
- Si tu no le dices, él jamás lo sabrá, venga Jae, juguemos un poquito –se me acercó presionando su cuerpo con fuerzas contra el mío, yo me acerqué a la puerta para tratar de escapar.
- Detente o le diré a Junho –dije por fin.
- ¿Al Junho que te engañó con Junsu a la primera? –bajé la cabeza con tristeza.
- Eso no es asunto tuyo –logré abrir la puerta y salí casi corriendo de ahí, no quería seguir escuchando a Yoochun.

En mi carrera choqué contra Changmin.

- ¿Estás bien Jae? –lo miré avergonzado, y sentí pena por él, si supiera la clase de persona que era Yoochun.
- Si, no te preocupes.

Ni siquiera me atreví a mirarlo a la cara. Busqué un lugar dónde poder estar tranquilo y prácticamente me escondí tras un árbol al fondo del patio central. Me apoyé contra el troncó descansando mi espalda, y tratando de relajar mi mente. Después de un rato, vi a Junho hablando con Junsu. Al parecer estaban discutiendo sobre algo, porque Junsu movía los brazos tratando de explicarle algo, pero Junho parecía muy molesto, y al final se fue dejando a Junsu hablando solo.

Al termino de clases salí rápidamente para evitar toparme con Junho, durante el resto de la clase, Junho no me miró, pero se le veía deprimido.

Llegué a buscar a Mizato, pero no la encontré, la busqué y pregunté a sus amigas por ella, me indicaron que hacia sólo un momento ella estaba parada en la entrada del colegio. Busqué por los alrededores algo preocupado y entonces la encontré. Había dos hombres con ella, y MIzato parecía asustada.

- ¡Mizato! –le grité, ella me miró y sus ojos se le llenaron de lágrimas.

Me quité el bolso y el chaleco, por fin pondría en práctica mis clases de Judo.

- ¿Qué creen que están haciendo con mi chica? –les pregunté a los grandotes.
- Sólo jugamos un ratito con ella, ¿verdad pequeña? –le dijo acariciando su rostro.

Me lancé contra él como un animal con rabia, lo golpee con fuerzas, mientras su amigo intentaba quitármelo, pero yo no quería soltarlo estaba disfrutando en grande la oportunidad de liberar mi ira con alguien. Así que terminé patiando en el suelo a los dos tipos que al final me suplicaban que parara. Después de ver con satisfacción mi obra en el suelo, tomé a MIzato de la mano y me la llevé “No quiero volver a verlos por aquí”, les amenacé.

Mientras tiraba de Mizato para que apurara el paso, noté que ella temblaba así que me detuve, “Lo lamento”, le dije y la abracé, entonces ella se puso a llorar.

- Desde ahora me esperarás en el interior del colegio –le susurré.
- Tenía mucho miedo –me dijo abrazándome con más fuerza- me amenazaron y yo no sabía que hacer, si tú no hubieras llegado, probablemente ellos….
- Tranquila, no pienses en eso –intenté reconfortarla y por primera vez desde que la conocí, sentí cariño por ella.

No me soltó en todo el camino hasta que llegamos a casa, ahí se lanzó a los brazos de su tía. Contó entre sollozos lo que había sucedido, me felicitaron por la hazaña, pero yo lo único que quería era descansar. Escuché la bocina del auto de Junho, mi madre me miró sorprendida “Volveré más tarde”, le dije besándola en la frente, “Ve con cuidado”, me respondió. Miré a Junho en su auto, mi corazón latía como loco, si… yo estaba enamorado de él. Abrí la puerta y me subí “Conduce”, le dije. Me obedeció al instante, en realidad no tenía ganas de hablar con él, pero sin embargo, tenerlo a mi lado me hizo sentir inmediatamente tranquilo.

- Arrendé un cuarto –me dijo, lo miré confundido, la tranquilidad con que me dijo eso me dejó boquiabierto, cómo se atrevía a llevarme a un lugar así, después de lo que había pasado.
- ¿Estás bromeando? –le respondí
- No, no lo estoy, necesitamos hablar y ese es el mejor lugar, nadie nos molestará, así que por favor, no te niegues a venir conmigo, te prometo que no te haré nada –me miró muy serio.

Llegamos al cuarto, pidió algo de comer para ambos, luego se sentó sobre la cama y espero a que yo me sentara también.

- Lo que viste ayer, no es lo que piensas, yo no te engañé –me dijo sin rodeos.
- Perdón Junho, pero así se le llama cuando una persona traiciona a la otra, aunque sea con un beso –le respondí enojado.
- Lo sé, pero las cosas no son lo que parece. Te diré todo así que no me interrumpas –me suplicó.
- No tengo más opción que escucharte –dije desganado, Junho suspiró cansado.
- Cuando estábamos en el cine, no sé si lo notaste, pero Junsu no dejaba de abrazarse a mi brazo, incluso llegó a apoyar su cabeza sobre mi hombro.
- No, no me percaté –mentí.
- Bueno, en el momento en que termino la película, le pedí explicaciones, le pregunté ¿Qué era lo que le sucedía?, entonces me soltó la peor de las explicaciones… él… se me declaró –Junho se apoyó contra el respaldo de la cama, yo me quedé mudo- probablemente yo era el único que no se había percatado de eso. Me dijo que tal vez yo también lo quería de esa manera, pero que no me había dado cuenta antes, porque antes no me gustaban los hombres. Le respondí que estaba equivocado, que yo sólo lo quería como un hermano. Entonces me soltó que debía probárselo, que si no lo hacía no me dejaría en paz y me separaría de ti, logrando que yo me enamorara de él –espero a que yo reaccionará, pero no pude ni hablar- “¿Cómo quieres que te lo demuestre Junsu?”, le pregunté, y él me respondió que lo besara y que con ese beso él lo sabría, y cuando le iba decir que no, él me besó. Reconozco que yo le dejé besarme, le dejé terminar para que se diera cuenta de que yo no había sentido nada, y esperé a que él se separa, así que luego de un rato, lo hizo. Lo miré por un momento y él no necesitó más palabras, lo supo, yo no sentía nada por él, entonces me volteé para dejarlo y mi mundo se hundió al verte con esa expresión de sorpresa y decepción.
- ¿Cómo sé si la historia que me has contado es verdad? –le pregunté, a pesar de que yo ya le había creído.
- No tengo cómo probártelo, puedes preguntarle al mismo Junsu si no me crees, o puedes confiar en mí y en el amor que te tengo, jamás te sería infiel –se levantó para ponerse frente a mí.
- Puede entender que Junsu intentará conquistarte, pero lo que no puedo entender es que te hayas dejado manipular por él. ¿Y puedes realmente decirme que no sentiste nada con su beso? –me acarició el rostro con la mano.
- Si, puedo decírtelo, porque la única vez que he sentido algo al besar a un hombre ha sido contigo, y a ello se le suma toda la clase sensaciones nuevas que he disfrutado a tu lado, no cambiaría eso por nadie, yo te amo, te deseo y soy capaz de dar mi vida por ti, verte así de lastimado, me lastimó más a mí, porque lo menos que hubiera querido es hacerte daño, yo solo quiero tu felicidad, pero a mi lado.

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