Mi pecho sobre tu espalda, suda.
Unas horas antes:
La película la había escogido Yunho.
Y como Yoochun había imaginado, había resultado un asco.
¿A quién en su sano juicio le interesa una película sobre búhos?
El punto era que Yoochun tenía dos opciones, empezar a dormirse discretamente sobre el sillón o fingir que la película le interesaba y comentar algo que armara una charla decente, y lo segundo no iba a pasar. ¡Dios! Rio, la película de esos pájaros había resultado más divertida que esta.
Casualmente, ahora que lo pensaba… Yunho siempre lo invitaba a ver películas de animales.
Yunho no tenía ninguno, así que pensó que sería buena idea regalarle uno en su cumpleaños.
Bostezó otra vez y reacio a dormir tan temprano, se levantó.
—¿Eh? ¿Vas a la cocina?
—Si, más o menos.
—¿Me traes agua?
—Voy a traer algo mejor, eso tenlo por seguro.
Yunho elevó una ceja. Igual de confundido, pero solo siguió con la mirada a Yoochun unos segundos, hasta que claro su cuerpo estuvo lo suficientemente lejos como para poder seguirlo. Así que se distrajo con la película un rato más. Cuando escuchó el sonido hueco de un corcho fuera de una botella giró inevitablemente.
—¡Y esto amenizará noche!
Yoochun venía con dos copas en una mano y en la otra una botella con vino.
—No te aproveches, no es un nuestra casa.
—¿Y eso qué?
Cuando Yoochun se hubiera sentado junto a Yunho una vez más, el olor de ese delicioso vino opaco las buenas intenciones del mayor, que agarró rápidamente una de las copas, viendo el vino tinto caer lentamente, y haciéndolo ver más delicioso.
—¿No es magnifico? Hace mucho que probaba un vino tan bueno.
Yunho asintió degustando el sabor embriagante de aquella bebida, que por suerte, Yoochun sabía escoger a la perfección, pensó entonces, cuando el vino viajaba por su garganta y dejaba un rastro de sabor exquisito por su lengua, que un par de botellas de más no estarían tan mal.
…
…
—¡¿Y recuerdas cuando Changmin cayó por culpa de mi patineta?!
—¡Eso fue estúpido! ¡¿Por qué pediste una patineta en navidad si odiabas los deportes?!
Yoochun elevó los hombros y ambos estallaron en risas a carcajadas, con las copas aún en sus manos y la vista un poco turbia ante tanto alcohol que venían ingiriendo en lo que quedaba de la noche. Yunho intentó levantarse. Pero tropezó con una de las botellas en el piso y cayó nuevamente en el sillón.
—¡Shh! Yunho, no hagas ruido…
—Sí, lo sé… La botella se atravesó.
Yoochun rió bajito, con una mano en su boca indicándole a Jung que guardara silencio y él asintió. Sin terminar de entender por que debían guardar silencio cuando no había nadie más que los empleados en la casa.
—Hace unos días vi un comercial muy sexy… Era de un tipo de cabello azabache, algo largo. Tenía la camisa abierta y movía su cabello así~
Cuando Yoochun empezó a mover la cabeza de un lado a otro, Yunho volvió a reír.
—¡No esas idiota! Ese eras tú, grabaste ese comercial hace dos semanas.
—¡Por eso te digo que era un tipo sexy!
Yoochun mordió su labio inferior, de pronto borrando la sonrisa en sus labios, moviendo el vino dentro de su copa y fijando la mirada en el suelo, con esas mejillas algo sonrosadas todavía.
—¿Yoochun?
—Creo… que estoy enamorado, ¿sabes?
Fue automático, la sonrisa de Yunho se borró también, sosteniendo con fuerza la copa en sus manos.
—¿En serio? ¿Tan fuerte es lo que sientes?
Miró la copa vacía que tenía en las manos y tomó la botella con vino sobre la mesa, bebiendo directamente su contenido. Sin molestarse en servir, y Yoochun seguía sin contestar. Como analizando su respuesta pronta.
—Creo que sí, y estoy asustado por eso.
—No hay nada de malo en eso, Yoochun. Enamorarse es algo que todos quieren lograr.
—Es que estoy haciendo tantas cosas por estar a su lado, por que me mire al menos una vez de la misma forma en que yo lo hago. No sé si es amor, pero ojalá lo sea, en realidad me gustaría estarlo. Por que es la persona más maravillosa que se ha cruzado en mi vida, a pesar de la horrible persona que soy, de mis tonterías, a pesar de todo. Aún así no me ha dejado, a pesar de todos los años que han pasado.
Yoochun apretó la copa en sus manos y bebió el poco vino que le quedaba, soltando un suspiro largo ante la repentina confesión, y lo desnudo que se sentía por primera vez frente a su mejor amigo.
—No sabia que fuera tan intenso lo que sentías por Boa. Ni que todos estos años, fueran tantos para ti.
Los ojos de Park se levantaron inmediatamente hacía el rostro de Yunho y el tono algo apagado de su voz, lo miró por un largo rato. Directo a sus ojos, por que cuando el tiempo fue suficiente, velozmente Yunho volvió a dibujar una sonrisa en sus labios.
—No te me vayas a poner melancólico Yoochun, que tú no eres así. Tú eres un borracho feliz, sociable y medio stripper.
Yoochun volvió a reír ante las palabras de su amigo, y asintió constantemente. Robándole de las manos a Yunho la botella y bebiendo de ella también.
—¡Ahora que lo mencionas! Tú y yo deberíamos fingir que tenemos sexo.
Yunho tosió sorprendido. Con una mano tapando su boca y regresando su mirada hacía Yoochun lo más rápido que su impertinencia se lo había permitido.
—¡¿Qué?!
—Lo que escuchas, es para que los empleados le chismoseen a los demás que lo hicimos.
—¡Claro que no!
Yunho se levantó del sillón. Con su rostro indignado y agitando las manos con fuerza.
—¡De ningún modo, Yoochun!
—¡Yunho! ¡Reconciliación sin sexo, NO es reconciliación!
—¡Pues será en tu mente ninfómana! Por que yo me he reconciliado contigo después de nuestra absurda pelea y no necesito tenerte gimiendo bajo mi cuerpo para saber que todo esta bien otra vez.
—¡Pues yo si lo necesito!— Yunho abrió los ojos asustado. —¡Me refiero a fingir! ¡¡Para que los demás lo crean!!
Yunho negó vehementemente, agitando sus cabellos y mareándose en el proceso por el licor, y el viento horrendo que se colaba por las ventanas de la sala.
—¡De ninguna forma! ¡NO!
—¡Maldición, Yunho! ¡Todos esos son nuestros amigos! ¡¿De verdad crees que se van a tragar la pastilla de que TÚ saliendo CONMIGO en una noche sola para nosotros, en plena reconciliación y no tuvimos sexo desenfrenado?!
—¡Maldición!
Yunho pateó con fuerza el suelo, arrugando el entrecejo y retrocediendo un paso cuando Yoochun se levantó.
—¿Ves?
—¡¿Por qué tienes que ser tan malditamente pervertido?!
—¡No lo soy! …Ó bueno al menos, no te consta.
Yunho entrecerró los ojos y Yoochun solo pasó una mano por su cabello, dando un paso que hizo que trastabillara un poco y su amigo en vez de agarrarlo solo se alejó un poco más. Por lo que Yoochun tuvo que agarrarse de una de las mesas.
—Yoochun… ¿Tengo que escucharte gemir fingidamente dentro de una habitación compartida?
—No tienen que ser fingidos.
Yoochun rió ante la expresión de Yunho y agitó un poco su mano.
—Bien, baja la voz Yunho… que el objetivo es que los empleados se lo crean.
—Pero…
Hábilmente Yoochun agarró a Yunho por la camisa, y sus bocas se encontraron una vez más, en un movimiento acompasado en el que Yoochun pegó un poco más su cuerpo al de Yunho y este gimió dentro de sus bocas, provocando que las manos de Yoochun viajaran a ese cuello.
Cuando los labios de Yunho se alejaron, Yoochun arrugó el entrecejo.
—Dijiste que sería fingir.
—¿No te gustan mis besos?
—¿Qué? …no… es decir…
Justo antes de que Yunho ideara algo concreto que decir, prefirió volver a la boca de Yoochun y ambos retroceder nuevamente hacía el sillón, cuando la impulsividad de Yunho atacó a Yoochun. Él solo se dejó guiar, con su espalda contra el mueble y el cuerpo de Yunho entre sus piernas.
Con esos labios que se movían sobre los suyos y apresaban el poco aire que le quedaba. Con sus manos viajando a gusto por la espalda del mayor y con las manos de Yunho en su cintura, aún sin atreverse a tocar piel, por que se mantenían correctamente sobre la camisa.
Yoochun entonces empujó el cuerpo de Yunho sobre el suyo y terminó recostado sobre el sillón.
Era fingir… Era solo eso…
El problema es que se les estaba saliendo de las manos, por que Yoochun se movió inadecuadamente y Yunho tuvo que romper el beso, con un gemido ahogado entre sus bocas y sus narices rozándose. Yoochun sabía que si lo dejaba pensar, Yunho se alejaría, así que volvió a su boca. Con el poco aire que había acumulado en ese rato.
¿Qué estaba haciendo?
Se estaba perdiendo en esa sensación exquisita que no había sentido desde aquel beso torpe en el balcón de Rain. Yunho volvía a sacudir sus planes. Y lo atraía irremediablemente una vez más. Se movió ágilmente, hasta dejar que Yunho se recostara contra el mueble, boca arriba, con él sobre su cuerpo.
No estaban pensando, eso era ya obvio.
—Te aseguro lo que quieras a que demoran un par de horas en llegar, ¿qué dices?
La mano de Yoochun jugó sobre la camisa de Yunho, de una manera insinuante, nublando la consciencia del mayor, haciéndolo perderse entre su sonrisa y los rojos que estaban sus labios. El corazón se agitaba con fuerza, era un ‘no’ lo que debía salir de sus labios.
Pero Yoochun se agachó contra su cuerpo, con esos labios rojos e hinchados cerca de su oído.
—Yunho… vamos a la habitación. Tú, yo y la ropa NO está invitada.
El cuerpo de Yunho sufrió sacudidas internas, las suficientes como para que sus pensamientos quedaran olvidados en algún rincón y tomara con fuerza las mejillas de Park, para tenerlo a su disposición una vez más. Y besar sus labios una vez más.
Esos labios rojos e hinchados por sus besos.
…
…
La puerta se cerró bruscamente, con el cuerpo de Yoochun estrellándose contra la puerta.
Yoochun estaba aferrado a ese cuerpo, con sus manos en la espalda de Yunho, por que lo conocía y no quería que de pronto emprendiera la huida, y su boca devoraba la del otro, con una necesidad absoluta, con su cadera moviéndose impulsivamente cada tanto contra la de Yunho.
Por que Yoochun pronto sintió que ese buzo que llevaba puesto le causaba un calor insoportable. Las manos de Yunho se metieron bajo ese buzo, esas manos calientes que tocaron su piel y lo hicieron gemir como si estuviera a punto de terminar. Sus labios apresaron los de Yunho, pero cuando él subió las manos por su espalda.
Fue inevitable, Yoochun mordió el labio inferior de Yunho y jaló un poco de él. Alejándose lo suficiente como para sonreír victorioso y quitarse el buzo frente a él, con su torso desnudo Yoochun pudo sentir la vista de Yunho sobre su cuerpo con más intensidad que antes.
Así que las manos de Jung lo empujaron contra la puerta una vez más, con algo de fuerza que lo hizo chocarse contra ella y gemir de dolor. Pero Yunho compensó aquello de manera inmediata. Por que se pegó a su cuerpo otra vez y lo fundió contra la puerta con su presencia.
Atacando su boca nuevamente, con esas manos calientes alrededor de su cuello, acariciando, acelerando el puso y sus sentidos. Intencional o no, Yunho colocó una pierna entre las de Yoochun y él gimió en medio del beso, removiéndose vilmente cual virgen entre los brazos de algún experto.
Yoochun estaba perdiendo la noción de lo que sucedía, como si simplemente las caricias y los besos de Yunho lo idiotizaran y él no pudiera demostrarle a Yunho ni la mitad de cosas que sabía que hacer, por que sencillamente parecía derretirse entre los brazos de Jung.
Así que cuando Yunho presionó la rodilla contra su miembro. Yoochun rompió el beso, sofocado con un jadeo necesitado escapando de su boca, agachando la cabeza y el pecho subiendo y bajando apresurado. Se estaba excitando con tanta facilidad que Yoochun quería creer que era culpa del alcohol.
Sin embargo Yunho no planeaba darle tregua, por que atacó su cuello. Lo mordió, lamió, y Yoochun solo movió un poco su cabeza, para que Yunho tuviera libre albedrio de hacer con su cuello lo que le placiera, el cuerpo de Yoochun se levantó del suelo incitado por un par de veces más, cuando Yunho se restregó contra él.
Yoochun se cansó de solo tocar la ropa de Yunho, así que aprovechó la camisa de botones de Yunho y sonrió.
—Ni se te ocurra, no la dañes.
Y aquel comentario, le sonó a Yoochun como si en realidad tuvieran experiencia entre ellos, pero poco le importó, por que sostuvo con sus dos manos la camisa y jaló con fuerza de ella, logrando que los botones cayeran por el piso hasta que finalmente tuvo los abdominales de Jung a su alcance.
Sus manos tocaron lentamente, como descubriendo, sintiendo el estómago de Yunho contraerse en cada toque. Como si su solo tacto lo excitara un poco cada más. Cuando Yunho había empezado a bajar por su hombro, con la boca dejando su camino de besos en él. Yoochun decidió que era su turno.
Para que Yunho, se derritiera en sus brazos.
Así que fue más sencillo de lo que esperaba, por que cambió las posiciones y colocó a Yunho contra la puerta.
—¿Qué planeas?
—Ya verás.
Yoochun sonrió, de esa manera que tan bien quedaban plasmadas en las fotos que hacía, sus manos acariciaron el torso de Yunho y él lo observó curioso hasta que sintió las manos de Yoochun empezando a desatar su cinturón, abriendo casi de inmediato los botones en su pantalón y cierre.
Cuando Yoochun empezó a besar sus pectorales, con cortos besos fue como una corriente eléctrica recorriéndolo por completo. Yunho echó la cabeza hacía atrás, golpeando un poco la puerta, y cuando sintió esos labios cerca de su ombligo por instinto su cuerpo se pegó más a la puerta.
Por que ya no era una corriente eléctrica, esta vez eran como agujas que se internaban en lo profundo de su ingle. La boca de Yoochun era caliente y besaba la zona cerca del borde su bóxer. Yunho cerró los ojos, por que pronto sintió que el aire no llegaba correctamente a sus pulmones, o por lo menos no entraba el suficiente aire.
—¡No, espera!
Las manos de Yunho se posaron sobre la cabeza de Yoochun, con su pecho subiendo y bajando impetuosamente, con la vista algo nublada y los pensamientos entre cruzados. Park levantó la mirada confundido, con las manos en el borde de los bóxer oscuros de Yunho, y extrañamente el mayor continuó callado.
—No… no estamos pensando correctamente… es más yo en este momento no quiero detenerte… pero.. ¡Agh!
—¡¿Yunho se puede saber por qué maldita razón estás pensando en este momento?!
—¡No lo sé!
Sus peleas por lo general siempre duraban mucho tiempo, así que Yoochun imaginó que todo había caído en desgracia, gracias a la estúpida moral de su mejor amigo. Pero contrario a lo que esperaba Yunho se dejó caer al suelo y agarró su rostro con fuerza, con otro beso, apasionado, húmedo.
Los ojos de Park se abrieron en extremo, por que Yunho lo besaba, ni siquiera cómo hace unos minutos sino que prácticamente intentaba robarle el aire de los pulmones, porque solo lo besaba y Yoochun volví a excitarse, luego como si el peso del cuerpo de Yunho fuera demasiado, Yoochun se dejó caer contra el suelo. Con el cuerpo de Yunho sobre él.
Con la adrenalina en sus venas, con la excitación en los poros de su piel.
Y sus pechos desnudos hicieron contacto, provocando un hielo extenderse, que extrañamente en vez de frío provocaba más calor, así que fueron las manos de Yoochun las que volvieron a bajar y tocaron los glúteos de Yunho, apretándolo con fuerza y logrando que inevitablemente Yunho se moviera en una pequeña embestida sobre él.
Ese primer movimiento los hizo separar sus bocas, con jadeos descompasados a dos centímetros de sus labios, con el aire caliente chocando contra sus rostros. Yoochun era consciente de que aún tenía los pantalones puestos, que Yunho aún tenía los bóxer y aún así, ese movimiento logró excitarlo en niveles insospechados.
Yunho volvió a su boca, esta vez moviéndose no solo por el agarre de Yoochun sino también por voluntad propia. Restregándose contra el cuerpo de Yoochun. Con un vaivén que un inicio iban separados por varios segundos y que pronto Yoochun se encargó de acelerar.
Con el sudor empezando a recorrer la espalda de Yunho, enfocándose en su pecho también, y el cuerpo de Yoochun empezaba reflejar todo ese calor, por que su cuerpo entero empezaba sudar también, y los gemidos de su boca parecían ya no encerrarse en sus besos.
Por que cuando sintió las manos de Yunho empezar a abrir su pantalón, perdió noción de lo que sucedía y sus manos perdieron fuerza, cayeron al suelo y apretaron las alfombra bajo su cuerpo, por que Yunho seguía moviéndose sobre él y Yoochun perdía la capacidad de respirar o pensar en esos momentos.
Solo podía sentir ese vaivén incitante de sus pechos en contacto continúo, del sudor que lo empezaba a cubrir y de lo mucho que le gustaban esos besos. Así que cuando su celular empezó a sonar, sobre la mesa del cuarto cerró los ojos, fingiendo que no lo escuchaba, pero Yunho levantó la cabeza y Yoochun abrió los ojos otra vez.
—No te detengas. No te atrevas.
—Pero…
—¡Maldición, concéntrate! Me tienes gimiendo debajo de ti.
—Puede ser importante…
—¡Demonios hasta a mi se me bajo al ver tu cara de estúpido!
Yoochun se sacó a Yunho de encima, tomó su celular e intentó apagarlo, pero le pedía clave, la verdad es que no quería llenarse de otra sensación que no fuera seguir excitado, así que cuando le pidió la clave, y la verdad él difícilmente podía pensar adecuadamente, hizo lo primero que se le ocurrió. Lanzó el celular contra la pared y el ruido terminó.
Yunho arrodillado en el suelo elevó una ceja, y Yoochun soltó una pequeña risa.
—Listo, ven acá.
Y las manos de Yoochun jalaron por el cuello de la camisa a Yunho haciendo que se volviera a levantar. Y buscaran su boca por instinto, Yoochun terminó su trabajo anterior y le quitó la camisa al mayor, dejando que esta cayera por algún lugar de la habitación.
Yunho por primera vez adoró el carácter terriblemente impulsivo de Yoochun por que en cuanto sus bocas volvieron a unirse y Yoochun lo estrelló contra una de las paredes, lo que le hacía pensar que ambos tenían un fetiche extraño contra las paredes, él volvió a gemir.
Con su espalda pegada a la fría pared y su pecho contra el pecho sudoroso y caliente de Yoochun, envuelto por esos labios y las manos de Park que tocaban una vez más su estómago, espalda, y todo lo que estuviera al alcance de sus manos.
Yunho no está seguro de que instinto primario lo llevó a tomar a Yoochun por la cadera y hacerlo girar. Pero ese armario estaba junto a él, imponente y demasiado alto para su gusto. Así que colocó a Yoochun cara a cara contra la madera de aquel enorme armario.
Un gemido abandonó los labios del menor, Yunho apenas podía ver el perfil de su rostro girado hacía él y su mano derecha viajó hasta ese estómago plano a su alcance, esa piel desnuda contra su pecho. Con el sudor de su espalda haciendo contacto con él.
Tan cercano… Tan caliente… Tan consumiente…
Y hundió su mano en aquel vientre. Acercándolo a su cuerpo un poco más y la cara de Yoochun se pegó más a la madera, pero sus glúteos golpearon contra el miembro de Yunho. Y el gemido que abandonó sus labios fue alto, grave y profundo.
La mano de Yoochun viajó sola sobre la madera, tratando de sostenerse de ella por que de pronto las piernas perdían su fuerza y las piernas le temblaban y cuando la mano de Yunho se posó sobre la suya, apretándola con intensidad, con esos movimientos de cadera contra su cuerpo incrementándose. Yoochun tuvo que morder su labio con más fuerza.
El calor se desarrollaba con más intensidad en su pecho, en el hueco en el estómago y en su cabeza que no pensaba correctamente. En que ya ni siquiera estaba escuchando, y su boca estaba abierta. Yoochun gemía sabía que sí, pero su cuerpo se movía solo, no escuchaba solo estaba enloqueciendo.
A un punto desconocido, que el cuerpo de Yunho tras el suyo complementaba inadecuadamente.
Y los labios de Yunho bajaron a su cuello, por entre ese cabello, mordiendo con fuerza justo del lado derecho.
Y el momento llegó, ese preciado momento cuando cierras los ojos y todo pierde su rumbo. Cuando el mundo deja de girar por un instante. Y te falta el aire, cuando el pecho parece detenerse y tu cuerpo erguirse en un movimiento contradictorio.
Con ese gemido gutural abandonando sus labios. Yoochun supo que había llegado al clímax.
Y Yunho tras él, gimió. Muy cerca de su oído.
Yoochun pudo notarlo, Yunho seguía excitado, así que se movió un poco, lo suficiente como para que Yunho terminara con sus movimientos desenfrenados, y unos segundos después prácticamente se lanzara sobre su cuerpo, logrando que aquel enorme armario de pronto se moviera.
Una sonrisa surcó por sus labios. Con el gemido apagado de Jung aún perforando sus oídos.
Las piernas perdieron esa fuerza, y Yoochun no soportó más, por que su cuerpo cayó al suelo y el de Yunho junto a él. con las respiraciones agitadas y sus pechos subiendo y bajando. Boca arriba, Yoochun miró el techo dentro de la casi completa oscuridad de su habitación.
Yunho en cambio tenía los ojos cerrados, tratando de recordar como se respiraba.
Yoochun no estuvo muy consciente del momento en que aquel suelo no le pareció tan frío, pero en un momento cerró los ojos y olvidó que tenía que hacer muchas cosas antes de dormir. Y al parecer, Yunho también perdió la noción del tiempo y lugar.
…
…
Boa a las ocho de la mañana, del día siguiente, miró la puerta fijamente.
Era la quinta vez que levantaba la mano dispuesta a golpear la puerta que Yoochun y Yunho compartían, y era la quinta vez que se arrepentía.
Es decir, ¿cuántas posibilidades había de que ayer hubieran estado fingiendo solo para asegurar que salían de verdad?
Bueno, Yoochun es así de loco e impulsivo.
¿Pero Yunho?
La mujer sacudió sus cabellos, negando vehementemente ante la idea, y volvió a levantar la mano, hasta que claro, escuchó una de las puertas de las habitaciones abrirse, y vio a Changmin salir de la habitación de Junsu.
—¿Vas a despertarlos?
—Eso intento, pero no agarró el valor.
—Tienes suerte Boa. Tú no los oíste lanzarse contra las paredes toda la noche. Debieron darles una habitación a kilómetros de aquí. Me traumaron de por vida.
Junsu salió de la habitación, restregando un poco sus ojos y apoyándose en el resquicio de la puerta.
—No fue toda la noche, Changmin. No exageres.
—Pues tal vez no fue toda la noche, pero fue lo suficiente como para traumarme más de lo que ya estaba.
Los pasos suaves de alguien por el pasillo hizo a los tres girar. Jaejoong caminaba hacía ellos, restregando sus ojos, con una almohada y una manta bajo el brazo. Logrando que Boa arrugara el entrecejo confundida.
—¿Dónde dormiste, Jaejoong?
—En la sala de estar, hubo… mucho ruido.
—¿Vieron?
Changmin estiró su brazo hacía la habitación de su hermano y el estúpido con el que salía, pero Junsu lo codeó de inmediato, logrando que Boa rodara los ojos y volviera a ponerse frente a la puerta.
—¡Oigan, ustedes dos!— Golpeó la puerta con fuerza, varias veces. —¡¡Se levantan de una buena vez por todas o no desayunan!!
Le dio incluso una patada a la puerta y luego suspiró. Girando hacia donde los otros tres muchachos la miraban asustados.
—Eh… El desayuno ya está servido, bajen lo más pronto.
Con una leve venia, Boa se marchó. Jaejoong acotó que se daría una ducha primero y Changmin solo bufó antes de ir hacía su habitación para poder cambiarse de ropa. Confundido del por qué, Junsu miró a Changmin marcharse y entrar a su habitación.
Sonrió suavemente y agachó la cabeza.
Aunque Changmin se la había pasado quejándose.
Finalmente no había sido tan molesto. Y Junsu tuvo que sacudir su cabeza con fuerza, en el momento exacto cuando se fijó que se había quedado parado mirando al menor marcharse. Sonrió despreocupadamente y regresó a su habitación. Riendo ante lo estúpido de esa situación.
…
…
Yoochun había escuchado algo de bulla.
No estaba muy seguro pero le parecía que si. Además de los gritos de Boa.
Restregó sus ojos y se descubrió en el suelo, en el suelo frío de la habitación, pegajoso e incómodo, semi desnudo y con el sol pegándole en la cara.
—Pero… ¿qué diab…?
Sus ojos se abrieron estratosféricamente y eso molesto dolor de cabeza dio señas de vida, tanto que Park tuvo que llevar una mano a su cabeza, sentado y con una expresión de dolor. ¿Qué tanto pudieron haber bebido la noche anterior? Retrocedió cuidadosamente, hasta que su espalda chocó infructuosamente con una de las esquinas del armario tras de él.
Y Yoochun giró horrorizado.
Como si al ver a aquel enorme armario de madera sus memorias regresaban, el licor, el sexo, la necesidad, la adrenalina, las mordidas, su pobre celular destrozado en el piso, su cara contra aquella madera, la mano de Yunho sobre la suya y sus cuerpos agitados y sudorosos jugando a tratar de ser uno.
¡Había gemido como una puta, demonios!
Y bueno, Yunho no se había quedado atrás, pero se suponía que él era mil veces más experto que el propio Yunho, ¿por qué entonces había perdido el control así? Sacudió la cabeza con fuerza, eso no era lo importante.
¡Lo importante es que Yunho y él se habían restregado como conejos por toda la habitación!
Yoochun miró de un lado a otro en la habitación, descubriendo que en verdad si habían ‘disfrutado’ toda la habitación. Luego pensó que debía moderar su vocabulario, por que pensar de ese modo lo hacía sacudir bestialmente la cabeza.
¡Es más! Tenía un plan, arroparía a Yunho y él se iría a bañar, luego diría que se fue a dormir temprano, y que si él tuvo sueños húmedos no era su problema. No era un buen plan. Pero era lo único que podía pensar. No estaba seguro de cómo enfrentar la cara de Yunho esa mañana.
Así que se levantó con cuidado sin contar con el espacio físico a su alrededor.
Es decir, el pie derecho de Yoochun chocó con la pierna de Yunho, perdió el equilibrio y cayó estrepitosamente sobre el cuerpo de su amigo. Quien gimió adolorido por el impacto.
—¡Agh, maldición!
—¡¿Yoochun, que demonios te pasa?!— Yunho medio enfocó el cuerpo de Yoochun y arrugó el entercejo, notando que no estaba limpio, no estaba vestido y Yoochun tampoco. —¡¿Qué demonios haces medio desnudo sobre mi cuerpo?! ¡¿Por qué DIABLOS ESTOY YO DESNUDO?!
—¡Shh! Calla Yunho, que todos nos van a escuchar.
—¡Me importa un rábano!
Yunho hábilmente quitó a Yoochun de su cuerpo. Empujándolo en el proceso y dejando que cayera sentando en el suelo. Jung miró su pecho desnudo y jaló su camisa del suelo para medio ponérsela. Yoochun solo bufó, moviendo el flequillo que caía por su frente.
—Supongo que esa asquerosidad de ‘No eres tú, soy yo’ no sirve en estos instantes, ¿cierto?
—Por supuesto que no idiota. Además no es esa la frase.
Yunho llevó una mano a su cabeza, algo agachado por el dolor que lo había azotado, producto de la resaca. Y del mismo modo, los recuerdos llegaron, tan vividos como si apenas hubieran sucedido hace minutos.
—Entonces, ¿cuál es?
—‘Fue un error, no volverá a pasar. Olvidémoslo. No dañemos la amistad’ y otras más que ya no recuerdo por que me duele mucho la cabeza.
Yoochun sonrió un poco. No estaba seguro si la razón por la que Yunho no despotricaba en su contra era por que estaba con mucha resaca o en verdad no le importaba. Aunque realmente Yoochun declinaba por la primera, pero solo suspiró y Yunho se levantó para poder sentarse sobre la cama.
—Mira Yoochun, tú tienes una relación tórrida con Boa, que yo no comparto por que Rain es una gran persona, solo te lo paso por que eres mi mejor amigo, te debo más fidelidad y apoyo además por lo que dijiste ayer parece que no es solo un juego para ti, pero yo… solo dejémoslo como que yo hace mucho que no estaba con alguien y tu estabas frustrado por lo del viaje.
Al parecer en verdad Yunho estaba muy cansado y con una resaca enorme condenándolo a verse algo agotado y débil, por lo que Yunho se levantó con cuidado, con suaves movimientos avanzó hasta él, como si de pronto estuviera hipnotizado y su cuerpo se moviera solo.
—Entonces cerremos este ciclo aquí.
Los labios de Yoochun se juntaron a los de Yunho, en un pequeño agarre de sus labios que profundizó el contacto con aquel labio inferior, y el corazón de Yunho palpitó ferozmente, con los ojos muy abiertos, mientras su mejor amigo se alzaba un poco para soltar un jadeo corto entre sus labios.
Esos labios de Yoochun que se mostraron gruesos y levemente rojos cuando se alejaron y quedaron a una distancia prudente.
—Voy a ducharme.
Y como si hubiera sido un apretón de manos Yoochun se dirigió a la ducha, sacudiendo un poco su cabello. Yunho se quedó ahí, con una mano cerca de su pecho. Confundido de por qué de pronto el malestar se le había olvidado y solo se había concentrado en la aceleración de su pulso y corazón.
Luego reaccionó, y el dolor de cabeza volvió.
—Estoy estúpido…
Y con ese último suspiro, casi confesión. Yunho se dejó caer sobre la cama boca arriba, con un brazo tapando sus ojos de ese molesto sol que empeoraba su penosa situación. Necesitaba una ducha y mucho café.
…
…
El primer desayuno en la finca fue más que incómodo.
Todos miraban a Yunho y Yoochun, con una intensidad que hacía que Yunho solo quisiera regresar a la cama. Y Yoochun solo parecía despreocupado con ello, por que el malestar era mayor. Yunho ajustó las gafas a su cara, habiéndose disculpado antes por usarlas durante la comida.
Y Yoochun solo bajó un poco más la gorra en su cabeza.
—Mira que están hechos un asco.
Changmin torció un poco la boca, y Junsu sonrió ante el gesto.
—Cállate, mocoso.
—¡Ven, cállame tú, maldito pervertido! Yunho jamás se ha emborrachado de esa forma.
—¡Ah, por favor! ¡¿Ahora me vas a decir que yo me aproveché de él?! ¡Entérate que no es la primera vez que tenemos sexo desenfrenado y sofocante y azorado y caliente y…!
—¡¡Yoochun!!— El grito de Yunho hizo que incluso Boa diera un pequeño salto en su lugar, Jaejoong tapó su rostro y Rain solo fingió que no había escuchado nada. Así que Yunho volvió a dirigirse a su amigo. –Creo que ya todos entendieron.
Yoochun rodó los ojos y trató de comer algo de fruta.
—Parece que nuestra llegada temprana no estaba entre sus planes, ¿verdad?
Junsu se dedicó a jugar con el jugo en sus manos, con una sonrisita divertida en el rostro. Logrando que su despreocupada pregunta hiciera sonrojar a Jung.
—¿Tanto así nos escucharon?
—Si, los oímos en toda la expresión de la palabra.
Yunho tosió azorado, el poco pan que había metido a su boca y Yoochun velozmente golpeó un poco su espalda.
—No te pongas nervioso Yunho, ellos no tienen doce años para no saber lo que estábamos haciendo.
—Yoochun cállate.
—Oh, ¿no es una cosa preciosa? Se sonroja por el hecho de que…
—¡Ya cállate!
Yoochun contrario a quedarse tranquilo, abrazó a Yunho y este solo se removió incómodo, provocando risas en la mayoría de los presentes.
—Curioso…— Changmin levantó el tenedor en dirección a los dos, y afiló la mirada. –Yunho no quiere que Yoochun lo toque, y sin embargo Yoochun es el que está repleto de morados por todo el cuello.
Justo en ese momento, apenas en ese instante Yunho giró al cuello de su amigo, quien por primera vez se había intimidado, se había alejado y trataba de tapar un poco su cuello. Evitando la mirada de Yunho. Evidentemente él abrió los ojos, otra vez avergonzado.
…
…
Rain había propuesto que fueran a montar a caballo.
Changmin se había negado de inmediato, por la sencilla razón de que no le tenía mucha confianza a ese tipo de animales y mucho menos consideraba seguro fiarse de un ser que no pensaba más allá que por instinto. Así que había optado por quedarse a esperar a los demás, y Junsu lo había acompañado.
Y no hubiera sido nada fuera de lo normal, sino fuera por que a Junsu le resultaba tedioso quedarse en la finca, así que había tomado una cantimplora, un pequeño bolso, una gorra y le había propuesto que salieran de excursión a conocer los alrededores.
Así que ahora se encontraban en un lugar repleto de árboles de manzana, en un ambiente hermoso que le robaba la mirada a cualquiera. Junsu sacaba su cámara, tomando fotos cada tanto, con una hermosa sonrisa en los labios y Changmin disfrutaba de ese entusiasmo que parecía recorrer al mayor con las cosas más sencillas de la vida.
Miró varios de los manzanos, leyendo los pequeños carteles que tenían, respiró profundo, admitiendo que esto era mucho mejor que estar aterrorizado por la idea de que un animal lo botara al suelo. Así que tomó una de las manzanas con cuidado, algo agachado para ver lo roja y hermosa que se veía, cuando un flash lo hizo girar y Junsu mordía su labio inferior con la cámara en sus manos.
—Es una linda foto, Min.
—¡Hey! ¿Por qué me tomaste una foto?
—Te veías lindo.
Esa fue la sencilla excusa de Junsu y Changmin solo rodó los ojos, pronto Junsu empezó a quitar una de las manzanas de su árbol, la limpió un poco con la manga de su buzo y la comió inmediatamente. Changmin abrió mucho los ojos.
—Eh… ¿no hay que desinfectarla o algo así?
—¡Claro que no! Son frutas.
Junsu rió divertido, dándole otra mordida a la manzana en sus manos. Arrancando otra y extendiéndosela a Shim.
—Pruébala, están deliciosas. Completamente naturales, sin químicos ni nada.
Changmin inseguro, tomó la manzana que Junsu le ofrecía, la limpió del mismo modo y le dio la primera mordida, teniendo que admitir que el sabor era diferente. Pero la fruta era más jugosa, más deliciosa e inevitablemente sonrió. Y otro flash llegó, Junsu rió ameno.
—Voy a hacerte sonreír más seguido, Min. Te ves muy bien cuando lo haces.
Junsu empezó a revisar las fotos que había tomado, caminando distraídamente una vez más. Y Changmin lo observó por un largo rato, no muy acostumbrado a ese tipo de sinceridad que te golpeaba cual cachetada en la cara y te hacía sentir avergonzado.
Aunque para Shim Changmin, avergonzarse no era una opción.
Por eso sacudió la cabeza y retomó el paso junto a Junsu. Por aquellas grandes sendas que bajo el sol de la mañana recorrían. Hasta que finalmente, pudo él también tomarle un par de fotos a ese rostro despreocupado y cándido de Kim Junsu.
…
…
Yoochun levantó la mirada en cuanto escuchó el cabalgar sobre el suelo, levantando polvo a su paso. Rain montaba uno y Boa otro, cada uno jalando a otro caballo por la correa, Yoochun se levantó de inmediato. Retrocediendo un paso incluso. Con la imagen de subirse en uno de sus animales, entusiasmándolo menos a cada segundo.
—¿Vamos a montarlos de verdad?
—Si, será grandioso, vamos.
Jaejoong sonrió divertido con la idea y Yunho se acercó a uno de los caballos acariciando su pelaje. Rain movió una de sus manos pidiéndole a Yoochun que se acercara, pero Yoochun solo parecía reticente con hacerlo, sin acercarse si quiera a acariciar alguno.
—¿Cómo subo? Está muy alto.
Yunho notó, cuando Jaejoong miraba al caballo de un lado a otro. Curioso por ver como habían logrado subir Boa y Rain. Así que sin intenciones de por medio tomó a Jaejoong de la cintura y él pareció dar un pequeño salto con el contacto repentino.
—Solo pon tu pie en la pequeña montadura que cuelga. Elevas la otra pierna sobre el lomo del caballo y yo te ayudo a elevarte un poco. ¿Bien?
—Eh… Si.
Tragando saliva para intentar pasar los nervios, Jaejoong respiró hondo e hizo lo que Yunho le indicaba, colocó un pie estable sobre aquello y luego elevó su pierna, notando que las manos de Yunho se ceñían en su cintura y lo levantaban con una facilidad asombrosa para que su pierna terminara de llegar al otro lado.
Cuando estuvo sentado, Jaejoong sonrió. Con el corazón palpitando descarado contra su pecho.
—¿Viste? Fue sencillo.
—Mmh… gracias.
Yunho solo sonrió en respuesta y agarrando el otro cabello se subió sin problemas, haciéndolo ver demasiado fácil a los ojos de Jaejoong. Rain a unos metros de ellos, arrugó un poco el entrecejo, por que había notado esa actitud en Jaejoong y parecía ser que o Yunho estaba jugando sucio con los sentimientos del muchacho, o sencillamente era muy estúpido y despistado.
—¡Oh, por Dios! ¿En serio Yoochun?
—¡Me voy a caer!
Y los gritos de Boa y Yoochun parecieron llamar la atención de todos. La mujer se bajó del caballo y golpeó el hombro de Park, que se quejó ante el golpe.
—¡No seas quejica! Sube al caballo.
—¡Que me va a echar! ¿Me vas a pagar la cirugía si me lastima el rostro? ¿Por qué ustedes no entienden que yo vivo de eso?
—Si, si… lo que sea. Solo sube. Cabalgarás conmigo, ya que eres todo un miedoso.
Yoochun hizo un mohín con sus labios, uno gracioso que le arrancó una sonrisa a Yunho e hizo que Jaejoong mordiera su labio inferior al notar que Yunho parecía muy atento a las reacciones de Yoochun. Cuando Park empezó a subir, sin la misma habilidad de que Yunho, inevitablemente Jung agarró a su caballo de las correas para acercarse un poco, solo por si acaso.
El último salto y Yoochun trepó al lomo del caballo. A punto de caer, instintivamente Yunho se hizo hacía adelante para agarrarlo si es que en verdad perdía el equilibrio pero Yoochun se sostuvo y asintió con una sonrisa en el rostro, por la preocupación a Yunho, quien solo le devolvió otra sonrisa.
Esa comunicación sin palabras de por medio, miradas y preocupación mutua le hizo a entender a Rain que si, Yunho era un estúpido. Por que parecía no darse cuenta de lo que producía en Jaejoong. Por que Yunho en verdad parecía sentir algo por Yoochun, por lo menos él lo veía así.
Y estando enamorado, Yunho sería incapaz de engañarlo.
Solo debía hablar con él para que sus acciones sin mala intención, no fueran a provocar problemas más adelante.
Inmediatamente, Boa subió tras Yoochun, y tomó las correas del caballo. Agitándolas un poco y empezando a hacer andar al caballo que se alejó un poco, haciendo que el caballo de Yunho retrocediera ante el brusco movimiento.
Jaejoong desde su lugar arrugó el entrecejo molesto cuando vio a Yunho colocar ese rostro de confusión por la acción algo brusca de su amiga, que estaba de pronto muy junta al cuerpo de Yoochun, así que decidió borrar esa expresión en el rostro de Jung y con mucho cuidado empezó a acercarse a él.
—¿Vamos?
—Vaya guiaste el caballo hasta acá, no eres tan malo Jaejoong. Yoochun hubiera puesto a correr a su propio caballo como demente, claro si estuviera cabalgando solo.
Yunho rió, agarrando una de las correas del caballo de Jaejoong y logrando de esa forma que sus caballos anduvieran muy juntos durante el paseo.
—Así es más seguro, no quiero que pierdas el control de tu caballo y salgas golpeado por ahí. Junsu me mata si te pasa algo.
—No exageres…
Jaejoong sonrió, sintiendo su cuerpo elevarse un poco, cada que el caballo andaba a un paso tranquilo por el verde pasto. Rain cabalgaba unos metros más allá. Aprovechando que su deporte favorito era la equitación, brincando un par de vallas y con su cabello agitándose en el proceso.
—Wow… quisiera hacer eso.
—Cuando era pequeño mis padres me metieron al equipo de equitación de nuestro Club. ¿De verdad quieres hacerlo?
Yunho tenía una sonrisa en su rostro por lo que Jaejoong asumió que no lo decía en broma.
—¡No, Boa! ¡¡NO!! ¡¡Me voy a caer, demonios!!
Ambos vieron a Yoochun cerrar los ojos con fuerza, mientras la mujer reía divertida, haciendo a su caballo saltar una de las bardas. Yoochun pegó un grito descomunal y desde su lugar Rain rió divertido ante el espectáculo.
—¿Entonces?
—Está bien, pero no solo, Yunho.
—Claro que no irás solo. Ven a mi caballo.
Jaejoong respiró profundo, se levantó con cuidado y hábilmente pasó de su caballo al de Yunho con pocos movimientos, agarrándose a su cintura y pegándose a su cuerpo con algo de nervios y miedo. Yunho soltó la correa del otro cabello y sonrió.
—¡Vamos!
Agitó las correas del caballo y este agitó su paso bastante rápido, provocando que Jaejoong se aferrara más al cuerpo de Jung. La velocidad a la que iban hizo el corazón de Jaejoong agitarse violentamente. Robando las miradas de los otros tres adultos que raudamente dirigieron sus miradas a los dos muchachos que iban sobre ese caballo que galopaba a toda velocidad.
El caballo se elevó ante uno de los obstáculos y esa primera vez Jaejoong cerró fuertemente los ojos, con el aire golpeándole en la cara, y la sonrisa de Yunho se amplió. Hace tantos años que no hacía aquello. Que recordó fácilmente lo mucho que le gustaba.
Las siguientes veces Jaejoong estuvo con los ojos abiertos, disfrutando de la emoción que sentía con cada salto y la adrenalina y felicidad que le provocaba cada que reía con Yunho, como si de pronto para los dos, el resto hubiera dejado de existir.
…
…
—¡Mira, Min! Es un río…
Con ese grito, Junsu había empezado a correr hacía las rocas y Changmin había decidido caminar a su paso, hasta que claro, Kim decidió que lo mejor era empezar a desnudarse frente a sus ojos.
—¿Qué haces?
—¿No es obvio? No voy a meterme al río con ropa.
En el momento en que Junsu empezó a quitarse el pantalón, Changmin retrocedió un paso, asustado por el hecho de que sus ojos viajaron directamente a ‘aquella’ parte del mayor, desvió la mirada asiduamente y pasó una mano por su cabello.
“No le mires el trasero, Changmin. Solo no le mires ese enorme trasero de pato que tiene.”
Inmiscuido en sus pensamientos no se pudo dar cuenta del momento en que Junsu, apenas con un bóxer negro había girado hacía él, con las manos en la cadera y con el entrecejo arrugado.
—¡Oye, Min! ¿Qué no piensas venir o qué?
—¿Ir, dónde?
—A nadar conmigo. Vamos.
Y como si su expresión de incredulidad fuera un ‘Si’ para Junsu. Kim se lanzó desde aquella piedra al río, con su cuerpo levantando un poco del agua calmada y hundiéndose profundamente antes de salir con su cabello mojado y cayéndole por el rostro.
—¡Vamos, Min! Deja de ser un niño rico al menos por un instante.
Junsu agitó su mano pidiéndole que se acercara, así que con un suspiro resignado Changmin obedeció y empezó a despojarse de su ropa también. Lanzándose en el refrescante río que le quitó todo el calor que el sol de esa mañana le producía.
Cuando salió del agua, Junsu a unos centímetros de él le sonreía.
—¿Ves? El agua esta sumamente refrescante.
Changmin levantó los hombros, y en respuesta Junsu solo le echó un poco de agua a la cara y rió divertido. Hundiéndose en el agua para que no lo alcanzara.
—¡Agh! Junsu del demonio.
Y como si fuera un reto, Changmin empezó a nadar bajo el agua completamente. Agarrando a Junsu por el tobillo de vez en cuando, saliendo a la superficie para tomar aire cada tanto. Con las risas entremezcladas y sin descubrir el momento exacto en que algo tan simple y absurdo le había parecido divertido.
Teniendo que admitir que en realidad, hace muchos años que no reía ni se divertía de esa forma.
Y tenía que darle el crédito a aquel muchacho de sonrisa resplandeciente.
…Que de pronto empezaba a desestabilizar su estructurada idea de vida.
Haciéndole creer que podía aferrarse a las cosas sencillas de la vida, haciéndole pensar que no había nada de malo en salir un rato del río a sentarse en las piedras y observar los árboles a unos metros, comer una manzana y contemplar el cielo. Que le hacía creer que podía encontrar en esas cosas sencillas, la felicidad.
Demostrándole que al final de todo, él no sabía nada de la vida.
…Hasta que conoció a Junsu.
…
…
Luego de esa infructuosa tarde para Yoochun, por fin estuvieron de regreso en la finca.
Yoochun sacudía su cabello con fuerza, algo molesto, fastidiado e… incómodo.
Yunho y Jaejoong iban caminando delante, entre risas y palabras que pretendían ser una conversación. Por que Yoochun se abstenía de pensar que en realidad era un coqueteo constante, por lo menos por parte de Yunho, aún más cuando Jaejoong descuidadamente colocaba su mano sobre el brazo de él, y se quedaba con su mano ahí o sencillamente la bajaba lentamente.
Entonces el ánimo de Yoochun empeoraba.
Además, al momento de cabalgar, ¿Jaejoong tenía que pegársele tanto a Yunho?
¡Agh! Definitivamente empezaba a sentir que su buen ánimo empeoraba a cada paso, a cada sonrisa de esos dos.
¿Qué?
¿Tenías que besar a Yunho delante de todos, para que Jaejoong recordara que ellos estaban saliendo?
De pronto eso no le pareció tan mala idea.
—Van a haber problemas…
Rain canturreó bajamente, cerca del oído de su esposa, cuando vio a Yoochun adelantarse un poco más para poder alcanzar a Yunho que se encontraba visiblemente más alejado, Boa por su parte asintió, atenta a lo que estaba por suceder.
Yoochun se colocó entre los dos, empujando suavemente a Jaejoong con su brazo y sin preámbulos tomando a Yunho por las mejillas y estrellando sus labios algo torpe y duramente con los de él, y aunque Jung se removió en un principio y por la sorpresa de sus labios siendo invadidos sin previo aviso.
Finalmente accedió a seguirle el juego y cerró los ojos, teniendo que admitir que de pronto ese tacto ya no le parecía tan ajeno ni traumante, y como siempre los besos de Yoochun parecieron convincentes, Yunho no contó con la lengua invasora de Yoochun en su boca, ni que se pegaría tanto a su boca, y mucho menos contó con ese repentino pinchazo que sintió en su ingle.
Se alejó, sin la intención de parecer muy brusco, y con una sonrisa nerviosa en los labios.
—¿Y eso?
—¿Ahora no puedo besarte?
Yoochun sonrió, de esa manera sardónica y seductora que hizo que Yunho solo se sintiera incómodo. Por que últimamente se estaban besando demasiado seguido, aunque claro justo este fin de semana estaban pasando mucho tiempo junto a Boa y Rain.
Y de alguna manera, Yunho aún tenía fresca la imagen de aquella patética pelea en el departamento de Yoochun.
—Claro. Solo que me tomaste por sorpresa.
—Eh… Yunho.
Yoochun lamió su labio inferior girando con una sonrisa en los labios hacía donde Jaejoong estaba, pero contrario a lo que esperaba, Jaejoong solo amplió su sonrisa y ladeó un poco la cabeza, buscando mirar solo a Jung.
—¿Me vas a enseñar a lanzar dados como dijiste?
—Claro, Jae. ¿Te parece bien ahora?
—Por supuesto.
Y esa sonrisa resplandeció todavía más en el rostro de Kim, y Yoochun miró entre incrédulo y sorprendido como con toda la confianza del mundo y como si su beso no hubiera existido, Jaejoong agarró a Yunho por el brazo y lo empezó a jalar hacía la entrada de la finca.
Con una conversa renovada y más sonrisas estúpidas.
Yoochun acentuó la molestia en su rostro, arrugó el entrecejo y apretó los puños.
—Yoochun…
—Boa, ahora no.
La mano que la mujer había colocado sobre el hombro de Park, él la supo apartar delicadamente antes de caminar molesto hacía el interior de la finca, pensando en darse una ducha y tomar alguna pastilla que le quitara ese estrujón que ahora sufría su pobre estómago.
—Déjalo, amor… Supongo que es normal que se sienta así, desplazado por Jaejoong.
Boa no acotó nada cuando Rain se acercó y colocó un brazo sobre sus hombros, solo se cruzó de brazos y elevó una ceja. Viendo a Yoochun seguirles el paso a los otros dos muchachos que ya incluso habían entrado a la finca.
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o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD