KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Regalo de una Cassiopeia Cap. 2


Break Out!
Segunda Canción
La llave que abre la puerta del mañana,
Está en mis manos.



A Yunho le gustan las mujeres.

Toda la vida ha estado convencido de eso.

Si, hace mucho que no tiene una cita. Y si, al parecer pasa mucho más tiempo con chicos que con chicas, ¡pero es su trabajo! En todo caso, él esta casi seguro de que no es gay. ¡Corrección! Él está seguro de que no es gay.

De cualquier forma, sabe que este no es el momento para pensar en su sexualidad no completamente definida, por que está en una rueda de prensa, con cientos de miradas sobre él, y sabe también que sonreír y asentir en ese momento no basta.

Pero no puede evitar que sus ojos se deslicen hacía el fondo del auditórium en aquella pared gris y se pierda en los recuerdos de aquellos dos niños que lo llamaban ‘padre’ un sentimiento helado recorre su estomago, aún no le puede definir.

No sabes si duele o están solo molesto. Ni siquiera está seguro de si es algún tipo de enfermedad o algo que ha comido y le ha sentido mal. Solo puede sentir eso indescriptible en su estómago que ya se estaba volviendo en efecto fastidioso.

—Yunho, ¿podrías indicarnos que actividades va a realizar durante esta semana de vacaciones? ¿Tiempo libre o aprovechará para hacer algo pendiente?

Justo en ese momento, con la pregunta desprevenida. Yunho solo pensó en responderle ‘Y a usted que le importa lo que yo hago en MIS vacaciones.’ pero mordió su labio inferior y sonrió, acercándose frente al micrófono.

—En realidad serán unas vacaciones grupales, pasaremos el tiempo juntos los cinco, pero el fin de semana cada uno irá a visitar a su familia. Es más como un descanso de las coreografías y el estudio de grabación, pero seguiremos concentrados en hacer las cosas bien para nuestras fans.

El grupo de reporteros asintió, mirando a los integrantes que sonreían con pasividad. Con las irregulares miradas de Yoochun sobre Yunho. Como si buscara la manera de preguntarle algo y no pudiera.

—¿Y Jaejoong, díganos. Estarán dos días con sus respectivas familias entonces?

Jaejoong sonrió, deslizando cuidadosamente una de sus manos sobre la de Yunho, palmeándola una vez, por que antes de que lograra ponerla definitivamente sobre la de Jung, él pareció saltar en su lugar y escondió su mano contra el pecho, como si su tacto el hubiera quemado.

TODOS, notaron aquellos, aún más el propio Jaejoong, que sonrió forzadamente sin hallar el momento adecuado para preguntarle que le había pasado. Yunho solo se veía nervioso y trató de emular una sonrisa, soltando su mano de regreso sobre la mesa que compartían, cerca de donde la de Jaejoong se encontraba pero sin tocarla.

Se veía tenso aún. Jaejoong arrugó débilmente el entrecejo.

—Eh… Si bueno, Yunho y yo teníamos planeado visitar el sábado a su familia y el domingo ir por mi familia. Pero creo que ya no es así, no sé todavía tenemos que hablar sobre eso. Los muchachos si irán con sus respectivas familias.

Intentó, ampliar un poco más su sonrisa, fue complicado en especial por que sintió la mirada escrutiñadora de todos sobre él, formando un tenso momento que al parecer Yunho pretendió ignorar que existió.




Changmin sacó su celular en el momento en que finalmente el manager les dio la orden de que podían avanzar hasta la furgoneta que los llevaría de regreso al departamento, sonrió divertido por que camino acá había dejado pendiente un juego que estaba a punto de jugar.

Sin embargo Junsu, oportuno como siempre, había cerrado el celular en sus manos, justo antes que la aplicación del juego apareciera y con su rostro un poco preocupado le habló.

—No notaste a Yunho actuando muy raro el día de hoy.
—¿Te refieres a que amaneció gritando como loco que era joven y por qué abrazo a todos menos a Jaejoong?

—Pues básicamente… Si. Pero también hablo de la manera en que se alejó de Jae hyung durante la rueda de prensa cuando le tomó la mano.

Changmin elevó un rato la mirada, pensando en sus palabras y suspirando cuando llegó a su pequeña conclusión.

—Quien sabe, tal vez le aburrió el fanservice con Jaejoong, o Jaejoong se lo está muy tomando muy en serio. Quien sabe, los dos son igual de raros.

Junsu rió un poco; Changmin había estado dispuesto a guardar el celular cuando este de pronto vibró, y cuando el nombre de ‘Minho’ fue identificado, una sonrisa acudió a sus labios. Leyó el mensaje y se entretuvo en eso.

Junsu encontraba adorable la manera en que Minho parecía ser la única persona capaz de sacar lo mejor del estoico Shim Changmin. Y eso que él llevaba años con él, y no había logrado ni la mitad de lo que Minho había conseguido en tan poco tiempo. Junsu lo sospechaba ya, Changmin le estaba permitiendo a Minho entrar en su vida por voluntad propia, y eso a Junsu le arrancaba sonrisas de felicidad.

Por que no había visto a Changmin sonreír así, ni cuando debutaron. Y cuando ganaron su premio, pues Changmin se echó a llorar. Minho acaparaba las cosas buenas de Changmin solo para él y sin darse cuenta de que lo hacía. Pensando en eso, Junsu continuó caminando junto al menor que ahora lo ignoraba casi por completo.

—¡Alto ahí!

Yoochun logró prenderse del cuello de Yunho, unos pasos más atrás de donde Junsu y Changmin caminaban. Por supuesto Yunho suspiró, sabía lo que se venía e incluso se encogió un poco por ello.

—No me pasa nada, Yoochun. Estoy bien, solo…

—¿Solo qué? Es difícil de explicar si lo piensas Yunho. Usualmente tú y Jaejoong andan pegados cual siameses, abrazándose, tocándose, agarrándose todo lo que pueden, incluso hablando de boda y toda la cosa; Y que de pronto su mano te ponga nervioso es extraño.

Yunho se detuvo, abriendo los ojos con sorpresa y mirando a Park.

—¿En serio?
—¿Me vas a decir que no te has dado cuenta?

—Si, bueno… Lo sé, pero… ¿Todo el tiempo?
—¡Si! Incluso a veces pienso que el YunJae es la razón por la que TVXQ es tan popular.

Yoochun rió ante su propio chiste, pero al ver que Yunho no reaccionaba igual. Poco a poco borró la sonrisa en su rostro.

—En serio, Yunho. ¿Qué sucede?
—Nada estoy bien. Solo no he dormido lo suficiente y muchas cosas me alteran.

Un intentó débil de sonrisa fue lo que siguió aquella escena. Justo en ese momento Jaejoong pasó frente a ellos, con el paso algo rápido. Y deteniéndose un momento para ver a Yunho, entrecerrar los ojos y luego seguir su camino. Enojado.

Seguramente la vergüenza de su rechazo era algo que Jaejoong no admitía tan fácilmente, así fuera dentro de su fanservice.




Su reflejo.

Ese que el espejo se empeñaba en mostrar, era solo su reflejo.

Convenciéndolo de que se había vuelto momentáneamente loco, al menos por aquella vez. Ya no había cambios. Solo su imagen, su cabello algo corto, su juventud, su buzo azul. Todo exactamente como él sabía que estaba.

Tocó entonces el frio cristal, cerró los ojos y una vez más, nada sucedió.

—¡¡Yunho ya sal del baño!! ¡¿Estás enfermo acaso?!

La voz de Yoochun más sus golpes en la puerta lo hicieron bufar, ¿podría haber la posibilidad de que en realidad se hubiera desmayado/dormido o algo por el estilo y lo hubiera soñado todo?

Si, en realidad si existía esa posibilidad.

Pero todo había sido tan real…

Su menta divaga en aquello cuando los golpes de Yoochun lo regresaron a la realidad, echó un poco de agua en su rostro y abrió la puerta del baño. Yoochun estaba ahí, con los brazos cruzados y una ceja levantada.

—Razones por las que odio que solo haya dos baños en este lugar y uno de ellos esté llamado, un millón. Odia a Yunho por demorar tanto tiempo, eso no tiene precio.


Yunho rodó los ojos, y salió viendo a Yoochun entrar en el baño. Caminó hasta la sala de estar y percibió el delicioso aroma de la comida que el día de hoy Jaejoong había tomado la decisión de preparar.

Seguramente estaba muy enojado, cocinar lo des estresaba, así que cortar las verduras lo alejaba de que quisiera atacarlo con preguntas y él terminara soltando algo tan estúpido como: “La verdad es que me siento muy incómodo, ya sabes… Es que creo que en un futuro tú y yo vamos a tener hijos.”

¡Dios no lo permita!

Se sentó sobre aquel sillón café y suspiró hondamente, perdiendo la cuenta de los segundos que había pasado observando a Jaejoong discretamente. Jaejoong era un buen amigo, pero hasta ahora jamás se había planteado la cuestión de algo más. Ni siquiera había pasado por su cabeza la idea de ser gay.

—¿Qué haces?

La voz de Yoochun volvió a traerlo a la realidad, por suerte ya no miraba a Jaejoong y mentir le resultó más fácil.

—Veo la televisión.
—¿Sabes que está apagada, verdad?

Yoochun se sentó a su lado, entrecerrando los ojos y Yunho solo se cruzó de brazos.

—Dije VEO la televisión, jamás mencione que estuviera viendo algún programa en particular.

Cuando Yoochun rodó los ojos, Yunho supo que comenzaría el interrogatorio que seguramente Jaejoong le había pedido a Yoochun que iniciara, incluso dejó de escuchar el sonido del cuchillo cortando algo; Jaejoong probablemente los escuchaba o miraba. Cualquiera de las dos cosas, ninguna era para mejor.

—¿Por qué no quieres hablar? ¿Es por que amaneciste en el baño? Eso le puede pasar a cualquiera, por ejemplo Jaejoong y yo una vez fuimos al cumpleaños de Hyun Joong, el punto es que bebí tanto que para cuando regresamos al departamento estaba con tanto sueño y tan ebrio que me senté en el inodoro y me quedé dormido…

—Yoochun, cállate. No sabía eso, y no necesitaba saberlo.
—Lo sé, pero es divertido traumarte. En todo caso, ¿qué te sucede?

Yunho colocó la indignación en sus facciones. Moviendo un poco la cabeza, intentando acomodarse en el sillón de la mejor manera para observar esa sonrisa en Park que de cierta forma era contagiosa, escuchó a Jaejoong reír bajito mientras tapaba su boca, pero cuando levantó la mirada hacía la cocina Jaejoong había girado para sacar unas especies de la alacena.

—Deja de fastidiar Yoochun.
—¡Solo quiero ayudar!
—¡Bien! Quieres ayudarme, ¿cierto? Entonces ven conmigo.

Fue más como un impulso. Agarró al menor por el brazo y este apenas soltó un corto jadeo ante la sorpresa, dejándose guiar por él, abriendo los ojos con sorpresa cuando notó que abría la puerta del baño y lo encerraba en él. Los dos juntos.

Yoochun prefirió mirar de un lado a otro en el no tan estrecho lugar, en el que Yunho los había encerrado. Carraspeó un poco, rascó disimuladamente su cuello, y elevó la quijada.

—Yunho… No sabía que tuvieras esos sentimientos por mí, pero lamento decirte que debo declinar de esta indecorosa pero interesante propuesta por que…
—¡Oh, cállate! Tengo que enseñarte algo, no te traje para… ¡Un momento! ¿Dijiste interesante?

Yoochun rió, y palmeó la espalda del mayor y miró de un lado a otro, curioso por lo que Jung le quisiera enseñar.

—¿Y bien dónde está lo que me quieres mostrar?
—Ahí.

Los cabellos de Yoochun se movieron un poco ante el giro veloz que experimentó su cabeza, y lo único que vio fue su reflejo. Su imagen imponente y clara. Miró de regreso a Yunho y él solo le insistía en que mirar hacía al frente.

—Yunho, ya sé que soy hermoso, pero ¿es esto necesario?
—¡Maldito espejo! ¡Demuéstrale que no estoy loco!

Cuando Yunho gritó, Yoochun entrecerró sus ojos y se cruzo de brazos.

—Si… Claro, gritarle al espejo demuestra lo cuerdo que estás.
—¡Yoochun es en serio! En la madrugada esta cosa me mostró mi imagen de unos años en el futuro y…

—¡Y suficiente! Mañana mismo tu y yo vamos a ir con un amigo mío que se graduó hace un tiempo, hablaremos y no le contaremos nada de este ‘episodio’ a los demás, no queremos asustarlos, ¿cierto? Después de hablar con mi amigo y que él mida tu… Cordura, veremos que hacemos con los demás.

Yoochun había empezado a tomar el pomo de la puerta y Yunho lo sostuvo de la cintura.

—¡Yoochun espera!
—¡Te dije que basta, Yunho! Vamos por unos calmantes que tengo en mi habitación. ¡No! Mejor vamos por unas pastillas de dormir. Si, dormir te ayudara a calmarte.

—¡No estoy loco! ¡Eso de verdad pasó!
—Yo no he dicho que estás loco, solo que estás un poco estresado y empiezas a alucinar. Eso le puede pasar a cualquiera y yo estoy aquí para apoyarte y…

—¡Leah!

El grito de Yunho mientras miraba el espejo. Lo hizo sobresaltarse. Yunho sonrió ampliamente y en esta ocasión lo levantó un poco del suelo, sosteniéndolo todavía por la cintura, como si no pesara demasiado.

—Wow… Yunho, basta. Me vas a hacer caer.
—Mira, ella es mi hija.

Justo antes de mirar el espejo, Yoochun miró a Yunho.

—¡¿Tú, qué?! Oh, por Dios. Lee So Man te va matar. ¡¿Cómo que tienes una hija y no se los has dicho a nadie?!
—No, ella aún no existe. Será mi hija en unos años.

Yoochun arrugó la nariz, alejándose un poco de Yunho y su agarre, sin mirar al espejo todavía, pero Yunho solo intensificó la fuerza de sus manos en la cintura de Park.

—De acuerdo, creo que esto de la demencia se está volviendo algo extremo. Voy a buscar el número de mi amigo, lo llamó y esta misma tarde le hacemos una visita.

Yunho lo agarró por el cuello de la camisa, cuando se removió entre sus brazos e intentó soltarse. Justo en ese instante los ojos de Yoochun se abrieron con sorpresa, su corazón se agitó y su mirada se posó en el perfil de aquella niña que el espejo le devolvía.

—Oh… Por… ¿Qué esto?
—Ella es Leah. No estoy seguro si apellida Kim o Jung, pero…
—¡¿Qué?!

Yunho empezó a golpear el espejo, intentando llamar la atención de la menor, pero Yoochun solo se veía paralizado. Bueno, paralizado y asustado.

—¡Leah! ¡Pequeña, ¿me escuchas?! ¡Hey!
—¡Yunho suéltame en serio! ¡Esto es terrorífico! ¡Suéltame maldición!
—¡Claro que no! Tenemos que ir hasta allá, necesito preguntarle algo.

El cuerpo entero de Yoochun se estremeció, el corazón latió bruscamente y empezó a pensar que golpearlo sería buena idea.

—¿Has estado ahí? Oh, creo que voy a vomitar, me va a dar algo. ¡Ayuda! ¡Yunho suéltame! ¡Maldición!

El último grito de Yoochun se alargó, asustado por el hecho que de pronto la mano de Yunho empezó a hundirse en el espejo. ¡Sin quebrarlo! Solamente se hundía.

Y lo peor de todo, ¡Yunho lo jalaba a él!




Changmin llegó junto a Junsu a departamento, Kim cargaba en sus manos la funda del supermercado, hablando sobre el paso del final de la coreografía que a Changmin tanto se le complicaba, y Shim solo asentía. Por que igual no entendía.

—Hyung, aquí están las zanahorias que nos pediste.

Junsu dejó la funda sobre el mesón y Jaejoong solo emitió un molesto ‘Mmh’ Changmin y Junsu compartieron miradas mientras lo veían cortar con demasiada intensidad la papa, en tanto murmuraba palabras in entendibles.

—Y… ¿Yoochun y Yunho?

Changmin intentó cambiar de tema, pero cuando Jaejoong dio un último corte, y la tabla de cortar se sacudió. Los dos menores dieron un paso hacía atrás.

—No sé, por ahí los escuché discutir, Yunho al parecer le quiso demostrar algo a Yoochun y se lo llevó sabrá Dios donde. Ya ven, que ahora Yunho ni me habla, ni le gusta que lo toque… Ni nada…

Y el resentimiento que cargaron esas palabras los hizo retroceder un paso más. Compartieron una mirada, y estuvieron casi seguros de que la misma idea pasó por sus mentes. ‘Huir’

Discretamente, con un silencio abrumador y pequeños empujones. Junsu y Changmin abandonaron la cocina, dispuesto a jugar un par de video juegos entre tanto Jaejoong terminaba de cocinar o mejoraba su ánimo. Lo que pasara primero.



—Auch…

Yunho movió un poco su brazo y se levantó del suelo con un pequeño dolor de cabeza, observó a Yoochun a unos centímetros de él, empezando a levantarse también.

—¿Ves? Te dije que no estaba loco.
—Eso o yo también estoy enloqueciendo.— Yoochun rascó su cabeza un poco. –Creo que tanto bailar nos movió las neuronas de lugar.

Yunho movió su cuello y abrió la puerta del baño.

—En primer lugar eso es físicamente…
—¿Padre?

La voz del pequeño Hansae que descalzo y vestido con su pijama, sostenía en sus manos un pequeño vaso con leche lo detuvo. Sonrió nervioso y Yoochun atrás de él. Solo levantó la cabeza y se sostuvo de su hombro.

—¿Tío Yoochun? ¡Hola!

El pequeño que a duras penas estaba a la altura de los muslos de Yoochun, lo abrazó. Evidentemente Park se tensó, pero colocó una mano sobre los cabellos del menor que sonrió y luego abrazó a Yunho quien en cambio sacudió esos cabellos oscuros.

—Es una dulzura, me recuerda a Jae.

Fue el turno para Yoochun de ponerse tenso. Tosió fingidamente y caminó con una extraña seguridad por el pasillo, mirando a Hansae recostarse en la cama de su habitación mientras veía un dibujo animado.

—Yunho  por favor, vamos de regreso. No sé como, pero quiero mi vida como hombre sexy. Por favor…
—Yoochun solo será un momento.

—¡Maldición! Puede que no lo esté demostrando, pero estoy asustado.
—¿En serio? No lo había notado.

Jung rodó los ojos. Y entre abrió una de las puertas en cuanto vio el perfil de Leah una vez más. La niña jugaba algo en la laptop. Respiró profundo y trató de fingir que no estaba tan asustado como antes.

—Leah…
—¿Padre? ¿Tío Yoochun? ¿Por qué tienes el cabello tan largo?

Yoochun inmediatamente llevó una de sus manos a su cabello. Y sonrió.

—Es una peluca.

La niña pareció no creerle y Yunho rodó los ojos ante esa estúpida respuesta, pero se acercó a la niña y sonrió. Arrodillándose frente a ella.

—Yunho si no me sacas de aquí te juro que empiezo a gritar y te golpeó.
—Ya cálmate.

Yunho regresó su mirada hacía Leah, quien no había escuchado su mini conversación/discusión con Yoochun debido a que habían hablado muy bajo.

—Leah, ¿recuerdas la vez que te contamos sobre como fue que Jaejoong y yo… Pues… Comenzamos a salir?

Leah rió y asintió. Yunho suspiró aliviado. Conocía perfectamente a Jaejoong, y seguramente esa historia debió ser de todos los días en aquel lugar. Si es que en realidad eso era e ‘futuro’ y se trataba del mismo Jaejoong.

—Es una historia muy graciosa. ¡Me encanta!

La niña rió abiertamente. Y Yoochun rió contagiado por esa emoción.

—¿En serio? Haber, cuéntamela.
—¿Para qué? Si te la sabes de memoria.
—Quiero escucharla de ti.

Ella asintió y se acomodó en su silla, Yoochun miró a la niña y suspiró. Ella no se parecía a Jaejoong, más bien se parecía mucho a Yunho. Sus ojos se abrieron abruptamente.

Un momento… Yunho acababa de decir, ¿cómo fue que él y Jaejoong comenzaron a salir? Yoochun comenzó a hiperventilar, saliendo de la habitación para poyarse en la pared y poder recuperar la respiración.

—¿Qué le pasa a tío Yoochun?
—Déjalo es un imbécil, ahora cuéntame.

Leah rió y asintió.

—Bueno fue en el cumpleaños de tío Junsu muchos años atrás, tío Yoochun se había ofrecido a cocinar por primera vez para una fecha especial. Y pues… Al parecer la comida no le sentó muy bien a tío Junsu y entre tío Yoochun y tío Changmin lo tuvieron que llevar al hospital.

Sinceramente, Yunho estaba mareado con tanto ‘tío’ por todas partes, pero decidió asentir, mientras la niña hablaba.

—Como habían alquilado una habitación de spa para pasar ese día los cinco juntos, tú y papá fueron a cancelar la reservación, y por error quedaron encerrados en una bodega, tú te habías estado comportando extraño con él, entonces todo ese tiempo que pasaron juntos le hizo entender a papá que te quería más de lo que él había pensado.

Yunho asintió y se levantó. –Muchas gracias, Leah.

Besó la frente de la muchacha y ella solo sonrió.

—¿No quieres escuchar como fue que tú te diste cuenta de que lo querías también?
—No, amor. Gracias.

Sus pasos se ralentizaron en cuanto sintió esa frase salir de su boca. Sacudió un poco su cabeza y encontró a Yoochun mirándolo también.

—¡Oye! Yo quería escuchar esa parte.
—No tienes nada que escuchar. Por que eso no va a pasar.
—…¿Qué?

Leah asomó la cabeza desde su habitación y sus cabellos negros cayeron graciosamente.

—Padre, no se suponía que tú y papá irían solamente a comprar algo al supermercado, ¿dónde está él? ¿Ya está cocinando?
—Eh… Si, solo que se nos olvidó algo en el carro. Jaejoong bajó a verlo y nos encontramos con Yoochun.

—Oh~ Bueno, cuando esté la cena me avisan. Muero de hambre.

La niña sonrió y volvió a ingresar a su habitación, Yoochun miraba a Yunho asustado por lo que sucedía aún, y pos supuesto por sus incomprensibles palabras a medio entender.

Volvieron a estar en el baño. Yoochun no se sentía muy bien que digamos, el estómago lo tenía revuelto y Yunho miraba el espejo, tocándolo a ratos. La voz algo gruesa de Jaejoong los hizo mirar hacía la puerta cerrada del baño.

—¡Ya llegamos!

Yoochun moría de la curiosidad por ver a ese Jaejoong y a ese Yunho, que estaban afuera, pero sabía tan bien como Yunho, que era imposible. Su mano se posó en el vidrio y volvió a pasar, solo que esta vez era el quien se hundía en el espejo, agarrando a Yunho por la camisa.



—Agh… Creo que voy a vomitar…

Yoochun se aferró a la espalda de Yunho gustoso de no estar lo suficientemente mareado como para alcanzar a sostenerse de él, mientras Yunho parecía concentrado en sus pensamientos.

—Mañana es el cumpleaños de Junsu, y tú dijiste que ibas a cocinar. Además Jaejoong ya reservó lo del spa. Todo coincide, solo debo encontrar la manera para evitar que las cosas pasen.

Park levantó su cabeza un poco.

—Yunho, no por favor. No hagas nada que interfiera con el futuro, ¡¿No has aprendido nada de las películas que ve Changmin?!
—No, gracias. Prefiero evitarlas.

—¿Qué? No, no me refiero a las pornográficas. Me refiero a las… Agh, como sea… Que horror creo que voy a vomitar de verdad.
—Que asco… Quítate.

Yunho se removió y abrió la puerta, pero Yoochun se pegó a más su cuerpo.

—¡No! Ahora hazte responsable de mí.

La puerta abierta de par en par, las manos de Yoochun apresando con fuerza el cuerpo de Yunho y frente a ellos, a un par de metros. Jaejoong sosteniendo en sus manos la ensalada y Junsu y Changmin en la mesa. Todos ellos observándolos.

Yunho sonrió nervioso.

—Les juro, que no es lo que están pensando…




La cena no fue amena.

Changmin comía en silencio. Junsu miraba a Yoochun a ratos. Yunho revolvía la comida en su plato sin meterse un solo bocado a la boca, Yoochun ni siquiera tenía las manos sobre la mesa, seguían sobre sus piernas y Jaejoong medio comía de vez en cuando.

Changmin suspiró, limpiando su boca con una servilleta.

—Es bueno cenar algo delicioso, antes del desastre al que Yoochun nos va a obligar mañana.
—Y eso que a ti es al único que le pasa su comida.

Junsu rió antes sus palabras y Changmin sonrió. Pero con respecto a los otros tres, nada sucedió. Changmin bebió agua y Junsu volvió a mirar la comida.

—Yoochun, ¿no piensas comer?

La voz estoica de Jaejoong sorprendió a todos. Yoochun sonrió débilmente, en realidad aquello fue más una mueca, que una sonrisa.

—En realidad no, lo siento Jae. Tengo el estómago un poco revuelto.

Yoochun alejó un poco el plato. Y luego de eso, solo hubo más silencio.




Incomodo, no había otra palabra para explicar lo que había sucedido ese día.

Yunho suspiró, sentado en su cama. Miró el peluche junto a su almohada, lo tomó por unos minutos y sonrió. Dejándolo una vez más en su lugar, miró el techo de su habitación. Debía convencerse de que lo que estaba a punto de hacer era lo correcto.

—Yunho, ¿puedo pasar?

Jaejoong acababa de abrir la puerta, apenas un poco. Sin excusas suficientes tuvo que asentir, y él entro, con los pies descalzos y el pijama puesto. La imagen de Hansae vino a su mente de inmediato.

Un paso algo inseguro y finalmente Jaejoong llegó hasta su cama. Se sentó cerca de sus pies, y subió sus piernas a la cama. Mirándolo fijamente.

—Yunho… Tu sabes que somos amigos, puedes contarme lo que sea, dime ¿ha pasado algo en estos días?
—…No realmente, solo estoy un poco estresado. Es todo.

Los ojos de Jaejoong mirándolo con algo de decepción lo hicieron sentirse todavía más incómodo, Jaejoong asintió, abrazando un poco sus piernas. Yunho dudó, quería contarle, hablar con él. Pero finalmente desistió.

—Haces un rato sonó el teléfono, ¿quién era?
—Oh… Minho. Todavía están hablando.

—¿Todavía? ¿Cuánto tiempo llevan al teléfono, media hora?
—Ya ves, parecen novios cuando se comportan de esa forma.

Compartieron una pequeña sonrisa. Por supuesto que Jaejoong entendió ese cambio abrupto de tema, pero mientras conversaba con Yunho de cualquier trivialidad, entonces todo parecía estar bien. Cuando Yunho quisiera hablar, entonces hablarían.

Así que esa noche, fue como en los viejos tiempos. Se quedaron hablando siquiera hasta las dos de la madrugada y finalmente Jaejoong sucumbió ante el sueño y durmió junto a Yunho en su habitación.




Oh, Yunho y Yoochun se asustaron cuando todo sucedió de acuerdo a lo que Leah les había dicho.

Doce de la tarde, y todos almorzaban, de la mano de Yoochun. Y eso que Yoochun había puesto todo su empeño para que todo saliera bien. Pero cuando Junsu soltó el tenedor y este cayó al suelo, todos miraron con preocupación a Kim.

Junsu sostenía su estómago, con una mueca de dolor en el estómago, visiblemente adolorido, y Yoochun corrió hacía él asustado. Saberlo o preverlo no aminoraba su preocupación.

—¡Su! ¿Te duele mucho?
—Si… No me siento bien, en serio me duele…

Jaejoong se levantó de la mesa, limpió su boca y sacó el celular.

—Voy a llamar al doctor que es amigo del manager, no podemos tenerte así.
—Voy por un abrigo para Junsu.

Mientras Jaejoong hablaba por el celular, Changmin corrió a una de las habitaciones. Yunho se sintió tan débil y asustado con lo que estaba sucediendo a su alrededor que fue incapaz de captar una imagen coherente en se cabeza que no fuera la de Hansae y Leah. ¿Realmente eran su futuro?

—De acuerdo, dice que podemos ir ahora mismo, entraremos por la puerta trasera para evitar que alguien note nuestra presencia. Para evitar llamar la atención. Ustedes acompañen a Junsu; Yunho y yo iremos a cancelar lo del spa, y los alcanzamos enseguida allá.

Yoochun levantó la mirada impulsado por su corazón golpeando violentamente contra su pecho, miró a Yunho y él se levantó de su lugar. Con una expresión seria en el rostro que extrañó a Jaejoong.

—Mejor ve tú con Changmin y Junsu, Jae.  Ya sabes para que lo confortes, eres el que más se preocupa por nosotros y seguramente estarás muy preocupado mientras estemos cancelando lo del spa. Yo iré con Yoochun.

Hubo otra vez ese silencio incomodo. Pero Junsu se volvió a quejar, encogiéndose en los brazos de Yoochun y todos parecieron despertar de ese letargo en que las palabras de Yunho los envolvió.

—Vamos, como sea… Pero ya vamos, que Su se pondrá peor.

Changmin pasó uno de los brazos de Junsu sobre sus hombros y Jaejoong hizo lo mismo. Yoochun le dedicó una última mirada preocupada a Junsu antes que se marchara y él le sonrió diciéndole que no se preocupara tanto.

Cuando la puerta se cerró finalmente y Yoochun notó la mirada de extrañada de Jaejoong, caminó hasta Yunho y frunció el ceño.

—¿Y es que ahora quieres tener hijos conmigo o qué?
—Deja la estupidez, vamos que quiero averiguar si funcionó.
—¿…Qué?

Yoochun no tubo tiempo para hablar por que Yunho lo empezó a jalar del brazo camino hacía la puerta blanca al final del pasillo, entonces Yoochun se exasperó.

—¡Oh, no! Ese espejo no… Por favor…




—De acuerdo esta vez si voy a vomitar.
—Yoochun no… ¡Agh!

Yunho retrocedió en cuanto vio a Yoochun dirigirse al inodoro, abrió la puerta de aquel baño y miró el mismo pasillo blanco de la vez pasada, ¿es que nada había cambiado?

Salió con pasos inseguros, escuchando las arcadas de Yoochun que lo hicieron poner una mueca desagradable. Pero cuando una de las puertas se abrió, se pegó a la pared. Un Jaejoong con el cabello castaño y visiblemente mayor lo recibió, con lentes puestos y un libro en las manos.

Jaejoong arrugó el entrecejo, y endureció sus expresiones.

—¿Qué diablos haces aquí?

Y ese tono de voz fue verdaderamente desagradable, Yunho intentó sonreír, pero Jaejoong solo rodó los ojos.

—Creí que ya no tenías las llaves.
—¿Eh?

—Desde que terminamos creí que no te vería más.
—¿Terminamos?

—Si, tienes razón, terminar no es la palabra adecuada.— Jaejoong torció sus gestos en una sonrisa cruel y Yunho sintió un hueco en el estómago. —…Desde que tú y Yoochun decidieron que ya no podían ocultar lo que sentían pensé que ya no te vería.

—¡¿Qué Yunho y yo, qué?!

Yoochun salió del baño, sosteniéndose de las paredes y con un aspecto débil, pero Jaejoong solo desvió la mirada.

—¿Tú también aquí? ¿Vienen a disculparse o algo parecido? Por que si es así, déjenme decirles que es innecesario.
—¿Pero y Leah y Hansae?

Jaejoong arrugó el entrecejo. —¿Quiénes son ellos?

Yunho abrió sus ojos con sorpresa. El timbre de la puerta sonó, y Jaejoong bufó, dejando el libro sobre una pequeña mesita. Yunho se sintió terrible, Jaejoong se veía tan… Amargado.

—¡Hyung, buen día!
—Hola, Jae.

Vio a Junsu y Changmin mientras abrazaban a Jaejoong a ellos no los había visto antes, y su aspecto maduro lo había tomado por sorpresa. Débil y sin comprender muy bien lo que pasaba, Yoochun se arrimó a Yunho, sosteniéndose de su hombro.

—¿Qué esta sucediendo, Yunho?
—No lo sé…

De pronto Changmin levantó la mirada, y los observó con curiosidad.

—¿Yunho, Yoochun? ¿Que hacen aquí?
—¿No se habían mudado a New York?

Los ojos de los dos se abrieron con sorpresa. ¿Qué ellos? ¡¿Qué?!

Pero la sorpresa final llegó, cuando Jaejoong se movió un poco y entonces pudieron ver las manos de Junsu y Changmin entrelazadas. Yoochun regresó su mirada a furiosa a Yunho, como echándole la culpa de algo.

Y justo en ese instante, Yunho se empezó a sentir mareado.

Pensando seriamente, que debió haber escuchado las palabras de Yoochun.



Si logro atrapar al futuro, estoy seguro
De que algo parecido a la fe se marcara en mí.


Fin de la Segunda Canción.







Extras:


Memorias borradas:

..:: 1 ::..

Junsu gimió de dolor, sobre aquella camilla mientras el doctor lo revisaba. Yoochun lo miraba con preocupación. Y cuando Junsu estiró su mano hacía él. Yoochun no dudó en tomarla con fuerza.

—Estaré bien, Chun. Solo no te vayas.
—Jamás Junsu, jamás me iré de tu lado, lo prometo.

Una sonrisa acudió a los labios de Junsu y cerró los ojos. Con el calor que la mano de Yoochun le transmitía. Confortado de tenerlo cerca y que Yoochun no pretendiera alejarse de él jamás.

..:: 2 ::..


Changmin observó a Yoochun y Junsu. Sonrió por ellos.

Por el apoyo que Yoochun estaba demostrando en esos momentos y por que Junsu parecía un poco más calmado. Esperando que ese mal rato pasara pronto.

—¡Hyung!

La voz de Minho lo hizo girar, y sonrió un poco cuando Choi posó una mano sobre su hombro.

—¿Está todo bien?
—Creo que si, solo va a ser un susto.
—Me alegro.

Minho miró distraídamente hacía las tres personas dentro, inconsciente de que los ojos de Changmin se habían posado en su rostro, de que lo miraban con calidez, de que su presencia había logrado arrancarle una sonrisa a Shim, y que su mano siendo tomada por la del mayor no solo lo estremecía a él, sino también al mismo Changmin.

—Vamos por un poco de café a la cafetería.

Nervioso como estaba, solo asintió. Dejándose guiar por la mano de Changmin. Y respirando profundo cada que podía.

..:: 3 ::..


Jaejoong se arrepintió.

Luego de haber cancelado lo del spa, a pesar de que Yunho le había pedido que no siguiera al pequeño gatito que había visto, él lo ignoró, llamó al gatito, viendo sus ojos verdes y hermosos se vio obligado a seguirlo, con el irrefrenable deseo de poder llevárselo para cuidarlo en casa.

Yunho le había pedido que lo dejara, pero él una vez más lo había ignorado, lo persiguió hasta la pequeña bodega, y cuando al fin lo estuvo entre sus brazos, no muy seguro de cómo paso. Las puertas se cerraron, y Yunho lo miró echándole la culpa.

Y llevaban media hora ahí, sentados en el suelo de aquella bodega, con el gatito pasándose por entre sus piernas. Miró a Yunho y él solo parecía concentrado en suspirar, viendo pasar los segundos. Seguramente por no saber nada de Junsu.

—Yunho… ¿Estás molesto conmigo?

Cuando recibió una sonrisa como respuesta su cuerpo entero se alivió, la mano de Yunho sacudió sus cabellos. Ciertamente, Jaejoong odiaba eso, por que desbarataban su peinado, pero solo a Yunho se lo  podía permitir. Solo Yunho tenía ese privilegio.

—Jamás podría enojarme contigo, Jaejoong.

Su corazón palpitó, intensa, fuertemente.

Yunho apoyó la cabeza en su hombro, muy cerca de él. Cansado evidentemente y las manos de Jaejoong se posaron lentamente sobre ese cabello algo corto, sus dedos se pasearon por las hebras de ese cabello y una sonrisa acudió a sus labios.

Esa paz… Ese momento, eran únicos.

Apresado a esa emoción, Jaejoong lo comprendió, mientras veía el perfil de Yunho, sus ojos cerrados, el peso de su cuerpo junto a él. A su lado, Jaejoong comprendió lo que le pasaba. Y fue como si un peso se le quitara de encima.

Experimentando un alivio, encerrándose en el amor. Jaejoong comprendió que se había enamorado de su amigo, su líder, su Yunho. Acarició su cabello un poco más. Ya no tan impaciente por que alguien llegara a abrirles o no.

..::..::..::..


Nuevas Memorias:

..:: 1 ::..


Minho llegó corriendo, vio a Jaejoong pelear por teléfono con alguien, pero justo en ese momento se apresuró en buscar a Changmin, sin embargo no lo vio por ninguna parte, cuando se fijó en la habitación, Junsu estaba ahí.

Se retorcía sobre la cama, con muecas de genuino dolor, estiraba su mano hacía Changmin. Y él solo lo miró un poco confundido.

—Min… No me dejes solo por favor… No me gusta estar enfermo.

Unos segundos después, no muy acostumbrado a ese tipo de situaciones, Changmin tomó la mano de Junsu y la empezó a apretar con fuerza.

—Está bien, hyung. No me voy a mover de aquí hasta que te sientas mejor, lo prometo.

Como si el corazón estuviera siendo estrujado, Minho retrocedió un poco. Sintiéndose fuera de lugar. Viendo a Changmin preocupado por Junsu, viendo la unión de sus manos. Y como por arte de magia, sintió todos sus momentos con Changmin empezar a desaparecer.

..:: 2 ::..


—¡¿Cómo que debimos cancelar antes de la hora establecida?!— Jaejoong arrugó el entrecejo, con el celular en las manos y discutiendo aún con aquel hombre al teléfono. –Pero si Yunho y Yoochun fueron a cancelar la reservación hace como una hora y media.

Imposible, nadie ha llegado a cancelar la reservación. Por lo tanto se les cobrara igualmente.

Indignación, pura e incomprensible fue lo que recorrió a Jaejoong, apretó el celular en sus manos con fuerza y suspiró.

—Está bien, entiendo. Gracias por todo.

Cortó con la llamada, tal vez un poco bruscamente pero para ese momento solo desvió su mirada hacía el suelo. Con el entrecejo arrugado. Y apretando el celular con más fuerza.

—¿Dónde diablos han estado todo este tiempo esos dos entonces?

Imposible de reconocer, los celos invadieron su ser. Y se plasmaron en su mirada escrutiñadora cuando los vio en el departamento unas horas después. Ellos nunca habían salido de ahí.

1 Comentarios:

  1. No puedo creer q Yunho no pueda aceptar sussentimientos y x ello no soloarruinar su vida sino también la d los demás T-T

    ResponderEliminar

Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD