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Arualthings

Beautiful Dirty Rich - cap 5

CINCO 

Después de la escuela recorrí todo el camino hasta el terminal de autobuses con Yoochun. Nosotros por lo general íbamos juntos ya que nuestros caminos de regreso a casa eran los mismos. Yoochun y yo hablaríamos acerca de nuestros pasados amores y pérdidas y aún a pesar de que esas eran historias que ya habían sido contadas y recontadas una y otra vez todavía encontrábamos refrescante hablar de ellas. Yoochun era interesante para mí en el sentido de que él había amado a muchas chicas, todas provenientes de diferentes contextos e historias, y aún así ninguna de ellas resultó ser la indicada para él. Él en serio podía hacerlo mejor, pero yo no soy quien para sermonearlo viendo como mi historial de citas es tan desastroso como el suyo. Aunque yo podía ir tan lejos como para hablar de más. Yoochun tomaría el autobús a casa mientras yo tenía que andar todo el camino al interior del pueblo donde vivía. Mi casa no estaba muy lejos de este terminal. Una rutina que yo alteraría de vez en cuando. Esta era una de aquellas veces.

Conforme Yoochun y yo tomábamos caminos separados recorrí todo el camino a la espalda del minimercado que tenía por delante desde donde estaba seguro ya no me vería. Esperé hasta que abordó el autobús. Una vez se hubo ido me encaminé de regreso al terminal, crucé al otro lado de la calle y me subí a un autobús que iba en la dirección contraria.

Después de casi 10 minutos bajé en un restaurante cercano y me quedé allí. Pasaron cerca de un par de minutos más antes de ver a un Honda azul detenerse frente a mí, su número de placa demasiado familiar como para que yo lo confundiera con otro. Al frenar este abrí la puerta y entré. Miré a mi izquierda y allí sentado en el asiento del conductor estaba Changmin. Incluso en el espacio mal iluminado de su coche sus ojos brillaban.

“Ponte el cinturón.” Dijo.

Hice como dijo, mientras él empezaba a conducir.

Él me había enviado un mensaje más temprano en clase preguntándome si estaba disponible esta noche. Yo dije que lo estaba y aquí estoy. A su lado, una vez más, en este pequeño espacio. Llegamos a su casa en cuestión de minutos. El paseo fue silencioso. Changmin parecía tener un montón de cosas en su mente y yo solo podía adivinar qué cosas eran esas. Preguntarle…lo pensé. Pero lo consideré un gesto innecesario. Yo no era esa persona para él. No la persona con la que él hablaría cuando necesitara sacar algo de su pecho. Yo no era la persona que él necesitaría en momentos como estos. Yo solo estaba aquí por nuestro acuerdo. Y para él, eso era todo para lo que yo era bueno.

Changmin abrió la puerta de su condominio, la empujó y me dejó entrar. Yo me dejé caer sobre el sofá en medio de su sala mientras él se me adelantaba, su mano tratando de aflojar la corbata alrededor de su cuello al tiempo que ingresaba a su habitación.

Exhalé profundamente mientras echaba mi cabeza hacia atrás y cerraba los ojos.

“¿Vienes?” Oí la voz de Changmin. Eché un vistazo hacia donde escuchaba provenir su voz y contemplé la mitad de su cuerpo apoyada en el marco de su puerta, sus ojos clavados en los míos, esperando por una respuesta.

Me puse de pie y dirigí mis pasos al interior de su poco iluminada habitación, su familiar aspecto haciéndome sentir extrañamente contento. Mientras Changmin comenzaba a desabotonar su camisa yo me dirigí hacia la cómoda bajo la ventana de nuevo, aquella con los portarretratos y me percaté de que la foto suya con la novia no estaba más en el centro. En realidad, no estaba más en la colección de portarretratos. ¿Me atrevería a preguntarle acerca de esto? No. Por supuesto que no. ¿Por qué siquiera consideré eso?

Sentí la mano de Changmin peinar mi cabello desde detrás. “Te decoloraste el cabello.”

¿Seee mierda?, no me digas, Sherlock. “En realidad, mi amigo lo hizo. ¿Te gusta?” Dije mientras evitaba su mano y me daba la vuelta para encarar a su ya descamisado él.

Plantó las manos en su cintura e inclinó la cabeza hacia un lado mientras decía, “¿Por qué? ¿Lo hiciste para mí?”

“No.” Respondí rápidamente. “¿Por qué siquiera preguntas eso?”

“Fue solo una pregunta.” Changmin se encogió de hombros al mismo tiempo en que se desplazaba hacia su cama y se sentaba.

“Nunca teñiría mi cabello para ti.” Dije categóricamente. Este fue un pensamiento que se me vino a la cabeza y que sin darme cuenta ya había escapado de mi boca.

“Tomaré nota de eso.” Replicó Changmin al estirar los brazos para atrás y echarse sobre su espalda.

“Seee, hazlo.” Rodé los ojos, aleatoriamente desviando mi mirada hasta un diseño azul pegado sobre su pared entre muchos.

“Pareces irritado.”

¿Era esta su manera de preguntarme si estaba bien? “Solo ha sido un largo día.”

“Te ves bien.” Dijo de pronto. “Con ese cabello. Te va. Dime. ¿Es verdad que las rubias se divierten más?”

“¿Estás tratando de hacerme sentir mejor?”

“¿Está funcionando?” Changmin sonrió inocente poniendo todo mi cuerpo en un trance similar al del incidente ocurrido en mi habitación.

Negué con la cabeza lentamente, mi sonrisa ya no era capaz de ocultarse a sí misma al comenzar esta a manifestarse en mi rostro.

“Ven aquí,” Changmin se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre sus rodillas las cuales se encontraban muy separadas. “Déjame intentarlo de nuevo.”

Me aproximé a él lentamente mientras comenzaba a sucumbir a otro de sus encantos. Él tenía este poder sobre mí, algún tipo de control al que poco a poco yo estaba habituándome, principalmente porque incluso si no podía admitírmelo a mí mismo en su totalidad, me gustaba. Algo así. Cuando estuve al alcance de sus brazos él tomó la parte posterior de mis muslos entre sus manos y me atrajo hacia delante, más cerca de él. Su mano ascendió, y al paso de un caracol para bajar el cierre de mi chaqueta. Me deshice de ella mientras me ponía de rodillas, mi rostro a un suspiro del suyo.

La manera fija en la que estaba mirándome, la cual por sí sola podía tenerme excitado en un instante. Changmin colocó ambas palmas de las manos a cada lado de mi cuello y me atrajo hacia él, mis labios chocando contra los suyos. Su lengua invadió mi boca sin advertencia, su sabor imprimiéndose a sí mismo sobre mi lengua. Me aferré a sus muñecas mientras lo empujaba hacia delante, ya no de rodillas, intentando recostarlo sobre la cama. Él me dejó. Su cuerpo respondió a mi orden en tanto yo me curvaba para delante y por encima de él.

Talvez los días en los cuales no nos habíamos visto el uno al otro fueron demasiado largos o quizás era por el hecho de que yo no había tenido sexo en mucho tiempo, pero en ese momento yo en verdad, sinceramente lo deseaba. Quería devorarlo, probarlo, dejar mi huella en él. Devolvérsela por haberme hecho esperar. Besé su barbilla, descendiendo por su cuello y la firmeza de su pecho, pasando mi lengua por completo hacia abajo. Lamí uno de sus pezones y lo succioné con fuerza mientras lo escuchaba soltar bocanadas en el aire. Una de sus manos estaba sobre mi cabeza, despeinando mi cabello, animándome a seguir, a hacer más en tanto la otra se encontraba oprimiendo mi brazo.

Desplacé mi cabeza hacia abajo, mis manos tirando de los pantalones de Changmin junto a la ropa interior. Tomé su excitación entre mis dedos, lamiendo la punta al tiempo que movía mi mano de arriba abajo. Él desplazó la parte superior de su cuerpo más hacia arriba, se tendió sobre sus codos mientras me observaba, su cabeza echándose para atrás a cada tanto, los sonidos de su respiración volviéndose más acelerados. Se apropió del dobladillo de mi camisa y me arrastró encima de él otra vez. Mientras nos besábamos su mano tiró de mi cabeza, mis labios ejerciendo más presión contra los suyos.

Alcé la camisa por encima de mi cabeza. Él me ayudó con ella y la tiró al piso junto con mi chaqueta. Las manos grandes de Changmin me empujaron a un costado haciéndome caer junto a él mientras tanto aprovechaba y se subía encima de mí recuperando el control. Lo sentí deslizar su muslo entre mis piernas haciéndome separarlas aún más ampliamente. Él frotó su muslo contra mi entrepierna en tanto su lengua jugaba con la mía, su mano desabotonando mis jeans, colándose por debajo de la tela y acariciándome, poniéndome más duro de lo que ya estaba. Mis manos volaron a su cabeza, cavando en lo profundo de su pelo a la vez que sentía sus cálidas manos cubrir mi excitación, su solo contacto liberando al azar descargas eléctricas por todo mi cuerpo.

Él rompió el beso, me hizo dar la vuelta y una vez estuve recostado sobre mi estómago comenzó a lamer la parte posterior de mi cuello, su mano aún frotándose contra mí por debajo de la ropa. Su lengua iba descendiendo en tanto yo sentía sus manos dirigirse a mis caderas, manteniéndolas en un mismo lugar. Sentí su lengua penetrarme.

“Changmin...” Gemí débilmente mientras me aferraba a sus sábanas, mis nudillos poniéndose blancos.

Changmin respondió a mis gemidos profundizando la entrada de su lengua, su abrasador aliento sobre mi piel. Yo escondía el rostro entre mis brazos cuando comencé a morder sus sábanas. Él se estiró, se curvó hacia atrás y alcanzó algo de la cómoda junto a su cama. Yo estaba demasiado vulnerable, mi respiración demasiado acelerada como para mirar por encima y ver lo que estaba haciendo.

“Chang…min...hyung…cóge…me…Por favor.” Únicamente podía elaborar palabras monosilábicas.

En ese momento lo sentí encajar uno de sus dedos dentro de mí el cual estaba cubierto de algo resbaladizo. Él se cierne sobre mí y me susurra al oído. “Tengo que asegurarme de que estés listo para mí primero.”

Él siguió moviendo su dedo dentro y fuera de mí. Sentí la parte baja de mi cuerpo comenzar a debilitarse. Estaba empezando a sudar, mi presemen humedeciendo las sábanas debajo de mí.

“Eres tan estrecho, baby.” Lo escuché susurrar. Era la combinación de todo lo que estaba haciendo. El modo en el que se movía por encima de mí, la forma en que se sentía, olía, incluso la manera en la que hablaba me volvía loco.

Gemí en respuesta al mismo tiempo que él lamía el lóbulo de mi oreja y le daba un leve mordisco. Conforme removía su dedo yo sentía la punta de su miembro deslizarse entre mis piernas, hasta el fondo. El dolor atravesó mi cuerpo mientras él poco a poco se abría paso dentro de mí. Me aferré a las sábanas con más fuerza y lo sentí respirar por encima de mi espalda al adentrarse por completo en mí. Changmin empezó lentamente, primero entrando y saliendo con cautela mientras esperaba que mi cuerpo se adaptara a su longitud. Gradualmente comenzó a incrementar el ritmo, yo arqueando mi espalda tratando de igualar su paso. Tiró de mi pelo en tanto continuaba moviéndose, haciendo que mi cabeza se extendiera hacia arriba para entonces tomar posesión de mi boca con la suya, su lengua rozando cada rincón. Mi respiración comenzó a acortarse a la vez que podía sentir mi cuerpo próximo a su liberación. Changmin podía sentirlo también. Él no me privó. Sus estocadas fueron más rápido y mi cuerpo le respondió hasta finalmente dejarlo ir.

*****


9:43 pm

La cabeza me daba vueltas. Traté de enfocarme. ¿Dónde estaba? Paredes carmesí, sábanas blancas, un brazo perezosamente dispuesto sobre mi cintura desde atrás. Yo aún estaba en su cuarto. El cuarto de Changmin. Traté de limitar mis movimientos de manera que yo no lo despertara. Aligeré mi cuerpo, centrando su peso en mis manos mientras me obligaba a salir de la cama, levantando las extremidades superiores de mi cuerpo, volteando a la derecha y finalmente apoyándome en la cabecera. La habitación, viéndola como estaba sumergida en una piscina de oscuridad con simplemente las luces de la ciudad que desde afuera la atravesaban, hacía un poco difícil para mí encontrar mi ropa. Escudriñé el piso, girando mi cabeza de izquierda a derecha mientras así lo hacía. Fue entonces que noté una menor sensibilidad provenir de mi nuca todo el camino hacia abajo hasta llegar a mis nalgas.

Froté la parte posterior de mi cuello con una de mis manos y respiré profundo. Me sentí por completo pegajoso al notar los restos de sudor impregnar mi piel. Miré por encima del hombro hacia mi derecha y observé la silueta dormida de Changmin desnudo de la cabeza a la cintura, su espalda al descubierto gradualmente moviéndose de arriba abajo, su sueño imperturbable por mis movimientos. Su brazo aún estaba alrededor mío, su edredón actuando como una espesa barrera entre su piel y la mía, aunque más baja debido a mi cambio de posición. Fijé mi vista en el hombre mayor a mi lado por un rato, apreciando la vista de él, indefenso. Fue agradable. Contemplándolo así. Él se veía…normal.

Rodé los ojos ante los pensamientos que aparecían de súbito en mi cabeza. Por supuesto que era normal. ¿De qué diablos estoy hablando? Volví la mirada a Changmin esta vez tratando de estructurar mis ideas un poco mejor. Él empezó a revolverse un poco y tan pronto lo hizo mi cabeza de inmediato retiró mi contemplativa mirada de él como si hubiera sido atrapado haciendo algo indebido. Me quedé mirando al frente en tanto lo sentía moverse, rezando para que no se despertara todavía. Por el rabillo del ojo distinguí su cabeza la que una vez estuvo mirando en sentido contrario, vuelta en dirección mía, sus ojos aún cerrados mientras yo sentía su brazo alrededor mío sostenerme con más fuerza. Cuando dejó de moverse y volvió a ser el mismo cuerpo exánime volví la mirada hacia él.

La poca cantidad de luz proveniente de la ventana actuaba como un pequeño reflector sobre su rostro difuminándose esta hacia sus caderas dándome una visión más clara de él en medio de la oscuridad que nos rodeaba. La cara de Changmin se encontraba libre de toda expresión, libre de todas las preocupaciones que fueron claramente visibles la primera vez que lo vi hoy. Mis cejas se juntaron al contemplar la idea del por qué un Changmin ileso, despreocupado y relajado me hacía sentir cómodo. Yo solo lo conocía por una semana y aún así, sentado aquí junto a él, él durmiendo a mi lado, sentí un inusual sentimiento de apego hacia él.

Sí la amo. Es solo que no soy estúpido. Nuestra conversación en el interior de su coche se repetía en mi cabeza, sus palabras danzaban alrededor sin cobrar mucho sentido. ¿Qué significaba eso? ¿Cómo puedes estar enamorado de alguien y aún así no estar dispuesto a actuar estúpido o ser estúpido cuando se trata de ellos? He sido herido antes en mi vida. Hubieron cosas que me sucedieron que si ocurrieran en la vida de otra persona podrían volverlos insensibles, emancipados de todo pensamiento acerca de la vida, propósito y amor. Pero por alguna razón aquellos desafortunados eventos no empañaron mi visión del amor. Yo aún creía en él, y aún lo sentía, solo en un sentido más realista. Esto me hizo preguntarme acerca de Changmin y por qué él pensaba del modo en que lo hacía. Esto me hizo querer saber más acerca de él. Acerca de su infancia, de sus pasados amigos y amantes, la primera vez…cuando perdió su virginidad. Ciertos hitos en nuestras vidas que alteran nuestras perspectivas o las fortalecen.

Sonreí ante mi estupidez. “¿Queeeé?” Solté un bostezo como un suspiro mientras rascaba mi hombro izquierdo.

Eché otro vistazo al reloj digital por encima del velador. 9:50 pm, parpadeó. Mierda. En serio debería ir a casa. Sabía que una vez cruzara la puerta de mi casa los agudos de mi madre me seguirían como mi propia sombra. Pero allí en serio no servía de nada llorar sobre la leche derramada. Intenté, poco a poco, despegar el brazo de Changmin de mi cuerpo usando el dedo anular y el pulgar para rodear su muñeca. Cuando estaba a punto de alzar su mano él de improviso la apartó. Creí que había despertado pero al final resultó que no lo había hecho. Con los ojos aún cerrados él giró su cuerpo por completo en la dirección opuesta a donde yo estaba mientras se ponía de costado, aferrándose a las sábanas y tirando de ellas hasta su pecho.

“¡Buenas noches a ti, también, hyung!” Susurré con un exagerado ‘pulgares arriba’. Me quité las cobijas de encima al mismo tiempo que acercaba mis pasos a mis prendas las cuales estaban esparcidas por todo el piso. Una vez que terminé de vestirme cogí mi mochila la cual estaba situada sobre el escritorio de Changmin al otro lado de la habitación. Cuando estaba a punto de salir las luces se encendieron, desapareciendo la oscuridad de la habitación. Mi cuerpo se volvió en un instante y encontré a Changmin apoyándose en un codo, sus ojos aún entrecerrados, su frente arrugada mientras sus cejas se encontraban en medio de su frente.

“Jaee…joong...” Bostezó al frotarse ambos ojos con el pulgar e índice.

“Lo siento.” Me fui acercando al pie de la cama. “¿Te desperté?”

“Se suponía que me despertaras.” Changmin se sentó y se apoyó en la cabecera de la cama, sacudiendo la cabeza, probablemente intentando despertarse. “Vamos...” Volví a bostezar “Te llevaré a casa.”

“Puedo manejarlo.” Me pasé la mochila sobre la cabeza.

“Son las diez de la noche. Vives en el otro lado del mundo. Llegaras más rápido si te llevo.” Changmin alzó las piernas por encima del borde de su cama, dejando a sus pies tocar el suelo mientras se inclinaba, alcanzaba sus boxers y se los ponía.

“Son las nueve y cincuenta y cinco. No, no lo creo. Preferiría llegar a casa entero que dejarte llevarme en tu estado medio muerto.”

Changmin ya estaba cogiendo un par de shorts y una camisa de su closet mientras hablaba de nuevo. “Deberías escuchar a tus mayores.” Medio que sonreía al meter una pierna en sus shorts, la otra poco después de eso, para entonces subírselos hasta la cintura.

Lo fulminé con la mirada. “Te odio.” Bromeé con una cara seria.

Él me miró y se rió mientras abría uno de los cajones del velador. Se paró, un sobre marrón en su mano al empujar el cajón de regreso a su lugar con ayuda de sus caderas y se acercó a mí. “Perfecto. En realidad no estoy pagándote para que me ames, ¿o sí?” Al pasar por mi lado Changmin pegó el sobre contra mi pecho firme. Apoyé mi mano sobre este mientras él desaparecía de mi vista.

Allí estaba de nuevo. Sintiéndome como si hubiera sido golpeado con un bate de baseball. En realidad eso habría sido menos doloroso. En serio. ¿Cómo puede alguien que yo apenas conocía hacerme sentir tantas emociones en menos de un día? Dicen que las relaciones son similares a estar en una montaña rusa sí con las subidas y bajadas y las curvas y todo ese rollo. Lo que fuera que yo tenía con Changmin, no era solo un paseo en una montaña rusa. Shim Changmin representaba todo el jodido parque de diversiones.

6 Comentarios:

  1. dfafasd la espera valio la pena!!!!!! este fic me tiene enganchada!!!! MIn baka!!! y Jae que digo tampoco se queda atrás!!!!!!!!!!!

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  2. Apoyo el comentario anterior!!!!!
    Gracias por actualizar

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  3. Anónimo12/20/2012

    me encanto!!! ahhh realmente me gusta mucho este fic lo amo!! mas.... porfis... siii???

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  4. oh que genial me encanto!!!!! vale
    el tiemp la vdd esperare pascientemente
    la conti no te dijo que la quiero ya
    x q yo se lo que es traducir T-T pero bueno
    gracias por la historia n.n

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  5. Anónimo1/10/2013

    esta muy bueno bueno buenisimo gracias por traducirlo^^

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  6. Me encanta !!!! Mas por que algo ne dice que changmin se dara cuenta que jae no es solo para un rato ademas de que jae esta comenzando a enamorarse ♥ espero que pronto puedan continuarlo que me muero por la conti y gracias por tomarse el trabajo de traducirlo no saben lo feliz que me hacen

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