El chico Nuevo cap 8

Nos subimos al auto para ir rumbo a mi casa, de vez en cuando Junho me acariciaba la mano muy tiernamente, mientras yo le correspondía el gesto apretándosela fuerte.

- Junho, mañana tengo que llevar a Mizato al cine –le solté- es una mujer muy hábil, y se aprovecha de la inocencia de mi madre.
- ¿A qué te refieres? –me preguntó.
- Hoy en la mañana –le relaté más o menos lo que había sucedido y cuando terminé Junho se reía a carcajadas.
- Pues sí que tiene agallas, va a ser muy peligrosa para ti amor, pero también lo puede ser para mí, tiene potencial para ser llamada mi rival – tomó el teléfono y lo puso en alta voz.
- ¿A quién llamas? –le pregunté.
- Espera… “hola Yoochun”, “hola, que tal Junho”, “escucha, mañana iremos al cine, trae a Changmin y a Junsu”, “Es una buena idea, hace tiempo que no vamos, de acuerdo”, “De acuerdo entonces, después de clases”, y cortó.
- ¿Qué crees que haces?
- Bueno tú y tu nueva amiga se encontraran en el cine con unos amigos tuyos de casualidad, así que todos juntos entraremos a ver la misma película, ¿no creerás que te voy a dejar solo con semejante víbora? –me preguntó sonriendo- no te preocupes todo va a salir bien.
- ¿Pero por qué tiene que venir Junsu? –la pregunta se me salió de los labios.
- ¿Qué tiene de malo?
- Nada, es sólo que me da la impresión de que yo no le caigo muy bien –disimulé.
- Pues a mí me ha dicho que te tiene en muy alta estima, tal vez deberías hablar más seguido con él, para que se conozcan.
- Tienes razón, lo siento –miré por la ventana con una sensación extraña, probablemente lo que me había dicho Yoochun eran sólo mentiras y yo me estaba preocupando de más.

Me bajé del auto despidiéndome de Junho con un apretón de manos. “Te veo mañana”. Me susurró. A penas ingresé Mizato me abordó.

- ¿Y adonde han ido?, ¿Quién es ese chico?, ¿tiene novia? –casi me la comí con la mirada que le dí.
- No te interesa quienes son mis amistades, y mantente lejos de Junho que él no es para ti –la empujé al subir las escaleras para que me dejara el paso libre –no se te ocurra venir a mi pieza hoy, te aseguro que no seré tan gentil.
- Sobre eso Jae, no es lo que piensas –me dijo, me detuve y la miré.
- ¿Y qué es entonces?
- Escucha, tengo 17 años y soy muy popular en el colegio –se sentó en la escalera- pero sigo siendo virgen. Todas mis amigas ya lo han hecho, y conversan sobre eso constantemente, sin embargo, yo nunca tengo nada que aportar, incluso me molestan. Así que pensé que tú parecías ser un buen chico, y bueno… quise fueras el primero –me quedé helado.
- Mizato, ¿te das cuenta de la estupidez que acabas de decir? –me senté a su lado- no se trata de regalar tu cuerpo como si fuera una cosa, ni siquiera sabes si estás lista para eso. Debes valorar tu virginidad como un tesoro, y entregárselo a la persona que realmente se la merezca. No es algo con lo que debes experimentar sólo porque tus amigas te fuerzan a hacerlo –me miró y luego bajó la cabeza completamente avergonzada.
- Lo siento, me sentí muy mal después.
- Te entiendo, yo también fui muy grosero, pero no lo sabía, lo siento –agradecí que estuviéramos solos porque eso me permitió conocer un poco mejor a esta chica.
- Jae tú me gustas, y voy a hacer que yo también te guste, ya verás –tomó mi cabeza con sus manos y me besó. Intenté zafarme, pero me ella fue muy insistente, pero al final logré quitármela de encima.
- Mizato, por favor, ¿Qué no prestas atención a lo que te he dicho?. Deja de atacarme –me levanté y continué mi camino hacia la habitación.
- Por supuesto que escuché todo, y por lo mismo sé que debes ser tú el hombre de mi vida, voy a hacer que te enamores de mí –me gritó mientras yo desaparecía tras la puerta de mi habitación.

Me recosté sobre la cama con una sensación extraña, Mizato besaba muy bien, y era muy hermosa, sin embargo, dudaba mucho que algún día me podría llegar a gustar como me gustaba Junho. A la mañana siguiente, me levanté más temprano de lo usual, Mizato también ya se había levantado así que desayunamos rápidamente y nos fuimos a la parada de autobús. No hablamos mucho en el camino y nos bajamos en la entrada de su colegio.

- Vendré por ti más o menos como a las tres –le dije, comenzando a caminar rumbo a m colegio.
- Te estaré esperando con ansias “Amor” –me gritó.

Ni siquiera quise voltearme a mirarla, seguí mi camino. Al llegar al colegio, Junho ya me esperaba, acercó mi asiento junto al suyo.

- Bueno días Jae –me saludó alegremente.
- Hola –le respondí aunque no con la misma alegría.
- Al parecer empezamos mal el día –me dijo.
- Mizato es una pesadilla Junho, intento ser un caballero con ella, pero… me enferma –le dije sentándome.
- No le des tanta importancia a su comportamiento, o pensaré que te interesa –lo miré y con la mirada le dije todo- tranquilo, fue una broma Jae, pero no te preocupes tengo la solución a tu problema.
- ¿Y cuál sería?
- Compraré un departamento para que vivamos los dos, así ya no tendrás que soportarla.
- Es broma, ¿Cierto?
- Desde luego que no, anhelo pasar las 24 horas del día contigo, y lo estuve pensando anoche y creo que no es una mala idea.
- Junho, ¿qué parte de la no presionarme no entendiste? Llevamos saliendo, ¿Cuánto?, tres días y ¿quieres que viva contigo?, es absurdo –esto no podía ser verdad, no podía estar pasándome.
- Tienes razón, lo siento, pero de todas maneras lo voy a comprar, es tiempo de que me independice de mis padres –dijo sacando su cuaderno.
- En ese caso, me alegro por ti –saqué mi cuaderno también.
- Pero puedes venir a verme cuando quieras
- Juuunnnhooo!
- Está bien lo siento.

La clase siguió sin ningún problema, pero a penas sonó el descanso apareció Junsu.

- Junho, que bueno que te encuentro –dijo.
- ¿Qué sucede?
- Tengo prueba la próxima hora y una parte de la materia que no entiendo, yo sé que tú sí, las matemáticas son tu especialidad –dijo mostrándole la materia- ¿no te importa que te lo robe un momento, verdad Jae? –lo miré tratando de descifrar la mirada que me.
- Por supuesto que no, Junho voy por algo de comer, te veo después –le respondí.
- Claro Jae, podrías traerme unas galletas, esas con animalitos –me pidió sonriendo, yo simplemente asentí.

Caminé hacia la cafetería y ahí estaba Yoochun tomándose un jugo.

- Te dije que Junsu es astuto, intentará mantenerte lo más alejado que pueda de su Junho –me dijo, yo fingí no prestarle atención- esta decidido a confesarle sus sentimientos en muy poco tiempo, ¿qué crees que le dirás Junho?, son amigos desde hace mucho tiempo, algo de cariño debe tenerle.
- Yoochun, ¿Qué pretendes?, no voy a ponerme celoso si es lo que crees –le dije sacando las galletas.
- Tranquilo Jae, no es mi intención, sólo creo que debes ser cuidadoso si no quieres perderlo, pero en cualquier caso, yo te cuidaría muy bien –me tomó del brazo y me obligó a mirarlo- Jae me gustas –pude sentir como la sangre se me helaba.
- Yoochun tu estas con Changmin, no deberías decirme esto –dije sacándole el brazo.
- Amo a mi Changmin, pero tú… tú me vuelves loco –se me acercó, al parecer no le importaba que hubiera más gente en la cafetería así que no lo empujé.
- No te me acerques Yoochun, no quiero problemas contigo –tome las galletas y me fui.

Cuando llegué a la sala estaba tan enfadado y avergonzado que en un principio ni siquiera le preste atención a lo cerca que estaban Junho y Junsu. Lo miré un momento y al parecer Junsu no le prestaba atención a lo que Junho le mostraba lo miraba de vez en cuando con ojos de añoranza, en verdad le gustaba. Sin embargo, Junho no le prestaba atención, sentí pena por él, yo ni siquiera lo había buscado, y lo tenía para mí, fue entonces cuando me di cuenta de que Junho era mío, y no permitiría que me lo quitarán.

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