KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Experimentando el "Harem reverso" cap 16

Extraño



Pero tal vez en este momento estén pensando. “¿Qué?, ¿Pero que rayos pasó?” Es entendible, ya que necesitaría regresar unos días atrás antes de ‘ese incidente’. Bueno, entonces empezaré desde el principio, donde todo comenzó, con la bendita dieta de Changmin, lo que me hace pensar que precisamente ése es uno de los peores errores de mi vida.

DÍA 1

Una especie de barrera invisible se había formado en medio de Changmin y los demás miembros del grupo, todos tenían miedo hasta de mirarlo, mientras él tenía una especie de aura negra alrededor suyo. Yo seguía pensando que estaban exagerando y trataba de ignorarlos, concentrándome en mi trabajo.

Llegamos a Avex y todos parecieron notar de inmediato la mala atmósfera que nos acompañaba, los miembros del staff pusieron la misma cara de susto al enterarse de la dieta de Min, pero yo seguía en lo mío. Fuimos llamados por los directivos antes de que fuéramos al área de producción.

–¿Qué pasa? Pensé que iríamos directo a la producción del concierto.- Pregunté extrañada al señor Matsuura.

–Lo siento, pero por el momento eso no será posible. En este instante un representante de SM viene en camino hacia la empresa.-Eso era una mala señal, ya que SM no mueve un solo dedo a menos que algo grave esté detrás.

–¿Para qué?- Preguntó Yunho, extrañado de que nadie le hubiera avisado nada.

–No les puedo adelantar nada, tendrán que esperar aquí.- El presidente nos dejó en su oficina y se fue a ocuparse de otras cosas.

Esperamos inquietos, sin hablar mucho ya que la atmósfera apocalíptica se mantenía. Después de más de media hora de espera se presentó ante nosotros un tipo de lentes con traje. Dirigió una mirada fría a todos los chicos y después centró sus ojos en mí.

– Usted no tener que estar aquí – Me dijo despectivamente, y además hablaba con un japonés muy malo.

–Soy su asesora, y todo lo que les vaya a decir me interesa.- Fui agresiva, pero no era para menos por la imagen que los directivos de esa empresa me habían dejado desde la primera vez.

–Bueno, si eso querer usted. Sentarse.- Todos estábamos de pié, así que supuse que al decirme que me sentara era para que solo observara ‘el espectáculo’, aún así lo hice ya que de otra forma no se me permitiría quedarme.

–“¿Hay algún problema?”- Preguntó Yunho en coreano.

–“¡Claro qué hay un problema! Y como siempre ustedes parecen ser los últimos en enterarse”.- No tardó nada en empezar con los gritos. Entonces, miró a Jaejoong fijamente.-“Tú, ya has recibido muchos llamados de atención y sigues sin entender”.- Estaba rojo por la fuerza que estaba usando al hablar y se aproximó de tal manera a Jae que pensé que lo golpearía, como aquella vez lo hizo ese sujeto…

–“¿Qué sucede?, ¿Por qué le habla así?”- No lo soporté más y me levanté de mi silla, interponiéndome entre aquél hombre y los chicos.

–“¡Del nuevo rumor!... El tercero desde que usted empezó a trabajar aquí, según tengo entendido.”- Ah, si. Había olvidado comentar que las clases de Yunho por fin estaban surgiendo efecto, y mi coreano ya estaba a un nivel respetable, en la escritura soy un competo desastre pero en lo demás no estoy nada mal (siempre he sido buena en los estudios). Los chicos estaba asombrados, bueno, todos menos Yunho quien había guardado el secreto.

–“¿Qué rumor?”-Pregunté, aunque no sé por qué el nombre de Hyesung vino a mi mente.

–“El del ‘hijo de Jaejoong’”

–“¿Cuál hijo?”-Preguntó Jaejoong totalmente confundido.

–“Eso es lo que quisiéramos saber todos.”- Ahora que Jaejoong era visible otra vez, el tipo lo incriminó con la mirada.

–“Es un error… una confusión por una llamada con mi traductora”

–“¿Ósea que de nuevo fue culpa suya?”-En un descuido de mi parte, el tipo ese ya se encontraba muy cerca de mí e incluso se atrevió a tomarme por los hombros esperando por una respuesta, mirándome con desprecio.

–“Yo…”-cualquiera se enmudece ante una mirada tan fría como esa, además de que él tenía razón, de nuevo había sido mi culpa.

–“¡Déjela en paz!”-Prácticamente encajaba sus uñas en mis hombros, sabía que lo estaba haciendo para presionarme y, mientras mi cerebro no me daba ninguna idea, alguien empujó a mi agresor alejándolo de mí.

–“¡Muchacho del demonio! ¿Cómo te atreves?-Había sido Changmin, quien había encontrado el pretexto perfecto para desatar su furia. Estaba frente a mí, mirando al tipo que se había ido a estampar a la pared, en pose defensiva como justo antes hubiera hecho yo con Jae. Pero el ejecutivo ese se arrancó con una cólera desmesurada y le dio un golpe tan fuerte que tiró a Changmin al piso. Todos corrimos hasta donde estaba, mientras ese señor seguía gritando miles de cosas, que por su habla tan rápida no pude entender. La nariz de Changmin sangraba, y su piel cercana estaba de un color rojo intenso.- Son unos malagradecidos, nosotros los entrenamos, los dimos a conocer… sin nosotros no serían nada. ¿Y así nos pagan? ¡Creando rumores al por mayor!”- El menor del grupo bufó ante sus reprimendas, como un adolescente queriendo provocar a sus padres… y así paso. El tipo detuvo sus pasos y de nuevo emprendió camino veloz hasta nosotros.

–“¡No se le ocurra hacerle algo otra ves!-Pero esta vez pude reaccionar a tiempo, me puse de pié y extendí mis manos a los lados, gritándole con todo la repulsión que sentía. Él se detuvo, con el puño extendido, extrañado de mi reacción.- Si se trata del rumor yo, como asesora del grupo, puedo hacerme cargo de solucionarlo, así que no tendrá que costarle ningún esfuerzo ni a usted ni a sus colegas.-Cada palabra iba cargada del peor de los desprecios cuando me dirigí a ellos- Además, no sé quién sea pero, en este momento estamos en Japón, ellos son Tohoshinki ahora, y usted está interviniendo con nuestro itinerario.”-Terminé mi discurso corriéndolo de una manera sutil.

-“Espero que cumpla con su palabra y se encargue de ello.- Dio unos pasos rumbo a la puerta, mientras se acomodaba el saco y tomaba el maletín que hubiese dejado en el escritorio cuando llegó.-Yo que usted no me acostumbraría a este trabajo.”-Una amenaza, pero eso ya me lo esperaba.

DÍA 2

Después del espectáculo que se armó con el ejecutivo de SM y la forma en que defendí a mis asesorados, fue como una ‘declaración no hablada’, de que ya los quería… El ambiente se sentía mucho mejor, ya no me sentía como una extraña… Estar en aquel apartamento era como estar en mi antigua casa, en el trabajo las cosas también eran mejores, escogía cada uno de los atuendos destinados a TVXQ pensando cosas como “Esto de seguro le quedará bien a Yunho” o “Esto entona perfecto con el cabello de Jaejoong”…

–No, te dije que no me importa…

–Pero Jaejoong, él es un miembro del grupo… no podemos hacerle esto.

–Pues será lo que sea, pero mientras no haya boda no pienso resignarme.

–¿Qué tanto se secretean?—Terminé de arreglar unos asuntos y me quedó un poco de tiempo libre, antes de empezar con otra cosa. Así que decidí ir a visitar a mis asesorados a los estudios de baile. Cuando llegué solo encontré a Yunho y Jaejoong en un rincón hablando bajo y con sus playeras empapadas de sudor… Tanto chatear con las fans me está afectando, ¡me imaginé lo peor! ¿Me estaré volviendo fan del ‘yunjae’?

–Nada, solo hablábamos de las nuevas coreografías.-me explicó Yunho mientras sonreía nervioso.

–Y tú, ¿qué haces aquí?- Si fuera otro tiempo me hubiera enojado, resentido y habría regresado mis pasos hasta el área de producción, pero ahora ya había confianza como para saber cuando un comentario era mal intencionado. Jaejoong tenía chorros de sudor en la cara, se veía que estaban agotados.

–Pues, tuve tiempo libre y quise venir a curiosear.— Aún poniéndome atención, los dos empezaron a beber agua de las botellas que siempre cargan consigo como si jamás lo hubieran hecho.

–Llegaste justo a tiempo, nos dieron unos minutos de descanso para que comiéramos. ¿Te gustaría acompañarnos?— Ahora hasta a mí me tocaba una parte de esa gentileza que los miembros siempre presumían de Jaejoong ante las cámaras.

–¿Es algo que tú preparaste?— Y vuelvo a reiterar, en otros tiempos mi frase se hubiera escuchado como una incitación de pelea, pero hoy…

–Si, traigo además ese platillo que tanto te gusta.

–¡Entonces me quedo!— Contesté feliz, ¿o tal vez lo grité?... bueno eso no importa, el caso es que lo dije muy animada.

–¡Perfecto! Yunho, ¿podrías buscar a los demás y avisarles que vamos a comer ahora?— Yunho asintió y se fue en dirección al pasillo.— Mientras, nosotros acomodemos las cosas, todo está en mi mochila.

–Con razón traías eso esta mañana…–Empezamos a sacar las cosas de la enorme mochila que Jae había estado cargando rumbó al trabajo, incluso traía un mantel rojo con figuritas adorables.

–Si, ya tenía pensado que hiciéramos una especie de picnic, como últimamente hemos tenido mucho trabajo.

–Tienes razón…–Dije suspirando, también yo estaba algo cansada de andar por todos lados revisando cada detalle de la imagen del concierto. Extendimos el mantel en el mismo rincón donde encontré hablando a Jae y Yunho, después, acomodamos todos los contenedores que desprendían un arome exquisito. —Eres muy amable por preocuparte por todos los miembros.

–Son como mi familia, no me cuesta en lo más mínimo mimarlos de vez en cuando…tú también estás incluida.- ¿De todo eso me perdí por mi hostilidad? Casi se me salió una lágrima por las palabras de Jaejoong.

–Gracias, yo también te aprecio mucho.-Se lo dije sinceramente y sonriendo. Pero al parecer no se lo esperaba por que se sonrojó un poco y siguió acomodando unas cosas. Los dos estábamos sentados en el piso alrededor del mantel, esperando ansiosos por los demás.

–¿Dónde se habrán metido ahora?- Preguntó Jaejoong como una madre preocupada por sus hijos.

–Seguramente Junsu los convenció de jugar futbol en algún lado o Min los estará forzando a darle comida a escondidas jaja.

–Creo que nos conoces demasiado bien jaja.-ambos reíamos como dos viejos amigos.

–Después de tres meses de vivir con ustedes, ¿quién no?

–Es cierto, ya son tres meses… a veces pienso que ha sido más tiempo.

–Yo también, pero debo decir que ahora disfruto más mi trabajo, tal vez me estoy volviendo igual de extraña que ustedes. —le dije fingiendo preocupación. Que ya existiera confianza no significa que no podamos hacernos bromas, esa es una de las hermosas ventajas de una amistad.

–Oye, ¿a quiénes llamas raros? Tú, chica del botiquín. –Agregó a la última frase un tono burlesco.

–¡JAJÁ! ¿Aún te acuerdas de eso?

–¿Cómo olvidarlo? Ese día fue ‘peculiar’…Creo que después de todo, si haces buena pareja con Minnie. Tú con tu botiquín y él con su mochila 007 jajá–Y se rió con esa risa suya tan peculiar , tan escandalosa pero no tanto como la de Junsu.

–Kim Jaejoong, te estás ganando unos golpes, no te olvides que soy tu asesora. —le dije amenazante y fingiendo seriedad.

–No se me olvida, pero tengo el método perfecto para chantajearte…– retiró la tapa de uno de los recipientes y tomó un poco del contenido con los palillos. — ¿qué te parece? ¿Acaso no hule apetitoso~?—me mostraba los palillos con comida muy cerca del rostro, su olor me recordaba la atroz hambre que tenía.

–¿Estás chantajeándome?—le dije fingiendo dramatismo. El asintió con la cabeza. —Está bien… olvidaré tu ‘terrible’ falta de respeto si me das de tus delicias culinarias.

–Es un trato…ahora, abre la boca. —No sabía que él me iba a alimentar pero, bueno, no me opuse y saboreé lo que él me dio.

–Ejemm…–Casi me atraganto cuando escuché a alguien haciéndose notar justo a mi espalda. — Se puede saber, ¿qué hacen?

¿Han leído alguna vez un manga, donde ponen a los personajes enojados con una enorme mancha negra a su alrededor y una brisa macabra ensombrece sus ojos?... así es exactamente como lucía Changmin cuando me giré para verlo.

–¡Changmin!...¡un día me vas a matar del susto!

–Así tendrás la conciencia…–me dijo regañándome. Después, se hizo espacio entre Jae y yo. Esa era la versión Changminizada de una escena de celos, pero en ese tiempo no le di importancia ya que nadie salió herido. Otro error mío.


DÍA 3


–¿Qué cosa es eso?

–¿Cómo que ‘cosa’?, si es igual al que tú hiciste…–Desde que ya se habían hecho públicas mis clases de coreano, Yunho se había vuelto más estricto conmigo.

–¿Cómo comparas esa ‘lombriz’ con mi hermosa escritura?

–Pues yo las veo iguales…–dije haciendo un puchero. No estaba acostumbrada a fallar en algo, pero en serio la escritura ésa es tan complicada para mí.

–No hagas eso o voy a besarte. — ¿Era una broma, cierto? Fue entonces que reaccioné donde estaba, en una habitación que no es la mía, con un chico que no es Changmin y, además, ambos estábamos muy cómodamente acomodados sobre su cama.

–…jaja, que gracioso, Yunho. —Me reí ridículamente, ¿qué más podía hacer?... Sin embargo él solo me miraba intensamente, casi sentía que tenía un tipo de laser en sus ojos porque me quemaba…

–¡¿YA ACABARON LAS CLASES?!—la puerta se abrió estrepitosamente, estrellándose contra la pared. Changmin entró gritando como si Yunho y yo fuéramos sordos.

–¡Changmin-ha! ¡Te he dicho que no lo hagas eso!... Además, estoy en clases, no interrumpas. —en mis últimas clases siempre había una constante: Changmin merodeando por el lugar. Por eso habíamos estado cambiando de lugar, del estudio a la sala, de la sala a la cocina y de ahí para acá.

–Éste es mi cuarto, y puedo hacer lo que yo quiera. —Una vez que dijo eso, empezó a quitarse la playera, yo pensé que tal vez quería dormir pero…

–¡Min, Sora está aquí!—lo vi desabrocharse el pantalón y luego las manos de Yunho cubrieron mis ojos.

–No te preocupes Yunho, no es nada que ella desconozca… además, es bueno que compare. — En su afán de querer cubrirme bien, me estaba tapando la respiración intencionalmente y comencé a ahogarme.

–¿Comparar, pero…¡Sora!... perdón, no me di cuenta. –Cuando soltó empecé a toser fuertemente.

–*Cofcofcof* No te preocupes, Yunho, estoy… —Me daba unos suevas golpecitos en la espalda, más allá en la habitación vi a Changmin como si nada y sin nada… y de nuevo me quedé muda.

–¡Shim Changmin, vístete ahora mismo!—Yunho me ayudó a poner mi estupefacta humanidad de pie y me giró en dirección contraria a lo que me causó tremendo impacto.—Llevaré a Sora a su habitación y cuando regrese tú y yo tendremos una ‘plática’.

–Como digas, líder ~

Me dejé guiar por Yunho hasta la cocina, me dio a beber un poco de agua pero el rojo de mis mejillas no pasaba, ni la vergüenza de tener otra imagen como esa rondando en mi mente… en ese momento odié tener tan buena memoria.

–Te pido disculpas por eso, pero, en parte tienes la culpa. — me dijo Yunho. Solo escuchaba su voz, no podía verlo a la cara porque justo con el recién incidente la imagen de Yunho en la misma condición de desnudez me volvía atormentar.

–¡¿Yo por qué?!

–Te lo advertimos, Changmin no es el mismo cuando no come sus raciones completas…

Y de nuevo con lo mismo…

DÍA 4

–*Kiang, kiang, kiang ~*

–Junsu, ¿cómo puedes aprenderte tantos chistes? Jajajajaa y tan poco graciosos… ¡pero solo porque los dices tú suenan bien!— un día Junsu y yo decidimos hacer una especie de pijamada, nos quedamos despiertos hasta tarde, contándonos secretos, cosas de nuestras vidas de estudiantes y amanecimos en una interminable guerra de almohadas. El día siguiente lo teníamos libre, así que no había problema con la trasnochada.

Pero, cuando íbamos saliendo de la habitación, con nuestras cabelleras por sin ningún lado, nuestras ropas de dormir todas desalineadas y riéndonos como un par de locos, nos topamos del otro lado del marco de la puerta con Changmin.

–¿Qué es tan gracioso?—Preguntó con su ya habitual tono de fastidio y manteniendo su amiga inseparable consigo [Amiga inseparable=Mancha negra alrededor de él]

–¡Changmin!... esta vez no estaba en tu habitación, así que ni se te ocurra desvestirte en pleno pasillo.—El hecho de hace dos días había sido la comidilla de los demás integrantes, había risitas en la mesa siempre que estábamos comiendo y con el mal humor que Changmin se cargaba terminó por hacer público también lo de mi ‘incidente’ con Yunho en mis primeros días de trabajo,… casi me muero, ahora no podía ver a Yunho a los ojos, ni él a mí.

–No seas exagerada, esa vez traía mis bóxers puestos… no como el pobre de Yunho. —De nuevo sacando a colación lo de Yunho, y lo que es peor, en frente de Junsu.

–Ya déjala en paz, Min. Ni parece que están saliendo, la tratas peor que a nosotros. —Junsu me defendió, pero lo que Junsu dijera era nada para los oídos tercos de Changmin.

–Junsu-yah, no te metas. —le dijo dándole una palmada algo pasada de fuerza en el hombro.—Además, justo a eso venía… Sora, quiero invitarte a salir.

–¿Eh?... amm…–es cierto que hacía tiempo habíamos dado a conocer nuestra seudo relación, pero desde entonces, y con todo lo de la dieta de Min y lo que había provocado, no habíamos hecho algo que nos identificara propiamente como…¿pareja?— E…está bbien.

Entonces quedó dicho, esa tarde saldríamos. Me sentía extraña, era, por así decirlo, nuestra primera cita formal… quise hablar con Junsu acerca de ello, se supone que eso es el tipo de cosas que conversas con amigos, pero en un momento de mi platica con Changmin para ponernos de acuerdo, Junsu había desaparecido y ya no lo volví a ver en ningún lado del departamento.

Me cambié como mil veces antes de decidir lo que finalmente me pondría, no estaba segura que usar ya que Changmin no me había dicho a donde iríamos. Opté por ponerme algo cómodo pero a la vez ligeramente elegante, un vestido femenino combinado con jeans, varios accesorios y un maquillaje leve.

Una vez que estuve lista salí de mi habitación, el silencio que había en el pasillo era tan anormal, como de ultratumba, por un instante llegué a pensar que todos habían salido y Changmin y yo éramos los únicos en el lugar, después de todo era un día libre… pero cuando llegué hasta la sala, me encontré a todos sentados. Ninguno estaba haciendo nada realmente, Yunho sostenía un libro, Jaejoong escuchaba música con los auriculares puestos, Yoochun estaba recostado en el piso y la persona que hubiese estado desaparecida escribía algo en una pequeña libreta.

–Sora…–el primero en notar mi presencia fue Jaejoong, quien después le dio un codazo a yunho haciendo que levantara su vista del libro.

–Hola. — dije algo incómoda, pues las miradas de los demás ya se habían fijado en mí.— ¿qué hacen todos aquí?—todos respondieron diciendo lo que cada uno hacía al mismo tiempo.

–Pfff…la verdad, es que Changmin nos dijo que saldrían, y teníamos curiosidad de cómo te verías... —Al final Jaejoong dijo la verdad.

–Pues me veo como siempre, jeje… no me hice nada en especial. —Me sentía ante una pasarela o un concurso de belleza, creo que hasta me sonrojé.

–Ya dejen de comerse a Sora con la mirada. —No hubiera podido seguir soportándolo si Changmin no hubiera llegado a interrumpir como siempre, pero esta vez fue oportuno.— ¿nos vamos?— yo asentí con la cabeza.

No pude dejar de notar algo,… algo extraño en todos… no era la primera vez que lo veía, era algo… ¡pero no sabía que!... en ese tiempo no sabía el por qué de sus miradas tan tristes, cuando nos despedimos Changmin y yo.

***

Mientras veía a Changmin conducir tan seriamente el automóvil que le había pedido prestado a uno de los bailarines, me preguntaba internamente: ¿A dónde llevaría un TVXQ para una cita?

Aquella vez que anduvimos por las calles de Fukuoka estábamos disfrazados, pero ahora cualquiera podría reconocer a kilómetros de distancia al apuesto de Shim Changmin, realmente lucía bien… siempre es así, para los videos y esas cosas pero, era diferente esta vez.

En varias ocasiones los demás miembros habían llegado a decir que para ellos el más atractivos de todos es Changmin, y no es que quiera negarlo, puede que sea así, pero no antes mis ojos, es que mis ojos son ciegos y tercos… aún para ese entonces mi corazón pertenecía totalmente al carismático Junsu, al de la risa ruidosa, al que todos molestan, a ese que canta desde lo más profundo de su ser… ese día, mientras llegábamos a aquél lugar, llegué a enojarme conmigo misma por no poder olvidarlo y hacerle un lugar en mi corazón a la persona que tenía a mi lado.

–Llegamos. —Me dijo Changmin con una sonrisa que me sorprendió, porque hacía mucho que no la veía en su rostro.

–Pero, es un edificio abandonado,…

–Así es, pero tengo esto. —convirtiendo esa radiante sonrisa en una traviesa, me mostró unas llaves.

Entramos por la puerta principal, utilizando las ya mencionadas llaves, aquél edificio era enorme, parecía que albergaba antes la sede de alguna empresa internacional. Changmin confirmó mi pensamiento, ese gran edificio había sido muy importante hace muchos años, pero por problemas financieros y legales de los propietarios ha estado abandonado desde hacía meses… Dentro estaba casi todo vacío, solo uno que otro escritorio regado por ahí, cubierto con mantas blancas. Subimos por las escaleras, ¡cientos de escaleras! Nos llevamos casi una hora subiendo, mi condición física no era tan buena como la de alguien que da un concierto de tres horas y puede seguir en pie, así que llegó un momento en que ya no pude más.

–Jajá, ¿por qué te sientas? Me parece que tú necesitas la dieta más que yo. — Yo jadeaba agitada del cansancio mientras mi acompañante se burlaba de mí.

–Ya… no… puedo… subir… ¿falta…mucho?—El se sentó junto a mí y me miró compadecido.

–Como cinco pisos más…–mi mandíbula casi se cae al piso de la impresión. —No te preocupes, yo puedo llevarte. —No me gustaba ser, ‘literalmente’, una carga para nadie, pero era peor regresar.

Changmin me cargó al estilo nupcial por el resto de los pisos, yo me abrazaba a su cuello fuertemente mientras veía resbalar unas gotas de sudor por el mismo y seguía preguntándome, ¿a dónde me llevará?

Llegamos hasta la azotea, donde había una mesa preparada con cubiertos y algunos pétalos de rosas esparcidos por el piso… pero lo que era mejor era la vista de fondo, realmente podía verse toda la ciudad desde ahí y justo ahora estaba la puesta de sol.

–Woow… ¡es hermoso!—quise buscar una mejor palabra, pero no podía, todo aquello era… nunca nadie había hecho algo así por mí.

–El plan era que para esta hora ya estuviéramos terminando de comer, pero bueno… eres muy lenta. —Changmin me bajó lentamente.

–Lo siento… ¿cuándo preparaste todo esto?

–Esta mañana, antes de verte salir de tu habitación felizmente con Junsu…–fue cuando lo entendí, nunca había salido con nadie ni tenido un novio o alguien a quien darle cuentas, es por eso que no contemplaba los sentimientos de Changmin cuando estaba con alguno de los otros miembros, seguí comportándome como si nada, lo trataba igual que antes, no tomando en serio sus sentimientos, no recordando aquellas palabras de aliento cuando más lo necesitaba… me sentí tan egoísta.

–Lo siento…–lo abracé fuertemente, llorando… conmovida por sus sentimientos, por lo que había hecho por mí… y también lloraba por la culpa.

–Todo mundo, suele exagerar mi ‘amor’ por la comida… tanto, que hasta yo me lo he creído... Pero, esa no es la razón por la que he estado así los últimos días, – él correspondió mi abrazo y acariciaba mi espalda tranquilizando mi llanto. — yo estaba celoso…

Cuando las cosas se hablan con claridad siempre tienen solución, y, habiendo aclarado eso, después de una larga plática en aquél tejado, regresamos a casa. La bajada por las escaleras fue menos complicada que la subida, ahora iluminados por una linterna especial que Changmin había preparado.

La sala del apartamento estaba despejada cuando llegamos, entramos tomados de la mano… había tomado la decisión de darle una oportunidad en serio, de terminar de una vez por todas con todo el drama alrededor de mi trabajo y darme al mismo tiempo la oportunidad de conocer un sentimiento distinto.

–Parece que los metiches no andan por aquí. —dijo Changmin viendo en todas direcciones.

–No los llames así, ellos te quieren mucho… –la tradición era que el novio dejara a la novia en la puerta de su casa después de la primera cita, pero ya que vivíamos untos a tradición se modificaba un poco y sería a la puerta de mi habitación.

–Lo sé… aunque a veces me cueste aceptarlo yo también los quiero como a mi familia. —Cerca… más cerca… justo en el lugar en que me encontró esta mañana con Junsu, en el marco de aquella puerta… y él cada vez estaba más cerca de mí…

–Si,… yo también los quiero mucho.–más cerca…

–Pero, más te vale quererme más a mí que a todos. —sus manos estaban en mi cintura y solo era cuestión de movernos un milímetro para que…

¿Pensaron que habría interrupción? Pues, no la hubo al principio… Changmin repentinamente acortó la poca distancia que quedaba, puso sus labios sobre los míos, yo estaba dispuesta acceder… quería desde lo más profundo de mi ser, llegar a sentir algo con ese beso, con sus labios moviéndose contra los míos y sus brazos acercándome aún más…pero como dije antes, la interrupción no fue al principio sino al final, cuando escuchamos algo caerse y hacer un ruido que hizo eco por todo el pasillo.

–¿Qué paso?—pregunté asustada, separándome de Changmin. Entonces, vi a la persona que menos quería ver… o más bien la persona que menos quería que viera lo que acababa de pasar. —Junsu…

–Ah… yo… perdón, es que me estaba preparando un emparedado y… se me ha caído el plato en que lo traía…

–Ashh, Junsu… ¿nunca dejarás de ser tan torpe?— Changmin lo ayudó a recoger los pedazos de porcelana, lechuga, tomate y pan que estaban regados frente a él. Yo aproveché eso y me escondí en mi habitación, llorando porque… este episodio representaba, de alguna forma mi rendición total ante alguna esperanza con Junsu.


DÍA 5

Los días pasaban y los preparativos del concierto avanzaban, el Sr. Matrsuura nos dijo que se aplazaría la fecha de realización porque primero querían lanzar un single de una canción del disco, la primera fecha sería el 5 de mayo.

Yo me la pasaba en producción y ellos en los estudios; en el departamento yo trataba de dedicarle mi mayor atención a Changmin, le había levantado en castigo de la dieta porque con el gran ejercicio que hacían todos los días me parecía que se justificaba tal ingesta de calorías. A veces me tomaba de la mano frente a los demás, eso siempre hacía que me sonrojara… pero si Junsu estaba ahí mi sonrojo era remplazado por una especie de miedo que no comprendía bien y que seguramente Changmin notaba.

Mis padres me llamaron la noche de un Sábado y, para corresponder de algún modo la formalidad del interés de Changmin, les conté de nuestra relación… nunca he sido muy abierta en cuanto a ese tipo de cosas, de hecho antes de llegar aquí era catalogada por mis mismos familiares como una especia de iceberg por lo fría que llegaba a ser, obviamente que mi papá se sorprendió y mi madre dio gracias a todos los santos a los que había rogado para que no muriera solterona.

Junsu volvió a su estado serio, pero no tanto como antes… creo que solo aceptaba hablarme porque lo había prometido aquella vez que durmió en mi cama. Le pregunté que era lo que le pasaba y me respondió que cada vez le resultaba más difícil aceptar los sentimientos de la chica que le gustaba por alguien más… aún en este momento sigo pensando que esa chica debe ser la más afortunada del planeta.

–¿Te gustó?— Mi trabajo de asesora se había expandido, ahora también era su amiga y consejera en lo personal. A veces me la pasaba hablando con Jaejoong acerca de los mejores tratamientos para el cuidado de piel. En otras ocasiones vigilaba y calificaba las rutinas de baile inventadas por Yunho. O a veces, como ahora, escuchaba las composiciones de Yoochun.

–Mmm…– Llevé una mano a mi mentón y fingí no estar muy contenta con sus versos, jaja su cara de susto fue indisimulable. — ¡Por supuesto que sí! Aunque es una canción algo melancólica me parece excepcional,… realmente me ha llegado al corazón. — No es por que fuera mi amigo, ni tampoco por querer quedar bien con él… en verdad la canción había sido hermosa y tenía algo que me hacía pensar en esa persona…

–Sabía que te gustaría… pero el crédito no es para mí, sino para Junsu.

–¿Qué?

–Si, él fue la persona que compuso la letra de esta canción. —entendí por qué me lo recordaba, la historia que narraba la canción era de alguien añorando la presencia de una persona… así como Junsu añoraba la de ella.

–Ah… ya veo. —Quise aparentar que no me afectaba pero creo que mi tono triste al hablar no me ayudaba. – Esa persona… a la que Junsu quiere tanto… debe estar loca para no aceptar a alguien como él.

–…– Yoochun se quedó pensativo por un momento, con el seño fruncido y viéndome como si hubiera blasfemado. Abrió la boca varias veces como si fuera a decir algo pero, siempre desistía… cómo si no encontrara la forma correcta de expresarse. —Sora… ¿tú quieres mucho a Junsu, verdad?—me puse nerviosa, seguramente había sido demasiado obvia. Fijé la vista en el televisor que mostraba un programa de comedia japonés y me reí un poco.

–Cl…claro que lo quiero…es mi amigo. —y me torturaba el hecho de que nadie más estuviera en la sala, y yo estaba completamente indefensa ante la mirada acusadora de Yoochun.

–Sora… ¿Qué hubieras hecho, si en vez de Changmin, la persona que te hubiera confesado sus sentimientos hubiera sido Junsu? – la pregunta no era más que otra señal de que Yoochun me había descubierto, pero ni siquiera tuve oportunidad de pensar en una mentira cuando alguien llegó levantando a Yoochun de su asiento por el cuello de la camisa.

–¿Cómo te atreves a hacerle ese tipo de preguntas? ¡Sobre todo cuando está saliendo conmigo!—Changmin estaba colérico, aventó a Yoochun lo más fuerte que pudo haciendo ue se estrellase contra la pequeña mesa de centro, causando un gran estruendo en todo el apartamento.

–¡Cálmate Changmin, solo era una pregunta tonta!—Ya había vivido varios episodios de la furia de Changmin, pero eso corrí a su lado tomando su brazo gentilmente, tranquilizándolo. Los demás fueron llegando, atraídos por el ruido del estruendo, cuando Yunho vio a yoochun tirado y a Changmin rojo de rabia se puso a gritar.

–¿Qué rayos fue lo que pasó?—Junsu y Jaejoong corrieron a lado de Yoochun, quien sangraba un poco de la cabeza.

–¿Qué ‘que pasó’?... ¡Pasa, que ya estoy arto de todos ustedes! ¿Qué no pueden aceptarlo? ¡SORA ES MI NOVIA AHORA!—pensé que con la plática de aquella vez los celos de changmin se tranquilizarían pero, en este momento lo desconocía totalmente. — ¡YO GANÉ Y USTEDES TIENEN QUE SER BUENOS PERDEDORES!—y eso fue lo que pasó. Al instante que escuché esas palabras solté el brazo de Min y me quedé en shock.

–¿Tú ganaste?— dije mirándolo fríamente.— ¿Qué fue lo que ganaste? ¡¿A que te referías?!—Junsu y jaejoong ayudaron a Yoochun a ponerse de pié y de un momento a otro todos formaron un circulo alrededor de mí.

–Sora, cálmate… no es nada malo. —Yunho me habló paternalmente, ¡eso era lo que menos necesitaba!

–¡No me pidas que me calme! ¡Quiero respuestas!—mi corazón latía rápidamente… pero no era bueno, el sentimiento era desolador.

–Sora… tú me gustas. — Jaejoong fue el primero que lo dijo, entonces, tal vez no me parecía tan raro, si solo hubiera sido eso puede que siguiera en mi antiguo trabajo.

–A mí también me gustas…–Pero con las palabras del líder todo fue peor.

–Y a mí. —Y con la última confesión de Yoochun ya sumaban cuatro, ilúsamente pensé que habría otra más pero eso fue todo.

–Entonces… lo que tú ‘ganaste’… fue a ¿mí?— Changmin, quien estaba a mi lado, todavía estaba molesto hasta que le hice esa pregunta, entonces, abrió los ojos grandemente y empezó a sacudir sus manos frente a mí en forma de negación.

–Lo has malinterpretado… no quise decir que te gané… yo en verdad… tú me gustas y…–empezó a tartamudear, y la furia que antes él hubiera tenido pareció trasladarse a mí.

–Ahora entiendo tantas cosas… ¡¿cómo pudieron?! ¡¿Creyeron que como vivía aquí con ustedes podría ser su diversión?!

–Sora, ellos no…–Junsu quiso hablar pero yo no estaba en condiciones de escuchar a nadie.

–¿Tú lo sabias?—le pregunté con los ojos cristalinos. Él asintió. — ¿¡Y no me dijiste nada!?

–Yo…

–Esto es suficiente… ya no puedo soportarlo más. —Pasé por en medio de Yoochun y Jaejoong, me dirigía mi cuarto y, de una forma increíblemente veloz, empaqué todas mis cosas, no me importaba olvidar algo, lo único que quería era irme.

–Sora, ¿qué haces?...—preguntó Changmin interponiéndose en mi camino a la puerta.

–Me voy. —No di otra explicación, sabía que no hacía falta. Quité a Changmin de mi camino y aceleré el paso cuando atravesé la puerta de salida.

–¡Por favor, Sora!, tienes que entender…

–¡Dejen de seguirme!- Maldita la hora en que se me ocurrió utilizar las escaleras de emergencia en vez del cómodo elevador, además, eso de ir cargando con todas mis cosas solo agrava mi cansancio.
–¡Sora, perdóname!, no quise decir eso… has malinterpretado las cosas.- Detuve mis pasos al escuchar la voz de Changmin, como los chicos venían muy cerca de mí, casi se estrellan contra mí por mi repentino movimiento.

–Tú… ¡Tú eres él que menos derecho tiene a decirme algo!- Lo señalé acusadoramente y él me miraba, con su tonta cara de entre súplica y ‘arrepentimiento’. Detrás de él estaban los demás, viéndome del mismo modo.

Aquel espacio en las escaleras se hizo tan pequeño de pronto, bajé mi mirada y empecé a llorar.

–Sora…-alguien tomó mi mano, y esa voz era ya tan inconfundible para mí. Lo miré a los ojos… sabía que él era la única persona con el poder sobrehumano de hacerme cambiar de opinión, por eso, con un dolor tremendo en el corazón, solté mi mano de su agarre bruscamente.

–¡Suéltame! Jamás me hubiera esperado eso de ti…-le reproché y aún con lágrimas en los ojos me di la vuelta para seguir con mi camino más aprisa que antes.

–¡No corras de esa manera, es peligroso!- ¿Ahora si se preocupa por mí? Las palabras de Jaejoong fueron inútiles ante mi determinación, si rodaba por las escaleras era muy mi problema.

–¡Sora, tienes que ser razonable! ¡Estamos en plenas preparaciones del concierto!...

–¿Ah, si?... Pues, suerte con eso…- Llegamos hasta la planta baja. Por lo apresurado de nuestros pasos el portero del edificio nos miró con desconfianza, pero eso ya no es problema mío, yo solo aceleré mi marcha ahora que había dejado atrás las estúpidas escaleras.

¿Cómo pudieron? ¡Yo que ya los quería!… ¡Siempre los quise a todos!... de una forma diferente…

-Esto ha llegado muy lejos, ¡regresa al apartamento y hablemos como personas!- Yunho seguía hablándome, en representación de todos, como digno líder já…

–¡Con ustedes eso no es posible! ¡Y ya dejen de seguirme o me van a obligar a…!- Ya estábamos en la calle, yo seguía avanzando aunque mi vista estaba atenta por si se aparecía un taxi.

–¡Ya deja esta rabieta! Además ¿qué piensas hacernos?- Me detuve.

Puse mi equipaje lentamente en el piso y me di la vuelta, para poder encararlos otra vez. Ahí estaba Shim Changmin, el que me había hablado ésta última vez. Yo ya no lloraba, otro sentimiento me había invadido, por primera vez desde hace mucho tiempo me volvía a sentir como yo, esa chica ambiciosa y segura de si misma, capas de hacer y conseguir lo que quiere.

–¿’Esta rabieta’? ¿Tú piensas que esto es una simple ‘rabieta’?

–No. Changmin no quiso decir eso, es que todavía está bajo los efectos de la dieta que le impusiste…- Yoochun trató de defenderlo.

–Pues que alguien más padezca de esos efectos, ahora me voy y nunca más volverán a verme…- tomé de nuevo mis cosas, y justo antes de que Jaejoong pudiera agarrarme por la fuerza.- ¡¡MIREN TODOS, ES TOHOSHINKI!!- Grité con todas mis fuerzas y la gente, que antes por las prisas que se padecen siempre en la ciudad no se habían dado cuenta de la presencia de los chicos, empezaron a rodearlos y a tomarles fotos.

Yo aproveché la confusión para llamar a un taxi que por fin se presentaba en aquella avenida, y, antes de darle las instrucciones al taxista, vi a los chicos por última vez, sus caras de desconcierto en medio de la muchedumbre e incluso unos, al igual que yo, tenían lágrimas en los ojos, pero debieron pensar las cosas antes de hacer lo que hicieron.

–Al aeropuerto.- Le dije al taxista...Esa fue la última vez que los vi…


REGRESO AL TIEMPO REAL…

Es raro como las cosas pueden cambiar tan repentinamente, como de un día para otro estás en un lugar muy diferente, en un ambiente distinto y, para mi desgracia, con un sueldo muchísimo más pequeño.

–¡___________!, esto es para la mesa cinco.

–Está bien. — ahora soy como una especie de prófuga que se esconde en un barato restaurante de comida rápida en Osaka. ¿Qué más podía hacer? Después de todo, ya me habían dado un adelanto por mi trabajo y seguramente no me dejarían renunciar así como así.

Mi objetivo ahora es juntar el suficiente dinero para regresar a América y para llevarle a mis padres y así no sea tanto la pena que sufran por mi causa.

Respecto a Tohoshinki, ahora me he convertido en ¿cómo les llaman’ Ah, si, en una anti-fan… cada vez que escucho que algunas de las estudiantes que vienen a comer aquí hablan acaloradamente de ellos, me meto en la plática y les digo que no son tan buenos, que todos son feos y cantan horrible (aunque desgraciadamente no sea así)… no puedo olvidarlo, no puedo perdonarlos… la manera en que me usaron, me convirtieron en su entretenimiento, en su forma de pasar el rato…

–Aquí tiene su pedido. —pero nunca más,… ya no volveré a creer en ningún hombre, todos son iguales.

–Vaya, vaya… de asesora de Tohoshinki a mesera del Mc. Donalds…–La persona a la que le acababa de entregar su hamburguesa, mientras estaba abstraída en mis pensamientos me habló. Esa voz, ¡no puede ser, me han encontrado!

1 Comentarios:

  1. Anónimo5/09/2011

    ME ALOCOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO GRACIAS X CONTINUARLO TU TRABAJO ES EXCELENTEEEEE LLORARE XQ AL FIN TERMINARE DE LEERLO Y YA PODRE IR AL COLE LLEVO AMANECIENDOME VARIOS DIAS DE ANGUSTIAAAAA GRACIAS !!!
    GOMAWOOOO!

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