El chico Nuevo cap 9

- Aquí tienes –le dije pasándole la galleta- ¿Junsu quieres? –le pregunté ofreciéndole de la mía.
- Oh no, gracias. Compartiré las de Junho –me respondió – no te molesta que las comparta, ¿cierto? –me preguntó irónicamente.
- Desde luego que no, hay cosas que se pueden compartir, pero hay otras que definitivamente jamás se compartirán –le respondí, sabiendo exactamente a qué se refería Junsu. Junho me miró sorprendido, yo me di media vuelta y salí de la sala rumbo a la azotea.

Abrí la puerta de la azotea y me apoyé sobre la reja mirando hacia abajo a los demás estudiantes, de pronto sentí unos brazos rodeando mi cintura. Me sobresalté y me volteé rápidamente.

- Jae –me susurró Junho- anhelaba tenerte así –me aferró con más fuerzas y me besó.
- ¿Ya terminaste con Junsu? –le pregunté apoyando mi cabeza sobre su hombro.
- Si, la verdad es que ni siquiera me estaba prestando atención, posiblemente ya se sabía la materia, no sé que se trae entre manos este Junsu quitándome tiempo intencionalmente –me dijo acariciando mi cabeza – podíamos haber estado juntos todo ese tiempo.
- Pero tenemos la tarde la completa –le recordé- no me importa que pases tiempo con otras personas, Junsu talvez sólo quería hablar contigo –le respondí.
- Puede ser, pero esta actuando un poco extraño últimamente –sonó el timbre para ingresar a clases.

Lo miré por un momento dudoso de querer volver a clases, me alcé y lo besé.

Ingresamos a clases conversando animadamente de lo que sería la tarde, Iku nos escuchó y se paró frente a Junho exigiendo su atención.

- ¿Puedo ir contigo al cine? –le preguntó, yo me aparté y seguí mi camino hasta mi puesto.
- No, no puedes –le dijo Junho abriéndose paso.
- Pero si yo sigo siendo tu novia –reclamó yo levanté la cabeza sorprendido.
- No, no lo eres, terminamos, ¿por qué insistes con eso? –le dijo Junho alzando la voz.
- Papá se enojará mucho cuando se enteré Junho –Junho bajó la cabeza con pesadez.
- Tú y yo no tenemos nada que ver con los negocios de nuestros padres, no mezcles las cosas y peor aún no intentes manipularme – me miró y me sonrió para tranquilizarme.
- Pero Junho yo te amo –insistió, a esa altura el curso entero estaba atento a la discusión.
- Pero yo no, ten un poco de dignidad –me mordí los labios de la impresión.
- Te vas a arrepentir Junho, te lo juro –salió de la sala hecha una fiera.

Se acercó a mi silla luego se me acercó hasta que sus labios estuvieron en mi oído.

- No te preocupes Jae, –en un gesto muy íntimo casi imperceptible me besó en la mejilla.

Sin embargo, tuve una sensación de pánico, “¿sus padres?, ¿negocio?”, no podía sacarme esas palabras de la cabeza, al parecer las cosas no serían fáciles para nosotros, y peor aún, yo era la causa de que Junho hubiera terminado con Iku.

Saliendo del colegio, me fui directo a buscar a Mizato, cuando llegué, ella me estaba esperando con un grupo de amigas. Mizato me señaló con el dedo y sus amigas comenzaron a reír y hacer comentarios mientras me miraban. Esperé a que saliera, no tenía ninguna intención de ir a conocer a sus amigas. Se despidió y salió a mi enuentro.

- Hola –me saludó acercando sus labios a los mío, logré evadirlos por centímetros.
- ¿Qué crees que estás haciendo? –le pregunté separándome de ella.
- Vamos Jae, mis amigas creen que estoy saliendo contigo, ayúdame un poco –me dijo en tono suplicante.
- Ellas creen eso porque tú se los has dicho, yo no soy ni seré tu novio, ¿está claro?, accedí a ser tú amigo y eso es todo, ya te lo dije –me di media vuelta y comencé a caminar hacia la parada de autobús.
- No te enojes tanto, ya sé que sólo podemos ser amigos, pero déjame soñar un poco, sabes que me gustas mucho –se apresuró para llegar a mi lado- además, tus padres nos quieren ver juntos, y yo creo que somos el uno para el otro.
- Lo que mis padres deseen me tiene sin cuidado, estoy harto de que gobiernen mi vida tomando decisiones por mí y sigan imponiendo cosas, sólo me queda esta año de estudio, después podré seguir mi propia vida y eso no te incluye Mizato –hice parar el bus y nos subimos rumbo al centro comercial- así que por favor deja de escudarte tras ellos, hoy lograste que te trajera al cine, pero eso es todo, y no pienses que siempre será así.

Finalmente llegamos al centro comercial, no hablamos nada más durante el camino hacia el cine. Vimos el listado de películas y finalmente Mizato eligió una de terror, ni siquiera me sorprendí la excusa perfecta para pegarse a mí. Suspiré resignado y entonces mi salvación llegó.

- ¡Hola Jae! –me gritó Junho- ¿Qué haces aquí? –caminé hacia él fingiendo sorpresa, también estaban Changmin, Yoochun y por supuesto Junsu.
- Vinimos a ver una película, les presento a mi prima Mizato –dije señalándola, Mizato parecía estar anonada, era de suponerse frente a chicos tan apuestos.
- Soy su prime muy, muy lejana, casi no somos parientes –recalcó ella saludando a los chicos. Moví la cabeza avergonzado.
- ¿Y qué película van a ver? –me preguntó Junsu.
- La terror, está por empezar –le respondí para que se dieran prisa en comprar la entrada.
- Pero Junho, ¿podríamos ver esa otra película, la que te dije esta mañana? –le preguntó Junsu, yo me quedé helado, ¿de verdad pensaba alejarme de Junho otra vez?.
- No, yo quiero ver la de terror –dijo Junho en tono enojado, caminó hacia la boletería y compró su ticket.

Miré Junho sorprendido, e inmediatamente miré a Yoochun, me sonrió complacido y luego movió sus labios diciéndome “Te lo dije”.

- Vamos Mizato, quiero comprar palomitas y bebida –le dije alejándome de los chicos.

Ingresamos todos juntos a la película, en los asientos quedamos, Junsu, Junho, yo, MIzato, Yoochun y Changmin. A esa altura lo único que quería era que la película fuera lo más corta posible. Se apagaron las luces y la película comenzó, era bastante espeluznante lo reconozco, pero lo más terrible para mí, fue tener por un lado a Mizato colgada de mi brazo y por el otro lado, a Junho acariciando mi espalda. Junsu aprovechó muchas escenas de la película para abrazarse a Junho y a pesar de que Junho parecía estar acostumbrado a esa clase de demostraciones de parte de Junsu, yo estaba que me paraba y me iba. Finalmente la película terminó, me paré rápidamente con la excusa de ir al baño. Me mojé la cara para tranquilizarme un poco, al salir vi a Junho discutiendo con Junsu sobre algo que no logré escuchar, Mizato acababa de entrar al baño de damas así que no se percató de nada. En cuanto Junsu me vio se alzó sobre sus pies y besó a Junho…

Me quedé helado, Junho no se separó de él hasta que fue el mismo Junsu quien lo hizo, se volteó y entonces me vio.

- Jae… no es lo que crees –me dijo, casi me vi a mi mismo golpeando a Junsu de la rabia que sentí.

Mizato salió del baño y yo la tome del brazo “nos vamos”, le dije alejándome de ellos, mientras Junho me llamaba a gritos, •”tu amigo te llama, no piensas ir”, me dijo Mizato, pero yo la verdad sólo quería desaparecer de ese lugar.

No hablamos durante el camino de regreso, yo tenía tanta rabia que lo único que quería era llegar a mi casa y encerrarme en mi habitación sin que nadie me molestara. Al llegar a la casa subí a mi habitación, el teléfono que Junho me había dado marcaba diez llamadas perdidas y cinco mensajes de texto que ni siquiera quise leer. Me recosté sobre la cama y comencé a llorar.

La imagen de Junsu besando a Junho me atormentó toda la noche, no fui capaz de dormir, me levante en la madrugada para ir a buscar un vaso con agua. Mizato venía saliendo del baño con pijama que dejaba mucho a la vista, al parecer estaba media dormida porque ni se fijó en mí, pero yo sí en ella, en verdad tenía un cuerpo muy bien proporcionado, tuve la intención de lanzarme sobre ella y descargar mi rabia en su cuerpo, lo habría podido hacer, ella no me lo impediría, pero no estaba dispuesto a aceptar las consecuencias que eso me traería después. Volví a mi habitación, el celular volvió a sonar con otro mensaje, pero tampoco quise leerlo, al parecer mi orgullo era mucho más grande de lo que pensaba. Pero si lo pensaba bien, esta era la primera relación seria que tenía, y no había conocido estos sentimientos antes de conocer a Junho.

Llegó la mañana y Mizato y yo nos fuimos al colegio, a penas ingresé Junho me arrinconó “tenemos que hablar”, me dijo agradecí que fuera tan temprano, a esa aún no llegaban mis demás compañeros.

- Perdón, pero yo no he dicho que quiera hacerlo –dije apartándolo- no tienes que explicarme nada Junho, con lo que vi es suficiente.
- No saques conclusiones apresuradas, ya te dije que no es lo que crees.
- ¿besaste o no besaste a Junsu? –le pregunté mirándolo a los ojos, mi corazón latía con fuerzas.
- Si, lo hice –respondió bajando su cabeza.
- Entonces, no tenemos nada más de qué hablar.

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