Thinking about you... cap 27

Y aún permanecían ahí…

Sentados en el suelo de la sala en el que había roto un florero mientras se abrazaban con fuerza…sin importar ni aquel mueble corrido de su sitio ni los insultos que aún dejaban eco en el lugar, sin importar nada más que el hecho…de que finalmente y tras tantas lágrimas y dolor…había pasado…

Que estaban solos…
Que ya eran libres…

Que serían felices…

Por que lo había valido, los gritos de su padre y esa ensalada de horribles palabras, esa risa algo irónica y esas promesas de que no conseguirían aquello que con tanto esfuerzo habían soñado, esas amenazas de culpa…esa verdad de saber que había destruido a su madre…todo daba igual por que ya nada…ya nada importaba si le tenía…ya nada era más amargo que su partida ni sería más dulce que aquello que le rodeaba.

Nada podría reemplazar esos ojos aún llenos de miedo mientras intenta respirar con insistencia contra el hombro de Yoochun y con esas manos temblorosas quiere llevarse ese carmín que ensucia un poco sus dedos y si no fuese por que ese corte está en mejillas de Yoochun no le importaría en lo absoluto que aquella sangre escurriese un poco, no si ya pueden dejar de preocuparse por el resto del mundo y todo lo demás…lo han vivido juntos…

Juntos aunque tenga un labio roto y ambos tiemblen un poco más esta vez, aunque el mayor tenga un ojo morado y aquel corte en su mejilla si es que esos golpes de su padre en sus costillas no duelen demasiado...

Por que están juntos…

Por que ya ha pasado sobre ellos el mar con sus inundaciones y el cielo con sus tormentas y siguen ahí temblando pero estaban juntos…

Sollozó despacio acariciando otra vez esa mejilla y revisándola algo asustado de que fuese algo más profundo de lo que pensó viendo como no se separa de su cuerpo, como evita un poco su tacto pero no se aleja

-Yoochun ah…

Y casi podía sonreír y sollozar un poco en su hombro sabiendo que hasta su voz diciendo su nombre con ese deje de libertad sonaba diferente, sin ese miedo ya y sólo con esos temblores de no saber bien como llevar eso sin represiones, sin culpas…con un poco más de felicidad de por medio y aquel sabor dulce que se impregna en el aire y que desprende el mismo amor que se profesan.

Y quiere creer que es cierto

Que puede ahora coger su mano en la calle y compartir de su propio helado sin temor de que alguien realmente importante pueda verles, sin importar una felicidad y un futuro más importante y más grande que el suyo.

Por que ahora le tiene…

Le tiene ahí entre sus brazos intentando ver esa herida un poco más de cerca como si en realidad importase un corte más o uno menos, un golpe más o uno menos cuando ahora podían salir a comer juntos un pastel …cuando lo próximo sería contarle al mundo que se aman…

Por que no hay familias ya que se opongan…

Ni sentimientos importantes de alguien a quien herir…

Y le sintió sobresaltarse al escucharle reír un poco apegándolo a él manteniéndole otro poco más cerca, viéndole a los ojos aún con su rostro hinchado y ese ojo que le ve a medias, sonriendo como nunca….

Como extrañaba

Como hace tanto no podían compartir

Dejando correr un par de esas lágrimas emocionadas al pensar que ahora todo sería tan…tan diferente…tanto que hasta aquellas lágrimas podían contagiar de risa a Junsu, y curvar sus labios despacio mientras se ve reflejado en esas oscuras pupilas, seguro esta vez de que ya no hay nada que pueda trizar un poco algo más en su pequeño e insignificante mundo…

Seguro de que puede romper como antes en estridentes carcajadas y dejar que Yoochun se ría de él viéndole a los ojos y pudiendo leerlos como si fuesen libros…libros de amor escritos para él…con bellas historias de romances y hermosas tragedias, con lágrimas para ensuciar sus páginas y usarlas de tinta para manchar esos corazones que pintará en todas sus páginas

Y ambos ríen suavemente mirándose a los ojos a sabiendas de que no hay nada mejor que aquello, dejando acariciar esas heridas suavemente como si fuesen a sanar más a prisa por que han sido echas con un odio que parece ahora insignificante…

Que se ha hundido…

Que esta extinguido…

-¿duele…?-acariciando con sus dedos ese corte en la mejilla del mayor quien se queja suavemente
-arde un poco…-reconoció sin quitar la mirada de esos ojos castaños que brillan con intensidad ahora fijándose con ternura en esa mejilla que ahora sabe suya…que no tiene miedo de tocar, no como cuando pensó que le mentía…que otro le tocaba…que eran sólo suyas las caricias que el pelinegro no permitía, las que no disfrutaba, las que no deseaba…

Sonriendo al notar que parecía lejos…que cada segundo del anterior parecía más lejano…que cada sonrisa era más nueva más única y que poco a poco desaparecería, que había dolido como nunca…pero estando seguro de que sería el mismo Yoochun el que se encargaría con sonrisas como aquella, de hacerle olvidar aquella pesadilla …

-ha pasado ya….?-murmuró con la voz algo tomada y los labios temblando sin saber si lo mejor sería ya largarse a reír como nunca o comenzar a llorar como el bebé que era entre esos brazos que le habían brindado mucho más que amor, cobijo y protección.

Fijando su mirada en esos ojos oscuros que sonreír con alegría y algo de nerviosismo que no fue difícil contagiar mientras observa bien esos labios rojos como cerezas que preguntan aquello…

¿Pasó?

Y quiere reír y decirle que si…
Que es cierto…
Que pasó…
Que sufrieron pero ya acabó…!

Pero no puede hablar, y esa risa ahogada se apodera de sus labios partidos e hinchados antes de llevar su mano temblorosa también a ese rostro para limpiar la misma sangre que dejó su mejilla en su piel asegurándose de que nada ensucie tan hermoso cuadro, que nada valga el recuerdo de aquellos horrendos momentos, de esos desesperantes días y desastrosas semanas

Y asiente algo ansioso riendo despacio, cerrando los ojos un segundo y cogiendo ambas mejillas a Junsu recordando de pronto aquellos días de dulces tormentas…esos en los que esperaba sujeto a su cuerpo hasta que con los labios pegados a su frente acaba por susurrarle esos suaves “ya pasó…” notando como se aferraba un poco más en el abrazo y dejaba de respirar agitado….y quiso olvidar cuantas veces habrían sido, las que no estuvo ahí para cobijarle del miedo, de los llantos…

-ya pasó….-murmuró con la voz quebrada y los ojos abiertos fijos en los suyos, sus frentes juntas, sus respiraciones mezcladas, esos te amo silenciosos que escapaban en sus miradas, ese latir ansioso y algo desbocado…responsable de tanto llanto y dolores acumulados…

Ahora siendo el único testigo y demandante
De tanto amor apostado…

Ese amor que se desbordaba en esos labios rojos que lleva unos minutos besando sin parar, acurrucados en ese sofá del departamento de Changmin que les acunó algo mejor de lo que pudieron pensar sabiendo que debían haberse ido cuando se despidieron con la promesa de regresar en unos días y dejaron al pequeño tomar la mano de Lee y caminar a la habitación, si bien no entre esas miradas seguras que se regalaran antes con algo más de profundidad cogidos de la mano con fuerza.

Y acarició otra vez esos cabellos negros y desordenados, paseando sus dedos en silencio por esas mejillas irritadas limpiando la humedad que en sus pestañas pudo quedar sabiendo que se siente avergonzado, y que aun tiene mucho por lo que temblar…

-Yunnie ah….-y es su voz suave llamándole como antes en ese susurro que espera jamás ser descubierto, el que le hace salir de sus ensoñaciones y fijar su mirada en ese rostro que le hace delirar -Yunnie tú…-susurra temeroso y algo asustado intentando no tartamudear demasiado las palabras, pero sin querer esconder el miedo que llevaba consigo, sin querer obviar esas palabras de Changmin que dolieran tanto cada vez que intenta mirarle a los ojos- me…-tragando saliva duramente- ¿me odias Yunnie…?-susurró bajando la mirada- ¿lo ves….? ¿Lo ves en mis ojos lo….?-solloza quedamente sintiendo que sus ojos se aguan otra vez- ¿lo olvidarás Yunho…?

Y no puede más que intentar levantar esa mirada queriendo prometerle el mundo, las estrellas, la felicidad más absoluta….

Aunque sabe que lo ve…
Que no lo olvidará fácilmente…

-claro que no te odio…-susurró acariciando esa mejilla sabiendo herida la piel, sabiendo inválida aquella seguridad, y ve en sus ojos la desesperación, porque sabe que no ha pasado por alto la calidez de sus roces y que las palabras de Min no hacen más que martillarla…
-lo ves Yunho…-acusó apretando sus manos en esa camiseta- lo estás viendo…-susurró medio sollozando negándose a verle a los ojos otra vez, fijándola en aquellos botones que ahora tendría tanto miedo de desatar
-sabes que es lo que veo en tus ojos Jae…?-susurró tomando su barbilla y acariciándole las mejillas con ternura queriendo levantar esa mirada cuando el otro se niega siquiera a levantar la cabeza- veo miedo….miedo y amor….me amas aún Jaejoong…? Aún después…después de todo…
-no debería ser yo quien pregunte eso…?-medio sonrió susurrando asustado
-hay un guión para esto…?-sonrió un poco más al ver esa mirada clavada con vergüenza en la suya- sólo ve Jaejoong…que ves en mis ojos…-murmuro con una sonrisa dulce mientras esas orbes negras parecen querer atravesarle hasta lo más profundo aún lleno de miedo y pero con ese toque leve de timidez ahora
-veo…-susurró queriendo acariciar suavemente esas mejillas mientras sus ojos de humedecen rápidamente y ya no puede hablar algo más, por que duele, por que es demasiado…y cree que no lo merece
-has visto ya….?-susurró cerrando los ojos con una sonrisa sincera en los labios sintiéndole abrazarse a su cuerpo y asentir contra su hombro a la vez que suspira con fuerza- todo es tuyo Jaejoong ah…
-mío….?-susurró con aquella sonrisa que ya no abandonaría esas facciones delicadas y algo heridas
-todo ves….?-sonrió abrazándole algo más y sintiendo que su corazón late algo más de prisa al tenerle cerca, que late algo más de prisa que antes, por que le extraña Dios….

Y le mima por cada segundo que no pudo hacerlo…
Por cada roce que no le regaló o cada suspiró que tal vez debió dejar escapar en cada diferente ocasión…
Susurrando aquellas frases que guardó con recelo en su propio corazón, esas que fueron dulces y románticas y acunaron el deseo vivo en el alma de Jaejoong…
Y que supieron a algo más que miel y fruta en un tazón…

Por que era su vida, su mundo, su sola respiración, cada latido una canción y su mirada lo que conseguía iluminar sus días sin fulgor, sin brillo, sin calor, y acariciar con cada sentido la emoción, la desesperación, cada momento perdido en un cajón, desvestir la ilusión y dejar que sean sus suspiros los que invadan cada rincón de la habitación, para olvidar que hizo frío y que dolió, que cada beso a otros labios fue un quiebre lo que significó…

Por que lo valió…

Valió los roces y los llantos y cada vez que no hubo más que gritos alrededor para entender que en realidad lo que valía ahora no era precisamente que tanto daño hubiesen hecho a quien más alegrías gestó…

Sino cuanto amor pudiesen recaudar entonces para costear la deuda que aquello dejó…

-¿me amas….?

Y aquella sola pregunta podía mover montañas, derrocar inmensidades e inundar los más fríos corazones…

Y si había algunos que lo sabían mejor que nadie
Estaban también aquellos que acababan de descubrir su poder…

Su capacidad de alegrarse y perdonar
De sonreír e imponerse con la sutileza de pocos
De hacer de las lágrimas sus mejores amigas
Y eliminar impurezas al paso de cada pequeño rayito de amor

Por que si Changmin podía tenerlo aún latiendo a cada segundo por aquello que creyó siempre perdido, Lee no podía desaprovechar un segundo de aquella hermosa calidez que le brindaba el menor

-te amo….

Murmuró abrazándose a su espalda con las mejillas ardiéndole en fiebre aún sintiendo como acaricia con extrema ternura e inseguridad sus manos, como se adueña de su calor y sus culpas, sus perdones, sus silencios…

Esas pequeñas lágrimas algo inconscientes que no hacía más que humedecer algo su cuello y dedicarse a ser las libertadoras de tanta culpa acumulada y miedo trenzado en torno a ese corazón que se siente algo más que simplemente incapaz de adueñarse de sus besos, de corresponder de manera correcta aquellos sentimientos.

Esos que le carcomen el alma a cada segundo y le obligan a aferrarse con más fuerza a su cuerpo, a su estabilidad, a sus pensamientos, a intentar conseguir aquella comprensión que ya tiene tantas fallidas direcciones, que no consigue hacer algo más que trucados planes que intentan proteger ese amor frágil…

Ese que sabe confuso e inmaduro pero que se siente…
Que se huele
Que se roza

Que enciende…

Enciende ese fulgor a miles de kilómetros, lo cubre todo, lo absorbe, lo hechiza, y se comporta como el más simple coleccionador de sonrisas, de besos y caricias, de esas manos suaves y armoniosos labios que ya nada más que amor requisan…

-te amo más de lo que crees Changmin ah…

Y no es sólo la fiebre o la voz débil las que hacen algo más tierna aquella confesión que es un secreto de ambos…un secreto a voces…sin más testigos que aquel cuarto…ese borra enteras horas atenciones, para atender nuevos caprichos y cantar nuevas canciones, por que merecen algo más que todo el resto aquellas cordiales pasiones…

Suaves capullos escondiendo aquellas flores
Bellas palabras esta vez quemando temores
Regalando colores…

Y provocan que Changmin voltee y le mire con extrema ternura, con arrepentimiento de sus palabras y algo más que amor relleno de simple locura

Por que de pronto sabía…que mientras tuviese aquel par de ojos…
Que clavasen con fuerza el cariño en los suyos…

O existieran esos labios…
Que suspirasen a la par de sus miedos

Mientras pudiese soñar un poco más entre ilusiones confundidas
Cada vez que consigue robar un verdadero beso

No podrá hacer más que contestar con firmeza que también él le ama, también más de lo que cree, y que acabará entregándole todo cuanto quiso guardar para sí, cuanto quiso quitarle…

Por que no habrá cuando la tormenta cese un sentimiento más amargo que el olvido ni palabras más duras que las del llanto reprimido y sabrán que no importa cuantas veces consigan llenar el mundo de rocío y de miedos compartidos, que no importa mientras sigan unidos, mientras se amen convencidos…

De que soñar un amor como el suyo
Es algo más que recordar palabras y dulces suspiros
Es algo más que memorizar frases y guardar una estrella entre ojos dormidos
Es simplemente mantener el corazón encendido
Mientras te falte su sonrisa
Y cada segundo ahogues en recuerdos su mirada

Abraces con fuerza la ilusión dañada

Y creas que aún después de todas y cada una de las tristes emboscadas

Pensar en ti es lo que hace cada noche
En las que no puede encontrar tu mirada…

Fin