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Soul Fighter Storm cap 15

Jaejoong

No sé cuanto tiempo me quedé en aquél estúpido baño. Ni el tiempo que perdí luego en asearme, para que cuando subiera no se notara mi estado. Ni siquiera cuanto tardé en idear una excusa para todo el tiempo que me había tirado en el garaje…. Hablaría de otra de mis multas, otro de los pequeños golpes con mi coche.

Una vez arreglado, no me sentía aún con fuerzas de subir a casa. Ni siquiera sabía si ellos estaban allí, pero no tenía fuerzas para subir, y me quedé sentado en el coche.

Mientras intentaba escribir algo en el diario de mi teléfono móvil, el sonido de la puerta del copiloto al abrirse, me sobresaltó hasta hacerme casi saltar en el asiento.

- TRanqui tranqui, no vengo a robarte esta chatarra….- Dijo Yoochun menospreciando mi adorado audi.

- Tiene mas clase que tu deportivo de gigoló….- Le repliqué guardando lo que habia escrito en mi móvil con un movimiento de mi muñeca sin siquiera mirar la pantalla.
Yoochun se acomodó y se colocó el cinturón como si estuviéramos a punto de salir.

- Bueno, vamos, arranca que se nos acaba el dia y nos cierran las tiendas. – Dijo dándome unas palmaditas en la pierna. Con una cierta mirada de desconfianza me coloqué mi propio cinturón y arranqué el coche.

- A dónde quieres ir?- Le pregunté mientras encendía el motor del coche.


- A ese super centro comercial que hay nuevo en la carretera a Busan. Quizá podamos cenar allí.

- Qué quieres comprar?- Pregunté mientras salía de la plaza del parking.


- Esa camisa amarilla ocre de D&G, a ver si siguen vendiéndola… Junsu te ha manchado de salsa de soja la tuya.

Los guardas y algunos de los vecinos se volvieron al oír chirriar las ruedas de mi coche plateado cuando aceleré para salir por la rampa, mientras oía la barbaridad que me acababa de decir Yoochun.

- ¿Se puede saber cómo ha acabado mi adorada camisa entre Junsu y la salsa de soja???- Pregunté con tono acusatorio mientras conducía de camino a la autopista de fuera de Seoul.

- Mmmm- Contestó Yoochun como siempre.


- De “mm” nada, esta es la segunda vez!! ¿Cuándo aprenderás?- Le pregunté.

- Ya, pero si ya lo sé pero se puso pesado, quería animarle…. El siempre hablaba de lo bonita que era la camisa… y bueno ha estado un poco bajo de moral por lo de su popularidad… lo lleva mejor que nadie…- Se excusó Yoochun.


- Bfffff él ya debería saber que es el que tiene más talentos es una bobada que se acompleje… niño bobo….- Me quejé mientras salíamos al fin de Seoul a toda velocidad. Yoochun intentaba poner uno de nuestros discos de maquetas, casi todas eran suyas.

- Si, pero a que no te cambiarías por él?- Se rió maliciosamente Yoochun. Yo simplemente me reí, mirándole de reojo. Él ya sabía lo que pensaba yo de mí mismo. Envidiaba y admiraba las cualidades de todos ellos, mis niños. Pero no me gustaba acomplejarme. Ya lo había hecho suficiente hasta ahora para toda una vida.

El silencio se hizo entre nosotros durante varios minutos mientras escuchábamos algunas de las piezas tocadas a piano. Tras dos cortas de Yoochun salió una mía bastante lenta, larga como un día sin pan. Torcía los morros al escucharla, no me gustaba.

- En realidad he venido para sacarte de paseo.- Dijo al fin. Era al único que le resultaba agradable la sinceridad y franqueza característica de Yoochun.- he visto subir a Changmin con la peor cara que ha llevado en la vida. Ni siquiera te voy a preguntar….

- No estaba con Yunho?- pregunté demasiado rápido.


- No… Yunho salió hace rato.- Me dijo extrañado por mi pregunta.- Salió hace ya un buen rato también. Te estuvo llamando al móvil para que le llevaras en coche a algún lado, pero al final supongo que se habrá ido en taxi? No lo sé.

Me preocupaba que Yunho no hubiera vuelto a casa, y los hechos de la última hora que había conseguido olvidar durante los últimos minutos, volvieron de golpe a mi mente.

Mis manos comenzaron a sudar sobre el volante. Escuchaba a Yoochun hablar sobre una pieza de jazz que estaba sonando ahora, pero no le prestaba de verdad atención. Con conducir ya tenía bastante, y con evitar el bombardeo de pensamientos que asediaban mi mente, intentando adivinar qué habría pensado Junho en aquél instante en el que nuestras miradas se habían encontrado en esa situación tan comprometida.

Y eso no era lo peor.

CHangmin ah……

- Yoochun, ¿Qué ha hecho Changmin cuando ha llegado?- No pude evitar preguntarle. Se notaba en mi voz la preocupación pero no me molesté en esconderla. Yoochun tardó unos instantes en contestar.

- Pues, primero se ha ido al baño, se ha duchado o lo que sea, y luego se ha puesto a jugar a la play. ¿Por? Habéis discutido, ¿verdad?

Yo me quedé un poco perplejo al escucharle, y casi me salto el desvío al centro comercial.

Quizá debería alegrarme de que Changmin no hubiera subido destrozado ni cabreado. Pero me sorprendía.

Cuando aparqué en el complejo, vacío prácticamente… era un lunes por la mañana. No hice amago de salir del coche. Yoochun me esperó, se quedó mirándome atentamente.

- Al final se me ha escapado de las manos. Odio admitir que tienes razón.- Sólo con eso Yoochun ya entendió que estaba hablando de CHangmin. Resopló un poco.

- ¿Se ha enterado de lo de tu ex? Por lo del otro día del hotel…?- preguntó bastante acertado.


- NO es sólo eso…- Pensé que mi voz duraría un poco más, escuchándose estable…pero me equivocaba. Me tuve que llevar de nuevo una mano a la cara para ocultarla. En ese momento me di cuenta. Que no estaba preparado para hablar de ello.

NO quería repetir en alto de nuevo, todas las acusaciones que habían salido de la boca de CHangmin.

- Se ha metido contigo? Te ha echado algo en cara?- preguntaba Yoochun indagando.

- No exactamente… sólo me ha preguntado qué quería hacer, a dónde quería ir yo a parar con esto…- Comencé a tratar de explicar.

- Bueno.. no hablasteis sobre ello antes?- Preguntó Yoochun.

- No realmente pero… según lo que me ha dicho.. Dicho de esa manera….
Visto así….
Me hacía quedar como un cabronazo

Creo que era eso lo que insinuaba de mi…?

¿Qué había jugado con él?

¿Y si le llama juego a lo que había pasado……

Acaso no había jugado él de la misma manera?

Haciéndose el difícil de conseguir conmigo….

Y si CHangmin tiene razón…. Si de verdad tiene razón, dime Chunnie
¿Qué se supone que era lo correcto en una situación asi, eh?- Yoochun me observaba atento a mis palabras.-¿Pedirle en matrimonio según se abalanzó sobre mí aquella noche en el sofá?- Yoochun no contestaba, solo ponía cara de circunstancia.-¿O tenía que haberle dado una lista de mis últimas parejas? ¿Es una traición ser discreto? Venga hombre….

Explicaba yo indignado.

- Jae, Changmin habla como si quisiera algo serio contigo.- me dijo en tono de advertencia.

- Claro, y por eso cada dos días me dice que no quiere que nos liemos mas, asi van las cosas para él.- Repliqué.

- Ya sabes lo que has hecho verdad?- Yoochun dio justo en el lugar que sabía que yo no quería tocar.- ¿CHangmin te lo ha hecho ver no es cierto?

Si hubiera podido correr de alli… sacarle del coche y salir quemando ruedas… si me hubiera alejado eso de la realidad un poco más lo hubiera hecho… Pero no era así.

-El tampoco sabe lo que quiere…- Murmuré.

- Eso no es una excusa Jaejoong.- Me reprochó. Los dos sabíamos que tenía razón.

- Igualmente… ya se acabó… después de lo que…

- Se ha enamorado de ti Jaejoong.

Yoochun pronunció las palabras despacio…. Y al escuchar cada una de ellas, sabiendo de antemano cual vendría detrás…sentí un profundo estremecimiento por todo el cuerpo….me estremecí como una hoja al viento, noté una leve corriente eléctrica en mi vientre al recordar su calor, mi corazón bailó en mi pecho, y el aire se me escapó de los pulmones… todo en ese mismo instante, que escuché en voz alta, las palabras de Yoochun.

Esas palabras retumbaban en mi mente, intentando asimilarlas, asumirlas, entenderlas…. Pero parecían resbalarme, escabullirse, incomprensibles…

Se ha enamorado de ti…

- ¿Qué quieres decir?-La pregunta me salió de dentro.

-Creo que hablo perfectamente koreano.- Fue la única respuesta de Yoochun.

- Eso no es posible.

- Ya sé que eres un insoportable, pero vamos, posible es..-dijo entre risas con su elegante tono de ironía.


- No me entiendes. No puede hacer eso.- Dije muy serio, bastante asustado.- Él me quiere pero...

- Está enamorado de ti.- De nuevo esa sensación en el estómago.


- Deja de decir eso. Estás exagerando.- Dije con cada vez menos convencimiento en mis palabras.

Quizá ya lo supiera.

Quizá era demasiado para ser verdad pero qué esperaba…realmente CHangmin tenía razón.

Mientras me perdía en mis pensamientos, Yoochun permanecía en silencio, observándome.

Y sin aviso golpeé el volante.

- Ya sabías que jugabas con fuego Jaejoong.- Me recordó Yoochun con voz suave.

- Changmin se está quedando conmigo!!- Grité.- ¿En qué diablos está pensando? ¿Crees que sabe si quiera lo que supone que se comporte así? ¿Qué narices quiere??


Yo ya no podía más y sujeté mi cabeza con la mano, inclinándome sobre el volante.

Mi niño me traía de cabeza. Sentía que recibía amor por su parte pero

¿por qué quería llevar esto tan lejos…..?

No es que yo lo hubiera pensado demasiado, pero él me estaba demostrando que tampoco lo había pensado nada. Si tenía que creer en sus sentimientos….

Y la ligereza con la que me lo había tomado me hacía culpable.

- Yo le quiero.- Dije murmurando entre mis dedos, agolpados entre mi cara y el volante.- ¿Por qué tiene que pasar esto?

Le pregunté al aire...quizá a Yoochun quien sabía que no tenía respuesta.

Al cabo de un rato me instó a que entráramos en el centro comercial. Al final si que encontramos la camisa. Y compré yo otra. Para Junsu.

No paré de mirar el teléfono movil todo el tiempo. Esperaba una llamada de Yunho. No sabíamos nada de el desde esta mañana... me había llamado mil veces... y ahora nada.

De verdad necesitaba que me llamase, no sabía que decirle. Y este silencio entre ambos, aunque breve, me estaba matando. No podía decirle nada a Yoochun.

Sabia que Changmin no le diría nada. Y quería que esto quedara mas bien entre Yunho y yo.

Que Yoochun se hubiera topado con algo era una cosa.... que a plena luz de alójenos Yunho lo hubiera visto todo, era otra cosa muy distinta.

Me moría de vergüenza tan sólo imaginar el que hubiera visto mi expresión en aquél momento próximo al orgasmo....

¿se habría fijado? Quizá no pudiera volver a mirarnos a la cara, quién le culparía.....

Pero aún así esperaba que dijera algo. Al fin teníamos que volver a casa. Pasamos por una cervecería conocida, fuera de la ciudad. No podía enfrentarme a lo que tenía en casa sin un par de ellas.

Al final esas cervezas fueron 7. Yoochun conducía mi coche. No era necesario pero lo hacía. Se aprovechó con la excusa porque le gustaba. Él iba peor que yo y llevaba sólo 5.

Llegamos a casa habiendo aparcado de la peor manera posible, ocupando 3 plazas del garaje. Mejor eso que rayara mi querido coche. Demasiado bien lo había hecho.

Llegamos a casa sobre las 11 y media de la noche. Y nos preparamos para recibir una tremenda bronca de Yunho. Pero él no ´había llegado. De hecho, ni siquiera había avisado de que no vendría.

Me di cuenta de que no se pondría en contacto conmigo pronto. Al día siguiente yo no tenía trabajo por la mañana, de modo que no tenía por qué. Borracho como estaba al ver que no estaba en casa, le envié un mensaje reclamándole que no avisara si no iba a volver a casa.

¿El pizzero de la esquina recibió su mensaje? porque yo no.

Yoochun le pidió con la mirada que no dijera nada. Pero Junsu ya tuvo suficiente. La desaparición de YUnho, CHangmin que llevaba el santo día encerrado en el estudio sin salir, y nosotros borrachos.

Me miraba desaprobatoriamente, mientras me veía tirarme en el sofá y escribirle a Yunho un mensaje con el móbil.

- ¿Escribes a YUnho? Creo que es una suerte para ti que no esté aqui de modo que mejor...- COmenzó a decir Junsu.

- Cierra el pico.- Le dije cortando la frase. No era la primera vez que le hablaba asi, pero ahora tenía muchas mas connotaciones negativas.No tenía ganas de escucharle también a él.

Yoochun se quedó alerta, con el pedo que llevaba, intentando beber café, y metiendo toda la nariz en la taza. Llamó la atención de jUnsu con sus risas y Junsu se lo acabó llevando a la habitación, lo llevó a la cama de YUnho.

Yo terminé de escribir el mensaje y me quedé tirado en el sillón esperando una llamada suya, como siempre. Una llamada que nunca llegó.

CUando me estaba quedando dormido llegó Junsu. En silencio se sentó a mi lado.

- No me ha contestado.- le murmuré en idioma de borracho de manera ininteligible. Le escuché suspirar a mi lado con fuerza.

- Jae-hyung.- me dijo muy serio.- DIme qué te pasa. Sea lo que sea seguro que tiene solución. Hablémoslo todos juntos.


Yo ni siquiera tenía fuerzas ni borrachera suficiente para reírme de lo que me estaba diciendo. No tenía ironía suficiente, para decirle lo equivocado que estaba. Solo esperaba internamente que no siguiera hablando del tema. Porque lo empeoraría.

La ternura y la inocencia de Junsu eran siempre como un dulce bálsamo para el dolor, pero en aquél momento, la herida no tenía cura.

- Supongo que llega un momento en el que las palabras no pueden hacer nada para solucionar algo...- Mururó mientras cogía mi mano tímidamente.- Creo que Changmin y tu hace tiempo que dejasteis esa etapa atrás.

Yo suspiré.Mas le valía parar ya.

- Mira Junsu déjalo.- ÉL se quedó mirándome fijamente con esos ojos dulces, vivos, haciéndome sentir sucio y miserable. Me miraba como si viera a través de mi, como si pudiera ver lo peor, lo más oculto de mi. Y sostuviera la mirada.

¿Compasión?

Mi mente intoxicada lo entendió asi. Porque quizá yo ya me sentía así. Y quiza él pudo leerlo en mi expresión.

- Las cosas se están saliendo de madre desde hace un tiempo, llevamos mucho tiempo todos juntos..sabes que nos necesitaos... y yo se que os queréis.....demasiado, por qué no podéis solucionar esto?... tenéis que hablar... os comportáis como amantes!- Exclamó Junsu como si acabara de decir algo muy absurdo.

Y ahí si que me reí. Sonreí. Los labios se movían solos, el alcohol en mi cerebro evitaba que pudiera controlarme.

La sonrisa, aunque intenté reprimirla se convirtió en risa una vez y otra.

- ¿Eso es lo que parecemos?? Jajajaja- me reí casi desquiciado. Sujete por la muñeca la mano que Junsu me ofrecía y tiré de él hacia mi.- ¿Y qué otra cosa crees que somos’?- Le susúrré al oído con fiereza, con mi voz más profunda y rasgada.

Los ojos de Junsu se abrieron como platos, entre la sorpresa y el miedo.

-Junsu.- Dijo una voz derrotada a nuestras espaldas.- Déjale ahora.... no dirá más que tonterías, está borracho.

Junsu se separó bruscamente de mi, contrariado y sorprendido, yo me dejé caer de nuevo sobre el sofá. Nuestro sofá. Junsu se levantó mirando a Changmin, que estaba ya entrando en el salón. Le vi aparecer cuando se acercó al sofá, solté una risa floja, y aparté la mirada de sus ojos.

- Tranquilo, yo le llevare a la habitación. No te preocupes.- Escuché murmurar a changmin.

- ¿Estás seguro?- preguntó Junsu no muy convencido, mirándome de reojo.

- Si. no vamos a discutir, tranquilo.- Le dijo esbozando una dulce sonrisa.

¿Desde cuando sonreías así Changmin?

Con esa dulce y apagada sonrisa, madura y encantadora.

Te quiero, ¿Por qué tienes que reprocharme mi ignorancia así?

¿Qué es lo que quieres de mi?

¿Qué más quieres demostrar?

Cuando Junsu se fue a su habitación, escuche tus sordos pasos hasta llegar a mi.

Estaba tendido sobre el sofá, aquél sofa, intentando ocultar mi rostro de tu mirada, mientras tu, de pie frente a mi, me observabas.

Me sentía como si ya estuviera desnudo, bajo tus ojos oscuros.

Tardabas en decir o hacer nada, y mi corazón latía cada vez más deprisa y mi cabeza daba cada vez más vueltas.

-¿Puedes caminar?- preguntaste, como si no esperaras una respuesta. Con mis ojos cerrados, noté como te agachabas frente a mi, deslizabas uno de tus brazos bajo mi cintura, sujetándola con fuerza, con la otra tirabas de mi hombro, para incorporarme de una vez. Yo me dejé llevar.

En un momento me tuviste de pie, y al abrir los ojos, me mareé, y acabé dejando caer mi cabeza sobre tu hombro sin poder evitarlo.

Todas las sensaciones se acentuaban en mi cuerpo debido al alcohol en mi sangre. Hacia algún tiempo que no bebía tanto, podía notar el calor de tu piel bajo aquella fina camiseta, tenía tu suave cuello bajo mis labios, junto a mi mejilla.

Tu olor me estaba embriagando aún más. Quería perder la conciencia allí mismo, sujeto entre tus brazos, intoxicado de tu aroma...

Cuando noté que me movías.

Arrastrabas mi cuerpo junto al tuyo, íbamos a algún lugar... a mi cuarto, que estaba vacío.

Con tus manos ocupadas no pudiste encender la luz, pero cerraste la puerta con un pie al entrar.

Las luces de la noche, entraban por la ventana, con la persiana a medio bajar.

Al detenerte, no pude evitar sujetarme a ti de nuevo, si no lo hacía me caería.

La cabeza se me caía de nuevo sobre tu hombro. Y se estaba tan bien... tan bien Changmin.

Te escuchaba respirar en la oscuridad. Intenté apartarme de ti, antes de que notaras mis pezones a través de nuestras finas camisetas. Mi cuerpo estaba reaccionando solo, no podía evitarlo.

Apenas veía nada, Changmin tu estabas entre yo y la luz de la ventana. Y no podía levantar la cabeza. Intenté apartarme un poco para desvestirme e irme a la cama.

Cuando noté tus manos sobre el cierre de mi pantalón.

Sin duda querías desvestirme para dormir...?

Si desabrochabas el pantalón liberarías mi erección....

¿qué te iba a decir?

Lo desabotonaste por completo, en el más absoluto silencio, y lo abriste. Me liberaste. Sentí alivio. Suspiré.

Bajé la cabeza lentamente, esta vez avergonzado.

“lo siento”- dije en un suspiro, tan débil que se perdió en el aire.

Tu entonces suspiraste, respiraste fuerte, como si sollozaras, noté la palma de tu mano en mi mejilla. Me sujetaste, y juntaste tu cara con la mía, cono si necesitaras sentirme.

Acariciaste la piel de mi mejilla con la tuya, luego con tus labios.

Como un sediento al notar el agua cayendo por su garganta, jadeabas, suspirabas de alivio al notarme junto a ti.

Los dedos de tu otra mano escalaron por mi espalda, acercando mi cuerpo al tuyo una vez más.

Gemi de auténtico deleite al notarme entre tus brazos así, al notarme pegado a ti de nuevo, dejé que mi cabeza se fuera hacia atrás, pero tu la sujetabas.

Cada vez todo tenía menos sentido en mi mente.

“ Si me odias, déjame ir, Changmin” Suplicaba en mi confuso y agitado interior.

Respirando contra tu cuello, allí donde habías colocado mi cabeza. Sin atreverme a besar y lamer de nuevo esa morena piel.

- ¿Tu no me amas, verdad Changmin?- Murmuré casi para mi.

Y Allí a oscuras, comencé tan sólo a notar tu cuerpo, haciéndome retroceder lentamente, hasta que mis omóplatos dieron con la puerta de mi armario.

Apenas podía ver nada, sólo veía formas entre las sombras. No esperaba que después de lo de esta mañana quisieras seguir con esto.

Había quedado bastante claro, y cada vez más para mi, más que nunca, que tan sólo la fuerza de tus sentimientos por mi, era lo que te llevaba a traicionar tus principios de aquél modo tan cruel.

Y yo nunca había querido eso de ti.

¿Cuándo comenzarías a entenderlo?

Había decidido no empezar nada. Pensaba eso, mientras sentía como tus manos se precipitaban sobre mi cuerpo.


Subían por debajo de mi camiseta, acariciaban mi pecho... con rudeza, como siempre.

Me levantaste la camiseta. Te escuché suspirar en la oscuridad, y noté la suave sensación de tus labios, contra mi pezón. Me sobresalté.

En la oscuridad palpaba el pelo de mi pequeño Min, su cuello, sus hombros, algún sitio del que sujetarle...

y noté la humedad de tu lengua, sobre esa diminuta y más sensible parte de mi pecho, descaradamente erecta.

Se me escapó un lento y ronco gemido. Ni siquiera recordaba la última vez que había sentido aquello. Mi mano izquierda fue sóla hasta el otro, donde llevaba prendido el piercing.

La mano de Changmin me detuvo, y apartó mi mano de allí.

Antes de que tuviera tiempo de protestar noté tu lengua sobre el metal; la cual se detuvo un instante, sobre la punta de mi pezón perforado, para acariciar solo allí, ese aterciopelado pedacito de carne que sobresalía por encima del finísimo metal.

Mi ronco gemido invadió la habitación.

Mi mano ahora se movía nerviosa sobre mi propio pantalón. Pero también Changmin la apartó de allí.

- Estáte quieto.- me ordenaste mientras recorrías mi estómago con los labios.

Emití un quejido de protesta y excitación al oír las palabras de Changmin en ese tono.

Me sujetabas las muñecas en mis costados, mientras bajabas con tu boca, con tus dientes, con tu lengua, hasta el ombligo de tu presa. Cerraste la boca sobre él.

- Aahh. Dios, Changmin....- gimió mi voz suplicante e impaciente, mientras inclinaba la cabeza hacia abajo.

No sabía qué te proponías pero no quería atreverme a imaginarlo. Lo temía a cada segundo desde que noté como centímetro a centímetro tu boca seguía su camino más abajo de mi ombligo. Recordé que tenía los pantalones desabrochados.

Hacía ya unos minutos que mis caderas ondeaban levemente por propia voluntad. De pronto noté tu barbilla chocando con la rabiosa erección que se escondía aún tras la ropa interior, entre los pantalones abiertos.

- Changmin!- Te ordené deteniéndote bruscamente. Me pegué contra la puerta del armario, intentando alejarme de ti unos centímetros.

- Qué...- susurraste en un tono excitado y agresivo.

- ¿Qué crees que haces?- Pregunté seriamente en tono de reproche.


Me contestaste lamiendo la parte de mi piel que estaba frente a tu boca.

Habías conseguido asustarme.

– Changmin dime a qué juegas, sabes que no te diré que no lo hagas si sigues así.- Intentaba recuperar el aliento mientras notaba tu respiración al otro lado de la fina tela de mi ropa interior.- Sabes que no podré... que no querré detenerte....- por primera vez, intenté liberarme de tu agarre. No quería que hicieras algo que no querías hacer solo por demostrarme que querías complacerme. - No tienes por qué llegar hasta estos extremos,

¿¿qué quieres demostrar, eh??

Que jugaba contigo?

Eso no es cierto!



Estaba asustado, no te estabas echando para atrás y mis forcejeos no me apartaban de ti.

Al fin conseguí liberar la mano izquierda, pero inmediatamente con tu mano libre, la sujetaste, atrapándola firmemente en tu puño, a través de la ropa interior.

-No.- Dije alejándote de mi y agachándome. Me agarré las piernas con los brazos y bajé la cabeza.

Me mordí el brazo con tanta fuerza como me atreví a dañarme a mí mismo.

Tu estabas de pie frente a mi, observándome en silencio.

Después de quejarme de dolor, respiré hondo y me pasé una mano por el pelo, apartándolo de la frente. Miré hacia arriba. No pude ver tu gesto antes de que salieras de la habitación sin hacer ruido.

- Changmin por favor deja de robarme la dignidad que me queda.... por favor...- Supliqué a oscuras...














Cuando abrí los ojos, estaba sobre el suelo de mi habitación. La luz brillante del día entraba por las rendijas de la persiana y entre las cortinas. Tenía la camisa levantada, y los pantalones aún abiertos. Estaba descalzo y tirado de cualquier manera.

Los ojos me picaban, y seguía teniendo sueño. Notaba el cuerpo adolorido por la postura, y temía que al intentar moverme doliera más.

La casa estaba en completo silencio. Volví a cerrar los ojos, y escuche un portazo. Uno de esos que sólo Yunho metía. Escuché unos pisotones, que se pararon frente a la puerta tras de mí.

La puerta se abrió. Y tan solo al escucharle respirar, supe quién era.

- ¡Joder! – exclamó Yunho con fastidio en su voz al verme. Se acercó a mi, y sujetándome por debajo de los brazos, me levantó del suelo.

Yo me quejé por el dolor que sentí cuando me movió. Tenía las piernas dormidas, y no podía sostenerme en pie. No hacía mas que quejarme mientras Yunho me sujetaba por la cintura con ambas manos y me sacaba de la habitación.

- Ah.. Yunho.- Decía medio dormido y adolorido.- Duele...

Si fuera el Yunho de siempre, me preguntaría como fui a parar ahí. Porque olía a alcohol. Me gritaría quejándose de como alguien fue capaz de dejarme en esa postura anoche.

Pero Yunho no era el de siempre, y sabía la respuesta a todas aquellas preguntas.

De modo que sólo me metió en el baño, mientras yo me seguía quejando.

Hizo que me recostara sobre él, y dejó caer mis pantalones al suelo. Así recostado me consiguió sacar la camiseta con mucho trabajo, pues yo no podía levantarlos.

- No pasa nada.- Me dijo, mientras me metía en la ducha. Él entró conmigo para sujetarme, llevaba un chándal, iba descalzo, pero se kitó la camiseta antes de encender la llave de la ducha.Y de un solo golpe, el cayó sobre nosotros, fría como el hielo.

Grité.

Él se quejó también después de poco. Mi mente se despejó de un golpe, como un mazazo en la cabeza, notaba cada uno de los músculos del torso de Yunho endurecerse bajo el frío.

Intentaba apartarme del agua, pero Yunho sujetaba con enorme fuerza mis brazos. Yo doblé las rodillas, pero sin duda me sujetaban con mas firmeza que antes.

Notaba el agua fría caer por mi espalda como miles de alfileres en mi carne, despertando mi corriente sanguínea, mientras las gotas de agua que resbalaban por mi espalda insensibilizaban mi piel. Hundi mis dedos con fuerza recobrada en la espalda de Yunho.

El pelo se pegó a mi frente y mi nuca, pequeños regueros de tinte rojizo caían junto al agua, y mi ropa interior se adhirió a mi piel dejando mi cuerpo por completo a la vista.

Sentía ahora mi sangre correr, mi cabeza en la tierra y mi piel entumecida. Cuando al fin me callé Yunho cerró el grifo.

Yo tiritaba, de pie, mojado como un polluelo, mis labios pálidos como mi piel por el frío.

Yunho me rodeó con los brazos. Mis sacudidas por el frío eran cada vez más fuertes, y apretaba mis labios en silencio, mirándole con los ojos abiertos, sin reclamarle nada.

Pegó su cuerpo al mío para darme calor. Y me preguntó en un susurro al oído si me encontraba mejor. Yo tartamudeé una afirmación.

- No vuelvas a beber y a conducir. – me dijo seriamente mirándome a los ojos mientras sujetaba mi mejilla con una mano.

- C-conducía Y-yochchchunnn- tartamudeé de nuevo.


- No abras la boca para decir chorradas, el iba peor que tú.- Dijo él con voz molesta mientras se alejaba de mi. Su calor me dejó, y mi cuerpo seguía temblando.

- ¿Por qué no me contestaste ayer?- Le pregunté aunando toda mi concentración para no tartamudear más.


- Estaba ocupado. – Me mintió sin girarse, mientras cogía una de las toallas y se secaba el pelo y el torso. Se quitó los pantalones empapados junto con la ropa interior. Y se secó por completo frente al espejo con rapidez.

- ¿Para qué me llamaste entonces?- le pregunté conocedor de su tono cuando mentía, abrazándome el pecho para darme algo de calor, aún dentro de la ducha.


Se hizo el silencio y Yunho dejó de secarse. Con la toalla en una mano, pareció estar pensando la respuesta.



- Yunho hyung, al final vamos a ir todos a comer antes de ir al programa de radio de esta noche? Me acaba de llam....- Changmin se interrumpió al entrar por la puerta entreabierta del baño y encontrarse a Yunho desnudo.

Esto no era especialmente raro, Yunho no solía cerrar la puerta del baño cuando lo usaba , pero mientras Yunho le miraba sin contestarle y se colocaba la toalla alrededor de la cintura, Changmin endureció su gesto cuando reparó en mi.

Casi desnudo, tan sólo con mis boxers transparentándose por completo, exponiendo mi miembro tal y como estaba, reducido a su mínima expresión por el frío que me recorría el cuerpo.

Empapado por completo, el pelo pegado a mi cara, goteando agua, abrazando mis brazos, como un animalito abandonado bajo la lluvia. Recogiendo con mis labios las gotas que caían por mi cara.


El silencio devastó el lugar, mientras tu no podías apartar de mi la mirada y Yunho, mirando hacia otro lado y saliendo del baño pasando por tu lado, te contestó.

-Voy a vestirme, salimos en 20 min.- Dijo antes de dejar tranquilamente el lugar.

Changmin parecía incapaz de apartar la vista de mí. Y yo no conseguía descifrar su mirada, desencajada y extraña.

Finalmente, bajó la cabeza, sin cambiar la expresión, simplemente dejó el baño, cerrando la puerta tras de sí.

Cuando una húmeda calidez amenazaba con traspasar la barrera de mis ojos, los cerré.

No me dejes así....

No me dejes de nuevo así...

Como un tallo de flor que nuestra tempestad ha roto....

¿ni siquiera tendré ahora el calor de tu mirada?


Lentamente despegué la tela de la ropa interior de mi piel, y lancé la pesada prenda a la cesta de la ropa desde donde estaba.

Encendí el grifo, y ya no me hizo falta retirarme de la ducha hasta que regulé el agua.

Me lavé me lavé y me lavé

Y froté y froté y froté mi piel, una y otra vez

Pero la culpa no se iba

La suciedad no se iba

El dolor y la vergüenza seguían ahí

Lo único que arrastraba el agua eran mis invisibles lágrimas, agua salada mezclándose con el agua dulce y perdiéndose por la rejilla bajo mis pies descalzos.







Unos minutos antes de que Yunho terminara de arreglarse, yo ya estaba listo. Había acabado con la paciencia de Changmin, quien salía del apartamento cuando yo abrí la puerta de mi habitación para reunirme con ellos.

O quizá tan sólo se iba para evitarme.

Al salir de su habitación, Yunho se topó conmigo. Arreglado y aseado como un verdadero príncipe. Dispuesto para hacer suspirar a cualquiera.

Se detuvo en medio del pasillo con la mirada fija en mí. Como si me viera por primera vez en su casa.


- ¿Tienes algo que decir?- Le pregunté. Y la mirada de Yunho en aquél instante, me lo dijo todo. “Tenía muchas cosas que decir, pero no quería decir ninguna de ellas”.

- No. – Y la furia de sus ojos sobre mi se hacía imposible de medir. Reanudó su camino por el pasillo, y por unos instantes noté en su gesto como si fuera a pegar un golpe contra la pared. De hecho hizo el ademán. Pero se detuvo. Golpeó el suelo con el tacón del zapato, y siguió caminando.

De espaldas a mi, saliendo de nuestra casa, haciendo pensar con sus pasos que en cualquier momento se giraría de nuevo hacia mí y me gritaría a lo máximo que daba su voz.

En el fondo me hubiera sentido mejor si lo hubiera hecho. Necesitaba escuchar los reproches de Yunho. Sentirme con algo de humanidad que me conectara a quien mejor me conocía.

Ahora parecía que ya no tenímos nada de qué hablar.

Para Yunho, yo había llegado a un punto en el que ya no podíamos hablar de igual a igual, por muchas nuestras diferencias ya no podríamos entendernos de nuevo.

Pero ni siquiera me dejó eso.

Y me tapé la boca con una mano para no gritar de dolor, para no llorar.

Me abrazé con la otra mano la cintura y me doble sintiendo la puñalada del rechazo. Abrí la boca en un grito sordo de rabia.

Y me había sentido miserable antes, si señor. Mucho. Pero pensé que ya era tan sólo un recuerdo. Un recuerdo de mí mismo. Que cada vez, como mi identidad, tenía menos y menos que ver conmigo.

¿Por qué era mi propia miseria lo que me hacía recordar quien era?

Para recordarme que nada había cambiado desde hacía 10 años hasta hoy. Desde que me revolcara por pasatiempo con la primera mujer en mi vida. Que me hacía sentir menos culpable o nada en absoluto porque ella lo sabía y le importaba poco.

Porque nadie en este mundo me conocía suficiente para saber que jugar a que amaba era la única manera en la que sabía amar.

Que luchaba cada día para no sentir en los huesos la soledad que jamás desaparecía ni bajo las toneladas de amor que necesitaba recibir. Que mi corazón era un pozo sin fondo que por más que recibía nunca se llenaba.

Podía escuchar con claridad las palabras de mi madre en mi mente una vez más

“Uno sólo siente que recibe amor, cuando sabe darlo de verdad”.


9 Comentarios:

  1. AHHHHH!!!!!! que triste...me da mucha pena Jae...
    por dios que alguien le haga caso al pobre...espero que se solucion todo T^T ;O; .

    A ver como sigue esto..la verdad que me esta dando mucha pena T^T

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  2. órale!! el que sigue, pero ya!!!

    (ya no se ni que decir, solo hay que leer y punto, es como una historia de misterio XD)

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  3. Anónimo8/21/2009

    siii

    es lo que me encanta
    de este fic es tan misteriosoooo


    cito:
    órale!! el que sigue, pero ya!!!

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  4. Anónimo8/21/2009

    siiiiiiiiii!
    que suspenso!
    pobre jae!
    que miedo yunho enojado o changmin!.jajaja,
    el otro capi rapido.me muero de saber como sigue!!^^gracias

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  5. Anónimo8/22/2009

    yo ya estoy muriendo... mi alma me abandona...

    (´0`)~~°

    el otro plisssssssssssssssss!!!!

    Gracias!!!

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  6. maritza10/21/2009

    AHHHHHHHHHHHH pobre jae porque nadie entiende lo que le pasa y le da un abrazo que de segura en esos mumento tanto necesita si yunho es su amigo que le costaba decir; esta vien te entiedo somos amigos recuerdas.

    bueno como sea seguire leyendo deseguro yunho entendera, almenos que este enamorado de jae

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  7. Anónimo1/27/2010

    no pude evitar llorar ..pobre Jae!! ven a mi Jae yo te puedo amar todo lo que quieras XD

    gracias por el fic está buenísimo!!

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  8. TTTT____TTTT Jaee !! T__T

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  9. Anónimo10/25/2011

    jae "el pozo sin fondo"
    pobre pero hay que caer y lo peor es que siente que cae solo y la verdad es que se esta llevando a MIN con el al pobre yunnies que se me hace que siente que ya no lo conoce que le cambiaron al amigo o que quiza nunca quizo darse cuenta de como era en realidad
    (k-ede)

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