KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Una carta en Febrero - Cap. 2

Benditos los que olvidan, aunque estén destinados a tropezar con la misma piedra. 

Dos años atrás…

“Libertad.

Es mi palabra favorita. Hay tantas cosas por entender en ella…

¿Para empezar, que es la libertad?

Kant, definía a la libertad como la capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según leyes de otra índole que las naturales, esto es, según leyes que son dadas por su propia razón; libertad equivale a autonomía de la voluntad.

Yo la definiría como el poder para hacer lo que se quiere en el momento que uno mismo lo desea, regido únicamente por las reglas personales.

Lo que me lleva a la siguiente definición: La locura

La locura, según el diccionario, es la privación del juicio o del uso de la razón. Genera una pérdida de control, en la que los sentimientos se muestran deshinibidamente, sean actos absurdos e inútiles o completamente instintivos.

Esto dicho en términos más simplistas, quiere decir dejarse guiar por los instintos, perder el control, expresarse sin pensar en las consecuencias.

Como pueden observar, la diferencia entre estas dos definiciones, supuestamente peleadas entre ellas, es casi nula.

El loco hace lo que hace porque para el, eso es lo que significa estar bien, para el, eso es lo correcto.

El ser libre actua sin las limitaciones que el mundo pone sobre nuestros hombros, hace lo que le parece correcto.

Pero entonces,¿¿ porque vemos a un loco con rechazo y a un hombre supuestamente “libre” como un ejemplo del ser ideal??

Si sus definiciones son tan parecidas… ¿Por qué la cruel distinción?

Les diré porque… Porque no existen los “Hombres libres”

Todos vivimos atados a una sociedad, esa sociedad nos dice como debemos vestir, como debemos hablar, como debemos dirigirnos a los demás, como debemos pensar. ¿En donde quedo la libertad?

Es simple. Nunca ha existido. La vendieron desde el momento en que pronunciaron sus primeras palabras en este mudo.

El hombre es consciente de que le están arrebatando su libertad en el momento en que se somete a estas reglas, la pregunta es, ¿Por qué deja que esto pase?

La respuesta está en la figura que se refleja cada mañana cuando nos miramos en el espejo. Ese “Yo” que permanece inerte delante.

Pregúntenle: ¿Por qué hago lo que me dicen?, este les contestara: “porque eres egoísta”

El ser humano es egoísta por naturaleza. Cedemos nuestra libertad perteneciendo a una sociedad porque deseamos obtener algo a cambio.

Los hombres siguen siendo prisioneros del tener.

Por ejemplo, Un adolescente cede su libertad dejando que su madre elija su modo de vestir porque si lo hace, ella le dará permiso de salir con sus amigos. Por lo tanto, se puede concluir que lo hace porque quiere obtener algo a cambio.

Yo les pregunto a ustedes; ¿es el egoísmo lo que mueve a los seres humanos?

¿Es mas importante el poder obtener algo a cambio que me hará “mejor que tu” porque “yo tengo algo que tu no” que el ser al fin un hombre libre?

Librándome de las ataduras que me rigen y olvidándome de esos vanos pensamientos de siempre querer sobresalir de entre los demás y en el joder al contrario. Si te lo pregunto tal vez me digas que tengo razón pero seamos realistas, vas a llegar casa pensando en lo que te dije para olvidarlo cinco minutos después.

Lo cual me lleva a preguntar… ¿No existirá tal vez junto a un deseo innato de libertad, un anhelo instintivo de sumisión?

¿Hay acaso una satisfacción oculta en el sometimiento?

En lo personal me considero una persona entregada a la seducción de la locura.

“mi locura es una filosofía de vida para dejar volar la imaginación y disfrutar la vida”

Mi propia locura me permite ver la realidad, para que imaginar? vivir de la locura para imaginar y disfrutar suena raro, pero interesante a la vez.

La locura es el ingrediente ideal que debe hacer que los hombres pongan en duda la “verdad” la verdad que les haya sido vendida diciendo que son de verdad “hombres libres” ya que la cualidad de los locos es el ser francos y veraces. Asa que yo si estoy loco.

En fin, se puede vivir de la locura, se puede vivir sin la locura. “




“Maravilloso” recuerdo que pensé en aquel momento.

Ver al egocéntrico muchacho recitar aquel discurso que mis profesores catalogaron como: “incitador y poco coherente” causo que nuevamente ese extraño sentimiento se apoderara de mi ser, ese sentimiento de rebeldía, de tomar un bate y golpear todo cuanto se pusiera en mi camino.

Changmin causaba sensaciones extrañas en las personas cuando hablaba.

-¡¡Hey!! Te saliste con la tuya de nuevo- dije al ver a Min salir de la oficina del director con un rostro airoso al recibir el sermón del director por su “interesante” discurso.

-es un idiota, no tenia argumentos para castigarme-

Aquella imagen la tengo muy presente en mi memoria:

El, metiendo los dedos entre su cabello y jalando su cabeza ligeramente hacia atrás, cerrando los ojos y lanzando un sonoro suspiro. Fue en ese momento que algo se disparo dentro de mi… un enorme coraje contra ese muchacho engreído iba en aumento me hizo morderme los labios.

¿Como poder evitar esa atracción que él ejercía sobre mi?

-¿que harás ahora Yunho?-

-Supongo que iré con Jae joong a divertirnos un rato-

-Tú y tu Jae joong-

-no te pongas celoso sabes que solo te quiero a ti- dije abrazándolo y riéndome, él sabía que yo jugaba, siempre jugaba…

-cierra la boca, te preguntaba porque quería que revisaras mi tarea de lógica-

-¿porque no te relajas y vienes con nosotros?-

-Se me ocurren mil cosas antes de ir a perder el tiempo con ustedes. Ver personas en ese grado de inconsciencia es algo que encuentro patético e irritante-

-pues si dejaras de ser el señor “perfección” tal vez podrías ver lo divertido en algo tan patético. No todo en la vida debe ser los grandes discursos y el hacer las cosas bien, a veces es bueno olvidarse un poco de la seriedad y divertirse-

-di lo que quieras, pero no me harás ir-

-no se para que me molesto en explicarte-

La “cueva de los niños perdidos” el lugar al que me dirigía cada vez que algo me molestaba, empezó siendo un lugar donde los estudiantes universitarios se reunían a revivir a los poetas muertos y a recitar sus propias creaciones literarias. En algún momento llegaron a haber grandes exposiciones de pintura y pequeños conciertos de jazz, era un lugar que en su momento se considero como: “Bohemio”

Pero desgraciadamente, lo bueno dura poco. Los artistas que lo frecuentaban terminaron emigrando a escuelas de arte en la capital y los que no lo lograron decidieron cambiar de profesión. Ahora la “cueva de los niños perdidos” no era más que un sitio en donde se aprovechaba para beber y drogarse sin que nadie pudiera decirte nada. Era el paraíso de quien quería perderse un rato en las drogas y el alcohol sin ser un adicto consagrado.

Jae y yo amábamos ir a ese lugar, pero para Changmin no eran más que tonterías de drogadictos.

-¿Qué opinas del discurso de hoy Jae?- le dije mientras caminábamos por la banqueta hacia nuestro lugar favorito

-¿Qué debería opinar? Fue un caos total-

Jae joong no sabía que yo conocía a Changmin desde hacía ya de seis meses, Min no era muy bien recibido entre la comunidad estudiantil regular. Yo encontraba realmente gratificante el poder escuchar la opinión de Jae al respecto sin las limitaciones que tendría al saber que Changmin era mi “amigo”

-a mi me pareció bastante interesante-

-enserio? Mmmmm…. Debía pensarlo de ti, piensas igual que ese chico-

-¿lo conoces?-

-sí, alguna vez me tope con él en el autobús, es un tonto engreído- Changmin tenía fama en toda la escuela.

-como todos los genios-

-tú no eres así-

-yo no soy un genio, simplemente no me gusta quedarme callado y suelo hablar mucho-

Dejamos la conversación hasta allí. Los dos jugueteamos con una sustancia divertida que había conseguido un alumno de último año y de la que logramos robar un poco al llegar a la “cueva de los niños perdidos”, podría denominarla como divertida porque al inhalarla me provoco una risa incontenible.

La inigualable sensación de vuelo que experimentamos antecedió a una larga sesión de poesía. No sabía porque, pero cuando comenzábamos a perder el juicio, las ideas más extrañas lograban florecer en mi cabeza.

Muchos de los grandes artistas de la mejor época del arte en Europa, España y Asia lograron germinar ideas adelantadas a su época gracias a estas “maravillosas” sustancias.

-tengo una muy buena- dije levantándome de la sala repleta de humo para colocarme al centro de los chicos y comenzar a declamar, todos me aplaudieron, muchos empezaban a desmayarse a causa del olor y de lo que ingirieron, pero yo estaba mas despierto y animado que nunca.

-¡¡cállense!!- grito Jae joong a todos los ruidosos – el maestro va a recitarnos –

-estas viajado Jae- le dije riéndome

-tu igual – dijo cayéndose de la risa

-muy bien, estoy seguro que esta la conocen, así que más vale que me digan de quien es….- Dije mientras me subía a un banquito que tenía cerca y comenzaba a declamar de un modo de cierta manera teatral a un público que parecía no muy interesado en lo que yo estaba haciendo.

-Déjame sueltas las manos
y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo.
La pasión —sangre, fuego, besos—
me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tú no sabes lo que es esto!-




-a ver!!! Ya les di una pista!! ¿de quién es ese poema?-

Mi público estaba tan sumido en la nube de humo que no podía articular más que balbuceos.

Me empecé a reír como un loco desenfrenado sin tener una razón aparente, no sabía si a causa de la sustancia que ingerí o por que ver a esos remedos de estudiantes ahogados en su propia saliva parecía causarme una perturbadora gracia.


-Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.-


Voltee enseguida al escuchar una voz que pronunciaba esas dos acertadas líneas del poema que yo comencé a declamar. Casi me caigo del banquito pero trate de mantener el equilibrio por un momento, mi vista permanecía un poco nublada y mis sentidos algo perturbados, así que talle una y otra vez mis ojos al ver la figura varonil que emergía de la humareda.

Como un Dios que baja del Olimpo abriéndose paso entre los fuegos del infierno, un muchacho con cara de ángel y ojos de demonio venia directamente hacia mí. Era hermoso, jamás había visto figura más perfecta ni voz tan acoplada con las arpas de coros celestiales.

Yo conocía esa voz muy bien…


-Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
Y estás aquí, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!-


El continua pronunciando las líneas contiguas del poema mientras se acerca y clava sus ojos sobre los míos. Profundos e intensos.

-Déjame libre las manos
y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!-


Grite las líneas cargadas de pasión que seguían al poema, se las grite a el, que estaba delante mío, mirándome con una mezcla de arrogancia y desaprobación, mientras impresionado por la conciencia que yo tenía aún termino de recitar el poema…


-No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias,
acercamiento de lo imposible,
pero estás tú,
estás para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste
como yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!-


Comencé a aplaudir al escucharlo terminar exitosamente el poema.

-impresionante- le dije – casi nadie se lo sabe completo y menos lo sabe declamar-

-lo dices como si tú supieras hacerlo- me dice mirando a los chicos totalmente perdidos tirados a mi alrededor con cara de asco

-¿disculpa?- exclame indignado por su comentario

-bueno, es impresionante que hayas conservado esa dicción y la paráfrasis intacta después de haber ingerido tanto de esa porquería, pero tu declamación carece de forma y sentido del orden, yo no veo porque alardeas-

-Mira Changmin…-

-¡¡Oye!!- Fui interrumpido por uno de los chicos que yacía detrás de mi – ¡¡no creí que vinieras!!-

-¿por qué gritas? Es desagradable…- Dijo Changmin sacándome por completo del camino, como si no fuera más que una cortina de humo que lograba disipar.

-mi Minnie hermoso, perfecto y tontito. ¿Qué te trae a la cuevaaaaaa?-

-es patético como las personas que ingieren sustancias pierden todo sentido de la decencia y la cordura, pero lo que más me desagrada es como pierden control sobre el habla. Eres patético primo-

-¿patético yo?- decía aquel muchacho que parecía ser el primo de Min, tambaleándose de un lado a otro, mientras el engreído Changmin permanecía inerte mirándolo tambalearse sin hacer movimiento alguno. Aproveche para tomar asiento no muy lejos de los primos y para acomodarme la ropa que estaba hecha un asco.

-sí, eres un patético. Ahora toma tu patética mochila y saca mi cartera roja de allí-

-¿cartera?-

-¿necesitas que te lo diga dos veces? Muévete que tengo prisa-

-yo no tengo tu cartera-

-estoy perdiendo mi tiempo, ¿dónde está tu mochila?-

-¿mochila?-

-olvídalo, eres un inútil… ¡¡hey!!- dijo estirando la mano y señalándome

-¿Qué quieres?- le dije mientras trataba de ponerme los tenis de nuevo, no sabía cómo pero en cada ida a la cueva lo que terminaba perdiendo eran mis zapatos.

-¿donde está la mochila de mi primo?-

-no lo sé-

-bueno, entonces ¿donde dejan las mochilas?-

-no las dejamos en ningún sitio, se quedan donde nos da nuestra regalada gana-

-¿ha si?-

-si quieres encontrarla tendrás que quitar a todos estos patéticos que ves tirados en el suelo, a ver si tienes suerte- dije burlándome mientras tomaba mi propia mochila

-no voy a hacer eso-

-entonces no tendrás tu cartera, que lastima-

Con eso último pase al lado de Changmin y empujándolo con mi hombro, di un último vistazo para ver a Jae totalmente perdido acurrucado sobre el hombro de un sujeto que no tenía la menor idea de quien se trataba. “estará bien” pensé mientras salía del lugar.

-¡¡Yunho!!-

Voltee, creyendo que se trataba de Jae, pero casi me caigo de espaldas al ver que no era otro que Changmin.

-¿Qué quieres?-

-No me hables así-

-después de como tú me hablas no deberías ponerme reglas-

-¿entonces debo hablarte bonito a todas horas y en todo lugar? Ni si quiera a mi madre le hablo bonito Yunho-

- a ver, ¿qué entendiste mal? – dije acercándome furioso hacia el - Este es mi juego. Mi juego mi reglas, se acabo-

-¿desde cuando estoy jugando de tu lado? Cuando nos conocimos te lo dije. “Competiremos para ver quién es el mejor y quien gane deberá hacer todo lo que el otro ordene, porque habrá demostrado su superioridad”-

-así es, pero yo te lo dije, “si quieres competir, deberás seguirme el paso, no me detendré porque eres más chico” y a mi parecer no puedes con esto-

-¿yo soy el que no puedo? No me hagas reír. Entonces me estás diciendo que el venir a drogarme a un apestoso lugar con gente que me es totalmente ajena es una de tus “reglas” y estos son los “pasos” que yo debo seguir?-

-No pongas palabras en mi boca-

-No, a ver, dímelo, cuál es tu maldita molestia. Te he dicho mil veces y en tu cara que no sabes declamar y ahora pareces un bebé al que le quitaron su biberón, haciendo berrinche por una estupidez-

-¡No es una estupidez!-

-¡de acuerdo, dime qué rayos es lo que te molestó de lo que te dije!-

-¡no es lo que dijiste! …… es lo que haces… -dije respirando y tirando mi mochila al suelo - Yo te dije que vinieras conmigo y me diste un rotundo NO, no te molesté mas, pero a la primera suplica de tu primo vienes corriendo, ¿a que estamos jugando?-

-¿es es lo que te molesta? … ¿en verdad?-

-se que a ti te va a sonar como una ridiculez, pero para mí, las acciones tienen más significado que las palabras. Tienes una lengua tan afilada que a veces no te das cuenta del daño que haces- le dije empujándolo un poco con mis dedos, como si fuera una incitación a que me golpeara

-no voy a argumentar eso-

-No, contéstame. ¿Qué te dijo tu primo que te convenció de venir? ¿Cuál fue el argumento que él te dio que a mí no se me ocurrió?-

-no me dijo nada, yo quise venir-

-si como no. ¿Qué te dijo Changmin?-

-¿Por qué eres tan terco?-

-¡porque tu estas en mi vida! ¡Respóndeme!-

Por primera vez en lo que llevaba conociendo a Changmin, lograba hacer que bajara de su pedestal y se pusiera en la tierra a la altura de los mortales. Y realmente… se sentía bastante bien.

Ahora no era él quien me ponía nervioso. Era yo apuntándole directamente entre los ojos.

-El me dijo que… si venia me iba a mostrar algo curioso y se llevo mi cartera con él para asegurarse de que si viniera-

-¿y que era?-

-tú sabes que yo siempre he tenido mucha curiosidad por todo, soy adicto a aprender cosas nuevas, no importa lo que sea, si yo puedo aprenderlo está bien… ¿Tu sabias que a mi primo le gusta tu amigo Jae joong?-

-¿Qué?- de acuerdo, esa respuesta era lo último que se me hubiera ocurrido – No. No lo sabía-

-Pues yo tampoco, ni siquiera sabía que a él le gustaban los hombres. Pero me dijo que por Jae sentía algo muy real y quería decírselo hoy, pensé que sería interesante poder ver un espectáculo como tal y ver la reacción de Jae joong a tal declaración y así poder deducir mas del pensamiento del hombre en cuanto a algo tan poco medible como el amor, por eso vine-

La mirada de furia en mi rostro de hace unos momentos desapareció en un instante, ahora mi rostro dibujaba una muy justificable expresión de asco

-eres un patán-

-… ¿Qué?...-

-¿viniste solo por tu mera curiosidad? ¿Para ver a tu primo humillarse frente a todos diciéndole eso a Jae? Jamás te han interesado las personas, ni siquiera porque es tu familia pensaste en el hecho de venir a apoyarlo. No. Tu interés “científico” pudo más. Eres un robot, de verdad que eres el rey del hielo. Me pregunto si en tu sistema caben más emociones que la “curiosidad” y la egolatría, te quejas de que nadie en la escuela logra compaginar contigo, siéntate un momento y piénsalo a consciencia. ¿Por qué demonios todos me temen? ¿Es por envidia a mi gran conocimiento? Te lo responderé yo, es por miedo. Miedo a que el robot saque su pistola y termine con ellos. Pues así quédate entonces, sigue siendo así para que al final te quedes solo en el mundo porque desgraciadamente somos seres humanos. Sentimos, lloramos, nos duele lo que vemos o de lo que nos damos cuenta. Nuestra gama de emociones abarca más que una página. El sol sale para todos por igual Changmin, lamento que a ti te caliente menos-

Le grite, le grite como nunca en mi vida, le dije que era un patán, un tipo despreciable, un robot, un insensible, infinidad de cosas que tal vez no pensaba de verdad, pero estaba tan molesto, tan celoso que simplemente no pude cerrar la boca. Recuerdo su rostro de estupefacción, le dolió, le dolió lo que le dije.

Llegue a mi casa muy molesto, avente la mochila contra la pared y me tire en la cama.

No podía sacar de mi cabeza el rostro de Changmin totalmente shockeado por lo que yo le había dicho, después de aquel numerito de mi parte, solo lo deje allí parado, en medio de la calle, sin decir nada, yo solo me aleje de allí. Por primera vez, lo había dejado sin habla.

Pasaron doce días después de nuestro pequeño incidente, los doce días más largos de toda mi vida; No había visto a Changmin ni una sola vez después de eso, no quise pasar por su salón de clases para ver si había venido, solo trate de olvidarme de él.

-no he visto a tu amigo Yunho-

-¿a cuál amigo?-

-a Changmin-

-¿de qué hablas Jae joong? ¿Changmin quien?-

-ya no finjas, hace unos días los vi discutiendo afuera de la cueva. Parecían bastante molestos-

-¿nos espiabas? Creí que estabas tirado de borracho-

-si, pero al escuchar tanto alboroto y no verte allí, supuse que algo abría pasado y los vi-

-Valla, pues no sé qué decir. El y yo solo nos hablamos cordialmente, no somos tan “amigos” como tú dices-

-¿Por qué me lo ocultaste?-

-No lo sé… yo solo quise mantenerlo en secreto… creo que veía nuestra relación como un pequeño tesoro que quería alejar de los ojos de los demás-

-valla, eso se escucha tan… cursi-

Ambos nos reímos después de eso. A Jae no pareció importarle mucho la situación con Changmin, solo parecía interesado en ir a la cueva después de clases con unos amigos.

Los chicos armaban un ambiente divertido en el lugar, casi se me olvida la preocupación que tenía en la mente desde hace doce días por Changmin, odiaba admitirlo pero tal vez me había extralimitado con lo que le dije y lo herí mas de lo que quería. Lo admito, si quería lastimarlo, quería hacerlo porque él me había herido, me había herido con su indiferencia y su forma tan cruda de ser. En ese momento solté toda mi ira, pero ahora pienso que no debí ser tan malo con él, porque tal vez ahora el no quiera volver a hablar conmigo. El solo pensarlo hacia que me dieran escalofríos.

-¿Qué tienes Yunho?-

-¿Yo? Nada, son cosas familiares que tengo encima, no es nada grave-

-no debes estresarte tanto por algo así, te ves bastante agobiado-

-estoy cansado solamente-

Se hizo tarde y Seung Hyun, un amigo de clases, arreglo el lugar para que uno de sus amigos que era actor viniera a recitarnos. No había nadie, solo una pareja en el fondo

Estuvimos una hora charlando de cosas sin importancia, esperando al amigo de Seung Hyun, Durante determinados momentos de la noche no pude evitar voltear a ver a la pareja de novios que se hallaban al fondo, hablando en voz baja y riendo por momentos, tuve la impresión de ser observado por momentos.

Después de un rato Salí por un poco de aire, el supuesto acto del amigo de Seung Hyun resultó ser más un acto de magia que nada, así que decepcionado de no ver un espectáculo artístico como yo deseaba salí por la puerta de atrás, había un cielo estrellado hermoso…

Los escucho reír desde fuera, lanzan sonoras carcajadas y se escucha moviendo incesante, hasta que de golpe todos se callan, como si los obligaran a hacerlo. Escucho movimiento de mesas, pero nada de voces. Una sensación preocupante me invade de repente así que decido entrar de nuevo, lo haga despacio, con cautela esperando encontrar algo extraño.

Me adentro en la sala y lo primero que veo es a todos con la vista fija sobre alguien que está de espaldas, no tiene camisa y tiene un encendedor en la mano. Todos lo miran fijamente como esperando algo.

Me paro en seco, hay oscuridad, pero el perfil del chico me llama la atención, lo veo sonreír y prender el encendedor y en un acto totalmente único, lo veo tomar la flama entre sus manos y girarla una y otra vez por la palma de su mano, esta se resbala como mantequilla por sus brazos y recorriendo su cuerpo llega finalmente a su pecho, en donde ilumina finalmente su rostro… ese perfil afilado, ojos profundos y mirada burlona, es Changmin…

Miro aturdido como recibe los gritos de exclamación de mis amigos, quienes no dejan de felicitarlo por hacer algo tan impresionante. El tan solo baja de la mesa donde se encuentra y dice:

-Este mundo siempre fue, es y será fuego eternamente vivo…-

Yo estaba totalmente impactado, el se veía tan diferente, tan liberado, daba la impresión de ser alguien totalmente diferente.

Veo a mis amigos aplaudiéndole e invitándole a sentarse con ellos,”¿Cómo lo haces? Cuéntanos tu secreto” le decían una y otra vez. Yo solo estaba pasmado, no reconocía a Changmin, hasta que el me miro y me sonrió con un tono seductor que no le conocía. Sentí como se me ponía de colores el rostro al instante.





“sal un momento” le hice una seña con el rostro para que me siguiera.

El no dudó, cuando voltee caminaba tras de mí.

-hablemos un momento- le dije cuando lo tenía a mi lado

-no creo que a mi novia le agrade-

-¿Qué dijiste?-

-la chica con la que estaba sentado, es mi novia-

“¡¡¡Cómo es posible!!!” me grite a mi mismo en mi pensamiento, Changmin, el rey del hielo, el señor “no eres lo suficientemente buena para mi” ¿acababa de decir que tenia novia? Estaba confundido, enojado, perplejo pero sabía que si explotaba iba a meter la pata de nuevo así que trate de controlar mis impulsos y hablar como si me diera igual lo que me acaba de decir

-solo será un momento-

-de acuerdo, ¿pero no me golpearas verdad?-

-¿Qué? Claro que no-

Ambos salimos del lugar, Por alguna razón, en ese momento desconocida para mi, empezaba a sentirme molesto, muy molesto.

-así que, sigues vivo- le dije tratando de ocultar mi rostro

-eso parece-

-bueno, es que después de no verte estos días, creí que te habías hundido en la depresión por lo que te dije y que te habías enterrado en algún lugar-

-que exageración, solo decidí tomarme un momento para analizar algunas cosas-

-¿puedo preguntar qué cosas?-

-lo que dijiste, me hizo pensar, pensar que mis actos no estaban concordando con mis pensamientos. ¿Recuerdas mi discurso? Siempre he estado a favor de la libertad o de la locura, lo que esté más cerca, sin embargo, siempre permanecí atado a algo invisible que no podía quitarme y al fin me di cuenta de que si no lo hacía de una buena vez, jamás podría ser al fin, un hombre libre-

-¿es por eso que decidiste no regresar a la escuela?-

-por lo menos por un tiempo sí, es divertido salir de la rutina y levantarme tarde, no peinarme y vestirme como se me dé la gana. Es divertido despertar y comenzar a vivir-

-wow, debo decirte que no era mi intención causar ese efecto en ti…-

-¿no? ¿Entonces cual era tu intención? ¿Hacerme sentir miserable?-

-No, yo solo…-

El adquirió una seguridad impresionante, con pasos firmas se acercaba a mí.

-o tal vez demostrar tu superioridad hacia mí, demostrarme que tú eres mucho más humano que yo-

Me sentía acorralado, sus ojos estaban sobre mí y me tenía contra la pared en ese momento.

-Yo no quería sentirme superior, yo solo… -

-¿Qué?-

- ya no estoy seguro-

-qué lindo es darse valor para hacer algunas cosas y a la hora de enfrentarlas huir como un cobarde, ¿sabes porque creo que lo hiciste?-

Demonios, el estaba tan cerca de mí que no podía concentrarme en nada, tenía su boca tan cerca de la mía que creía que me iba a besar en cualquier momento. Pero lo que más me asustaba era que yo de verdad quería que lo hiciera.

-¿Por qué?-

-porque te sientes atraído hacia mí-

Se me congelo la sangre. El Changmin que yo conocía jamás se hubiera atrevido a decir algo así, pero este nuevo Changmin que yo mismo había incitado a ser, no tenía miedo de nada.

-claro que no- le dije tratando de fingir calma

-¿yo te gusto?- me dijo algo molesto por mi negativa

-¿Lo dices enserio?-

-Sí. Dime-

-No…- Le dije acercándome a él. No tenia temor en enfrentarlo si de conocimientos se tratara, pero me pedía que me enfrentara con mis sentimientos, los que había estado tratando de no escuchar, prefería huir– ¿qué me dices tú?-

-no hablamos de mí, sino de ti-

-¿desde cuando se trata de mí y no de ti Changmin?-

-desde que me armaste todo un teatro por que decidí venir con mi primo y no contigo. Dime loco pero, para mí, tú estabas celoso-

-eso es una locura efectivamente-

-¿Me estás diciendo que no eran celos?-

-¿Y si te digo que si estaba celoso, que va a pasar?-

-nada, probablemente, piense hacer algo al respecto con esos celos- Dijo mientras me quitaba el cabello que caía por mi frente -¿Por qué estas sudando?-

-Por qué estas muy cerca- dije poniendo mis manos sobre su pecho para tratar de hacerlo hacia atrás, pero en lugar de eso, el tomo mis manos entre las suyas y se las llevo a sus labios, para después plantar una beso sobre ellas.

-no me mires así- le dije no pudiendo evitar sentir calor en el pecho con lo que él hacia –o tu novia podría ponerse celosa-

- cierto- dijo soltándome de golpe y alejándose un poco –ella debe estar impaciente- Dijo mientras miraba hacia el lugar en donde ella se encontraba – si tú me pidieras que la dejara lo haría Yunho-

Al decir esas palabras el solo siguió caminando dándome la espalda.

“¿qué rayos fue eso?”

Los días transcurrieron cotidianos para mí, pero con la diferencia de que no lograba concentrarme en nada, Jae hacía de todo con tal de devolver el foco en mi vida, pero sus intentos eran en vano. No podía sacármelo de la cabeza, él y sus alocadas ideas, su repentino y extraño cambio hacía que me rompiera la cabeza

Mis compañeros comenzaban a darse cuenta de que algo pasaba conmigo, ya no salía con ellos, ya no prestaba atención en clase, ya nada me importaba. Bueno, solo una cosa…

-¿Dónde estás?- Sonaba como desesperado al hablar por teléfono, pero el solo escuchar su voz me perturbaba

-En mi casa, estoy a punto de tomar una ducha, ¿quieres venir?- me dijo con un tono seductor

-¿ahora?-

-si, ¿por qué no? Haaaa, olvide que tienes clases ahora, pues bien, haz lo que quieras entonces-

Changmin no había ido a clases en dos semanas. Tenía que ver qué pasaba.

-No…yo… voy para allá-


Colgué el teléfono y Salí del salón dejando tras de mí los gritos de mi profesora. Tome un taxi y llegue en menos de 15 minutos a su casa, me arregle la camisa y toque el timbre.

-¿Quién es?-

Se escucho una voz tras la puerta

-hemmmm, soy, soy Jung Yunho, un amigo de Changmin-

Abrieron el cerrojo, no vi quien era, solo me indicaron que pasara.

Entre con algo de cuidado y mire a mí alrededor. Bajo las escaleras, una dama permanecía mirándome, como si supiera quién era y eso le causara una gran molestia.

-valla, pero si eres tan solo un poco mayor que mi hijo- me dijo con un tono de desprecio

-perdón, pero, ¿la conozco?-

-no pero yo si te conozco. Soy la madre de Changmin-

-valla, pues mucho gusto-

-me gustaría decir lo mismo…- dijo a regañadientes

Me sorprendí del comentario pero preferí quedarme callado, después de todo era la madre de Changmin.

-mamá, ya puedes irte-

Volteé hacia arriba de las escaleras al escuchar esa voz. Sentí como los colores se me subían al rostro al ver a Min con solo una toalla cubriéndole la parte inferior del cuerpo mientras su pecho desnudo relucía por el agua de la ducha que acababa de tomar.

-Changmin, por dios! Ve a vestirte-

-Hace calor-

-claro que no, ¡vístete!-

-está bien. Yunho ¿por qué no subes a mi habitación?-

La madre de Changmin me lanzo una mirada que casi pude sentir que tenia fuego y que quería quemarme.

-después de todo los dos somos hombres ¿no mamá? O quieres que traiga a una chica como la otra vez?-

Al escuchar eso no pude evitar sentirme algo turbado y voltear a verlo. El me lanzo una leve sonrisa y le hizo un gesto a su madre para que se fuera.

-esto es el colmo- dijo alejándose para azotar la puerta tras de si

Changmin me hizo una seña para que subiera. Accedí de inmediato como si su mirada hubiera lanzado un hechizo incombatible sobre mi

-No le hagas caso a mi madre, no entiende como somos-

-¿somos?-

-¿no eras tú el que me decía que debía de relajarme y vivir la vida? Pues eso hago-

-sí, ya me di cuenta… Puedo preguntar ¿qué le dijiste a tu mamá sobre mi?-

-la verdad. Que tú me habías inspirado para cambiar el rumbo de mi vida-

-ya veo porque me odia entonces-

El me lanzo una leve sonrisa y metió su cabeza entre una toalla que tenía cerca para secarse el cabello. Lo vi sacar un pantalón y dos camisas de su armario y tirarlos en la cama junto a mí.

-¿Qué color te gusta más? ¿Rojo a amarillo?- dijo refiriéndose a las camisas que había arrojado junto a mi

-creo que… rojo-

-bueno- dijo poniéndose la camisa –y que tal los pantalones, ¿o prefieres shorts?-

-¿Qué intentas?-

-intento vestirme-

-No, intentas vestirte a mi gusto. Vístete como quieras, a mi me da igual-

Dije tirándome en la cama tratando con mucha dificultad de no voltear a ver como se ponía los pantalones, apreté los ojos con fuerza y los puños. Esto definitivamente no era normal.

-¿Qué pensaste cuando dije lo de las chicas?-

-¿Qué iba a pensar? Nada. Haz lo que quieras-

-¿ha cuantas chicas has llevado a tu casa Yunho?-

-a ninguna-

-mientes-

-es enserio. No he llevado a ninguna, mi casa no es un burdel-

-es exactamente lo que dijo mi mamá-

-¿pues a cuentas has traído?- Dije abriendo los ojos de golpe. Lo primero que vi, fue su rostro a unos centímetros del mío y esos ojos clavándose en los míos, estaba muy cerca.

-No lo hagas- dije al sentir sus labios rosar contra los míos. El se había acercado.

-dame una buena razón para no morderte- Dijo besando mi mejilla

Yo estaba congelado, no podía mover ningún musculo, apenas si podía pensar con esa nube de sensaciones sobre mí. No quería hacerlo, ¿era temor? ¿Era mi sentido de la moral que me decía que eso no era buena idea? No podía pensar con claridad, lo único que sabía era que no era el momento para eso. Por más que mi boca quería alcanzar la de él. No era hora.

-Tú dime porque quieres besarme-

-porque sé que tú has querido desde hace tiempo-

-no seas tan considerado- dije quitándomelo de encima

-entonces admites que si querías- dijo sonriendo como el pirata que encontró el tesoro

-Si quiero…- dije tratando de esconder mi rostro – Pero no ahora-

-miedoso- dijo metiendo sus manos por mi cintura

-No es que tenga miedo, es que creo que has perdido un poco el control con todo- dije tratando de soltarme

-Por supuesto que no-

-suéltame-

-no quiero-

-suéltame Changmin-

-bésame entonces-

-basta- dije forzando con él para que me soltara.

De verdad me ardían los labios por hacerlo, pero Changmin estaba actuando de un modo tan extraño esos días, que lo que mas temía era que lo estuviese haciendo solo por juego o por dejarse guiar por sus impulsos. Era claro en ese momento, en el momento en que escuchaba como se reía en mis oídos burlándose de que él era más fuerte que yo y en que presionaba su rostro contra mi espalda… el me gustaba, me gustaba de verdad, no solo por un deseo de una hora o dos. Lo quería todo para mi, en todo momento y en todo lugar, el debía ser mío.

-¡deja de jugar!- dije al fin soltándome y arrojándolo hacia atrás

-que aburrido eres. Creí que tú eras un poco mas… no sé, alocado-

-soy alocado con las cosas que valen la pena perder la cabeza por ellas- Dije acomodándome la camisa

-¿Qué insinúas?-

-nada-

-largo- dijo molesto señalándome la puerta con el dedo.

-no quise decir que tu no valieras la pena, no lo tomes así-

-Largo- dijo levantándose

-Bien- dije saliendo, molesto de que una palabra fácilmente haya terminado con su pequeño juego de coquetería

-te vas a arrepentir de esto más tarde Yunho- Me dijo cerrando la puerta de su habitación con el pie.



Y valla que me arrepentí…

Las siguientes semanas se tornaron extrañas, solo sabia de Changmin por los rumores de los que hablaban los de primer año, decían cosas muy extrañas sobre que se había vuelto loco, que había asaltado un camión blindado el solo y que había regalado el dinero, que se dedicaba a vagar a altas horas de la noche y que lo habían visto en uno u otro lado pensando o haciendo ejercicio como loco.

No sabia que pensar de Changmin, ya era muy difícil saber que pasaba con el y lo era aun mas encontrarlo en algún lado.

L e estuve llamando a diario por los siguientes días, pero él no respondía el teléfono. Estaba harto de no lograr concentrarme en clases por su culpa y de tener su imagen en mi cabeza a todas horas y en todo lugar. Debía hacer algo o me volvería loco.

Salí del salón de clases aquel día acompañado por Jae quien me contaba miles de cosas sobre algo que mi mente catalogaba como poco importante. Caminamos por la calle y visualizamos la estación de policía.

-¡oye mira!- dijo jalándome de la playera para que me detuviera –allí, en la entrada-

Voltee a ver y vi a Changmin, esposado y completamente sucio entrando acompañado por dos oficiales.

-Jae….- le dije mirándolo, él sabía exactamente lo que yo quería así que fue tras Changmin. No tardo ni 10 minutos en regresar conmigo.

-Pude escuchar muy poco, no es un lugar en donde te dejen entrar con facilidad. Escuche como le preguntaban porque había hecho eso, no sé que, no alcance a entender bien, pero Changmin no parecía nada arrepentido de lo sucedido, solo se burlaba del oficial, en determinado momento le dijeron que si no cambiada de actitud tendrían que tomar medidas drásticas, que era la cuarta vez que lo llevaban por sospechas, pero Min no se inmuto, creí que estaba asustado por lo que le decían pero en cuanto pudo, salto de la silla y se fue contra el oficial, tuvieron que llamar a cuatro oficiales para contenerlo. Él es demasiado impulsivo…-

-Jae tu información deja mucho que desear- El hizo una mueca de disgusto y siguió hablando de la extraña situación que envolvía a Min esos días.

Algo pasaba y lo que sea que fuere, no era bueno.

Al día siguiente me dirigí a la biblioteca de la ciudad, era un lugar tan pacifico que tal vez allí podría encontrar un poco dela tranquilidad que me faltaba para poder recuperar el sueño que había perdido hace unas noches.

Me senté en una de las bancas que solía frecuentar con Changmin, junto al ventanal que daba al jardín. Cerré los ojos y lo imagine delante de mi como antes, leyendo y haciéndome señas de que me callara porque no lo dejaba concentrarse, con esa fría mirada que congelaba hasta el día mas caluroso, esa mirada que enjaulaba al tigre que por mis tontos celos no supe dejar guardado.

Abrí los ojos como si algo muy dentro de mí me pidiera hacerlo, lo primero que vi fue una figura femenina parada no muy lejos de mí observándome con una mezcla de desprecio y preocupación.

-¿puedo ayudarla?- le dije a la mujer

-no a mí, sino a mi hijo- me dijo sentándose con violencia a mi lado. Se trataba de la madre de Changmin

-¿que le pasa a su hijo?-

-tú deberías saberlo mejor que nadie ya que tú eres el causante de eso-

-discúlpeme pero no entiendo lo que dice-

-no te hagas el tonto conmigo, Min era un niño modelo, perfecto, no rompía un plato, me ayudaba en casa, siempre regresaba temprano, sus calificaciones excedían la excelencia, era tranquilo y pacifico y ahora… desde que él te conoció…- hizo una cara de asco que casi temí que pudiera escupir en mi rostro – desde que él te conoció se ha convertido en alguien diferente, un alguien despreciable a quien no puedo tolerar-

-ya entiendo- dije bajando la cabeza para levantarla con dureza y clavarle la mirada en esos ojos vidriosos teñidos de preocupación y odio – usted enjaulo al tigre y tiro la llave al lago, creyó que había desaparecido pero yo la encontré y ahora usted no puedo cerrar la jaula de nuevo-

-¿Qué demonios estas diciendo?- dijo azotando su mano contra la mesa – ¡él estaba bien justo como estaba! ¡Él era feliz!- me dijo gritando causando que todos el la biblioteca posaran sus ojos sobre ella, casi pareció que el tiempo se detuvo mientras que todo a mi alrededor comenzaba a incendiarse en mi imaginación.

-El grito es una respuesta corporal a la reafirmación de algo. Esta afirmando lo que yo ya sabía, usted jamás lo conoció de verdad, cometió el clásico error la madre oveja, lo oculto tanto del lobo que cuando lo tuvo enfrente en lugar de huir, quiso acercarse a él porque el cordero nunca le tuvo temor, fue su madre quien proyectaba ese temor en su hijo. Es típico de las madres que creen que pueden controlar todo y a quien se les de la gana-

Me levante sin mirarla, pero sentí un tirón en la camisa que me hizo regresar y voltear a mirarla… En vez de sus ojos sentí la furia directa de su mano, la cual dejaba caer una sonora cachetada sobre mi mejilla… fue un golpe cargado de tanta furia, tanta tristeza tanta ira materna, que me hizo perder el equilibrio y caer al suelo

-¡¡no te vuelvas a acercar a él!!- alcance a escuchar su amenaza mientras posaba mi propia mano sobre mi mejilla algo exaltado por lo que había pasado

Escuche los pasos de ella alejarse marcados por el eco de sus tacones azotar contra el mármol del suelo.

El dolor en mi mejilla inundaba el vacio de mi mente en esos momentos. ¿Qué pensar ante tal acusación?

-¿estas bien?- escuche una voz muy conocida detrás de mi

-ya la escuchaste- dije levantándome tratando de ignorar la pregunta -aléjate de mi-

-espera- dijo jalándome para que lo viera de frente. Tenía una mirada que no le conocía, estaba conmovido, enojado, impaciente por algo… no lo sabia, sentía que ya no podía leerlo como antes. Vi el cielo mientras me dejaba llevar por ese muchacho que había ocasionado todo ese caos en mi vida, pero por el que estaba dispuesto a dejarme guiar, así fuera al mismísimo inferno a donde me conducía, si estaba con él, nada importaba…

¿Pero, por qué se había vuelto tan complicado?

-déjame ver- Decía sentándome en el pasto debajo de un árbol en una jardinera

-estoy bien- dije apartando su mano de mi mejilla bruscamente

-no sabia que ella podía golpear tan fuerte…- dijo acariciando mi cuello

-no sabia que te habías desquiciado tanto como para provocar eso en ella-

- es que ella no entiende-

- ese es el problema Min, nadie te entiende ahora-

-tú me entiendes-

-No, yo solía entender al viejo Changmin, que pensaba antes de actuar, antes de hacer estupideces, a este nuevo Changmin no lo puedo entender por más que quiera hacerlo-

-Mírame- dijo tomando mi rostro entre sus manos –soy el mismo, antes no me atreví a ser quien yo quería ser porque tenia miedo, miedo de volverme humano… es mucho mas cómodo ser un robot, seguir una rutina, levantarme temprano, hacer mis deberes e irme a dormir y así todos los días, es simple, no tiene complejidad y podría vivir tranquilo. ¿Pero que clase de vida es esa? Yo siento Yunho… descubrí que desgraciadamente siento, siento todo lo que esta a mi alrededor… el viento, el agua, el sol, la tristeza, la alegría, el enojo, el inicio, el fin, la soledad, el deseo…siento mas de lo que debería… elegí cambiar porque antes no podía sentir nada, era un maldito robot!.

Mi curiosidad ha despertado de un modo incontenible, siento que soy como un bebe descubriendo el mundo. Quiero sentirlo todo, probar de todo, quiero poder ser alguien diferente, quiero que- el me miro fijamente a los ojos- me dejes probar Yunho…-

-Yo quisiera poder…- le dije, no había algo que quisiera más que sentir a Changmin, pero si lo dejaba en ese momento estaba seguro que no podría parar y en ese momento lo que necesitaba Min era alguien que lo trajera de vuelta a la realidad. Me trague mis pensamientos y trate de cambiar el tono de mi voz - ¿sabes que lo que estas diciendo no es tan fácil? ¿Que decidiste liberarte de algo a lo que todos estamos atados y de que esto te traerá consecuencias?-

-Lo se. Pero para todo cambio hay uno el doble de fuerte-

-¿estas dispuesto a enfrentarlo?-

-si tu estas conmigo podre hacerlo- Dijo tratando de acercar su boca a mi cuello –quiero que estés conmigo…cuando yo cambie esto- susurraba en mi oído

-¿de que estas hablando?-

-El mundo es un lugar extraño. –

Changmin se levanto poco a poco mientras hablaba, su semblante había cambiado drásticamente.

-Se supone que fuimos creados cada quien diferente- continuo hablando- con libertar para ser y hacer cuanto queramos y podamos. Pero si es así, porque cuando alguien decide cambiar, ser diferente… se empeñan en destruirlo? Nadie puede jugar a ser Dios y decir que puede o no puede hacer una persona. El ser humano se reproduce como insecto pero no es como uno. Los insectos se apoyan entre si para poder alcanzar y cargar la comida mas alta y difícil para compartirla con los suyos, pero el ser humano no, en cuanto alguien trata de sobresalir, ser diferente del resto de los borregos, todos intentaran destruirlo, porque es diferente. El ser humano es un ser muy extraño, a olvidado su esencia y se ha transformado en el producto de algo que lo ha transformado en una porquería -suspiro fuertemente y apretó los puños con firmeza – solo el fin puede dar paso a un nuevo inicio-

Sabía lo que eso significaba. Lo sabía perfectamente y tenía miedo, por primera vez sentí un terror inmenso dentro de mí, que aprisionaba mi pecho y hacia que mi voz se entrecortara.

Changmin tenía una mirada diferente en el rostro, no miraba a ningún lado, parecía estar perdido en algún lugar en donde no podía seguirlo, estaba totalmente serio, con los puños cerrados y la boca apretada, me levante para mirarlo, para que detuviera ese mar de pensamientos que lo tomaron como rehén, pero su vista jamás me encontró

Entonces lo abrace, lo abrece tan fuerte que casi temí fundirme con el…

“Estoy aquí, estoy aquí por ti” quería decirle, quería gritarle que no lo hiciera, que aun había solución, que no podía cargar con la culpa de haber condenado su propio futuro al condenar a los demás…

Demonios, debí decirle, debí gritarle, debí haberlo detenido…

Esas ridículas palabras que parecían ser insuficientes para expresar ese grito que trataba desesperadamente de escapar de mi corazón pero que tal vez eran lo que el necesitaba para apagar aquellas voces de las que mas tarde me hablo.


____________________________________________________



Fuego, recuerdo el fuego…

Los gritos…

Las ambulancias…

El dolor…

Mi pierna duele…

Mucho ruido. Migraña.

Colores intensos frente a mí. Ese es un rojo muy brillante, muy intenso, muy líquido. Azul, verde, pero no hay blanco…

Gritos, gritos desgarradores.

Dios mío……… ¿Qué hiciste?

-¡¡Tu nombre!! ¡¡Dime tu nombre!!-

Tanto dolor, tanta pena, ¿de verdad era eso lo que querías? …… Changmin……

-¡¡oye!! ¡¡Despierta!!-

¿Dónde estás? ¿Qué te han hecho?

-¡¡YUNHO!!-

Esa voz me saca del trance. Es Jae, está muy sucio, tiene lágrimas secas en sus mejillas.

-te dije… que algo malo pasaría Jae-

-ya basta, vámonos de aquí-

-¿en donde esta?-

-no se… eso quisiera saber… yo y toda la policía-

-¿Qué le van a hacer?-

-No se Yunho, solo vámonos por favor, mira tú pierna, ¿de verdad estas bien?-

-No lo sé, yo, debo… debo buscarlo-

-No, no, definitivamente no-

-Debo ir- dije empujándolo a un lado para tratar de empezar a andar por mi cuenta hacia el bosque

-¿Qué crees que haces? ¿¡No te das cuenta de todo lo que él ha hecho?! ¡¡Aun guardas compasión por el!!-

-No entiendes Jae…-

-¡No quiero entender! Lo que quiero es sacarte de aquí antes de que las cosas se pongan peor de lo que ya están-

-el solo quería resolver algo que no tenía solución…-

-¡¡el es un maldito loco!!-

-¡No te atrevas a insultarlo, no quiero que si quiera te atrevas a mencionar su nombre!- Dije tomándolo de la camisa y tirándolo al suelo. Me dolía tanto la pierna.

Pero debía encontrarlo, debía salvarlo…

Comencé a caminar con mucho dolor hacia el bosque, tenía una idea de en donde podría estar, solo esperaba poder contar con suerte y poder hablarle antes de que fuera tarde.

-¡¡lo mataran y a ti con el Yunho!!-

-Entonces, que bueno que tuve una buena vida-

Le grite como despedida mientras comenzaba a sentir el lodo mezclarse con la tierra en mis zapatos al dar unos pasos para adentrarme en el bosque.

Camine por horas, horas que parecieron años por el dolor, por la desesperación, por las ansias de verlo, de decirle que todo tenía solución aún… aunque no fuera cierto.

No entendía como toda se había descompuesto así, como era que un ser tan frágil, tan puro, tan perfecto como mi Changmin podía haberse corrompido de esa manera, como pudo haberse vuelto un idealista tan radical que ocasionara tanto caos, tanta destrucción y que ahora había desatado toda una querella para atraparlo.

¿Cómo pude dejar que pasara?

¿Por qué no te detuve, maldición porque no lo hice?

Creo que en el fondo, quería saber si podrías ser el arquitecto de tu propio mundo, quería saber si me dejarías vivir contigo en el país de las maravillas en que tú pusiste la primera piedra.

Pero no soy como tú… no soy como tú y quizá tampoco seré para ti…

Mi rodilla me vence, me hace caer y rodar cuesta abajo por un camino de hojas amarillas, es lo único que puedo ver en la oscuridad de la noche, hojas amarillas cubriéndome el cuerpo, como una cobija que me perfuma y me consuela por no poder encontrarte. Me punza, me duele mucho, cierro los ojos y aprieto los labios pidiendo que no me pase nada mientras mi otro enemigo se apodera de mi cuerpo… me sumerjo en un sueño profundo, profundo y larguísimo.

No recuerdo que soñé aquella noche.

Solo recuerdo el dolor, el frio, el hambre, la preocupación.

¿Qué tengo que hacer para verte?

¿Dos horas? ¿Cinco horas? No lo supe, abrí los ojos para ver el nuevo panorama que me rodeaba.

Me encontraba en una cabaña, o lo que quedaba de ella, parecía que un huracán hubiese arrasado con todo lo que, en algún tiempo había existido en aquel lugar que olía a madera podrida y a pino. Todo estaba tirado, roto, había trozos de botellas y en las ventanas parecía como si nunca hubiesen existido vidrios.

El dolor en mi pierna me recordaba la caída de hacia unas horas antes. El dolor que corría de mi abdomen a la punta de mis pies era lo suficientemente fuerte para obligarme a levantar mi torax y mantenerme sentando en el suelo… Una corriente fría paso acariciando mi cuello obligándome a encoger de hombros y girar hacia el lugar de su procedencia, fue entonces que lo mire…

El huracán estaba llorando en la esquina de la cabaña, no tenía camisa, la piel de su espalda estaba dañada por el fuego del que él había escapado hace unas horas, había sangre en sus zapatos y en sus pantalones, su cabello estaba tan revuelto que parecía que se había sumergido en una piscina de arena. Sus manos estaban sobre su rostro, cubriendo las lágrimas que caían de sus ojos, el yacía sentado, como si tuviera mucho miedo temblaba incontrolablemente.

-¿Changmin?...- dije en aquel momento, tratando de contener mi corazón que saltaba de júbilo al poder calmar el miedo que me provocaba la idea de no volver a verlo jamás

-no me hables…- me dijo mientras apretaba mas sus manos sobre su rostro

-perdona…- conteste casi al instante, el aura que de él despedía era aterradora, trate de levantarme despacio, temí que por un momento el pudiera salir corriendo y me dejase en aquel sitio.

Trate en balde de enderezarme, lo máximo a lo que llegue fue a arrastrarme con mis brazos por el suelo hasta tratar de alcanzar a Min.

El no se movía.

La preocupación que me invadió en aquel momento es indescriptible, tantas cosas pasaron por mi mente, tantas posibles preguntas por hacerle, tantas posibles acciones por ejecutarse. Simplemente me helé…

Tan vulnerable y frágil ¿que debía hacer para poder aliviar un poco la confusión que lo aprisionaba?

Llegue hasta él y me pose a su lado. Lo mire fijamente, como esperando que el sintiera mi mirada y me respondiera, pero no se movía.

-¿puedo abrazarte?- fue lo salió de mi boca

Muy despacio, como si cargase una pesa en el cuello, Changmin levantó la mirada. Sus ojos expresaban un vacío y un odio indescriptible

-No- dijo clavándome la mirada, el sonido de su voz era rasposo.

Ignorando la negativa pase el brazo por sus hombros, pero el reaccionó a la defensiva empujándome hacia atrás. Al tratar de conservar el equilibrio apoye mi pierna en el suelo haciendo que el dolor se incrustara directamente en mi hueso, no pude contener un grito de dolor que retumbo en la cabaña.

El rostro de Changmin cambio de repente.

-¿Qué… fue lo que te paso?- decía mirando mi pierna tratando de descifrarlo a simple vista

-un vidrio atravesó mi pierna mientras corría, de lado a lado entro en ella, fue doloroso- le conteste

-¿Por qué corrías?- me dijo levantando mi pierna con cuidado tratando de ver la profundidad de la herida

-corría para alcanzarte-

El me miró confundido, parecía que su mente algo no alcanzaba a comprender, como si el Changmin de hace unas horas se hubiese esfumado y un niño ingenuo estuviera delante mio tratando de comprender el porqué de la destrucción que había ocasionado.

-¿Por qué no me llamaste?- parecía la pregunta obligada

-si lo hice Changmin, pero parecía que no me escuchabas-

-espera- él se alejó de mí, como si acabara de descubrir algo sumamente desagradable – yo… si te escuchaba, pero por alguna razón no podía detenerme, yo… no recuerdo bien que…-

El rostro de Changmin se transformo en un instante, acababa de darse cuenta de lo que pasaba, empezó a temblar descontroladamente, su mirada expresaba un dolor profundo

-¡todos me gritaban que me detuviera!... ¡pero no podía Yunho! ¡No se porque no podía!! ¡Yo quería verlos arder! Era necesario!... ellos… ellos… ellos debían… pero… no… noo… ¿Yunho porque… no me detuviste?-

Subió sus manos hacia su cabeza, jamás había visto una transformación como esa, era totalmente diferente al chico que me miro con furia cuando llegue, él estaba horrorizado, yo no podía moverme, solo lo veía llorar y enfadarse, hasta que cayó al suelo gritando de dolor, no tenia nada, él estaba bien, pero gritaba como si le hubieran atravesado el corazón.

Jamás olvidare esos gritos que rebotaban en el bosque y hacían que los pájaros volaran asustados hacia el cielo.

Me acerque a él y lo tome entre mis brazos, el no rechazo mi abrazo, por el contrario parecía que era justo lo que necesitaba. Puse mi mano en su nuca y lo atraje hacia mi, el no dejaba de sollozar, lo abrace fuertemente.

No podía decir nada, no quería hacerlo, solo lo bese en el cuello y por el rostro, hasta que se quedo dormido en mis brazos.

– Estas temblando mucho –le dije al ver como entre abría los ojos y me miraba tranquilo, por primera vez en largas horas– ¿has comido algo?-

Su cuerpo no dejaba de temblar, mientras mis brazos lo rodeaban, los de él cercaban mi cintura y se aferraban fuertemente a mi camisa.

-No…-

-come esto- dije sacando un chocolate del bolsillo de mi pantalón

El se quedo mirando el chocolate fijamente, pero no lo tomaba, su mirada estaba fija como si nunca hubiera visto algo igual en su vida. Tome la pequeña barrita de chocolate y la partí en pequeños trozos. Pareciera que el miedo, el shock y toda la gama de sensaciones que lo invadían en ese momento lo obligan a desconfiar de todo, hasta de una pequeña y tonta barra de chocolate.

-¿si yo como un trozo tú comerás el otro?-

Tome un pequeño trozo y me lo comí de jalón, después tome el otro con una mano mientras con la otra pasaba mis dedos sobre la boca de Min provocando que el abriera la boca. Él lo hizo y con mucho trabajo comió ese pequeño trozo de chocolate que yo guardaba desde hace dos días en mi pantalón.

-¿Yun… ho?- me dijo aflojando sus manos sobre mi cintura

-dime-

-¿Por qué…. Me buscaste?-

El tenía una mirada tan tierna en la cara, era como un niño tratando de comprender algo que era sumamente difícil para él. Era tan simple para mí…

-creí que ya lo sabías Changmin-

Su rostro solo mostraba confusión, hacia ligeros gestos con la cabeza solamente mientras negaba algo que para mí era tan obvio.

-¿debería mostrarte entonces?- El solo me miraba confundido. No supe si era el momento indicado, si era lo que él quería, pero yo quería hacerlo y para mi fue el momento perfecto.

Me acerque a su rostro y le plante un ligero beso en los labios. No por mucho, solo fueron unos segundos en los que al fin podía sentir el contacto que tanto deseaba, me sentí la persona mas feliz del mundo, tan solo por unos segundos.

Me aleje despacio. El permanecía inerte mirándome.

-así que ese día de verdad estabas celoso-me dijo riendo tímidamente

Lance una carcajada al aire, el día en que Changmin me cuestionó mi manera de actuar cuando llego por su primo, hubiera dado todo por regresar el tiempo y decirle que si lo estaba.

-¿Qué va a pasar ahora Changmin?- le dije refiriéndome al beso que le acababa de dar

El solo sonrió. Miro mi pierna y tomando la camisa a cuadros que yo me había quitado cuando llegue a la cabaña, desgarro la parte de abajo para después hacer una especie de vendaje en ella. Después el solo se acercó a mi pierna y beso mi rodilla despacio. ¿Para que quería medicamentos cuando un beso de Changmin hacia que todo el dolor desapareciera al instante?



Me hizo una señal para que me acercara a su rostro. No dude en hacerlo ni un segundo, el me miraba como un premio que no podía tocar, como algo inalcanzable, con su dedo índice comenzó a delinear mi rostro, llego a mi boca y se detuvo por un momento…

“demonios lo deseo tanto…” pensé antes de irme sobre el como un loco, recuerdo que bese todo su cuerpo, de la cabeza a los pies, quería estar con el a como diera lugar pero, el estruendo de una bala retumbando no muy lejos nos hizo levantar de golpe.

Instintivamente ambos nos pegamos a los muros de la cabaña, esperando escuchar algo más que los delatara.

Pasaron alrededor de dos horas…

Changmin se había quedado dormido, hacia ya un rato, mirándome profundamente a los ojos sin decir nada, solo sonriéndome ocasionalmente mientras yo tocaba su rostro y apretaba su mano con la mía.

No podía concebir la idea de lo que le sucedería a Changmin ahora, pensé en la gente que lo buscaba, en el caos que había ocasionado y en cómo, en una hora a lo máximo, nos encontrarían inevitablemente si no hacia algo.

Mire a Changmin en aquel momento, de verdad estaba enamorado de aquel chico arrogante con la cabellera desgreñada. Lo amaba y quería estar a su lado a cualquier costo.

Siempre me culpe a mi mismo por no haber actuado cuando tuve la oportunidad de hacerlo, de haber salido con él desde que le puse los ojos encima, de haber aceptado mis sentimientos. Pero ahora ya era tarde, en cuanto lo encontraran se lo llevarían y lo juzgarían, se acabaría para siempre todo.

Recuerdo la cantidad de posibilidades que cruzaban por mi mente en aquel momento, la cantidad de ideas rebuscadas que podrían ayudar a salvar a Changmin de aquella situación. El no merecía que lo juzgaran de esa manera, aquella gente no lo entendía y jamás lo haría. No había salida, para salvar a Changmin había que entregar algo del mismo valor de lo que Changmin había quitado. Y sabía exactamente lo que era.

Suspire profundamente, las lagrimas comenzaban a fluir lentamente por mi rostro, me preparaban para lo mucho que lloraría a partir de ese momento en que tome aquella decisión. Apreté los puños y me acerque al príncipe durmiente que yacía junto a mí y plante un ligero beso sobre sus labios.

Esa vez que probé su boca… sería la última durante mucho tiempo.

“Ring, ring, ring…” el timbre del celular que yacía en mi chaqueta me saco de aquel trance. Era casi un milagro que todavía se mantuviese en mi bolsillo después de haberme caído tantas veces.

Lo tome rápidamente para evitar que el ruido despertara a Changmin, se trataba de un mensaje de texto, un mensaje de Jae joong: “Sal de ahí”

-¡Changmin debemos irnos!- dije sin demora sacudiéndolo para despertarlo

El no dijo nada, se levanto casi al instante al sentir mis manos sobre sus hombros y se puso la camisa a cuadros de la que me había fabricado un vendaje.

-vámonos- me dijo jalándome hacia la puerta de la cabaña

Corrimos a través del bosque, alcanzaba a escuchar ruidos de ramas romperse, de gritos muy cerca de donde nos encontrábamos. Ellos nos pisaban los talones, lamentablemente no podíamos ir tan rápido como deseábamos ya que mi limitación en la pierna me obligaba a ir un poco mas despacio.

Tomados de la mano fuertemente corrimos adentrándonos mas en el bosque, con el dolor en mi pierna punzando cada vez más fuerte solo hacia al frente, parecía que Changmin no tenía idea de a dónde nos dirigíamos, corría meramente por instinto, pero yo sabía exactamente a dónde íbamos: Nos dirigíamos directo a un acantilado que tenía un rio en su profundidad. No dije nada, solo seguíamos corriendo, con las voces en nuestras espaldas y los gritos que después de poco rato comenzaron a articular nuestros nombres cuando nos visualizaban ya muy cerca de ellos.

Estaba casi seguro de que Jae joong venía con ellos, solo así, el sabría en que momento mandar aquel mensaje de hace un rato, lo que no tenía claro era si venia para protegerme a mi o para ir detrás de Changmin.

-Changmin escúchame- dije después de parar para ocultarnos en el grueso de un árbol

El solo me miraba y negaba con la cabeza, indicando que no era el momento de hablar

-está bien, no hables, pero quiero que escuches… creo que hay una forma de salir de esto- Changmin me miro incrédulo de que yo hubiera ideado un plan mientras corríamos frenéticamente por el bosque

-dime-

-es simple, debemos atravesar aquellas ramas, los acorralaremos en el acantilado-

-eso es absurdo Yunho, como los llevaremos allí? Es demasiado obvio que el plan es hacerlos caer-

-claro que no, funcionara, tu confía en mí-

No hubo tiempo de discutir mas, estaban muy cerca así que solo corrimos en dirección al acantilado. Una vez allí asome mi cabeza por el filo de este, si alguien caía por allí se daría un buen golpe, pero no moriría… a menos que tuviera muy mala suerte y cayera en las afiladas rocas del fondo.

-Changmin… de verdad, de verdad espero que algún día puedas perdonarme- le dije al filo del acantilado, mirando al fondo de la pendiente

El me miro asustado.

-¿Qué… quieres decir?- decía alejándose de mi

-Tal vez jamás fui lo suficientemente claro con mis sentimientos… ahora me doy cuenta que lo más tonto que pude haber hecho fue jamás haberte dicho cuanto te quiero- dije mirándolo fijamente a los ojos y continúe – Tu no iras a prisión… iré yo-

Changmin no podía balbucear palabra alguna, estaba totalmente en shock, tan solo mirándome sin saber qué hacer

- Yo nunca me perdonaría que acabaran con el Changmin que conocí en aquel salón de clases apretado en primavera, nunca me perdonaría que ellos cortaran tu cabello, que obligaran a usar esos trajes naranjas y acabaran con lo que queda del Changmin que amo y que amare siempre… Te amo a tal grado Changmin que estoy dispuesto a sacrificar aquello que tú les quitaste a esas personas; mi vida y mi libertad. Solo espero que algún día tú… puedas perdonarme-

-Yunho… - dijo totalmente incrédulo de lo que le decía, el tenia el rostro una expresión de conmoción mezclado con preocupación –eso no es posible. Yo no dejare que tú vallas por mí, es mi responsabilidad y debo afrontarla, no dejare que lo hagas-

-es tarde para eso- dije acercándome a él y tomándolo de la mano –solo dime una cosa… ¿tú sientes lo mismo que yo?- dije atrayéndolo hacia mi

Escuche unas pisadas realmente cerca de donde nos encontrábamos, unos enormes perros negros de búsqueda emergían de entre los arbustos y se preparaban para atacar.

-respóndeme- le dije tratando de alejarnos de los furiosos animales

-siempre te he querido Yunho…- dijo antes de zafarse de mi mano y echando a correr lejos de mi.

Recuerdo los rápidos movimientos que hice en aquel momento, las palabras de Changmin me dieron valor para hacer lo que me proponía, no había tiempo de dudar, los perros corrían tras de Changmin.

No lo pensé ni un segundo, fui detrás de Changmin y empujando mi cuerpo hacia delante y estirando las manos lo más que pude, lo empuje por la espalda con todas mis fuerzas hacia el acantilado.

El grito sonoro de Changmin resonando en las paredes del acantilado fue un tormentoso recuerdo que acompaño mis pesadillas a partir de aquel momento. Rogué por piedad de mi alma y de la de Changmin, no me importaba que los perros me mordieran de brazos y piernas encajándome sus colmillos con fuerza, yo solo rogaba que Changmin cayera en el agua y que la gente que vivía en la parte de abajo junto al rio pudiera ayudarlo a salir. Recuerdo como pase noches en vela orando porque Changmin saliera ileso de aquello, rogué por que estuviera bien, en algún lugar pero a salvo de la gente que lo perseguía.

Después de eso un supe mas de Changmin por un largo tiempo…

“debes pensar en lo que dirás en la corte” me decía mi abogado antes de entrar en el juzgado en el que me acusaban de innumerables cargos.

Fueron semanas de incesante preocupación, interminables declaraciones relatando los acontecimientos de los que fui testigo pero jamás autor. Los recuerdos de aquella noche me ayudaron a recrear con increíble precisión los hechos llevados a cabo por Min, cree con suma claridad la historia del crimen y la ejecución.

Mi historia y razones estaban perfectamente pensadas para no dejar rastro alguno hacia Changmin, no abrían cabida a dudas de que yo era el culpable de todo.

Finalmente me condenaron a cadena perpetua.

Yo sabía que eso pasaría, ese era el plan. No hice el menor gesto cuando los padres de los chicos que murieron en aquel incendio me escupieron en la cara, cuando los guardias de la prisión me golpearon hasta el cansancio para castigarme, no hice el menor gesto hacia los terribles comentarios de la prensa que me satanizaban. Nada.

Fueron largos días de entrar y salir, de trasladarse de un lado a otro, de no saber nada del mundo, encerrado en un agujero sin salida, de la fría celda de la que apenas salía. Hasta que un día recibí una visita familiar…

-¿¡que acaso eres un idiota?!- me dijo Jae joong azotando la bocina del teléfono contra el cristal que nos separaba. Yo le acababa de decir cuál era mi sentencia final y estaba realmente alterado.

-yo sabía cuales serian las consecuencias Jae joong-

El no decía nada, solo me miraba muy molesto.

-¿hay noticias de Changmin?- dije al fin al ver como Jae recuperaba la compostura y se sentaba de nuevo

-no puedo creer que sigas preguntándome por el… a pesar de que por el…- se detuvo, sabía que lo que le dijera no cambiaria mi situación actual. Yo lo hice prometer jamás decir a nadie la verdad sobre lo ocurrido.

-dime…- dije impaciente al ver como el sacaba un sobre de su chaqueta

-al fin lo encontré- decía sacando una fotografía de Changmin de aquel sobre y deslizándolo por la rendija de debajo del vidrio.

Mi alma se lleno de júbilo al ver el rostro de Changmin recostado sobre una cama, tranquilo, con el cabello más largo, descansando plácidamente.

Empecé a llorar como niño que encuentra el tesoro más valioso de su vida, abrace la foto que Jae había deslizado y en silencio dije “gracias, gracias, gracias” mil veces más en mi mente.

Habían sido semanas de no saber si estaba vivo o muerto, si estaba perdido o estaba bien.

-Yunho… pero…- dijo Jae visiblemente acongojado por interrumpir aquel momento de júbilo en que me encontraba

Lo mire preocupado al ver como se sobaba la cabeza y trataba de encontrar las palabras para decirme algo que seguramente yo no quería escuchar.

-suéltalo ya- dije recuperando mi acostumbrada postura de seriedad

Jae suspiro y junto las manos por debajo de la mesa.

-El… perdió la memoria…apenas recuerda su nombre…-

Un golpe en el pecho me hizo encorvarme hacia adelante, me había dolido más de lo que esperaba saber eso. Changmin… no…no… no…no… ¿por qué tenía que resultar así?

-¿Qué… fue lo que pasó…?-

-Lo encontraron a la orilla del rio, estaba inconsciente, tenía fracturado el brazo derecho y un golpe en la parte trasera del cráneo, a pesar de que lo atendieron enseguida duro inconsciente semana y media, ellos estaban preocupados porque jamás despertara... Cuando lo registraron, en la camisa que traía puesta encontraron la envoltura de un chocolate que solo se vende en el centro de la ciudad, así que fueron y dieron el aviso a las autoridades, no paso mucho tiempo para que alguien identificara a Changmin, así que se dio el aviso a su madre, ella pidió que lo transfirieran a un hospital en la ciudad… Después del tratamiento inicial despertó al cabo de dos días, pero el golpe que se dio en el cráneo había ocasionado que perdiera casi toda la memoria. Los registros indicaron que no era tan grave y que su memoria podría volver si se le daba la terapia adecuada… pero… cuando yo fui a verlo, el estaba casi recuperado físicamente pero, el no pudo reconocerme...-

Jae hizo una pausa, pude notar como su rostro se había transformado de preocupación a enojo.

-El recordaba casi todo lo trivial, en que escuela iba, cuantos años tenía, en donde vivía, cuál era su color favorito, recordaba incluso a compañeros de la escuela, a casi todos…-

No podía creer como todo esto podía tener una continuación tan fatídica, como era posible que después de todo lo que pasamos su mente me suprimiera sin la más mínima piedad.

-Comenzaba a pensar que eso no era natural- continuó Jae joong -¿Cómo es posible que un hecho tan fuerte fuera suprimido así de su mente y no cual era su comida favorita? ¿y cómo era posible que te suprimiera de su mente Yunho, siendo tú la única persona con la que contaba, pero recordaba a su vecino con el que había cruzado palabra escasas veces?-

La expresión molesta de Jae joong se transformaba a la de un detective siguiendo una pista que lo había obsesionado hasta el cansancio.

-Me dedique a quedarme cerca de él, solo observándolo - decía Jae – para ver como se comportaba o algo que me diera un indicio de que era lo que había ocasionado aquello, hasta que finalmente lo encontré…- Jae suspiro y se recostó sobre la silla- Un buen día llego al hospital la policía a buscar a Changmin, yo sospechaba que si se dio el aviso de que Changmin estaba vivo, naturalmente alguien de los que estaba en aquel sitio la noche del cataclismo lo reconocería y hablaría, pero no contaba con que muchas personas entraron en histeria colectiva aquel día y no supieron que los golpeo, solo tenían un recuerdo difuso de quien los había atacado de esa manera. Una chica declaro que había visto correr a Changmin hacia el bosque aquel día seguido por ti Yunho, la policía estaba convencida de que se trataba del chico que iba contigo aquel día de la persecución en el bosque así que lo interrogaron, pasaron días enteros haciendo pregunta tras pregunta y trayendo testigos para identificarlo. La cara de inocencia de Changmin y los convincentes argumentos de su madre y del propio Changmin hicieron que las sospechas se disiparan con el tiempo… Entonces lo entendí…-

Jae joong se acerco mas a la bocina del teléfono, esperando hablar más de cerca a mi oído

-La madre de Changmin se había encargado de omitir de la mente de Changmin todo recuerdo de lo sucedido aquella noche y los rastros que pudieran volver a despertar a la bestia que hay encerrada en él. Cuando se le recetaron terapias para la recuperación de la memoria, el tratamiento consistía en llevarlo a lugares familiares, con personas conocidas que lo ayudaran a reconstruir su pasado poco a poco, pero ella armo tan bien la historia de su hijo… omitiéndome a mí, a la clase que lo vio poco a poco transformarse, a los amigos cercanos que pudieran decirle algo de lo ocurrido a Changmin, los libros que leyó que lo orillaron a tener un pensamiento diferente, y obviamente a la persona que ella culpa de todo lo ocurrido: a ti Yunho-

-no puedo creer que haya llegada a tal extremo esa mujer… pero es que… se me hace irreal que haya podido omitir esa parte tan esencial de él en un instante…-

-no tuvo ni el menor respeto por lo que tu estas sacrificando por Changmin, ni siquiera se preocupó por la laguna mental que creo en su cabeza, solo pensó en él y en salvarlo, cualquiera que fuere el precio. Inclusive lo dio de baja en la escuela y creo que planean cambiarse de ciudad-

-es la actitud de toda madre- trataba de hallar una justificación razonable a los actos que me pegaban en lo más profundo del alma

-¡no la justifiques! ¡¡Te borro de la mente de Changmin!!-

Ese alarido molesto de Jae joong fue como una bofetada en la cara, Changmin no me recordaba mas, y tal vez jamás lo haría, yo estaría en ese lugar para siempre… y el jamás sabría que estaba aquí por el

-Jae…- le dije tratando de controlar el resentimiento que tenia por dentro –debes prometerme algo-

-la última vez que te prometí algo termine con un terrible secreto y condenándote a estar en esta celda para siempre Yunho. No más de tus promesas-

-se que estoy cargando un gran peso sobre tus hombros Jae y de verdad agradezco que estés a mi lado en estos momentos, pero lo que quiero pedirte no tiene nada que ver conmigo, sino con Changmin-

-ya te dije que él no tiene idea de quién soy-

-justamente por eso-

Jae joong estaba desconcertado pero curioso, así que asintió con la cabeza permitiéndome seguir con mi petición.

-La decisión que tome aquel día fue puramente siguiendo lo que dictaba mi corazón, pensando en que no quería que el estuviese en este lugar, pero jamás imagine el revés de esto, y aunque admito que me duele y mucho, tal vez esto era necesario. No me arrepiento ni mucho menos de estar aquí y me alegro de que el haya perdido la memoria y haya olvidado esos actos que le causarían pesar el resto de su vida. Yo puedo soportar estar aquí, puedo lidear con la soledad, puedo aprender a sobrevivir en un ambiente como este, pero lo que no puedo, es permitir que Changmin se pierda así como así, es por eso que quiero que estés con él Jae, que te mantengas a su lado como un amigo mas, que des tranquilidad a mi alma de vez en cuando diciéndome como está el, se que te he causado tantos problemas que apenas si puedes soportarme… pero este es mi último favor. Haz que valga la pena… mantente a su lado-

Jae joong me miro con pesadumbre pero finalmente después de hablar un rato, accedió a hacerlo. El entendía el sacrificio que yo había hecho por Changmin y que no era justa la manera como me fue arrebatado. Jae joong permanecería a su lado, pero solo si llegaba el momento, el le hablaría de mi. Pero si Changmin era mucho más feliz así, sin mí, el jamás me mencionaría, permitiendo que el hiciera su vida, lejos de mi y de mi recuerdo, para siempre.

Pasaron los días, las semanas, los meses, dos años ya de aquel día que hable con Jae en la prisión.

Aún tengo guardadas las cartas que Jae joong mandaba cada semana a mi celda, por el supe que Changmin había vuelto a la escuela repitiendo el año en otra escuela diferente, lejos de la antigua y de toda la gente que conocía, finalmente su madre se lo llevo a otra ciudad, lejos de la prisión como me lo sospechaba. Jae me contaba como poco a poco se había encariñado con Changmin, al parecer se habían vuelto muy buenos amigos, me contaba de un tal Yoochun y Junsu quienes se volvieron inseparables de él y de Min y que juntos se divertían mucho viendo películas y jugando futbol en la calle.

No podía dejar de llorar como un niño tonto cada vez que Jae me decía lo feliz que era Changmin ahora, me decía que no me preocupara, que él estaba bien. Entre líneas yo podía leer como Jae se esforzaba por exagerar la felicidad de Changmin, el no quería que yo me preocupara, el no quería que siguiera obsesionado con lo mismo.

-Hola Jae, cuánto tiempo sin verte- le dije un año después de lo ocurrido

-esa barba te sienta bien, te vez muy rudo- decía riéndose mientras me miraba tras el vidrio

-tú por el contrario te vez más joven, ese peinado de hongo te sienta bien, luces como un tierno niño de secundaria-

Jae joong se sonrojaba por lo que le decía, pero rápidamente volvía a su pose de chico serio

-¿Qué te hizo venir en lugar de enviarme una carta?-

-me preocupaste. Me dijeron que no querías ver a nadie ni recibir más correspondencia. Dime, desde cuando no lees mis cartas-

-Desde que me dijiste que Changmin es completamente feliz sin mi- Un silencio incomodo enmudeció el lugar, Jae no sabía que decir ante eso, pero era la verdad. No puedo negar que me deprimí demasiado pero finalmente pude dejarlo ir, por su bien y por el mío.

-yo jamás fui tan directo- dijo tratando de reparar lo que yo ya tenía muy claro.

-pero era obvio…- Mire mis manos, tenían cicatrices por las peleas y se habían puesto duras por levantar rocas enormes de un sitio a otro bajo la lluvia – No estoy molesto Jae, tampoco estoy deprimido... me ha costado mucho trabajo pero he decidido dejarlo ir, parar de una buena vez, ya no torturarme con la sola idea de pensar que come, como se ve, que hace, si se moja con la lluvia, si ve la luna… Ya basta. Es demasiado pesado estar aquí y no es justo basar mi existencia en alguien que es más feliz sin saber que yo existo, está bien, lo entiendo, he aprendido a aceptarlo y a superarlo. Ahora es momento de tratar de enfocarme en la libertar condicional que se me está ofreciendo, para poder salir de aquí en unos 3 años y empezar de nuevo.-

Jae estaba totalmente perplejo por lo que le decía, el jamás espero que yo fuera a decir algo así. La realidad era que me dolía muchísimo el hecho de haber sido borrado de Changmin y quería recuperarlo a toda costa pero, si él era feliz no importaba, yo me sentía feliz de saber que él podía continuar con su vida bastante bien y aunque me dolía mucho decidí dejar que las cosas siguieran su curso. Concentrarme en conseguir la libertar condicional y salir de aquel lugar.

-lamento haberte cargado la mano todo este tiempo Jae joong, ya no es necesario que me envíes cartas, ni que sigas a su lado si no quieres-

-Sabes Yunho…- dijo finalmente- En este tiempo aprendí a querer a ese niño engreído que alguna vez deteste, ahora somos buenos amigos y debo admitir que le tengo cariño. Pero me di cuenta de que efectivamente, el chico con el que convivo a diario me cae muy bien y desarrolle un instinto protector con el pero… el antiguo Changmin jamás hubiera permitido que yo cuidase de él, el antiguo Changmin hubiera venido aquí y derribando a los guardias, te hubiera sacado de aquí hace mucho tiempo y escapado contigo. El Changmin que aprecio es diferente al que conocí, pero él, sigue estando allí. Un día leíamos un poco de Sócrates para la clase y la profesora pregunto sobre algo que tu y yo habíamos estudiado con certeza anteriormente pero del que Changmin era un total experto antes de perder la memoria, la profesora dijo una pregunta muy certera, muy difícil para quien nunca lo había leído, pero Changmin contestó. Contesto de la misma manera como lo hubiera hecho hace años, con las mismas palabras y los mismos gestos. Cada vez pienso más que ese antiguo Changmin no está perdido del todo, que está allí y que te está esperando Yunho. Tu tomaste una decisión hace un año, una decisión que te cambio la vida, no hay vuelta atrás, no podemos regresar el tiempo, estoy feliz de que hayas decidido salir de aquí al fin, solo espero que cuando lo hagas no olvides lo que eres y la extraordinaria sensibilidad que te hace ser lo que eres-

Mire a Jae levantarse y ponerse la chaqueta.

-las personas no se pierden, no se destruyen, solo cambian, se transforman-

Con esto último se fue dejándome una cantidad tremenda de sentimientos encontrados. Dude mucho pero permanecí firme en mi decisión. Estaba determinado a salir pronto y de empezar una nueva vida.

Pase un año más entre los barrotes de la fría celda. Diario me dedicaba a ejercitarme y a leer todo lo que caía en mis manos o lo que mandaba mi primo de Inglaterra, me había hecho de una biblioteca que seria a envidia de cualquier ilustrado. Iba desde historias simples a lo más complejo en textos filosóficos y científicos. Había tenido la determinación de seguir con la educación que deje interrumpida hacia ya un tiempo.

Pero un día el destino me jugo de un modo que no esperaba…

Mi compañero de celda, Jay, trajo correspondencia para mí aquel día. Me extraño ver que había una carta para mí de un destinatario extraño, el único que me mandaba cartas era Jae joong y tenía más de seis meses que dejo de hacerlo.

Rompí el sobre curioso y leí: Con mis mejores deseos y esperando que la pases muy bien en estas fechas, te deseo Feliz 14 de Febrero. Procura abrigarte bien y comer saludablemente.

Era una carta corta y realmente absurda, pensé al instante, pero mi corazón dio un salto haciendo que tirara la carta al suelo al leer el remitente:

Con mis mejores deseos… Shim Changmin

Una nueva inquietud invadía mi mente, ¿era coincidencia? ¿Era una señal de que debía continuar con lo que deje pendiente? ¿Debía responderle o dejarlo pasar como si no me importara?

Finalmente, después de librar una batalla interna, respondí aquella carta de la misma manera como Changmin me hubiera respondido si yo la hubiese enviado… a partir de ese momento lo decidí: Saldría de allí, costara lo que costara e iba a ir por él.



El destino juega juegos muy extraños…

10 Comentarios:

  1. Morí........................................................... Es asdasdasdasdasdasdasdasdasd -Muere de nuevo- Incluso casi llore con el sufrimiento de YunHo............... ASDasdasd continuación... por favor...

    ResponderEliminar
  2. HO Dios! escribes maravillosamente, me gusto mucho, ojala lo continúes pronto, ame la forma en que creaste sus personalidades, son perfectas, el argumento es perfecto tambien

    realmente me has convertido en tu fan , un saludo:)

    ResponderEliminar
  3. wo~~~ .___. (sin palabras)
    Creo que decir "me encantó" es quedarse corta. ¡Esta sí es una historia! con un Changmin psicótico y un Yunho bien sensualón xD
    Me encanta, me encantaaaa!!! justo el tipo de historias que me atraen, espero puedas actualizarla pronto "soy una persona impaciente" cita de Jung Yunho :D

    ResponderEliminar
  4. Tuchuna12/06/2012

    Oh holly shit! este fic es demasiado bueno! un muy buen argumento y las personalidades de los personajes son sumamente interesantes *-* por favor continualo o me volveré mas loca que Changmin! xDDDD

    ResponderEliminar
  5. Espléndido! Esto merece una continuación!
    Gracias por los caps! Continualo pronto, por favor :)

    ResponderEliminar
  6. terminé de leerlo a hurtadillas XD es demasiado ¿cómo decirlo? ADSFFDFDSDG *sin palabras* mereces un altar ten piedad de esta pobre alma y continualo.
    Siento que estoy haciendo cosas indebidas al leer Homin, pero es como una droga =P
    Gracias por el cap

    ResponderEliminar
  7. Aigo!~

    Estos 2 capos me tuvieron sentada casi 6 hrs. en serio bueno fueron esas 6 hrs. por que tuve que ir a ser mis quehaceres pero Oh my god!!!! este fico es genial please autora continualo es genial ^ ^ Ya quiero leer lo que paso, mi no se imaginaba el sacrificio que hizo Yunho para que Changmin viviera feliz, digo no cualquiera hace eso, me puso muy triste eso : (, es cierto cuando la bestia la tratas de controlar llegara el momento en el que no podras controlarlo y aveces hacen locuras, heavens! no se explicarlo el primer escrito fue muy impresionante me hiciste recordar lo que yo solia pensar en mis dias de bachillerato no se por ahora deje de pensar asi u.u men! bueno pero sin querer aveces es correcto no existe las persona con libertad u.u bueno de la historia ya ni se ni que onda u.u esperamos la actu .....

    ResponderEliminar
  8. ¡Me encanta! *-* La personalidad de ambos es tan... ashdvasabf♥ Y Yunho es todo un amor :'3

    Por favor, continúalo pronto *o*

    ResponderEliminar
  9. Hola chicas, muchas gracias por sus atentos comentarios, que gusto que les haya gustado mi fic. De todos los que he escrito este es uno de mis preferidos.
    También agradezco a las que no les gusta en HoMin y aún así lo leyeron, espero que hayan pasado un buen rato.
    La tercera parte (y última) la tengo en revisión ya casi completa, la próxima semana sin falta la mando para que la publiquen asi que no desesperen :P
    Otra vez, muchas gracias por sus comentarios, si quieren leer mas de lo que tengo, aquí en LALA TVXQ tengo publicados otros dos fanfics, pero el que creo es el mas popular es COFFE COJJEE http://lala-tvxq.blogspot.mx/2013/06/coffee-cojjee-capitulo-1.html

    Gracias otra vez por leerme :D
    AL-X

    ResponderEliminar
  10. las palabras no bastan para expresar lo que este fic me a echo sentir... valla es asombrosa la forma en la que escribes, sigue asi en verdad tu fic me gusta demasiado... estos dos capitulos que llevo son fasinantes, no puedo irme a dormir sin leerlo por completo, gracias por escribir de esta manera

    ResponderEliminar

Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD