KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Primera Plana: capitulo 6


Imprudencia.

KangTae conocía a JunSu desde aproximadamente dos años.

Cuando durante una obra de teatro. El director había decidido contratarlo, y KangTae desconfiado como era, había duda seriamente de las capacidades del muchacho aún más si era tan joven y parecía tan sonriente y amistoso.

Como si de pronto fuera magia. Kim JunSu había enseriado sus expresiones y había comenzado a dar indicaciones, el lugar se había transformado en un lugar lleno de risas y buena vibra, la suficiente como para que KangTae comprendiera que Kim JunSu era magia.

Y esa magia lo había envuelto en medio de su encanto, hasta el punto de enamorarse de él.


—Lo único que necesitan es concentrar el peso de su cuerpo en el pie derecho.
—¿Pero no desconcentraríamos el equilibrio?
—Es que lo que deben hacer es llevar el resto de su cuerpo hacía el lado contrario.


Los integrantes de la banda asintieron, y JunSu aplaudió un par de veces indicando que volverían a retomar el ensayo colocando la música desde la grabadora. KangTae se arrimó contra la pared dentro del estudio de ensayo y se cruzó de brazos.

Por que mirar a JunSu trabajar era gratificante, como si su alegría propia lo contagiara y al mismo tiempo se sintiera vivo con solo observarlo, el problema es que JunSu parecía siempre tener una barrera invisible en la que nadie más tenía acceso.

Y eso era extraño, por que JunSu no estaba enamorado, por que no salía con nadie. Entonces todo este tiempo KangTae ha pensado que conquistarlo es una posibilidad muy factible. Si tan solo JunSu alguna vez aceptara una simple invitación a salir.

—Hey, KangTae…

JunSu lo miró, de esa manera cautivadora y agitó su mano saludándolo. Él le respondió de la misma manera, amigablemente y por supuesto suspirando con la seguridad absoluta de que esa noche no aceptaría un ‘no’ por respuesta.

Por que en serio… Estaba enamorado de JunSu.




MinHo estaba molesto.

Oh, por supuesto que si. Definitivamente molesto.

No había estado entre sus planes ir al instituto ese día, en realidad planeaba mas bien ir por la playa, y disfrutar un poco de un día completamente libre, sin pareja alguna de por medio, y pues necesitaba a ChangMin para que lo llevara.

…Pero al parecer él había deseado desaparecerse ese día.

Inconscientemente ChangMin había deshecho sus planes como si nada, sin siquiera consultarle, sin siquiera advertirle que se marcharía, y sencillamente MinHo empezaba a sentir en su interior que apenas lo viera lo golpearía, por que se sentía… Usado.

Era hasta ridículo siquiera pensar en esa palabra, pero la noche anterior cuando el beso de ChangMin le robo incluso hasta la respiración, y al día siguiente ni siquiera lo detectaba, por que precisamente había desaparecido. Era imposible no sentirse de esa manera.

Por eso estaba ahí, en su asiento junto a la ventana desprovisto de alguna autoridad mientras los alumnos iban y venían. Los dedos de su mano golpeteaban constantemente el pupitre, por que de no hacerlo terminaría por volverse loco.

—Min… ¿Estas bien?

La dulce y cándida voz fue lo primero que escuchó, él único capaza de hablarle a pesar del aura de mal humor que él mismo expedía en este momento. Lo ubico sentado frente a él, con su rostro algo preocupado y mirándolo como suplicando un poco de confianza.

—Si, solo necesito estar a solas.

Incluso MinHo se sintió estúpido ante sus propias palabras, por que en realidad de querer estar a solas, entonces ni siquiera hubiera venido a clases, pero en realidad había una razón oculta, y es que esperaba que para la hora de la salida, ChangMin se dedicara a aparecer.

—Puedes decirme lo que desees. Lo sabes, ¿Verdad? Te peleaste con tus hermanos o tu papá, o quizás con Boa… Puedo escucharte y…
—TaeMin… ¿Podrías dejarme en paz? En serio, estas sofocándome. No te necesito ahora.

Supo que no había escogido las palabras adecuadas cuando TaeMin arrugó el entrecejo y se levantó del asiento molesto, apretando los puños y mirándolo como si verdaderamente deseara golpearlo.

—Solo por que sospecho que en realidad te ha pasado algo malo no te rompo la cara a golpes, por que puedo estar enamorado como un idiota de ti, pero no por eso voy a dejar que me humilles. Y por favor no me busques cuando te sientas con ‘ánimos’ por que entonces si te rompo la cara.

MinHo sonrió cuando vio a TaeMin alejarse y sentarse con unos cuantos de sus amigos, aún con el rostro molesto y es que de alguna manera retorcida le agradaba poder ver ese lado tan determinante por parte del dulce de TaeMin.

Sin embargo, ni siquiera eso había mejorado un poco su humor, miró la hora en su reloj, por que aún faltaban muchas horas para la salida, y en realidad él empezaba a pensar que en realidad había sido una mala idea ir al instituto ese día.




ChangMin rascó su nuca incómodo.

Mirando la oficina de HeeChul como buscando cualquier cosa con la que poder ocultarse o que al menos le diera la oportunidad de salir de ahí a como diera lugar, por que sencillamente tener a Kim KiBum, pareja de MinHo, a menos de cinco metros no era algo bueno.

—Yo creo… Que no debemos contratarlo aquí, es muy joven.
—Esta realizando sus prácticas, ChangMin.
—¿Te sientes bien?

En menos de diez minutos, ChangMin soltó su noveno suspiro revolviendo su cabello y mirando de un lado a otro. Por que Key no lo podía ver ahí, por que entonces su trabajo oculto se iría para la basura y eso a él no le convenía.

—ChangMin… ¿Todo esta bien?

Y decirle que si, en cierto modo sería incluso hasta fácil, pero realmente sería mentir tan descaradamente que seguramente entre Siwon y HeeChul se encargarían de interrogarlo lo que le quedaba de la tarde.

—No… En realidad creo que se me bajó la presión.
—¿Seguro? Es decir, no te ves pálido o mareado. ¿Te duele la cabeza?
—No… ¡Es decir, si!

Siwon levantó una ceja, cruzándose de brazos y mirándolo fijamente, por que seamos sinceros. Changmin había sido extremadamente obvio, pero HeeChul parecía no haberlo notado. Por que se había acercado a él con un vaso con agua y mirándolo preocupado.

—Bebe el agua que te ofrece Chul, atiende a Key y luego ve a descansar a casa. ¿Te parece?

Siwon incluso sonrió ante sus propias palabras, por que había detectado con facilidad la aversión que Shim mostraba hacía el muchacho sentado y esperándolos en el pasillo. Y sus dudas fueron confirmadas cuando ChangMin bebió el agua exageradamente rápido.




Key llevó un mechón de su cabello tras su oreja.

Sabía que de algún modo era agradable a la vista, no lo dudaba, tenía muchos espejos en casa después todo. Pero esto era exagerado, por que toda chica, o asistente que pasaba se lo quedaba mirando e incluso tropezaban, y si, era muy incomodo.

Pero lo que peor lo tenía era el hecho de tener que esperar por tanto tiempo miró el pequeño portafolios en su manos, dentro se encontraban sus escritos que serían los encargados de abrirle las puertas a un mundo que le fascinaba. Y la espera lo ponía ligeramente nervioso.

—Hola, soy Kim HeeChul, fotógrafo en jefe.

Key se levantó en cuanto el delgado muchacho estuvo frente a sus ojos, y en realidad la presencia de HeeChul fue imponente, por que incluso sintió que se le erizaba la piel con solo verlo, había escuchado mucho de él, de sus fotos, de los premios que había recibido.

Era una de las personas que más admiraba.

—Mucho gusto, soy Kim KiBum, pero puedes llamarme Key.
—Bien, Key bienvenido. Disculpa por hacerte esperar tanto tiempo, pero estábamos ocupados con nuestro futuro editor en jefe.

—¿Futuro editor en Jefe?

—Si, bueno… Choickang es el mejor candidato puesto que nuestra editora dentro de nada nos abandona. Son especulaciones pero en realidad es el mejor, así que si él te acepta créeme que tendrás una estrella, por que no cualquiera es bueno para él. Mucha suerte.

—Gracias…

HeeChul observó al menor asentir y respirar profundo antes de entrar a la oficina, HeeChul ladeó un poco la cabeza y suspiró intentando entender la razón por la que ChangMin les había pedido que no lo llamaran por su nombre sino solo por su apellido.




ChangMin ajustó las gafas a sus ojos, sentado tras el escritorio mientras veía a Key entrar, con un paso seguro y la misma actitud de niño rico que había detectado desde la primera vez que lo vio junto a MinHo.

—Pasa, buenos días.
—Muy buenos días, Editor Choickang.

ChangMin se removió en el asiento con una sonrisa confiada en los labios, por que en realidad eso había sonado realmente bien.

—No te equivoques, todavía no soy editor en jefe.
—Oh, si. Disculpe, mi nombre es Kim KiBum. Este es mi portafolio.

Shim acomodó la boina sobre su cabeza intentando no mirar a la cara al menor y por supuesto muriéndose de calor con aquella bufanda en su cuello, pero tenía que evitar a como diera lugar que lo descubriera.

En cuanto empezó a leer los escritos del menor y a ver los reconocimiento y premios que había recibido sus cejas se alzaron con un ligero interés, Siwon le había dicho que tenía talento. Pero ChangMin claramente podía observar que era más que eso. Kim KiBum estaba destinado a dedicar su vida a escribir y eso era decir demasiado.

Pasó las hojas con más cuidado entre más avanzaba, por que en cuanto más leía, más complacido se sentí al pensar en que podría tener a un verdadero prodigio trabajando a su lado. Y aún más si lograba retenerlo y hacerlo trabajar para él de largo. Serían un buen equipo. Y entonces su titulo de editor jamás sería cuestionado.

Todo era un circulo de conveniencias.

Por que Key tendría la mejor experiencia, y ChangMin tendría el mejor equipo de trabajo que pudiera imaginar, aunque claro no debía hacerse demasiadas ilusiones con un niño rico, por que su trabajo podías ser excelente, per si su actitud era un asco. De nada servía.

—Entonces… ¿Qué opina?

ChangMin suspiró, esperando estar haciendo lo correcto.

—Tu trabajo es sorprendente, sería un placer tener a alguien como tú en mi equipo.
—¿Habla en serio?
—Pero espero que tengas una idea de que aún eres estudiante y que no comenzarás como escritor, comenzarás desde abajo KiBum.

Key ladeó un poco su cabeza, notando en ese momento que esa voz se le hacía vagamente conocida, pero aún así eso de comenzar desde ‘abajo’ no era algo que le agradara, pero sabía que tenía que hacer un esfuerzo. Pensando en eso, asintió.

—Estoy de acuerdo.
—Perfecto, entonces tenemos un contrato que firmar.

Key asintió complacido, con la buena noticia recibida y sabiéndose parte de uno de los mejores periódicos y revista del país.




—Por supuesto, necesitaríamos revisar el contrato cuidadosamente por que como podrá imaginarse una inversión de esa magnitud no es una decisión que se pueda tomar a la ligera.

YunHo ingresó en la oficina del padre de JaeJoong con toda la tranquilidad del mundo, conversando por celular con un empresario Alemán, mientras OhDae desde su escritorio leía unos papeles, indiferente a su conversación.

—Claro, puede enviarme el contrato a mi mail personal. Procuraré contestarle en la brevedad posible.

El hombre en el teléfono se despidió educadamente y YunHo cerró la llamada con cuidado, sentándose frente a OhDae y dejando el celular sobre el escritorio. En ese momento, el jefe de las empresas Kim se quitó los lentes y lo miró con una pequeña sonrisa en el rostro.

—¿Mucho trabajo YunHo?
—Algo… No el suficiente como me gustaría.

OhDae sonrió complacido con el hecho de que el mejor amigo de su hijo mayor fuera alguien tan trabajador y confiable, dejó los lentes sobre el escritorio y miró al menor con aquella expresión orgullosa en sus facciones.

—Dime YunHo, ¿Cómo van las cosas con el contrato Flenth?
—Conseguí que cambiaran el porcentaje de repartición de ganancias. Tenemos el sesenta por ciento ahora.

Definitivamente aplaudirlo con educación fue inevitable, y lo hizo, educadamente ante la mirada complacida de Yunho al sentir su trabajo siendo reconocido. YunHo en definitiva era su hombre de confianza y mejor adquisición en la empresa.

Tenía que agradecérselo a JaeJoong, por recomendárselo.

—Eso es más que perfecto, te oí hablar con el empresario Alemán.
—Va a enviarme el contrato en unos minutos lo leo y te aviso de cualquier cambio que quiera hacerle.

—No es necesario, sabes que confío ciegamente en ti. Solo has lo mejor por la empresa.
—Por supuesto que si.

Las puertas de la oficina fueron abiertas, anticipadas por un leve golpe educado, la secretaria de YunHo se asomó un poco y sonrió.

—Señor Jung, ¿Puede venir un momento? Tengo a unos inversionistas al teléfono. Son los de la empresa de agua potable, no estoy muy segura de lo que me están pidiendo con respecto al contrato declinado.

—Oh, si. Vuelvo en un momento.

OhDae asintió en cuanto vio a YunHo levantarse, arreglando un poco su leva y saliendo de la oficina para poder hablar con su secretaria, volvió a colocarse para continuar leyendo en tanto YunHo regresaba, pero prontamente su celular comenzó a vibrar.

Par cuando miró al escritorio se percató que no era el suyo sino más bien el de YunHo, y quien llamaba era Yoona, la novia de JaeJoong. Sinceramente el hecho de que la mujer llamara a YunHo lo extrañó. Pero decidió dejarlo pasar.

Sin embargo Yoona volvió a llamar tres veces más.

Para ese momento OhDae arrugó el entrecejo, confundido y queriendo no pensar mal. Por que confiaba ciegamente en YunHo, y por que además. Pues… Era el mejor amigo de JaeJoong. Y Yoona y JaeJoong iban a casarse.

—Volví, disculpa haber demorado, pero es que…

El hombre levantó el celular del escritorio, y se lo enseñó a YunHo, mostrándole justamente aquella pantalla donde el nombre de ‘Yoona’ se mostraba con letras grandes y señalando por supuesto las tres llamadas perdidas.

—¿Me podrías explicar por que la novia de mi hijo te está llamando con tanta insistencia?

YunHo por supuesto no contesto enseguida, miró el celular por un momento y luego con una expresión tranquila en su rostro volvió a tomar asiento, como restándole importancia al asunto, cosa que hasta cierto punto logró convencer a OhDae.

—Yoona últimamente anda muy estresada con todo esto de la boda. Y siente que JaeJoong no está tan pendiente de ella como antes, así que como soy el mejor amigo de Jae, me ha tomado como algo así como su paño de lágrimas… Nada más.

OhDae es un hombre con la suficiente experiencia como para saber cuando le están mintiendo, vivir rodeado de negocios también le otorga cierta ventaja, Pero al mismo tiempo siente que sus emociones se entremezclan por que quiere a YunHo como un hijo más.

Y está entre la disyuntiva clásica entre lo que es, y lo que desea que fuera.

Por eso asiente, algo consternado por dentro, pero extendiéndole el celular a YunHo quien le sonríe amablemente. OhDae lo siente en la punta de la lengua, esa excusa le sabe a mentira, pero sabe que todos estos años no han sido en vano. Toda la confianza no es por nada.

…Y Yunho sería incapaz de jugarle sucio.




Tocó un fa en alto y una mueca estuvo en sus facciones.

A YooChun no le quedó más que bufar con molestia por lo desconcentrado que sentía en ese preciso momento. Y es que sentía en la sangre que corría por sus venas, que algo malo estaba por suceder, y eso no le gustaba.

—Oppa, toma un poco de café.

Cuando la hermosa rubia ingresó con dos tazas al estudio de grabación, YooChun solo asintió con educación mientras llevaba un poco de la caliente bebida a sus labios y ella lo observaba de una manera que fue incluso hasta incómodo.

—¿Sucede algo SongHyun?
—Oppa… Me estaba preguntando… ¿Te gustaría ir al cine conmigo?

La mujer no lo miraba, por que en ese momento apretaba con fuerza la charola en sus manos y por supuesto miraba sus propios zapatos buscando no tener que enfrentar esa imagen. A YooChun aquello le pareció demasiado tierno.

—Lo siento SongHyun, eres muy bella y una hermosa persona. Pero en este momento estoy saliendo con alguien y quisiera respetar eso.
—¡Oh! No, esta bien, Oppa. Yo entiendo, era de esperarse que salieras con alguien.

La voz de la muchacha se fue debilitando en tanto sus palabras continuaban, y finalmente luego de un ligero suspiro, ella se fue con un ligero ‘Debo irme, suerte con todo Oppa’ que dejó a YooChun con algo de empatía por la rubia.

Bebió una vez más un poco de café. Y suspiró mirando el vaho que contrarrestaba un poco con el vidrio cercano a él. Extrañaba a JunSu a pesar de que apenas llevaban unas horas desde que el menor había salido para su trabajo y él para el estudio de grabación.



—¡Muy bien chicos, ha sido un excelente trabajo! Gracias por todo, nos vemos mañana.

Todos asintieron sonrientes, empezando a desalojar el pequeño salón de ensayos, momento que KangTae aprovechó para poder acercarse a JunSu quien recogía su pequeña maleta y la colocaba en su espalda.

—¿Día cansado?

JunSu sonrió en cuanto lo vio y asintió con el vigoroso entusiasmo de siempre.

—Así es, un poco. Pero supongo que son cosas del trabajo.
—Gajes del oficio.
—Como sea.

JunSu rió ante su error, en aquella típica frase y KangTae miró al suelo, intentando formular con cuidado sus siguientes palabras.

—JunSu… ¿Estas ocupado esta tarde? Es que estaba pensando que hace mucho que no salimos juntos por ahí a beber o algo y pues somos amigos y extraño molestarte de vez en cuando.
—Mmh… Tienes razón. Creo que relajarme un poco ayudaría.

Cuando JunSu asintió, sacando su celular para avisar que llegaría tarde, KangTae sonrió como niño pequeño, por que sentía su corazón latir emocionado, como si de un adolescente se tratara, pero no importaba, por que una cita con JunSu era lo único que necesitaba.

…Y haría lo posible por tener su corazón.

KangTae esa tarde, se estaba llenando de esperanzas.




De alguna manera Yunho estaba siendo un poco agresivo, él mismo lo sabía y los leves quejidos de Jaejoong se lo indicaban, por que cuando mordía su cuello con fuerza, JaeJoong no se lo reprochaba, solo gemía un poco fuera de lugar y tensaba su cuerpo.

Pero es que YunHo estaba tan molesto, por que OhDae se había tomado el atrevimiento de ver su celular. ¿Quién se creía que era para hacerle eso? ¡A él! Definitivamente era algo que lo tenía molesto y JaeJoong había llegado con ganas de tener sexo en el momento menos adecuado.

—Agh… YunHo… Espera…

Si bien JaeJoong había soltado aquello demasiado sensualmente para la razón de YunHo, aún así no dejaba de besarlo y de moverse sobre su cuerpo en un vaivén que hacía a YunHo perder la cabeza, sin contar con que aún estaban vestidos.

Pero YunHo comprendió algo, y es que no le convenía lastimar a Jaejoong, principalmente por Yoona quien podría notar cualquier marca cuando regresara de su viaje. Así que optó por mejor dejar de lado todo y calmarse un poco. No debía marcar a JaeJoong y eso a veces lo olvidaba.

—JaeJoong, es tarde… ¿No tienes que ir a la agencia de modelaje?

Justo en ese momento, JaeJoong se alejó de su cuello y lo miró, con el entrecejo arrugado y al parecer muy molesto. Por que sentado como se encontraba sobre las piernas de Yunho a aquella simple frase había bajado todo la intensidad del momento.

—¿Por qué siempre haces esto?
—¿Hacer que?

—Echarme de tu lado como si simplemente me usaras para satisfacerte, como si fuéramos dos completos desconocidos que tienen encuentros casuales por que les da la gana. Como si esto fuera solo sexo.

—¿Y acaso no es en eso en lo que se basa nuestra relación?

La cruda verdad de sus palabras, le hizo entender que al parecer JaeJoong no pensaba igual que él, por que se bajó y cerró el puño sobre su rostro con fuerza. Con la suficiente como para que YunHo soltara un lastimero gemido.

—Eres un imbécil, Yunho.

JaeJoong solo tomó las pocas pertenencias que tenía dentro de la oficina, con el enojo corriendo por su venas y el corazón acelerado sin alguna razón aparente, nunca regresó para mirar a Yunho, por que de haberlo hecho, entonces hubiera notado esa extraña sonrisa en aquellos labios que tanto le gustaba besar.




Cuando las puertas del ascensor se abrieron, MinHo levantó la mirada.

Y el poco enojo que sentía aumentó un poco más. Su hermano mayor se encontraba frente a él, ligeramente más molesto que él, se miraron por un momento, pero finalmente MinHo salió del ascensor y JaeJoong ingresó, sin que ninguno cruzara palabra alguna.

…Estaba tan acostumbrado a eso.


Y sin dirigirle palabra alguna a la secretaria MinHo ingresó a la oficina de su padre, donde él se encontraba firmando unos documentos, pero que en cuanto lo vio sonrió ligeramente. Sin embargo MinHo solo se cruzó de brazos.

—¿Cómo así por aquí MinHo?
—¿Me quieres decir por que le diste permiso a ChangMin para ausentarse? He pasado un día horrible sin tener quien me llevara de un lugar a otro.

OhDae en ese momento solo masajeó un poco su sien y suspiró.

—Por favor MinHo, deja el drama. ChangMin seguramente tuvo algo importante que hacer y por lo mismo me pidió permiso, por que por si lo olvidas él tiene una vida. Además creo que puedes movilizarte de la misma manera en que llegaste hasta aquí a reclamarme, por el resto del día.

MinHo solo apretó sus puños y giró, molesto más que nada y sin escuchar las palabras de su padre que le decían que fuera educado y por lo menos se despidiera. Portándose como un niño pequeño al cual le han quitado su juguete más preciado.

—Oh, MinHo.

Onew apareció de la nada, con su gran sonrisa y vestido tan formalmente que en otra situación, MinHo lo hubiera besado casi sin pensarlo. Pero en ese momento todo le fastidiaba, incluso hasta el elegante y educado JinKi.

—Lo siento, Onew. Estoy ocupado ahora. Hablamos otro día.
—Pero…

Las palabras de Onew murieron, por que MinHo tan solo se marchó, sin siquiera volver a mirarlo, JinKi se quedó ahí, sin terminar de comprender lo que estaba sucediendo.




Kwon Boa vivía en un estado perpetuo de dolor.

Por lo que quería poseer y no tenía, y por lo que poseía y había perdido. En medio de su habitación, dentro de aquella enorme mansión, Boa se dedicó a continuar observando la pequeña foto de aquel bebe de apenas un año de nacido.

Una pequeña sonrisa afloró en sus labios, una llena de anhelo. Un suspiro y Boa volvió a repetirse que solo se hacía daño guardando aquella fotografía, limpió el rastro de aquella lágrima involuntaria y respiró profundo.

—Señora, el mayordomo Lee ya está listo, ¿Va a bajar a la cocina o le digo que suba para que la ayude con lo de las cajas?

Boa volvió a respirar profundo y se levantó de inmediato, guardando la foto en el mismo lugar secreto donde ni OhDae la había encontrado.

—No, tranquila. Ya bajo. Dile que me espere un minuto.

Y antes de que los empleados comenzaran a sospechar de que a veces le era imposible no llorar en secreto por su vida actual. Kwon Boa arregló su costoso vestido y plasmó una sonrisa en su bello rostro. Por que fingir que vivía en un cuento de hadas era lo que mejor sabía hacer.




MinHo bajó del taxi y suspiró.

Por que estaba cansado y realmente la molestia ya ni siquiera la sentía en su interior. El celular sonó y pudo como un mensaje de JoongHyun llegaba y casi al mismo tiempo una llamada entrante de parte de Key se veía, MinHo decidió hacer lo más conveniente y apagó el celular.

Por que no tenía ánimos para nadie el día de hoy.

—¿Entonces que tal tu día, ChangMin?
—Algo alborotado, pero bien.

La voz de ChangMin sonó clara y llena de una paz y tranquilidad que hizo que MinHo apretara los puños apenas hubiera ingresado la cocina y lo hubiera encontrado observando a MinKih mientras ella cocinaba.

—Necesito hablar contigo, ven.

No fue educado, no fue amable. ChangMin arrugó un poco el entrecejo y cuando vio a MinHo salir de la cocina en seguida dirigió su mirada a MinKih quien levantó los hombros indicándole que no sabía nada.

ChangMin no estaba acostumbrado a que lo trataran de esa forma y era molesto, muy molesto.

—¿Se puede saber con que permiso te largas sin decirme nada?

La puerta del estudio la cerró ChangMin, por que MinHo se dedicaba a darle la espalda, aparentemente molesto y sinceramente Shim pensaba que el niño venía peleándose con alguno de sus pretendientes y ahora pensaba desquitarse con él.

—Hablé con el señor OhDae y él dijo que no había ningún problema con…
—¡Tu eres MI chofer! Es a mí a quien tienes que rendirle cuentas de tus acciones. Y no voy a permitir que abandones tu trabajo por irte a revolcar con sabrá Dios quien.

Y esto estaba tomando un rumbo insospechado, por que ChangMin se cruzó de brazos. Dedicándose a escuchar como el menor usaba constantemente el posesivo cuando de él se trataba. Y eso definitivamente no le gustaba.

—¿Por qué aseguras que pedí permiso para irme a ‘revolcar’ con alguien?
—¡¿Por qué demonios entonces te desapareces todo el día?!

—Eso a ti no te importa.
—¡Debes entender que cuando algo es mío! ¡Es mío! Y no voy a permitir que…

—¡¿Qué demonios sucede contigo?! ¡No te pertenezco, trabajo para ti! Y ahí, existe una diferencia muy grande, MinHo. Por que si a mi me da la gana me puedo ‘revolcar’ con media Corea, y tú no podrías impedirlo.

En esta ocasión Changmin levantó la voz y MinHo volvió a retroceder un paso.

—¿O que, ahora me vas a decir que en mi contrato dice que debo guardar celibato por que mi jefe sufre de delirios de posesividad?
—¡Eres un…!

Fue hasta gracioso notar la manera en la que la mano de MinHo quiso volver a estrellarse contra su mejilla. Pero ChangMin no se lo permitiría, y por lo mismo sostuvo su mano con fuerza, con la suficiente como para que MinHo se encogiera un poco y gimiera de dolor.

—¡Me estás lastimando! ¡Suéltame!
—¿En serio? Por que tú pensabas golpearme, y yo solo me estoy defendiendo.

MinHo gesticuló unas incomprensibles palabras, y a cambio de eso ChangMin solo apretó el agarre en su brazo,  haciendo que MinHo se encogiera todavía un poco más.

—MinHo, MinHo… ¿Qué sucede contigo? Tú que tienes a tus pies a cuatro de los mejores chicos que cualquiera pueda desear. Y estás aquí, gritándole a alguien tan insignificante como tu chofer por que salió a divertirse un poco.

Era un niño rico, uno que estaba acostumbrado a estudiar y divertirse, uno que no estaba acostumbrado a los golpes y el maltrato físico. Por eso cuando ChangMin volvió hacer uso de su fuerza, cerró lo ojos, por que el agarre en su mano dolía y ChangMin se estaba sobrepasando.

—Eres un maldito… ¿Por qué crees que me importas? ¡Suéltame ya!
—¿Entonces por que estás haciendo todo esto, por que gritas, por que reclamas, por que no gritas para pedir ayuda?

Finalmente MinHo cayó de rodillas con el brazo estirado hacía arriba, siendo sostenido por la fuerte de ChangMin que se cerraba a su alrededor y provocaba que MinHo continuara quejándose bajamente.

—No voy a darte el gusto de que veas que soy débil, que necesito ayuda, de que te creas superior a mi.
—Estás a mis pies gimiendo de dolor. ¿Por qué crees que no me siento superior a ti?

La sonrisa de MinHo hizo aparición, y lo miró de una manera que sobrepasó a ChangMin, por que MinHo estaba arrodillado frente a él y aún así osaba mirarlo de esa manera, como si en realidad fuera superior.

—Trabajas para mi, línea social, intelecto… Hay tantas cosas en las que soy superior a ti, ChangMin.
—No tengo por que perder el tiempo contigo.

Lo soltó, notando la gran marca roja en su brazo. Y se preocupó, por que su trabajo se podría ir al traste si MinHo abría la boca, el menor solo miró su brazo y lo sobo un poco. Con un leve suspiro saliendo de sus labios.

—No lo entiendo… Eres un empleado. ¿Cómo te permito hacerme esto?

ChangMin sacudió su cabeza, había veces en que se olvidaba que debía fingir que era un simple chofer, había veces en las que tenía que olvidar que trabajaba para una importante empresa y que podía estar al mismo nivel que MinHo.

—…Yo… Lo siento.
—¡No es cierto! Si lo sintieras, no estarías mirándome desde arriba.

Y es que MinHo continuaba sentado en el suelo, sosteniendo su brazo algo rojo por la marca que ChangMin había dejado en él.

—¿Qué es lo que quieres de mi, MinHo?

De alguna manera, MinHo volvió a tener el control de la situación, por que tan solo necesito estirar un poco su brazo y jalar a Shim de la mano para que se sentara frente a él, y cuando eso sucedió, MinHo se lanzó a besarlo.

ChangMin logró hacerse un poco hacía atrás, pero los labios de MinHo lo envolvieron de una manera que lo hizo suspirar y gemir sin remordimiento. Por que MinHo podía ser menor que él, pero aún así tenía la capacidad de enloquecerlo con tan solo un beso.

Por que cuando MinHo pasó una mano por su nuca, ChangMin sintió un hueco en el estómago, por que MinHo no usaba su otro brazo, probablemente por que en verdad le dolía, y se sintió tan mal. Por que nunca hubiera querido lastimarlo en verdad.

—Tú… Tienes un algo, que es peligroso para mí.

MinHo susurró sus palabras de una manera en extremo sensual, por que habló moviendo sus labios prácticamente sobre los suyos. Por que el aliento de MinHo chocaba contra sus labios y ChangMin solo pudo cerrar los ojos.

Cuando la calidez desapareció, abrió los ojos y lo único que alcanzó a divisar fue el cuerpo de MinHo mientras abandonaba el estudio. Con el corazón bombeando velozmente en su pecho, ChangMin suspiró, sentado sobre el suelo de aquel lugar, con una mano en su pecho, intentando que el aire en sus pulmones regresara.

MinHo había logrado voltear la situación de una manera casi magistral




Ya había anochecido y YooChun estaba preocupado.

Miró por la ventana de su habitación compartida y no había ni rastros del auto de JunSu, si bien era cierto que su hermano le había escrito diciéndole que llegaría un poco tarde, la hora era ya exagerada y empezaba a preocuparse.

Marcó el número de JunSu una vez más, pero el celular solo continuó con su incesante sonido desesperante que terminaba con la operadora pidiéndole que dejara un mensaje. En un arranque de frustración YooChun lanzó el celular hacía la cama y bufó.

Pasando las manos por su cabello caminó como león enjaulado dentro de su habitación, por que no sabía como ubicar a JunSu.




—Junsu, cuidado…

KangTae rió divertido en cuanto JunSu tropezó un poco y trastabilló sin caer al suelo. La risa de JunSu fue contagiosa, y KangTae se permitió reír un poco más fuerte  por el incidente.

—Ven, Su… Dormirás en el cuarto de huéspedes.

Tomó por la cintura a Junsu y lo encaminó por el pasillo directo hacia la puerta blanca dentro de su departamento. Habían bebido demasiado, en especial JunSu quien parecía haberse excedido como nunca antes.

No es que el fuera inconsciente, pero sabía de sobra que no podía enviar a JunSu en ese estado a su casa, y él tampoco se veía capaz de llevar a JunSu algún lado, por que completamente bien no se encontraba.

—Duerme bien, Su.

Lo dejó con cuidado sobre la cama y JunSu sonrió abiertamente removiéndose graciosamente sobre la cama.

—Acompáñame… Por favor…

Si bien es cierto que su confesión se había ido al fondo de todo. Al mismo tiempo esas palabras fueron demasiado tentadoras para su propio gusto. JunSu lo jaló de la camisa y KangTae pronto se vio demasiado cerca de los labios de Kim.

—JunSu… No creo que…
—YooChun… Te amo tanto… Bésame por favor, te extraño.

Los ojos de KangTae se abrieron con sorpresa. Sus labios recibieron a los de JunSu, pero KangTae no pudo aprovechar el momento como debió, por que el nombre del hermano de JunSu seguía taladrando en su cabeza.

Por que había sido dicha con tanto anhelo, pasión… Y amor.
Que era hasta enfermizo para él mismo.

KangTae alejó a JunSu, con el rostro mostrando una mueca de pánico ante su propio razonamiento. Pero Kim solo volvió a sonreír antes de acurrucarse en la cama, abrazarse a la almohada y volver a susurrar otro suave: ‘YooChun~’

Sentía el estómago pesado, con un vacío en el pecho y sin saber que pensar sobre JunSu, confundido tapando con una mano su boca, KangTae abandonó la habitación de huéspedes. Perdiendo la fuerza en sus piernas se deslizó hasta caer sentado en el suelo, apoyado en aquella puerta blanca y escondiendo el rostro entre sus rodillas, abrasándose a sus propias piernas.

Por que ellos no podían amarse de esa forma, por que eran hermanos, por que era incorrecto…
…Por que estaba mal.


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